Mitos y realidades sobre la Vejez por Lic. Verónica Morales La vejez es una etapa rodeada de diversos mitos que han causado que en la sociedad se creen una serie de prejuicios y se tenga una imagen negativa de este periodo considerando a la vejez como una época de decadencia, inactividad y enfermedades. Es importante conocer cuales son estos mitos para derribarlos y poder ver a la vejez de una manera positiva, así como ofrecerle a los mayores la importancia y atención que merecen. Mito de que la vejez es una enfermedad: Para desvirtuar esta falsa idea o prejuicio tenemos que entender que el envejecer es una parte del ciclo vital y se empieza a envejecer en el momento de nacer pero, a simple vista, no es únicamente la cantidad de años lo que da cuenta del envejecimiento ya que, es un proceso no solamente cronológico sino psicológico y social. Además como no todas las personas ni todas las partes del cuerpo envejecen igual se debe hablar de un envejecimiento individual. Son diferentes las formas de vivir de cada cual y así será para cada individuo esta etapa de su vida. Mito de que los adultos mayores son personas enfermas: Aquí el criterio cambia, se considera que un adulto mayor sano es aquella persona que a pesar de tener tres enfermedades al mismo tiempo sigue siendo independiente, realiza actividades recreativas, se mantiene activo socialmente y lleva un tratamiento medico. Mito de que los adultos mayores son personas improductivas: Se piensa que las personas mayores ya no pueden trabajar y que cuando lo hacen no se desenvuelven tan bien como lo haría una persona joven. Esto es totalmente falso, se ha comprobado que las personas mayores son incluso más eficientes que los jóvenes, tienen un mayor nivel de compromiso y responsabilidad; no son impuntuales y no faltan al trabajo. Mito de los adultos mayores son asexuados: Se creeal ser adulto mayor ya no tiene caso prestarle atención a la imagen personal y que se deja de tener atracción por el sexo opuesto. Desde el "viejo verde" o la "vieja dama indigna" hasta la falta de respeto hacia la sexualidad de nuestros mayores o la molestia de los hijos para con los padres porque forman nuevas parejas: son algunas de las manifestaciones de este prejuicio. Son visualizados como si carecieran de deseo sexual y en caso de manifestarlo se lo toma como no normal. Es un pensamiento erróneo, el ser humano sin importar la edad nunca pierde el libido y no es anormal que así sea en la vejez por el contrario lo sería si no fuera de esta manera. Mito de que los adultos mayores no pueden aprender cosas nuevas: Así pues se ha planteado erróneamente que en estas etapas se esta imposibilitado de aprender porque el deterioro cerebral impide asimilar nuevos conceptos o en términos modernos, no puede grabar información actualizada. Si bien es cierto que se pierden neuronas, éstas son tantos millones que todavía se puede aprovechar su reserva. De manera que el proceso de aprendizaje es viable, solo que a otro ritmo que el del joven y con una metodología diferente. Además puede hacerse más lenta la inteligencia fluida al envejecer pero la otra forma de inteligencia que es la cristalizada está saludable y puede compensar a la primera. Diríamos que disminuye la agilidad, es decir el tiempo o rapidez pero no las habilidades y en muchos casos las dificultades relacionadas con otras funciones, atención, concentración, memoria, escritura, cálculo-- son atribuibles a la falta de hábito ya que están sin ejercitarse durante mucho tiempo. Mito de que los adultos mayores son personas frágiles y dependientes: Equivocadamente se tiene la idea de que los adultos mayores son personas que deben estar en sus casas, en reposo para evitar los peligros que existen afuera (o dentro de su mismo hogar) y que ya no pueden realizar muchas actividades por lo que siempre necesitan la asistencia de alguien más. Nueva mente hay que refutar un mito, si bien es cierto que con el tiempo las habilidades físicas ya no son las mismas de antes debido a los cambios que el cuerpo a traviesa en esta etapa, esto no significa que las personas se tengan que privar de realizar actividades o que ya no tengan la fuerza necesaria para realizarlas. Se ha demostrado que el ejercicio puede ayudar a mantener y mejorar la coordinación, equilibrio y resistencia de las personas mayores, además de que actualmente existen productos enfocados a ayudar a las personas a mantener su independencia y cuidar de su bienestar (como las ayudas técnicas) haciendo que los adultos mayores conserven su autonomía y sigan realizando sus actividades diarias. "No le pongas mas años a tu vida, sino mas vida a los años