papilla, tanto un trozo de tejido muscular (carne) como la membrana del krup o garrotillo. De tiempo inmemorial se utiliza el jugo de la p a p a y a para cuajar la leche y para ablandar la carne desecada o dura, con lo cual se logra tome una condición tierna y sea fácilmente digerible. A tal objeto, se coloca la carne en agua que tenga hojas de papayo finamente picadas, envolviéndola luego en hojas de esta planta, o bien salpicándola con su jugo lechoso. E n las Indias Occidentales se utiliza el jugo para retinar el azúcar, de igual modo que se utiliza la albúmina animal para clarificar el líquido azucarado. E n P a n a m á se utilizan las hojas como sucedáneo del jabón. Con la médula de los tallos m u y tiernos se confeccionan cordones y diversas suertes de tejidos. E l cultivo de este arbolito, de crecimiento rápido, es m u y fácil y no exige cuidados. E n muchos lugares se desarrolla espontáneamente por sí mismo, gracias a la dispersión de las semillas que produce. A l tercer año de haber nacido y a mide el tronco 30 centímetros de diámetro y puede dar una cosecha de 60 papayas. Por otra parte, sólo produce frutos de dos a cuatro años, muriendo después. Otras especies de Carica producen frutos de tamaño menor, pero de buen sabor, como sucede con la papaya de monte (C. Cundinamarcensis Hook), llamada chamburu en los Andes Ecuatorianos; la papaya de los monos (C. peltata Hook. et Arn.), C. dolicaula, etc. Carica quercifolia St. Hil. es un árbol característico de los valles andinos orientales. Un arbustillo sumamente peculiar del Gran Chaco es Jacaratia Hassleriana, el "Sipoy" de los indios, cuyos insólitos tubérculos radicales, de forma acintada, son utilizados por los naturales en épocas de gran sequía como manantial de agua (Th. Herzog). ¿ Y las demás plantas de la Guinea española? Mi mayor placer sería hacer sendos estudios de todas y cada una de las especies vegetales que pueblan nuestro territorio, con una extensión no menor a la precedente..., pero tal método consumiría un tiempo y un espacio del que hoy no dispongo. Sin embargo, me parece conveniente dar aquí noticia de aquellos detalles más interesantes, útiles y curiosos de la flora hispanoguineense que me ha cabido observar en mis recorridos de este verano por el bosque virgen. Hago una selección m u y cuidada de las modalidades más importantes, y a que me resulta fácil extraer un mínimo de datos del copioso caudal recogido, con lo cual estas notas ganarán en calidad y tendrán una extensión prudencial. Esta circunstancia de los hallazgos insospechados y curiosos que se presentan a la vista del viajero constituyen el motivo más atractivo de los penosos recorridos y compensan en forma grata el esfuerzo de cubrir las etapas aliviando y siendo aliciente de nuevos itinerarios tal búsqueda de hallazgos insólitos.