Buenos Aires, martes 10 de junio de 2008 Ambito Financiero - Colección Novedades Fiscales E l día 23 de julio de 2004, se publicó en el Boletín Oficial el Decreto 916 que, entre otras cuestiones, reglamentó la última modificación legal en materia de precios de transferencia, introducida a la Ley del Impuesto a las Ganancias por la Ley 25.784(1). El presente trabajo tiene por objeto abordar, específicamente, todos los aspectos inherentes al nuevo método, en adelante Sexto Método (SM), instaurado para la determinación de ganancias provenientes de la exportación de ciertos productos con cotización en mercados transparentes, entre ellos, los cereales, las oleaginosas y otros productos de la tierra. CARACTERIZACION Y MARCO NORMATIVO DEL NEGOCIO DE GRANOS La comercialización internacional de productos agrarios tiene importantes y distintivos aspectos que la diferencian de la de otros bienes. Como puede advertirse, la Argentina tiene un papel significativo en el mercado internacional de granos, razón por la cual el tema es de gran envergadura para la economía nacional. Un aspecto distintivo de la demanda de granos en nuestro país resulta ser su alta concentración. Es decir, existe un número relativamente pequeño de demandantes en el mercado interno que, básicamente, son los exportadores. De allí la necesidad de contar con agentes especializados en el comercio internacional de granos. Si bien son varios los agentes intervinientes, en el presente trabajo nos abocaremos específicamente, dada la problemática discutida, a los traders. Básicamente, un trader puede caracterizarse como una compañía cuya actividad consiste en la comercialización internacional de uno o más productos. Los traders de granos, concretamente, poseen una estructura a escala global que les permite acercar a la oferta y a la demanda de tales bienes a fin de suministrar las mercaderías a sus clientes de la manera más económica posible y con el mayor valor agregado. En términos prácticos, este mayor valor agregado se traduce en: valor tiempo y valor lugar, aspectos fundamentales en el negocio de cereales. Consecuentemente, las traders poseen ventajas competitivas que las diferencian de los exportadores. El presente Esquema ilustra lo expresado. Ello, en términos de los negocios, se traduce en una garantía para sus clientes, toda vez que les permite a éstos acceder a productos originarios de cualquier parte del mundo. Por lo tanto, a esta altura resulta obvio destacar que estas empresas desarrollan funciones, asumen riesgos, y que deberían obtener por ello una rentabilidad acorde Los precios de transferencia en los mercados transparentes El denominado Sexto Método: su aplicación al comercio de granos con los referidos atributos. Desconocer la existencia de estos agentes y su rol en el mercado de granos carece de rigor conceptual. Es cierto, además, que una empresa trader toma posiciones de riesgo en diferentes mercados, ya sea con el objetivo de realizar una cobertura o bien para especular con la variación de los precios. Siguiendo con los aspectos distintivos del comercio de granos, a continuación nos referiremos a las normas relativas al control de las operaciones que involucran tales productos. De acuerdo con lo previsto en el Decreto 1177/92 del Poder Ejecutivo Nacional, los exportadores de granos, entre otros, tienen la obligación de registrar todas sus ventas al exterior, ante la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, en adelante SAGPyA, y la Administración Nacional de Aduanas, hasta el día hábil siguiente a aquel en que se hubiese cerrado la venta correspondiente. A continuación, se detallan los datos que deben suministrarse: • datos identificatorios del exportador; • tipo de mercadería; • volumen de venta; • precio FOB oficial o índice; • fecha de cierre de venta, y • período de embarque. En efecto, la mencionada norma establece que a los fines de la liquidación de los derechos de exportación(2), y demás tributos, se aplicará como base imponible el precio índice o valor FOB oficial vigente a la fecha de cierre de cada venta. En este sentido, ese valor es establecido por la Escribe Silvana Blanco (*) SAGPyA y los criterios que se utilizan para su fijación están reglamentados en la Resolución N° 331/01(3), que entre otras cuestiones considera las tendencias de los precios internacionales(4) y locales, que éstos sean representativos de la realidad vigente en los mercados, etc. Por otra parte, se prevé la posibilidad de ajustarlos diariamente, cuando las variaciones que evidencien así lo sugieran. Por lo tanto, el Fisco contaba con suficiente información, metodología y normas para controlar adecuadamente las operaciones de empresas que comercializaban cereales y que, a su vez, operaban con intermediarios. ANTECEDENTES PROVENIENTES DE LAS INSPECCIONES DEL FISCO CON ANTERIORIDAD AL PERIODO FISCAL 2003 La controvertida reforma tuvo lugar a partir de que funcionarios de la Administración Federal de Ingresos Públicos, a través de un estudio realizado a diferentes empresas que integran el sector cerealero(5) y que representaban, aproximadamente, 60% del total de las exportaciones argentinas, habrían concluido que el Impuesto a las Ganancias determinado proveniente de la exportación de cereales y oleaginosas para el período 1997/ 2001 resultaba de escasa significatividad en términos de recaudación fiscal. En efecto, a través de las inspecciones realizadas, los funcionarios manifestaron que, en su opinión, se estaban triangulando ventas al exterior, utilizando empresas fantasmas, como intermediarios entre el sujeto que realizaba la exportación desde el país y aquel que recibía finalmente la mercadería en el exterior, cuyo único fin era la subfacturación. Vale decir que la supuesta maniobra era revender el producto a un precio mayor y, de esta manera, dejar en el exterior parte de la utilidad que de otra manera sería de fuente argentina. Concretamente, a través de la existencia de cierto tipo de traders, se conspiraba contra la recaudación del Impuesto a las Ganancias en la Argentina. Además, el fisco presumía que estas empresas pantalla no tendrían activos, funciones y riesgos que ameritaran obtener una retribución por ello. Asimismo, el fisco, en el marco de su investigación, analizó el comportamiento de los exportadores en relación con las condiciones de venta de un mismo producto comercializado a ter- ceros independientes y a empresas vinculadas, comparando el tiempo transcurrido entre la “fecha de concertación” y la “fecha de embarque” de la mercadería en cada caso. De esta comparación utilizó como parámetro la fecha de embarque, ajustando las ventas a la empresa vinculada a las condiciones que el exportador vende a terceros (condición de venta más cercana a la fecha de embarque). Vale decir, a través de una serie de comparaciones de los plazos, el fisco estableció de alguna manera un patrón de conducta. Se advierte entonces que el fisco ha pretendido la aplicación de manera retroactiva del SM. En efecto, como ya fuera mencionado, en el marco de la fiscalización que ha tenido lugar en el sector de granos, el fisco ha pretendido aplicar la fecha de embarque como parámetro de ajuste en períodos donde no se encontraba vigente. Pues bien ¿es la fecha de embarque el fiel reflejo del comportamiento de terceros? Claramente, la fecha de embarque no refleja lo que haría un tercero independiente en condiciones comparables. Como se mencionó en el presente trabajo, los precios de estos productos integran mercados que son totalmente transparentes, los cuales son afectados por la oferta y la demanda mundial. Si bien los precios fluctúan diariamente, éstos son conocidos por todos los participantes en dichos mercados. En este senti- Página 73 do, se venden las cosechas o productos que son entregados en el futuro. Sin embargo, los precios son concertados con anterioridad a la entrega. Concretamente, es la fecha de concertación el momento en el cual las partes acuerdan las condiciones, y demás cuestiones inherentes a la operación. Por lo tanto, al utilizar la fecha de embarque se desvirtúa el normal funcionamiento de estos mercados, alterando sus usos y costumbres. Lo apreciado conduce a considerar que el fisco, al comparar y establecer un parámetro de ajuste determinado, asemejó las condiciones particulares convenidas con un cliente vinculado con aquellas pactadas con terceros. Sin embargo, asemejar los comportamientos parte de una premisa que es entender que las transacciones son comparables. Sin embargo, ¿son necesariamente comparables operaciones que involucren un mismo producto? La respuesta a este interrogante dependerá de diferentes factores, como por ejemplo: - El mercado de destino: supongamos el caso de un exportador argentino que ha vendido trigo a un cliente vinculado en Brasil y a una empresa independiente ubicada en Bangladesh. La exportación a Brasil se ve de alguna manera favorecida por la cercanía con aquel país (ventajas geográficas y logísticas) en comparación con el otro destino, mucho más lejano y, por lo tanto, remoto. Planteado lo anterior, advertimos que con la integración del Mercosur, las exportaciones argentinas a Brasil están libres de aranceles, en tanto que las importaciones de otros países deben pagar un arancel extra Mercosur. Otro motivo fundamental que debería ser tenido en consideración en una comparación es el aspecto temporal, que podría influir en las transacciones. En este sentido, la Argentina es un importante exportador de trigo del hemisferio sur, produce y vende a contraestación del hemisferio norte. Esto último tiene una marcada incidencia en los costos y en los fletes hasta los importadores. - En adición al punto anterior, puede mencionarse el aspecto de las circunstancias económicas de la operación. Vale decir que, en el caso del cliente vinculado localizado en Brasil, se trata de una operación recurrente y habitual, en tanto que la transacción con Bangladesh puede ser de carácter excepcional y/o circunstancial, es decir, un negocio de oportunidad. En particular, puede afirmarse que la Argentina es uno de los principales exportadores de trigo, y mantiene su participación en el mercado, en gran parte, por las compras que realiza el vecino país. En consecuencia, Brasil constituye el principal cliente del trigo argentino. A continuación, se expone un detalle de las exportaCont. en pág. 80