arist~fanes, a charn. 652-654. el poeta y egina

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ARIST~FANES,A CHARN. 652-654.
EL POETA Y EGINA
Por eso los Lacedemonios os piden la paz
y reclaman Egina; la isla aquella
n o les preocupa, sino que lo hacen para extirparse el poeta.
Estos versos han causado la perplejidad de los filólogos desde la Antigüedad a nuestros días'. La reclamación de Egina, que se menciona en
los primeros versos, se convirtió en tópico de todas las negociaciones de
paz que se produjeron durante la Guerra del Peloponeso, desde que los
Atenienses expulsaron a sus habitantes e instalaron colonos en el verano
de 431
En realidad Egina fue un problema para Atenas desde el
momento en que comenzó su expansión comercial gracias al puerto del
Pireo3. En ese contexto la mención de Egina parece clara, pero lo que no
se ve es cuál pudiera ser la relación que guardaba Aristófanes (tbv
J C O L ~ ~con
~~V
esa
) isla. Los escolios dan dos explicaciones:
1. Aristófanes era cleruco en Egina desde 431
o bien,
2. Se refiere a Calístrato, el didáscalo de Los Acarnienses5.
'
Un resumen de las discusiones puede verse en TH. GELZER,
«Aristophanes 12»,
en R E Suppl., Bd. X I I , col. 1397.
Cf. Thuc. 11 27, 2; A. W. GOMME,
A historical Commentary on Thucydides,
Oxford, Clarendon, 19663, 11, p. 87; N. G. L. HAMMOND,
A History of Greece to 322
B.C., Oxford, Clarendon, 1973~,p. 350; B. B. ROGERS,The Acharnanians of Aristophanes, London, Bell, 19302, ad loc.
Desde 446 a.c. los eginetas son tributarios de Atenas. La noticia procede en
Prolegomena ad Arisúltima instancia del gramático Teógenes (cf. J. van LEEUWEN,
tophanem, Lugduni Batavorum, Sijthoff, 1908, pp. 40 SS. y p. 178 s.; Schol. ad Plat.
Apol. 19 c, cf. F. DUBNER,
Scholia graeca in Aristophanern, Hildesheim, Olms, 1969,
p. 19).
Ad Ar. Ach. 653 y 654; están recogidos por W. J. M. STARKIE,
Aristophanes,
The Acharnanians, Amsterdam, Hakkert, 196S2, p. 138 s.; discute estas hipótesis J.
van LEEUWEN,
1.c. En cambio, J . SCHWARZE,
o.c., en nota 11, p. 100, acepta la idea
The Comedies of Aristopsin más discusión, y lo mismo hace A . H. SOMMERSTEIN,
hanes 1, Acharnians, Warminster, Aris and Phillips, 1980, p. 189.
Cf. W. J . M . STARKIE,
o.c., p. 247 s.
62
IGNACIO R. ALFAGEME
Pero parece poco verosímil que Aristófanes mencione a Calístrato
como el autor ( J G O L ~ Z
de~la
~V
obra.
)
Por otra parte, como la fecha de la
expulsión de los eginetas nos coloca ante un Aristófanes muy joven, se ha
dicho6 que fue el padre de Aristófanes, Filipo, quien fue cleruco en Egina
y que Aristófanes había heredado sus propiedades. El proceso que entabló Cleón contra el poeta acusándole de no ser ciudadano ateniense, encontraría en esta circunstancia su justificación7.
Frente a estas confusas «explicaciones»anecdóticas hay que notar, por
una parte, que no tenemos motivo alguno para dudar de la ciudadanía ateniense de Aristófaness y, por otra, que, aunque Aristófanes fuese cleruco
en Egina, la pérdida de la isla sólo significaría un perjuicio para las posesiones de Aristófanes, y no la pérdida del poetag. En resumidas cuentas el
texto griego sigue sin entenderse, porque las explicaciones tradicionales no
añaden nada, más bien producen confusión. Por lo tanto, más vale prescindir de ellas, sea o no cierta cualquier vinculación de Aristófanes con Egina,
y partir del texto mismo para intentar otra vía de explicación.
De hecho los versos que nos ocupan equiparan a Aristófanes, «el poeta», con Egina: los lacedemonios reclaman Egina para privar a Atenas del
poeta que les da los mejores consejos (cf. VV.651 y 658). El problema,
pues, reside únicamente en averiguar cuál sea el rasgo común que permite la equiparación.
Los anapestos de la parábasis, donde aparecen estos versos, expresan
la defensa que Aristófanes alega ante las acusaciones de que ha sido objeto: hacer burla de la ciudad y ofender al pueblo en sus comedias (VV.
631 SS.).El procedimiento de defensa que sigue el poeta consiste en aceptar los cargos para señalar los beneficios que derivan para el común de su
modo de actuación:
1." Evitar que los Atenienses sean engañados por embajadores
aduladores (w. 635 SS.).
2." Los aliados traen gustosos el impuesto a Atenas por deseo de
oír al poeta (VV.641 SS.).
3." Su insolencia en decir lo justo es el mejor consejo para ganar la
guerra, según el rey de los Persas, de modo que los lacedemonios piden la paz gracias a él y sus comedias (645 SS.).
Cf. A. W. GOMME,
o.c., ad Thuc. 11 27, 2.
Todos estos argumentos los discute H. MULLER-STRUBING,
Aristophanes und
die historische Kritik, Aalen, 19802,pp. 604-609, quien sostiene que se refieren a Case refiera
Iístrato. En realidad con nuestra interpretación no importa que tbv no~q~tív
a Calístrato o a Aristófanes.
Cf.W. KRAUS,
S.V. «Aristophanes 3», en KIP. 1 575 SS.;GELZER,
/.c., col.
'
1396.
La crítica procede de STARKIE,
1.c.
ARISTOFANES, ACHARN. 652-654
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Aristófanes se presenta así como un incordio beneficioso (cf. v. 649,
noAhá), porque hace ver la realidad en sus aspectos más dolorosos.
En esta sucesión de argumentos la equiparación de Egina y Aristófanes ocupa el clímax. Además la mención de Egina (v. 653) es un añadido
inesperado justo detrás de la petición de paz de los lacedemonios: pedir
la paz y reclamar Egina es una actitud contradictoria y un impedimento
para que se logre. La razón de esta evidente contradicción es, según Aristófanes, que quieren quedarse con el poeta (Egina) para ganar la guerra.
El sentido del texto es, sin duda, éste. Pero ello no aclara aún la relación
- de Egina y el poeta; hay que intentar, pues, otro camino.
Egina constituía el problema inveterado, que había sido bautizada por
Pericles como «orzuelo del Pireos (quizá con ocasión de la expulsión de
sus habitantes en 431 a.c.), para indicar la necesidad imperiosa de quitarla de delante del puerto ateniense. La frase hizo pronto fortunalo y dio
pie a las chanzas de la Comedia contra Pericles. Así Teléclides parece
aludir al político ateniense" con ocasión de su retirada de Prasias (verano
de 430 a.c.) con las siguientes palabras:
66' irx' Aiyivqg vqoou xoe~ei600~ijvogExov tO x~óowxov(fT. 43)12.
«Él regresa de la isla de Egina con cara de forúnculo*.
Más tarde Aristóteles (Rhet. 1411 a) recoge la frase como ejemplo de
metáfora en estos término (casi los mismos que usa Plutarco): nai ~ E Q L ~ h i . Cj ~~VAEyivav &p&h&iV
EXÉAEVOE T ~ V
A f i p p TOÜ I"I&ieaiÉwS.
E ~ O nana
L
En consecuencia, Aristófanes no hace sino emplear Egina como sinónimo de hfipq «legaña, orzuelo», pero la metáfora no se manifiesta hasta
el final del verso, cuando la cita de la frase de Pericles se hace patente (cf.
&cpÉhov.ca~).Aristófanes es la legaña (Egina) que obliga a reconocer la
realidad impidiendo que los atenienses se duerman en los laureles13. Ésta
es, pues, la causa que mueve a los lacedemonios para querer quitarles el
poeta.
Es una de las pocas que Plutarco atribuye a Pericies (cf. Per. 8, 7).
La idea la sugirió ya BERGK(cf. GOMME,
ad Thuc. 11 56, 6), la acepta U. von
WILAMOWITZ,
Observationes criticae in comoediam graecam selectae, Diss. Berlin,
1870, p. 26. Vid. el comentario de J. SCHWARZE,
Die Beurteilung des Pericles durch
die attische Komodie und ihre historische und historiographische Bedeutung, Beck,
München, 1971, p. 99 s.
l2
Cf. A. MEINECKE,
Fragmenta Commicorum Graecorum, Berlín, 19702, 11 1, p.
373; A. GOMME,
o.c., 11, p. 164, ad Thuc. 11 56 b.
l 3 El oxímoron se basa en el lugar común que compara la falta de inteligencia
con esta enfermedad; así Lo indica el escolio (ad Plut. 581) al comentar la frase
'O
"
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IGNACIO R. ALFAGEME
Pero aún no se ve el esperado chiste, que Aristófanes viene preparando, al menos, desde la aliteración tlx del verso 649:
& h a66 toíhov tbv J C O L ~ TXOTÉQOWS
+~
E ~ O xaxa
L
nohhá.
Sobre este punto es muy significativa la comparación de la frase atribuida a Pericles y el verso de Aristófanes, que transcribimos a continuación poniendo entre paréntesis los términos que no coinciden:
t4v A'iytvav &hp~h&iv
(ExÉh&vo&)
tfiv h?ípqv
Arist. Rhet. 1411 a.
dp A'iytvav... h a tbv notqtfp &rqÉAovtat.
Ar. Ach. 653-4
Aristófanes ha modificado la frase de Pericles en dos puntos14:
1." H a sustituido en la aposición a Egina hfpqv por xotqtip.
2.O H a cambiado la voz activa del verbo (&rpeheiv)por la voz media
(árqÉhovtat).
La primera modificación se explica aceptando una pronunciación [y]
para el diptongo [oi] en posición antev~cálica'~;
es decir xoirpjv representa [py:~:te:n]lo que hace de él un derivado de la misma serie que núqBLS,m q p a t i n ó ~sinónimo de xúov, Ep~cÚqpal~
«abceso» y, por lo tanto,
de hfipq. Aristófanes juega con el doble sentido orzuelo/poeta de
X O L ~ Tal~ que
V , da pie la fonética y la cita de la frase de Periclesí8.
Aqptiv t a s cpeÉva5. Sobre esta imagen vid. J. TAILLARDAT,
Les images d'Aristophane,
Belles Lettres, París, 1965, p. 270; 1. RODR~GUEZ
ALFAGEME,
La medicina en la Comedia Ática, U . Complutense, Madrid, 1981, p. 144.
l4
No tenemos en cuenta el cambio del orden de palabras, porque para conseguir
mayor efecto en la voz media del verbo, Aristófanes estaba obligado a dejarlo en última posición de la frase.
lS
De esta forma Aristófanes sería el testigo una vez más de un cambio fonético
que S. T. TEODORSSON,
The Phonemic System of the Attic Dialect 400-340 B.C., Berlingska, Lund, 1974, p. 253 y 296, considera cumplido ca. 430. La fecha de Los Acarnienses, 425 a.c., constituiría el terminas ante quem para el paso de la vocal [@:],procedente de [oi], a [y:]. Contra esta teoría tradicionalmente se acepta la pérdida del
segundo elemento del diptongo [oi] en posición antevocálica, cf. L. THREATTE,The
Grammar of Attic Inscriptions, De Gruyter, Berlín, 1980, 1 p. 324 SS.
l6
No es obstáculo que estas formas estén atestiguadas tardíamente, ya que la
formación del derivado sigue un procedimiento regulas y vivo desde época anterior a
Aristófanes.
l7
Para Qplrqpa cf. Hp. Epid. VI 18, 18; & p u o v cf. Hp. Epid. IV 44; y en
general H. DONT,Die Terminologie von Geschwür, Geschwulst und Anschwellung im
Corpus Hippocraticum, Wien, 1968, esp. p. 20.
l8 No resulta extraiia esta cita en una comedia que habla de la paz ansiada tras
años de una guerra que inició Pericles. Además una alusión indirecta a este político
no está fuera de contexto, ya que unos versos antes (530) le ha mencionado expresa-
ARISTÓFANES. ACHARN. 652-654
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La segunda modificación, el cambio de voz, implica un chiste de sorpresa. Los lacedemonios quieren extirpar el «pocta/orzuelo>>
para que les
moleste a ellos. En la voz media del verbo, que revela de repente la intención del poeta al mencionar Egina, estalla la absurda paradoja de la
actitud laconia al intentar negociar una paz mediante exigencias. Y quizá
también haya aquí una pulla contra la política de Pericles que propone
«extirpar» el orzuelo y en realidad se queda con él.
IGNACIORODR~GUEZ
ALFAGEME
Universidad Complutense
mente al hablar del decreto contra Mégara, precisamente una de las dos causas de la
o.c., pp. 135 SS. y 37. Nóguerra. La otra fue el problema de Egina, cf. J. SCHWARZE,
tese de paso que ¡a metáfora empleada por Pericles procede de la lengua de la medicina (la relación de este pasaje con la medicina se nos escapó tanto a G. SOUTHARD,
The Medical Language of Aristophanes, U.M., 1970, p. 37, como a mí mismo, o.c.,
en nota 13), según demuestran los usos de algunos tratados del s. V-IV a.c., que ilustran el tipo de operación que designa &cpa~@eiv
Arípqy. Así el tratado hipocrático De
visu (8) aconseja hacer una incisión en la frente para curar la pérdida de visión sin
causa local &cpeAóvrarbv fi6ewna y en el siguiente capítulo habla de una sangría que
denomina a'ipatoc ixrpaieea~~,
«extracción de sangre». También el autor de De locis
in homine (40, 2), fechado por JOLY(Hippocrate XIII, Belles Lettres, París 1978, p.
32) entre 420 y 390 a.c., recomienda la «extracción de sangre» para curar el dolor de
cabeza.
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