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FOTO: REINALDO UBILLA
LATERCERA Domingo 11 de octubre de 2015
RR La Presidenta Michelle Bachelet al término de la cita en el Centro de Estudios Públicos, el jueves 8.
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documento, que de ser acogido por la Mandataria debiera ser incluido en el anuncio
que se espera para esta semana, ya se encontraba en poder del titular del Interior,
Jorge Burgos, al cierre de esta edición.
La clave del entendimiento -de acuerdo a
estas fuentes- está en el triunfo de la llamada “vía institucional” dentro del debate, lo
que supuso fijar como criterio de partida
que todo cambio propuesto debía promoverse a partir de las reglas impuestas por la
actual Constitución, asegurando su discusión en el Congreso.
Las primeras luces del acuerdo alcanzado
al interior del comité político las dio el propio Burgos el miércoles 30 de septiembre,
durante un encuentro privado con un selecto grupo de académicos del CEP. El grupo
reúne a 10 de los abogados constitucionalistas más destacados del país, quienes preparan para fines de año un libro sobre el cambio constitucional para el think tank.
En medio de la conversación, y al ser consultado por los asistentes -en particular por
el abogado Gastón Gómez-, el titular de Interior comentó que si bien no podía entregar mayores detalles, ya que se trataba de
una definición que debía adoptar la Presidenta, la fórmula por la que se había inclinado La Moneda pasaba por el envío de un
proyecto de reforma constitucional que introduzca una suerte de nuevo capítulo en la
actual Carta Fundamental, ya sea a modo de
disposición transitoria o definitivamente
como un capítulo permanente.
Para complementar sus palabras, Burgos
recordó que la propuesta del PPD -realizada
por uno de los asistentes en esa cita con el
CEP, el profesor de la Escuela de Derecho de
la Universidad de Chile Francisco Sotoplantea precisamente una vía similar para
introducir una regulación paralela al capítulo 15 de la Constitución, que es el que define los quórums y procedimientos para las
reformas a las distintas disposiciones del
mismo texto.
Aunque en esa cita Burgos no entregó mayores definiciones, quienes conocen del
contenido de la propuesta, hasta el cierre de
esta edición se encontraba afinando el comité político, aseguran que la fórmula de
un nuevo capítulo, ya sea que se presente
como un apartado permanente -es decir,
como un capítulo 16- o bien sólo como una
disposición transitoria, incluiría no sólo
una regulación de los plazos y requisitos
para reemplazar el actual texto por uno
nuevo, sino que detallaría al menos tres alternativas para la elaboración de la nueva
Constitución, dentro de las cuales se acordó
incluir la asamblea constituyente. Asimismo, se acordó también incluir la convocatoria a un plebiscito que ratifique el texto
emanado por la instancia elegida para cumplir con tal propósito, y cuya definición
-de prosperar la reforma que trabaja el gobierno- quedaría en manos del próximo
Congreso.
El capítulo 16
Más allá de si la Mandataria incluye o no en
sus anuncios de esta semana la propuesta
articulada por sus ministros y los constitucionalistas más cercanos al gobierno, el texto supone una derrota para quienes promovían la llamada vía “extrainstitucional”,
vinculados sobre todo al ala izquierda de la
Nueva Mayoría. Liderados por el movimiento Marca tu Voto AC, dichos sectores han
venido presionando desde el inicio del gobierno porque la Presidenta se juegue por
legislar en favor de un plebiscito vinculante
de entrada al proceso constituyente, como
“
una manera de acotar al máximo posible el
rol del Congreso en las definiciones.
Aunque ajeno a las tratativas en el gobierno, el abogado Fernando Atria volvió a
plantear a mediados de semana sus reticencias frente a la idea de abordar el proceso
constituyente con un proyecto de reforma.
“¿Por qué la reforma constitucional de 2005
no pudo solucionar el problema constitucional? Si uno pregunta por el fondo, por
qué el problema subsiste a la reforma del
2005, la respuesta está en el mecanismo. Es
decir, la reforma de 2005 no pudo solucionar el problema constitucional, porque el
problema constitucional está en aquellas
cuestiones de la Constitución que precisamente no pueden ser modificadas a través
de un procedimiento de reforma constitucional”, sostuvo Atria en el marco de un
foro organizado por el PPD.
Como uno de los primeros en proponer la
vía de una reforma para la introducción de
un nuevo capítulo, el profesor Francisco
Soto anticipa desde ya su respuesta a las críticas que pudieran surgir desde los sectores
más radicales: “Se instaló la idea, equivocada desde la doctrina que estudia los procesos de reemplazo constitucional, que un
plebiscito permitiría resolver la cuestión
Personalmente, prefiero la AC ... Me parece que nos
permitiría una entrada fresca, liberada de la carga de
desprestigio del Congreso”.
Jorge Correa Sutil, ex subsecretario y abogado DC.
“Los dos ministros (Burgos y Díaz) nos aseguraron que
cualquier modificación constitucional se va a hacer
conforme a la norma constitucional hoy vigente”.
Edmundo Eluchans, vicepresidente UDI y presidente grupo de reforma.
del procedimiento de cambio constitucional, saltándose el capítulo de reformas.
Esto, junto con abrir un conflicto entre órganos constitucionales, generaría una polarización que afectaría gravemente la posibilidad de discutir y deliberar”, explicó.
A la espera de consagrar junto a la Presidenta el texto final de la propuesta, la definición de si el llamado “capítulo 16” es ingresado como un capítulo permanente de la
Constitución o bien como un apartado de
las disposiciones transitorias era todavía
motivo de debate entre algunos de los expertos que han asesorado a los ministros en
la propuesta. Y es que consagrar de manera
permanente una propuesta de regulación
que incluye la asamblea constituyente
como alternativa genera resquemor en los
sectores más reticentes frente ha dicho mecanismo, y por ello promueven que quede
sólo en la parte transitoria (fuera del texto
propiamente tal).
Con todo, los ministros y constitucionalistas asesores incluyeron ya en su propuesta la definición de un modelo de asamblea
constituyente que, de todas formas -adelantan en Palacio- contemplaría un número de delegados mucho menor a los 400
que sugería la propuesta del PPD y con dedicación exclusiva. “Hasta ahora no nos hemos puesto de acuerdo en el número de delegados ni en cuán proporcional será su
elección. Han salido varias propuestas”,
afirma una fuente. A ese modelo de asamblea se sumarían otros dos mecanismos alternativos, diseñados a partir de las otras
propuestas que han ido promoviendo los
distintos partidos políticos, como la de la
comisión bicameral y la de la convención
constituyente.
Sobre este punto, uno de los que han asesorado al ministro Burgos en los últimos
días, el ex subsecretario DC y ex miembro
del TC Jorge Correa Sutil, planteó el martes
-en el mismo foro organizado por el PPDque una regulación adecuada a la fórmula
de la asamblea constituyente le parecía adecuada para llevar adelante el proceso.
“Personalmente, prefiero la AC, ya que
tiene las ventajas de que las personas que
van a decidir la Constitución tienen dedicación exclusiva, no se van a ver afectadas
por las decisiones, porque no van a seguir
trabajando en el Congreso. Además, la
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