Políticas culturales de la Universidad del Zulia Aprobación en Consejo Universitario 14 de noviembre de 2012 Noviembre, 2012 Autoridades de la Universidad del Zulia Dr. Jorge Palencia Piña Rector Dra. Judith Aular de Durán Vicerrectora Académica Dra. María Guadalupe Núñez Vicerrectora Administrativa Dra. Marlene Primera Secretaria Políticas culturales de la Universidad del Zulia 1 Autores de la política cultural Por la Comisión de Cultural de LUZ: Iraima Georgina Palencia. Coordinadora Emilia Bermúdez. Coautora líder Régulo Pachano DinahBromberg Pedro Romero Edward Pérez Luis Gómez Carlos Pérez Carmen Montes Miguel Ángel Campos Luis Perozo (Estudiante) Dirección de Cultura de LUZ. Facultad Experimental de Arte de LUZ. Fundación Teatro Baralt. Fundación Museo de Arte Contemporáneo del Zulia. Fundación Aula Magna del Zulia. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 2 Se trata de pensar la Universidad como un espacio en donde ciencia, cultura y sociedad sean un lazo indisoluble y en mutación constante. Pues pensar la la Universidad como un escenario cultural es abordarla como un proyecto instituyente y no instituido, que hacemos y rehacemos permanentemente y en donde, a través del arte y la indagación científica, construimos sentido social, y por lo tanto constante renovación cultural. Comisión de Cultura. LUZ, 2011 Políticas culturales de la Universidad del Zulia 3 Índice de contenido Presentación 6 10 1. Metodología del saber y del hacer. Gestión participativa 1.1. Encuentro con discusiones socializadas 11 1.2. Entrevista 12 1.3. Perfil de los entrevistados 13 1.4. Encuestas 16 1.5. Recorrido 16 2. Diagnóstico general 17 2.1. Diagnóstico base de las consultas orales. Categorías conceptuales 20 2.2. Diagnóstico base de las discusiones socializadas. Categorías operacionales 21 2.2.1 Patrimonio 21 2.2.2 Identidad 22 2.2.3. Apoyo a los artistas y a los trabajadores culturales 22 2.2.4 Actividades culturales 22 2.2.5 Vinculaciones 23 Diagnóstico sobre el consumo cultural de los estudiantes de LUZ 27 2.3. 3. Justificación y revisión documental 44 4. Fundamentos legales 47 5. Marco de referencia conceptuales 53 5.1 La universidad con proyecto cultural 53 5.2. El concepto de cultura en relación a los políticas culturales 56 5.3. La cultura desde el campo cultural institucionalizado 59 5.4. La cultura como recurso 62 6. Políticas culturales Políticas culturales de la Universidad del Zulia 63 4 6.1. Ejes de las políticas culturales 65 6.1.1. Identidades culturales 65 6.1.2. Democracia cultural y fortalecimiento de los derechos culturales 66 6.1.3. Construcción de ciudadanía y cultura de la paz 66 6.1.4. Cultura y ecología 66 6.1.5. Relación arte-cultura, ciencia y sociedad 66 6.1.6. Apoyo a las artes y a los creadores y trabajadores culturales universitarios y de la región 66 6.1.7. Potenciación de la acción cultural universitaria 66 6.1.8. Cultura y comunicación 67 6.2. Planteamiento de políticas por eje 67 Eje 1. Identidades culturales 67 Eje 2. Democracia cultural y promoción de los derechos culturales 68 Eje 3. Construcción de ciudadanía y cultura de la paz en el marco de la interculturalidad 69 Eje 4. Cultura, ecología, espacios y ambiente universitario 70 Eje 5. Arte, ciencia, cultura y sociedad 70 Eje 6. Apoyo a las artes y a los creadores y trabajadores culturales universitarios y 71 de la región. Eje 7. Potenciación de la acción cultural universitaria 73 Eje 8. Cultura y comunicación 74 6.3. Planteamiento de las acciones por eje 75 Cerrando 87 Bibliografía 88 Políticas culturales de la Universidad del Zulia 5 Presentación Con un objetivo orientado a servir de coordinación, soporte y apoyo, en el año 2008 se designó una Comisión de Cultura con funciones especiales para sugerir acciones necesarias para la concepción del proyecto cultural de la actual gestión rectoral1. Como primeras propuestas se indicó la participación sistemática de trabajadores del sector cultural universitario y externo, para poder generar la revisión necesaria y suficiente para tomar las decisiones más consensuadas que permitieran avanzar. En un trabajo conjunto, esa Comisión de Cultura y los representantes de algunas dependencias de gestión cultural de LUZ, entre ellos la Dirección de Cultura, culminaron sus discusiones en la segunda quincena de abril de 2009 con el encuentro Agentes culturales. Hacia una política cultural universitaria. El compendio y sistematización de las conversaciones sostenidas hasta esa fecha produjo un documento de diagnóstico y propósito, que permitió presentar los lineamientos rectores del Proyecto Cultura, del cual derivó el de creación del Núcleo y Circuito Cultural Universitario. Su mayor tarea sería la de reunir a quienes, de acuerdo a su particularidad, tienen la responsabilidad de representar y desarrollar el proceso cultural universitario y velar por su pertinencia, su adecuación práctica, y sobre todo a quienes directamente compete la concepción, implementación, desarrollo de la política cultural universitaria, no sólo como extensión de la actividad académica y artística de la Universidad, sino, lo más importante, sin descuidar la formación integral del universitario y la integración de la universidad consigo misma, espacio que reclama de la cultura en su sentido estético y artístico. Haber podido reunir a gran parte del sector cultural universitario en el encuentro realizado en el mes de abril, con el fin de establecer un diálogo sobre ese primer documento y el deber ser de la política cultural universitaria fue uno de los más importantes avances de la tarea. El encuentro dio lugar a la ampliación del diagnóstico y la visión conjunta de una parte importante del sector cultural universitario, así como también contó con la presencia y participación de agentes claves externos. Igualmente dio pie al señalamiento de delimitaciones más concretas en relación con las vías de atención y consolidación del sector cultural de LUZ, la definición de los objetivos a alcanzar en la gestión cultural universitaria y la atención de variables involucradas en los objetivos meta y alternos. La denominación del Proyecto Núcleo y Circuito Cultural Universitario pretendió ser un observatorio cultural con miras a sostener permanente diálogo y rutina de trabajo en un Comisión de Cultura 2008-2009: Margarita Figueroa, Régulo Pachano, Américo Gollo, Pedro Romero, Miguel Ángel Campos, Jackeline Vílchez e Iraima Georgina Palencia. 1 Políticas culturales de la Universidad del Zulia 6 compromiso de acciones operativas tendientes a la visualización de un eje cultural más sólido y con mayor impacto. Sin embargo, nos enfocamos en metodologías paralelas, que en este documento se darán a conocer, y la razón de ello fue la apreciación colectiva de que la concepción de Núcleo generaría una estructura innecesaria. Al tiempo, y como podrá constatarse, sin sostener denominaciones, el objetivo se ha cumplido, pues la comunicación, la cooperación permanente y el discurso compartido han modelado la concepción de un circuito hermanado por el mismo interés: desarrollar, además del cumplimiento de las funciones inherentes a los planes de cada dependencia, otro compartido, mirando siempre a la Universidad como el territorio, cuya comunidad puede ser movilizada gracias al empuje de los saberes y prácticas culturales. Tal como acordamos en el primer encuentro colectivo, a manera de resultado, hicimos llegar las bases que orientarían la elaboración de las políticas culturales de la Universidad del Zulia, las cuales sirven de soporte para el diseño de las acciones de diversas localidades y para los acuerdos nacionales e internacionales. “El ideal del desarrollo de las políticas culturales”, tal como lo propone la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), es: “más allá de planificar la Cultura, asegurar que los componentes y recursos culturales estén presentes en todos los espacios de la planificación y procesos de desarrollo de las políticas públicas.” (en: http://www.oei.es). Sin embargo, a manera de advertencia, la OEI señala que la puesta en marcha de políticas culturales enfrenta un gran número de retos para su adecuada y próspera ejecución, “por ello, es menester la elaboración de políticas culturales consistentes que establezcan parámetros y lineamientos a largo plazo. En buena parte de los casos, ello implica asumir decisiones de complejidad y avanzar asumiendo obstáculos, imprevisiones e imprecisiones constantes.” (ibídem) Basados en el texto citado antes, y reconociendo dimensiones que podían ser abordas sin la espera de la aprobación del documento que ahora presentamos es que nos dedicamos a generar respuestas que a corto plazo pudiesen evidenciar cambios a la realidad que hasta ese momento se conocían. Ejemplo de ello es: -La reactivación de la Comisión de Patrimonio. -La creación de la Unidad de Patrimonio. Dirección de Cultura. -La clarificación de lo cultural en la Política Editorial del periódico La Universidad del Zulia. -El incremento del presupuesto a las dependencias de gestión cultural. -La concepción del proyecto Api-Artista. -El acuerdo de Red de Cooperación Cultural Universitaria. -Los acuerdos de corresponsabilidad cultural entre la Dirección de Cultura y dependencias universitarias, entre ellas las Facultades. En octubre del año 2009 se nombra una Comisión de Cultura, ya no para asesorar al Rector en cuanto al desarrollo del cumplimiento de su oferta en materia de gestión cultural sino para dar cumplimiento cabal a lo expresado en la Ley de Universidades cuando ésta señala: Políticas culturales de la Universidad del Zulia 7 Artículo 140. El Consejo Universitario podrá crear, con carácter ad-honorem, como órgano consultivo de la Dirección de Cultura, una Comisión de Cultura, en la que participarán profesores y estudiantes, designados por el mismo Consejo. Artículo 141. La Dirección de Cultura, con la asesoría de la Comisión de Cultura, donde la hubiere, tendrá a su cargo la dirección y coordinación de las actividades culturales de la Universidad, de acuerdo con el Reglamento que dicte el Consejo Universitario. Estratégicamente, y para dar respuesta a lo que hasta ahora se tenía como diagnóstico de la situación se propuso como miembros de la Comisión de Cultura a actores clave por conocimiento y por funciones de encargo: Coordinadora Central de Extensión: Carmen Montes. Coordinadora Central de Pregrado: Yasmile Navarro. Coordinadora de la Comisión LUZ Igualdad y Equiparación de Oportunidades para Personas con Discapacidad: Dinah Bromberg. Directora de Recursos Humanos: Ixora Gómez. Director de la Escuela de Letras de la Facultad de Humanidades y Educación: Carlos Pérez. Coordinador de Extensión de la Facultad Experimental de Arte: Luis Gómez. Coordinador de la Comisión de Patrimonio Cultural Universitario: Anabelí Vera, representada por Leyla Cuenca. Presidente de Fundaluz: Pedro Romero. Artista plástico, museógrafo e ingeniero civil: Edward Pérez. (Sector externo) Gestor cultural, profesor de la Facultad Experimental del Arte: Régulo Pachano. Socióloga, investigadora en gestión y políticas culturales: Emilia Bermúdez. Literato, crítico de arte, profesor de la Facultad de Humanidades y Educación: Miguel Ángel Campos Musicóloga, directora de Cultura en el período 2008-2009: Jackeline Vílchez Tres (3) representantes estudiantiles: David de La Cruz, Fabián González y Luis Perozo. En este marco iniciamos el trabajo ampliando las mesas de diálogo, con otras direcciones como Deportes, Dirección General de Comunicación, Dirección de Relaciones Interinstitucionales, Dirección de Recursos Humanos, Dirección de Seguridad Integral, las divisiones de Extensión de las facultades, representantes estudiantiles, institutos. Fundaciones, centros, gremios, grupos de trabajadores, programas artísticos y culturales, comisiones, instancias de gobierno universitario, profesores, estudiantes y otros integrantes de la comunidad universitaria que como Autodesarrollo tienen mucho que aportar a la comprensión de la situación actual y que contribuir con la gestión cultural. Con ellos, en cada momento, se ha pretendido, desarrollar una revisión que nos permita continuar todo aquello bueno que tenemos, superar aquellos errores persistentes, y hacerloreunidos bajo el espíritu universitario, cuyo núcleo es el reconocernos en nuestras divergencias, asumirnos en la diversidad cultural y con la teoría y el diálogo como metodologías, arribar al consenso necesario para poder alcanzar los objetivos trazados, especialmente las Políticas culturales de la Universidad del Zulia 8 Políticas Culturales de la Universidad del Zulia. Sobradamente satisfechos por este trabajo de más de tres años, entregamos para valoración del máximo organismo decisor de LUZ, su Consejo Universitario, lo que consideramos es el soporte identitario de la cultura de la Universidad del Zulia. Un documento que servirá de base para el direccionamiento de los saberes y las prácticas culturales, y que es mucho más que el reglamento sugerido en el artículo 141 de la Ley de Universidades. En cada una de las líneas escritas se refleja una voz colectiva que, como en toda política cultural que pretende ser apropiada por su comunidad sugerente, acompañó el diagnóstico, la concepción, la operacionalización, la validación, y está atenta a la aprobación para unirse a la divulgación de sus principios, fase fundamental, última, y sucesiva al recibir la evaluación por parte de las autoridades institucionales. Lo que presentamos ante ustedes es una política cultural que contribuye a lograr lo consagrado en el preámbulo del texto constitucional: “una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural y que esté de acuerdo a las disposiciones fundamentales contempladas en la Ley de Universidades vigente.” Una política cultural que nos ayude a dinamizar los más diversos componentes culturales y que apunte a la formación de valores que forjen la ética, el espíritu científico, la ciudadanía democrática. Una política cultural concertada, que sirva de vinculación entre todos los actores culturales que hacen trabajo académico y artístico en los espacios universitarios y de interacción con el entorno. Una política cultural que ponga en valor el patrimonio científico y artístico de la Universidad y que siembre una cultura ecológica que sustente y que permita, a los habitantes de la ciudad, incluyéndonos, apropiarnos de los espacios universitarios para convertirnos en una Universidad viva y que vive. Por supuesto, se está consciente del contexto que nos es adverso y en este sentido los obstáculos son muchos. Pero, al mismo tiempo, eso hace más urgente una política cultural que otorgue a los actores culturales claridad de propósitos, articule esfuerzos con otras instituciones tanto públicas como privadas a fin de optimizar los pocos o muchos recursos con que contamos. Creemos que éste es un gran paso ordenar todos los esfuerzos que en materia cultural hacemos desde diferentes unidades en la Universidad, un paso necesario y que está en consonancia con la preocupación por el deterioro de la formación creativa y espiritual de nuestros alumnos, y en general nuestros miembros de la comunidad universitaria. Preocupación expresada en los distintos encuentros y entrevistas por la mayoría de esa misma comunidad, y sus diversos actores culturales y que han sido recogidas por quienes han estado trabajando desde la Dirección de Cultura en la tarea de consulta para el diagnóstico que abordaremos en la sección que corresponde en esta propuesta. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 9 1. Metodología del saber y del hacer Gestión Participativa Gráfico n.1. Representación de la participación de las fuentes del saber Gráfico n.2. Representación del recorrido de la gestión cultural 2008-2012 Los instrumentos principales para recabar información, lo que hemos denominado fuentes del saber han sido: las discusiones socializadas con la comunidad cultural universitaria, las entrevistas semiestructuradas intencionadas, hechas a expertos y partícipes de la problemática estudiada, y una encuesta realizada al sector estudiantil. Paralelamente, la revisión documental es otra vía fundamental para interpretar la realidad cultural universitaria, tanto diacrónica como sincrónicamente. A través de documentos se abarcan las teorías, conceptos, resultados de investigación, descripciones, métodos, entre más. A su vez, los documentos institucionales constituyeron otra fuente importante de información, entre ellos, normativas, registros estadísticos, minutas, informes técnicos, archivos. Y más documentos fueron relevantes para complementar la información aquí expuesta: Comunicacionales: periódicos, videos, afiches, entre otros. Legales: leyes, reglamentos, y ordenanzas jurídicas; y personales: comunicaciones, Políticas culturales de la Universidad del Zulia 10 anotaciones o cualquier otro método personal de documentación de información tanto de los autores como de los partícipes espontáneos. La revisión documental supuso el enfoque crítico de las fuentes, de cuyos argumentos se desprende, respectivamente, el carácter de consistencia y coherencia del documento final. 1.1. Encuentros con discusiones socializadas Estos encuentros, discusiones socializadas con la comunidad cultural universitaria, representan una estrategia cualitativa de colecta y organización de la opinión general. Fueron tres los encuentros propuestos. Los dos primeros, con participación activa, diagnóstica y propositiva de los asistentes. El tercero y último de ellos, para validar los ejes que para la política cultural se concibieron, luego del análisis, tanto global como pormenorizado de la situación. Todo esto desde la interpretación de los restantes instrumentos que acompañan este proceso, y de estos mismos encuentros, igualmente fueron parte del programa de este último los avances gerenciales y de impacto, resultado de estrategias activas, adelantadas tanto por la Dirección de Cultura como por las restantes dependencias culturales asociadas directamente con el saber y hacer universitario. La propuesta temática de los dos primeros encuentros fue “Hacia la construcción de la política cultural universitaria” y “Hacia la organicidad del sector cultural universitario”. Y como el tercer encuentro se centró en la revisión del acopio de información anterior, su sistematización, que culminó en las políticas diseñadas y la idea fue recoger las acciones propuestas por cada participante, todo el proyecto global, se denominó “LUZ: un proyecto cultural”. Esta estrategia fue de convocatoria pública, hecha con suficiente antelación en el semanario de La Universidad del Zulia encartado los domingos en el diario La Verdad. Las primeras opiniones y resultados fueron publicados el domingo siguiente, y las demás en los subsiguientes. La estrategia de la convocatoria pública disminuye el riesgo de que existan miembros de la comunidad universitaria que no se hayan sentido convocados, consultados o partícipes, sin embargo, también acarrea que personas individuales o colectivos organizados no se sientan llamados a través de comunicaciones personalizadas. La estrategia acordada fue la pública por los medios de divulgación institucionales. La asistencia a los encuentros si no populosa resultó representativa, al primero asistieron 88 personas del sector cultural del Zulia, al segundo 66 personas del sector cultural universitario de la Universidad del Zulia y al tercero 61 personas. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 11 1.2. Entrevistas Una estrategia que también sirvió de anclaje para la diagnosis de la situación e insumo para la propuesta de políticas culturales fue la entrevista semiestructurada, de las cuales se realizaron una decena con la visión de dos perfiles de opinión: 1er perfil 2do perfil Expertos. Noción y Política Cultural, y universidades Gestores y gerentes locales. Agentes culturales y modelos de gestión Emilia Bermúdez Ángel Lombardi Miguel Ángel Campos Américo Gollo Evaristo Méndez Pedro Romero Lía Bermúdez Régulo Pachano DinahBromberg Inés Laredo Marisol Ferrari Hugo Barboza Georgina Palencia La agenda de diálogo fue Nociones de ciudad cultural y cultura universitaria Relación entre ciencia, cultura y sociedad Relación entre arte y cultura Responsabilidad universitaria en la formación ciudadana Gestión cultural universitaria, caso LUZ. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 12 1.3. Perfiles de los entrevistados Américo Gollo Doctor en Ciencias Filosóficas. Fundador de la Facultad Experimental de Arte de LUZ. Exdirector de cultura de LUZ. En su trayectoria se destaca la investigación en el área de la Etnomusicología y la cofundación junto a su hijo Simón Gollo, de un evento de trascendencia internacional como lo es el Festival y Academia Nuevo Mundo. Siendo docente de la Universidad de Zulia, ha contribuido desde la academia a la construcción de un pensamiento crítico, humanístico y científico. Ángel Lombardi Historiador, escritor. Rector de la Universidad del Zulia (1992-1996). Sus publicaciones y condecoraciones son incontables, pero lo son aún más sus aportes en el área del arte y la cultura. Sugiere reivindicar conceptualmente la Universidad para que ésta sea concebida, en todas sus funciones y características, como un proyecto cultural integral Evaristo Méndez Sociólogo, Doctor en ciencias de la Educación. Dedicado al estudio y enseñanza sobre la Epistemología de la Vida, por lo que en su aporte siempre se concentran la Educación, la Sociología y la Epistemología. Pedro Romero Arquitecto. Especialista en urbanismo y patrimonio. Representante del Instituto de Patrimonio Cultural de la Nación en varios períodos y aún en el actual. Consultor obligante en materia patrimonial. Custodio de recuperaciones de arquitecturas y bienes en la universidad, la ciudad y el estado. Emilia Bermúdez Socióloga. Especialista en diseño de políticas culturales. ExSecretaria de Cultura del Estado Zulia. Miembro de la Comisión de Cultura de la Universidad del Zulia, actual acompañante líder del diseño de las políticas culturales de la Universidad del Zulia. Tutora de diversas tesis en materia cultural, especialmente en políticas culturales juveniles y locales. Inés Laredo Fundadora de la primera escuela de teatro en una universidad, siendo ésta La Universidad del Zulia. Se destacó como actriz, docente, productora y directora. Manifiesta que “el teatro es vida” y aboga porque los alumnos universitarios revivan constantemente su capacidad de crear, de investigar, de crecer a través del teatro y del montaje de sus propias escenas. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 13 Marisol Ferrari Artista dedicada a la coreografía y al estudio de la danza por más de 40 años. Formada en la Escuela de Danza de la Facultad de Artes y Ciencias Musicales de la Universidad de Chile. Fundó en 1968 la compañía dancística DanzaLuz, de la Universidad del Zulia, que dirigió hasta 1998. Luchadora constante porque se incluya en los pensum de las escuelas la enseñanza de la danza para ayudar a los cambios sociales a través de la actividad dancística. Régulo Pachano Abogado, especialista en gestión cultural. Ejerce la docencia e investigación cultural en la Facultad Experimental de Arte de la Universidad del Zulia. Con amplia experiencia en Gestión Pública, dirige el Centro de Arte Maracaibo Lía Bermúdez, bajo la filosofía de que la cultura debe estar al servicio de todos. Hugo Barboza Maestro de danza. Ingeniero y licenciado en Danza. Director de Danzaluz. Constantemente asume los riesgos y retos que le plantea las funciones de un artista universitario. Su plan de enseñanza ofrece al alumno conocimientos teóricos y prácticos acerca de la especialidad artística; acrecienta sus habilidades y destrezas en el uso creativo de sus pensamientos; y lo educa para fomentar conciencia en su entorno sobre el papel de la danza en el quehacer del hombre. Lía Bermúdez Escultora adscrita a la corriente del abstraccionismo geométrico. Profesora en la cátedra de Diseño Básico en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo y de Comunicación Gráfica en la Escuela de Comunicación Social de la Universidad del Zulia. Es presidenta de la Fundación Centro de Arte de Maracaibo Lía Bermúdez, la cual funciona en el centro de arte que lleva su nombre. Actualmente lucha por sembrar la cultura ecológica en la población, hacer una universidad verde, una cultura verde. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 14 Max Alliey Director de Coros y Orquesta Sinfónica, compositor, arreglista, docente, pedagogo y promotor cultural. Ha sido promotor del movimiento coral en el Zulia. En su extenso hacer musical en los cargos de Director fundador, coordinador musical y arreglista de la Coral Universitaria de la Universidad del Zulia (1975-1987). Director de la Coral BANCOMARA (1977-1994. Profesor del Conservatorio de música "José Luis Paz". Ejecutante violín en la Orquesta Sinfónica de Maracaibo y en la Orquesta Típica de la Universidad del Zulia, en la Orquesta Sinfónica de Maracaibo y en la Orquesta Pro-Musica. Director de Cultura de la Universidad del Zulia. Jefe del Departamento de Música y Artes Escénicas de la Universidad del Zulia. Coordinador del Autodesarrollo en la Facultad Experimental de Ciencias de la Universidad del Zulia y Jefe del Departamento de Promoción Cultural del Banco de Maracaibo Iraima Palencia Comunicadora social, mención periodismo audiovisual, Maestría en lingüística y enseñanza del lenguaje y Diplomado en perfeccionamiento docente. Profesora de la Universidad del Zulia desde el 2001 en las Facultad Experimental de Arte, Facultad de Ciencias y Facultad de Humanidades y educación; en las áreas de Expresión oral, lengua artes escénicas, pragmática, locución, competencia comunicativa, voz y movimiento de lenguaje. Profesora en el programa de formación docente en la cátedra lenguaje y comunicación, lengua española y psicolingüística. Directora de cultura de la Universidad del Zulia. Estructura y coordina el núcleo y circuito universitario de LUZ, Productora y conductora del programa radial Discusión abierta, del vicerrectora administrativo de LUZ. Coordinadora de la mención teatro de la escuela de artes escénicas, Coordinadora de teatro del estado Zulia. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 15 Con el fin de ir socializando el discurso de la comunidad estudiada, se previó publicar mensualmente, las entrevistas como reseña de opinión en el semanario La Universidad del Zulia, encartado dominical del periódico La Verdad, así como que la grabación de las mismas se hiciera con la estética televisiva apropiada para usarlas, luego del proceso de postproducción, para divulgar lo más extendidamente el discurso. 1.4. Encuesta El impacto cultural en la comunidad objeto de este estudio, formada mayoritariamente, por estudiantes universitarios, se interpretó a través de un instrumento sobre consumo cultural aplicado a una muestra de 392 estudiantes, durante el mes de septiembre de 2010. Una frondosa encuesta fue la forma cómo, de una muestra significativa de esa población, se documentó información que sirve a dos fuentes de análisis: 1. El diagnóstico de impacto del recorrer de la gestión cultural universitaria de la Universidad del Zulia, percibida por esos estudiantes. 2. Los gustos culturales potenciales demandas culturales, vistas bajo la noción de necesidades– deseos e ‘insuficiencias’ en la formación de gustos, valores y estéticas culturales; y que dieron pauta para la concreción de los ejes de las políticas que deberá desarrollar la institución para incrementar la formación de públicos. 1.5. Recorrido La coordinación y la Comisión de Cultura actuaron esencialmente como organizadores de las discusiones, facilitadores y catalizadores de problemas y conflictos, en general como técnicos, documentalistas e intérpretes. Las fases siguientes ilustran el recorrido emprendido. 1. Fase exploratoria de la comunidad a través de los tres métodos empleados y descritos antes: encuentros con los miembros de la comunidad cultural, entrevistas a informantes clave, y encuesta a estudiantes. 2. Fase de descripción de la problemática, ya en la dinámica de trabajo de las sesiones con la Comisión de Cultura, especialmente cuando, progresivamente, se obtenían datos de los resultados de los encuentros y la encuesta. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 16 3. Fase explicativa de los factores responsables, tras haberse obtenido todos los datos a través de los métodos previstos. En esta fase fue importante el compartir la información con las restantes direcciones adscritas al despacho rectoral en los III Gabinetes de Gestión desarrollados hasta la fecha de entrega de este trabajo, puesto que instancias de corresponsabilidad podían opinar, explicar, profundizar y proponer abordajes posibles. 4. Fase de elaboración de la Política Cultural de LUZ para poder entramar el conjunto de áreas problemas y elementos participantes en ella. Las acciones para concretarlas fueron la fase última inmediata, esbozadas en el III Encuentro de Agentes Culturales, y sus posteriores revisiones. 2 2. Diagnóstico general La Universidad del Zulia ha desempeñado a lo largo de su centenaria trayectoria una función relevante en la vida cultural de la región y del país. Su propia creación implicó un cambio trascendental en la historia cultural del Zulia y significó la concreción de un proyecto cultural impulsado por las élites ilustradas marabinas (LUZ, 2006). Así, la Universidad del Zulia se convirtió en referencia importante en el movimiento cultural de la región y especialmente en la ciudad de Maracaibo. En este sentido el profesor Régulo Pachano, director del Centro de Arte de Maracaibo Lía Bermúdez (2010) expresa que antes que existieran los espacios culturales como el propio Centro de Arte que él dirige “…quién llevaba adelante la vida cultural de la ciudad era la Universidad, y justamente la Universidad lo hacía desde todo ese potencial humano, desde todo ese potencial físico, que era entendido como una acción”. Incluso según Marisol Ferrari (2010) para el año 1980 la Dirección de Cultura tenía “una gran efervescencia en un gran desarrollo cultural, ahí estaban enorme cantidad de grupos de música, de danza, de teatro…”. Y es que la creación en 1947 de la Coordinación General Universitaria y su casi inmediata conversión en Dirección de Cultura (1949-1950) obedeció al compromiso en sostener una actividad cultural permanente, a pesar de todas las insuficiencias de recursos y de organización con los que ha tropezado a través de los años. Esto último tiene su mayor evidencia en la sostenibilidad en el tiempo de agrupaciones culturales que han pasado a ser referencia importante de nuestro quehacer cultural como es el caso del teatro de títeres y muñecos “Chímpete –Chámpata”, el Cine Club Universitario, Danzaluz y el Orfeón Universitario, hoy día programas de los departamentos artísticos a los cuales se adscriben. A esto se suma la creación del 2 Este procedimiento, así como el marco metodológico puede verse ampliado y fundamentado epistemológica y teóricamente en la Tesis Doctoral: Gestión Cultural Universitaria. Enfoque sistémico en contextos y ciencias de la complejidad, de Iraima Georgina Palencia; quien documenta esta experiencia de Investigación Acción Participativa como epicentro de su estudio culminado en enero 2012. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 17 departamento Socioantropológico de importante impacto en la difusión y preservación de la cultura de algunos de los grupos indígenas que habitan nuestra región y de las comunidades afrodescendientes. Asimismo, fue definitorio la creación de espacios culturales que impulsarán el desarrollo cultural de la región a través de una política de convenios estratégicos con otros actores de la región para crear y promover instituciones culturales bajo la figura de fundaciones tuteladas por la Universidad como es el caso del Museo de Arte Contemporáneo del Zulia (Maczul) creado en 1990, y la restauración y puesta en funcionamiento del Teatro Baralt en 1998, ambas instituciones están delineando la contemporaneidad de la vida cultural de la ciudad. Incluso en la misma década la participación decisiva de la Universidad en la conversión del Mercado Central en el Centro de Arte de Maracaibo Lía Bermúdez. También se suman, como historia cultural, pues persiguen la solidez de un discurso humanístico y civilizatorio, en 1991 la salida al aire de la emisora LUZ FM, proyecto que se expandió posteriormente con la creación de la emisora intercultural bilingüe 97.7 FM en El Moján y LUZ FM 107.5 en Punto Fijo. Asimismo, en la actualidad, la Universidad del Zulia cuenta con un canal de televisión Teveluz y una agencia de noticias a través de su portal web denominada LUZ Adn. Medios sumados al periódico centenario La Universidad del Zulia que es encartado los domingos en el periódico regional La Verdad. Otro paso trascendente en la década de los noventa es la creación de la Facultad Experimental de Arte, proyecto que es cónsono con la preocupación de actores de la comunidad universitaria para que la Universidad del Zulia responda a las necesidades que tiene la región de formación de recursos humanos en el ámbito de las artes y de la gerencia y administración cultural, contribuyendo de esta forma a fortalecer cada vez el desarrollo cultural regional. Igualmente, en la tarea de valoración y protección del patrimonio dos ejemplos recientes pueden ilustrar el esfuerzo que se realiza en este aspecto: Por un lado, la restauración de varias obras, la casa de Udón Pérez en la calle Carabobo y la restauración de La Ciega, esta última marca un hito histórico en este ámbito porque responde a una política de encarecimiento del patrimonio por la puesta en valor de un patrimonio arquitectónico no sólo de la Universidad sino de la ciudad. Por otro lado, la creación del reglamento de patrimonio y la reactivación y nombramiento de una comisión para encaminar los procesos de atesoramiento y preservación del Patrimonio Cultural de LUZ. En distintos momentos, LUZ también ha dado pasos y ha invertido grandes esfuerzos y recursos para evitar el excesivo cientificismo y formación tecnocrática y avanzar hacia un currículo integral que esté atravesado por la relación ciencia y cultura y cuyo centro sea el hombre. Como prueba de ello podemos citar ejemplos en materia curricular tal y como los desaparecidos “Estudios generales” implementados en 1976 y la posterior inclusión de las materias llamadas de Políticas culturales de la Universidad del Zulia 18 formación general en los currículos de cada escuela. De la misma forma, la creación de las unidades curriculares de autodesarrollo y más reciente la incorporación del “servicio comunitario”, como materias obligatorias del pénsum. Adicionalmente, se inscriben en estos esfuerzos la creación del reglamento de las actividades de extensión (1966), el posterior fortalecimiento de su estructura con la instauración de las “unidades de extensión en todas las facultades de la universidad” y el diseño en el año 2000 de una propuesta de políticas y estrategias para el fortalecimiento de la cultura de extensión universitaria, a pesar de que esta gestión se insertó en la línea de extensión cultural debilitando su presupuesto y su campo de acción. Asimismo, más recientemente adecuándose a la ley de servicios comunitarios del año 2005, que persigue fortalecer la responsabilidad social de los estudiantes y profesores con las comunidades, se empezó a implementar el servicio comunitario como requisito obligatorio para profesores y estudiantes. En todo caso hay que preguntarse por qué, si como hemos visto la Universidad ha realizado tantos esfuerzos para responder a lo que es su misión en el ámbito cultural, éstos no se han traducido en cambios culturales significativos tanto a lo interno de la Institución como en su espacio natural más inmediato, la ciudad y sus habitantes. A juzgar por el diagnóstico realizado a partir de la investigación documental y de la consulta a diferentes actores culturales considerados claves por su experiencia en la gerencia y la acción cultural de la universidad y de la región 3, así como por el diagnóstico y síntesis de los encuentros sostenidos por el sector cultural universitario, la herencia actual está lejos de ser perdurable. 3 Estas consultas están soportadas en entrevistas audiovisuales instruidas por la Dirección de Cultura, a algunos personajes claves por su experiencia cultural en la gerencia universitaria y de la región, hechas con el fin de extraer esos insumos y de difundirlas para socializar el discurso. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 19 2.1. Diagnóstico base de las consultas orales Categorías conceptuales Agenda de diálogo. Lineamientos coincidentes y prioritarios Fuentes orales Nociones de ciudad cultural y cultura universitaria La universidad como proyecto cultural no es y debe ser un territorio sensible que abarque desde la ecología hasta el arte, pasando por la infraestructura, y la construcción estratégica de ambientes que generen la convivencia, el sentido de pertenencia y apropiación del espacio universitario. Relación entre cultura y sociedad La cultura y lo cultural, como potenciador del saber universitario, no se ha empleado y debe serlo, como puente comunicante entre la universidad y el entorno social, procurando ser la imagen del ser y hacer de la comunidad universitaria. ciencia, Relación entre arte y cultura Las prácticas artísticas deben convertirse y aún no lo son, en el recurso principal del desarrollo cultural universitario, promoviendo la sensibilidad y la relación ética y estética de la convivencia en sus espacios. Responsabilidad universitaria en la formación ciudadana Las prácticas artísticas y culturales fomentan y aún no se emplean como tales, la consolidación de la formación integral de los universitarios y ciudadanos en general, dimensión imperante de la misión de las universidades, y el saber cultural debe concebirse en un eje transversal de la educación universitaria. Gestión cultural universitaria, caso LUZ La gestión cultural universitaria aún no responde y debe hacerlo a políticas culturales que den respuesta a las demandas de los universitarios y de los ciudadanos en general, y que logren disminuir las dificultades que los distancian de las prácticas culturales, las cuales deben convertirse en hechos de cotidianidad. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 20 2.2. Diagnóstico base de las discusiones socializadas Categorías operacionales4 2.2.1. Patrimonio No hay directrices para la constitución y preservación del patrimonio, el mantenimiento de la infraestructura: las edificaciones, mobiliario, equipo y materiales de trabajo se encuentran deteriorados. No se ha velado por la institucionalización del conocimiento sobre el valor patrimonial que se compone no sólo del valor arquitectónico, también estético, y de valor histórico, social, etc. Se debe desarrollar con urgencia un programa formativo y de divulgación de este legado societario. La inseguridad es muestra de la necesidad de habitabilidad de los espacios, sobre todo los comunes. Se carece de alternativas para generar y apoyar programas de autogestión que le den mayor importancia al valor patrimonial. La Ciudad Universitaria posee un conjunto de islas y manchas verdes de valor patrimonial y ecológico que no son considerados puntos de partida para iniciar el entretejido de la trama urbano-cultural. La Ciudad Universitaria no refleja en sus espacios lo que es su naturaleza, en cuanto a la constitución de un espacio creativo y participativo que debe guardar una relación armónica con el paisaje natural y construido. La Ciudad Universitaria no encarna ni menos simboliza su ser cultural en la arquitectura de sus edificaciones y espacios integrados con las expresiones artísticas y la participación humana, y por lo tanto no puede ofrecer un panorama de sensibilización y conciencia histórica y social. El espacio universitario no proporciona nuevos patrones de ocupación ecológica hacia el entramado urbano, y como aporte de la institución vanguardista que orienta el pensamiento sobre la ciudad deseable y la ciudad lograda. 4 Para este apartado se han usado las conclusiones y opiniones de las distintas mesas organizadas en el I y II Encuentro de Agentes culturales. Eventos estos propiciados por la Dirección de Cultura de LUZ y en los que también participaron diversos actores culturales involucrados en la acción cultural de distintas instituciones culturales de la región. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 21 2.2.2. Identidad El ámbito identidad en una política cultural universitaria deberá reforzar los estadios simbólicos a través de los cuales se puedan representar todos los ideales y razones de ser de la Universidad como espacio de producción intelectual y como casa de pensamiento y reflexión, así como abrir espacios para redefinir los repertorios de identificación de carácter positivo desde el espacio universitario para suplir las carencias actuales y los estadios de crisis. La Universidad no está abierta visiblemente a la ciudad y esto pareciera coadyuvar a la imagen de desconfianza que actualmente se tiene de ella. La Universidad no refuerza la formación social y crítica pues al ser producto de una crisis acumulada su espacio se presenta como un territorio abandonado, carente de orientación, rutas, mapas y cartografías de interrelación espacial e histórica con la trama urbana y social. Las políticas educativas hacen énfasis en la especialización y en la eficiencia más que en la educación integral y ciudadana. La Universidad no aborda suficientemente la atención espiritual, el trabajo multidisciplinario, y por el contrario fortalece el pragmatismo, el espíritu utilitarista, el corporativismo y la burocracia. 2.2.3. Apoyo a los artistas y a los trabajadores culturales El talento natural de los integrantes de la comunidad universitaria pasa inadvertido al no existir un programa de captación sólido. La capacitación ofrecida por la dependencia encargada de tal fin hace énfasis en el carácter administrativo de la organización y de las áreas de apoyo pero poco o ninguno en las funciones específicas. 2.2.4. Actividades culturales Existe dispersión del valor de las acciones ejecutadas por los operadores culturales debido a la ausencia de una concepción coordinada. Hay falta de información global de la cultura propiciada por la Institución. No existen prácticas culturales reconocidas, permanentes y democratizadas por lo que no se da lugar a la cooperación por la gestión cultural universitaria, la labor administrativa, el Políticas culturales de la Universidad del Zulia 22 mantenimiento de los espacios, fomento de la innovación y calidad de las actividades y los recursos humanos. Los problemas de inseguridad, falta de información, y las dificultades económicas, de transporte y trabajo disminuyen la promoción y la participación. La producción artística de la institución tiene poco espacio en la instalación e infraestructura de la Universidad. 2.2.5. Vinculación Ausencia de un plan de vinculación sistemática institucionalizada a través del cual se puedan interrelacionar los operadores y las dependencias encargados directa e indirectamente de promover las actividades artísticas y la cultura. Ausencia de convenios de cooperación permanente entre los operadores culturales. Dificultades para afrontar –desde la cultura universitaria– los vacíos espirituales, cognitivos e integrales que afectan el desarrollo ciudadano. Ausencia de programas de formación artística, humanística, filosófica o crítica para los estudiantes de las disciplinas técnicas y científicas. Cuestiones de fondo ¿Por qué en presencia de fortalezas como la acción sostenida a lo largo del tiempo de agrupaciones culturales, fundaciones y de instituciones con trayectoria esto no se traduce en una acción cultural sentida en nuestra comunidad universitaria y en su entorno? ¿Por qué a pesar de los esfuerzos de transformación curricular para responder a la formación de hombres y mujeres aptos para el ejercicio de su profesión y para el ejercicio de la ciudadanía esto no se traduce aún de manera visible en los egresados tal y como lo muestran los diagnósticos de expertos5 en el área? ¿Por qué la universidad no se ha constituido en un espacio cultural y una alternativa de creación y apropiación cultural válida tanto para quienes constituyen su comunidad como para los habitantes de la ciudad en general? 5 Ver por ejemplo los resultados del encuentro de investigadores y expertos y que fueron recogido en Lanz, Rigoberto (comp). La universidad se reforma, Tomo I y II, Caracas, UCV-ORUS-IESALC-UPEL-MES. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 23 ¿Por qué quienes hacemos vida en la Universidad hemos ido perdiendo el sentido de pertenencia con la institución y ésta se ha convertido cada vez en un sitio de entrenamiento, abandonando la misión de ser un lugar en donde se forma el espíritu científico, ético y de educación estética? ¿Por qué la oferta de los actores culturales involucrados en la acción cultural universitaria no llega a nuestros estudiantes, tal como lo muestra el estudio realizado por la Dirección de Cultura sobre el consumo cultural de los estudiantes de LUZ (2010), y es prácticamente desconocida por la mayoría? Algunas respuestas a estas interrogantes las han dado diversos actores involucrados en la actividad académica y cultural de la Universidad y la ciudad: estos han apuntado hacia algunos de los nodos principales de estos problemas, que se resumen en: 1.- La ausencia de una política cultural universitaria que provea de sentido a la acción concertada de los diversos actores involucrados en la acción cultural universitaria. 2.- La inexistencia de un proyecto cultural universitario que permita convertir a las artes en el medio dinamizador de los cambios culturales y la transformación y apropiación de los espacios universitarios. 3- La carencia en la práctica de un órgano rector de la política y la acción cultural universitaria que permita sostener una acción concertada y sostenida entre los distintos ámbitos de las actividades culturales sean curriculares, extracurriculares o de extensión. 4.- La existencia de un marco legal que no se corresponde con la dinámica cultural que se ha ido generando en la universidad y con las maneras actuales de mirar los procesos culturales. Estos nodos se traducen en un conjunto de problemas que afronta la gerencia y la acción cultural universitaria y en los cuales se destacan: a- Débil sentido de pertenencia de la comunidad universitaria con la institución. b- Falta de vinculación entre los diferentes actores involucrados en la acción cultural universitaria que redunda en la pérdida de esfuerzos y una acción no sostenida y de escaso impacto. Esta desvinculación no sólo atañe a la relación de los involucrados directa e internamente sino también a la relación con otras instituciones de la región. c- Problemas derivados de la gerencia universitaria y de la manera como la estructura universitaria ha ido superponiendo dependencias con competencias en el ámbito de lo cultural debilitando a la Dirección de Cultura, institución que según la ley de Universidades vigente (artículos 138 y 141) le corresponde dirigir Políticas culturales de la Universidad del Zulia 24 las actividades de extensión cultural y, junto con la Comisión de Cultura, la dirección y coordinación de las actividades culturales de la universidad. d- Inexistencia de definición de áreas claves de impacto en la transformación sociocultural que necesita nuestra sociedad, tanto regional como nacionalmente, lo que se ha traducido en una falta de sintonía entre la acción cultural universitaria con las prioridades del país. e- Desvinculación de la estructura curricular y poca incidencia en la formación integral de los estudiantes; situación ésta profundizada por el surgimiento, con los cambios curriculares, de estructuras que como el caso de autodesarrollo o de trabajo comunitario que tienen una acción importante en el ámbito de la formación y difusión cultural pero se mantienen ajenas a la Dirección de Cultura, y a la inversa. f- Dispersión y pérdida de recursos por la existencia de diversas estructuras e instituciones que trabajan desvinculadas unas de otras. g- Acción cultural epiléptica derivada de la falta de una política cultural de largo plazo y de la continuidad en los planes de gestión cultural debido al sello personal y no institucional de las gestiones. h- Prioridades en las líneas de acción cultural que dependen de las inclinaciones culturales de quienes dirigen los organismos y no se basan en estudios sobre necesidades culturales y demandas de la población universitaria y extrauniversitaria. i- Poco respaldo al desempeño constante y meritorio, pues el éxito de la acción de los grupos culturales se debe al esfuerzo de quien los dirija y no a una voluntad concertada e institucional, lo que hace que se personifique la gestión. j.- Inexistencia de un plan de formación, actualización y desarrollo del personal, así como la constante asignación de personal no calificado a la Dirección de Cultura durante un largo período. k.- Inexistencia de monitoreo, evaluación y control de la gestión cultural por parte de los organismos involucrados en la gestión cultural. l.- Escaso presupuesto y falta de planes alternativos de financiamiento distinto al universitario. ll.- Falta de articulación y propuestas desde las artes en áreas claves de la calidad de vida de los estudiantes como, por ejemplo, alternativas al tiempo libre y recuperación de espacios para las artes en armonía con una propuesta ecológica. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 25 m.- Desconocimiento, desmotivación y escasa participación de la comunidad universitaria en las propuestas de creación, formación y difusión. n.- Escaso impacto sobre aspectos claves en los procesos de desarrollo cultural de la región y en la formación de los estudiantes como es el caso de los procesos de construcción de identidades locales y de ciudadanía. ñ- Falta de claridad en las áreas prioritarias de acción. o- Ausencia de una base de datos que permita tomar decisiones sobre distintos ámbitos como por ejemplo características socioculturales de los estudiantes de LUZ o una memoria de proyectos culturales generados en la institución. p- Deterioro del patrimonio cultural universitario y una visión restrictiva del mismo que dificulta el emplazamiento social de su valor. q- Subutilización y abandono de espacios que pueden ser ocupados por las actividades culturales r- Desvinculación de la gestión cultural de lo ecológico como aspecto clave del mejoramiento de la calidad de vida de la comunidad universitaria y de su entorno. s- Poco impacto de la acción cultural en espacios de la ciudad distintos al de la infraestructura cultural institucionalizada. t- Separación entre la gestión cultural y la gestión comunicacional universitaria. u- Debilitamiento en la Dirección de Cultura de algunas áreas de las artes como teatro, artes plásticas y publicaciones. v- Débil red de bibliotecas y tecnologías de comunicación, capital cultural indispensable para la institución si desea incorporarse al mundo del conocimiento en la era global (esto escapa a la gobernabilidad de la Dirección y Comisión de Cultura, pero no puede dejar de mencionarse como un aspecto clave que debería estar contenido en una política cultural global de la Universidad, equivalente al problema de la política editorial universitaria). v- Poca asistencia estudiantil en las propuestas de participación como artistas o promotores, y en la programación extendida. Hemos dejado, intencionalmente, de último este punto en el diagnóstico, porque siendo los Políticas culturales de la Universidad del Zulia 26 estudiantes una de las principales razones de ser de una política cultural de la Universidad, creemos que es importante hacer un punto extenso y aparte antes de entrar a definir los ejes de la política cultural para dar a conocer algunos resultados de la encuesta que sobre el consumo cultural 6 de los estudiantes y la oferta cultural de LUZ realizó la Dirección de Cultura de nuestra universidad7, en el marco de este diagnóstico, con el objeto de conocer algunos de los hábitos y prácticas culturales de los estudiantes, así como el disfrute de estos de la oferta de actividades culturales que hace la universidad. 2.3. Diagnóstico sobre el consumo cultural de los estudiantes de LUZ Se trató de un estudio exploratorio en el que se aplicó una encuesta a una muestra aleatoria simple de 396 estudiantes distribuida porcentualmente entre las diferentes facultades de la universidad, con un 95% de confianza y un error máximo visible de 5%. El instrumento indagó en las prácticas y usos culturales en dos planos que refieren a los hábitos dentro y fuera del hogar. Respecto a las prácticas y usos dentro del hogar encontramos que la mayoría de ellas se concentran en el consumo de la oferta cultural de medios de comunicación masivos 79%. La idea de que los medios masivos son el consumo principal de nuestros estudiantes se corrobora al analizar las frecuencias con las que se realizan. Frecuencia que muestra que éstas ocupan al mismo tiempo la cotidianidad de los estudiantes. Así 70% ve diariamente televisión y en la misma proporción escucha música y el 65% usa a diario el computador para actividades no relacionadas con el estudio o la investigación. El resto de las actividades son sólo ocasionales. 6 Es importante resaltar que estamos conscientes de la polémica que está presente hoy acerca de utilización de este concepto (Bermúdez, 2010) por ello queremos dejar claro que lo estamos usando desde el punto de vista de la apropiación y uso que hace esta población estudiantil de los bienes culturales. 7 El apartado del diagnóstico, así como el trabajo de campo y el análisis de la data sobre el consumo cultural de los estudiantes de LUZ, fueron propuestos y liderados por la Dra. Emilia Bermúdez, miembro de la Comisión de Cultura de LUZ, en fecha 2010, aspiramos a que a la fecha actual, se hayan modificado positivamente algunos de los datos, dado que una vez tenido el insumo se implementaron prácticas consistentes para una mayor convocatoria e impacto en el sector estudiantil. En este documento se presentan datos ineludibles pero toda la data puede ser consultada, incluso por facultades, en www.cultura.luz.edu.ve Políticas culturales de la Universidad del Zulia 27 Llama la atención también que quienes respondieron ver televisión (el 86%) lo hace a través del cable o por antena (DIRECTV) y el resto 14% es lo que corresponde a los canales nacionales. Este dato es muy significativo si quisiéramos responder a la pregunta ¿En qué lugar se están construyendo los imaginarios de nuestros jóvenes? La respuesta nos lleva a corroborar cómo los medios se han convertido en las mediaciones fundamentales para construir los imaginarios juveniles en los procesos globales. En este estudio encontramos que los estudiantes de LUZ cuentan en mayor proporción con canales de cable, que la población del estado en general. (Cerca de un 60% de la población en general cuenta con canales de cable –según estudio realizado por el Centro de Estudios Sociológicos y Antropológicos (Cesa) en el año 2009). En el plano de las políticas culturales se trata de indagar en cómo diseñar una política y oferta cultural que logre llegar a ese espacio de la construcción de los imaginarios y subjetividades juveniles y en el cómo proponer una oferta cultural alternativa dentro del mundo de los jóvenes que no sea la imposición del mundo adulto. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 28 Por esa razón, se indagó en el plano de los gustos, elemento básico en el análisis de una posible propuesta cultural alternativa. Encontramos que el gusto respecto a los programas de tv es muy variado, aunque llama la atención la inclinación hacia propuestas recreativas (66%) mientras que la oferta cultural educativa y de información se reduce a un 34% que se distribuye entre programas documentales (7%), noticieros (7%,) culturales (4%), opinión (3%), salud (5%) y por último están los programas gubernamentales (2%) y las cadenas del presidente (1%). Al observar la frecuencia entre unas actividades u otras, quienes señalan ver actividades de corte recreativa, también manifiestan hacerlo diariamente, en contraste con quienes señalan preferencia por la oferta informativa o educativa que en su mayoría escogió la opción: ocasionalmente. Lo anterior plantea una diferencia con la población del Estado Zulia en general (Cesa, 2009). El tipo de contenido que la gente prefiere y consume en la tv, son las novelas, que se incluye en la programación recreativa, pero en segundo lugar los noticieros. Llama la atención, cómo los jóvenes universitarios muestran tan poco interés por estar informados vía tv. Puede esto tener que ver con la rutina diaria de permanencia fuera de casa a las horas de los noticieros, o puede tener que ver con la negativa a enterarse de lo que para ellos puede significar una exagerada “politización” de las noticias que se relatan, como lo reflejan otros estudios realizados por el Cesa. Respecto a la radio, el 76 % manifestó escucharla y de ese 76% el 90% escucha FM. Este escucha tiene una frecuencia de 64% repartida en las opciones diaria o casi diaria, concentrándose el gusto en programas musicales (39%), programas de humor (16%) y noticias (16%). En relación a la frecuencia es de resaltar que quienes escuchan música el 47 % lo hace a diario y el 21% lo hace tres veces a la semana en contraste con el resto de los programas que son escuchados ocasionalmente. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 29 Así, la música es significativa en el consumo de radio por ello debe pensarse en que las actividades culturales de oferta musical tendrían amplia e intensa recepción en los jóvenes universitarios, un dato significativo para revisar las propuestas en general. En este análisis del consumo de la programación radial se indagó acerca de la oferta cultural de la Universidad. Ante la pregunta de si escuchabas LUZ FM, el 76 % contestó negativamente frente a un 21 % que sí la escucha y un 3% que se ubicó en la respuesta no sabe, no contesta. Este dato resulta preocupante cuando se nota que de ese 76% de escuchas, sólo el 35% lo hace a diario (si sumamos las respuestas entre las opciones diarias (10%) y casi todos los días (25%)), y el 65% lo hace ocasionalmente. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 30 . Ahora, si bien es cierto que la oferta cultural de emisoras como LUZ FM necesariamente no son de consumo masivo, es probablemente necesario redefinir algunos aspectos de la actual programación, para que la comunidad universitaria –estudiantes– se haga consumidora de esta oferta, dado que LUZ Radio también es un instrumento estratégico importante dentro de la atención al consumo cultural de la comunidad universitaria y de la comunidad regional en un nivel ampliado. El rescate del carácter de emisora cultural universitaria, como en efecto ha venido sucediendo, puede ofrecer múltiples posibilidades para la difusión y creación artística en general, pero debe mantener su relación con los públicos a los cuales se debe prioritariamente, y para esto la constante evaluación del nivel de audiencia y gustos es indiscutiblemente relevante. Otro dato que llama la atención al intentar delinear un perfil del consumo cultural de los estudiantes es el porcentaje (80%) de estudiantes que contestan afirmativamente a la pregunta sobre si leen la prensa. Al mismo tiempo es significativa la frecuencia de 57% que se ubican en las Políticas culturales de la Universidad del Zulia 31 opciones diario o casi a diario. Pero, al mismo tiempo, es de resaltar para el interés de este diagnóstico, que sólo el 6% manifestó su inclinación por las noticias culturales, concentrándose las respuestas en opciones como noticias (19%), espectáculos (14%) y sucesos (13%). El resto se reparte entre deportes (11%), ciencia y tecnología (10%), economía (6%), política (6%), sociales (7%), comiquitas (4%) y opinión (3%). Otro dato interesante respecto al consumo de la prensa es que la necesidad de estar informado de los estudiantes universitarios de LUZ es resuelta mediante la prensa escrita, mientras que la misma necesidad es resuelta en la población general del estado mediante la televisión (Cesa, 2009). Sin embargo, analizando los resultados en general podríamos concluir que no existe una necesidad sistemática ni organizada de manejar contenidos ni escritos ni visuales en cuanto a oferta cultural. Por lo tanto, la oferta cultural que se presente a los estudiantes debe ser “invasiva”, en términos de territorio, debe ubicar al estudiante en su cotidianidad, debe presentársele en su itinerario y rutina diaria, ya que la manifestación de la búsqueda de esa oferta no la hemos evidenciado en este diagnóstico. Respecto al análisis sobre el eje que denominamos prácticas culturales fuera del hogar, se destacan las actividades que tiene que ver con la socialidad, tales como visitar amigos o familiares ( 20%), ir al cine (11%), ir a centros comerciales (10%) y pasear (10%). El resto de las actividades no presentan mayor frecuencia y en este rango se encuentran las actividades culturales en la ciudad (3%). Lo anterior sugiere una lectura interesante y un cuestionamiento acerca del cómo la ciudad como Políticas culturales de la Universidad del Zulia 32 espacio de socialización prácticamente no existe en el imaginario juvenil. Este dato viene a corroborar otros estudios sobre prácticas de consumo cultural juvenil en la ciudad (Bermúdez, 2010) en los que se muestra que cada vez más los jóvenes abandonan la ciudad como espacio de socialidad y con ello su construcción imaginaria y su pertenencia a ella. Es importante entonces una política cultural que devuelva a nuestros jóvenes a la ciudad, permitiéndoles a través del arte apropiarse de ella y convertirla en un espacio en el que no sólo se habita físicamente sino imaginariamente. Los jóvenes universitarios reproducen la práctica de sociabilidad que existe en la sociedad venezolana en general: la recreación en círculos íntimos, asociados a las casas; amigos, familiares, vecinos. Esto, además de explicarse en forma general por la pérdida de la “calle” como espacio seguro, produce como consecuencia la ausencia de oportunidades de conocer y experimentar nuevos conocimientos, y nuevas ofertas culturales.La inseguridad y el crimen han obrado como un agente desmovilizador de la sociedad, el temor y el miedo recluye a la gente, se pierden los espacios públicos, pero también esto produce otro efecto devastador: la abulia y conductas recelosas de la novedad. Por esa razón, y aprovechando la “estadía” necesaria de los jóvenes en el territorio universitario, sería propicio implementar ofertas que por la vía ordinaria el joven jamás conocería, una diversidad de ofertas no naturales en su cotidianidad. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 33 Como vemos en la gráfica anterior las actividades culturales no forman parte de la práctica cotidiana de los jóvenes estudiantes. Este hecho se corrobora con la respuesta ante la pregunta de si han asistido en algún momento a alguna actividad cultural, pues el 46% no ha asistido nunca, y del 53% que sí lo ha hecho, un 56% manifiesta haber asistido solo ocasionalmente. Al indagar sobre algunas prácticas culturales por parte de los estudiantes del Núcleo Maracaibo de LUZ encontramos que el 59% no pertenece, ni participa en organizaciones culturales. Sin embargo, llama la atención que del 41% que dice participar en grupos u organizaciones culturales el mayor porcentaje lo hace en grupos musicales (14%). “Es gente de puro oído” en palabras de Miguel Ángel Campos (2012) “donde suene el templete ahí van, dominados por la cultura de la imagen y el espectáculo, la música y la pachanga sí siguen siendo en Venezuela agentes de socialización, de fácil digestión y de mínimos insumos como exigencia de formación”. El resultado de este intercambio tiende a ser frágil civilmente, virtudes como solidaridad y fomento de la alteridad requieren de otros mecanismos de socialización e integración, que bien pueden emplear lo musical como vínculo emocional, pero considerando sus estadios más sólidos y absolutos. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 34 ¿Formas parte de algún grupo de actividades culturales? El gusto por la música que declaran los estudiantes llama a la reflexión en el sentido de incrementar las actividades de cierto tipo. Trabajadores del Museo de Arte Contemporáneo, en este sentido, recuerdan la experiencia de Arte Unido, promovida por ese centro cultural, que intenta reunir en un espacio diferentes manifestaciones además de la plástica, complementándose con lo musical, como una manera de atraer a los jóvenes hacia otras manifestaciones artísticas que no son tan “apetecidas” por estos grupos, en este caso la plástica. Respecto al cine, el 93 % dice ir al mismo, aunque la mayoría lo hace ocasionalmente (54%). Es relevante apuntar que se trata de una práctica cuya frecuencia más elevada son los fines de semana (27%) lo que lleva a suponer que esta dinámica está asociada a la necesidad de socializar. Los géneros que privan en el gusto son muy variados, destacándose las películas de terror (17%), acción (16%), cómicas (16%) y ciencia ficción (14%). Nótese que las películas documentales y de denuncia están entre las menos favorecidas, un dato interesante para analizar la oferta que en cine hacen las instituciones culturales de la ciudad y de la Universidad para ofrecerlas a este público. Esta sería la contraparte del gusto por la música, para ver cine documental, por ejemplo, se requiere al menos saber leer y escribir, tener idea de lo que pasa en el mundo, formarse un juicio silogístico por lo menos ante un argumento. Es preciso pensar, como en toda circunstancia compleja y más allá del simplismo de ese sentido común, tan propio de la educación de masas en tiempos de preeminencia de tecnología y consumismo: el cómico terror de la acción, queda dicho en las preferencias8. 8 Recordamos que se hacen apuntes diagnósticos interpretativos a fin de evidenciar el sostén de la propuesta de ejes y políticas culturales emergentes. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 35 Tipo de película que más te gusta El tipo de cine preferido es el americano 51% seguido de la producción nacional 20%. En este sentido es necesario apuntar que el 20% que se inclina por las propuestas nacionales puede ser en parte el resultado del incremento, en los tres últimos años, de películas venezolanas en las salas comerciales. Respecto al cine, también se indagó sobre la oferta del cine universitario, encontrándose que el 88% de los estudiantes encuestados no ha asistido al Cine Club y un 3% no sabe/ no contesta. A esto se suma que del 9% que si lo conoce el 25% ha ido alguna vez y el 30% lo ha hecho de vez en cuando. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 36 Lo anterior nos habla entonces de la necesidad de fortalecer la oferta del cine a la comunidad universitaria, lo que implica una profunda revisión de las debilidades que tenemos y de las maneras de enfrentarla, ya que es ésta una de las actividades que creemos puede tener mayor impacto porque se inscribe en un ámbito valorado como oferta por los estudiantes. Alternar la programación entre aquélla que quiere o gusta ver el estudiante y la que se pretende que conozca y luego persiga es la tendencia conocida para alcanzar una convocatoria con fines formativos que no desdiga de la recreación a la que se aspira. En general, la actividad favorita de los estudiantes es escuchar música (99%), actividad que hacen diariamente (80%) y aunque el gusto respecto a los géneros es muy diversa tiende a concentrarse en los géneros juveniles como el rock, el rap, el hi-hop y el pop. El otro aspecto a considerar fue el gusto por las propuestas teatrales. En este sentido, la mayoría se inclina por las de humor (36%), seguida por el drama (11%) y las románticas (11%). En este aparte, se preguntó acerca de su conocimiento sobre la actividad teatral en LUZ obteniendo como resultado que el 87% nunca ha disfrutado de una obra de teatro en la universidad, ni conoce la existencia de agrupaciones culturales dedicadas a esta actividad en la universidad. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 37 Situación similar ocurre con otras actividades que hemos englobado en lo que denominamos la oferta cultural de la universidad, tales como las programadas por el Departamento SocioAntropológico y por Danzaluz. Las actividades del primero son desconocidas por el 89% de los estudiantes encuestados, al igual que 86% dice desconocer las actividades de la agrupación Danzaluz. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 38 ¿Conoces la programación de Danzaluz y del Departamento de Danza de la Dirección de Cultura? Lo más conocido en la oferta cultural de la universidad es el teatro de títeres Chímpete-Chámpata, ya que el 20% de los estudiantes manifestó conocerlo y un 17% expresó haber disfrutado de sus obras en contraste con el desconocimiento del resto como hemos visto. Sin embargo, a saber por las respuestas sobre el disfrute de sus obras, y siendo este programa parte de las políticas compartidas por los restantes adscritos a la Dirección de Cultura presumimos que la referencia data de la infancia de los hoy estudiantes universitarios pues éste es una oferta principalmente infantil. ¿Conoces el teatro de Títeres Chímpete-Chámpata? Políticas culturales de la Universidad del Zulia 39 Otro aspecto que se examinó en esta encuesta fue la participación de los estudiantes en actividades culturales no obligatorias dentro de la Universidad. Se encontró que el 67% no participa si las actividades no tienen carácter obligatorio. En este estudio se incorporaron preguntas para conocer la asistencia a las actividades ofrecidas por las fundaciones culturales tuteladas por LUZ. Los resultados fueron que el 77% no va a ninguna actividad en el Maczul o en el Teatro Baralt que no tenga carácter de obligatoriedad dentro de los requisitos de alguna materia que cursa. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 40 Es significativo que del 19% que respondió afirmativamente el 49% lo hace de vez en cuando y el 23% ha ido alguna vez. Sólo el 8% manifiesta ir frecuentemente. Pero la respuesta que resulta de mayor relevancia en el análisis es la de por qué no asisten, ya que sólo un 14% alega que no le interesa la programación mientras que el 44% lo atribuye a falta de información sobre la programación y un 23% al traslado y la distancia. Las demás frecuencias se distribuyen en horario inadecuado (5%), entrada costosa (3%), programación aburrida (2%) y no entiende las propuestas (2%). La radiografía que los datos anteriores nos arrojan acerca de la asistencia a actividades culturales por parte de los estudiantes y las razones del porqué no participan conducen a la necesidad de diseñar políticas culturales de formación de público dirigidas al sector estudiantil, quien debe ser en principio nuestro público natural. Así como revisar la política de comunicaciones en el área cultural. En la desmotivación, desconocimiento y escasa participación de la comunidad universitaria en las propuestas culturales, algunas dependencias culturales consideran que deben incrementar la promoción de sus actividades hacia la comunidad universitaria. Desde el Maczul por ejemplo, se cree preciso lograr algún tipo de alianza con las facultades, para incentivar la participación profesoral con sus respectivos estudiantes en diferentes actividades, tal como se ha logrado con la maestría y la licenciatura en antropología de la Facultad Experimental de Ciencias y con el servicio comunitario de la Escuela de Música de la Facultad Experimental de Arte. Y en lo referente a la poca intervención de los estudiantes en las convocatorias de asistencia, tanto para participar como promotores o artistas, o como público, parece marcar fuerza no sólo las Políticas culturales de la Universidad del Zulia 41 variables sobre los gustos sino también la desconocida oferta por parte de ellos. Hay que identificar nuevas formas de promoción que lleguen hasta sus espacios más cotidianos; si el 70% de los estudiantes tiene acceso a la televisión es fundamental que la programación llegue con asiduidad, por lo menos hasta los diferentes canales regionales. Si los medios se han convertido en las mediaciones fundamentales para construir los imaginarios juveniles, es necesario planificar y llevar a la práctica canales de comunicación o planes de medios que estén continuamente informando acerca de todas las actividades. En este punto, hay que retomar la búsqueda de recursos que permitan reactivar programas de corte juvenil, ligero, con música, es decir, de entretenimiento pero también de formación y de información. . Así, el primer ámbito de preocupación o acción, creemos que debe ser diversificar el consumo cultural de los estudiantes universitarios en LUZ utilizando como canal todas estas agrupaciones culturales existentes, y estrategias amparadas en lo que nos revelan estos datos. La idea, entonces, no es que conozcan las agrupaciones o los programas, eso en sí mismo no es un valor de la política y la gestión cultural de LUZ. La idea, el objetivo o propósito es ampliar el consumo cultural de los jóvenes utilizando los canales adecuados para que ellos tengan acceso y puedan disfrutarla como un hecho cotidiano y no extraordinario o extraño. Si se piensa en la “estadía” necesaria de los jóvenes en el territorio universitario, es importante incrementar las exposiciones itinerantes en diferentes facultades; este aspecto es propicio para que la Dirección de Cultura y las Facultades o con todas las dependencias culturales se diseñen estrategias para mostrar diferentes espacios de la ciudad universitaria, ciertas exposiciones itinerantes, de factura ligera, móvil. Ya hay experiencias de este tipo que podrían repuntar Políticas culturales de la Universidad del Zulia 42 multiplicándose. Para algunos partícipes de la interpretación de los datos, sería conveniente pensar en el traslado de estudiantes hasta las actividades de los centros culturales más cercanos a la ciudad universitaria, al Maczul, entre otros, tal como se hace con las comunidades. Una ruta cultural podría relacionar fácilmente el territorio que habitan con el territorio visto como cultural; sin embargo, es importante, en este punto, lograr una cantidad de recursos que permitan sufragar los gastos que se producen por la plataforma logística que se requiere. Para otros interpretantes, esto no sólo es inconveniente, sino que afirma una actitud ‘kindergarteriana’ sumamente negativa para la asunción de responsabilidades por parte del estudiante, pues el asistencialismo, en caso de los bienes culturales y espirituales, los propone como aquello que ya nadie quiere, lo pasado de moda. Promover en los estudiantes la creencia cierta de que el tiempo dedicado al crecimiento espiritual, al disfrute y goce de los placeres estéticos, no puede ser el que sobra, debe ser el más escaso, el atesorado. Otra de las respuestas que genera gran preocupación es la referida al conocimiento que los estudiantes tienen del patrimonio cultural de LUZ. Del grupo encuestado el 76% manifestó no conocerlo, por lo que se concluye que es perentoria una política de difusión y puesta en valor de nuestro patrimonio cultural que eduque y permita el disfrute del mismo por parte del sector estudiantil y de la comunidad universitaria en general. Para finalizar resulta interesante observar que el 64% de los estudiantes consideran que hacen falta reforzar las actividades extracurriculares en LUZ y que, además, el 73% están dispuestos a participar en ellas. También, es significativo ver que las inclinaciones mayoritarias se ubican en las actividades culturales (30%), seguidas de las actividades deportivas (23%) y las ecológicas (22%) en contraposición a las actividades académicas extracurriculares que abarca 11% . El restante 14% no sabe/ no contesta. Esto último, nos lleva a concluir que no estamos equivocados al plantear como urgente una política cultural que logre dinamizar el potencial de participación que está en los estudiantes y que se constituye en uno de los referentes fundamentales de los ejes y objetivos de las políticas culturales que definiremos a continuación. Naturalmente, el diagnóstico del consumo cultural del estudiante de LUZ puede orientar las posibilidades de fortalecer ciertas áreas de la oferta cultural en pos de acercar a los espectadores, por medio de éstas, a otras menos solicitadas, y proponer estrategias para el desarrollo de las mismas. Por ejemplo, el cine universitario puede ser una de las áreas más fuertes de consumo cultural, pero debe sostenerse en una estructura presupuestaria y física para darle regularidad y permanencia en el tiempo para consolidar un público cautivo, constituyéndose en una oferta Políticas culturales de la Universidad del Zulia 43 alternativa al consumo mediático. Pero definitivamente, la perennidad de cualquier estrategia funcional, más allá de los obstáculos logísticos, presupuestarios o burocráticos, residirá en integrar expectativas y usos al diseño curricular, las actividades culturales como continuidad de las tareas escolares, hacer que formen parte del mismo esfuerzo orientado al logro académico. Esto significaría superar la tecnocracia desde adentro, incluyendo las necesidades de desarrollo personal en la rutina del saber, pero no como actividades complementarias, pues todo lo electivo es visto tanto por estudiantes como profesores como lo no esencial, y el hecho del conocimiento artístico, el goce sensible y el desarrollo de un potencial crítico y creativo está lejos de ser prescindible por un profesional universitario. 3. Justificación y revisión documental Es innegable el papel que históricamente han tenido las universidades públicas autónomas en el proceso de formación de innumerables cohortes de profesionales, gestores de nuestra vida pública y privada, responsables de una dinámica en todos los escenarios, lo cual ha significado una contribución al desarrollo de la democracia y la economía como una relación necesaria para hacer de Venezuela un país solvente y “moderno”. Pero hoy, la gran pregunta que todos nos hacemos frente al profundo deterioro del sistema de valores institucionales en nuestra sociedad, incluyendo a nuestras universidades, es: ¿qué ha pasado con nuestra misión de ir más allá de la formación para ejercer un oficio? Nuestra sociedad, y particularmente nuestras universidades, están atravesando una etapa de crisis que tiene que ver con lo económico pero que, al mismo tiempo y quizá lo más grave, vivimos una profunda crisis cultural que repercute en un déficit de ciudadanía democrática, evidenciada, entre otras manifestaciones, en la instalación de antivalores como la violencia, la intolerancia, la discriminación política, la falta de ética, la profundización del clientelismo (con sus efectos sobre la desvalorización del conocimiento, el mérito y el esfuerzo como vías para obtener un título 9 o para obtener un empleo o un ascenso), la desesperanza (expresada principalmente en algunos grupos de jóvenes profesionales que abandonan el país o simplemente se acomodan a la estructura clientelar) la indiferencia en relación al desastre ecológico que es nuestro Lago, la Sierra de Perijá y la ciudad misma. La aceptación de estructuras autoritarias a todos los niveles, la 9Esta mejor evidenciada en la experiencia que ciertos profesores viven sobre la copia que algunos de nuestros alumnos hacen de los trabajos que bajan internet no sólo de pregrado sino, también, de posgrado y que se ha convertido en una práctica casi “normal” por algunos estudiantes y a nivel general en la corrupción generalizada que nos ubica como uno de los países más corruptos del mundo (Transparencia internacional) y aceptada por los ciudadanos casi como natural. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 44 falta de sensibilidad y de pertenencia a un sentido de comunidad, porque nuestra identidad, como diría García Canclini (2000) “está en otro lado”, se ha transformado cada vez más en una comunidad de consumidores de objetos materiales en la medida en que no encontramos adscripciones identitarias para reconocernos como venezolanos, más allá de una visión telúrica de los símbolos nacionales y el culto a los héroes, y el predomino de identidades negativas en nuestras prácticas, no solo en sentido étnico, que ya es grave, sino, también, en los distintos órdenes de nuestro tejido simbólico social y que podemos evidenciar en el mal uso de la llamada “viveza criolla”. Viveza que según el politólogo y humorista Laureano Márquez (2010:4) “...es precisamente la que nos impide progresar como nación” porque en la medida en que nos aprovechamos de las cosas y situaciones en lo individual nos arruinamos en lo colectivo. A lo anterior, se suma el déficit en nuestras universidades para desarrollar el espíritu científico10 y el sentido de lo estético, al sucumbir incontroladamente a la presión gubernamental y del mercado, reduciéndonos, poco a poco, a garantizar la salida de profesionales, sacrificando y minimizando el sentido amplio de la educación superior: “la búsqueda y la difusión de la cultura” (Tunnermann, 1998). En este sentido, vale la pena citar las palabras del Dr. Lombardi en entrevista concedida a Beatriz Pantín en el marco del diagnóstico y consulta para el diseño de la política cultural universitaria: “No hay elemento más educador que el concepto estético de la vida” porque un espacio grato y armónico permite que las personas se identifiquen con él. En resumen, la sociedad, la ciencia y la cultura están en crisis y frente a ella los universitarios tenemos que asumir nuestra parte de responsabilidad y preguntarnos: ¿En qué momento nuestra Universidad, al igual que otras Universidades nacionales y latinoamericanas (Tunnermann, 1998), perdió el rumbo de su misión y se dedicó a consagrar sus energías en adiestrar profesionales, respondiendo principalmente a la demanda del mercado laboral, descuidando la formación del espíritu científico y cultural y con ello la misión de la educación contemplados ya en la constitución de 1961y ratificada expresamente en el preámbulo de la constitución actual, así como en el artículo 82, en donde se le asigna a la educación un rol fundamental en la construcción de la ciudadanía democrática, de la cultura de la paz, la promoción del bienestar y la justicia social, la solidaridad y el fomento de la cultura? A juzgar por los resultados pareciera también, en consecuencia, estar desdibujándose nuestra esencia consagrada en la ley de universidades en su artículo 1y 145 respectivamente, puesto que en ellos se expresa que los universitarios somos una comunidad para afianzar los valores del hombre y debe dirigirse a la formación integral. 10 En un estudio reciente realizado por el reconocido investigador en el área de problemas de la educación superior, Orlando albornoz (2010), se concluye que la comunidad académica en Venezuela consume más que produce conocimiento. Según él los venezolanos estamos creando una educación superior que responde a intereses instrumentales y que a sólo se preocupa por la cantidad de estudiantes que deben tener acceso y no por la calidad, esto es“ llenar las aulas pero no desarrollar talento”(Albornoz,2010:15). Políticas culturales de la Universidad del Zulia 45 Se dice que perdimos el rumbo porque no puede negarse el rol que nuestras universidades históricamente han tenido como instrumento dinamizador de la vida del país y en el desarrollo y consolidación de la democracia, así como en el ejercicio de la crítica pero, lamentablemente, hoy nuestras instituciones están debilitadas y aunque como sostiene Evaristo Méndez “queremos formar al hombre integral”, principio asumido en todos los planes de estudio en los últimos 20 años. En realidad lo que se ha logrado es un “hombre fragmentario, profesionalizante, intelectualista, cuya formación es preponderantemente cognoscitiva y con un vacío claro de los demás componentes culturales” (Méndez; 2004:39). Múltiples son las causas que pueden válidamente explicar el porqué ha ocurrido esto en las Universidades y que algunos califican de crisis (Méndez: 2004).Entre ellas está la crisis del paradigma de Universidad(Lanz,2004; Méndez,2004) esto es, la idea de que nuestro currículo está soportado sobre un paradigma tipo disciplinar que no permite dar respuesta a la complejidad de nuestra realidad regional, nacional y global, situación agravada por nuestra resistencia al cambio de pensamiento (Méndez, 2004; Lanz, 2004); otra es nuestra disminuida capacidad para producir conocimiento (Albornoz,2010), así como el excesivo burocratismo, la masificación, la falta de gerencia eficiente financiera y académica, la pérdida de nuestra capacidad para adecuarnos a los cambios. A todas estas se suma una que a nuestro modo de ver está en el fundamento de las anteriores y es la ausencia de una política cultural que conciba a la universidad como una ciudad cultural, en donde la expresión cultural se convierta en un medio para generar las energías culturales necesarias para transformarnos en una comunidad con un sentido de identidad que impulse a los universitarios a hacer frente a los problemas y participar en sus soluciones. Nuestros estudiantes son arbitrariamente críticos, en todo caso, sólo cuestionan desde sus intereses corporativos y reivindicaciones, pero el estudiante de hoy rara vez enjuicia la Universidad como una estructura social que estará allá mucho después de que él haya egresado de la institución, y aunque se sienten por razones de prestigio orgullosos de estudiar en ella, no poseen un sentido arraigado de pertenencia con ella11. No la sienten como suya y no hay claras adscripciones identitarias12. Su participación en actividades no obligatorias tanto de complemento del conocimiento (conferencias, seminarios, charlas, foros) como artísticas es muy baja. Igual podemos decir del resto de nuestra comunidad universitaria. Sin embargo, sería injusto decir que en nuestras universidades y en particular en LUZ no se tiene consciencia de la necesidad de estos cambios, debatidos en la propias universidades en diferentes Esto es lo que muestra un estudio, aún inédito, de una tesis de pre-grado realizado por estudiantes de Sociología bajo la tutoría de la profesora Emilia Bermúdez y el profesor Gildardo Martínez sobre las representaciones políticas de los jóvenes de la Universidad del Zulia y de la Universidad Bolivariana de Venezuela en Maracaibo. 12 Con esto nos estamos refiriendo a que no existen elementos que le permitan construir un sentido de comunidad más allá de la inscripción e una escuela o facultad. 11 Políticas culturales de la Universidad del Zulia 46 eventos y publicados en textos como La Universidad se Reforma,Tomos I, II y III, ni que tampoco se hayan hecho esfuerzos de reformas curriculares y actividades extracurriculares que apunten al fortalecimiento de la actividad de extensión. Pero, todos estos esfuerzos de reflexión, revisión y cambios curriculares permanentes que ha mantenido la Universidad del Zulia para dar respuesta a la necesidad de convertirse cada vez más en una universidad democrática y vigilante en las desviaciones que el cientificismo y la tecnocracia pueden acarrear, cuando no están puestas correctamente en una escala de valores culturales en donde la dimensión espiritual del hombre tenga un lugar central, no han mostrado los resultados esperados tal como acertadamente expresan distintos miembros de nuestra comunidad universitaria en entrevistas y encuentros realizados en distintos momentos por la Dirección de Cultura de LUZ durante estos últimos tres años. Dentro de esta preocupación es que se inscribe esta nueva iniciativa tomada por el Consejo Universitario de convocar a los actores culturales que hacen vida en la Universidad y en su entorno para diseñar una política cultural que coordinada por la Dirección y Comisión de Cultura de LUZ, haga un diagnóstico del estado de nuestra práctica institucional en materia cultural, para definir una política cultural de LUZ y para LUZ, que ayude a armonizar todos los esfuerzos institucionales que hemos hecho para el logro del cumplimiento de nuestro rol en la formación de hombres cuyos valores sean “la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y, en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político”. Una política cultural que, como expresa el exrector de nuestra Universidad del Zulia, Ángel Lombardi (2010), sea “integral e integradora”. 4. Fundamentos legales La decisión del Consejo Universitario de crear la coordinación del trabajo para diseñar una política cultural de LUZ y para LUZ se sustenta en la sección XV de la ley, de Universidades artículos 138 y 141 en donde textualmente se expresa: Artículo 138. En cada Universidad, adscrita al Rectorado, funcionará una Dirección de Cultura, la cual fomentará y dirigirá las actividades de extensión cultural de la Universidad, contribuyendo a la formación del alumnado y a la difusión de la ciencia y la cultura en el seno de la colectividad. Artículo 141. La Dirección de Cultura, con la asesoría de la Comisión de Cultura, donde la hubiere, tendrá a su cargo la dirección y coordinación de las actividades culturales de la Universidad, de acuerdo con el Reglamento que dicte el Consejo Universitario. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 47 Ahora bien, partiendo de la idea de que cada sociedad educa según modelos que la propia sociedad decide, generalmente plasmados en la constitución de cada nación, sobre esos principios se erige la institucionalidad social que sirve de sustento a las relaciones humanas en los diversos órdenes de la vida social. Asimismo, partiendo de la convicción de que la Constitución expresa la orientación filosófica, jurídica, ideológica y política en la que se enmarcan todas las instituciones y sus políticas es que la política cultural de LUZ y para LUZ se orienta: 1.-En los lineamientos establecidos en el preámbulo de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en donde se dibuja la sociedad que se quiere lograr: […] una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural en un Estado de justicia, federal y descentralizado, que consolide los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la convivencia y el imperio de la ley para esta y las futuras generaciones; asegure el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna; promueva la cooperación pacífica entre las naciones e impulse y consolide la integración latinoamericana de acuerdo con el principio de no intervención y autodeterminación de los pueblos, la garantía universal e indivisible de los derechos humanos, la democratización de la sociedad internacional, el desarme nuclear, el equilibrio ecológico y los bienes jurídicos ambientales como patrimonio común e irrenunciable de la humanidad; […] 2.- Dentro de las finalidades de la educación y contemplados también en la Constitución en el artículo 102: […] La educación es un servicio público y está fundamentado en el respeto a todas las corrientes del pensamiento, con la finalidad de desarrollar el potencial creativo de cada ser humano y el pleno ejercicio de su personalidad en una sociedad democrática basada en la valoración ética del trabajo y en la participación activa, consciente y solidaria en los procesos de transformación social consustanciados con los valores de la identidad nacional, y con una visión latinoamericana y universal. El Estado, con la participación de las familias y la sociedad, promoverá el proceso de educación ciudadana de acuerdo con los principios contenidos de esta Constitución y en la ley […]. 3.- En los derechos y deberes culturales contemplados Artículo 98, 99, 100 y 101 del mismo texto constitucional en donde se contempla: a.- La creación cultural como un derecho libre lo que comprende el derecho a la invención, producción y divulgación de la obra creativa, científica, tecnológica y humanística así como la propiedad intelectual de los bienes científicos y culturales. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 48 b.- El carácter irrenunciable de los valores de la cultura y el deber del estado de garantizar las condiciones para el fomento, difusión y preservación de los mismos incluyendo la protección y preservación, enriquecimiento, conservación y restauración del patrimonio cultural, tangible e intangible, y la memoria histórica de la Nación. c.- El respeto a la pluriculturalidad y la igualdad de las culturales. d.- La obligación de garantizar la emisión, recepción y circulación de la información cultural así como la difusión de los valores de la tradición popular y la obra de los artistas, escritores, escritoras, compositores, compositoras, cineastas, científicos, científicas y demás creadores y creadoras culturales del país. Otros documentos importantes en los que se inscribe esta política cultural son: i. Los objetivos del plan de desarrollo económico y social de la nación 2007-2013 donde se plantea: 1.- La masificación de la cultura como un medio para fortalecer la identidad nacional, latinoamericana y caribeña. 2.- Salvaguardar y socializar el patrimonio cultural. 3.- Insertar el movimiento cultural en los distintos espacios sociales. 4.- Promover el potencial socio-cultural y económico de las diferentes manifestaciones del arte. 5.- Promover el diálogo intercultural con los pueblos y culturas del mundo. 6.- Fomentar la actualización permanente de nuestro pueblo en el entendimiento del mundo contemporáneo. ii.- Lo establecido en la ley de Universidades en sus artículos 1, 3 y 4, en el sentido que apuntalará a través de lo que hemos denominado las “energías culturales”, al fortalecimiento del sentido de comunidad de intereses espirituales compartidos y a las tareas de “afianzar los valores trascendentales del hombre”, rescatar el papel de la universidad como rectora en la cultura y a contribuir en fortalecer los principios de la enseñanza universitaria esto es: democracia, justicia social, solidaridad y abierta a todas las expresiones de carácter cultural tanto locales, nacionales y universales. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 49 Artículo 1. La Universidad es fundamentalmente una comunidad de intereses espirituales que reúne a profesores y estudiantes en la tarea de buscar la verdad y afianzar los valores trascendentales del hombre13. Artículo 3. Las Universidades deben realizar una función rectora en la educación, la cultura y la ciencia. Para cumplir esta misión, sus actividades se dirigirán a crear, asimilar y difundir el saber mediante la investigación y la enseñanza; a completar la formación integral iniciada en los ciclos educacionales anteriores; y a formar los equipos profesionales y técnicos que necesita la Nación para su desarrollo y progreso. Artículo 4. La enseñanza universitaria se inspirará en un definido espíritu de democracia, de justicia social y de solidaridad humana, y estará abierta a todas las corrientes del pensamiento universal, las cuales se expondrán y analizarán de manera rigurosamente científica. iii. Lo contemplado en el reglamento que rige las actividades de extensión universitaria, Artículos 1y 2: Artículo 1. La Extensión, como actividad básica universitaria, debe entenderse como un proceso multidireccional de interacción entre la Universidad ya Comunidad sobre la cual se funda su razón de existencia, a través del cual, la Universidad asume y cumple su compromiso de participación en el proceso de creación social de la cultura y de la transformación de la comunidad nacional. Artículo 2. La Extensión comprende los programas de: defensa de la riqueza cultural; preservación y rescate del ambiente; difusión del conocimiento y del saber, desarrollo social comunitario; servicios y asistencia técnica; recreación y buen uso del tiempo libre y actividades docentes de extensión que se realicen en las diferentes dependencias de la Universidad. iv. La Ley de Cultura del Estado Zulia del año 2006 (Consejo Legislativo del estado Zulia, 2006) y señalados en los artículos 4, 5, 6,7 y 8, allí, la política cultural de LUZ se enmarca en los principios, deberes y derechos culturales regionales: Artículo 4. Se declara de interés público y social todo lo relacionado con el desarrollo de la cultura zuliana y venezolana y la protección de nuestra identidad cultural en el Estado Zulia. Artículo 5. La creación es libre. Es un acto individual o colectivo inherente a la condición humana cuyo resultado es la cultura. Es un derecho constitucional fundamental protegido y desarrollado por esta Ley, y su límite es el respeto a la 13 Este artículo de la vieja y actual Ley es el punto de discordia en estos momentos, tiene paralizadas elecciones y es el fermento de una oleada igualitarista en las universidades. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 50 identidad y a la dignidad de la persona, a su honor, reputación, vida privada y a su propia imagen. Artículo 6. Todo ciudadano y ciudadana del Estado Zulia, tiene derecho al acceso universal de la información, bienes y servicios culturales Artículo 7. Todo ciudadano y ciudadana del Estado Zulia, está obligado a promover, proteger, defender y honrar el patrimonio cultural del Zulia y de la República Bolivariana de Venezuela. Artículo 8. Los medios de comunicación social coadyuvarán en la difusión de la cultura, en conformidad con el ordenamiento jurídico vigente. v. El conjunto de lineamientos establecidos por la Secretaría de Cultura del estado Zulia y recogidos en el documento titulado Política Cultural del estado Zulia (Secretaría de Cultura del estado Zulia) especialmente, la Política Cultural de LUZ, se enmarca en el objetivo de promover los valores de: 1.- Armonía, tolerancia y respeto entre las personas. 2.- La pluralidad, diversidad y multi-culturalidad (multi-étnico) como valor determinante de nuestra sociedad en la región. 3.- La paz. 4.- Los derechos humanos. 5.- La armonía con el ambiente y el respeto a las leyes de la naturaleza. 6.- La pertenencia y el sentido de identidad zuliano, a fin de fomentar en la trama social conductas y actitudes que permita la conservación y valoración del patrimonio cultural del estado (tangible e intangible) y la cooperación y participación en las políticas culturales de la Gobernación. A nivel internacional esta política está enmarcada también en: vi. La Carta Interamericana de los Derechos Humanos tanto lo relativo a los principios que deben regir la educación (artículo 26, párrafo 2):“La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz (Naciones Unidas,1948). Además, en el artículo 27 se consagra el derecho a la cultura: Políticas culturales de la Universidad del Zulia 51 1. Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten. 2. Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea autora (Naciones Unidas, 1948). vii. El "Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales" que entró en vigor el 3 de enero de 1976 y del cual nuestro país es signatario. En este sentido se cita el artículo 15 que textualmente expresa: 1. Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona a: a) Participar en la vida cultural; b) Gozar de los beneficios del progreso científico y de sus aplicaciones; c) Beneficiarse de la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea autora. 2. Entre las medidas que los Estados Partes en el presente Pacto deberán adoptar para asegurar el pleno ejercicio de este derecho, figurarán las necesarias para la conservación, el desarrollo y la difusión de la ciencia y de la cultura. 3. Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a respetar la indispensable libertad para la investigación científica y para la actividad creadora. 4. Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen los beneficios que derivan del fomento y desarrollo de la cooperación y de las relaciones internacionales en cuestiones científicas y culturales (Naciones Unidas, 1996). Considerando que ninguna institución que pretenda contribuir al desarrollo cultural de su comunidad miembro, ciudad, región o país y de la democracia cultural, puede ignorar los acuerdos internacionales más recientes con relación a la gestión cultural de las naciones, está política cultural universitaria se inscribe en los lineamientos de política cultural que establece la llamada “Agenda 21” de las Naciones Unidas, aprobada el 8 de Mayo del 2008 por los diferentes países del mundo con la idea de contribuir a dar respuesta a los retos que plantea actualmente el desarrollo cultural. En esta agenda los gobiernos, incluido el de Venezuela, firman el compromiso de llegar a acuerdos para promover la cultura como un elemento fundamental del desarrollo humano y como derecho humano, la diversidad cultural, garantizar la libertad de expresión, la invitación a creadores y artistas a asumir un compromiso con el desarrollo armónico, humano y creativo de las ciudades, el desarrollo de un ecosistema cultural amplio, dialogo, convivencia e Políticas culturales de la Universidad del Zulia 52 interculturalidad como principios básicos de las relaciones ciudadanas, los espacios públicos como espacios de cultura, la cultura como elemento de inclusión social, la cultura de la paz y la armonía con el medio ambiente. (Naciones Unidas, 2008). 5. Marco de referencia conceptual En este aparte trataremos de exponer para la discusión algunas ideas en torno a tres conceptos claves que fundamentan la definición de la política cultural de LUZ y para LUZ. Estos son: 1.- La idea de Universidad como proyecto cultural en el contexto de una sociedad compleja y de cara a las transformaciones necesarias para lograr los grandes retos de la educación superior en este siglo XXI. 2.- La discusión del concepto de cultura y su definición en relación con el objetivo de definir una política cultural universitaria. 3.- La idea de políticas culturales sobre la que estará soportada la propuesta. 5.1. La universidad como proyecto cultural Entendemos a la Universidad como un centro de cultura creadora y por ello retomaremos la idea expresada por el Dr. Lombardi (2010) de que la Universidad debe ella misma ser pensada como un proyecto cultural integral, abierta a todas las tendencias de pensamiento y en donde la creación y la racionalidad crítica sea la esencia de su quehacer. Por ello la función de la Universidad no se restringe a la enseñanza de conocimientos científicos de cualquier rama del saber, sino que tiene el compromiso de velar por la legitimación de nuestra herencia cultural y de valores consustanciados con nuestro proceso de construcción de identidades. De allí que sea decisivo pensar a la Universidad como un factor decisivo en la proyección de una visión científica del hombre y el mundo como incremento del patrimonio cultural venezolano (Núñez Tenorio, 1982). Miramos la Universidad como un “sitio de cultura” (Restrepo, 2003) donde se habilitan procesos de enseñanza y aprendizaje que permiten pensar mundos posibles a través de la creación científica y artística. En este sentido y dado el cuestionamiento que los propios universitarios nos Políticas culturales de la Universidad del Zulia 53 hacemos sobre el sentido de la universidad y la necesidad de su transformación, no pretendemos caminar hacia la idea de la enseñanza de un pensamiento único, sino de la idea para abonar el camino de su papel como hacedora de vida, en la inauguración de mundos posibles en donde quepamos todos. La universidad como proyecto cultural no puede reducirse tampoco a un centro vocacional en donde se enseña a ser arquitecto, ingeniero, sociólogo, es decir, a donde se va a instruirse para gestionar en el mercado laboral, sino que la educación universitaria debe permitir ver nuevas formas de ver y explicar la realidad, desarrollar nuevas concepciones del mundo y por lo tanto nuevas maneras de actuar y decir (Restrepo, 2003) en un ambiente se pensamiento plural y de libertad de creación y de pensamiento. Se trata, también, de pensar a la universidad como un espacio en donde ciencia-sociedad-cultura sea una trilogía indisoluble y en mutación constante, en la medida en que pensar la universidad como un proyecto cultural es abordarla desde la complejidad de un proyecto instituyente y no instituido. Es decir, un proyecto que hacemos y rehacemos constantemente y en donde a través del arte y la creación científica construimos sentido social y por lo tanto de constante renovación cultural. Así, la universidad del siglo XXI tiene que soportarse sobre un concepto estético de la vida, una propuesta de construcción de ciudadanía, de libertad de creación, de respeto, tolerancia, pluralidad y multiculturalidad, de paz y de armonía con la ciudad y su medio ambiente. La universidad pensada como proyecto cultural instituyente, permite retomar la misión de la educación superior acordada por la Unesco en la Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el Siglo XXI (9 de octubre de 1998) en donde se plantea que la educación superior tiene además de las funciones de formar profesionales y desarrollar investigaciones con alta calificación, la misión de: b) “ [...] formar ciudadanos que participen activamente en la sociedad y estén abiertos al mundo, y para promover el fortalecimiento de las capacidades endógenas y la consolidación en un marco de justicia de los derechos humanos, el desarrollo sostenible la democracia y la paz; d) Contribuir a comprender, interpretar, preservar, reforzar, fomentar y difundir las culturas nacionales y regionales, internacionales e históricas, en un contexto de pluralismo y diversidad cultural; e) Contribuir a proteger y consolidar los valores de la sociedad, velando por inculcar en los jóvenes los valores en que reposa la ciudadanía democrática y proporcionando perspectivas críticas y objetivas a fin de propiciar el debate sobre las opciones estratégicas y el fortalecimiento de enfoques humanistas” Políticas culturales de la Universidad del Zulia 54 En un mundo globalizado es urgente que las funciones de la universidad no se reduzcan a formar profesionales de alta competencia, producir conocimiento científico y tecnología en correspondencia con las necesidades sociales de desarrollo sino que, también, tiene la ineludible tarea de afianzar los procesos de identidades. Esto último en dos sentidos, uno porque en su carácter de institución milenaria es ella misma una parte importante del acervo y de la identidad cultural de las naciones y tiene el compromiso de continuar luchando para preservarse como tal. Y porque conscientes de la complejidad y el impacto que los procesos de globalización tienen en la manera como se tejen y destejen las identidades culturales, conscientes del papel de orientadoras en la vida social como lo consagra la constitución, nuestras universidades tienen el deber de intervenir activamente para que nuestra inserción en la rica pluralidad cultural que se ha puesto de manifiesto en los procesos de globalización se haga desde nuestra propia especificidad de sentido, y esto sólo se realiza a través de las cosas que los colectivos valoran culturalmente de sí mismos. Es necesario hacer creadora la compatibilización y tensión entre universalismos y particularismos en el contexto de los procesos de globalización y esto se puede lograr a través del fortalecimiento de las expresiones culturales en donde nuestras universidades tienen mucho que aportar. En este sentido, vale la pena citar lo expuesto por Román Mayorga (1999)profesor de distintas Universidades de Latinoamérica y especialista en Educación, Ciencia y Tecnología del Departamento de Desarrollo sostenible del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). En efecto, la función universitaria de preservación, difusión y creación de cultura incide profundamente en la concepción y valoración de sí mismas de las respectivas sociedades, mientras las publicaciones universitarias, la conceptualización de fenómenos y valores, la creación de discursos, modos de pensamiento y entornos intelectuales impactan continuamente la conciencia colectiva. La literatura, las artes, la elaboración histórica, los modelos de enseñanza, la filosofía, las concepciones de la divinidad, todas las ciencias y las técnicas, los paradigmas de sociedad, las valoraciones éticas, la política y las leyes, son afectados por lo que ocurre y lo que deja de ocurrir en esas instituciones, cuyo secreto de supervivencia milenaria tiene mucho que ver con la importancia de su impacto en la cultura de las sociedades. Estas instituciones son, pues, una parte insustituible del acervo y de la identidad cultural de las naciones, y no vale enjuiciar su labor con los reducidos parámetros de una disciplina limitada (Mayorga, 1999). En el caso de la Universidad del Zulia, al igual que el resto de las universidades nacionales autónomas, no sólo tiene por mandato la misión de contribuir en el desarrollo y fortalecimiento de las identidades sino que ella es en sí misma un patrimonio cultural colectivo nacional y regional. La Universidad del Zulia fue el producto de la lucha que sectores de la sociedad civil marabina sostuvieron durante buena parte del siglo XIX hasta lograr su instalación el 11 de septiembre de 1891. Por lo tanto es urgente el diseño de una política cultural que la preserve a ella misma como patrimonio cultural colectivo. Según la historiadora, profesora e investigadora de esta Políticas culturales de la Universidad del Zulia 55 Universidad, NeviOrtín: “Esta región nunca deberá olvidar que LUZ nació como un clamor de los ciudadanos de Maracaibo, fue una iniciativa popular que tenía una aceptación tremenda. El hecho de que el Zulia tuviera una Universidad propia se convirtió en una necesidad social. Aquí encontramos unos de los aspectos más relevantes de nuestra fundación: Luz nació del proyecto ideado por el seno de su propia sociedad. […] el nacimiento de LUZ fue posible gracias a un universo de enorme valor, sus intelectuales, su gente, su tierra […]” (Ortín, 2010:3). 5.2. El concepto de cultura en relación a las políticas culturales La definición de las políticas culturales sea a nivel del Estado o de cualquier otra Institución pública o privada pasa en primer lugar por tener claro qué es lo que vamos a entender por cultura. De este primer paso dependerá la claridad en torno a cuales ámbitos de la cultura pueden ser susceptibles de ser intervenidos a través de las políticas y la conciencia de las limitaciones y alcances de las mismas. La cultura es realmente difícil de definir y muchas veces un terreno resbaladizo si tomamos en cuenta que, por un lado, el término cultura puede ser muy amplio y tener diversas definiciones dependiendo de los lugares, disciplinas o ámbitos desde dónde se le pretenda definir. Desde este punto de vista es que resulta útil establecer desde qué lugar o perspectiva hablamos de cultura, de tal forma que logremos delimitar específicamente a qué nos estamos refiriendo con este concepto y sobre cuál ámbito pretendemos incidir con el diseño de las políticas culturales. En este sentido es que queremos dejar claro que la propuesta teórica que a continuación se hace, está pensada desde una perspectiva transdisciplinaria, compleja y al mismo tiempo situada en la perspectiva como ha sido abordado este concepto, sus consecuencias y visiones dominantes en las políticas culturales en América Latina. Se trata de un análisis contextualizado en términos de las transformaciones y el impacto que los procesos de globalización han tenido en la manera como miramos los procesos de construcción simbólica en nuestras sociedades. Por mucho tiempo, la palabra cultura, por ejemplo, en la visión dominante en los siglos XVIII y XIX, estaba ligada a la idea de la erudición, lo culto en términos de educación y gusto refinado. Es en este sentido la cultura un símbolo de distinción social ligada a los privilegios sociales de ciertos grupos sociales. La cultura además es aquí ligada a la creatividad y manifestaciones del espíritu en Políticas culturales de la Universidad del Zulia 56 oposición al utilitarismo del progreso material que tiene lugar a partir de la revolución industrial. La cultura se identifica con creatividad estética e intelectual y como bien lo expone Ariño: “las actividades creativas constituyen un campo autónomo, distinto de la vida cotidiana, separado de las esferas de la política y de la economía, que se rige por sus propios valores –el arte por el arte– y, por tanto, se halla por encima de los otros campos” (Ariño, 1997:23). Esta manera de visualizar la cultura se convirtió incluso hasta muy entrado el siglo XX en la base fundamental de las políticas culturales estatales, incluyendo la manera como fueron visualizadas las universidades desde el punto de vista de su consideración como instituciones culturales y formadoras del desarrollo espiritual de los hombres y que en definitiva van a sustentar las bases de la política de democratización cultural sobre la cual fue construida nuestra institucionalidad cultural. Acompañando esta concepción de la cultura está también la definición antropológica clásica cristalizada en la obra de Taylor en donde la cultura es definida como un “todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres y cualesquiera otros hábitos y capacidades adquiridos por el hombre en cuanto miembro de la sociedad…” (Taylor, 1995). Así, la cultura es tan amplia que abarca las formas globales de vivir en sociedad lo que nos plantea serias dificultades para separarla analíticamente y hacerla diferenciable de otros ámbitos sociales y de esta manera establecer ámbitos posibles de intervención. El otro aspecto significativo que es necesario plantear en una discusión y que deviene de esta concepción de la cultura como un todo, es la idea de que la cultura es un todo articulado y homogéneo lo que ha llevado en muchos casos a pensar que las políticas culturales tienen que estar dirigidas a conseguir una “identidad nacional” en donde no se reconoce la diversidad y pluralidad presente en los procesos históricos tanto en los siglos anteriores como en los contemporáneos signados precisamente por la presencia cada vez mayor de procesos multiculturales y al mismo tiempo globalizantes. La visión de la cultura pensada como homogeneidad conlleva también el riesgo de una visión histórica, patrimonialista y esencialista del hacer humano, que supone a la cultura como una herencia inmutable basada en objetos, tradiciones y manifestaciones inmutables en el tiempo. Esta visión de cultura ha tenido y tiene consecuencias sobre las políticas culturales respecto a las identidades en la medida en que ha conducido a la idea de que éstas hay que “rescatarlas”, buscarlas en lo “propio”, en lo que se ha perdido, ignorando que las identidades son, como expresa García Canclini (1977:104), “[…] el resultado de la actividad de cada pueblo que puede ser modificada y que no constituyen un destino fatal”. Por el contrario las identidades son dinámicas, relativas a un contexto y a los grupos sociales. Además, se construyen, especialmente en sociedades complejas y caracterizadas por procesos de globalización, en ámbitos altamente conflictivos atravesados por relaciones de tensión entre las prácticas culturales con lo que los grupos se identifican, defienden y se resisten a desaparecer y los procesos culturales que tienden Políticas culturales de la Universidad del Zulia 57 hacia la uniformización. La cultura trabajada desde la perspectiva ontológica que busca encontrar la autenticidad de las identidades desconoce que éstas son construcciones simbólicas que como expresa Renato Ortiz “[...] se dan en relación a un referente, que en el caso de las identidades nacionales es la nación, pero eso significa que no existe el ser de la nación, significa que diferentes grupos dentro de la nación elaboran una construcción simbólica de acuerdo a sus intereses.” (2007:135). Así, según el propio Ortiz (2007) no existen identidades auténticas o inauténticas ya que en el contexto de la “mundialización de las culturas” el referente nación no desaparece pero se entrecruza con referentes trasnacionales en el imaginario colectivo tal como es el caso de los referentes de otros estilos de vida. Como también expresa García Canclini: “Hoy imaginamos ser sujetos no solo desde la cultura en que nacimos, sino desde una enorme variedad de repertorios simbólicos y modelos de comportamientos.” (2004:161). De allí tenemos que pensarnos como sujetos interculturales. La cultura no es un proceso homogéneo, por lo cual ninguna política cultural que pretenda ser democrática puede basarse en la visión de la cultura como un todo homogéneo y articulado. Mucho menos es posible sostener esta visión en instituciones que como la Universidad tienen el deber de crear las condiciones para la creación, el conocimiento y el desarrollo de valores culturales que tiendan a fortalecer los procesos de construcción simbólica diferenciados tanto a lo interno como en la mundialización cultural. Proceso que en definitiva es el camino al respeto y revalorización de la pluralidad cultural como derecho universal. Por ello, si bien es cierto que, como lo sostiene la visión antropológica más difundida socialmente, la cultura está referida a las manifestaciones culturales, tradiciones, costumbres, mitos, ritos, leyendas de los pueblos o como la define la concepción patrimonialista como el patrimonio tangible e intangible de una nación y de esta manera se remite a los bienes culturales, éstas no se mantienen congeladas en el tiempo sino que, por el contrario, son transformadas por las prácticas de los sujetos en contextos históricos específicos. Así, si la cultura es como plantea Geertz (1995) aquel factor de la vida humana que le proporciona identidad a los sujetos, está también claro que en sociedades e instituciones altamente compleja, esa identidad no es la búsqueda de la homogeneidad sino que se define por las diferencias y la existencia de múltiples identidades. Desde esta perspectiva que hemos planteado, en donde la cultura es entendida como un proceso de producción simbólica contextualizada y referida a los grupos y prácticas culturales específicas en contextos de mundialización cultural, es que cuestionamos también la teoría sostenida por los ideólogos del mestizaje cultural quienes sustentaron la tesis de la contraposición entre “civilización y barbarie” y que por mucho tiempo ha estado presente en los discursos de algunos Políticas culturales de la Universidad del Zulia 58 intelectuales latinoamericanos y en la base de algunas acciones culturales desde el estado en materia cultural . Este paradigma de la mezcla cultural, en cruce con lo puro/impuro, fértil/infértil y en perspectiva con la idea de lo universal como lo externo, el resto del mundo, pero también como aspecto sugerente de las culturas mestizas, culturas mezcladas fue sostenida por figuras de prestigio intelectual nacional y continental, Octavio Paz, Alejo Carpentier, Arturo Úslar Pietri, José Lezama Lima, Pablo Antonio Cuadra, la ideología identitaria del mestizaje étnico y cultural de los años 20 y 30 del siglo pasado, alcanzó en la década 1964-1974 un carácter dominante. Lo propio del mestizaje fue para todos esos años pensar identidades nacionales/culturales y generalizarlas en identidades de pueblos y culturas americanos. Toda esta discusión es de vital importancia para definir políticas culturales desde cualquier ámbito social e institucional en la medida en que es importante tomar en cuenta que su gran reto es diseñar políticas culturales para la diversidad y la diferencialidad cultural y no para la imposición de una cultura homogénea y “nacional” centrada en el pasado, y que desconozca la existencia de sujetos interculturales, con repertorios culturales transversales en donde tradición, modernidad, posmodernidad, particularidad y mundialización coexisten en un mismo tiempo formado por distintas temporalidades. Esto es aún más significativo si tomamos en cuenta que una política cultural universitaria está dirigida a una población mayoritariamente joven en donde predomina el descentramiento cultural puesto que sus imaginarios se configuran de múltiples y diversos repertorios culturales. Ahora bien, hasta aquí hemos sostenido la idea de que la cultura es un proceso de producción simbólica que se crea, recrea y transforma a partir de las prácticas y de las interacciones de los sujetos. Estos procesos de producción simbólica se soportan, en las sociedades complejas actuales, en nuevos y sofisticados procesos de circulación y consumo cultural que han hecho que parte de la cultura haya devenido en un campo de prácticas culturales institucionalizadas, campo desde el cual ubicamos a las políticas culturales. Al mismo, la expansión de la cultura a otros ámbitos como el económico y el político han hecho como lo expresa Yúdice que la cultura haya devenido en tiempos de globalización en un recurso estratégico (2006), en la medida en que paulatinamente se ha reconocido su centralidad en los procesos de cambios políticos y sociales. 5.3. La cultura desde el campo cultural institucionalizado Según la Unesco (2001) “[…] la cultura debe ser considerada el conjunto de los rasgos distintivos espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o a un grupo social y que abarca, además de las artes y las letras, los modos de vida, las maneras de vivir juntos, Políticas culturales de la Universidad del Zulia 59 los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias”. En definitiva según esta concepción esto equivaldría a la vida total de un pueblo lo que hace muy difícil la definición de ámbitos específicos que pueden ser objeto de políticas culturales. Por ello proponemos entonces detenernos en la idea de mirar la cultura como un campo porque nos parece fructífero para acotar que dentro de ese vasto mundo que llamamos cultura puede ser objeto de políticas. En las sociedades modernas la cultura constituye una configuración cada vez más diferenciada funcionalmente por lo que el análisis de la cultura también ha ido desplazándose hacia la idea de mirarla como un campo. En este sentido, partiremos de la idea Williams (citado por Ariño, 1997) que en la cultura como sistema significante se puede distinguir entre un sistema significante manifiesto y un sistema significante implícito. Como sistema significante implícito la cultura está presente en todo el sistema social pero, como sistema cultural manifiesto es un área específica de manifestaciones y prácticas culturales que son las que pueden ser objetos de políticas culturales. En esta misma lógica podemos inscribir el concepto de “campo cultural” de Pierre Bourdieu (1997) que nos remite a la lógica de organización de espacios especializados de la cultura compuestos por aparatos, instituciones, agentes y políticas que tienen que ver con la producción especializada de cultura y su trasmisión y que obedecen a las relaciones de poder simbólico dominante y por lo tanto en un espacio de conflictos, deviniendo de esta manera en un sector estratégico de la sociedad. La constitución del campo de la producción cultural en las sociedades actuales se ha ido complejizando y ha devenido en un campo de producción especializada, diferenciación de prácticas y géneros y relaciones nuevas que además reciben el gran impacto de las nuevas tecnologías. En este campo se encuentran no solo los artistas sino también los críticos, los intermediarios, los intelectuales, los diseñadores, las industrias de producción y circulación y las instituciones culturales como la escuela, medios de comunicación, museos, teatros y la misma universidad (Ariño:1997). Según Brunner (1992) “[...]es un rasgo típico de la modernidad que la cultura se vuelva una función especializada de la sociedad […] Ámbito de instituciones y agentes profesionales, la cultura moderna se organiza en un sistema de máquinas productoras de realidades simbólicas que son trasmitidas o comunicadas a los ‘públicos’, esto es, agregados más o menos identificados de consumidores de bienes simbólicos. La escuela y sus alumnos; las iglesias y sus fieles; los periódicos y sus lectores; la televisión y su mercado; las universidades y sus clientes; alumnos, industrias, escuelas, asociaciones de profesionales, el estado, las comunidades académicas. Cada vez más la esfera de la cultura se ensancha y se hace cargo de nuevos circuitos de producción y trasmisión simbólica”. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 60 Así que a estas alturas del análisis tenemos que si entendemos la cultura como “los procesos de producción y trasmisión de sentidos que construyen el mundo simbólico de los individuos y la sociedad” (Brunner, 1989:35), también es importante estar claros en que ese proceso de producción de sentido ocurre en dos ámbitos que se entrecruzan. Por un lado, la continua producción de sentidos en las relaciones cotidianas mediante las interacciones simbólicas que los individuos establecen y, por otro, la producción organizada de bienes simbólicos. Estos últimos son los que Brunner (1989) denomina procesos de campo. El campo cultural hace referencia entonces “[...]al conjunto de aparatos, instituciones, agentes y políticas que tienen que ver con la producción especializada de cultura y su trasmisión. El campo cultural es un campo, por tanto de conflictos, en torno a la producción y trasmisión de cultura, donde se expresan intereses, experiencias, anhelos, proyectos y demandas de diversos grupos, sectores, clases, generaciones, etnias, regiones etc., que componen la sociedad y que allí encuentran –a través de la mediación del campo– su expresión como productos, ideologías, concepciones del mundo, programas pedagógicos, expresiones de arte, etc.” (Brunner:1989: 27). Esta reflexión sobre la cultura devenida en un campo institucionalizado resulta útil para pensar en qué espacio situar la Universidad en la definición de las políticas culturales. Si seguimos el hilo de esta reflexión, tendremos que definir a la Universidad como una institución que forma parte del campo cultural institucionalizado, por tanto en la definición de sus políticas culturales debe haber claridad sobre los procesos de producción simbólica en los que tiene capacidad de incidir y cuáles son los recursos con que cuenta para esto. En este sentido la Universidad como campo cultural cuenta con algunas de las producciones simbólicas más importantes en la sociedad, la ciencia y la cultura. El proceso de producción científico tiene en la universidad un andamiaje institucional que lo sustenta y que está configurado por las cátedras, los departamentos y los institutos de investigación así como en los currículos y en general en las políticas académicas docentes y de investigación. En este caso y de manera operativa, las políticas culturales si bien deben ser transversales y estar articuladas a esas otras políticas, deben definir su ámbito y competencia específicas y creemos que una manera fructífera es situándonos en el ámbito de la producción organizada de la cultura y las artes. El arte y la cultura pensados como una fuerza crítica y compensadora del desarrollo intelectual y humano en general, porque como bien se expresa en un informe sobre cultura y desarrollo presentado por el Consejo de Europa “la ciencia puede proporcionarnos las respuestas correctas, pero el arte nos permite plantear las preguntas adecuadas” (1997:26) y al mismo tiempo dialogar. Es importante entender el arte y las expresiones culturales en general como el mayor patrimonio que tenemos para avanzar en la consolidación de una política cultural, que use las energías culturales para lograr las transformaciones culturas que necesitamos tanto dentro de nuestra Políticas culturales de la Universidad del Zulia 61 universidad como en nuestra región y el país. En este sentido pensamos también la cultura como un recurso estratégico, esto es como un recurso a la política. Aunque esta idea puede sonar un tanto instrumental, parece útil si queremos definir un concepto de cultura en relación a las políticas culturales si nos situamos en el terreno de para qué las políticas culturales. 5.4. La cultura como recurso En este aspecto seguiremos la línea argumentativa de George Yúdice (2006) quien plantea que en las sociedades actuales el papel de la cultura se ha expandido de una manera inédita a otros ámbitos como el económico y político y al mismo tiempo las nociones convencionales de cultura han sido vaciadas. Con esto no se quiere decir que la relación entre cultura y política sea nueva puesto que como es conocido la cultura es el ámbito donde surge la esfera pública en el siglo XVIII y como lo expusieron algunos pensadores marxistas como Gramsci la cultura es un elemento central en la construcción de la hegemonía de un grupo. Asimismo, se han producido diferentes trabajos sobre el papel de la cultura en el control social entre los que Yúdice (2006) destaca, por ejemplo, los trabajos de Focault y sus seguidores dentro de los llamados Estudios Culturales. Luego del fracaso de los planes de desarrollo montados sobre las concepciones economicistas que implementaron para los países más pobres los organismos internacionales, a partir de la década de los años setenta organismos como la Unesco han ido otorgando mayor importancia a la cultura tanto en el logro de los objetivos del bienestar social y erradicación de la pobreza, como en la construcción de los procesos de construcción de ciudadanía y de fortalecimiento de la democracia. El desarrollo integral ha dejado de ser comprendido sólo en términos de acceso a bienes y servicios que podemos llamar materiales sino que también se relaciona a un modo de vida en donde la existencia humana este basada en el respeto a las diferencias culturales, políticoideológicas y sociales así como en el desarrollo integral del ser humano en armonía con la naturaleza. El desarrollo ha dejado de estar relacionado a mero crecimiento económico y se asocia a la importancia que tienen los procesos identitarios en la configuración de procesos alternativos de cambios, así como en el desarrollo de las capacidades creativas de los pueblos única manera como realmente podemos integrarnos a los procesos de globalización en condiciones de iguales. Hoy en diversos foros y reuniones a nivel internacional se promueve a la cultura como una dimensión esencial del desarrollo y como uno de los derechos humanos fundamentales. La visión sobre el desarrollo de los países ha pasado a estar indisolublemente ligada al diálogo entre identidad y Políticas culturales de la Universidad del Zulia 62 diversidad, a la preservación del patrimonio cultural, a la promoción de una cultura de la paz, a la construcción de procesos de ciudadanía, a la libertad de creación y expresión, a la ecología e incluso a las posibilidades de desarrollo de la economía. En definitiva, cada vez más el debate sobre el desarrollo se ha trasladado a la esfera de la cultura. La importancia del papel de la cultura para el desarrollo ha sido uno de los elementos que de manera reiterada ha sido puesto de manifiesto por la Unesco en todas las cumbres celebradas desde los años ochenta en adelante. Esa convicción ha ido creciendo y tomando fuerza tal como puede visualizarse en el documento final de la última reunión celebrada en septiembre 2010, en donde se discutieron los objetivos del milenio. Allí los diversos gobiernos integrantes de las Naciones Unidas dejan explícita la importancia de la cultura para el desarrollo de los objetivos del milenio y ratifican que la diversidad cultural y su reconocimiento es la base del enriquecimiento de la humanidad (Unesco, 2010). Esta idea de la cultura como recurso es, a nuestro entender, lo que está en la base de las políticas culturales en cuanto que éstas, sea de manera manifiesta o implícitas, contienen la idea de que la cultura es un recurso de primer orden en la solución de problemas sociales, la creación de empleos, revertir el deterioro urbano, otras formas de hacer turismo basadas en la puesta en valor del patrimonio, la revalorización de las identidades y diferencias culturales locales y universales en los procesos de construcción de ciudadanía y el fortalecimiento de la democracia a través del reconocimiento al “otro” y en la consecución de la paz y el desarrollo en armonía con el medio ambiente. 6. Políticas culturales La primera discusión que surge al hablar de políticas culturales es si la cultura debe ser objeto de intervención a través de políticas. Sobre esto hay posiciones encontradas: los que piensan que la cultura no puede ser objeto de políticas porque esto se presta a la manipulación por parte del Estado y aquellos que creen que la acción pública es necesaria para corregir los problemas de desigualdad y de desequilibrio que se generan en la producción y acceso a los bienes culturales, en el desarrollo de la creación y para convertirla en un elemento movilizador y dinamizador de los procesos culturales como el respeto a la pluralidad cultural y la revalorización del patrimonio, el desarrollo a la creatividad, la garantía a la libertad de creación y expresión así como de otros procesos ligados al desarrollo integral y humano. También, y al igual que como ocurre con el concepto de cultura, las políticas culturales no tiene una única definición, ni tampoco existe consenso acerca del momento en que surgen; sin embargo, asumiremos la idea generalizada de que ellas surgen como tales luego de la II guerra mundial con Políticas culturales de la Universidad del Zulia 63 la declaración universal de los derechos humanos en los cuales la cultura pasa a ser un derecho humano fundamental y por lo tanto parte esencial del estado de bienestar. Desde este punto de vista los actores globales como la Unesco pasan a ocupar un papel protagónico en el impulso de la definición de políticas culturales por parte de los estados miembros (Bermúdez y Sánchez, 2002). En este sentido, autores como Harvey (1990) han señalado a la Primera Conferencia Intergubernamental Mundial sobre Aspectos Institucionales, Administrativos y financieros de las políticas culturales, celebrada en Venecia en Agosto de 1970. Recogiendo lo acordado en esta conferencia sobre las políticas culturales, Harvey (1990) propone definirlas como el conjunto de principios operativos, de prácticas y de procedimientos de gestión administrativa o presupuestaria, que deben servir de plataforma a la acción cultural del estado, teniendo presente que cada estado concreta su política cultural dentro de un contexto social, histórico, económico y político, propio en función de valores culturales y objetivos establecidos nacionalmente. Diversos autores han cuestionado la idea de reducir las políticas culturales a acciones estatales y se han realizado propuestas más amplias en virtud de considerar que no es sólo el estado quien hace política cultural sino que existen otros actores que de manera consciente diseñan y promueven políticas culturales. Así por ejemplo, Néstor García Canclini definirá las políticas culturales como “conjunto de intervenciones realizadas por el Estado, las instituciones civiles y los grupos comunitarios organizados a fin de orientar el desarrollo simbólico, satisfacer las necesidades culturales de la población y obtener consenso para un tipo de orden o transformación social” (García Canclini, 1987:26). En este mismo sentido encontramos la definición de Moclús (2010) quien difiere de la idea de que la política cultural sea reducida a orientaciones conscientes y explicitas puesto que, para él, éstas se hacen tanto por acción o por omisión. Sostiene al igual que Canclini que la política cultural puede ser hecha desde otros órganos o sectores distintos al público estatal. En este sentido la define como “[…] el conjunto estructurado de acciones y prácticas sociales conscientes y deliberadas (o ausencia de ellas) de los organismos públicos, (pero también de otros agentes sociales y culturales) en la cultura, entendida básicamente y de manera restringida como sector de actividades culturales y artísticas, pero también de manera indirecta y extensa como universo simbólico compartido por la comunidad” (2010:446). Esta definición es interesante porque destaca que la política cultural no se restringe a la producción artística sino que, en tanto actúa sobre contenidos simbólicos, actúa en la cultura en su sentido antropológico esto es como universo simbólico, maneras de pensar y hacer que comparten Políticas culturales de la Universidad del Zulia 64 un grupo o comunidad. Estos planteamientos sobre el concepto de políticas culturales nos conducen también a pensar las políticas culturales como procesos dinámicos que tienen en su centro a actores sociales y políticos diferenciados y por lo tanto a la vinculación necesaria que éstas tienen con lo político, en la medida en que estas son el producto de prácticas discursivas de actores, muchas veces en conflicto, y que intentan mantener un orden social o promover alternativas. Esto significa que no existe una política cultural neutral sino que ella es el producto de los conflictos y consensos entre distintos agentes en relación a la orientación de los cambios culturales deseados. Podemos citar también la definición de Rey (2010) quien propone conceptualizarlas como “[…]las grandes definiciones que asume el país para orientar los procesos y acciones en el campo cultural, mediante la concertación y la activa participación del Estado, las entidades privadas, las organizaciones de la sociedad civil y los grupos comunitarios, para de esta manera responder con creatividad a los requerimientos culturales de la sociedad” (2010:32). Las políticas culturales atienden también a un contexto, de allí que sea muy importante tomar en cuenta que estas además de ser concertadas deben ser contextualizadas para responder a la complejidad de los cabios que se generan en el ámbito local y global. A continuación, iniciamos la exposición del marco de Políticas Culturales de LUZ y para LUZ, que son respuestas de todo el engranaje diagnóstico, teórico y metodológico hasta estas líneas se ha expuesto. 6.1. Ejes de las políticas culturales Los ejes harán visible a la institución la noción que tiene de cultura; y pretenden ser el marco de la filosofía de su gestión cultural. Los ejes, definidos de acuerdo a lo que se consideran son los problemas fundamentales identificados a partir de las consultas, tienen un carácter general que se asumen como ámbitos de intervención. 6.1.1. Identidades culturales Políticas que orientan las principales acciones para afirmar las identidades culturales nacionales, locales y con el ser universitario. En este eje están incluidas las políticas relativas a la puesta en valor del patrimonio cultural universal, nacional, local y universitario, así como a la promoción y respeto de la diversidad cultural. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 65 6.1.2. Democracia cultural y fortalecimiento de los derechos culturales Políticas relativas al acceso a los procesos creativos y de disfrute de la vida cultural, tanto para el sector estudiantil y en general para la comunidad universitaria, así como para las comunidades que constituyen el entorno de la Universidad. En este eje se ubican como prioridad las políticas de formación de públicos, especialmente dirigidas al sector estudiantil así como a la formación en artes, y todo lo relativo a la circulación y difusión. 6.1.3. Construcción de ciudadanía y cultura de la paz Políticas que tiendan al fortalecimiento del respeto a las diferencias culturales de cualquier tipo como a la libertad de pensamiento, valores democráticos y de convivencia. 6.1.4. Cultura y ecología Políticas encaminadas a construir una cultura de armonía con el ambiente como práctica de vida tanto al interior de la Universidad como con su entorno la ciudad. 6.1.5. Relación arte-cultura, ciencia y sociedad Políticas centradas en la vinculación entre las distintas instituciones y grupos culturales que tienen la responsabilidad de ejecutar las políticas en el ámbito cultural, tal y como fue concebida en la idea del circuito cultural. Asimismo, se abordan las políticas dirigidas a la vinculación con las áreas curriculares y extracurriculares como extensión, autodesarrollo y trabajo comunitario; así como la potenciación de los procesos estéticos y creativos como base fundamental del desarrollo de la imaginación científica. 6.1.6. Apoyo a las artes y a los creadores y trabajadores culturales universitarios y de la región Políticas relativas al fortalecimiento de los grupos culturales que hacen vida en la universidad, a la creación de condiciones que hagan posible la difusión y apoyo a la creación de las propuestas artísticas de estos grupos y las políticas de cooperación con otros entes de la región para apoyar el desarrollo de las artes. 6.1.7. Potenciación de la acción cultural universitaria Políticas que generen cambios en el marco legal y normativa universitaria así como en la estructura y gerencia cultural. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 66 6.1.8. Cultura y comunicación Políticas de vinculación entre estas dos dimensiones de la Universidad, así como el fortalecimiento de una política de comunicación dirigida a difundir la oferta cultural de la Universidad. Éste incluye la cultura digital, la cual engloba las políticas de fortalecimiento de la educación responsable en el uso de las nuevas tecnologías y la revalorización de éstas como herramientas de conocimiento y comunicación. 6.2. Planteamiento de política por eje Eje 1. Identidades culturales Políticas Fortalecimiento y reconocimiento de la diversidad cultural, así como de los procesos y dinámicas culturales que se han generado por parte de las comunidades y grupos sociales en la búsqueda de su reafirmación como sujetos sociales históricos, creadores, portadores y trasmisores de saberes y prácticas culturales. Revalorización del patrimonio cultural zuliano. Institución del patrimonio cultural universitario como elemento dinamizador de los procesos de articulación de identidad de la comunidad universitaria y de la reafirmación de su responsabilidad ética como científico y como ciudadano. Fortalecimiento de la autonomía universitaria como principio esencial de la identidad de la Universidad del Zulia. Creación de condiciones culturales que hagan posible el desarrollo de las capacidades creativas e innovadoras de los universitarios. Fortalecimiento de los procesos de apropiación y disfrute de los bienes culturales. Objetivos Contribuir con el reconocimiento de la diversidad cultural en el marco de las diferencias en condiciones de igualdad y equidad con valores consustanciados en el proceso de construcción de identidades del zuliano. Formular orientaciones que incidan en políticas, programas y proyectos socioculturales a desarrollar por organismos públicos y privados del ámbito nacional, regional y local para la Políticas culturales de la Universidad del Zulia 67 construcción de relaciones basadas en el reconocimiento de las identidades y diferencias culturales de los pueblos que hacen vida en el estado. Incentivar, a través del asesoramiento y convenios estratégicos, al sector público y privado para que promuevan acciones que tiendan a la revalorización del patrimonio cultural por parte de las comunidades como elemento clave en el logro de los procesos de reafirmación cultural. Promover las acciones necesarias para el registro, protección, restauración y conservación del patrimonio cultural tangible e intangible de nuestra universidad. Fortalecer la identidad institucional promoviendo la puesta en valor del patrimonio colectivo universitario. Ejecutar los procesos de expresión cultural a través de la participación de los distintos grupos culturales que hacen vida en la universidad para la generación de la energía cultural necesaria para construir un proyecto cultural universitario que articule y reafirme nuestro compromiso y misión como universitarios. Generar procesos que tiendan a la revalorización de la autonomía y a la conciencia en la comunidad universitaria de su importancia en la libertad de creación científica y artística, condiciones éstas necesarias para la producción del conocimiento y del desarrollo de las artes. Promover el papel del arte como mediador en el desarrollo de las capacidades creativas de la comunidad universitaria y las comunidades de su entorno. Fortalecer el ejercicio de la libertad de creación como vivencia gratificadora del desarrollo integral humano en general y de los estudiantes universitarios en particular. Contribuir con el desarrollo del capital cultural de la comunidad interna universitaria y de la extra universitaria como elemento indispensable para el éxito de los procesos de promoción apropiación y disfrute de los bienes culturales como bienes colectivos. Establecer vínculos visibles entre el currículum de pre y postgrado, y los agentes culturales que coadyuvan la promoción de saberes acerca de la identidad, así como su construcción, para favorecer la competencia instituida en la Universidad del Zulia de identidad cultural. Eje 2. Democracia cultural y fortalecimiento de los derechos culturales Políticas Democratización de la participación de los actores culturales en la formulación de las políticas culturales y la gestión cultural. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 68 Contribución a la creación de las condiciones de accesibilidad de todos los ciudadanos a la experiencia estética. Objetivos Implementar procesos de difusión y promoción cultural como elementos para empoderar a la comunidad universitaria para hacer posible el disfrute de los bienes culturales. Promover la formación estética y de públicos a través de la generación de una dinámica cultural universitaria que permita el acceso al universo cultural simbólico base de la formación de la sensibilidad, expresividad, convivencia y construcción de ciudadanía. Propiciar la participación de los actores culturales universitarios y de la comunidad universitaria en general en la formulación de las políticas culturales de las instituciones culturales universitarias y en el diseño, ejecución y seguimiento de los presupuestos programas, proyectos. Establecer vínculos visibles entre el currículum de pre y postgrado, y los agentes culturales que coadyuvan la promoción de convivencia y participación, para favorecer la competencia instituida en la Universidad del Zulia de paz. Eje 3. Construcción de ciudadanía y cultura de la paz Políticas Posicionamiento de la acción cultural en el fomento de los procesos de construcción de ciudadanía y en la búsqueda de la paz y la convivencia ciudadana. Promoción de la diversidad cultural y lingüística y el derecho a la libre autodeterminación de los pueblos. Objetivos Promover la cultura como fuerza creadora de ciudadanía y de interacción dialógica basada en la cultura de la paz. Construir una ciudadanía cultural mediante procesos de educación en los valores democráticos de respeto a la diversidad, multiculturalidad y pluralidad cultural. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 69 Promover espacios y prácticas culturales de diálogo entre diferentes actores universitarios y entre actores sociales de la región como ejercicio cotidiano de construcción de ciudadanía. Desarrollar la cultura de la paz a través de la revalorización cultural del otro como interlocutor válido y sujeto de derechos culturales. Promover una cultura universitaria de convivencia y armonía con el medio ambiente universitario y extrauniversitario Eje 4. Cultura y ecología. Política Fortalecimiento de la conciencia ecológica como factor cultural clave del desarrollo humano y de los valores universitarios, así como de práctica de vida. Objetivos: Propiciar la instauración en la comunidad universitaria de acciones que propicien el desarrollo de áreas verdes, a través de las expresiones y prácticas culturales ligadas a la cultura de protección ambiental. Consolidar a través de acciones culturales, el desarrollo de propuestas universitarias de articulación de acciones con otros actores de la región para la defensa y conservación de las riquezas naturales y de protección del íconos ambiente. Promover a través de actividades culturales, acciones que contribuyan a la integración y a la construcción en la universidad de un ambiente sano, seguro y que permita la convivencia, uno de los soporte en la construcción de los procesos de pertenencia y de construcción de la identidad universitaria. Eje 5. Relación arte-cultura, ciencia y sociedad. Política Articulación de la relación entre arte- ciencia, cultura y sociedad. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 70 Objetivos Fortalecer la relación entre el currículo y la actividad cultural para contribuir con el desarrollo de las capacidades creativas y de innovación científica, competencias cónsonas con ejes transversales de formación de los nuevos planes curriculares. Promover a través del arte, canales para que la universidad pueda interactuar con su entorno inmediato y fortalecer sus vínculos con la sociedad. Estimular a través del arte, las potencialidades creativas de los distintos sectores sociales, especialmente entre niños y jóvenes, y personas con discapacidad como medio para mejorar el desarrollo intelectual y humano en nuestra sociedad. Mejorar el uso del tiempo libre de la población infantil, juvenil y adulta, en el marco de la igualdad de condiciones, ofreciendo alternativas de recreación y de formación de públicos. Construir espacios de comunicación dialógica en donde se reconozca las diferentes visiones e interpretaciones del arte y la ciencia, así como las distintas fuentes de sabiduría y racionalidad que las soportan. Captar financiamiento internacional a través de proyectos asesorados por la Dirección de Relaciones Interinstitucionales. Eje 6. Apoyo a las artes y a los creadores y trabajadores culturales universitarios y de la región. Políticas Vinculación de la acción de los actores culturales institucionales culturales intra y extrauniversitario así como las redes de carácter comunitario. Promoción, captación y desarrollo del talento artístico estudiantil. Apoyo y cooperación al desarrollo de las artes. Formación y capacitación cultural de los trabajadores culturales. Estímulo al trabajo cultural y a la trabajador cultural universitario. Políticas culturales de la Universidad del Zulia creación de condiciones para la dignificación del 71 Objetivos Promover la acción cultural a través de la creación de estrategias que permitan la vinculación, coordinación y concertación de la acción cultural de los distintos entes involucrados en la gestión cultural universitaria a nivel curricular y extracurricular. Difundir la vida cultural de la región y la ciudad a partir de la integración y la acción cultural concertada entre la universidad y otras instituciones de gestión cultural local y comunitaria. Incentivar a todos los actores involucrados en la gestión cultural local sobre las ventajas para todos y para la población en general de una acción cultural concertada y compartida. Contribuir al desarrollo de las capacidades y aptitudes artísticas de nuestros estudiantes a través de programas de captación de talento artístico con la acción coordinada entre la Dirección de Cultura, Autodesarrollo, las fundaciones culturales y la Facultad Experimental de Arte. Promover el desarrollo de las artes en el espacio regional a través del fortalecimiento de las relaciones de cooperación con otras instituciones culturales a nivel internacional, nacional y local tanto en el ámbito de la formación artística y de gerencia cultural como en el diseño, ejecución y evaluación de programas y proyectos culturales de impacto social. Fomentar la profesionalización, capacitación y formación de los trabajadores culturales universitarios y de la región en las distintas disciplinas artísticas. Generar cambios en la política de recursos humanos de los trabajadores culturales de LUZ con el fin de adecuarla a las responsabilidades, al tipo de actividad que realizan y a las específicas necesidades de estímulo y desarrollo profesional y personal. Incentivar a las autoridades universitarias para lograr el apoyo en las políticas de formación y desarrollo de los trabajadores culturales universitarios. Garantizar las condiciones y recursos que permitan la realización del trabajo cultural en condiciones adecuadas. Promover cambios en el marco legal universitario para potenciar la acción de los actores e instituciones culturales en la formación curricular y extracurricular de los estudiantes así como su impacto social en las comunidades. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 72 Eje 7. Potenciación de la acción cultural universitaria Políticas Impulso a la acción cultural universitaria Rescate, preservación, creación y fomento de Infra-estructura y espacios culturales universitarios. Profesionalización del área cultural. Consolidación del Circuito Cultural Universitario. Objetivos Sensibilizar a la comunidad universitaria en la relevancia que tiene la acción cultural para el desarrollo de la universidad y los universitarios de tal manera que ello haga posible los cambios necesarios. Construir procesos de diseño, ejecución y revisión del presupuesto universitario destinado a la gestión cultural, con la finalidad de hacerlo más participativo y eficiente. Diseñar mecanismos y propuestas alternativas de financiamiento al presupuesto universitario a través de la puesta en valor del patrimonio cultural universitario así como por medio de las fortalezas académicas, potencialidades y experiencia en el trabajo cultural de nuestras instituciones y grupos culturales. Fomentar cambios en la gerencia cultural universitaria para hacerla más participativa, dinámica y adecuada a las estructuras flexibles necesarias para el cumplimiento de las políticas culturales universitarias y sus objetivos. Ofrecer espacios e instalaciones culturales adecuadas que garanticen a la comunidad universitaria el disfrute de las actividades culturales, el desarrollo de la creación y expresión individual y colectiva. Promover iniciativas dentro y fuera de la Universidad, que contribuyan al rescate y la preservación de espacios para la actividad cultural universitaria. Constituir sólidamente la imagen del Circuito Cultural Universitario de LUZ como garantía de vinculación permanente, cooperación y programación compartida o estratégicamente diseñada, a fin de generar mayor impacto y visibilidad de la acción cultural universitaria. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 73 Fomentar y apoyar acciones que conlleven a la culminación, por parte de la Universidad, de las obras de infraestructura cultural inconclusas de alto impacto, como lo es el Aula Magna. Incentivar a la comunidad universitaria y a los diversos sectores sociales regionales sobre las necesidades y ventajas que tiene, para todos, el rescate desarrollo y apropiación de los espacios culturales universitarios con la finalidad de lograr apoyos. Promover la búsqueda de apoyos financieros para la adecuación, conservación y desarrollo de la infraestructura cultural existente estableciendo alianzas con sectores estratégicos de la región. Mejorar las condiciones de infraestructura y mobiliario de las sedes de los grupos culturales de la Universidad. Eje 8. Cultura y comunicación. Política Integración y vinculación de la acción cultural y comunicacional universitaria. Fortalecimiento de una cultura digital basada en la educación responsable del uso de las nuevas tecnologías y la revalorización de éstas como recursos de conocimiento y comunicación. Desarrollo del conocimiento a partir del uso de las tecnologías de información y comunicación en nuestro sistema bibliotecario. Objetivos: Propiciar un marco de acciones consensuadas entre las instituciones culturales y comunicacionales universitarias con la finalidad de promover y afianzar los valores sobre los cuales se construye la identidad de los universitarios. Fomentar las iniciativas tendientes a potenciar la difusión del quehacer cultural universitario. Propiciar la discusión y transformación de los medios de comunicación universitarios y su programación con la finalidad de adecuarlos a la convivencia de escenificaciones y gustos culturales y públicos diversos incluyendo los grupos minoritarios. Impulsar el desarrollo del cine club universitario y potenciar su acción en la Políticas culturales de la Universidad del Zulia 74 democratización de los bienes culturales, en la utilización del tiempo libre de la comunidad universitaria y en los procesos de formación integral de los estudiantes. Incentivar el uso democrático de las nuevas tecnologías de información y comunicación como soporte para la promoción y divulgación de acciones de formación cultural y para el disfrute de la comunidad usuaria. Proveer a la comunidad universitaria de herramientas que le permitan el manejo responsable de las nuevas tecnologías. Construir los procesos educativos para la difusión de la ética como un valor importante en la utilización de las nuevas tecnologías como herramientas de apoyo al conocimiento. Fortalecer los procesos de enseñanza aprendizaje y la investigación a través de un mayor impulso a la modernización del sistema bibliotecario y de aulas virtuales. Consolidar y desarrollar el trabajo académico a través del trabajo en redes de investigación virtuales. Formar y capacitar a la comunidad universitaria en el uso de las nuevas tecnologías de ayuda y de nodos inclusivos. 6.3. Planteamiento de acciones por eje La lista de acciones que a continuación se presenta forma parte de un marco ideacionario recogido en los diferentes encuentros realizados con el sector cultural universitario, descritos en el apartado metodológico, especialmente el último encuentro donde se validaron las políticas y sus objetivos. Esta lista representa: i. Referencias de acciones promovidas anteriormente que cesaron en el tiempo pero que gozaban de aceptación y valoración en la Universidad. ii. Referencias al quehacer actual, que a opinión de quien emite merecen mayor respaldo institucional y resguardo en el tiempo. iii. Intenciones de acciones inmediatas por parte de los agentes culturales de LUZ, así como a mediano y largo plazo. iv. Desafíos y visiones que se elevan a la socialización del colectivo. Las acciones que se listan a seguir no representan todo el accionar cultural de LUZ ni actual ni posible, son listas documentadas durante la recogida de información del proceso de definición de las políticas culturales. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 75 Las listas de acciones de los ejes, son listas abiertas, y no representan compromisos formales de la institución pero sí divulgan tanto el quehacer del estado actual como las posibilidades de incremento, en cantidad y en calidad de la actividad, en este caso, cultural. Con ellas, la institución hace un inventario de su potencial concreto, y de la intención de su comunidad. Eje 1. Identidades culturales Acciones Brindar a las comunidades y organizaciones públicas proyectos expositivos que permitan la concienciación acerca del reconocimiento de las identidades y diferencias culturales presentes en el estado Zulia. Intercambiar saberes con otras organizaciones sobre la historia cultural de la comunidad, a fin de documentar y reconocer los valores que en ellas existen y crear las bibliotecas narrativas de la cultura. Difundir en las comunidades y organizaciones públicas los diferentes proyectos abordados por las diferentes Facultades como instrumentos de concientización acerca del reconocimiento de las identidades y diferencias culturales de los grupos aborígenes del estado Zulia. Realizar un inventario de las etnias del estado Zulia y sus manifestaciones culturales. Realizar investigaciones sobre la identidad, sentido social y pertinencia en la comunidad. Promover el patrimonio cultural zuliano. Conformar Cine Clubes en los diferentes núcleos de LUZ cuya programación apunte a la exhibición de materiales audiovisuales donde los espectadores puedan reconocerse en sus identidades locales, nacionales, y universales. Establecer una programación permanente de Cine Indígena nacional e Internacional en el marco del Festival del Cortometraje Nacional Manuel Trujillo Durán. Orientar la línea de investigación en arte zuliano hacia el reconocimiento de la diversidad cultural como eje clave de la reafirmación identitaria del zuliano. Promover líneas de investigación en arte zuliano en todas las instituciones de educación superior basadas en el reconocimiento de las identidades y diferencias culturales de los pueblos que hacen vida en el estado. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 76 Vincular a la Escuela de Ciencias Políticas y otras carreras afines, tales como Sociología, Antropología, Educación, entre otras, en la actualización y evaluación de Políticas Culturales de la Universidad y del Estado. Establecer convenios con las universidades venezolanas para conocer su acción en el campo del tratamiento del patrimonio cultural, en especial con la Universidad Central de Venezuela a través del Consejo de Prevención y Desarrollo, como bien declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad. Establecer convenios con instituciones públicas y privadas vinculadas al patrimonio cultural a nivel nacional, regional y local para unir esfuerzos en el rescate del patrimonio cultural. Vincular a los ciudadanos con los espacios públicos peatonales de la ciudad, con el apoyo logístico e institucional de la gobernación, alcaldías, juntas comunales, red de transporte público, bomberos y policías. Crear un marco jurídico que favorezca la recuperación del patrimonio cultural de LUZ a través de la gestión de incentivos fiscales otorgados por las instituciones municipales. Crear una base de proyectos para la recuperación a corto, mediano y largo plazo para ofertar a los organismos nacionales e internacionales. Conformar el centro de documentación del patrimonio cultural universitario de LUZ. Crear el Sistema único de inventario y registro de bienes culturales que permitan coordinar las acciones y tener información sobre el estado y las actuaciones relacionadas con el patrimonio cultural, a través del uso de las tecnologías de la información. Realizar el registro de inventario básico, de valoración y de actuación de los bienes tangibles e intangibles de LUZ. Diagnosticar el estado de los bienes culturales de LUZ, con el fin de que la institución promueva las acciones necesarias para su protección, conservación, restauración y adecuación a su accesibilidad. Recuperar el material fílmico del Departamento Audiovisual como parte del patrimonio audiovisual de la región y del país. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 77 Promover la investigación histórica, estilística y técnica en las diferentes facultades y centros de investigación, vinculados con el patrimonio cultural con el fin de incrementar el conocimiento necesario para gestionar y salvaguardar el patrimonio cultural universitario. Establecer programas de conocimiento y valoración del patrimonio cultural en los diferentes niveles de enseñanza preuniversitaria y universitaria. Incorporar materias, en carreras pertinentes, para la conservación del patrimonio edilicio y mueble, para formar profesionales especializados en las diferentes ramas de actuación del patrimonio cultural. Desarrollar programas de educación continua, diplomados y posgrados en el área de gestión del patrimonio. Facilitar la incorporación de los estudiantes a actividades relativas al conocimiento, protección e intervención y puesta en valor del patrimonio cultural. Elaborar el expediente de cada uno de los bienes que tengan valor cultural para solicitar la declaratoria como patrimonio cultural universitario. Señalizar el patrimonio cultural edificado y a las instituciones culturales de LUZ edificadas, tales como Aula Magna, Teatro Baralt, Cine Club Universitario de Maracaibo, Danzaluz, Maczul, Chímpete Chámpata entre otros, para que la ciudadanía y la comunidad universitaria conozca su ubicación y fomentar así recursos interpretativos del mismo en formatos accesibles. Propender la adecuación institucional y actualización del marco normativo que delimite la acción de los entes universitarios vinculados al patrimonio cultural, con el fin de mejorar la capacidad de manejo y protección del patrimonio cultural. Crear una base de datos con registro de seguridad de las obras de arte de la Universidad. Diseñar estrategias para la activación de un plan de recuperación del patrimonio edificado con adecuación a la accesibilidad, patrimonio mueble y del arte en espacios públicos. Definir instrumentos normativos para la intervención del patrimonio cultural. Establecer las condiciones físicas para la conservación preventiva y el mantenimiento los bienes culturales. Definir el manual de procedimientos para el ingreso y egreso de obras de arte y difundirlos a todas las dependencias universitarias. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 78 Crear un Centro o Unidad de Restauración y Conservación adscrita a alguna pertinente estructura de la Universidad. Incluir anualmente en la programación expositiva una muestra sobre el patrimonio artístico de LUZ, organizada conjuntamente por Dirección de Cultura de LUZ y el Maczul. Buscar patrocinio entre instituciones del sector público y privado para realizar exposiciones que revaloricen el patrimonio cultural de LUZ, como elemento clave en el logro de los procesos de reafirmación cultural y de transmisión de una imagen positiva de la identidad de los miembros de la comunidad universitaria. Crear espectáculo pedagógico-expositivo sobre la historia de la Danza, Teatro y Títeres, Música, Cine, Literatura, Arte en LUZ. Instrumentar estrategias para la enseñanza y valoración de la Universidad y de sus bienes culturales para toda la comunidad universitaria. Crear videos institucionales de la Universidad que propicie la conformación de identidad de la comunidad universitaria. Crear videos, material gráfico de cada una de las facultades y dependencias de LUZ con información histórica y actual. Diseñar estrategias para la puesta en valor de los bienes culturales a corto, mediano y largo plazo. Crear rutas internas con paradas en estaciones específicas para el conocimiento y apropiación de los bienes culturales de LUZ. Crear las brigadas o vigías estudiantiles del patrimonio cultural universitario, que a su vez sensibilicen al resto de la comunidad universitaria de los valores que resguardan. Promocionar el patrimonio artístico de LUZ, a través de catálogos comentados, exposiciones y espectáculos itinerantes dentro y fuera de las instalaciones universitarias. Fortalecer el programa Cine en las comunidades a fin de lograr el acercamiento al hecho cinematográfico y audiovisual, en la construcción de ciudadanía. Crear la Sala Expositiva Temática con la memoria histórica de LUZ. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 79 Organizar salones de artes visuales y arquitecturas regionales, nacionales e internacionales con el fin estratégico de enriquecer el patrimonio artístico y construido de LUZ en función de las demandas del plan rector de la Universidad del Zulia (salones con adquisición de obras premiadas y concursos de Arquitectura con base en las necesidades arquitectónicas y urbanísticas. Incorporar al sistema de recepción para los nuevos estudiantes, empleados, docentes, obreros exposiciones del rol de la universidad, su historia, fundamentos, estructura y simbología. Utilizar las TIC para divulgar material alusivo al patrimonio cultural universitario y regional. Diseñar campañas para la divulgación de los bienes culturales dirigida a la comunidad universitaria y a la ciudadanía en general. Eje 2. Democracia cultural y fortalecimiento de los derechos culturales. Acciones Ejecutar un proyecto editorial especializado en la difusión de las manifestaciones culturales indígenas regionales. Promover la producción artística de los grupos indígenas que conviven en la comunidad universitaria Coordinar acciones y actividades culturales permanentes en espacios comunes de las facultades, como auditorios, pasillos, plazas, otros. Promover exposiciones itinerantes de artes visuales, escénicas literatura de las etnias de la región. Realizar periódicamente exposiciones, toma cultural y talleres relacionados con la temática en las comunidades estratégicas. Realizar un inventario y diagnóstico de los espacios culturales de la ciudad. Ofrecer las actividades de formación estética del programa educativo del Maczul, Dirección de Cultura, Extensión Feda-LUZ a los estudiantes de las diferentes dependencias, facultades y núcleos, programación que se difundirá a través de los medios de difusión informativa de LUZ, Autodesarrollo y Extensión con el fin de promover e intensificar la participación de la comunidad universitaria. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 80 Incrementar la utilización del programa expositivo por parte de los profesores de las facultades para realizar charlas, foros y conferencias vinculadas al tema de los estudios culturales. Propiciar la participación de docentes y estudiantes con trayectoria y producción artística reconocida en los espacios propicios dentro y fuera del campus universitario. Coordinar, con la Dirección de Cultura y las actividades de autodesarrollo del área artística, visitas guiadas por las exposiciones del MACZUL. Fortalecer el programa de extensión comunitaria del MACZUL como un programa del Circuito Cultural de LUZ para contribuir a hacer más asequible las manifestaciones artísticas a todos los ciudadanos. Presentar eventos culturales en las facultades de LUZ, a través de programas específicos de música, artes escénicas, literatura y otras áreas, con carácter regular para crear hábito y expectativas en la colectividad estudiantil. Viabilizar las ofertas y actividades culturales en modalidades y formatos accesibles a personas con discapacidades. Eje 3. Construcción de ciudadanía y cultura de la paz. Acciones Realizar tertulias y mesas de discusión permanentes sobre temas culturales de interés ciudadano. Coordinar actividades con Cátedras libres pertinentes a los objetivos del eje. Ofrecer seminarios y otros temas relacionados para realizar ciclos de charlas, foros, conferencias, y actividades que propicien el diálogo entre diferentes actores intra y extra universitarios. Ejemplo: l Seminario de Pensamiento, Arte y Culturas Contemporáneas, coordinado por la Unidad de Educación del Maczul y la maestría en Antropología de la Facultad Experimental de Ciencias. Programar ciclos de cine-foros vinculados al tema de la paz, la multiculturalidad, y la construcción de ciudadanía. Realizar festivales de arte urbano en diferentes espacios de Maracaibo, con el objeto de recuperar para la ciudadanía los espacios públicos. Ofrecer las condiciones básicas de seguridad y ambiente para fomentar el desarrollo creativo libre en los espacios universitarios, regidos por una normativa consensuada que propicie la creación. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 81 Diseñar e instaurar permanentemente campañas de ciudadanía activa para contribuir a mejorar el clima educativo y laboral en la Universidad. Eje 4. Cultura y ecología. Acciones Proyectar intervenciones ecoartísticas dentro de la ciudad universitaria en coordinación con las facultades de Arte, Arquitectura, Ingeniería, Ciencias, Agronomía y aquéllas dependencias con vinculación directa sobre el tema. Diseñar encuentros de arte al aire libre en ambientes naturales urbanos y extraurbanos. Adecuar las instalaciones y equipamiento cultural de LUZ en términos de accesibilidad y principios de diseño universal, de acuerdo a las leyes y normativas nacionales vigentes. Desarrollar visitas guiadas por el Arboretum del Maczul con el fin de dar a conocer las especies vegetales que lo integran y estimular la siembra planificada de nuevos espacios verdes en la ciudad universitaria. Promover en la comunidad universitaria la adopción de las diferentes especies que forman el Arboretumdel Maczul, con el fin de propiciar que el Proyecto Hojas Verdes de la Cámara de Comercio de Maracaibo emprenda la siembra de nuevas áreas verdes, en otros espacios de la comunidad universitaria. Ofrecer el Arboretumdel Maczul a las comunidades intra y extra universitarias como un espacio de interpretación ecológica para la protección y armonía con el ambiente, que puede ser replicado en diferentes dependencias, con la participación de todas las manifestaciones artísticas. Reactivar el Festival de Videos Ambientalistas. Auspiciar concursos para la ejecución de obras para los espacios universitarios. Generar más espacios de reunión y adecuar los existentes con mobiliario urbano y expresiones acordes de arte público. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 82 Eje 5. Relación arte-cultura, ciencia y sociedad. Acciones Potenciar a través de los medios la promoción del Programa Educativo y del Programa de Extensión Comunitaria del Maczul, dirigidos a niños y jóvenes de diferentes barrios, comunidades, bibliotecas, fundaciones y asociaciones, como instrumento para el desarrollo armónico de la personalidad y del intelecto en nuestra sociedad. Promover actividades académicas (charlas, seminarios, simposios, congresos, foros) y artísticas (exposiciones, conciertos, películas) que vinculen los ámbitos de arte, ciencia y tecnología. Crear programas culturales comunitarios. Potenciar a través del Programa Cine en el aula el acercamiento al hecho cinematográfico de estudiantes y docentes en las escuelas de liceos públicos y privados de la región. Concretar el convenio con la Coordinación de Servicio Comunitario de cada facultad, con el objeto de realizar actividades audiovisuales con los estudiantes en las comunidades de la región. Fortalecer y crear Cátedras Libres en conjunto con Facultades, dependencias centrales o Fundaciones culturales: ejemplo de ello: Cátedra de Arte Digital (Maczul-FAD); Cátedras de Cine y Fotografías (Maczul-FEDA), Cátedra de Literatura (Maczul-Escuela de Letras de la FHE), Cátedra de Teatro Latinoamericano y el Caribe (Dirección de Cultura). Fortalecer y apoyar los cursos o diplomados que generen saberes acerca de la gestión y la promoción cultural, así como los derechos culturales o las prácticas asociadas al arte y la cultura. Eje 6. Apoyo a las artes y a los creadores y trabajadores culturales universitarios y de la región. Acciones Establecer alianzas con las Divisiones de Extensión de cada Facultad. Fortalecer la relación entre la Dirección de Cultura y los diferentes Centros de Estudiantes de cada facultad, con el objeto de mantenerlos informados de todas las actividades culturales de la Universidad. Concretar la vinculación con las oficinas de Servicio Comunitario de cada facultad, para Políticas culturales de la Universidad del Zulia 83 delinear estrategias con las diferentes escuelas. Establecer alianzas estratégicas con las fundaciones culturales de LUZ para difundir sus actividades dentro del recinto universitario. Dictar talleres libres de producción artística en la Dirección de Cultura. Convenios con los diferentes diplomados de LUZ pertinentes a las áreas para la formación de los trabajadores culturales. Promocionar con mayor intensidad entre los estudiantes universitarios, en acción coordinada con la Dirección de Cultura, Autodesarrollo y Feda, la convocatoria anual al Salón Regional de Jóvenes Artistas del Maczul. Promover entre los estudiantes de la Feda la realización del Servicio Comunitario en los diferentes programas del Maczul. Promover la ejecución de la Ley Regional de Cine, aprobada por la Asamblea Legislativa del estado Zulia desde la década de los noventa. Realizar permanentemente Talleres de Formación Cinematográfica y de Fuentes de Financiamiento, a Nivel Nacional e Internacional, para los realizadores de la región. Fomentar el intercambio de realizadores, estudiantes y profesores en el área audiovisual con centros de formación cinematográfica, a nivel nacional e internacional, a través de los convenios establecidos por la Dirección de Relaciones Interinstitucionales entre LUZ y otras Universidades e Instituciones. Fomentar la producción artesanal en la comunidad. Propiciar el acercamiento de la comunidad intra y extrauniversitaria a la manifestaciones musicales populares Crear el Laboratorio de Danza. 7. Potenciación de la acción cultural universitaria Acciones Programar visitas guiadas a la Dirección de Cultura y a las fundaciones culturales por parte de los alumnos de LUZ y los diversos sectores que forman parte de ella. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 84 Realizar convenios y proyectos conjuntos con las coordinaciones de Servicio Comunitario de las facultades. Dictar talleres de apreciación y realización audiovisual y cine clubismo. Dictar talleres de Formación Musical Urbana. Dictar talleres de Artes Plásticas: Fotografía, Plástica, y otros afines. Gestionar la creación de posgrados en el área cultural. Extender la cátedra apreciación cinematográfica en autodesarrollo a las distintas facultades de LUZ. Agregar al proyecto de Arte Zuliano, otras manifestaciones artísticas, tales como Arquitectura, música, cine y otras expresiones culturales y artísticas de la región, incluyendo las nuevas expresiones culturales vanguardistas urbanas. Conseguir el aval de Fundacite-Zulia, para lograr que el gobierno nacional a través del Ministerio de Ciencia y Tecnología suscriba acuerdos de financiamiento ante organismos internacionales, tales como Banco Interamericano de Desarrollo, Comunidad Económica Europea, para proyectos de infraestructura física: finalización de obras y construcción de nueva planta cultural. Mantener el programa de televisión Cinema 21 como espacio de difusión de los materiales audiovisuales producidos en la región y el país, a fin de contribuir en la promoción del hecho cultural universitario. Propiciar actividades que acerquen a la comunidad en general, especialmente a la universitaria, a diferentes expresiones artísticas facilitando el acceso a cursos, talleres, presentaciones. Formar equipos de promotores culturales estudiantiles por cada facultad. Apoyar la creación de grupos por facultades, dedicados a la creación y recreación a través de diversos géneros literarios, musicales y de artistas en general para que desarrollen propuestas. Disponer de un recurso humano, como mínimo, exclusivamente dedicado a la promoción cultural por cada facultad. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 85 Eje 8. Cultura y comunicación. Acciones Promover en y el Sistema Integrado de Medios (SIM) que agrupe el periódico, el portal web, la agencia de noticias, la emisora y la televisora de la Universidad del Zulia la unidad del discurso cultural. Difundir trabajos periodísticos y campañas comunicacionales desde el SIM sobre los valores culturales y su impacto nacional, que efectivamente constaten el liderazgo cultural de la Universidad en la región. Disponer de un espacio fijo para el fomento de las acciones culturales, las gestiones culturales y una agenda semanal de promoción de las actividades de los grupos culturales de la institución, en cada uno de los medios comunicacionales de la Universidad. Normar el enriquecimiento del Portal Web de LUZ a través de la promoción de todas las actividades de índole cultural que las facultades desarrollan. Instaurar 5 ciclos de cine anuales en los espacios propicios para ello, liderados por el Departamento Audiovisual. Propiciar la producción, desde el Departamento Audiovisual, de un espacio televisivo de la Dirección de Cultura dedicado a la reflexión y difusión del acontecer artístico cultural de la región. Crear una página web dedicada a la enseñanza crítica de los medios audiovisuales como apoyo a la formación de los jóvenes y facilitadores en el área. Fortalecer la difusión de todos los Festivales, programas de formación, agrupaciones artísticas, entre más, a fin de la participación activa de estudiantes, docentes, empleados y obreros, tanto de LUZ como del resto de las instituciones convocadas a este festival nacional. Construir emblemas comunicacionales por Facultades que sirvan de promoción de la programación cultural que produce la misma Universidad. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 86 Cerrando En cuanto a la noción de cultura, la posición de la Comisión de Cultura es la de asumir por medio de la elaboración de la política cultural, el carácter estético-artístico de la cultura en la citada expresión “el arte hace al hombre”, contribuir con la formación ciudadana, fortaleciendo el rol de extensión y produciendo finalmente una dimensión simbólica y representativa, desde la cual la comunidad universitaria y la sociedad en general puedan mirarse a sí mismas y delinear lo que deben ser sus acciones dentro del contexto actual. A través de la delimitación de los significados de lo que entendemos por cultura en la actualidad, la universidad podría fortalecer su misión social, integrando el sentido de la enseñanza e investigación al de la acción comunitaria, para ayudar a la sociedad a establecer su norte. La universidad debe construir y recuperar la memoria socio-cultural, que como lo proponen actualmente los organismos internacionales, se establece en el fortalecimiento de la identidad y la diversidad cultural, en el incentivo de acciones creativas y en la formación ciudadana. La Comisión de Cultura propone algunas direcciones: La cultura no hay que pensarla exclusivamente como lo producido en actividades y talleres; hay que repensarla como sociedad, herencia colectiva, identidad. La cultura no puede ser un servicio funcional, sino de representación: saber, símbolos, emblemas, estilo. Hay que redefinir, conceptualizar, y diferenciar la producción artística de la gerencia de la administración cultural, y de la gestión cultural; esta última apunta a la complementariedad de las políticas institucionales. Hay que valorar la acción cultural como promotor de la habitabilidad, la convivencia, la seguridad, la pertenencia, la protección de la infraestructura. La noción de comunidad científica, única validación actual de los procesos mentales de la nuestra universidad, debe ser superada y entendida inmersa dentro de una comunidad intelectual con intereses de desarrollo artístico, moral, y espiritual, a sabiendas incluso de que las grandes revoluciones científicas son culturales, las tecnológicas son culturales, las económicas son culturales y las culturales son culturales. La institución debe mirar hacia dentro y hacia fuera, pues ella es parte constitutiva de la sociedad, allí hay un escenario más estable y frente al cual se ha ejecutado lo mejor del proyecto universitario en materia cultural. La visión de Circuito Cultural de la Universidad del Zulia se asoma como el despliegue de infraestructuras, programas y acciones que tienen sede en diversos espacios, dentro y fuera de la ciudad universitaria, y que responden a la concepción política cultural de la institución universitaria. Proponemos que en adelante se instale la concepción y operatividad del Circuito Cultural dentro de la Universidad del Zulia a los efectos de contribuir con la integración y la socialización de la comunidad. Proponemos también estrategias comunicativas y operativas para la visualización del Circuito y la promoción de su identidad. Políticas culturales de la Universidad del Zulia 87 Este circuito responderá a la vinculación, dentro de un marco espacial, del sistema cultural de LUZ regido por un plan estratégico, elaborado colectivamente, con miras a promover la ciudad universitaria como proyecto cultural que logre impactar la región. Propiciar la sistematización de la gestión de las unidades organizacionales del área cultural de la Universidad del Zulia redundará en la solidez de un área que comulga con la estrategia de gestión participativa de los integrantes de la comunidad universitaria y de las comunidades organizadas en el desarrollo cultural de las regiones a las cuales presta servicio la institución. Bibliografía Albornoz, Orlando (2010). Las múltiples funciones de la Universidad como institución: transferir conocimiento, crearlo y compartirlo.Caracas, Universidad Central de Venezuela. Ariño, Antonio (1997). Sociología de la cultura. Barcelona. Ariel. Asamblea Nacional Constituyente (1999). Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, Caracas. Atencio, María; Linares, Ivers; Méndez, Blanca y Montiel, María. 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