VAGINISMO, LA INCAPACIDAD DE TENER UNA PENETRACIÓN VAGINAL. Durante las relaciones sexuales hay algunas mujeres que en vez de relajar los músculos que rodean la entrada de la vagina facilitando así la entrada del pene, producen una contracción automática e involuntaria cuya consecuencia es que la abertura de la vagina se reduce parcial o incluso totalmente. Según el grado de contracción puede darse incluso la imposibilidad de realizar el coito (casos más graves). La paciente A.A. acude a consulta con su marido con el cual lleva casada ocho años y nunca ha podido tener una relación sexual completa, es decir una penetración. Según ella, quiere solucionar el problema porque quieren tener hijos no por mejorar sus relaciones sexuales ya que su marido "se ha acostumbrado a no tenerlas y para mi tampoco es algo importante". La paciente tuvo incluso problemas con el ginecólogo ya que de la fuerte contracción vaginal en cuanto se acercó a explorarla le fue imposible hacerle un chequeo ginecológico. Es el mismo ginecólogo el que la deriva a la consulta del psicólogo. Este es el caso de las muchas pacientes con vaginismo, que piensan que no tiene solución su problema no buscan ayuda de un profesional. En la mayoría de los casos, las causas son psicológicas entre las cuales se encuentran: - La persona ha asociado alguna experiencia de dolor a alguna situación de relación sexual anterior, normalmente el coito. - Una educación sexual que culpabilice las relaciones sexuales. - Haber tenido alguna experiencia traumática sexual (abuso, violación…) - Sentimientos de desagrado hacia la pareja. Puede haber incluso situaciones en que se dé dicho trastorno sin haber llevado a cabo alguna relación sexual, factores que influyen en dicha situación: - Miedo al dolor que imaginan que pueda producir una penetración. - La ansiedad anticipatoria a la situación. ¿Cómo afecta a la pareja esto? Las reacciones de la pareja pueden ser diversas, desde los que no le dan importancia (como el caso anterior) a los que se culpan del dolor que sufre su pareja por su forma torpe de tocarla, otros piensan que la mujer lo hace a propósito poniéndose nerviosa y produciéndose ella misma la contracción. En estos casos si hay que hacer ver a la pareja una demostración de que la contracción es involuntaria, que es un reflejo automático. Esta demostración puede consistir por ejemplo en poner un espejo delante de la vagina e intentar estimular la entrada con los dedos y se verá automáticamente como se contraen los músculos. Tratamiento: Respecto al tratamiento hay que tratar varios aspectos. Por una parte estaría la eliminación de la reacción vaginal aprendida (contracción). Esto se logra introduciendo en la vagina objetos cuyo tamaño iremos aumentando gradualmente hasta llegar al tamaño de un pene en erección. Por otra parte estaría el tratar la causa de aparición del trastorno, el rechazo fóbico, es decir una fobia a la relaciones sexuales y a la penetración. Para ello una buena información sexual sobre todo para ver uno de los múltiples problemas como pueden ser los "mitos sexuales", el sentimiento de culpa debido a una educación moral y religiosa que ve la vida sexual como algo sucio, y mejora en la comunicación de pareja.