Organización de las empresas

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I GRADUACIÓN DE LA AUTORIDAD
La graduación de la autoridad, puede exponerse a través de cuatro premisas:
1. − Principio de jerarquía.2. − Principio de cadena de mando.3. − Principio de unidad de mando.4. −
Principio de ámbito de control.
− Principio de jerarquía:
Se refiere a la cadena de relaciones directas de autoridad, desde el superior hasta el subordinado a través de la
organización. Cuando más clara es la línea de autoridad desde el administrador máximo en una
empresa(gerente general por ejemplo) hasta cada posición subordinada, más eficaz y eficiente será la toma
responsable de decisiones y la comunicación dentro de la organización.
La jerarquía la describe Fayol como:
"La cadena de superiores que va desde la autoridad última hasta los niveles inferiores. La línea de autoridad es
la vía que sigue eslabón por eslabón en la cadena. Todas las comunicaciones comienzan o terminan en la
autoridad máxima. Esta trayectoria es dictada tanto por la necesidad de alguna transmisión como por el
principio de unidad de mando, aunque no siempre es la más rápida. Llega a ser desastrosamente larga en
interminable en ciertas empresas sobretodo dentro de la administración pública"
Es necesario un claro entendimiento del principio jerárquico para un adecuado funcionamiento de la
organización. Las subunidades deben saber claramente quien les delega autoridad, aunque se permite algunas
desviaciones de la cadena de mando para fines de información, las que tiene como propósito la toma de
decisiones aunque tienden a destruir el sistema de la decisión y a menoscabar la administración en sí misma.
− Principio de cadena de mando: En algún nivel de la organización existe autoridad para tomar la decisión
más adecuada. Por consiguiente, el principio de nivel de autoridad que se derivaría será: el mantenimiento de
la delegación prevista exige que las decisiones de los individuos sean tomadas por ellos y no que las deriven
hacia arriba en la estructura de la organización. En otras palabras, cada administrador de cada nivel de mando,
debe tomar cuantas decisiones pueda, a la luz de su autoridad delegada, y solamente aquellos asuntos sobre
los cuales no pueda decidir dadas las limitaciones de su autoridad, deberán remitirse a sus superiores, en este
caso quien continua en asenso en la línea de mando.
Otro enfoque de la cadena de mando se refiere a que las ordenes o instrucciones de los supervisores deben
recorrer secuencialmente los eslabones de la cadena jerárquica, sin saltarse los respectivos niveles de
autoridad.
En un esfuerzo por evitar el recorrido largo y demoroso surge un interés especial por la descentralización. Esta
se basa en que todo supervisor debe recibir autoridad en igual magnitud que la responsabilidad que tiene
asignada. Los ejecutivos, cuando delegan, deben entregar la autoridad necesaria y suficiente para el buen
ejercicio de la responsabilidad creada, con el fin de que cada supervisor resuelva los problemas a los que se
enfrenta sin la necesidad de delegar hacia arriba y que cada departamento funcione de la manera más
autónoma posible.
II DIVISION DEL TRABAJO
La división del trabajo, surge debido a que cada persona que desarrolla una labor determinada dentro de
una organización ocupa un cargo especifico, ya que el individuo en cuestión cuanta con las habilidades y
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conocimientos requeridos y especializados que su labor demanda.
Al ejecutar repetidas veces su labor y crecer como profesional (capacitación permanente) va adoptando un
grado mayor de especialidad.
Según la teoría formal de la organización (Taylor y Fayol) el individuo es una máquina especializada en
una labor determinada, ya que existe un único objetivo, que a veces se escapa de lo que pretende la
organización como sistema interactivo.
Se cita el ejemplo del trabajador que cumplía una única función, la de apretar tuercas, sin contar con las
expectativas de superarse o de crecer en su campo.
Gilbreth, contemporáneo a Fayol postuló la planificación de cada tarea mediante la utilización del método
científico. Plateaba que existe una sola manera de hacer las cosas, todo esto guiado en la búsqueda de la
eficiencia, para alcanzar un sistema eficaz de producción.
Esta forma de administración clásica presenta altos inconvenientes al delegar funciones demasiado
especificas y de poca proyección al trabajador, desencadenando en una pérdida de la eficiencia y un
consecuente desequilibrio psíquico del individuo, además de graves problemas que pueden surgir al
momento de ausentarse el especialista exagerado.
La división del trabajo, actualmente (tras el surgimiento de teorías de administración pertenecientes a la
escuela de recursos humanos) fomenta las iniciativas personales, desarrolla la intelectualidad de la
persona ayudando a profesionalizar la labor y así alcanzar de una mejor manera los objetivos
organizacionales. Para ello surgen dos conceptos:
Enriquecimiento de cargos: es una teoría que estimula el desempeño individual y grupal, debido a la
motivación que tienen los individuos para realizar una determinada actividad en función del todo (objetivo
de la empresa), para ello existe una variedad de cargos, donde la especialización, roles y poder se dan en
justa medida y se evita la especialización excesiva.
División de cargos: se plantea la distinta participación de los individuos en el cumplimiento de sus
funciones y en la toma de decisiones, para especializar su labor y alcanzar de manera eficiente y eficaz el
objetivo de la empresa.
PRINCIPIOS DE AUTORIDAD
Y DIVISION DEL TRABAJO
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