Revista A.E.N. Vol. VII. N. "23. 1987 Sueño normal y sueño patológico en el hombre Normal and pathological sleep In man M. a Rosa PERAlTA ADRADOS * INTRODUCCION RESUMEN En este artículo se realiza una revisión bibliográfica, del sueño normal y del sueño patológico en el sujeto adulto. Se ha pretendido ofrecer una visión panorámica, de las bases neurofisiológicas del sueño, del concepto de ritmo circadiano, de la semiología electrofisiológica del sueño, de las variaciones fisioló­ gicas que entraña el hecho de dormir, y de las diversas patologías derivadas del sueño. SUMMARV The article is a bibliographic review concerning normal and patho­ logical sleep in mano We wil/ summarized the knowledge con­ cerning the sleep neurophysiological mechanisms, the circadian rhythm, the electrophysiological semiology, the physiological changes determined by the sleep process and final/y, the patho­ logy of sleep. PALABRAS CLAVE Sueño. Ritmo circadiano. Polisomnografía. Insomnio. Hiper­ somnias diurnas periódicas y no periódicas. Alteraciones del reloj biológico. Parasomnias. KEV WORDS Sleep. Circadian rhythm. Polysomnography. Insomnia. Periodic and not periodic hypersomnias. Biologic clok disorders. Parasom­ nias. Muchos siglos antes, de que las modernas técnicas neurofisiológi­ cas aplicadas aJa inves­ tigación del sueño hu­ mano, incrementaran espectacularmente el conocimiento de este proceso, Aristóteles e Hipócrates, habían ob­ servado que el sueño es un fenómeno, extraor­ dinariamente complejo. Durante todos estos si­ glos, nuestros conoci­ mientos se han basado en la fisiopatología del individuo despierto. Sin embargo, nuestro organismo vive las 24 horas del día, de las que 8 aproximadamente, permanece dormido, mientras que el cerebro se reorganiza y el cuer­ po se restaura. Hoy día, el concepto de Medicina Circadia­ na, es un hecho, y el diagnóstico de las per­ (*) Sección de Neurofi­ siología Clínica. Hospital Ge­ neral. «Gregario Marañón». Madrid. 557 Sueño normal y sueño patológico en el hambre turaciones funcionales del sueño, debe basarse en un conocimiento exhaustivo de la fisiología del ritmo vigilia-sueño, y de sus variaciones. Dormir bién, significa mejor calidad de vida, pero en algunos casos el hecho de dormir, representa un riesgo en algunas patologías como veremos más adelante. Cabe esperar que en nuestro país, el conocimiento del sueño humano y de su patología, constituya una materia de es­ tudio en las facultades de medicina, y que el abordaje del paciente por el médico, se realice teniendo en cuenta, la existencia de la ritmicidad biológica del organismo que representará, entre otras cosas, una adaptación al medio que le rodea. BASES NEUROFISIOLOGICAS DEL SUE~O En los últimos 30 años, los avances en el conocimiento de la neurofisiología del sueño, han sido extraordinarios. Los tra­ bajos de neurofisiología y de neuroquími­ ca, realizados fundamentalmente en el gato, han puesto de manifiesto, la impor­ tancia del tronco cerebral, en el control y en el mantenimiento de la vigilia y de dos tipos de sueño: sueño lento (SL) y sueño paradógico (SP) o REM-sleep, de los autores anglosajones (1). Se han utilizado dos lineas de investigación fundamenta­ les, para estudiar los mecanismos del sue­ ño: el aislamiento de factores inductores o facilitadores del sueño, y la realización de insomnios experimentales. Numerosos investigadores, han segui­ do la primera linea, desde comienzos del siglo, afanados en la búsqueda de una «hipnotoxina», o sustancia inductora del sueño, producida teóricamente durante la vigilia. Dicha sustancia, nunca se ha en­ contrado, y hoy día, se trabaja en la iden­ tificación de varios péptidos que actua­ rían como factores facilitadores del SL y/o del SP (2). Los investigadores, que han seguido la segunda linea, pensaron que el sueño de­ pendía de la puesta en juego de un meca­ 558 Revisla A.E.N. Val. VII. N. " 23. 1987 nismo activo, «los centros de sueño». La utilización simultanea de las técnicas mor­ fológicas y de fluorescencia, unidas a la farmacología, han hecho posible la locali­ zación del centro del SL en grupos celula­ res situados en la región anterior del rafe y del centro del SP, situado en la porción medio-lateral del tegmentum pontino o locus coeruleus. Con el tiempo, la sofisticación tecnoló­ gica, ha llevado a la revisión de los esque­ mas anteriores. La noción de «centros de sueño», ha sido reemplazada en la actualidad, por la de re­ des neuronales interconectadas, implica­ das en el sueño. La serotonina, no es hoy día, el neurotrasmisor por excelencia del SL, sino una neurohormona, que induce durante la vigilia, la elaboración de sus­ tancias hipnógenas, utilizadas ulterior­ mente durante el sueño. La concepción actual de los mecanis­ mos del sueño, distingue cuatro sistemas o redes neuronales: - Sistemas responsables de los as­ pectos fenomenológicos propios del SL (husos de sueño y ondas lentas) y de los del SP (atonía muscular, movimientos oculares rápidos y activación cortical). - Sistemas responsables de la puesta en marcha del SL y del SP. - Sistemas neuronales y neurohumo­ rales, responsables de la síntesis y del al­ macenamiento de sustancias hipnógbnas: el sistema del SL (5-HT dependiente) si­ tuado en el hipotálamo anterior, y del SP (5-HT independiente) situado en los nu­ cleos del hipotálamo y en el lóbulo inter­ mediario de la hipófisis. - Finalmente, uno o varios sistemas neuronales, correspondientes a uno o va­ rios relojes biológicos, que ponen en mar­ cha estos mecanismos. RITMO CIRCADIANO VIGILlA-SUE~O Los procesos biológicos, constituyen procesos de adaptación al medio y su or­ Sueño normal y sueño patológico en el hombre ganización temporal, conlleva un ahorro energético importante. En el hombre, el ritmo biológico primor­ dial es el de 24 horas, denominado por HALBERG, «circadiano» (circa dies: cerca de un día). La alternancia regular entre la vigilia y el sueño, es la expresión más evi­ dente, de la existencia de una periodici­ dad biológica diaria. La cuestión inicial­ mente planteada, consistía en saber, si el ritmo circadiano en el hombre, se trataba de un ritmo comportamental o biológico. Estudios experimentales en el laboratorio, han puesto de manifiesto, en sujetos so­ metidos a pruebas de aislamiento tempo­ ral, sin reloj, sin contacto humano y con luz artificial, que la duración del ciclo nic­ tameral (ciclo vigilia-sueño) es mayor de 24 horas. La persistencia, del ritmo vigilia­ sueño, en esas condiciones, presupone la existencia de un reloj biológico interno. El ritmo circadiano, en el hombre, puede ser demostrado por más de cien variables: rit­ mo de la temperatura corporal, de la se­ creción hormonal, de la presión arterial, de la respiración, etc. ASHCOFF (3), ha propuesto la existencia de dos osciladores biológicos, que se acoplan normalmente entre si, sincronizándose. Estos osciladores, son la temperatura corporal y el ritmo vigilia-sueño. Se pro­ duce una desincornización o pérdida de la relación de fase, entre el ritmo nictameral y el ritmo de la temperatura, en individuos sometidos a situaciones de stress. Tam­ bién se han observado estados de desin­ cronización en los trabajadores de turno de noche, que desplazan en 8 horas su horario de sueño, yen los sujetos que via­ jan en avión en dirección oeste (jet lag). En todos estos sujetos, se produce un trastorno de la calidad del sueño, como veremos más adelante. El SL depende del oscilador vigilia­ sueño y el SP, la latencia del sueño y el tiempo total de sueño, dependen del osci­ lador temperatura. «Es importante señalar, que el hecho de dormir durante la noche, es un hábito adquirido y debido a presiones de carác­ ter social. Todos los individuos nacen con RevistaA.E.N. Vol. VII. N. " 23.1987 un ciclo de sueño determinado genetica­ mente, que puede variar entre 23 y 27 ho­ ras. Sin embargo, esta organización del sueño-vigilia, no existe en el momento del nacimiento. En el recién nacido a término, el ciclo de la temperatura no existe hasta los tres meses de edad, y el sueño, ha de desarrollarse en un sistema bien estableci­ do, antes de que lleguen a fijarse los pe­ ríodos de vigilia» (4). Por otra parte, los cronobiólogos han puesto de manifiesto, que la siesta coinci­ de con el máximo del ciclo de temperatu­ ra y el sueño más profundo, aparece 12 horas después, coincidiendo con el míni­ mo de dicho ciclo, lo que demuestra la existencia de un ritmo bicircadiano, du­ rante el período de 24 horas. SEMIOLOGIA ELECTROFISIOLOGICA DE SUEÑO El estudio del sueño humano en el labo­ ratorio, se lleva a cabo mediante el poli­ somnograma, que consiste en el registro simultaneo del electroencefalograma (EEG), del oculograma (EOG), del electro­ miograma de los musculos submentonia­ nos (EMG) y de la respiración. Si el proto­ colo de estudio lo requiere, se pueden monitorizar además, otros parámentros: Temperatura corporal, tensión arterial, gases sanguineos, movimientos corpora­ les, reacción electro-dérmica, erección peneana, presión endoesofágica, etc. El polisomnograma, será la prueba diagnóstica por excelencia, en diversas patologías del sueño. La técnica poligráfi­ ca, está hoy día estandardizada en todos los laboratorios de sueño (5), debido a las directrices de la Asociación Americana de Centros de Estudios de Trastornos de Sueño. El polisomnograma debe completarse con la observación directa del paciente o mediante circuito cerrado de TV, para po­ der apreciar su comportamiento durante el sueño. 559 Sueño normal y sueño patológico en el hombre 1. Revista A.E.N. Vol. VII. N. " 23.1987 Los estadios de sueño muscular como lo demuestra el registro EMG submentoniano (Fig. 1). - Estadio 1: constituido por frecuen­ cias de bajo voltaje, con predominio de frecuencias Theta (2-7 Hz). Además apa­ recen ondas agudas de vértice. En el EOG se aprecian movimientos oculares lentos, pendulares (Fig. 2). - Estadio 2: se caracteriza por la pre­ sencia de husos de sueño (sleep spindles) de (12-14 Hz) y de complejos K (Fig. 3). - Estadio 3: se define cuando el EEG muestra entre un 20 y un 50 % de ondas lentas de gran amplitud y una frecuencia de 2 Hz. - Estadio 4: cuando el EEG muestra más del 50 % de ondas lentas de 2 Hz, de gran amplitud (Fig. 4). La identificación del SP por ASERINSKY y KLEITMAN, en 1953 (6), da lugar a una clasificación de los estadios de sueño, por DEMENT y KLEITMAN, en 1957 (7), al com­ probar, estos autores, que el EEG no es homogéneo durante el período de sueño. En la actualidad, existen criterios unifi­ cados para identificar los estadios de sue­ ño en el sujeto adulto (RECHTSCHAFFEN y KALES, 1968) (8), yen el niño recién naci­ do (ANDERS y col., 1971) (9). Estos crite­ rios sirven de referencia a todos los inves­ tigadores que trabajan en el sueño huma­ no y los esquematizamos a continuación: - Estadio de vigilia: se caracteriza por la presencia de actividad Alfa (8-12 Hz) y Beta de bajo voltaje. Existe una tonicidad F-F El análisis visual, conlleva un gran mar­ ..-_-----------------------------~--. P21 F-C 4-r·...' - - - - - -.......-""-----~---...---""'·'*'"·------ e-p """"1¡--.----. . ...... "I~-----.,.""_>4""~-------.,II- ...p-o ...... ~""""'"' , . . . .-""·-­ ---,---.1t'"1_.. .'. _ ....--_~'IIIAoo--I ......""""'fIl"'Itpo. F-F PI 3 _$~9__".. ! . .lA.--u.lr .JJ_jJ.jAJAjAJ,~-1--lJ_Jj_Jj·_J¿l,~.lu.--1' ...[, .J.' _.Lr .~.J, ,j,.JAJA.J,\.--JA.j},..L'.J} ..l1.J, _.,1,_, T-e ----~----..... 44-'--~- e-e 'r ------­ ~ e-e .....Z'.. ~V't- ..­.. w..,_"'... ~ EOG ... / _...... ~_ _ 4 ... --~..,...-J'fY~~...,.. ......, . . . . . ~ ,,-...~ ..- . . ~.,- .. -~J,¡ . .- -.. .....-.........".. ,. . . . . . "'~..''11 , ',0"., s. ,..._-----...... _......-_ ... _-... _,---..-----... _.. .__ ..., - - _­ .-.. ~ ~--- " W ....... . . . _..__v ~--_. -.-r-_.-~ _l. a" ........ ~"' ......,._-,.._-_... _ .... "' ............ '\. ......_ ..... ""~ • .",...'.. .."'­ __..-.....-----__ ~ ¡' ~ __r L­ ... "'m'"'' J'.....,------"'-_.. Fig. 1. - Polisomnograma que muestra un Estadio de Vigilia. Se caracteriza por la presencia de un ritmo Alfa parieto-occipital, de 8 a 14 Hz de frecuencia y un ritmo Beta de Bajo voltaje, en áreas anteriores de scalp. Se observa un EMG tónico, en los músculos submentonianos. 560 Sueño normal y sueño patológico en el hombre Revista A.E.N. Vol. VII. N. "23. 1987 ~ ~ '8 ~ T.s..:.9& ~ ~:.Ji . ,, "' - .__ ~ . _. .- '.----­ T~ Ob. ~~~~ T~ ,,-c. ~ --­ ~'--'"" ------­ ~ ---­ '­ Lo. 'cl I~~ fj., - c.. ,."-6 _ ; _ . .... ....-LJ_LJ....J......L.(,...L..W,.L.J.-.LL .... ---....---.-­ su '-"" ______ lI...r ... '-_../ -- ..........., Fig. 2. - Polisomnograma que muestra un Estadio 1 de sueño. Se caracteriza por un EEG de baja amplitud (25-50 micro VI y frecuencias mixtas. de 4 a 12 Hz. Persiste la tonicidad muscular en el EMG. aunque atenuada con respecto a la vigilia y aparecen movimientos oculares lentos. pendulares. en el EOG. gen de error, entre los estadios 3 y 4, por lo que generalmente, los resultados se dan conjuntamente bajo el término de sueño lento profundo (SLP). - Estadio paradógico o REM-slep; de­ finido por un EEG de bajo voltaje y fre­ cuencias mixtas, por salvas de movimien­ tos oculares rápidos y por una atonía muscular, como lo demuestra el EMG submentoniano (Fig. 5). Esta descripción del sueño en 5 esta­ dios, aún siendo eficaz, es algo simplista, ya que no refleja con exactitud la realidad, de un proceso tan complejo como el sue­ ño humano, donde continuamente pue­ den darse cambios de estadios, que dan lugar a períodos transicionales, que pue­ den representar un porcentaje importante de la totalidad del registro, como se ha demostrado en edades avanzadas de la vi­ da o en pacientes psicóticos, por LAIRY y coL, en 1975 (10). Las nuevas técnicas de análisis auto­ mático del sueño, actualmente en proce­ so de desarrollo, podrán obviar parte de este problema. El porcentaje de los esta­ dios de sueño, en relación con el tiempo total de sueño, puede resumirse como si­ gue: Estadio 1, 5 %; Estadio 2, 50 %; Es­ tadio 3+4,25 %; SP, 20 %. Al análisis cuantitativo de los estadios de sueño, deben añadirse, por lo menos, dos índices que permiten una valoración cualitativa objetiva del sueño: eficiencia del sueño y continuidad del sueño. El aná­ lisis paramétrico u objetivo del sueño, de­ be completarse con la gráfica del sueño o hipnograma, que ilustra perfectamente el desarrollo temporal del sueño (Figuras 6 y 7). 561 RevistaA.E.N. Vol. VII. N. " 23.1987 Sueflo normal y sueflo patológico en el hombre .........."",,- ......-. 'v-J'o.;;orr...-~c. -..... --.r"W\t_ _~".1"W_~~_"'WI'. _ --­ ~~--.-.....,-~--------------------~~..,.,....._.... ~ ~__""""'__"""""~ 1;-0, '\..._t\. .. Jo_r"' ................... _ ...,.....,... r_-~_~_ "---'-M . . ,.- . . _. ~"""""-"-_-"'-"""""~""""""""'-'-""'-""''''JvooI''''''''''''''''-'''''~ -....J\.~---.~ __ ~~~ ..~~-J\\~~~/~~,. -....."., . . "'......,v..,.......-.......... ""'.,..,.,~ ~~-~--~~--------...--.------J~~-~ ~~ _ ~- C,,·'& •• ~~-,,~'\ .., ..........,.. -..1-_"'... _;- ..__ - - - - - - -......- ...~----- ...- -......... ~/"'-..,I' .......,..... __.._A""""_wl~I".......".t\ ..........- - ..fII'J.""""".,.,.. ... "I,.o,...--..............'........ - ......__.....- . ' .. s•• ... I~ M. u. .. Fig. 3. - Polisomnograma que muestra un Estadio 2 de sueño. Se caracteriza por la presencia de «husos de sueño» o «spindles» y de complejos K. En el EMG de los músculos submentonianos, se puede observar una breve atonía fásica. La respiración y la frecuencia cardíaca, son regulares. El sueño está constituido por varios ci­ clos (de 4 a 5 en el adulto sano) que inclu­ yen los'5 estadios mencionados. Existe un mayor porcentaje de SLP en las primeras horas de la noche, una recurrencia perió­ dica del SP cada 90 minutos, y un mayor porcentaje de SP en la segunda mitad de la noche. En la primera infancia y en la tercera edad, los criterios descritos anteriormen­ te, varian considerablemente y no nos de­ tendremos en ello, en este artículo. SUE~O y VARIACIONES FISIOLOGICAS Sistema endocrino Hoy día se sabe que el funcionamiento del sistema hormonal hipotálamo­ hipofisario, está estrechamente ligado al 562 ciclo nictameral. Se ha demostrado que los ritmos hormonales vigilia-sueño, son practica mente irrompibles y que cada hormona tiene un patrón circadiano espe­ cífico, en lo que concierne a su secreción (11 ). El estudio de la secreción hormonal cir­ cadiana, se realiza mediante extracciones de sangre repetidas, cada 30 minutos, a lo largo de las 24 horas del día. Se ha comprobado que la somatotropi­ na (STH), presenta un pico de secreción a la 1/2 hora del adormecimento, aproxi­ madamente, mientras que el pico de la prolactina (PRL) aparece 40 minutos des­ pués, del pico de STH. Por el contrario, la secreción de hormona tiroidea (TSH) yen cierta medida, del cortisol, desaparecen al comienzo del sueño. La TSH exibe su pi­ co máximo de secreción al final de la acti­ ­ Sueno normal y sueno patológico en el hombre , • RevislaA.E.N. Vol. VII. N. "23. 1987 u_ ,.¡ .~~. __ u_ -v" 11 (. -l:. ~~~-/II-~.~~'-""'~~-.J--""-~""" ~~ ~~J"'"_~""" F. -C I ~"';~V,.~~r"",,,"··"'V"-"-"-"'-~~~----"""""""'~-·./\· ~~""""'_~~---'~~~ Ji,,:1~1' ._.-'·_._.---.,r••·,..... --"'J,~t''""'-..._v¡-.'~_·A, _.~ .. -'\-v"..... N',_"-..;.,..-' "', rN'\"·""';"""'''-,·,,··__ e.o. 6 -~"''''''J- '-'''''_--''_'''-'' 'v _ _ '' I''''',"_J'h~J·--,/·_ .. o'''''_' T.. - C. _~--..t'-~""""~~-----'-~--"~""'-v'\"..~--,"-_ ~,;••~~'" -o __•••.• ~ __.-•. ......_•.__.. _.-'_"_~-_-_-~."v.-v-J-""-~ _'w~/V'-J".-'-·" . __'O .. _.r' """",_",-_,o,,-_,' ... , __••••'-, -',,0' . " , __ , _ - , _ -__ ~-----.-.,..-.-. '!" L­ /'...... --V'o-'-~""--...--...r"-J--_' ......" 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Se caracteriza por un EEG constituido por frecuencia mixtas y de bajo voltaje; por salvas de movimientos oculares répi­ dos. como puede verse en los EOGs; y por una atonía de la musculatura estriada. interrumpida por una breve contracci6n muscular fásica y por algunas mioclonías hípnicas. Revista A.E.N. Vol. VJI. N. " 23. 1987 Sueño normal y sueño patológico en el hombre HJPMT-RAMA lE .....".1 0 e P - n 27-28/010./1983 1611 ---­ ~ lh.2S", I EASE......L 49 ... ln. EASE....2. 2h.19",. - -'---­ EASE..-1 42 ... ln. EA.SE....A. lh. 3 .... EASE....5. 1h.18",. . .11.11..- _ _ . - 92 Apn.a 41 Mov. Corpor. f-­ __ .1lJlli Progra",a HIPNOG. I _ _. _......' ._ ..... 1 -IIl"wllwlll......... "...u...1_ _ ~II---II_.'..... !I....LL.I1II.......lLL-. _ Ho... a. T. T. O. 8h. 18",. Fig. 6. - Muestra el hipnograma de una paciente, remitida de un Hospital Psiquiátrico. con la sospecha de SAS. Clinicamente, la paciente presentaba trastornos de la personalidad V del carác­ ter. El polisomnograma. confirmó el diagnóstico de SAS. Las apneas, aparecen fundamentalmen­ te durante los estadios de SP. Se observan 4 ciclos de sueño V una gran fragmentación del mismo. La administración de Clomipramina, mejoró considerablemente el cuadro. vidad diurna, inmediatamente antes del adormecirrliento, y la secreción de corti­ sol acontece hacia el final del período de sueño, preparando al organismo para la vigilia. El sueño juega un papel primordial, en la sincronización de la programación tem­ poral de las hormonas, interviniendo en la síntesis efectuada por las células en ge­ neral y las células centrales en particular (12). La depresión endógena se ha asociado a una alteración de la secuencia circadia­ na, debido a un avance de fase de la tem­ peratura y del ritmo de secreción del corti­ sol, aumento de los niveles de cortisol en sangre y disminución de la latencia del SP, durante la noche. 564 Termorregulación Ya hemos mencionado la importancia del oscilador temperatura y cómo el ritmo circadiano de la misma, se sincroniza, en condiciones habituales, con el ritmo vigi-. lia-sueño. En ambientes neutros o frios, el adormecimiento se asocia con una dismi­ nución de la temperatura rectal, mientras que en ambientes calurosos, se produce un aumento del sudor en el adormeci­ miento. Un hecho particularmente interesante, es la casi completa desaparición de las respuestas termorreguladoras, durante el SP (13). Estas modificaciones periféricas, corresponderían a un cambio de las es­ tructuras hipotalámicas termorregulado­ ras. Revista A.E.N. Vol. VII. N." 23. 1987 Sueño normal y sueño patológico en el hombre ...HIPNOGRAMA DE. FASF 1II ManuaL.Y.JL.--=----c.....lB 16-17/F.b./HI84 1--­ ~I li lh.24m. F..A.S.Ll. 1h.12m. ¡ F.A.SL2. 4h.31m. ~ illillU I I EAS.E....3. 4 mino ~ FA5E.....4. 1II mino J FASE-5.. 39 m1n. 318 Apn. ~ IIJ :111_ _ : I I U _ Inlllll_U'-'11l.1 Jllllu.: _ _ I _ .,1 M 1. .!.lata 11. .1. i 115 Mov• .---lI------LlliIlIl! '! I ~---+-- CorporalL I ~ .. l! ' '1 I!ln' 1!,_"u"'1l1 'ID" .__ 1 I! I .-+--­ I 'I'! 11'" !! . "1 'I! + e' IL _ ._ Hora. Programa HIPNOG, T. T. O. 7h. 51m. Fig. 7. - Hipnograma de un paciente afecto de un OSAS muy severo. Dicho paciente, ingresó en el Hospital, debido a una parada cardíaca. Se trataba de un sujeto «pickwickiano» con graves complicaciones cardiovasculares. Presentaba una somnolencia diurna muy acusada, impidiéndo­ le todo tipo de actividad. Se puede observar un sueño estructuralmente muy alterado, con una de­ saparición casi total del SLP, una reducción marcada del SP, una latencia del sueño muy breve y una importante fragmentación. Las apneas, casi exclusivamente de tipo mixto, aparecen tanto en SI como en REM, ininterrum­ pidamente. La actividad motora durante el sueño, está considerablemente aumentada. Frecuencia cardíaca y tensión arterial Respiración Ambas tienden a disminuir progresiva­ mente a lo largo del sueño, hasta la ma­ drugada, permaneciendo regulares. El SP provoca irregularidades del ritmo cardía­ co. También la TA puede sufrir variacio­ nes bruscas de hasta 30-40 mm de Hg. Estas irregularidades fásicas, dependen mucho de cada sujeto y suelen coincidir con los períodos de intensa actividad ocu­ lar. Existe una bradipnea relativa desde el comienzo del sueño. Durante el sueño li­ gero (estadios 1 y 2), se aprecia una ten­ dencia a la respiración de tipo periódico (14). El SP, está asociado con cambios dramáticos en el control respiratorio, en asociación con los eventos fásicos de di­ cho estadio. La pérdida de la tonicidad, de los musculos intercostales durante el SP, puede originar un colapso paradógico 565 Sueflo normal y sueflo patológico en el hombre del torax durante la inspiración y reducir la eficacia del esfuerzo respiratorio. Sin embargo, frente a estas modificaciones de la respiración durante el sueño, existe un mecanismo de protección que es el «arousal» o despertar cortical, provocan­ do una aceleración de la ventilación. Actividad motora La actividad tónica muscular y la exci­ tabilidad tendinosa refleja, disminuyen progresivamente durante el SL. Sin em­ bargo, pueden apreciarse movimientos fásicos, asociados con reacciones de «arousal». En el SP, se produce una aboli­ ción de la actividad tónica muscular y de los reflejos mono y polisinápticos. Se tra­ ta de una inhibición activa de origen reti­ cular, que actúa directamente a nivel de las motoneuronas, lo que provoca una hi­ perpolarización de las mismas. Por últi­ mo, mencionaremos que durante el SP, se produce una erección peneana, que se asocia raramente a ensoñaciones de con­ tenido erótico (15). Se trata de un fenó­ meno muy estable y resistente a todos los aspectos fisiológicos del SP. La persisten­ cia nocturna de una erección, en una im­ potencia de tipo psicológico, orientará el diagnóstico (16). PATOLOGIA DEL SUEfilO Desde 1979, disponemos de una clasifi­ cación de los trastornos de la vigilia y d~1 sueño, basada esencialmente en datos clínicos y elaborada por la «American As­ sociation of Sleep Disorders Centers» (5). De acuerdo con esta clasificación , es ne­ cesario distinguir entre: ReVista A.E.N. Vol. VII. N. 1. 566 23. 1987 Insomnios El insomnio, es con mucho, el trastorno más frecuente, encontrado en la práctica médica. En una encuesta, realizada en Los Angeles en 1974, 33 % de los encues­ tados, manifestaban dificultades para dormir y 42 %, presentaban o habían pre­ sentado, problemas relacionados con el sueño (17). El diagnostico del insomnio, se basa en la existencia de alteraciones diurnas evi­ dentes: fatigabilidad, agotamiento, irrita­ bilidad, agresividad, disforia y sensación de «hambre de sueño». La relación entre los parámetros objeti­ vos de sueño, medidos en el laboratorio, y la valoración subjetiva de los mismos, presentan a menudo, grandes discrepan­ cias. En realidad, no existen parámetros objetivos de sueño, que definan al insom­ nio, de ahí la significación que adquiere la anamnesis detallada del paciente, y de su compañera/o en la cama, que proporcio­ narán datos esenciales: duración del sue­ ño, latencia de su instalación, presencia de ronquidos y de pausas respiratorias, actividad motora excesiva, etc. Recientemente se ha introducido en el diagnóstico el «Multiple Sleep Latency Test» (18), utilizado previamente en el diagnóstico de las hipersomnias patológi­ cas. El test consiste, en la medición de la latencia del sueño, a intervalos de dos ho­ ras, cinco veces al día. Se debe realizar después de una noche normal de sueño, objetivada mediante registro poligráfico y en un laboratorio bien equipado. Hay que distinguir entre insomnios transitorios, e insomnios crónicos y per­ sistentes. 1.2. - Dificultades en la instalación y en el mantenimiento del sueño o insomnios. - Trastornos persistentes del ciclo vigilia-sueño, relacionados con el reloj biológico. Hipersomnolencias diurnas. Parasomnias. n Insomnio transitorio Los insomnios transitorios o situaciona­ les, se deben a circunstancias que deter­ minan en el sujeto, un importante stress emocional; a desfases horarios consecuti­ vos a vuelos transmeridianos; a una mala higiene del sueño; finalmente, a alteracio­ Sueño normal y sueño patológico en el hombre nes del ritmo vigilia-sueño, en los trabaja­ dores de turno laboral cambiante. La característica fundamental de estos insomnios es su duración limitada, exis­ tiendo en todos ellos, una historia anterior de sueño normal. 1.3. Insomnio crónico ((Ciertas tendencias psicopatológicas, pueden dar lugar a un insomnio, como único síntoma o acompañado de trastor­ nos del comportamiento, encuadrándose entonces, dentro de los trastornos psi­ quíatricos habituales» (O. BENOIT, 1967) (12). La utilización crónica de medicamentos (tranquilizantes, hipnóticos, estimulan­ tes), el alcoholismo y la drogadicción, provocan insomnios persistentes y difíci­ les de tratar, debido a la dependencia que generan, al cabo de poco tiempo y como consecuencia, a la exacerbación del in­ somnio, durante el síndrome de abstinen­ cia. El reflujo gastro-esofágico, es frecuen­ te en sujetos de edades avanzadas, pro­ vocando despertares bruscos por regurgi­ tación de ácido gástrico a la nasofaringe, y en ocasiones, aspiración. Puede existir un reflujo asintomático, posibilidad que conviene recordar, ante la existencia de un insomnio crónico. El Síndrome de apneas periódicas du­ rante el sueño y el Síndrome de hipoventi­ lación alveolar primaria o Síndrome de Ondina, provocan insomnio por dificultad en el mantenimiento del sueño, debido a las pausas respiratorias, como detallare­ mos más adelante. En su tratamiento, hay que evitar los fármacos depresores del SNC. La utilización de estimulantes respi­ ratorios: progesterona y medroxiproges­ terona, no han mostrado resultados satis­ factorios. El Síndrome de ((piernas inquietas)) (SP\) con movimientos periódicos de las piernas durante el sueño, consiste en sen­ saciones disestésicas muy desagradables Revista A.E.N. Vol. VII. N. 023. /987 en las extremidades inferiores, que apare­ cen en reposo e inducen al movimiento (19). Los movimientos periódicos de las piernas, conocidos previamente en la lite­ ratura, como «Mioclonus Nocturno» (20), se asocian sistemáticamente al SPI. Afec­ tan a los miembros inferiores, son pseu­ doperiódicos y muy estereotipados y se caracterizan por una dorsiflexión del pie o incluso, una flexión triple de toda la pier­ na, análoga a la obtenida en la respuesta de BABINSKI, por estimulación plantar (21). Se han descrito casos familiares, con trasmisión genética autosómica do­ minante (22) y casos sintomáticos, en pa­ cientes con afecciones neurológicas y metabólicas. Nuestro grupo, actualmente estudia este Síndrome, en pacientes con insuficiencia renal crónica en tratamiento con hemodiálisis (23). El síntoma insom­ nio, es muy acusado en estos pacientes, debido a las disestesias y a las sacudidas de las piernas, que provocan una gran fragmentación del sueño nocturno. Ade­ más, el SPI suele asociarse con una respi­ ración periódica durante el sueño, proble­ mas ambos, que se exacerban considera­ blemente con la edad. Recientemente, MONTPLAISIR y col. (24), han sugerido que el SPI y los movimientos periódicos de las piernas durante el sueño, representan dos manifestaciones c1fnicas de una misma disfunción a nivel del SNC. El diagnóstico es cHnico, confirmándo­ se mediante polisomnografía. El trata­ miento, es puramente sintomático, utili­ zándose en la actualidad el Clonazepam y la Carbamazepina, con resultados relati­ vamente satisfactorios. 2. Trastornos persistentes del ciclo vigilia-suelio Son los llamados desfase internos o al­ teraciones del reloj biológico. Hay que distinguir entre: el Síndrome de la fase de sueño avanzada, el Síndrome de la fase de sueño retrasada y el Síndrome del rit­ mo circadiano diferente del de 24 horas. 567 Sueño normal y sueño patológico en el hombre Revista A.E.N. Vol. VlI. N. " 23. 1987 En el Síndrome de la fase de sueño avanzada, más frecuente en individuos de edades avanzadas, el sujeto se duerme pronto y se despierta de madrugada. Sue­ le aparecer una fatiga progresiva a medi­ da que avanza el día. Por el contrario, el sujeto con un Sín­ drome de retraso de la fase de sueño se encuentra muy despejado por la noche y se duerme tarde. Es el clásico individuo que se despierta muy entrada la mañana que después, se encuentra cansado du­ rante todo el día. Es más frecuente en jó­ venes. En uno y otro Síndrome, el sueño será normal y el tratamiento de elección, es la cronoterapia. La cronoterapia consiste en retrasar o adelantar progresivamente, la hora de acostarse, hasta dar una vuelta completa al reloj. De esta manera, llegará un momento en que aparezca de nuevo una síncronia, con las fases habituales del ciclo sueño-vigilia. y El Síndrome del ritmo circadiano dife­ rente del de 24 horas, se ha podido repro­ ducir en el laboratorio, mediante expe­ riencias de curso libre (12). El origen de este trastorno, no se conoce. La conse­ cuencia es una privación crónica de sue­ ño, debido a que el desfase horario se acentúa progresivamente. El impacto del Síndrome, sobre la actividad profesional y social del sujeto, será muy negativo. Se caracteriza por la existencia de pe­ ríodos asintomáticos cíclicos cada dos se­ manas aproximadamente, cuando el ho­ rario del sujeto, coincide con el horario habitual vigilia-sueño. Este Síndrome se ha descrito en sujetos ciegos de naci­ miento y en aquellos pacientes, con en­ fermedades crónicas, que guardan cama de forma prolongada. 3. Hipersomnias diurnas Expondremos a continuación, las hiper­ somnias diurnas, en orden a su relevancia en cuanto a su incidencia y prevalencia. 568 3.1. Hipersomnias ligadas a un tras­ torno respiratorio durante el sueño. Aunque clínicamente la existencia del Síndrome de apneas periódicas durante el sueño (SAS), se sospechaba desde fina­ les del siglo pasado, GASTAUT y coL, en 1965f (26), demuestran, mediante poli­ somnografía, la existencia de alteraciones de la respiración durante el sueño, en pa­ cientes de tipo PICKWICK. Poco tiempo después, LUGARESI (27) descubren las mismas alteraciones, en sujetos no obe­ sos. Durante la última década, el avance ha sido extraordinario en el reconocimiento del Síndrome como una entidad patológi­ ca común, con dos síntomas esenciales: excesiva somnolencia diurna y pausas respiratorias repetidas durante el sueño, con complicaciones cardiovasculares se­ cundarias. La prevalencia del SAS, es del 0.4 al 3 % de la población (28). La apnea se define, como una pausa respiratoria de 10 segundos de duración, como mínimo. Se distinguen tres tipos de apnea: - Apnea central o diafragmática, con cese de los movimientos respiratorios toraco-abdominales. - Apnea obstructiva, por ausencia de flujo aéreo a través de la nariz y de la bo­ ca, a pesar de la persistencia de los movi­ mientos respiratorios toraco-abdominales. . - Apnea mixta, caracterizada por un componente central inicial, seguido de un componente obstructivo. Se considera patológica una cifra ma­ yor de 30 apneas en 7 horas de sueño, o de 5 apneas por hora de sueño, indepen­ dientemente del tipo de las mismas. Aten­ diendo al tipo de apneas que se den en el paciente, de forma predominante, se identifican dos Síndromes: Síndrome de apneas centrales (SAS) y Síndrome de apneas obstructivas (OSAS). Sueño normal y sueño patológim en el hombre Revista A.E.N. Vol. Vl/. N. "23. 1987 Fisiopatologia de la apnea La sintomatología clínica del paciente afecto de SAS, es muy estereotipada. Los síntomas habituales, son: excesiva som­ nolencia diurna, aumento de la actividad motora durante el sueño, disminución de la capacidad intelectual, cambios de la personalidad y del carácter, impotencia sexual, cefaleas y naúseas matutinas, enuresis nocturna intermitente, desperta­ res frecuentes y bruscos durante el sue­ ño, etc. Estos síntomas se acompañan de signos clínicos inequívocos: sobrepeso, hipertensión arterial, policitemia, hiper­ tensión pulmonar, arrítmias cardíacas nocturnas y trastornos psiquiátricos. El SAS se diagnostica, mediante un po­ Iisomnograma, con monitorización de la respiración a varios niveles, además de la medición de la saturación de ~ en sangre (Fig. 8). El polisomnograma se debe com­ pletar, con un examen ORL y maxilo­ facial. Se trata de un proceso multisisté­ mico y como consecuencia, el paciente debe ser estudiado desde el punto de vis­ ta cardiológico, neumológico, endocrino­ lógico y psiquiátrico. r ; La apnea obstructiva del OSAS provo­ ca una interrupción de la respiración y co­ mo consecuencia, una asfixia progresiva, con alteraciones gasométricas: hipoxia e hipercapnia. La frecuencia cardíaca du­ rante la apnea, disminuye por estimula­ ción vagal, dando lugar a diversos tipos de arrítmias. El OSAS puede dar lugar a una muerte súbita durate el sueño, debi­ do a estas alteraciones severas del ritmo cardíaco (29). Los episodios de apnea re­ currente nocturna, en pacientes con OSAS, determinan además, otras modifi­ caciones hemodinámicas: - Vasocontricción pulmonar refleja, que dará lugar a una insuficiencia cardía­ ca derecha. - Vasocontricción sistémica que pro­ vocará un aumento de la tensión arterial, inicialmente cíclico y después permanen­ te. A diferencia de lo que sucede con la hipertensión pulmonar, la hipertensión sistémica puede persistir durante el esta­ ~ I ' ~ J t ~lV 1 ~J ~ I Lo.l.~ I r. ~.j~ "I.fj:,~ ••\ \':"·4i',.l'v"J( ~·l ~lf~~, ' \i/"I"V-.:Jri. .. ~v I t. .~II¡VJ~~ 1fI \ .... ~ .,~ \lJ" •ROCiAI ~ ,,;.,..r "'-'f ' 'J'" L I I .' • . .,-r' - \'. r ~ ¡~\·(to{.j~\·~""~/~"'~'f'~",,..J,/\r~""v .¡ LOC /A2 ; l ,, \ '-.l;.. .·~,./~""V',·~/ ~ ..' "1' J , f-'\rI' f '" , l-......t~/~W\~!\I.,j\, • '~ ,. '~""" u,it'.\. '. "''''~·''''''''/\.'''·.i':''' I \ I,..,'.:"'..'........",.. . . ~.J.,,../\.~ '. (I'¡ \~!"'~"' •../'I,Jo¡..",'.J \" {~ ~a -­ :t!¡:::' ~~:~!:ttt: '~l t:' :':~ ~"'~¡\: ~'(·. .~,...;~\.¡tI" ....,c....('\\.·.·.••~..... ', ' i l" ...... Tt-ERMlS~' Ap-leo 02~. Apnea ~~\ 3-SATLRATION"~ I l-- ~"\ ",,~ A¡YIeo ~ ~~_____ ~ ~ ~IN~ 5 seconds (U~~.~~~~~¡ hr~1 rH~¡~.,t.~,~¡ ~II J~~~ ~~~~~ij~ ~~"'f"h~11 ~~~¡ ~~¡ ~,¡ I¡1¡tU~UU ~~ U~~~~~ ~I W~,~~~¡~~~U~~~~~~~~~~,~~Ü~~w'ÚHiU'{ EKG Fig. 8. - Ejemplo de polisomnograma realizado mediante la técnica estandar: EEG en el primer canal; movimientos oculares en el segundo y tercer canales; EMG de los músculos submentonia­ nos en el cuarto canal; flujo aéreo nasal en el quinto canal; curva de saturación de Do¿ en el sexto ca­ nal y ECG en el último canal. Obsérvese la caída de la saturación de Do¿ concomitantemente a la ap­ nea, la bradi-taquicardia cíclica y la activación muscular coincidiendo con el ronquido, al finalizar la apnea. 569 Sueño normal y sueño patológico en el hombre dio de vigilia, aún en ausencia de hipoxe­ mia diurna (30), siendo responsable de la gran prevalencia de OSAS en las llama­ das «hipertensiones esenciales» (31, 32). Desde el punto de vista polisomnográfi­ ca, la terminación de la apnea, provoc.p un fuerte ronquido y un «arousal» EEG, que atendiendo al grado evolutivo del proceso, puede repetirse cientos de ve­ ces, a lo largo de la noche. El sueño noc­ turno, aparecerá en consecuencia, muy fragmentado, con una marcada disminu­ ción e incluso, desapareción, del SLP y del SP (Figs. 6 y 7). La fragmentación del sueño nocturno, explica la somnolencia diurna excesiva. Nos hemos extendido en todas estas consideraciones fisiopatológicas, debido a su importancia capital, a la hora de adoptar una actitud terapeútica. Si la res­ piración nocturna mejora, la hipersomnia diurna desaparece, como también, las complicaciones cardiovasculares. Tratamiento El tratamiento quimioterápico del Sín­ drome, mediante fármacos que aumenten la excitabilidad de los centros respirato­ rios (nicotina, protriptilina, etc.), no ha proporcionado los resultados esperados. En los sujetos obesos, se impone una re­ ducción ponderal drástica, mediante dieta hipocalórica, que debe efectuarse en me­ dio hospitalario, debido a la dificultad que presentan estos pacientes para adelgazar. En casos muy graves de OSAS, se ha uti­ lizado la taqueostomía, con válvula abier­ ta durante la noche, lo que ha puesto de manifiesto, la reversibilidad del Síndrome y de sus complicaciones (33). En la actua­ lidad, el tratamiento se basa en dos técni­ cas principales: - Ventilación nocturna con aire a pre­ sión positiva continua (CPAP), adminis­ trado a través de mascarilla nasal (34). - Tratamiento quirúrgico, mediante intervenciones a nivel de la oro-faringe y de la mandíbula. 5.70 Revista A.E.N. Vol. VII. N. " 23. 1987 3.2. Síndrome Narcolepsia­ Cataplexia Descrito hace un siglo por GELlNEAU (35), es en la última década, cuando los estudios neurofisiológicos en el hombre y en el animal, han supuesto un enorme avance en el conocimiento de la enferme­ dad (36). Se trata de un trastorno especí­ fico de SP, que tiene una incidencia de 4/10.000 habitantes. No es una enfermedad exclusiva de la especie humana, ya que se ha descrito en perros y en caballos, transmitiéndose ge­ néticamente en forma autosómica recesi­ va (37). Estudios en cerebros de perro, han demostrado una menor concentra­ ción de Dopamina y una menor utilización de la misma, en el estriado. Actualmente, se piensa que existe una predisposición genética que determinaría una susceptibi­ lidad particular de las neuronas monoa­ drenérgicas y colinérgicas del tronco ce­ rebral (4). La enfermedad, suele debutar en la pu­ bertad, apareciendo los síntomas de for­ ma escalonada. El curso, es fluctuante y cuando alguno de los síntomas hace su aparición, persistirá a lo largo de la evolu­ ción, durante toda la vidad (38). Se han descrito, fundamentalmente por BILLlARD (39), circunstancias particu­ lares en el comienzo de la enfermedad: privación crónica de sueño, cambios fre­ cuentes en el horario vigilia-sueño, facto­ res de stress psicológicos, etc. De acuer­ do con este autor, parece ser que trans­ curren 13 años como media, entre el diag­ nóstico del primer síntoma y el diagnósti­ co de la enfermedad. Este largo período de inactividad terapeútica, es responsable de un elevado tanto por ciento, del im­ pacto negativo de la enfermedad socio­ economicamente. Desde el punto de vista clínico, el Sín­ drome se caracteriza por una tetrada sin­ tomática: - Excesiva somnolencia diurna, con sueño nocturno perturbado. Sueflo normal y sueflo patológico en el hombre Revista A.E.N. Vol. VII. N. " 23. 1987 - Ataques de cataplexia, consistentes en breves episodios de parálisis muscular (sin pérdida de conciencia), desencade­ nados por factores emocionales (risa, llanto, miedo, furia, etc.) (Fig. 9). - Alucinaciones hipnagógicas VIVI­ das, que se presentan en el momento de la transición entre la vigilia y el sueño. - Parálisis de sueño o imposibilidad de movimiento, que al igual que las aluci­ naciones, se presentan al inicio del sueño o coincidiendo con un despertar. La cataplexia, las alucinaciones hipna­ gógicas y la parálisis de sueño, son mani­ festaciones del SP. Otro síntoma importante del Síndrome, lo constituye los episodios de comporta­ miento automático durante el día como consecuencia de los numerosos «micro­ sueños», que se dan en estos pacientes. El diagnóstico, se confirmará en el la­ boratorio de sueño, mediante una poligra- fía de «siesta», que ponga en evidencia un adormecimiento en estadio de SP (REM-onset) (Fig. 10). Además, pueden apreciarse toda una serie de anomalías demostrativas: episodios de «micro­ sueño», bruscas supresiones fásicas mus­ culares, movimientos oculares rápidos aislados, etc., que obligarán a proseguir una evaluación más completa. La poligra­ fía de siesta, se debe completar con el «Multiple Sleep Latency Test» (18). El sueño nocturno, estará alterado por una disminución del SLP, una elevada inci­ dencia de ensueños, un aumento de la ac­ tividad motora y finalmente, por una diso­ ciación de los estadios de sueño. El diagnóstico diferencial, se establece­ rá con otros procesos, que determinen una somnolencia diurna excesiva: priva­ ción crónica de sueño, SAS y OSAS, al­ teraciones del ritmo circadiano, depresión endógena, efectos secundarios de ciertos ~i~~-~----i-~--l~~r-------------------------'--'----'-'--'-- ~-1 ~ ......... c-p , , 4" L , ---------~-------......¡_..-----------------~~-I"------.---- .. -------- --.-·00------- .------------------------------------------------------- ----.,r---~------------------ ..--..--.---,-.--..--- -'0 '\ ~-02 ..-.--------------------->----.------ -.-----. -.-­ ------~~--,,-.- ~ I'"; M "'- ••, •• ~iF3~---------+----t.-~-----~~------·-------------,~ ~- C3~----------~---"'--~---·~":..-----N~v./"---------.--.------------------.-,,- -'- '., .. --.---­ _ r c3 ~ _.~"'----------------------.-------------------.----- ----------------, \~.f1 ~,--..J'-------------.--------- ..- --.... -- ')- 0, :.-...~~_______..------~-~~---- EKG.J .J.,. ....I.J -L L·.. _L_IJ._..L'-- LL__ J~, c 4 c- c ~- I -_----k_.L_J_'---__ L -.. 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"23. 1987 Sueño normal y sueño patológico en el hombre wur'~,\~~ -~----+---~"'---'"I..----.---l -,~~ r-~-....r-,~,_ ~..,...""'I""'''''''''''''''',,"---'--'''''-~- .c:.:r.-~_ I AWAlt l--.-[-M-.O-NS-[-T---~' - - - - ­ I::Q'.rV··""'~i· ...t"'••I"'--"""".IlOlIlIll""'---~-------------------~--~ !t-9..~~..--...r-~~~--...,--....,r----¡-< ~ -Á.,~--.J..~~~c-J-,¡---4-J., V~'" 4,[---.,¡-l.J'-'.,¡--....~~-....,,-v- ~~, ..........-....r........~~ .........r-.r-_~ ~~,~V'~ tIlIA ...... -.....,¡-.......,~ ...........-4-t.-l.~'"-- fw.r"'1....... , _-----"""--I-_.e- Fig. 10. - Muestra un adormecimiento en 5P o REM-ON5ET, en un paciente narcoléptico. Del Estadio de vigilia (Wakel. el paciente se duerme bruscamente, apareciendo movimientos oculares rápidos (rems); el EEG está constituido por frecuencias mixtas y de baja amplitud; yen el EMG se aprecia una hipotonía muscular y abundante mioclonias hípnicas. La flecha gruesa, muestra el fi­ nal del episodio REM, a los 2 minutos aproximadamente de haber comenzado. Nótese que en la fotografía, aparecen 3 fragmentos secuenciales. fármacos, etc. Una vez establecido el diagnóstico, el tratamiento debe incidir en la adquisición por parte del paciente, de unos hábitos de sueño adecuados: dor­ mir bien por la noche y dormir varias sies­ tas, breves, durante el día. En la mayoría de los casos, es necesaria una psicotera­ pia de apoyo a largo plazo. Desde el pun­ to de vista farmacológico se administran dos tipos de fármacos: - Estimulantes centrales para mejorar la somnolencia diurna. El Metilfenidato, resulta el fármaco de elección, porque tie­ ne menos efectos secundarios. La dosis óptima es de 5 mg.ldía, en dos tomas. Los antidepresivos tricíclicos, se 572 han mostrado muy eficaces en el control de la cataplexia. La acción de los fárma­ cos antidepresivos, se debe a sus efectos anticoligérnicos. La Protriptilina, es el tri­ cíclico más utilizado, ya que produce me­ nor somnolencia diurna. La dosis aconse­ jada es de 20 mg.ldía en cuatro tomas. Como regla general, se deben adminis­ trar fármacos, empezando con la mínima dosis efectiva, lo que pertirirá un mayor margen de acción, en el caso de que se presente tolerancia. La suspensión tem­ poral del fármaco, en caso de tolerancia, es preferible al aumento de la dosis. Mientras no se conozca con exactitud, el defecto neuroquímico subyacente de Sueflo normal y sueflo patológico en el hombre esta enfermedad, el tratamiento farmaco­ lógico, será puramente sintomático. 3.3. Hipersomnias periódicas Entre las hipersomnias periódicas me­ jor conocidas, destaca el Síndrome de KLElNE-LEVIN (40) sistematizado por CRITCHLEY (41). Este peculiar proceso, que afecta únicamente a adolescentes de sexo masculino, se caracteriza por una hi­ persomnia rebelde de varios días de dura­ ción, una hiperfagia y trastornos del com­ portamiento, con importante deshinibi­ ción sexual. El síndrome cursa en brotes con intervalos asintomáticos, más o me­ nos prolongados. La etiología es desco­ nocida aunque en los últimos años, se ha enunciado la hipótesis de que se trata de una enfermedad por virus lentos. Los exá­ menes neurológico y psiquiátrico son nor­ males y el diagnóstico es eminentemente clínico. Los hallazgos plisomnográficos, son todavía escasos en la literatura, al tra­ tarse de un proceso muy infrecuente. Re­ cientemente LAVIE y col., (42), han descri­ to la existencia de una respiración periódi­ ca anormal durante el sueño, análoga a la encontrada en el SAS, consecuencia, probablemente de una hipoexcitabilidad a nivel central. La enfermedad evoluciona espontaneamente a la curación, hacia la cuarta década de la vida. El tratamiento de estos pacientes, se ha prestado a con­ troversias y, en algunos casos, se han uti- Revista A.E.N. Vol. VII. N. " 23. 1987 lizado los estimulantes centrales para combatir la hipersomnia. El Síndrome de la hipersomnia diurna ascr ciada a la menstruación en mujeres adoles­ centes, se describió inicialmente, como una variante femenina del Síndrome de KLEINE-LEVIN (43). Actualmente se piensa en una entidad clínica nueva (44), a pesar de la escasez de casos publicados, pare­ ce'asociado a una disfunción hormonal, mal definida todavía. La hipersomnia se manifiesta mensualmente, durante 3 a 5 días, desapareciendo bruscamente, horas antes de la menstruación. 3.4. Parasomnias Se trata de fenómenos episódicos que perturban el sueño nocturno, sin que sus mecanismos, ni los de la vigilia, estén di­ rectamente implicados (12). los fenóme­ nos más frecuentes son bién conocidos: los terrores nocturnos, las pesadillas, la enuresis nocturna, el sonambulismo, el bruxismo, las distonias paroxísticas, las erecciones dolorosas, etc. En el niño, al­ gunos de estos fenómenos son totalmen­ te banales. En el adulto, se asocian con frecuencia a una psicopatología subsidia­ ria de tratamiento psiquiátrico (45). La exploración polisomnográfica es de­ cisiva a la hora de establecer un diagnósti­ co diferencial, entre un terror nocturno o un episodio de sonambulismo y una crisis epiléptica del lóbulo temporal por ejem­ plo. 573 Revista A.E.N. Vol. VII. N. "23. 1987 Sueño normal y sueño patológico en el hombre BIBLlOGRAFIA (1 ) JOUVET, M.: The role of central monoamine and acetylcoline systems in sleep-wakefulness sta­ tes: mediation and modulation. 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