Dificultades de planificación y quirúrgicas en artoplastia de cadera sobre displasia tipo Crowe IV Preoperative and surgical difficulties of total hip arthoplasty in Crowe type IV dysplasia of the hip Villanueva Martínez, M. Ríos-Luna, A. 2 Fahandez-Saddi, H. 3 Hernández, C. 1 Pereiro del Amo, J. 4 Benito del Carmen, F. 1 1 1 2 3 4 Hospital General Universitario Gregorio Marañón, Madrid. Hospital de Poniente, El Ejido, Almería. Departamento de Neurociencias de la Salud. Universidad de Almería. Hospital Fundación Alcorcón, Madrid. Hospital Clínico. U. San Carlos, Madrid. RESUMEN ABSTRACT Analizamos las dificultades de planificación preoperatoria y su aplicación quirúrgica en la artroplastia total de cadera en un caso con displasia alta de cadera o displasia tipo IV de Crowe. Los principales problemas fueron: la elección de la vía de abordaje, la restitución del centro de rotación en el paleocotilo deficiente y la prevención de la lesión del nervio ciático. Performing a total hip arthroplasty in a patient with Crowe IV type dysplasia of the hip requires a careful preoperative planning and surgical technique. La elección de una prótesis modular no cementada permitió cumplir estos objetivos garantizando la mayor fiabilidad y versatilidad intraoperatorias y creemos que es el implante de elección para minimizar las complicaciones. La artroplastia total de cadera en displasia Crowe IV es un procedimiento complejo pero reproducible. Selection of surgical exposure, restitution of hip center, prevention of nerve lesions as well as obtaining good fixation and long term survivorship of the implant are the main difficulties and goals for the orthopaedic surgeon. These goals can be accomplished with an uncemented, modular prosthesis. The procedure is complex but reproducible and complications can be minimised by a combination of careful preoperative planning and intraoperative decision making. Palabras clave: Artroplastia de cadera, displasia alta, Crowe IV. Keywords: Hip arthroplasty, high dysplasia, Crowe IV. Patología del Aparato Locomotor, 2006; 4 (3): 228-233 Correspondencia: M. Villanueva Martínez Velayos 2, 1º C. 28035 Madrid. [email protected] Villanueva Martínez M., Ríos -Luna A., Fahandez-Saddi H., et al INTRODUCCIÓN La artroplastia total de cadera en los casos con displasia alta es un procedimiento complejo debido a la distorsión anatómica, la falta de hueso en el acetábulo original, la deformidad, el exceso de anteversión femoral y la edad del paciente, que obliga a buscar la reconstrucción con mayor supervivencia posible. La supervivencia de las prótesis totales de cadera está en relación con la restitución del centro de rotación original, lo que obliga a colocar el cotilo en una zona con pobre reserva ósea y a descender mucho el centro de rotación, lo que puede asociarse a lesión del nervio ciático. Para fijar el implante acetabular en el paleocotilo son necesarias técnicas de reconstrucción especiales como la cotiloplastia o la protusión acetabular o el autoinjerto del acetábulo con la cabeza displásica. Para prevenir la lesión nerviosa se requiere un acortamiento femoral y para evitar la inestabilidad una prótesis modular que permita restituír la tensión de las partes blandas y una orientación apropiada de los componentes. Pese a las dificultades la técnica quirúrgica es reproducible obteniendose buenos resultados a medio y a largo plazo. CASO CLÍNICO Paciente de 44 años de edad diagnosticada de «displasia alta» (Crowe IV) de la cadera derecha por luxación congénita (figuras 1A y 1 B). Presentaba dolor invalidante y claudicación no controlada con analgésicos continuos. En la exploración presenta una Dificultades de planificación y quirúrgicas en artoplastia de cadera sobre displasia tipo Crowe IV dismetría clínica de 2 cm, cojera franca, con Trendelemburg y Stinchfield positivos, una flexión de 40º, rotación interna abolida, rotación externa de 80º, abducción de 15º y adducción de 40º. Se decide realizar una artroplastia total de cadera. La planificación preoperatoria, adecuada al tipo de defecto existente (1), (figura 2) incluía, mediante un abordaje posterolateral, descender el centro de rotación hasta el paleocotilo, colocar un cotilo de 44 mm con un par de metal-metal y realizar una osteotomía de acortamiento subtrocantérica de 2,5-3 cm para obtener un alargamiento real de 1,5-2 cm, sin comprometer la función del nervio ciático. Utilizamos una vía posterolateral, liberamos el gluteo mayor, los rotadoes y las estructuras capsulares y, parcialmente, el psoas. Preservamos el glúteo mínimo y el glúteo medio. Identificamos la cabeza displásica y realizamos una osteotomía basicervical horizontal para adaptar el corte a la prótesis prevista. Desde el neoacetábulo realizamos una disección distal del iliaco hasta encontrar la depresión que marcaba la posición del acetábulo original buscando descender el centro de rotación 4,5 cm. Aquí realizamos el fresado progresivo, empezando con una fresa de 36 mm, verificando en cada paso la columna posterior y el transfondo acetabular. Colocamos a presión un cotilo de 44 mm, el mínimo necesario para utilizar un par de fricción metalmetal, y utilizamos dos tornillos suplementarios verticales. Realizamos una osteotomía de acortamiento y una monitorización del nervio ciático controlada Fig. 1. Radiografías preoperatorias: A) AP en máxima abducción y B) axial. Villanueva Martínez M., Ríos -Luna A., Fahandez-Saddi H., et al Dificultades de planificación y quirúrgicas en artoplastia de cadera sobre displasia tipo Crowe IV finalmente, los aloinjertos. Se injertó la cabeza displásica en el techo acetabular pensando en la posibilidad de una cirugía futura (figuras 4 A y 4 B). Finalmente realizamos la reducción y verificamos la integridad del nervio ciático con el electroestimulador mientras el neurofisiólogo registraba la conducción. El resultado final es el descenso del centro de rotación y la medialización del implante en el límite de la protusión acetabular (figuras 5 A y 5 B). La fijación de la prótesis y la osteotomía fueron excelentes y no se produjo lesión del nervio. DISCUSIÓN Fig. 2. Planificación preoperatoria Fig. 3. Diástasis de la osteotomía y del cerclaje con aloinjertos al colocar la prótesis. por el Servicio de Neurofisiología. Fresamos el fémur antes de realizar la osteotomía subtrocantérica para preparar uniformemente el canal y evitar la fractura del segmento metafisario (2). Fresamos la zona metafisaria y en la zona diafisaria fresamos cuatro centímetros de más en previsión de la osteotomía subtrocantérica. Realizamos ésta unos tres centímetros por debajo del trocanter menor, dejando sitio para la vaina metafisaria de la prótesis modular. Con los componentes de prueba verificamos la reducción, la estabilidad y procedimos al cerclaje con aloinjertos de la osteotomía antes de colocar la prótesis. Al no progresar ésta y diastasar los fragmentos (figura 3), retiramos el cerclaje, fresamos la diáfisis medio número más, colocamos primero la prótesis y, En la «displasia alta de cadera, según Hartofilakidis» o «displasia tipo IV de Crowe» la cabeza está completamente fuera de su posición original siendo el desplazamiento proximal de la misma, superior al 100% de la altura del acetábulo (3, 4, 1). Los factores que afectan a la supervivencia protésica, en los casos de displasia, son: la severidad de la misma, la falta de soporte óseo lateral, la contractura de los tejidos blandos y de la musculatura, la posición del acetábulo y la falta de cobertura del mismo por hueso nativo, y la falta de incorporación de los injertos o de consolidación de las osteotomías (del trocanter o subtrocantérica) (5, 6, 7). El cirujano debe elegir el procedimiento más adecuado, versátil y reproducible desde la vía de abordaje hasta el tipo de implante para minimizar las complicaciones y obtener resultados predecibles y duraderos. En nuestro paciente utilizamos la vía posterolateral por ser nuestro abordaje habitual y permitir la posibilidad de protección y monitorización del nervio, minimización de la lesión de los abductores y fácil acceso al acetábulo y a la cara lateral y posterior del fémur para la osteotomía de acortamiento (8). Sin embargo, otros autores recomiendan los abordajes ampliados con osteotomía trocantérica o transfemoral en casos de deformidad del fémur proximal (9, 10). La posición del acetábulo es el principal factor de predicción, junto con la edad del paciente, del resultado funcional o clínico y de la supervivencia del implante. El cirujano puede colocarlo en su sitio displásico, sobre el iliaco (en una zona donde este se adelgaza y suele faltar profundidad) o bien descenderlo hasta su centro de rotación teórico (4). El Villanueva Martínez M., Ríos -Luna A., Fahandez-Saddi H., et al Dificultades de planificación y quirúrgicas en artoplastia de cadera sobre displasia tipo Crowe IV Figs. 5. La cabeza displásica se injerta en el techo acetabular. centro de rotación alto (11) o lateral (12) se asocian a mayor riesgo de aflojamiento precoz. Originan un pobre balance de la musculatura abductora, inestabilidad por pinzamiento isquiático y no corrige el acortamiento del miembro afecto. La colocación del cotilo en el verdadero acetábulo con adecuada cobertura del mismo por hueso nativo, con o sin autoinjerto de la cabeza femoral displásica (13), es un factor de éxito y supervivencia de la artroplastia de cadera sobre displasias. Permite la restitución anatómica del centro de rotación y la corrección de la dismetría mejorando el patrón de marcha y reduciendo la cojera (10). La localización del centro de rotación tan medial, inferior y anterior como se pueda es el factor principal en la transmisión de cargas en la cadera. Existen dos problemas para el descenso del acetábulo a su posición natural. La posible lesión del nervio ciático y la falta de cobertura del acetábulo por la displasia y la falta de profundidad del mismo. En la displasia tipo IV de Crowe el paleocotilo presenta un diámetro anteroposterior pequeño unido a un déficit de soporte superior (11). Para solucionar esto, puede optarse por poner un cotilo pequeño no cementado anclado en hueso nativo, por la colocación de un cotilo medializado hasta el transfondo acetabular («protusión acetabular»), por crear una fractura transacetabular o un defecto de aproximadamente el 25% del área acetabular, dejando el cotilo protuído y fijandolo en los bordes del acetábulo («cotiloplastia») (3, 5), o por apoyar parte del acetábulo en un injerto, preferentemente autólogo, con la cabeza displásica y colocar un cotilo de mayor tamaño. Todas estas opciones tienen buenas tasas de supervivencia publicadas, siempre que se restituya el centro de rotación a su posición teórica (6). Otra opción posible, es colocar un anillo antiprotusión y un polietileno cementado (7) o simplemente un cotilo cementado con una cabeza de 22 mm de diámetro (9). En caso de defecto superior del acetábulo, el autoinjerto de la cabeza femoral es el procedimiento de elección recomendado en la literatura siempre que no soporte más del 30% de la superficie de contacto del acetábulo. Nuestra opción fué colocar un cotilo pequeño, intentando respetar la línea de Köhler y buscando medializar el mismo para mejorar la supervivencia (12). El cotilo elegido fue el Pínnacle (De Puy), por su compatibilidad con diferentes pares de fricción y con el vástago seleccionado. Desde diámetros de 44 mm admite cabezas de 28 mm y pares de metal-metal y desde 46 mm de diámetro pares de cerámica-cerámica con cabeza de 28 mm de diámetro. Aunque intraoperatoriamente no creímos perforar el transfondo acetabular, en la radiografía de control se aprecia una línea de fractura y la protusión acetabular. La magnificación de las radiografías, el deseo de conseguir el mínimo diámetro de cúpula necesario para colocar un par de fricción metal metal o cerámica - cerámica y evitar una cabeza de 22 mm de diámetro con un polietileno (9) y la falta de identificación del problema durante la cirugía contribuyeron a este resultado. Aunque no era necesario el injerto con la cabeza displásica, porque obtuvimos Villanueva Martínez M., Ríos -Luna A., Fahandez-Saddi H., et al Dificultades de planificación y quirúrgicas en artoplastia de cadera sobre displasia tipo Crowe IV Figs. 6. Control postoperatorio. suficiente cobertura del acetábulo, decidimos utilizarla para aumentar la reserva ósea pensando en una cirugía futura (14), pese a que pueda darse una reabsorción lateral por las leyes de Wolf. La colocación del acetábulo en su centro de rotación natural condiciona un alargamiento que puede provocar la parálisis del nervio ciático. La elongación del nervio, los traumatismos o compresión con el instrumental o el cizallamiento con las estructuras adyacentes pueden dañar el nervio. También una excesiva liberación músculotendinosa podría dejar el nervio menos protegido a las maniobras de tracción (9, 10). Las alternativas para evitar una distracción excesiva son: osteotomizar el trocanter mayor, acortar el segmento proximal del fémur y reanclar el trocanter distalmente; realizar una artrodiastasis con fijador externo durante 1-2 semanas (10); o realizar una osteotomía de acortamiento subtrocantérica (15), como hicimos en nuestro paciente. Este procedimiento es mas complejo (8) pero permite preservar la zona metafisaria, realizar correcciones rotacionales y angulares y sus resultados son predecibles con tasas de pseudoartrósis inferiores al 10% (15, 1). La adecuda fijación distal, el cerclaje de la osteotomía con aloinjertos y la monitorización del nervio ciático son elementos de seguridad que permitieron reducir las complicaciones de este procedimiento. La supervivencia de los vástagos femorales cementados y los no cementados es peor que en las artroplastias primarias pero no es estadísticamente significativa entre los diferentes grados de displasia (5, 6). Los principales problemas son: la dificultad para conseguir fijaciones a presión por la deformidad femoral, la falta de consolidación de las osteotomías por insuficiente fijación distal y el dolor o efecto punta causado por la rigidez del implante o la falta de estabilidad torsional. Una anteversión femoral anormal, una osteotomía femoral previa y un canal femoral pequeño son indicaciones para utilizar un vástago femoral modular. En el caso de la osteotomía de acortamiento la principal complicación reflejada en la literatura es la falta de consolidación y esta se asocia a una insuficiente fijación distal o al uso de vástagos cementados (9, 1) o vástagos curvos que no consiguen una buena fijación distal (5). La estabilidad torsional de los vástagos modulares es equivalente a la de los vástagos cementados por lo que resultan efectivos en la estabilización de osteotomías subtrocantéricas en casos de displasia alta de cadera (8, 15). Además estos vástagos transmiten la carga al fémur proximal estimulando la consolidación ósea de la osteotomía y evitan la necesidad de realizar osteotomías desrrotadoras del fémur proximal (2). El vástago S-ROM, elegido en nuestro caso, tiene aletas y es hendido en la parte final permitiendo la estabilidad rotacional y la disminución del efecto punta. Por su modularidad permite fijación independiente metafisaria y diafisaria y control independiente de la versión femoral. Además dispone de diferentes medidas de cuello femoral verticales y horizontales («off-set») para restituír el momento abductor. El análisis de la literatura y de los problemas de pla- Villanueva Martínez M., Ríos -Luna A., Fahandez-Saddi H., et al nificación y desarrollo quirúrgico en este caso refleja que la artroplastia total de cadera sobre displasias altas de cadera es un procedimiento complejo pero reproducible, en el que los principios del éxito son la restitución del centro anatómico con o sin suplementación ósea, la fijación acetabular y femoral precisas, la selección de un par de fricción de bajo des- Dificultades de planificación y quirúrgicas en artoplastia de cadera sobre displasia tipo Crowe IV gaste y la asociación de medidas para evitar el daño neurológico. En nuestro criterio este tipo de implante modular es de elección para caderas displásicas por permitir al cirujano corregir los errores intraoperatorios y minimizar las complicaciones. Referencias bibliográficas 1. 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