PROTOCOLO DE ACTUACIN EN TUMORES HIPOFISARIOS

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GUIA DE ACTUACIÓN CLINICA EN TUMORES HIPOFISARIOS
UNIDAD DE PATOLOGÍA TUMORAL HIPOFISARIA
HOSPITALES UNIVERSITARIOS VIRGEN DEL ROCÍO
Unidad de Gestión Clínica de Endocrinología y Nutrición
Servicio de Neurocirugía
1
1-INTRODUCCIÓN
2-DEFINICIÓN DE LA PATOLOGÍA VALORADA EN LA UNIDAD
2.1-Criterios de inclusión
2.2-Criterios de exclusión
3-FLUJOS DE ENTRADA
4-COMPONENTES DE LA UNIDAD Y EQUIPAMIENTO
5-PROTOCOLO DE ACTUACIÓN EN PATOLOGÍA HIPOFISARIA CON CRITERIOS
QUIRÚRGICOS
5.1-VALORACIÓN PREQUIRÚRGICA
5.1.1- Pacientes con prioridad quirúrgica normal (no urgente)
5.1.2- Pacientes con criterios de intervención quirúrgica urgente
5.2-PROTOCOLO PERIQUIRÚRGICO
5.2.1- Pacientes con prioridad quirúrgica normal (no urgente)
5.2.2- Pacientes con criterios de intervención quirúrgica urgente
5.3- PROTOCOLO DEL DÍA DE LA INTERVENCIÓN Y DURANTE EL INGRESO
HOSPITALARIO
5.4-PROTOCOLO POSTQUIRÚRGICO
6-ACTUACIÓN EN PATOLOGÍA HIPOFISARIAS ESPECÍFICA
6.1-PROLACTINOMAS
6.1.1- Indicaciones de tratamiento
6.1.2-Tratamiento médico
6.1.3-Protocolo de seguimiento de prolactinomas. Recomendaciones en micro y
macroprolactinomas.
6.1.4-Indicaciones de tratamiento quirúrgico
6.1.5-Indicaciones de radioterapia
6.1.6-Prolactinoma y embarazo
6.2-INCIDENTALOMAS HIPOFISARIOS
6.2.1-Abordaje clínico
Actitud en una lesión mayor o igual a 10 mm (macroincidentaloma)
Actitud en una lesión menor a 10 mm (microincidentaloma)
6.3- APOPLEJÍA HIPOFISARIA
6.3.1-Diagnóstico
6.3.2-Evaluación hormonal y radiológica
6.3.3-Tratamiento
6.4-TUMORES HIPOFISARIOS PRODUCTORES DE GH
6.4.1-Diagnóstico
Pruebas de screening y confirmación
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6.4.2-Tratamiento
Tratamiento prequirúrgico
Indicaciones de tratamiento primario médico
Indicaciones de tratamiento quirúrgico
Protocolo de actuación en la Unidad
6.4.3-Seguimiento
Pacientes en tratamiento médico con análogos de somatostatina
Pacientes sometidos a intervención quirúrgica
6.5- TUMORES HIPOFISARIOS NO FUNCIONANTES Y GONADOTROPINOMAS
7-RADIOTERAPIA
8-BIBLIOGRAFÍA
ANEXOS
Anexo 1.
Anexo 2.
Anexo 3.
3
1-INTRODUCCIÓN
Desde hace años, los Servicios de Neurocirugía y Endocrinología del Hospital
vienen trabajando conjuntamente en la atención a los pacientes con patología tumoral
hipofisaria. Desde que el paciente consulta, es simultáneamente atendido por ambas
especialidades, tanto en ambulatoriamente como en la
planta de hospitalización.
Dada la importancia que tiene esta patología, pues estos servicios son referencia del
área sanitaria de HH.UU, Osuna, Huelva, Hospital Virgen de Valme, y numerosos
pacientes del área Hospitalaria Virgen Macarena, así como algunos de otras
provincias, se pretende con este documento formalizar por escrito la dinámica de
trabajo de esta Unidad y que sirva como protocolo de uso interno.
Este protocolo ha sido recientemente actualizado incorporándose la actuación
específica ante determinadas patologías hipofisarias basadas en las “Guías Clínicas”
elaboradas por el grupo de trabajo de patología hipofisaria de la Sociedad Española
de Endocrinología y Nutrición (SEEN), publicadas en la revista Endocrinología y
Nutrición en los años 2005 y 2006 .
2-DEFINICIÓN DE LA PATOLOGÍA VALORADA EN LA UNIDAD
Se considera patología tumoral hipofisaria a toda aquella en la que exista una
lesión sellar o que afecte a dicha estructura, tenga o no hiper o hipofunción hormonal
bioquímica y/o clínica.
2.1-Criterios de inclusión
Pacientes con patología tumoral hipofisaria de acuerdo con la definición
establecida anteriormente.
2.2-Criterios de exclusión
Otros tumores cerebrales no relacionados con la hipófisis y patología
hipotálamo-hipofisaria no tumoral.
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3-FLUJOS DE ENTRADA
Pacientes procedentes de Consultas Externas de Endocrinología (ENDO-1, Centro
de Diagnóstico y Tratamiento (CDT)).
Pacientes procedentes de Consultas de Neurocirugía (Hospital de Rehabilitación y
Traumatología (HRT)).
Pacientes que consultan en Urgencias de HRT.
Hojas de Consulta en Hospital General (HG) o HRT.
4-COMPONENTES DE LA UNIDAD Y EQUIPAMIENTO
Actualmente forman parte de la Unidad: tres Endocrinólogos (Dres. Soto,
Venegas y Pumar) dos Neurocirujanos (Dres. Polaina y Montero) como Médicos
Adjuntos de plantilla y el Residente de Neurocirugía en 5º año de formación.
Colaboran con la Unidad de manera activa y participan ocasionalmente en las
sesiones clínicas el Dr. Rodríguez de la Unidad de Gestión de Radiodiagnóstico, el Dr.
Japón del Servicio de Anatomía Patológica y la Dra. Montero del Servicio de
Oncología Radioterápica.
Se dispone de una consulta de Endocrinología en el CDT, una consulta de
Neurocirugía y los quirófanos pertinentes en el HRT.
Hay un Endocrinólogo localizado en HRT para la evaluación de los pacientes
ingresados.
La Unidad realiza sesiones clínicas todos los viernes a las 8,00 horas en la
planta baja del CDT , y es voluntad de sus miembros aportar datos de seguimiento de
la evolución, en cuanto a curación, secuelas y estado hormonal de los pacientes
intervenidos.
5-PROTOCOLO DE ACTUACIÓN EN PATOLOGÍA HIPOFISARIA CON CRITERIOS
QUIRÚRGICOS
5.1-VALORACIÓN PREQUIRÚRGICA
El periodo prequirúrgico comprende el tiempo que transcurre antes de la cirugía,
si ésta finalmente llega a producirse o, en todo caso, hasta que se desestima la
oportunidad de la misma.
Durante este tiempo, el lugar de referencia para el paciente es la consulta de
Endocrinología del CDT, y sus médicos de referencia los Dres. Soto y Venegas.
5
La actuación en este periodo va a depender de la prioridad quirúrgica, de
manera que los pacientes son clasificados en función de ésta: 1) Pacientes con
prioridad quirúrgica normal (no urgente) y 2) Pacientes con criterios de
intervención quirúrgica urgente.
5.1.1- Pacientes con prioridad quirúrgica normal (no urgente)
Son aquellos que no presentan criterios de intervención quirúrgica de urgencia,
es decir aquellos que NO presentan: déficit campimétrico, déficit hormonal con
repercusión hemodinámica, hipertensión intracraneal, o afectación de pares craneales
oculomotores.
Estos pacientes, sea cual sea la puerta de entrada en la Unidad, se revisarán en
la consulta ENDO-1 en un plazo inferior a 15 días. Cuando la vía de entrada sea
consultas de Neurocirugía se derivarán mediante hoja de consulta, cuando sea
Urgencias u Hospitalización de HRT mediante llamada telefónica del Endocrinólogo allí
localizado, y cuando sea la propia Consulta mediante citación directa.
En la primera consulta se realizará:
-
Historia clínica dirigida
-
Exploración física
-
Valoración de necesidad de tratamiento hormonal sustitutivo empírico
-
Información detallada sobre el procedimiento a seguir y consentimiento informado
verbal y escrito si es el caso
-
Solicitud de un control hormonal basal completo (VHB) que incluya (FSH, LH, 17ß
estradiol (mujeres), testosterona total (varones), prolactina, cortisol libre urinario en
orina de 24 horas, cortisol plasmático, TSH, T4l, IGF1).
-
Solicitud de una resonancia nuclear magnética (RNM) de silla turca con/sin
contraste, si no es portador de RNM realizada previamente, ya que en ocasiones
están diagnosticados los pacientes con RNM cerebral.
-
Petición de campimetría y fondo de ojo en los macroadenomas y en los
microadenomas funcionantes, en los que la cirugía es una posibilidad.
En un plazo inferior a 1 mes, y una vez se tengan los datos analíticos y el resto
de las pruebas complementarias de imagen y oftalmológicas, se discutirá el caso en
sesión clínica (viernes a las 8,00 horas).
6
Se citará al paciente en consultas, la semana siguiente a la sesión clínica para
informarle de los resultados y comunicarle la decisión terapéutica a seguir, e incluso la
fecha de la intervención en su caso, siempre que el paciente la autorice.
5.1.2- Pacientes con criterios de intervención quirúrgica.
Son aquellos que presentan criterios de intervención quirúrgica de urgencia,
bien sea por afectación ocular (déficit campimétrico), por déficit hormonal con
repercusión hemodinámica, por presentar datos de hipertensión intracraneal
(hidrocefalia, edema de papila…), o afectación de los pares craneales oculomotores.
Estos pacientes, sea cual sea su vía de entrada, ingresarán en planta de
Neurocirugía y serán evaluados por Endocrinología y Neurocirugía conjuntamente.
En el primer día de ingreso, se realizará:
-
Historia clínica dirigida
-
Exploración física
-
Iniciación de medicación hormonal sustitutiva si es preciso
-
Iniciación de medidas terapéuticas como corticoides o agonistas dopaminérgicos si
es preciso
-
Información detallada sobre el procedimiento a seguir
-
Solicitud de un control hormonal basal completo
-
Solicitud de una RNM de silla turca con/sin contraste urgente
-
Solicitud de una campimetría urgente
-
Solicitud de un estudio preanestésico (aún cuando no se tenga la seguridad de la
necesidad de intervención)
Si el paciente reúne criterios de cirugía urgente (macroadenomas hipofisarios no
funcionantes con compromiso visual, apoplejía hipofisaria (ver apartado específico) o
macroadenoma hipofisario productor de prolactina, GH o ACTH con afectación visual
que no mejora con tratamiento médico), ésta se realizará en el mismo ingreso.
Si el paciente experimenta una mejoría en los criterios que motivaron su ingreso
(resolución o mejoría de la afectación visual con tratamiento médico o resolución de la
inestabilidad hemodinámica secundaria a el déficit hormonal), este será dado de alta
con cita en Consulta ENDO-1 (a donde se remitirán las determinaciones analíticas
realizadas) y, si precisa, de Neurocirugía (HRT) en el mismo día en un plazo no
superior a un mes. Durante ese mes y hasta el día de la consulta, el paciente será
7
revisado si se estima necesario por el Endocrinólogo de HRT en la segunda planta de
dicho hospital.
5.2-PROTOCOLO PERIQUIRÚRGICO
El periodo peri-quirúrgico comprende el periodo que transcurre entre la cirugía y
la primera revisión en consultas. Durante este periodo el lugar de referencia para el
paciente es la segunda planta del HRT, y sus facultativos de referencia los Dres.
Montero, Polaina y Pumar.
5.2.1- Pacientes con prioridad quirúrgica normal (no urgente )
Estos pacientes, una vez se disponga de la fecha de la intervención, serán
citados a la consulta de Preanestesia para la realización de la analítica preoperatoria (
y radiografía de tórax y otras pruebas complementarias, en los casos necesarios) para
posteriormente ser citados en la misma para su valoración por parte del anestesista. Si
por parte de Preanestesia requiere una valoración más profunda (respiratorio, alergia,
cardiología, etc...) se pospondrá la fecha de la intervención hasta que se complete la
valoración preanestésica.
Los pacientes serán ingresados, a ser posible y dependiendo de la disponibilidad
de camas del momento, dos días antes de la intervención para valoración por parte de
Endocrinología, revaloración del tratamiento hormonal, y establecimiento el tratamiento
médico pre y posquirúrgico.
5.2.2- Pacientes con criterios de intervención quirúrgica urgente
Como se ha comentado con anterioridad, estos pacientes permanecerán
ingresados hasta la toma de decisión, por lo que se realizará el estudio preanestésico
desde el momento de su ingreso, independientemente que después requiera
intervención o no. Si el paciente es dado de alta posteriormente por no ser necesaria
la intervención en el mismo ingreso, se manejará como un paciente con prioridad
normal.
Sea cual fuere el carácter del ingreso, normal o preferente, el paciente será
evaluado por el Endocrinólogo del HRT para efectuar las posibles pruebas
complementarias o modificaciones terapéuticas que se requieran.
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5.3- PROTOCOLO DEL DÍA DE LA INTERVENCIÓN Y DURANTE EL INGRESO
HOSPITALARIO
Los pacientes que, por parte de preanestesia, se consideren aptos para la
intervención, serán premedicados en planta el día de la misma. En quirófano se
canalizará una vía venosa periférica para la inducción anestésica (a excepción de
aquellos que requieran tratamiento intravenoso (iv) o analíticas repetidas previas, en
los que se canalizará en planta). Posteriormente y una vez esté anestesiado se
procederá a canalizar una vía central y a realizar un sondaje uretral.
En ciertos pacientes (macroadenomas con crecimiento importante supraselar) se
colocará un drenaje lumbar previo a la intervención. En el resto de los pacientes sólo
se colocará un drenaje lumbar si se produce salida de LCR intraoperatoria. Por último,
en el cierre se colocarán tubos de Wendell y un taponamiento nasal.
El tratamiento médico perioperatorio incluye:
-
Fluidoterapia convencional
-
Analgesia
-
Protección gástrica con inhibidores de la bomba de protones
-
Profilaxis trombosis venosa profunda –tromboembolismo pulmonar en pacientes de
riesgo
-
Tratamiento hormonal en los casos que lo requieran
El
paciente
pasará
a
la
Unidad
Reanimación
Post-anestésica
donde
permanecerá durante las 24 horas posquirúrgicas, indicándose control estrecho de la
tensión arterial (TA) y diuresis horarias para el despistaje de las dos complicaciones
endocrinológicas que requieren tratamiento precoz: la insuficiencia corticosuprarrenal y
la diabetes insípida.
Durante su estancia en planta, el paciente continuará con el tratamiento iv hasta
que comience tolerancia oral, momento en el que se pasará a medicación a través de
esa vía. En planta se controlarán las constantes, haciendo hincapié en la toma de
temperatura para detección de infecciones, el control de la TA para la de insuficiencia
corticosuprarrenal y balances hídricos con densidades urinarias para la de diabetes
insípida.
En el postoperatorio se retiraran los tubos del Wendell a las 24 horas,
procediendo posteriormente a iniciar lavados nasales con agua oxigenada y suero
fisiológico, para posteriormente iniciar la retirada de gasas a las 48 horas de la
intervención de forma progresiva.
9
En principio, la vía central se retirará a las 24-36 horas (siempre que el paciente
se encuentra clínicamente bien y sin necesidad de tratamiento intravenoso), así como
la sonda vesical.
En los casos en los que el drenaje lumbar se coloque de forma preventiva en
macroadenomas se mantendrá durante 3 días, y en los que se coloque por salida de
LCR se mantendrá durante 7 días.
Se efectuará un control analítico urgente (hemograma, bioquímica y gasometría
venosa) a las 24 horas de su traslado a planta. A las 72-96 horas de la intervención se
realizará una valoración hormonal postquirúrgica que será remitida para su posterior
evaluación a la consulta de ENDO-1.
Todo paciente será dado de alta con un informe donde se especificará el
tratamiento realizado, la medicación a seguir en domicilio y la cita en consultas.
5.4-PROTOCOLO POSTQUIRÚRGICO
El periodo postquirúrgico es aquel que comprende el tiempo transcurrido a partir
del primer mes tras la cirugía y durante el primer año de seguimiento del paciente.
Durante este tiempo el lugar de referencia para el paciente es la consulta de Endocrino
del CDT, y los médicos referentes los Dres. Soto, Venegas, Montero y Polaina (estos
dos últimos en HRT).
Aquellos pacientes en los que haya desestimado la opción quirúrgica, tendrán
un seguimiento específico en función del caso, siempre conjuntamente por
Neurocirugía y Endocrinología. Aunque las revisiones se realizarán en la consulta de
Endocrinología, los casos serán valorados conjuntamente en sesión clínica.
La primera visita tendrá lugar alrededor de un mes después de la cirugía, y
será el mismo día en consulta ENDO-1 (CDT) y de Neurocirugía (HRT). Para facilitar
la disponibilidad de la historia, el paciente se citará entre las 9 y las 10 horas en la
primera y entre las 11 y las 12 horas en la segunda, siendo las historias transportadas
por el celador entre ambas.
En esta primera visita, en ENDO-1 se realizará:
-
Evaluación del estado clínico del paciente
-
Evaluación de la analítica remitida desde HRT realizada a las 72-96 horas tras la
cirugía
-
Instauración (o ajuste si ya está instaurado) de tratamiento hormonal sustitutivo si
es preciso
10
-
Información al paciente de la naturaleza de la lesión intervenida y el procedimiento
a seguir
-
Realización de control hormonal basal completo en todos los pacientes
y
sobrecarga oral de glucosa en aquellos pacientes con diagnóstico de acromegalia
(además del control hormonal basal).
-
Solicitud de un estudio campimétrico
-
Se consignará cita a los dos meses
En la consulta de Neurocirugía se realizará:
-
Valoración de posibles complicaciones tardías (fístulas, hipotensión de LCR,
cefaleas...)
-
Explicación de la sintomatología propia de la intervención (congestión nasal,
sinequias, sangrados frecuentes, etc...)
La segunda visita se tendrá lugar a los 3 meses de la cirugía en la consulta
ENDO-1.
Se realizará:
-
Evaluación del estado clínico del paciente
-
Evaluación de la analítica solicitada en la anterior visita
-
Instauración (o ajuste si ya está instaurado) de tratamiento hormonal sustitutivo si
es preciso. En el caso de acromegalia no curada se reiniciará el tratamiento con
análogos de somatostatina, y de no existir control completo asociaremos
antagonistas de los receptores de GH (ver sección 6.4) .
-
Realización de control hormonal basal completo
-
Realización de RNM de hipófisis con gadolinio en los casos de pacientes con
hipersecreción hormonal mantenida postquirúrgica o de pacientes con cefalea
intensa, afectación visual o tumoración prequirúrgica de tamaño superior a 3 cm.
-
Se valorará en Sesión Clínica en el caso de que se haya realizado RNM.
La tercera visita tendrá lugar a los 6 meses de la cirugía en las consultas
ENDO-1 y de Neurocirugía en HRT el mismo día, en aquellos pacientes en los que se
decida seguimiento conjunto.
En la consulta ENDO-1 se realizará:
-
Evaluación del estado clínico del paciente
-
Evaluación de la analítica solicitada en la anterior visita
-
Instauración (o ajuste si ya está instaurado) de tratamiento hormonal sustitutivo si
es preciso
-
Realización de control hormonal basal completo
11
-
Solicitud de RNM de hipófisis si no se realizó en la revisión previa
-
Se consignará cita para 6 meses, coordinándola con la de Neurocirugía si esta es
precisa, para que coincidan en el día.
Por otro lado, el paciente podrá
volver a ser revisado en las consultas de
Neurocirugía (o bien en sesión clínica) ante la aparición de algún dato que pueda
cambiar la actitud por parte del equipo o simplemente a petición del propio paciente
ante la presencia de cualquier síntoma que requiera la valoración por parte del
Neurocirujano.
En la sesión clínica conjunta entre Endocrinología y Neurocirugía se decidirá si el
paciente está curado radiológica y hormonalmente o por el contrario el paciente no se
considera curado.
En el caso de que no exista lesión posquirúrgica, el paciente queda a cargo de la
consulta de Endocrinología, que lo revisará cada 6 ó 12 meses, realizando la segunda
RNM al año y en adelante cada 5. El control hormonal basal completo se realizará
cada 6 meses si hay déficit hormonales sustituidos, o anual si no hay déficit.
Cuando existen restos posquirúrgicos, si se decide seguimiento clínicoradiológico, se revisará en la consulta de Endocrinología y en sesión clínica conjunta.
En los casos en que se considere que el paciente no está curado y se decida una
actitud concreta (reintervención o radioterapia) se citará al paciente en Endocrinología
y Neurocirugía el mismo día en 2-3 semanas para explicar el procedimiento a seguir.
La reintervención llevaría de nuevo al paciente al periodo perioperatorio de este
protocolo.
La cuarta visita se realizará al año de la cirugía en ENDO-1 y si es preciso en
consultas de Neurocirugía en HRT.
En consultas de ENDO-1 se realizará:
-
Evaluación del estado clínico del paciente
-
Evaluación de la analítica solicitada en la anterior visita
-
Instauración (o ajuste si ya esta instaurado) de tratamiento hormonal sustitutivo si
es preciso
-
Realización de control hormonal basal completo
-
Realización de RNM de hipófisis con gadolinio si en la anterior había lesión
residual posquirúrgica o dudas sobre ella.
12
-
Se consignará cita para 6 meses, coordinándola con la de Neurocirugía si esta es
precisa, para que coincidan en el día, o se presentará el caso en sesión clínica si
se plantea reintervención o radioterapia.
En adelante el paciente seguirá revisiones con diferente periodicidad en ENDO-
1, según su situación posquirúrgica. Para cualquier eventualidad que se presente en
estos pacientes, acudirán a consulta ENDO-1. Si existe alguna novedad en el
seguimiento de los pacientes, esta se comentará en Sesión Clínica.
Anualmente, la Unidad elaborará una memoria de la actividad asistencial y en
su caso investigadora realizada.
6-ACTUACIÓN EN PATOLOGÍA HIPOFISARIA ESPECÍFICA
La Unidad ha aplicado en su práctica clínica los protocolos de actuación
recogidos en las Guías Clínicas elaboradas por expertos en patología hipofisaria de la
SEEN así como revisiones actualizadas en algunos casos (Ej.: prolactinoma y
acromegalia), ante la falta de existencia de guías de práctica clínica en patología
hipofisaria.
6.1-PROLACTINOMAS
6.1.1- Indicaciones de tratamiento
Ante el diagnóstico confirmado de un prolactinoma, deberá plantearse en primer
lugar la necesidad de tratamiento, puesto que en ocasiones (Ej.: microadenoma con
ausencia de clínica hormonal y
sin afectación visual) puede requerir únicamente
control clínico. Hay que tener en cuenta, que sin tratamiento específico, hasta en un
tercio de los pacientes se normalizan las cifras de prolactina sérica. En los casos en
los que no se inicia tratamiento, el seguimiento del paciente se llevará a cabo con:
1-Determinación de prolactina sérica
2-Control periódico del tamaño de la lesión (RNM)
3-Control de la densidad mineral ósea (DMO)
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Las indicaciones del tratamiento en los prolactinomas dependerán del tamaño,
de la existencia de efectos compresivos derivados del tamaño tumoral o derivados de
la misma hiperprolactinemia. El tratamiento estará indicado en los siguientes casos:
-En todos los casos de macroprolactinomas (tamaño tumoral > 10 mm)
- Presencia de datos de compresión de estructuras vecinas derivados del tamaño del
tumor: hipopituitarismo, afectación de pares craneales, déficit campimétrico o cefalea.
-Presencia de
efectos en el organismo derivados de la hiperprolactinemia:
hipogonadismo, infertilidad, impotencia, osteoporosis u osteopenia.
-Deseo de gestación.
-Indicaciones relativas: hirsutismo, galactorrea persistente o molesta.
6.1.2-Tratamiento médico
El tratamiento de elección de un prolactinoma es el farmacológico con agonistas
dopaminérgicos (tabla 1). Con cualquiera de los agonistas dopaminérgicos empleados
se deberá mantener la dosis más baja capaz de conseguir una respuesta terapéutica
y mantener la normoprolactinemia.
El agonista de elección es la cabergolina ya que, comparado frente a
bromocriptina es más eficaz en la normalización de la prolactina, consigue una mayor
reducción del tamaño tumoral con mejor tolerancia y menos efectos secundarios y
aumenta la probabilidad de remisión. La cabergolina, por tanto, está claramente
indicado como tratamiento primario de los macroprolactinomas y microprolactinomas
con indicación de tratamiento y es el agonista de elección en todos los casos excepto
en aquellas mujeres que desean embarazo.
Fármaco
Presentación
Dosis inicial
Dosis media
Dosis máxim
Nombre comercial
Bromocriptina
Parlodel
®
Cabergolina
Comprimidos 2,5mg 1,25 Mg. nocturno
7.15 mg/día
Cápsulas 5 Mg.
3 dosis/día
Comprimidos 0,5mg0,25-0,5 Mg.
1mg/semana
Dostinex®
Primera semana 0,25 L
macroprolactinomas
Segunda semana 0,25 L,
1-2 veces semana
0,25J
0,5mg/semana
40 Mg.
4,5 Mg.-5mg
Tercera semana 0,5 L, 0,5 microprolactinomas
1-2 veces semana
Quinagolida
Norprolac
®
Comprimidos 25/50 1-3er día: 25 µg
µg
4-6º día: 50 µg
> 7º día: 75 µg
14
> 7º día: 75 µg
600 µg
Tabla
1.
Agonistas
dopaminérgicos
utilizados
en
el
tratamiento
de
hiperprolactinemia
Efectos secundarios
Los efectos secundarios más frecuentes asociados al uso de agonistas
dopaminérgicos son: náuseas, vómitos, cefaleas, hipotensión postural, somnolencia y
congestión nasal. Estos efectos secundarios aparecen en un 10-25 % de los tratados
con bromocriptina, 5% con cabergolina y 5-10% con quinagolida. Si aparecen efectos
indeseables, el fármaco elegido deberá sustituirse por otro agonistas dopaminérgico,
preferentemente cabergolina.
Resistencia al tratamiento con agonistas dopaminérgicos
Alrededor del 5-10 % de los pacientes se consideran resistentes a los agonistas
dopaminérgicos (10-15% con bromocriptina, < 3 % cabergolina, < 5 % quinagolida). En
general, se considera que existe resistencia a agonistas dopaminérgicos cuando:
a)
Existe un fallo en la normalización de la prolactina a pesar del cumplimiento
terapéutico con una dosis eficaz.
b)
Fallo en la reducción del 50 % del tamaño tumoral.
Las opciones terapéuticas que se pueden plantear en los casos de resistencia a
agonistas dopaminérgicos son las siguientes:
1-Cambiar de agonista dopaminérgico (80 % de los resistentes a bromocriptina
responden a cabergolina).
2-Subir la dosis (aproximadamente un 5 % responde al aumentar la dosis).
3-Tratamiento quirúrgico o radioterápico en ausencia de respuesta a los dos anteriores.
Cuando en un tumor que inicialmente ha respondido a agonistas se observa una
aparente resistencia cabe sospechar la falta de cumplimiento terapéutico y se debe
interrogar acerca de los efectos indeseables.
6.1.3-Protocolo de actuación en prolactinomas. Recomendaciones en micro y
macroprolactinomas
Tras instaurar el tratamiento se debe realizar una campimetría al mes, RNM y
determinación de prolactina a los 6 meses. Cuando los valores séricos de prolactina
son normales durante 2 años y el tamaño del tumor ha disminuido un 50%, la dosis del
agonista dopaminérgico se puede disminuir gradualmente. Tras dos años de tratamiento
ininterrumpido, incluso pequeñas dosis de agonistas dopaminérgicos disminuyen la
secreción y controlan el tamaño tumoral.
15
la
•
Presencia inicial de un microadenoma (< 10 mm) sin signos de invasión.
•
Se ha conseguido la normalización de la prolactina durante aproximadamente 1-2 años.
•
Ha recibido tratamiento con agonistas dopaminérgicos al menos durante dos años.
•
Se ha comprobado la desaparición del microadenoma en la RNM.
En pacientes con macroadenomas, la suspensión del tratamiento se asocia a un
aumento del tamaño tumoral y a la recurrencia de la hiperprolactinemia por lo que la
posibilidad de retirada del tratamiento quedará limitada a microadenomas que cumplan
determinados criterios (tabla 2).
Tabla 2. Criterios para la supresión del tratamiento agonista dopaminérgico
En los casos en los que se cumplan estos criterios y se retire el tratamiento, es
preciso un seguimiento estrecho durante el primer año ya que la tasa de recurrencia de
la hiperprolactinemia es alta en este periodo.
Recomendaciones en microprolactinomas
Puede considerarse no tratar si no hay síntomas. En estos casos se determinará
de forma periódica la concentración sérica de prolactina y se realizará una RNM si los
valores aumentan de forma significativa, así como una densitometría ósea anual.
Estará indicado el tratamiento si existen síntomas (hipogonadismo, alteración de la
función sexual, galactorrea persistente y molesta), deseo de gestación y disminución de
la densidad mineral ósea.
La cabergolina es el tratamiento de elección por su eficacia, comodidad y buena
tolerancia. La dosis inicial a utilizar será de 0,25 a 0,5 Mg. 1 ó 2 veces a la semana. En
los casos en los que se desee gestación la bromocriptina es el fármaco de elección.
Después de 1-3 meses de tratamiento se evaluará la respuesta:
•
Si la tolerancia es buena y se ha normalizado la hiperprolactinemia se continuará
con la misma dosis.
16
•
Si la tolerancia es buena pero no se ha normalizado la hiperprolactinemia, se
aumentará la dosis progresivamente hasta un máximo de 5 Mg. de cabergolina o 40
Mg. de bromocriptina.
•
Si no hay respuesta al tratamiento o intolerancia a éste se procederá a cambiar de
fármaco.
•
Si, a pesar de modificar el agonista, no hay tolerancia o resistencia se optará por el
tratamiento quirúrgico y, en el caso de mujeres en edad fértil que no deseen
gestación por tratamiento con estrógenos y progesterona.
Si el tratamiento médico es eficaz y no existe evidencia de tumor en la RNM tras dos
años de tratamiento farmacológico o después de la menopausia, puede discontinuarse
con seguridad. Se reanudará si, en controles seriados, aumentan los valores de
prolactina.
Recomendaciones en macroprolactinomas
El tratamiento está indicado en todos los casos. El tratamiento de elección es el
médico con agonistas dopaminérgicos (cabergolina), con independencia del tamaño del
tumor. El estudio con RNM se repetirá pasados 6 meses de iniciado el tratamiento y
posteriormente con periodicidad anual.
Si no hay tolerancia ni respuesta al tratamiento médico o persiste la afectación de
campos visuales tras 3 meses de tratamiento, el siguiente paso es la cirugía
transesfenoidal con radioterapia posterior si existe evidencia de restos tumorales
significativos.
En principio, no está indicada la retirada del tratamiento farmacológico y éste debe
mantenerse incluso después de la menopausia, ya que existe alto riesgo de recurrencia
de la hiperprolactinemia y de recrecimiento tumoral. Sólo se podría considerar la
retirada en tumores entre 1-1,5 cm con normoprolactinemia al menos durante dos años
y sin evidencia de remanente tumoral visible en RNM.
6.1.3-Indicaciones de tratamiento quirúrgico
Las indicaciones de cirugía en los prolactinomas quedarán restringidas a las
siguientes situaciones:
-Apoplejía hipofisaria inestable.
-Rechazo o bajo cumplimiento del paciente al tratamiento médico.
-Resistencia a los agonistas dopaminérgicos (inadecuada reducción de la prolactina y
ausencia de reducción o incremento tumoral).
17
-Deseo de gestación en macroprolactinomas (ver apartado específico).
-Crecimiento tumoral durante la gestación que no responde a tratamiento con agonistas
dopaminérgicos (ver apartado específico)
6.1.4-Indicaciones de radioterapia
En la actualidad es poco utilizada y su indicación queda reservada como
tratamiento coadyuvante en tumores invasivos con escasa respuesta a agonistas
dopaminérgicos y/o cirugía. Los resultados de la radioterapia son pobres en términos
de normalización de las cifras de prolactina.
6.1.5-Prolactinoma y embarazo.
Agonistas dopaminérgicos y embarazo
Todos los agonistas dopaminérgicos cruzan la placenta. Sin embargo, existe una
gran experiencia acumulada sobre el uso de la bromocriptina en el momento de la
concepción. Cuando este fármaco se retira, una vez conocida la existencia de
embarazo, no se han observado diferencias frente a la población general en cuanto a la
incidencia de embarazo ectópico, aborto, parto prematuro, enfermedad trofoblástica o
malformaciones congénitas. En una serie corta de mujeres que recibieron bromocriptina
a lo largo de la gestación tampoco se registraron complicaciones. Respecto a la
cabergolina y la quinagolida, la experiencia es todavía limitada pero con cabergolina
tampoco se han descrito efectos deletéreos durante el embarazo tras la exposición en
las primeras semanas de gestación ni tras su uso durante toda la gestación en series
cortas de gestantes. Por lo tanto, en las mujeres que desean fertilidad la bromocriptina
es el fármaco de elección y la cabergolina, de segunda elección en casos de
intolerancia o resistencia a la primera.
Manejo del prolactinoma durante el embarazo
El posible aumento del tamaño de los prolactinomas durante la gestación depende
del efecto estimulador de los estrógenos y de la retirada de los agonistas
dopaminérgicos. El riesgo de crecimiento depende del tamaño tumoral y del tratamiento
previo. En el caso de los microadenomas el riesgo es pequeño (se estima < 1%,
variable en las distintas series con porcentajes que oscilan del 2,6 al 5 %) pero en los
macroprolactinomas el riesgo de crecimiento aumenta hasta el 31 %, en aquellos
prolactinomas sin tratamiento quirúrgico o radioterápico previo.
18
Actuación en microprolactinomas
El tratamiento de elección en el caso de un mujer con un microprolactinoma que
desee gestación es la instauración del tratamiento con bromocriptina (o cabergolina en
casos de intolerancia o resistencia a la primera) y la retirada del mismo una vez que se
confirme el embarazo. El seguimiento durante la gestación consistirá en una valoración
clínica, no siendo útil la determinación de PRL ni realización sistemática de
campimetría. En caso de aparición de clínica compatible con compresión o crecimiento
tumoral se realizará una RNM y campimetría, reinstaurándose el tratamiento con
bromocriptina en los casos en los que se objetive crecimiento tumoral.
Actuación en macroprolactinomas
La actuación es controvertida en éstos existiendo diferentes alternativas
terapéuticas que se plantean a continuación. Habrá que individualizar en función del
caso a la hora de tomar la decisión terapéutica.
En los casos de macroprolactinomas estrictamente intraselares, sin crecimiento
supraselar, el tratamiento de elección es la bromocriptina hasta que se confirme la
gestación y la retira posterior (en estos casos la probabilidad de crecimiento es similar a
la que presentan los microprolactinomas).
En los casos de macroprolactinomas de gran tamaño con crecimiento supraselar,
la probabilidad de crecimiento, como se ha comentado previamente, alcanza el 30% en
aquellos que no han recibido tratamiento previo quirúrgico o radioterápico, reduciéndose
a un riesgo significativamente inferior en los que han sido intervenidos previamente. Por
esto se plantean las siguientes alternativas terapéuticas:
1)
Mantener la bromocriptina a lo largo de toda la gestación.
2)
Retirar la bromocriptina cuando se confirme la gestación y controlar
estrechamente los campos visuales. Reintroducir el fármaco si existe
crecimiento tumoral y cirugía si no existe respuesta al tratamiento farmacológico.
3)
Cirugía transesfenoidal descompresiva previa al embarazo e instaurar
bromocriptina si es necesario para inducir ovulación con retirada cuando se
confirme la gestación
4)
Radioterapia previa a la gestación asociada a bromocriptina. Esta alternativa se
considera menos deseable que la opción quirúrgica.
En el seguimiento de los macroprolactinomas durante la gestación se llevará a
cabo una campimetría cada 1-3 meses y si existe clínica o defecto campimétrico se
realizará una RNM reinstaurándose el tratamiento con bromocriptina en los casos en los
que se hubiera decidido su retirada.
19
Prolactinoma y lactancia
La lactancia no se ha asociado con un aumento del tamaño tumoral. En el caso de
los microprolactinomas no hay datos objetivos que la contraindiquen, y en los
macroadenomas, en general, no se recomienda, aunque las evidencias en su contra no
están bien establecidas.
6.2-INCIDENTALOMAS HIPOFISARIOS
El incidentaloma hipofisario es una masa encontrada de forma casual en la
hipófisis, al realizar una exploración neurorradiológica. Se estima que su prevalencia se
sitúa alrededor del 10 % en los estudios de neuroimagen. Las causas más comunes de
incidentaloma hipofisario son los microadenomas y los quistes, siendo más raro
encontrar como incidentaloma lesiones como macroadenomas, craneofaringiomas,
metástasis, aneurismas o meningiomas.
Aunque existe poca información sobre la historia natural y el potencial de
crecimiento de estas lesiones cuando no se tratan, distintos estudios demuestran que
habitualmente presentan un curso benigno y son factores predictores de la progresión:
la edad, las lesiones sólidas (adenomas), y el tamaño inicial. En relación al tamaño, se
ha observado progresión tumoral en el 16-28 % de los macroincidentalomas, mientras
que los microincidentalomas progresan en menos del 4 % de los casos.
Otro aspecto a valorar ante el hallazgo de un incidentaloma es la presencia de
hipersecreción hormonal. En los casos de hipersecreción de hormona del crecimiento
(GH), corticotropina (ACTH), prolactina o tirotropina (TSH), se produce un síndrome
clínico con morbimortalidad que justifica su estudio y tratamiento, sin bien la morbilidad
en la enfermedad subclínica no está bien establecida. La evaluación adecuada de los
macroincidentalomas revela una alta tasa de hipopituitarismo y el 80% de ellos
presentan déficit de gonadotropinas.
6.2.1- Abordaje clínico
Teniendo en cuenta la evolución natural del microincidentaloma y del
macroincidentaloma, la actitud de estudio y tratamiento vendrá guiada por el tamaño del
tumor y la presencia o la ausencia de hipersecreción hormonal.
Actitud en una lesión mayor o igual a 10 mm (macroincidentaloma)
20
Se investigará la presencia de clínica de hiper o hiposecreción hormonal
solicitando una valoración hormonal basal completa (GH, IGF1, LH, FSH, testosterona
(varones), estradiol (mujeres), prolactina, cortisol plasmático basal, cortisol libre urinario
en orina de 24 horas, TSH y T4l), así como la determinación de subunidad α ante la
sospecha de gonadotropinoma.
Se realizará un estudio oftalmológico solicitando una campimetría y fondo de ojo
para evaluar la existencia de déficit campimétricos o afectación compresiva del nervio
óptico.
Tratamiento
-En los funcionantes se llevará a cabo el tratamiento específico que corresponda.
-En los adenomas no funcionantes, gonadotropinomas y el resto de lesiones: si son
mayores de 20 mm se indicará la extirpación quirúrgica por vía transesfenoidal.
-En los macroadenomas menores de 20 mm sin sintomatología compresiva y
clínicamente silentes se puede optar por:
1) Seguimiento, en cuyo caso debe vigilarse estrechamente al paciente para detectar
cambios visuales, hormonales y crecimiento de la lesión mediante RNM a los 6 y 12
meses y posteriormente anual para posteriormente espaciarlos cada 2-3 años si la
lesión permanece estable.
2) Intervención quirúrgica.
Actitud en una lesión menor de 10 mm (microincidentaloma)
Se investigará la presencia de clínica de hiper o hiposecreción hormonal
solicitando una valoración hormonal basal completa (GH, IGF1, LH, FSH, testosterona
(varones), estradiol (mujeres), prolactina, cortisol plasmático basal, cortisol libre urinario
en orina de 24 horas, TSH y T4l). Algunos autores recomiendan la determinación
exclusiva de prolactina si no existe sospecha de hipo o hipersecreción hormonal, debido
a la baja prevalencia de otros tumores productores más allá de los prolactinomas en
este contexto.
En el caso de un microincidentaloma, no es necesario realizar un estudio oftalmológico.
Tratamiento
-En los microadenomas funcionantes se llevará a cabo el tratamiento específico.
-En los microincidentalomas no funcionantes no está indicada la cirugía.
Seguimiento
No se aconseja realizar controles ulteriores en lesiones entre 2-4 mm. En lesiones entre
5-9 mm se realizará una nueva RNM en un intervalo de 1-2 años y si la lesión
permanece estable no es preciso realizar ningún control posterior.
21
En el Anexo 2 se presenta el algoritmo de manejo de los incidentalomas hipofisarios.
6.3- APOPLEJÍA HIPOFISARIA
Se denomina apoplejía hipofisaria (AH) a los fenómenos isquémicos o
hemorrágicos que se pueden producir en un adenoma hipofisario, aunque también
pueden acontecer en una glándula hipofisaria normal. Su forma de presentación puede
ser aguda (aparece de forma brusca en 24-48 horas y se considera una urgencia
endocrinológica, puesto que es potencialmente mortal, que, en ocasiones precisa una
descompresión neuroquirúrgica) y “silente” o subclínica (de evolución más insidiosa, con
manifestaciones clínicas leves o ausentes, generalmente producida por hemorragia
intratumoral).
6.3.1-Diagnóstico
El diagnóstico clínico de AH se basa en la presencia de síntomas típicos (cefalea
de comienzo brusco e intensa, náuseas, reducción del campo visual, afectación de
pares craneales III, IV, VI, reducción de la agudeza visual…) en el contexto de un tumor
hipofisario.
La AH puede provocar cualquier déficit hormonal hipofisario transitorio o
permanente pero el déficit brusco de ACTH y en consecuencia el de cortisol es el más
importante por el riesgo vital que conlleva. La frecuencia de alteraciones hormonales es
variable pero, en diferentes series, se sitúa alrededor de: hipogonadismo 100 %, déficit
de GH 88 %, hiperprolactinemia 67 %, insuficiencia suprarrenal 66 %, hipotiroidismo 42
%, diabetes insípida 3 %.
6.3.2-Evaluación hormonal y radiológica
No debe demorarse el tratamiento con glucocorticoides una vez establecida la
sospecha clínica. En el momento de la sospecha diagnóstica se debe realizar una
valoración hormonal basal completa previamente al inicio del tratamiento esteroideo,
pero sin que esto suponga una demora en el inicio del tratamiento.
Los hallazgos radiológicos pueden confirmar la sospecha diagnóstica clínica pero
no existen hallazgos patognomónicos ni en TC ni en RNM. Esta última en la AH muestra
un aumento de la intensidad en las secuencias T1, mostrando áreas de alta y baja
intensidad en las secuencias T2, en relación con elementos de degradación de la
sangre. Los hallazgos en la RNM serán diferentes en función del tiempo de evolución
del episodio hasta la realización de la prueba de imagen.
22
Se debe realizar una angiografía para descartar un aneurisma intracraneal con
hemorragia subaracnoidea en los casos con diagnóstico clínico de apoplejía y ausencia
de evidencia de hemorragia intratumoral en la RNM hipofisaria.
6.3.3-Tratamiento
La principal decisión en el manejo de la AH se centra en la elección entre el
tratamiento médico conservador y el quirúrgico (figura 1). El principal determinante de la
forma de tratamiento es el efecto “masa en caja cerrada” de la AH, es decir, los defectos
visuales. La función hipofisaria no es determinante en la elección del tratamiento ya que
los daños de la AH sobre la función hipofisaria son con frecuencia permanentes.
La existencia de defectos visuales (campimétricos o de agudeza visual) condicionará la
actuación quirúrgica de la siguiente manera:
-Los defectos campimétricos puede ser reversibles con tratamiento médico y no son, en
si mismos, indicación de cirugía descompresiva.
-La agudeza visual puede ser criterio quirúrgico pero hoy se puede realizar tratamiento
médico, ya que existe la posibilidad de medirla semanalmente junto con un seguimiento
radiológico (RNM). Se podrá iniciar, por tanto, tratamiento médico y realizar un control
de la agudeza visual y el tamaño de la lesión a los 7 días de iniciado éste con indicación
de cirugía si no mejora la agudeza visual o no se reduce el tamaño de la lesión.
-El edema o palidez de papila es indicación de cirugía descompresiva.
Figura 1. Guía de manejo de la apoplejía hipofisaria
Apoplejía
hipofisaria
No déficit visuales
Tratamiento médico
Afectación de pares
craneales del seno
cavernoso
Oftalmoplejia
Disminución de la
agudeza visual
Déficit campimétrico
Tto. médico
durante 7 días
y cirugía si no mejora
la agudeza visual y la RNM
Tratamiento médico
23
Edema o palidez papilar
Cirugía
El tratamiento médico conservador estará indicado en los casos en los que no
existen déficit visuales o existe afectación de pares craneales del seno cavernosos y
consiste en la aplicación de medidas antinflamatorias y antiedema, como esteroides
(prednisona 60-80 mg/día o deflazacort 30 Mg. durante 15 días o más). Puede añadirse
manitol, según las necesidades. Las deficiencias hipofisarias deben sustituirse en todos
los casos.
6.4-TUMORES HIPOFISARIOS PRODUCTORES DE GH.
6.4.1-Diagnóstico
El diagnóstico hormonal se basa en la demostración de una excesiva producción
de GH y/o alteraciones en la dinámica de su secreción.
La determinación de IGF-1 sérica es la primera prueba de screening ya que refleja la
secreción integrada de GH del día anterior. A la hora de interpretar sus resultados hay
que tener las condiciones que pueden afectar a su concentración:
-Está aumentada en el embarazo y en la pubertad
-Disminuida en: malnutrición, diabetes mellitus mal controlada, hepatopatía e
hipotiroidismo
-Los valores de IGF-1 deben ser interpretados en función de la edad
Si las cifras de IGF-1 son normales se descarta el diagnóstico de tumor hipofisario
productor de GH. Si los niveles de IGF-1 están elevados se procederá a la realización
de un test dinámico específico para confirmar el diagnóstico: determinación de GH tras
sobrecarga oral de glucosa (SOG) de 75 g (basal, 1h y 2h). Se considera normal si
existe una supresión de GH inferior a 1 ng/ml. En el 85-90 % de los pacientes con
diagnóstico de acromegalia no existe frenación de GH, siendo las cifra de ésta tras SOG
superiores a 2 ng/ml, en la mayoría de los casos.
El 98 % de los tumores productores de GH son hipofisarios (75 %
macroadenomas) por lo que la RNM localizará la gran mayoría de ellos. Si la RNM
hipofisaria es normal se realizará un TC toraco-abdominal para localizar el origen de la
acromegalia extrahipofisaria.
Una vez confirmado el diagnóstico bioquímico de acromegalia se procederá a
estudiar el resto de la función hipofisaria con una valoración hormonal basal, incluyendo
la determinación de prolactina (20-25% de los tumores productores de GH co-segregan
prolactina). En los casos de macroadenomas con extensión supraselar se procederá a
la realización de una campimetría.
24
Al diagnóstico se valorará individualmente la realización de otras pruebas
complementarias, así como el despistaje de comorbilidades asociadas a acromegalia
(diabetes mellitus, HTA):
-Hemograma, bioquímica general (incluyendo calcio y fósforo)
-Electrocardiograma
-Radiografía de cráneo, tórax, manos, pies y columna
-Colonoscopia
-Ecografía abdominal
-Estudio de apnea del sueño
6.4.2-Tratamiento de los tumores productores de GH
Tratamiento prequirúrgico
En todos los pacientes, si no cumplen criterios de cirugía urgente,
tras la
confirmación bioquímica de acromegalia se iniciará tratamiento con análogos de
somatostatina (tabla 2). Este tratamiento se mantendrá durante seis meses
evaluándose, durante este periodo mensualmente los niveles de GH e IGF-1 y a los seis
meses de iniciado el tratamiento el tamaño de la lesión.
Análogos
de
somatostati
na
Nombre comercial
Dosis/vía
administraci
ón
Dosis inicio
(tratamiento
prequirúrgico)
Octeótrida LAR
Sandostatín LAR ®
10/20/30 Mg.
Intramuscula
r
(im.)
profundo
20-30 mg/cada 28 días
Lanreótida
Somatulina ®
Somatulina Autogel®
30 mg/im profundo
60/90/120mg/subc.
profundo
30 mg/10-14 días
90-120mg/28-56días
Eficacia
-Descenso
de
concentración
de GH (<2,5 ng/ml) en
el
40-50
%
de
los
pacientes
-Normalización IGF-1
≈ 40-75 %
-Reducción
tamaño
tumoral
≈ 30-44 %
(media de reducción de
volumen tumoral 17-50
%)
Efectos secundarios
-Dolor abdominal
-Distensión, flatulencia
y náuseas
-Formación de
cálculos biliares o
crecimiento
de los existentes
(20-30% de los tratados)
Tabla 2. Análogos de somatostatina para el tratamiento médico de la acromegalia.
25
Indicaciones de tratamiento médico
1) Como tratamiento inicial en todos aquellos pacientes con diagnóstico de
acromegalia que no cumplan criterios de intervención quirúrgica urgente hasta la fecha
de intervención.
2) Aunque su papel como tratamiento primario en los tumores productores de GH no
está del todo establecido, se considera que, en las siguientes circunstancias, puede
plantearse como tratamiento primario:
•
Contraindicación o rechazo de la cirugía
•
Pacientes de edad avanzada con tumor pequeño y cuadro clínico y bioquímico
leve, con buen control con análogos.
•
Adenomas irresecables (afectación de senos cavernosos) sin compromiso visual
en los que no se va a conseguir curación con la cirugía y que presentan buen
control clínico y bioquímico con análogos de somatostatina.
Indicaciones de tratamiento quirúrgico
La cirugía por vía transesfenoidal es el tratamiento primario de elección en estos
tumores, teniendo en cuenta las posibles indicaciones de tratamiento médico antes
mencionadas.
La cirugía es el tratamiento de elección en:
1)
Tumores pequeños
2)
Tumores grandes pero potencialmente resecables
3)
Tumores que cumplen criterios de intervención quirúrgica urgente
4)
Tumores grandes irresecables para reducir masa tumoral o como tratamiento
descompresivo
Protocolo de actuación en la Unidad
En la Unidad, el manejo médico/quirúrgico de los pacientes con acromegalia se
realiza, por consenso de la siguiente forma:
-Si no cumple criterios de cirugía urgente, se
inicia tratamiento con análogos de
somatostatina a dosis medias o altas, según los niveles de GH, monitorizando los
niveles de IGF-1 y síntomas clínicos/posibles efectos secundarios mensualmente y
reevaluando con RNM y en sesión clínica a los 6 meses de tratamiento. Si no hay
control clínico o bioquímico, o la lesión tumoral crece, se propone para cirugía. De lo
contrario, si el paciente tiene control clínico, bioquímico y de tamaño tumoral, se le
oferta una entrevista con el neurocirujano para que reciba información sobre el
porcentaje aproximado de posibilidad de curación y complicaciones asociadas a la
26
cirugía. El paciente recibe simultáneamente, por parte de Endocrinología, información
sobre la alternativa de tratamiento médico indefinido; de esta manera, son los propios
pacientes los que deciden la alternativa que prefieren.
6.4.3-Seguimiento
Pacientes en tratamiento médico con análogos de somatostatina
A los pacientes que por diferentes motivos no son intervenidos se les monitoriza
de forma mensual los niveles de IGF-1 y GH para el ajuste de la dosis de análogos
hasta conseguir buen control clínico y bioquímico. Las revisiones serán cada dos
meses, evaluándose en cada visita:
-Grado de control clínico y bioquímico de la enfermedad
-Posibles efectos secundarios asociados al uso de análogos
-Comorbilidades asociadas
Se solicitará RNM de control cada 6 meses-1 año en función de la situación clínicabioquímica de los pacientes.
Si, en algún momento, no hay control clínico o bioquímico de la enfermedad o se
observa crecimiento tumoral se propondrá la intervención quirúrgica.
Pacientes sometidos a intervención quirúrgica
Aquellos que han sido intervenidos son evaluados al mes de la intervención (ver
protocolo actuación postquirúrgico) solicitándose la determinación de IGF1 y de GH
tras SOG para evaluar si existen criterios de curación posquirúrgica.
Los criterios de curación postquirúrgicos establecidos son:
•
GH < 1 ng/ml tras SOG
•
IGF-1 normal ajustado a edad y sexo
•
Ausencia de tumor en la RNM (se realizará a los 6 meses postcirugía). Este
criterio no es exigible como criterio de control de la enfermedad.
Si el paciente cumple los criterios de curación y no presenta déficit hormonales se
evaluará anualmente.
Si el paciente no cumple los criterios de curación se reiniciará el tratamiento con
análogos de somatostatina. En este caso pueden suceder que:
•
Se controle la enfermedad con análogos de somatostatina (IGF-1 normal para
edad y sexo). En este caso se continuará con este tratamiento llevándose el
mismo seguimiento que en aquellos no intervenidos en tratamiento médico.
27
•
Si no se controla la enfermedad con análogos (enfermedad persistente), se
pueden plantear estas opciones terapéuticas:
Iniciar tratamiento con bloqueadores del receptor de GH (Pegvisomant
(Somavert®). Dosis de 10,15 ó 20 mg/subc/día, dosis máxima 40 mg/día).
La eficacia de este tratamiento en la normalización de IGF-1 es del 90%.
Como efecto secundario destacable: hasta un
20 % de los tratados
sufren una elevación de las transaminasas por lo que se monitorizará la
función hepática de forma mensual en los 6 primeros meses de
tratamiento.
Reintervención
Radioterapia
6.5- TUMORES HIPOFISARIOS NO FUNCIONANTES Y GONADOTROPINOMAS
Los adenomas hipofisarios secretores no funcionantes (AHNF) constituyen del 715% de todos los tumores hipofisarios y engloban a tumores que producen bajas
cantidades de hormonas que no causan cuadros clínicos reconocibles como los
gonadotropinomas, los verdaderos tumores hipofisarios no secretores (null cell) y otros
adenomas silentes (corticotropos silentes, productores de GH silentes…).
La evaluación de estos tumores, su indicación quirúrgica y su seguimiento
posterior es, en esta Unidad, el indicado en el apartado 5 (ver: PROTOCOLO DE
ACTUACIÓN EN PATOLOGÍA HIPOFISARIA CON CRITERIOS QUIRÚRGICOS).
En aquellos AHNF descubiertos de forma casual (incidentalomas) se aplicará el protocolo
específico de éstos en función del tamaño (ver: INCIDENTALOMAS HIPOFISARIOS,
apartado 6.2).
7. RADIOTERAPIA
El grupo de trabajo de Endocrinología, Neurocirugía y Anatomía Patológica que ha
desarrollado el protocolo, ha establecido, tras la revisión de la literatura médica criterios
mayores y menores de indicación de radioterapia a los 6 meses de la cirugía. En
principio, se considerará radioterapia estereoatáxica fraccionada o IMRT en todos los
pacientes salvo excepciones.
•
Criterios mayores (1 criterio para indicación de radioterapia):
-Tumor atípico
-Inmunohistoquímica de agresividad (Null Cell, ACTH silente)
28
-Tamaño superior a 2 centímetros
-Tumores funcionantes
•
Criterios menores (al menos 3 puntos para indicación de radioterapia):
-Edad:
<50 años (2 puntos)
50-70 años (1 punto)
>70 años (0 puntos)
-Dudosa atipicidad: 1 punto
-Inmunohistoquímica media: 1 punto
-Localización en seno cavernoso: 1 punto
-Tamaño:
De 1 a 2 cm (2 puntos)
De 0 a 1 cm (1 punto)
29
8- BIBLIOGRAFÍA
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Moreno B, Obiols G, Páramo C, Zugasti A. Guía clínica del manejo del prolactinoma
y otros estados de hiperprolactinemia. Endocrinología y Nutrición 2005 (52): 9-18.
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Gillam MP, Molitch ME, Lombardi G, Colao A. Advances in the treatment of
prolactinomas. Endocr Rev 2006; 27: 485 - 534.
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Suplemento de Acromegalia. Endocrinología y Nutrición 2005; 52(supl 3): 1-57.
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Diagnosis and treatment of acromegaly and its complications: consensus guidelines.
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Lucas T, Catalá M. Guía clínica del diagnóstico y tratamiento de la acromegalia.
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tratamiento del incidentaloma hipofisario. Endocrinología y Nutrición 2005; 52 (supl
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Catalá M, Picó A, Tortosa F, Varela C, Gilsanz A, Lucas T, Moreno B, Obiols G,
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tratamiento de la apoplejía hipofisaria. Endocrinología y Nutrición 2005; 52 (supl 3):
13-19.
30
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