Copyright 2004 by Psykhe ISSN 0717-0297 PSYKHE 2 0 0 4 , Vo l . 1 3 , Nº2 , 8 5 9 8 Expectativas de Autoeficacia y Actitud Prosocial Asociadas a Participació n Ciudadana en J ó venes Selfefficacy Beliefs and Prosocial Attitude as Correlates of Social I nvolvement in Youth Elda Velásquez, M. Loreto Martínez y Patricio Cumsille Pontif icia Univ ersidad Cató lica de Ch ile Se estudiaron las dif erencias en la cantidad y tip o de p articip ació n entre j ó v enes de amb os sex os y, có mo estas dif erencias inciden en las ex p ectativ as de autoef icacia y la actitud p rosocial a f uturo.La muestra estuv o constituida p or 1 9 0 0j ó v enes, estudiantes de enseñ anza media de tres comunas de la Reg ió n Metrop olitana.A trav é s de p rueb as no p aramé tricas y análisis de reg resió n lineal se ex aminaron:a)las dif erencias ex istentes entre amb os sex os en la cantidad de activ idades de p articip ació n;b )las relaciones ex istentes entre el sex o de los p articip antes y su p articip ació n en activ idades de tip o p rosocial y activ ista, y c)la asociació n entre tip os de p articip ació n social y las ex p ectativ as de autoef icacia y actitud p rosocial de los adolescentes.Los resultados indicaron que las muj eres p articip an más que los h omb res.El sex o de los j ó v enes es una v ariab le p redictora de la actitud p rosocial a f uturo, p ero no p redice ex p ectativ as de autoef icacia.La p articip ació n social se asocia p ositiv amente a las ex p ectativ as de autoef icacia, como tambié n a la actitud prosocial.Se discuten las implicancias de los hallazg os desde la p ersp ectiv a de las p olíticas de j uv entud y la ig ualdad de g é nero. Th is study ex amined g ender dif f erences in lev els and typ e ofsocial inv olv ement, as well as th e associations b etween social inv olv ement, self -ef f icacy and p rosocial attitudes in Ch ilean adolescents.Th e samp le consisted of 1 9 0 0 adolescents drawn f rom p riv ate and municip al sch ools in metrop olitan Santiag o.Sig nif icant g ender dif f erences in lev els ofsocial p articip ation were f ound with f emales rep orting more inv olv ement th an males.I n addition, f emales rep orted h ig h er lev els ofp rosocial inv olv ement th an males.Reg ression analyses yielded a sig nif icant positiv e association between social participation and self -ef f icacy belief s.Similarly, social inv olv ement was p ositiv ely associated with p rosocial attitude.Finding s are discussed in lig h t ofth eir imp lications f or youth social p olicy and g ender equality. Introducción sus necesidades y v alores. Finalmente, la p articip ació n social aumenta los sentimientos de ef icacia y La p articip ació n social g enera el p otencial p ara que las instituciones, los contex tos escolares, del resp onsab ilidad y disminuye los sentimientos de alineació n y anonimato ( W andersman & F lorin, 2 0 0 0 ) . b arrio y de la comunidad sean resp onsiv os a las Como otras activ idades sociales, la p articip ació n necesidades de las p ersonas y de las f amilias. Entre está inf luenciada p or la socializació n de g é nero. Por los b enef icios de la p articip ació n ciudadana se h a ej emp lo, en relació n al tip o de org anizaciones en las notado que mej ora la calidad de los entornos y de que se p articip a, las alternativ as más f recuentes p ara los p rog ramas p ues los p articip antes contrib uyen cada g é nero son las org anizaciones sociales p ara con su conocimiento. Asimismo, la p articip ació n las muj eres y las dep ortiv as p ara los h omb res. En acrecienta los sentimientos de control sob re el am- este sentido, los dif erentes p atrones de socializa- b iente ( Florin & W andersman, 1 9 8 8 )y ayuda a las ció n a los que son ex p uestos h omb res y muj eres, p ersonas a desarrollar p lanes que calzan mej or con p resentan condicionantes, tales como p ermisos, tiemp o disp onib le e incomp atib ilidad de roles Elda Velásquez, Loreto Martínez y Patricio Cumsille, Escuela de Psicolog ía. La corresp ondencia relativ a a este artículo deb erá ser dirig ida a Elda Velásquez, Escuela de Psicolog ía, Pontif icia Univ ersidad Cató lica de Ch ile, Av da.Vicuñ a Mack enna 4 8 3 6 , Santiag o, Ch ile.E-mail:eev elasq@ p uc. cl La elaboración de este artículo f ue posible gracias al f inanciamiento otorg ado p or el Fondo Nacional de Desa- ( Sab atini, 1 9 9 5 ) , que v an situando a la muj er j ov en en una p osició n, donde la p articip ació n toma matices p articulares. Conocer los p atrones de p articip ació n, los contex tos o lug ares en que é sta se llev a a cab o, como tamb ié n el tip o de org anizaciones en que las muj eres rrollo Científ ico y Tecnoló g ico ( FONDECYT) , a trav é s j ó v enes se inv olucran y sus dif erencias con las que del p royecto Nº1 0 1 0 9 3 4 a la seg unda autora. conv ocan a los h omb res j ó v enes resulta relev ante 86 VELÁSQUEZ, MARTÍ NEZ Y CUMSI LLE al momento de evaluar los beneficios que la partici- más”(p. 228). La consolidación de la identidad se pación conlleva para cada género. transforma en el centro de las tareas evolutivas en El reporte de participación de las mujeres en or- esta etapa. La relevancia de esta tarea del desarrollo ganizaciones sociales, tiende a aumentar sistemáti- queda evidenciada en las investigaciones que han camente hacia la edad adulta, por tanto, es necesa- argumentado que la personalidad adulta está rio conocer las oportunidades de participación que influenciada en gran medida por la manera en que pueden ser propiciadas o reconocidas para las mu- las personas resuelven sus problemas durante este jeres jóvenes. En cuanto a lo primero, para la puesta periodo (Stewart & Healy, 1989). en marcha de ciertas habilidades asociadas con la En consecuencia con lo anterior, desde el enfo- participación (e.g., pensamiento crítico, liderazgo) que ecológico (Bronfenbrenner, 197 9), se concibe a generalmente existe primero un proceso de aprendi- la persona en desarrollo, en constante interacción zaje de dichas habilidades, por lo tanto, conocer las con su ambiente. Desde esta perspectiva, el desa- diferencias de participación entre los segmentos jó- rrollo es un cambio perdurable en el modo en que venes y adultos ayudará a comprender el desarrollo una persona percibe su ambiente y se relaciona con de estas habilidades. él. Así, las características de los entornos en que los T eórica y empíricamente la participación social se asocia al desarrollo de habilidades – e.g., empodera- jóvenes se desenvuelven cobran relevancia para su desarrollo. miento, pensamiento crítico, sentimiento de auto- Los contextos y las experiencias derivadas de eficacia y desarrollo de identidad entre otras caracte- los diversos roles permitirán al joven, identificarse rísticas–(Terry, 2001; Thomas, 2000; Zimmerman & con los valores comunes, favoreciendo la construc- Rappaport, 1998). En consecuencia, si las mujeres jó- ción de aspectos sociales de su identidad (Hart, venes participan menos, tal como se reporta en estu- Atk ins & Ford, 1998). En síntesis, las características dios nacionales (I NJ UV, 2001) sus oportunidades de personales de los adolescentes en conjunción con desarrollar estas habilidades a través de la participa- las oportunidades del entorno para la exploración ción serían menores. de acción prosocial influencian el desarrollo de la En función de la literatura consultada, el presente estudio se ha planteado como objetivo general identidad moral y, a su vez, incrementan el capital social en las comunidades (Hart et al., 1998). identificar si existen diferencias en la cantidad y tipo Es la interacción con el entorno la que brinda a de participación, además de describir cómo estas los y las jóvenes diferentes formas de participar. Es diferencias de participación de hombres y mujeres decir, la participación puede darse cuando confluye jóvenes inciden en el desarrollo de expectativas de tanto la capacidad de participar como las oportuni- autoeficacia y las conductas prosociales a futuro. dades existentes. Las oportunidades del entorno debieran incorporarse al momento de diseñ ar políti- Antecedentes cas pú blicas de manera que permitan el adecuado ejercicio de la capacidad de participación a los jóve- Juventud y Participación Desde la década de los 50, se han definido metas nes, al mismo tiempo que los jóvenes contribuirán con sus capacidades al incorporarse en esa acción colectiva (Hart et al., 1998; Palma, 1998). Las posibi- sobresalientes de la etapa adolescente, destacán- lidades que las sociedades democráticas ofrecen para dose los esfuerzos por lograr independencia de los la participación, debate y para el desarrollo de cono- padres, adquirir las aptitudes sociales que se requie- cimiento, habilidades, disposiciones cívicas y pen- ren de todo adulto;lograr un sentido de sí mismo; samiento crítico (Branson & Quigley, 1998; Flanagan, desarrollar habilidades académicas y vocacionales; Bowes, J onsson, Csapo & Sheblanova, 1998) en los adaptarse a los cambios físicos y la asimilación de jóvenes, se constituyen en una de las modalidades un conjunto de normas y valores (McKinney, de promoción del desarrollo juvenil. Fitzgerald & Strommen, 1998). Sin embargo, el fenómeno que más caracteriza esta etapa es el establecimiento de la identidad. Para Erik son (1950), la identi- M uj eresy Participación dad equivale a “ la confianza intensificada de que la El análisis del estado de la participación de las realidad y continuidad internas que se han prepara- mujeres en Chile debe realizarse tomando en cuenta do en el pasado, corresponden a la realidad y conti- las diferentes realidades de éstas, dependiendo de nuidad de significado que uno tiene para los de- los estratos socioeconómicos y culturales en que se PARTICIPACIÓN EN JÓVENES 87 desenvuelven y por supuesto el grupo etáreo al que dictaduras en diversos países. En estas condicio- pertenecen. nes, las mujeres lideran movimientos de derechos En Chile, el 50.7% de la población está constitui- humanos y de búsqueda de familiares desapareci- da por mujeres, de las cuales, el 23 % tienen entre 15 dos debido al accionar de las dictaduras (Valdés & y 29 años, es decir, son mujeres jóvenes de acuerdo Weinstein, 1993 ). a las políticas nacionales (INE, 2003 ). Por otra parte, una de las características de la par- El estudio de la participación de las mujeres, ob- ticipación de las mujeres, ha sido el involucramiento viamente debe hacerse desde una perspectiva de en actividades asociadas con labores del hogar o aque- género, lo que requiere ser contextualizado históri- llas que tienen un carácter de cuidado hacia otros, en camente desde su surgimiento en la década de los contraposición con las características de la participa- años setenta, momento en el cual la igualdad de gé- ción masculina más asociadas a lo público (Sabatini, nero se incorpora a la discusión en ámbitos acadé- 1995; Serrano, Raczinski & Rojas, 1999). micos y políticos. La primera forma de estudio está En sus estudios sobre el desarrollo de las muje- orientada al problema de la invisibilidad y subordi- res, Gilligan (1985) describe las diferencias de pers- nación de las mujeres y, consecuentemente, se tor- pectivas en el desarrollo moral de hombres y muje- na necesario hacerlas “visibles”, otorgar existencia res. Sus observaciones permiten entender la inci- social como requisito esencial para su autovaloración dencia de la socialización de género en la construc- y reinvindicación de su condición (Jelin & Valdés, ción de ciudadanía y la participación social y políti- 1999). ca. La autora cuestiona los resultados obtenidos por Posteriormente, el eje de estudio se orienta, por Kohlberg, sosteniendo que resulta inadecuado eva- una parte, a la búsqueda de reconocimiento del rol luar con un único estándar la forma cómo mujeres y de las mujeres y la lucha por mejores condiciones hombres actúan frente a determinadas situaciones para llevar a cabo las labores ligadas a la tradicional morales. Gilligan (1985) postula la existencia de dos división de labores entre géneros y por otra a trans- modalidades de ética: a) la ética de la justicia y b) la formar esas condiciones. Esto se debe principalmente ética del cuidado. La primera está basada en el res- a la integración de la mujer a la fuerza de trabajo en peto de los derechos formales, en una considera- América Latina (Valdés, 1995, en Jelin & Valdés, ción del individuo como un ser responsable y dife- 1999), en condiciones donde la división sexual del renciado dentro su entorno, y en la aplicación de trabajo tienen características que la definen como reglas y procedimientos objetivos e imparciales, que opresora, que mantiene la subordinación de las mu- llevan a lograr resultados justos. La ética del cuida- jeres y les resta autonomía, planteándose como al- do se caracteriza por una predisposición a formular ternativa el cambio del patriarcado como sistema juicios morales considerando la situación en que se social (Valdés, 1990). encuentran las personas, ve el mundo como una red Jelin (1987, en Jelin & Valdés, 1999) plantea que de relaciones y enfatiza la responsabilidad por los son las mujeres las que promovieron la organización otros como un principio central de la conducta so- comunitaria y autogestionaria de los servicios pú- cial. En síntesis, la ética del cuidado considera que blicos. Pese a tener una proporción alta de participa- la aplicación de reglas o leyes no es suficiente para ción en estas organizaciones, las mujeres continúan enfrentar los conflictos sociales, sino que es nece- siendo invisibles para la sociedad en su conjunto. sario también asumir una responsabilidad activa por Sus formas propias de participación son considera- los demás. Lo anterior, puede vincularse a las for- das una forma de reforzar la condición de subordi- mas de participación en las que se involucran los nación, en tanto las labores que desarrollan en el jóvenes, pudiendo ser posible a su vez, hipotetizar trabajo comunitario son una extensión de las labo- dos tipos de participación cada uno relacionado a res domésticas –e.g., a ollas comunes, comedores las modalidades de ética postuladas por Gilligan, esto colectivos, salas cunas y jardines infantiles comuni- es, participación de tipo prosocial, asociado a la éti- tarios– lo que constituye una de las características ca del cuidado y la participación activista, ligada a la de la participación de las mujeres durante las déca- ética del derecho. das de los setenta y ochenta (Jelin & Valdés, 1999). En la perspectiva de Kohlberg, si la ética de la No obstante lo anterior, existe otro hito en la par- justicia es el punto más alto de la formación moral de ticipación de las mujeres en Chile y también en Amé- las personas, entonces, la ética del cuidado represen- rica Latina durante el mismo período, mediado por la taría un desarrollo menos avanzado, sería sólo aplica- precariedad de las democracias y la presencia de ble a los ámbitos familiares o privados pero no a los 88 VELÁSQUEZ, MARTÍNEZ Y CUMSILLE públicos. Basándose en los resultados de sus inves- La igualdad de oportunidades para participar, tigaciones, Gilligan cuestiona que las teorías sobre el encuentra sustento en los hallazgos de diferentes comportamiento humano sigan considerando la con- estudios que dan cuenta de los beneficios de la par- ducta masculina prototípica como el estándar de me- ticipación, tales como el dida. Con este sesgo, las características “femeninas” miento psicológico, la identificación de recursos pro- ya sea son invisibles en el discurso teórico, o apare- pios y del entorno, el desarrollo de estrategias para cen como defecto, inferioridad o carencia. lograr metas y por ende mayores competencias, ma- desarrollo de empodera- Diversos trabajos han cuestionado las interpreta- yor sentido de responsabilidad y de control, asocia- ciones de esta investigadora debido a que, al diferen- dos a la percepción de autoeficacia, satisfacción de ciar tan netamente a varones y mujeres, tiende hacia necesidades, conocimiento cívico, mayor grado de el esencialismo y a la generalización. En consecuen- responsabilidad (Branson & Quigley, 1998; Florin & cia, y más allá de sus propósitos, este discurso sería Wandersman, 1988; Prestby, Wandersman, Florin, funcional a la perpetuación de las diferencias de gé- Rich & Chavis, 1990; Terry, 2001; Zimmerman & nero ya que no da respuestas políticas a las limitacio- Rappaport, 1998). nes para la participación femenina en la esfera pública A través del fomento de la participación se in- (Marín, 1993). La explicación de Gilligan sobre la con- vierte en el capital social (Hart et al., 1998). Se re- cepción del yo de las mujeres favorecería la conclu- quiere entonces generar actividades motivadoras, sión de que ellas son las mejores “cuidadoras” casi especialmente en jóvenes, ya que se ha demostrado por de naturaleza, dejando de lado las diferencias en que conexiones tempranas con pares en actividades la posición social y en el acceso al poder que facilitan extracurriculares, participación religiosa, entre otras, que se desarrollen ciertos rasgos más que otros. son un predictor significativo de involucramiento Sin embargo, también cabe otra lectura de sus cívico en la adultez (Hart et al., 1998; Smith, 1999). ideas. Podría pensarse que su análisis contribuye a Estudios realizados con mujeres han demostra- una revisión necesaria del marco ético predominan- do que la falta de participación, de ocupación de te, al tiempo que sugiere un camino para la construc- espacios y por ende la disminución de redes, está ción de una nueva ética universal que abarque el asociada a bajo empoderamiento, contribuyendo a modelo de la justicia (reciprocidad, contrato) y tam- que las mujeres sean más propensas a una serie de bién el del cuidado (trabajo voluntario, caridad, res- riesgos, fruto de las desiguales relaciones de poder ponsabilidad, solidaridad), una visión de la socie- que establecen (Jenkins, 2000). Estos antecedentes dad en la cual mujeres y varones compartan tareas, resultan relevantes de considerar a la luz de los ha- responsabilidades, derechos, llazgos previos (INJUV, 2001) que informan de una y protagonismo (Marín, 1993). menor participación de las mujeres jóvenes en rela- Esta línea de pensamiento la encontramos tam- ción a la de sus pares varones. En este contexto, las bién en quienes proponen como norte del cambio mujeres jóvenes tendrían menor oportunidad de de- ético la construcción de una “sociedad del cuida- sarrollar un mayor nivel de empoderamiento psico- do”. En ella los miembros de la comunidad no sólo lógico, de aumentar su percepción de autoeficacia y deberían gozar de derechos, sino también asumir menores posibilidades de involucramiento cívico o obligaciones por el bienestar colectivo. La respon- prosocial en la adultez, además de los beneficios sabilidad de todos y cada uno de los sujetos hacia que ésto implica en su desarrollo. las familias, las comunidades y el medio ambiente, se conciben como un aspecto fundamental de la ciudadanía, una inversión social que fortalece la capacidad de la comunidad para asegurar el desarrollo sustentable. Expectativas de Autoeficacia y Participación La autoeficiacia es el conjunto de creencias en las propias capacidades para organizar y ejecutar Si bien en el actual contexto global estas pro- los cursos de acción requeridos para producir deter- puestas podrían ser vistas como expresiones retóri- minados logros o resultados (Bandura, 1997). Para cas, manifestaciones de buenos deseos con escasa Bandura (1977) las creencias que una persona tiene viabilidad, tienen al menos el interés de iluminar y juegan un rol esencial en las motivaciones de ésta. revalorizar como referentes éticos deseables para el En este sentido, la autoeficacia se refiere a la con- conjunto, atributos y relaciones que fueron asigna- fianza que tiene una persona de que cuenta con la dos a las mujeres y encapsulados en sus ámbitos capacidad para hacer las actividades que emprende. más específicos como el hogar. Los juicios que la persona hace acerca de su auto- PARTICIPACIÓN EN JÓVENES 89 eficacia son específicos a las tareas y a las situacio- Las hipótesis generales de la presente investi- nes en que se involucra, y las personas las utilizan gación son, en primer lugar que no hay diferencias para referirse a algún tipo de meta o tarea a lograr. En significativas en los porcentajes de participación el contexto de la presente investigación, ésto impli- ciudadana de jóvenes hombres y mujeres. En se- ca que las metas planteadas por los jóvenes en acti- gundo lugar, se plantea que existen diferencias en el vidades de participación que benefician a su comu- tipo de actividades de participación ciudadana en- nidad estarían estrechamente ligadas a su percep- tre hombres y mujeres, lo que a su vez incide de ción de autoeficacia. manera diferente en su desarrollo psicosocial. De acuerdo a Bandura (1997), existen cuatro fuen- Es posible hipotetizar: a) que no existen diferen- tes de las cuales se derivan los pensamientos de cias significativas en cuanto a la cantidad de partici- autoeficacia: a) las experiencias de éxito, que son el pación de hombres y mujeres; b) que hombres y resultado de las tareas realizadas y a su vez la fuente de mujeres difieren en el tipo de participación que eli- mayor influencia; b) las experiencias vicarias o efectos gen, siendo la participación prosocial mayor en mu- producidos al observar las acciones de los demás; c) la jeres y la participación activista mayor en los hom- persuasión social, que implica la exposición a los jui- bres; y c) las expectativas de autoeficacia están aso- cios verbales de los demás y aunque es una fuente ciadas a la participación prosocial y la actitud débil de información sobre la autoeficacia, puede jugar prosocial a futuro está asociada a la participación un rol importante en el desarrollo de las creencias de prosocial. una persona; y, finalmente, d) los estados emocionales y fisiológicos como la ansiedad, el estrés, la excitación Método y la fatiga, que también proporcionan información sobre la creencia de la propia eficacia. Las investigaciones que relacionan la autoeficacia con la participación en la juventud, dan cuenta de la importancia de la participación como fuente de interacciones que permite el desarrollo de habilida- Participantes La muestra estuvo constituida por 1900 jóvenes estu- diantes de enseñanza media de la Región Metropolitana (1039 mujeres y 861 hombres). Al momento de la evaluación, los participantes cursaban 1º a 4º medio en establecimientos des de los y las jóvenes, permite la acumulación de educacionales de tipo municipalizado, particular subvencio- capital social y, por lo tanto, favorece la proyección nado y particular pagado. de los jóvenes como ciudadanos activos en sus comunidades. Sin embargo, dado que la literatura existente estudia estos elementos en forma separada o aquellas que indagan en la conformación de capital social han sido realizadas en el extranjero se plantea la necesidad de analizar estas relaciones en jóvenes chilenos. Entre las preguntas que guían este estudio se plantean ¿ participan menos las jóvenes? ,¿ participan de un modo diferente? , ¿ cómo se relacionan estas diferencias en la participación con las expectativas de autoeficacia y la actitud prosocial a futuro? Resulta especialmente importante conocer cuáles experiencias de participación se asocian efectivamente al desarrollo de los jóvenes. Además, si consideramos que la participación tiene una serie de beneficios descritos ampliamente en la literatura, sumado a la necesidad de contar con ciudadanos con predisposición y preocupación por mantener conductas y actitudes prosociales a futuro, cabe entonces preguntarnos si la participación por sí sola es necesaria para mejorar estas condiciones y a la vez poder conocer si existe influencia de algún tipo específico de participación que contribuya en mayor medida a la orientación hacia otros. Los establecimientos donde se realizó la investigación están ubicados en las comunas de La Florida, Macul y Ñuñoa. La edad de los participantes fluctuó entre los 14 y 2 0 años, con un promedio de 15 .9 años para las mujeres (SD = 1.3) y 16 años para los hombres (SD = 1.4). La muestra total tiene un promedio de edad de 16 años (SD = 1.3). I nstrumentos Escala de Responsabilidad Social y Participación en Activ idades Cí v icas ( Pancer,Pratts & Hu nsberg er,2 0 0 0 ) : Mide la frecuencia de involucramiento en actividades de bien comú n por lo menos una vez en los ú ltimos seis meses. Consta de ocho itemes, donde el mayor puntaje indica mayor frecuencia de involucramiento. A su vez, esta variable se divide en dos tipos de participación, a saber: Participación prosocial: Incluye la participación en actividades de tipo solidario y/ o beneficencia. Por ejemplo: “ ¿ Has participado o ayudado a una organización de caridad? ” . Participación activista: Esta participación se orienta a actividades que tiene en comú n la lucha por determinadas causas, orientadas por la ética del derecho. Por ejemplo: “ ¿ Has ayudado o participado en alguna organización que se preocupa del medio ambiente? ” . Escala de Au toef icacia: Consta de seis itemes que miden las expectativas de éxito en la resolución de problemas y habilidad para persistir ante hechos adversos. Los itemes utilizados son una adaptación de la escala de Sherer, Maddux, Mercadante, Prentice-Dunn, J acobs & Rogers (1982). Se 90 VELÁSQUEZ, MARTÍNEZ Y CUMSILLE presentó a los jóvenes una serie de afirmaciones, por ejem- rios para las pruebas planificadas, posteriormente se realizó plo: “Cuando hago planes, sé que puedo hacerlos funcionar”, un análisis factorial de las escalas, para conocer la validez y a las que los estudiantes respondieron “Muy en desacuerdo” confiabilidad de éstas. Luego se contrastaron las hipótesis (1), “En desacuerdo” (2), “No estoy seguro” (3), “De acuer- utilizando U de Mann-W hitney y regresiones lineales. do” (4), “Muy de acuerdo” (5), marcando el número que corresponde al grado en que cada una de ellas les describía. Resultados Como indicador, se consideró que a mayor puntaje, mayor expectativa de autoeficacia. Escala de Actitud Prosocial a Futuro: Mide la tendencia a evaluar de manera favorable situaciones que están definidas Los promedios y las desviaciones estándar de las variables en estudio, se presentan en la Tabla 1. como de beneficio para la sociedad u otras personas. Consta de cinco itemes, donde una alta puntuación indica una actitud más favorable a involucrarse en actividades que beneficien a la comunidad. A los participantes se les preguntó por Análisis de V alidezy Confiab ilidad de las Escalas el grado de importancia que asignan en su vida y en su futuro En el caso de la Escala de Participación, primero a cada una de las metas de esta escala, por ejemplo: “Ayudar se utilizó un análisis factorial exploratorio para de- a mi comunidad”. Las respuestas se distribuyen en “No es importante”, “Algo importante”, “Importante” y “Muy importante”. terminar el número de factores que la componían. En el resto de las escalas, dado que se utilizó instrumentos que fueron considerados previamente en una aplicación piloto del proyecto en el cual se enmarca Procedimiento esta investigación y dada la literatura existente, se Los adolescentes fueron contactados en sus colegios. La realizó sólo análisis factorial confirmatorio, a través invitación a participar enfatizó el carácter voluntario de del programa AMOS. Debido a que no se cumple el ésta y un porcentaje altísimo de jóvenes estuvieron dispuestos a participar voluntariamente. El procedimiento aplicado, llevado a cabo por psicólogos y estudiantes de los últimos supuesto de normalidad (Hair, Anderson, Tatham & Black, 1999), para la estimación de los parámetros, años de Psicología, resguardó la confidencialidad y el bienes- verificación y ajuste del modelo se empleó el méto- tar de los participantes. Se obtuvo un consentimiento escri- do de mínimos cuadrados generalizados (GLS). to de los jóvenes, quienes respondieron un cuestionario, de aproximadamente 60 minutos de duración, en el mismo establecimiento educacional. En todas las escalas, los itemes que presentaban bajas cargas factoriales fueron eliminados. Las estrategias de análisis apuntaron a obtener informa- Escala de Participación. Los itemes fueron ana- ción respecto de las diferencias existentes entre el grupo de lizados utilizando en primera instancia análisis hombres y de mujeres y las relaciones existentes entre las variables medidas. Inicialmente se realizó el análisis descriptivo de las variables y verificación de los supuestos necesa- Tabla 1 factorial exploratorio, con el método de extracción de ejes principales y rotación Promax. En la Tabla 2 se muestran los tamaños de las medidas resultantes. Las medidas fueron sometidas a análisis factorial Promedios y desviaciones estándar en las dimen- confirmatorio. Se postuló la existencia de dos siones evaluadas constructos diferentes, pero correlacionados entre Mujeres Hombres Total sí: participación prosocial y participación activista. Una vez ejecutado el análisis se verificó la ausencia de problemas de identificación (Hair et al., Participación Prosocial 1.88 1999), descartándose la existencia de errores estándar 1.96 1.77 DS 0.67 0.61 0.65 muy elevados, incapacidad del programa de invertir N 1037 860 1897 la matriz, estimaciones imposibles, correlaciones ele- x 1.35 1.35 1.35 De acuerdo al análisis factorial, la escala tiene un DS 0.50 0.4 9 0.4 9 buen nivel de confiabilidad, presentando cada ítem N 1034 860 1894 cargas de regresión altas, con un nivel de homoge- x 3.91 3.91 3.91 Tabla 3 resume los resultados para el modelo de DS 0.63 0.64 0.63 medición, errores de estimación y cargas de regre- N 1003 813 1816 x vadas entre los coeficientes. Participación Activista neidad aceptable para cada una de las escalas. La Autoeficacia 2.78 En relación con las medidas de ajuste absoluto, 0.70 0.70 el modelo presenta un valor para el estadístico chi- 851 1882 cuadrado (X 2.82 2.72 DS 0.69 N 1031 x sión. Gráficamente el modelo tiene la forma que se presenta en la Figura 1. Actitud Prosocial a futuro 2 = 119.4 6; g l = 19) con un nivel de P ARTI CI P ACI ÓN EN J ÓVENES 91 T a b l a2 Parámetros estimados para modelo “Participación” Pa r á me t r oe s t i ma d o Er r o r e s t á n d a r C. R. Pr o s o c i a l Vi s i t a r e n f e r mo s 0 . 5 14 0 . 0 2 2 2 3 . 0 8 Gr u p o si g l e s i a 0 . 3 6 4 0 . 0 2 5 11. 7 2 Or g a n i z a c i ó nc a r i d a d 0 . 5 99 0 . 0 2 1 16 . 13 Ay u d a raa mi g o s 0 . 5 5 0 0 . 0 2 2 15 . 5 8 Vi s i t a r g e n t ep o b r e 0 . 7 2 0 0 . 0 19 17 . 3 2 Ma r c h a s 0 . 3 0 7 0 . 0 3 2 8 . 0 7 Me d i oa mb i e n t e 0 . 6 2 9 0 . 0 4 1 8 . 0 7 Po l í t i c a 0 . 3 2 2 0 . 0 3 2 7 . 2 6 Ac t i v i s t a e e 1 0.02 e 2 0.03 e 3 0.02 e 6 0.02 11 0.01 Visita Grupos Organización Ayuda a Visita gente enfermos Iglesia de caridad amigos pobre 0.51 0.59 0.3 6 0.55 0.7 2 Participación Pro s o cial 0.63 Participación Activ is ta 0.3 1 Marchas 0.6 3 Medio Ambiente 0.03 e 0.3 2 7 Política 0.04 e 0.03 e 9 12 Fig u ra 1 . Mo d e l od eme d i c i ó np a r av a r i a b l ep a r t i c i p a c i ó n . s i g n i f i c a n c i ab a j o0 . 0 5( p =0 . 0 0 ) . Si ne mb a r g o , e ne l f a c t o r i a l c o n f i r ma t o r i o , p o r l oq u en or e s u l t au nb u e n c a s od el a se s c a l a su t i l i z a d a se ne le s t u d i o ,d e b e í n d i c ed ea j u s t ee ne s t ec a s o . De b i d oae s t o , s ee v a - c o n s i d e r a r s eq u ee s t ev a l o re ss e n s i b l eal o st a ma - l u a r o no t r o sí n d i c e s , c o moe lí n d i c ed eb o n d a dd e l ñ o smu e s t r a l e sya l s u p u e s t od en o r ma l i d a d , l oq u e a j u s t e( AGFI =0 . 96 ) q u ee ne s t ec a s ot i e n eu nv a l o r i mp l i c aq u ea n t emu e s t r a sg r a n d e se lv a l o rd ee s t e a l t oyp o re n d ei n d i c a t i v od eu nb u e na j u s t e . Fi n a l - e s t a d í s t i c og e n e r a l me n t er e s u l t as i g n i f i c a t i v o , s i t u a - me n t el o sí n d i c e sRMS R =0 . 0 4 5yRMS EA =0 . 0 5 3 , c i ó nq u en oe sd e s e a b l ee ne lc a s od ea n á l i s i s i n d i c a nq u el ac o r r e l a c i ó nr e s i d u a l me d i ae s t ád e n - 92 VELÁS QUEZ, M ARTÍ NEZ Y CUM S I LLE t r od el o sp a r á me t r o sa c e p t a b l e syc o r r o b o r au nb u e n Lo sí n d i c e sd ea j u s t ec o mp a r a t i v o , q u ee v a l ú a ne l n i v e l d ea j u s t ec o n s i d e r a n d oa d e má sl ap a r s i mo n i a a j u s t ei n c r e me n t a l d e l mo d e l oc o mp a r a d oc o ne l “ mo d e l on u l o ” , d a nc u e n t ad ev a l o r e sa l t o s , c e r c a n o sa1 d e l mo d e l o , r e s p e c t i v a me n t e . Lo sí n d i c e sd ea j u s t ec o mp a r a t i v o , q u ee v a l ú a ne l (IFI =0 . 99 yCFI =0 . 99) l oq u ei mp l i c aq u ee x i s t eu n a j u s t ei n c r e me n t a l d e l mo d e l oc o mp a r a d oc o ne l “ mo - b u e na j u s t ee n t r ee l mo d e l oe s t i ma d oye l mo d e l on u l o d e l on u l o ” , d a nc u e n t ad ev a l o r e sa l t o s , c e r c a n o sa1 oi n d e p e n d i e n t e , e sd e c i r , e l mo d e l op r o p u e s t or e f l e j a (IFI =0 . 99 yCFI =0 . 96 ) , l oq u ei mp l i c aq u ee x i s t eu n e ng r a nme d i d al ai n f o r ma c i ó nc o n t e n i d ae nl o sd a t o s . b u e na j u s t ee n t r ee l mo d e l oe s t i ma d oye l mo d e l on u l o Da d oq u el a sd i f e r e n c i a sd eg é n e r os o nu np u n t o oi n d e p e n d i e n t e , e sd e c i r , e l mo d e l op r o p u e s t or e f l e j a i mp o r t a n t ep a r ae s t ee s t u d i o , s ec o n t r a s t óe lmi s mo e ng r a nme d i d al ai n f o r ma c i ó nc o n t e n i d ae nl o sd a t o s . Po s t e r i o r me n t e , s er e a l i z óe l mi s moa n á l i s i sp e r o mo d e l od ea c u e r d oa l s e x od el o sp a r t i c i p a n t e s . Ene l c a s od e l g r u p oc o mp u e s t os ó l op o rmu j e r e s , e l n i v e l p a r ac a d as e x oe nf o r mas e p a r a d a . Ene l g r u p oc o m- d ea j u s t ea b s o l u t os ema n t i e n ee nu nv a l o rb a s t a n t e p u e s t os ó l op o rmu j e r e s , e l n i v e l d ea j u s t ea b s o l u t o a c e p t a b l e , RMS EA = 0 . 0 4 5 , c o nu ní n d i c ed ea j u s t e s ema n t i e n ee nu nv a l o r s i mi l a r (RMS EA=0 . 0 6 ) , c o n c o mp a r a t i v o(CFI) i g u a l a0 . 995(X u ní n d i c ed ea j u s t en on o r ma l i z a d oa l t o (NNFI = =0 . 0 0 ) ,l oq u ei mp l i c aq u ea lc o n s i d e r a rs ó l o al a s 0 . 990 ) yu ní n d i c ed ea j u s t ec o mp a r a t i v oa l t o(CFI = mu j e r e se ne l a n á l i s i s , e l mo d e l ot i e n el a smi s ma sc a - 0 . 995 ) (X =1 4 8 . 6 8 ; g l =1 9; p =0 . 0 0 ) , l oq u ei mp l i c a r a c t e r í s t i c a sd ea j u s t eq u ep r e s e n t aa lc o n s i d e r a rl a 2 2 =4 3 . 6 4 ; g l =9; p q u ea l c o n s i d e r a r s ó l oal a smu j e r e se ne l a n á l i s i s , e l mu e s t r ae nf o r mag l o b a l . Ene l c a s od el o sh o mb r e s , e l mo d e l oma n t i e n ea l t o sí n d i c e sd ea j u s t e . n i v e l d ea j u s t ea b s o l u t oe s t ád e n t r od el o sp a r á me t r o s Ene l c a s od el o sh o mb r e s , e l n i v e l d ea j u s t ea b - q u el oc o n s i d e r a nc o mob u e n o(RMS EA=0 . 0 4 6 ; X = s o l u t oe s t ád e n t r od el o sp a r á me t r o sq u el oc o n s i - 4 5 . 3 8 ; g l = 9;p = 0 . 0 0 ) , t a mb i é ne lí n d i c ed ea j u s t e =1 5 0 . 7 9; g l c o mp a r a t i v os ee n c u e n t r ae nu nr a n g oq u el oc l a s i f i - =1 9; p =0 . 0 0 ) , t a mb i é ne l í n d i c ed ea j u s t en on o r ma - c ac o mob u e n o(CFI =0 . 995 ) , l oq u ed ac u e n t ad eu n a d e r a nc o mob u e n o(RMS EA=0 . 0 6 0 ; X 2 2 l i z a d os ee n c u e n t r ae nu nr a n g oq u el oc l a s i f i c ac o mo e s t r u c t u r ai g u a l al aq u ep r e s e n t ae l g r u p od emu j e r e s b u e n o(NNFI =0 . 99) , a l i g u a l q u ee l í n d i c ed ea j u s t e yl amu e s t r ae ng e n e r a l . Lo sí n d i c e sd ea j u s t ea b s o l u - c o mp a r a t i v o(CFI =0 . 995 ) , l oq u ed ac u e n t ad eu n a t oyd ea j u s t ec o mp a r a t i v os o ni d é n t i c o sp a r aa mb o s e s t r u c t u r ai g u a l al aq u ep r e s e n t ae l g r u p od emu j e - g r u p o s(NNFI =0 . 998yCFI =0 . 999) . r e syl amu e s t r ae ng e n e r a l . En r e s u me n ,l a sd i v e r s a sme d i d a sg l o b a l e sd e En r e s u me n ,l a sd i v e r s a sme d i d a sg l o b a l e sd e c a l i d a dd e la j u s t e ,a p o r t a ne v i d e n c i a ss u f i c i e n t e s c a l i d a dd e la j u s t e ,a p o r t a ne v i d e n c i a ss u f i c i e n t e s p a r ac o n s i d e r a r l o sr e s u l t a d o sd e l mo d e l oc o mou n a p a r ac o n s i d e r a r l o sr e s u l t a d o sd e l mo d e l oc o mou n a a c e p t a b l er e p r e s e n t a c i ó nd e l c o n s t r u c t o“ e x p e c t a t i - a c e p t a b l er e p r e s e n t a c i ó nd el o sc o n s t r u c t o ss u p u e s - v a sd ea u t o e f i c a c i a ” .Enl aFi g u r a2 s ep r e s e n t al a t o s ,q u ec o n s i d e r a nl ae x i s t e n c i ad ed o st i p o sd e r e p r e s e n t a c i ó ng r á f i c ad e l mo d e l o . p a r t i c i p a c i ó n : “ a c t i v i s t a ”y“ p r o s o c i a l ” . An á l i s i sf a c t o r i a ld el a Es c a l ad eEx pe c t a t i v a s Anál i s i sf ac t or i alde l a Es c al a de Ac t i t ud Pr o s o c i a l aFu t u r o . Lat e r c e r ae s c a l aaa n a l i z a r f u el a d eAu t o e f i c a c i a .Dea c u e r d oa la n á l i s i sf a c t o r i a l ,l a e s c a l a“ a c t i t u dp r o s o c i a laf u t u r o ” ,c o n s t i t u i d ap o r e s c a l at i e n eu nn i v e l d ec o n f i a b i l i d a dd e0 . 7 , p r e s e n - c i n c oí t e me s . Al i g u a l q u ee nl a se s c a l a sa n t e r i o r e s , a l t a n d oc a d aí t e m c a r g a sd er e g r e s i ó na l t a s ,c o nu n r e a l i z a r e l a n á l i s i ss ec o n s i d e r óe l mé t o d oGLSd e b i d o n i v e l d eh o mo g e n e i d a da c e p t a b l ea l i n t e r i o r d el ae s - aq u el o sd a t o sv i o l a ne ls u p u e s t od ed i s t r i b u c i ó n c a l a . n o r ma l . Dea c u e r d oa l a n á l i s i sf a c t o r i a l , l ae s c a l at i e n e Enr e l a c i ó nc o nl a sme d i d a sd ea j u s t ea b s o l u t o , e l u nb u e nn i v e l d ec o n f i a b i l i d a d , p r e s e n t a n d oc a d aí t e m mo d e l op r e s e n t au nv a l o r p a r ae l e s t a d í s t i c oc h i c u a - c a r g a sd er e g r e s i ó na l t a s ,c o nu nn i v e ld eh o mo g e - d r a d o(X =3 9. 1 4 ; g l =9) c o nu nn i v e l d es i g n i f i c a n c i a n e i d a da c e p t a b l ep a r ac a d au n ad el a se s c a l a s . 2 b a j o0 . 0 5(p =0 . 0 0 0 ) . Po r e l t a ma ñ od el amu e s t r a , s e Elmo d e l op r e s e n t au nv a l o rp a r ae le s t a d í s t i c o c h e q u e a r o no t r o sí n d i c e s , c o moe l í n d i c ed eb o n d a d c h i c u a d r a d oa l t o(X d e la j u s t e(AGFI = 0 . 98 )q u ee ne s t ec a s ot i e n eu n d es i g n i f i c a n c i ab a j o0 . 0 5(p = 0 . 0 0 0 ) . Al i g u a l q u e v a l o rc o n s i d e r a d ob a s t a n t ea l t o yp o re n d ed eu n c o nl a sv a r i a b l e sa n t e r i o r e s , e l e s t a d í s t i c oe ss e n s i - 2 =4 0 6 . 0 9; g l =5 ) c o nu nn i v e l b u e na j u s t e . Fi n a l me n t el o sí n d i c e sRMS R =0 . 0 23y b l eal o st a ma ñ o smu e s t r a l e sya ls u p u e s t od en o r - RMS EA = 0 . 0 4 2 i n d i c a nq u el ac o r r e l a c i ó nr e s i d u a l ma l i d a d , q u et a mp o c os ec u mp l e , p o r l oq u ee l v a l o r me d i ae s t ád e n t r od el o sp a r á me t r o sa c e p t a b l e syc o - q u ea r r o j ad ac u e n t ad eu nma la j u s t e . Alc h e q u e a r r r o b o r au nb u e nn i v e ld ea j u s t ec o n s i d e r a n d oa d e - o t r o sí n d i c e s ,c o mo e lí n d i c ed eb o n d a dd e la j u s t e má sl ap a r s i mo n i ad e l mo d e l o , r e s p e c t i v a me n t e . (GFI = 0 . 94 ) ,é s t ee sa l t o yp o re n d ed eu nb u e n P ARTI CI P ACI ÓN EN J ÓVENES 93 Resultar bien 0.05 e 1 0.58 Fo c aliz ar tarea 0.06 e 2 0.50 Fij ometas 0.3 3 Autoeficacia 0.7 1 Ser ex isto so 0.06 0.05 e e 3 4 0.7 3 0.05 Planes 0.53 Dif ic ultad es 0.05 e e 5 6 Figura 2. Modelo de medición para expectativas de autoeficacia. e e 1 Ayudar a Ayudar a Pobre s e 2 Co n s e rv ar e l Di s c ap ac i t ado s 0.9 0 e 3 Se rv i r alPaí s Pl an e t a 0.9 2 0.59 e 6 0.50 5 Ayudar a l a Co mun i dad 0.6 7 Actitud Pr o s o cia l a Futur o Figura 3 . Modelo de medición para variable actitud prosocial a futuro. ajuste. Sin embargo, el índice RMSR = 0 .1 1 y el escala comp leta sin div idir la p articip ació n de acuer- RMSEA=0 .1 7dan cuenta de p roblemas en el ajuste. do a los tip os de p articip ació np rop uestos. Dado q ue, Los índices de ajuste comp arativ o, q ue ev alú an como se señ alóanteriormente, el sup uesto de norma- el ajuste incremental del modelo comp arado con el lidad no se cump le en la distribució np ara la v ariable “ modelo nulo” , dan cuenta de v alores altos, cerca- p articip ació n, se op tóp or una p rueba no p ará metrica nos a 1( I FI=0 .9 8yCFI =0 .9 8 )lo q ue imp lica q ue ( Siegel, 1 9 9 5 ) . Los resultados del aná lisis indican q ue, ex iste un buen ajuste entre el modelo estimado yel es may or la p articip ació n en el grup o de las mujeres modelo nulo o indep endiente, es decir, el modelo jó v enes q ue la de los h ombres jó v enes ( p =0 .0 0 0 ) . p rop uesto ref leja en gran medida la inf ormació n contenida en los datos. En relació n a la ex istencia de dif erencias signif icativ as en relació n a la p articip ació n p rosocial de ambos grup os, se p uede v erif icar q ue ex isten dif e- An á l i s i sd eV a r i a b l e s Para identif icar la ex istencia de dif erencias en relació n a la cantidad de p articip ació n, se consideró el constructo p articip ació n en f orma global, es decir, la rencias signif icativ as entre h ombres y mujeres en relació n con la p articip ació n p rosocial, siendo é sta may or en las mujeres ( p =0 .0 0 0 ) . En el caso de la p articip ació n activ ista, los resultados obtenidos indican q ue no ex isten dif erencias 94 VELÁS QUEZ, M ARTÍ NEZ Y CUM S I LLE s i g n i f i c a t i v a se nt o r n oal ac a n t i d a dd ep a r t i c i p a c i ó n Lae d a de su n av a r i a b l eq u ea p o r t aal ap r e d i c - d eh o mb r e sy mu j e r e sj ó v e n e s e na c t i v i d a d e sd e c i ó nd el aa c t i t u dp r o s o c i a l af u t u r oe np r e s e n c i ad e l a sv a r i a b l e sp a r t i c i p a c i ó np r o s o c i a l ya c t i v i s t a , d a d o t i p oa c t i v i s t a( p =0 . 0 3 2 ) . Pa r ac o n t r a s t a rl ar e l a c i ó ne n t r ee l t i p od ep a r t i - q u eh a c eq u ee l R d i s mi n u y aa0 . 1 0 . Es t ot a mb i é ns e 2 c i p a c i ó ns o c i a l yl a se x p e c t a t i v a sd ea u t o e f i c a c i ae l p u e d ec o r r o b o r a rd a d oq u ee l e s t a d í s t i c od ec a mb i o c á l c u l od el ae c u a c i ó nd er e g r e s i ó np a r ae l mo d e l o c a ea l i n g r e s a r e d a de ne l mo d e l o( F =2 . 2 ; p =0 . 1 3 5 ) . q u ec o n t e mp l at o d o sl o sp r e d i c t o r e s , a r r o j au nv a l o r Alc o n s i d e r a re lmo d e l oq u ec o n t i e n et o d o sl o s p a r aR e q u i v a l e n t ea0 . 0 2 7 , e sd e c i r , s ee x p l i c ae l 3 % p r e d i c t o r e s , e lp o r c e n t a j ed ev a r i a n z ae x p l i c a d ae s d el av a r i a n z ad e lmo d e l o . Ela p o r t ed el av a r i a b l e d e l 1 2 %. 2 e d a de smí n i moe nc o mp a r a c i ó na l a p o r t ed e l i n g r e s od el o st i p o sd ep a r t i c i p a c i ó nys e x o . Discusión Al c o n s i d e r a r e l a n á l i s i sd ev a r i a n z aé s t o sr e s u l t a ns i g n i f i c a t i v o s , s a l v op a r ae l mo d e l o1 , q u ec o n s i - El o b j e t i v od el ap r e s e n t ei n v e s t i g a c i ó nf u ed e s - d e r as ó l os e x oc o mop r e d i c t o r . Pa r ae lmo d e l oq u e c r i b i r l a sd i f e r e n c i a se nl ac a n t i d a dyt i p od ep a r t i c i - c o n t i e n ec o mop r e d i c t o r e ss e x oyt i p o sd ep a r t i c i p a - p a c i ó ne n t r eh o mb r e symu j e r e s , c o mot a mb i é ne v a - c i ó n ,e lANOVA r e s u l t as i g n i f i c a t i v oc o n F ob s = l u a r l ar e l a c i ó ne n t r ep a r t i c i p a c i ó ns o c i a l ye x p e c t a t i - 1 6 . 0 7( p =0 . 0 0 ) ;p a r a3y1 8 1 0g r a d o sd el i b e r t a d . v a sd ea u t o e f i c a c i aya c t i t u dp r o s o c i a le nj ó v e n e s . Pa r ae l mo d e l oq u ec o n t i e n ec o mop r e d i c t o r e ss e x o , Lo sh a l l a z g o ss e ñ a l a nq u e ,c o n t r a r i oal op l a n - t i p o sd ep a r t i c i p a c i ó nye d a de l ANOVA t a mb i é nr e - t e a d oe np a r t ed el al i t e r a t u r a , a l a n a l i z a r l ap a r t i c i p a - s u l t as i g n i f i c a t i v oc o nF ob s =1 2 . 6 2( p =0 . 0 0 ) ;p a r a c i ó ne nf o r mag l o b a l , e x i s t e nd i f e r e n c i a se nc u a n t oa 4 y1 8 1 0g r a d o sd el i b e r t a d . l ac a n t i d a dd ep a r t i c i p a c i ó ne n t r eh o mb r e symu j e - Elmo d e l oq u ec o n t e mp l at o d o sl o sp r e d i c t o r e s t i e n eu n av a r i a n z ae x p l i c a d ama y o rq u ee l r e s t o . En r e s ,c o nu n ama y o rp a r t i c i p a c i ó nd ee s t a sú l t i ma s . Alc o mp a r a rl o st i p o sd ep a r t i c i p a c i ó ns eo b s e r v a l aTa b l a3 s emu e s t r a nl o sv a l o r e sb e t ap a r ac a d a q u ee nr e l a c i ó nal ap a r t i c i p a c i ó np r o s o c i a l e x i s t e n v a r i a b l e . d i f e r e n c i a ss i g n i f i c a t i v a sd ea c u e r d oa l g é n e r os i e n d oé s t ama y o r e nl a smu j e r e s . Po r o t r ap a r t e , l ar e l a - T a b l a3 Coeficientes de análisis de regresión de expectativas de au toeficacia Va r i a b l e s t a t i v a sd ea u t o e f i c a c i a , p e r mi t ep r e d e c i r e s t aú l t i ma at r a v é sd el o st i p o sd ep a r t i c i p a c i ó ns i e n d o má s Be t a i mp o r t a n t ee lc a mb i oe x p e r i me n t a d oat r a v é sd el a p S e x o 0 . 0 0 2 . 91 8 S e x o 0 . 0 2 2 . 3 42 Pa r t i c i p a c i ó nPr o s o c i a l 0 . 1 45 . 0 0 0 Pa r t i c i p a c i ó nAc t i v i s t a 0 . 0 47 . 0 5 2 S e x o 0 . 0 2 1 . 3 6 7 Pa r t i c i p a c i ó nPr o s o c i a l 0 . 1 43 . 0 0 0 Pa r t i c i p a c i ó nAc t i v i s t a 0 . 0 47 . 0 5 2 Ed a d 0 . 0 3 5 . 1 3 5 p a r t i c i p a c i ó np r o s o c i a l . Si ne mb a r g o , e s t on oo c u r r e e nr e l a c i ó na l s e x od el o syl a sj ó v e n e s . Enc u a n t oa l ar e l a c i ó ne n t r el o st i p o sd ep a r t i c i p a c i ó nyl aa c t i t u dp r o s o c i a l af u t u r ot a mb i é ne sp o s i b l ep r e d e c i r l a at r a v é sd el o sd i f e r e n t e st i p o sd ep a r t i c i p a c i ó n . A c o n t i n u a c i ó ns ed i s c u t ec a d au n od el o sh a l l a z g o seh i p ó t e s i sc o n t r a s t a d a se ne le s t u d i o . T ipos de Participación Fi n a l me n t e , a l i n d a g a r a c e r c ad el ar e l a c i ó ne x i s t e n t ee n t r el o st i p o sd ep a r t i c i p a c i ó nyl aa c t i t u d p r o s o c i a lq u ep u e d e nd e s a r r o l l a raf u t u r ol o sj ó v e n e s , s ev e r i f i c óq u e , e ng e n e r a l l ac o r r e l a c i ó ne n t r e l o st i p o sd ep a r t i c i p a c i ó ne sme n o re n t r es í q u ee n t r el o sd i f e r e n t e st i p o sd ep a r t i c i p a c i ó nyl aa c t i t u d p r o s o c i a l af u t u r o . Al o b s e r v a rl a se c u a c i o n e sd er e g r e s i ó nd ec a d a mo d e l o , e sp o s i b l eo b s e r v a r q u ep a r ae l mo d e l oq u e c o n s i d e r ac o moú n i c op r e d i c t o r al av a r i a b l es e x oe l R e si g u a l a0 . 0 0 6 , ya l i n c o r p o r a r l a sv a r i a b l e sp a r 2 t i c i p a c i ó np r o s o c i a lyp a r t i c i p a c i ó na c t i v i s t a ,e lR s ea j u s t ae n0 . 1 1 . c i ó ne x i s t e n t ee n t r et i p o sd ep a r t i c i p a c i ó nye x p e c - 2 Lo sr e s u l t a d o smu e s t r a nq u ee sp o s i b l ei d e n t i f i c a rd o st i p o sd ep a r t i c i p a c i ó n ,d i f e r e n t e se n t r es í p e r oc o r r e l a c i o n a d o s , l ap a r t i c i p a c i ó np r o s o c i a l yl a p a r t i c i p a c i ó na c t i v i s t a . De s d el ap e r s p e c t i v ad eg é n e r o , s ee n c o n t r óe v i d e n c i ap a r ap l a n t e a r e s t o sd o st i p o sd ep a r t i c i p a c i ó n , d o n d el ap a r t i c i p a c i ó np r o s o c i a lr e s p o n d eal aé t i c a d ec u i d a d o , yl ap a r t i c i p a c i ó na c t i v i s t aq u er e s p o n d e r í aal aé t i c ad e l d e r e c h o( Gi l l i g a n , 1 98 5 ) , a s o c i a d a s al a s o c i a l i z a c i ó nf e me n i n ayma s c u l i n ar e s p e c t i v a me n t e . Es t eh a l l a z g oe se l e l e me n t oi n i c i a l p a r ac o n t i n u a r c o nl a sp o s t e r i o r e sh i p ó t e s i sd ei n v e s t i g a c i ó n , y aq u e PARTICIPACIÓN EN J ÓVENES 95 si existen estos dos tipos de participación, es posible modo, corregir el sesgo de indagar la participación entonces plantear que eventualmente no existen dife- femenina desde una óptica marcada por los estilos rencias en la cantidad de participación de hombres y participativos masculinos. mujeres, sino que su participación es diferente en re- Esto ayudaría a reconsiderar la imagen de la mu- lación al tipo de actividad elegida. En otras palabras, jer asociada a la esfera de lo privado y postular una permite plantear que el problema no es que las muje- revisión de los instrumentos que se utilizan para res participen menos, sino que la forma en que se ha sondear la participación de las mujeres (MIDEPLAN, evaluado la participación podría no ser sensible a las 2003; INJ UV, 2001), especialmente en los segmentos diferencias de género. En síntesis, las mujeres no par- jóvenes. La participación femenina se invisibiliza fren- ticipan menos, sino que lo hacen con una orientación te a iniciativas de investigación que restringen la diferente y en actividades distintas. participación juvenil a clubes deportivos y la presencia de mujeres a centros de madres. Diferencias en Participación En relación a la mayor participación de las mujeres en actividades de tipo prosocial, los resultados del es- En relación a la cantidad o frecuencia de partici- tudio son consistentes con los de Flanagan et al. (1998) pación en actividades, los hallazgos indican que si con adolescentes, en el sentido que existe un mayor se considera la participación de una manera global, nivel de participación de mujeres que de hombres en es decir sin especificar el tipo de participación, exis- actividades prosociales. Por lo tanto, podría ser útil ten diferencias en relación a la cantidad de participa- que actividades tales como los diversos tipos de ción de hombres y mujeres, pero quienes más parti- voluntariado, puedan ser considerados como parte de cipan no son los hombres, sino las mujeres. la participación, tal como se incluye en las definiciones Al respecto, es interesante señalar que esta in- de participación que se han revisado. Adicionalmente, formación difiere de las encuestas nacionales (INJ UV, la invisibilidad de los ámbitos de participación femeni- 2001; MIDEPLAN, 2003), donde la participación de nos, nos lleva a preguntarnos ¿ qué reconocimiento se las mujeres, era notoriamente menor. Por otra parte, le da al aporte efectuado por las mujeres en este tipo de los hallazgos son concordantes con investigacio- actividades, específicamente en lo relacionado al bien- nes (Serrano, Raczinsk i & Rojas, 1999) que dan cuen- estar colectivo? Tal vez la respuesta está dada por la ta de una mayor participación de las mujeres de otros consideración de estas actividades como una exten- sectores etáreos. sión a la esfera pública de los roles sociales que tradi- En este sentido, si nos circunscribimos a la realidad chilena, podemos verificar que estudios del Servicio cionalmente se ha asignado a las mujeres en el ámbito familiar y doméstico (lo privado). Nacional de la Mujer (SERNAM) denotan una altísima En relación a la frecuencia de participación en ac- participación de las mujeres adultas en diferentes esfe- tividades de activismo política, la información obteni- ras de la realidad comunitaria y organizaciones socia- da a través de este estudio señala que no existen les. Esta situación plantea cuestionamientos acerca de diferencias significativas entre el grupo de hombres y la evolución que puede tener las experiencias mujeres. A pesar que las diferencias no son significa- participativas de las jóvenes en su desarrollo hacia la tivas, en la participación activista se observa una ten- adultez. De este modo, la pregunta que cabe hacerse es dencia levemente mayor en los hombres. Esta ten- cómo se evoluciona desde una juventud con baja par- dencia, también podría relacionarse con el desarrollo ticipación hacia un alto protagonismo. Los resultados de este estudio indican que no de una ética del derecho mayor en los hombres que en las mujeres, aun cuando no existe evidencia con- existiría una discontinuidad en la participación de cluyente para afirmarlo. Sin embargo, también resulta las mujeres entre la juventud y la adultez, sino más válido preguntarse si estos valores responden a una bien una continuidad. Sin embargo, dada la natura- tendencia de estilos de participación de los jóvenes, leza transversal de esta investigación, esta afirma- a oportunidades disponibles en el entorno (Hart et ción debe considerarse con cautela e investigarse al., 1998) o a efectos de la medición. en estudios longitudinales futuros. Es posible que la diferencia entre los niveles de participación femenina reportados en este estudio Participación yExpectativas de Autoeficacia y aquellos reportados en investigaciones previas, A partir de las fuentes revisadas (Chavis & estén ligados al hecho de hacer visibles las formas W andersman, 1990; Flanagan, et al., 1998; Florin & de participación de las mujeres jóvenes y, de este W andersman, 1988; Keyes, 1998; Serrano, Raczinsk i 96 VELÁSQUEZ, MARTÍNEZ Y CUMSILLE & Rojas, 1999; Thomas, 2000; Zimmerman & de los jóvenes tienen mayores posibilidades de ob- Rappaport, 1998) se concluye la importancia del tener reconocimiento desde el resto de sus comuni- involucramiento de jóvenes en actividades que sean dades, aumentando sus expectativas de éxito y por de beneficio para su comunidad y de la necesidad ende de autoeficacia. Cuando los jóvenes tienen de propiciar espacios y oportunidades para el ejerci- mayores expectativas y sentimientos de autoeficacia, cio de esa participación. es más probable que mantengan conductas de Dado que existen patrones de socialización dife- autocuidado, desarrollen mejores estrategias de rentes para ambos sexos es importante conocer si es aprendizaje, entre otros beneficios para su desarro- la influencia de esta socialización o las oportunida- llo. des existentes para hombres y mujeres en la edad A su vez, en una comunidad donde la ética del juvenil, las que pueden tener efectos distintos so- cuidado es importante, las actividades prosociales se bre las expectativas de autoeficacia. transforman en parte de la cultura, de este modo, las Bandura (1997) plantea que una de las fuentes oportunidades de desarrollo de identidad moral de de los pensamientos de autoeficacia son las expe- los y las jóvenes también aumentan (Hart et al., 1998). riencias de éxito. Entonces, si las mujeres participan más en actividades de tipo prosocial, estarían más expuestas al reconocimiento del entorno. En térmi- Participación y Actitud Prosocial nos prácticos, además de las oportunidades exis- Los hallazgos de esta investigación indican que tentes para ganar empoderamiento y desarrollar ha- el sexo es un predictor de actitud prosocial a futuro. bilidades, las oportunidades de recibir una gratifica- Dado que existen evidencias para señalar que las ción o tener éxito en sus actividades son mayores mujeres participan más que los hombres y lo hacen en que en las prácticas de tipo activista. Por esto, se actividades prosociales, es consecuente predecir una planteó que las expectativas de autoeficacia even- mayor actitud prosocial en este grupo. Los resulta- tualmente podrían asociarse a la participación dos indican que es el tipo de participación en que se prosocial, más que a la participación activista. involucra un joven lo que mejor predice la actitud Los hallazgos dan cuenta que el sexo de una prosocial. Dado que las edades de los participantes persona no es un buen indicador para predecir las fluctuaban en un amplio rango, se evaluó la importan- expectativas de autoeficacia. Es decir, para los jóve- cia de ésta en las actitudes prosociales. Relativa a la nes participantes en el estudio, la variable socializa- contribución de la participación y sexo, la edad no es ción de género no es suficiente para predecir las un predictor significativo. expectativas de autoeficacia. Como se ha señalado anteriormente, el Dado que las expectativas de autoeficacia se rela- involucramiento de las personas en actividades de bien cionan con el cumplimiento de tareas en forma exitosa común, contribuye a la formación de capital social (Bandura, 1977), no es sorprendente entonces que (Coleman, 1988). De acuerdo a Hart et al. (1998) la dis- sea la participación prosocial el predictor que más ponibilidad de oportunidades de participación existen- aporte en relación al resto de las variables, puesto tes en una comunidad, generan a su vez oportunida- que estas actividades tienden a ser reconocidas y des de contribuir al bienestar de los otros, favorecien- retroalimentadas en forma más inmediata que la parti- do la identificación con el bien común y el desarrollo de cipación activista. En relación a la participación, la valores prosociales. edad de los jóvenes no es un indicador que aporte al La participación en actividades de bien a la co- modelo explicativo de las expectativas de autoeficacia. munidad es un buen predictor de involucramiento Finalmente, si bien es cierto que el sexo no es cívico en la adultez. El desarrollo de valores cívicos, suficiente para predecir las expectativas de está estrechamente ligado a las oportunidades pre- autoeficacia, esto es una ventaja que impide cierto sentes en el entorno para desarrollar estas prácti- determinismo respecto al sexo de una persona, sien- cas. De este modo, generar estas oportunidades en do un buen indicador para propiciar el desarrollo de el entorno puede brindar a los jóvenes opciones para estilos de socialización que enfaticen actividades desarrollar no sólo sus habilidades, al mismo tiempo relacionadas con la ética del cuidado, tanto en hom- que da a la sociedad la oportunidad de acumular bres como mujeres, de modo de lograr lo que algu- capital social (Hart et al., 1998). nas investigadoras denominan una “ sociedad para En relación a esto, resulta relevante que el sexo el cuidado”(Jelin & Valdés, 1999). Esto es importan- de una persona puede influir en su actitud prosocial te ya que es a través de actividades prosociales don- a futuro ya que por una parte tenemos que los hom- 97 PARTICIPACIÓN EN JÓVENES bres tienen una tendencia a tener menor orientación miento tanto de hombres como de mujeres, en una prosocial que las mujeres, dada la socialización que premisa ética insoslayable para la generación de aún caracteriza a nuestra sociedad, y por otra hay nuevos y mejores modelos de sociedad. una baja valoración de las actividades realizadas por las mujeres. Entonces si resulta importante para las Referencias comunidades desarrollar capital social, debería ser importante invertir en proporcionar espacios y oportunidades de participación para los jóvenes. Los desafíos planteados desde esta investigación apuntan a afinar las formas de acercamiento a las modalidades de participación de los y las jóvenes en pos no sólo de una utilización de los recursos existentes sino también para la generación de una propuesta dirigida a los y las jóvenes que respete las diferencias de género y las necesidades propias de su etapa de desarrollo. También es interesante poder profundizar en las categorizaciones que los propios jóvenes hacen de participación activista y prosocial y las modalidades que cada una de éstas adquiere para así guiar la generación de oportunidades de participación que son adecuadas para el segmento etáreo y posibilitar la focalización de recursos. pecíficamente con las oportunidades existentes en los entornos y cuáles de esas oportunidades son las que los jóvenes consideran que se podrían emprender y su correlación con indicadores de bienestar psicosocial. Considerando que habitualmente la participación prosocial, en sus objetivos, sus expectativas a la base y los tipos de relaciones que se establecen al interior de estos contextos se relacionan en lo concreto y en lo simbólico con las funciones tradicionalmente asignadas al rol femenino (e.g., altruismo, sensibilidad, cuidado, etc.), es factible preguntarse en qué medida está contribuyendo a su vez a la reproducción y mantención de estereotipos de género y, por lo tanto, a una desigual distribución de recursos y poder entre ambos sexos. Alternativamente, desde un punto de vista de intervención, surge la interrogante de si en lo que corresponde o fbe hav i o ralc hang e . Psychological Review, 84, 191215. Bandura, A. ( 1 9 9 7 ) . S elf ef f icacy:The ex er cise ofcon t r ol. New Y or k :W . H. Fre e man. Brans o n, M . & Qui g l e y , C. ( 1 9 9 8 ) . The r ole ofcivic ed u cat ion . The Co mmuni t ari an Ne t wo rk [ En re d] . 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Se l f e f f i c ac y :To ward a uni f y i ng t h e o ry hacer es una resignificación de esos patrones de participación. Finalmente, podemos cuestionarnos acerca de lo que realmente hemos hecho como sociedad, en qué cosas hemos contribuido y sobre todo, qué debería hacerse para que ciertos valores y características subjetivas atribuidas a las mujeres, como la mayor sensibilidad hacia las necesidades y sentimientos de las personas, y el interés por el cuidado de los otros, puedan transformarse en valores universales y por tanto esperables y deseables en el comporta- Enc ue s t a CASEN 2002 [ En re d] . Di s pon i bl e e n: w w w. M i d epl a n . cl / si t i o/ est udi os/ d ocu m en t os/ muj e r2000.pdf Co l e man, J . ( 1 9 8 8 ) . So c i alc ap i t ali n t h ec re at i o n o fh uman c ap i t al . Amer ican J ou r n al ofS ociology, 9 4, 9 5 1 2 0 . Eri ks o n, E. ( 1950) . Childhood and societ y.Nue v a Yo rk: Nor t on . 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