Pérdida de incentivos para la inversión privada

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LATERCERA Viernes 16 de septiembre de 2016
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EL HUMOR DE HERVI
Director: Juan Pablo Larraín Medina
Subdirector: Víctor Cofré Soto
Editora General: Olga Bustamante Fuentes
Representante Legal: Rodrigo Errázuriz R.
Pérdida de incentivos para la
inversión privada
Ante el escenario que emerge, las empresas están reacias a invertir, y los
consumidores, anticipando menores ingresos, se vuelven más cautos.
M
ÁS ALLÁ de la corrección ocurrida
en precios de exportación, son las reformas, y el contexto de amenazas y
descrédito al “fin de lucro” establecidos por el gobierno y la Nueva Mayoría, lo que ha deteriorado los incentivos a la inversión privada y al empleo que mejoraban el nivel de vida de los chilenos.
El punto de partida fue la reforma tributaria.
Solo dos países de la OCDE subieron impuestos a las
empresas en los últimos quince años: Hungría y Chile. En el caso de Chile, ya estábamos muy cerca del
récord OCDE en cuanto a porcentaje del PIB recaudado por impuestos a las empresas, y con la Reforma subimos las tasas de este impuesto en 35% (o 59%
respecto de las tasas existentes hasta 2010). Esto debía impactar severamente en el corto plazo en el PIB
y la inversión, que es lo que el país está viviendo.
Los estudios también muestran que un alza de
impuestos (más allá del impacto de corto plazo)
puede ser positivo o negativo para el crecimiento
de largo plazo, según a qué se destine lo recaudado. En nuestro caso, los mayores impuestos van a
financiar meras transferencias. En educación -la
reforma que más recursos absorbe- gran parte de
lo recaudado será para eliminar copago, dar gratuidad a sectores más amplios, traspasar infraestructura a entidades sin fines de lucro, etc; en definitiva, para ir sustituyendo el aporte privado al
financiamiento de la educación, por financiamiento estatal. No hay entonces razones para esperar
que una mayor calidad educacional vaya a neutralizar el impacto negativo de los mayores impuestos sobre el crecimiento.
Al shock tributario siguió el fortalecimiento sindical. Nuevamente, al eliminar el reemplazo de
trabajadores en huelga, la reforma laboral opera
como un impuesto a la contratación de trabajadores por parte de las empresas, sin beneficios que neutralicen su impacto negativo sobre el crecimiento.
En paralelo a la pugna por desmantelar el modelo de incentivos económicos del país, se ha alterado una cuadratura macro que fue virtuosa. Durante la primera mitad de la década de los noventa, el
sector privado invertía más que su propio ahorro,
en el equivalente a 4,5% del PIB. Gracias a un superávit fiscal de 1,9% del PIB, esa fuerte inversión
privada era posible con un Déficit en Cuenta Corriente de la Balanza de Pagos (DCC) limitado a
solo 2,6% del PIB. Hoy, si el sector privado volviese a invertir como entonces, el DCC iría a 7,4% del
PIB, pues el fisco está con fuerte déficit. ¿Y cuál es
el pronóstico para esta cuadratura? Negativo, cuando hay hasta quienes promueven financiar aumentos de pensiones ahora, con cargo a impuestos futuros (cuando los actuales pensionados vayan llegando a la “cuarta edad”), lo que agravaría el
problema.
Cada miembro de la coalición gobernante debe reflexionar sobre su rol en este estado de cosas. Ante
el escenario que emerge los inversionistas están
reacios a invertir, y los consumidores, anticipando
menos recursos hacia el futuro, se vuelven ahorrativos. Nada hace razonable desentenderse del deterioro que avanza, y que requiere correcciones drásticas e inmediatas para restablecer incentivos correctos. El deterioro económico va a devenir en retroceso
en la lucha contra la pobreza y la desigualdad.
“Estatización” de Inacap
LA EQUIVOCADA propuesta de un grupo de senadores de la Nueva Mayoría respecto a estatizar Inacap
vuelve a mostrar el excesivo ideologismo con el que
muchos actores buscan legislar en torno a los temas
de educación, dejando nuevamente en evidencia la falta de conducción del gobierno en una reforma donde ya se han cometido demasiados errores.
En el trasfondo de esta petición se advierte la excesiva importancia que se le da a lo estatal por sobre lo
privado, cuestión que no se condice con la realidad de
la educación en nuestro país. Entre las instituciones
de mayor prestigio y calidad existen tanto instituciones estatales como privadas. Estas últimas han alcanzado importantes logros sin apoyos especiales del
Estado, y han conseguido crecer fundamentalmente
por la preferencia que le han dado sus alumnos. En el
caso de Inacap, se incurre, además, en un error, ya que
se plantea “devolver al Estado” algo que en los hechos
nunca le ha pertenecido, y donde actualmente tiene
participación a través de un asiento en la corporación
que administra dicho instituto.
Inacap cuenta con 26 sedes, 120 mil alumnos y miles de exalumnos, siendo una institución consolidada a lo largo del país. No hay razón que justifique estatizarlo, y su extensa labor y amplia base de alumnos le confieren un rol público, que no se advierte cómo
podría verse incrementado con una mayor presencia
del Estado en su administración.
Cabría esperar que el gobierno y, en particular, el
Ministerio de Educación, orienten el debate sobre
educación superior en torno a los ejes centrales que
se están discutiendo, los que ya son suficientemente
controversiales. De no existir este indispensable filtro, las inesperadas propuestas que vayan surgiendo
no harán más que añadir una carga adicional de incertidumbre, desconcentrando el debate del objetivo
de conseguir una educación más equitativa y de mayor calidad.
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ECOS DE UNA NOTICIA
Salud de Hillary Clinton
acapara la atención de la
carrera presidencial
La carrera por la Casa Blanca ha relevado un nuevo
debate en Estados Unidos sobre la confidencialidad
de los informes médicos de los candidatos a la máxima jefatura de Estado. Esto, luego de un episodio en
que la candidata demócrata se retiró de una actividad
de campaña por problemas de salud.
bClinton puede estar totalmente bien, y ciertamente espero que lo esté. Pero estamos a 58 días de la elección de la persona que va a dirigir el país los próximos cuatro años (...)
Aceptar la palabra del equipo Clinton sobre su salud, a la luz
del episodio del domingo, no es suficiente. Personas razonables pueden tener y tendrán interrogantes sobre su salud.
Washington Post. Chris Cillizza, EE.UU. I 11.09.2016
bAhora los estadounidenses están decidiendoentre el
señor Trump de 70 y la señora Clinton de 68. El que prevalezca tendrá que hacer frente a las demandas de la vuelta
al reloj, por lo que parece totalmente pertinente preguntar
acerca de sus historias clínicas y su salud actual.
New York Times. EE.UU. I 12.09.16
bAhora la salud de Clinton está en el centro de la campaña,
justo como Trump quería. Y porque es Hillary, Trump también
está convirtiendo una infección pulmonar común, en una
prueba de honestidad.
Boston Globe. Joan Vennochi, EE.UU. I 13.09.2016
“
ENTRECOMILLAS
Debí haber sido más
honesto conmigo y haber
dicho que no a Interior”.
Jorge Burgos
Revista Capital| 15 | 08 | 2016