Posicionamiento público Una sentencia que restablece el Orden Constitucional Ante el fallo de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, que declara inconstitucionales los Acuerdos Ejecutivos números 535 y 30, respectivamente, mediante los cuales se nombró al general David Munguía Payés al frente del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública, y al general Ramón Salinas como Director de la Policía Nacional Civil; distintas organizaciones sociales, de Derechos Humanos, y firmantes de la demanda que dio origen a la declaratoria de inconstitucionalidad: al pueblo salvadoreño y a la comunidad internacional expresamos lo siguiente: A principios de noviembre de 2011, luego de conocerse la renuncia de quien hasta entonces fungiera como Ministro de Justicia y Seguridad Pública, distintas organizaciones sociales nos pronunciamos públicamente contra el posible nombramiento de un militar al frente de esa cartera de Estado. Las organizaciones sociales y de Derechos Humanos expusimos públicamente al Presidente, entre otros planteamientos, lo siguiente: “La historia reciente manda al Presidente de la República a tener memoria de ella y tener en cuenta por lo menos dos temas fundamentales: a) En El Salvador tuvo que ocurrir una guerra civil para ubicar a la Fuerza Armada en el rol que corresponde, incluso se reformó la Constitución y ella manda que La Fuerza Armada tiene por misión la defensa de la soberanía del Estado y de la integridad del territorio. Cualquier otra competencia, es de carácter excepcional y temporal. b) Los Acuerdos de Paz, en todo su proceso, tuvieron como uno de los temas fundamentales, la civilidad de la Seguridad Pública; en el Acuerdo de Paz de Chapultepec, en la letra F del Capítulo I referido a los Principios Doctrinarios dice textualmente: El mantenimiento de la paz interna, de la tranquilidad, del orden y de la seguridad pública está fuera de la misión ordinaria de la Fuerza Armada como institución responsable de la defensa nacional. En ese ámbito el eventual papel de la Fuerza Armada es del todo excepcional, cuando se hayan agotado los medios ordinarios para ello, en los términos establecidos por la reforma constitucional aprobada en abril de 1991.” Además, las organizaciones sociales y de Derechos Humanos advertimos públicamente que: “En este contexto, es muy difícil asimilar que el Presidente de la República vaya a cometer un error tan grave, pues poner a la cabeza de la seguridad pública a un militar, sería enviar un mensaje de retroceso a la nación y sería una grave afrenta al pueblo salvadoreño, a sus luchas y a sus pequeños avances democráticos, lo cual es inaceptable, ética y constitucionalmente.” Pese a tales advertencias, y bajo la lógica pro militarista, mediante los Acuerdos Ejecutivos números 535 y 30, respectivamente, se nombró al general David Munguía Payés al frente del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública, y al general Ramón Salinas como Director de la Policía Nacional Civil –PNC-, lo que a juicio de distintos sectores sociales y hasta partidos políticos “progresistas” tales nombramientos representaron una grave violación a los preceptos constitucionales, así como un retroceso al incipiente camino hacia la democratización del país y en cuanto al cumplimiento de los Acuerdos de Paz de 1992. Es por ello que un grupo de 30 mujeres y hombres, presentamos el 21 de febrero de 2012, ante la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, la demanda de inconstitucionalidad en contra de los nombramientos del general David Munguía Payés y del general Ramón Salinas. Los y las demandantes, en el ejercicio de la facultad conferida por la Constitución de la República, presentamos la demanda porque consideramos que los nombramientos de los militares aludidos, fundamentalmente la institución que su investidura representa y no las personas naturales en sí mismas, son un transgresión al orden constitucional fruto de los Acuerdos de Paz. El pasado viernes 17 de mayo de 2013, la Sala de lo Constitucional declaró inconstitucionales, de un modo general y obligatorio, los Acuerdos Ejecutivos números 535 y 30, por medio de los cuales se nombró al general David Munguía Payés al frente del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública, y al general Ramón Salinas como Director de la PNC. Ante tales circunstancias, los y las demandantes, MANIFESTAMOS lo siguiente: Con la declaratoria de inconstitucionalidad 4-2012 emitida el 17 de mayo de 2013, por la Sala de lo Constitucional, de la Corte Suprema de Justicia de El Salvador, se restablece el orden constitucional que había sido transgredido mediante los Acuerdos Ejecutivos números 535 y 30. Que desde que se inició con la implantación de los llamados Grupos de Tarea Conjunta, en el país se dio inicio al proceso de remilitarizacion, tendencia que se ha profundizado en los últimos años. Los distintos gobiernos que se han sucedido desde los Acuerdos de Paz la han venido justificando bajo distintos argumentos, pero principalmente porque según ellos existe un alto nivel de criminalidad que ha superado la poca cantidad y capacidad de policías para controlarlo; así es como se ha hecho creer que el ejército, por su eficiencia, es necesario para el combate a la delincuencia y el crimen organizado. No obstante, consideramos que mantener permanentemente al ejército en tareas de seguridad pública – casi desde que se instaló la PNC hasta nuestro días – violenta el sentido de excepcionalidad que la Constitución le confiere al Presidente (artículo 168, ordinal 12º Cn). Que con este fallo, la Sala de lo Constitucional, haciendo uso de su inherente potestad del control constitucional, ha resuelto apegada a Derecho, y que con ello contribuye al fortalecimiento del incipiente camino hacia la institucionalidad, condición necesaria para conducir al país hacia una verdadera democratización. Que con este fallo, la Sala de lo Constitucional ha hecho que recobre sentido lo establecido en el Informe de la Comisión de la Verdad, cuando ha dicho que “la desmilitarización de la policía es un gran paso de avance en El Salvador”. Que el fallo de la Sala de lo Constitucional, ha resuelto única y exclusivamente lo que los y las demandantes le solicitaron que resolviera: la inconstitucionalidad de los nombramientos de ambos funcionarios. En tanto ello, cualquier ligamen, interpretación, o análisis con otros temas que pudieran relacionarse como la tregua entre pandillas, no tiene ninguna razón de ser. Debe tenerse en cuenta, que la demanda fue presentada el 21 de febrero de 2012, fecha anterior al anuncio del inicio de la tregua entre pandillas. No obstante, esperaríamos que los logros que se han tenido hasta el momento con el proceso de la tregua, se mantengan y se profundicen a partir de una política institucional de Seguridad Pública, trascendiendo de una peligrosa y temporal tregua, hacia un proceso de construcción de paz, todo en correcta aplicación de la Constitución, Tratados Internacionales, la Ley Penitenciaria y la efectiva participación ciudadana. San Salvador, 23 de mayo de 2013.- Organizaciones que suscriben: Concertación Monseñor Romero Comisión Pro Memoria Histórica Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho -FESPADUnidad Ecológica Salvadoreña -UNESInstituto de Investigación, Capacitación y Desarrollo de la Mujer -IMUMesa Consultiva de Género de Mejicanos