Consejo de la Magistratura - Poder Judicial de la Nación

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Consejo de la Magistratura
RESOLUCION Nº 29/04
En Buenos Aires, a los 11 días del mes de febrero del
año dos mil cuatro, sesionando en la Sala de Plenario del
Consejo de la Magistratura del Poder Judicial de la Nación, con
la Presidencia del Dr. Enrique Santiago Petracchi, los señores
consejeros presentes,
VISTO:
El expediente 294/02, caratulado “Danelli, Eduardo
Mario c/ Juzgado en lo Criminal de Instrucción Nº 31 y otros”,
del que
RESULTA:
I. Se inician estas actuaciones con la denuncia
formulada por el Sr. Eduardo Mario Danelli, en la que indica
que
“presum[e]
ser
perjudicado
por
una
mega
organización
criminal, compuesta por escribanos, abogados, particulares, con
apoyo
de
miembros
de
fuerzas
de
seguridad
y
funcionarios
públicos, del poder judicial, fuero penal y civil, y de otros
organismos” (fs. 88).
Expresa que, actualmente, parte del tema está siendo
investigado
por
la
Fiscalía
de
Instrucción
Nº
42
-por
delegación del Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción
Nº 36- como asociación ilícita, que podría ser agravada “pues
se presume que se cumpliría [con] 5 incisos de dicho Art. del
Código Penal (Art. 210 bis)” (fs. 88).
Agrega que el respeto que profesa por la justicia lo
llevó a realizar la primera denuncia en el fuero penal, “contra
esta presunta Asociación Ilícita Agravada, en la confianza que,
quien la recibiera, actuaría conforme a Derecho”. Dice que, no
obstante, innumerables indicios graves le hacen considerar que
se lleva a cabo “un verdadero desaguisado”.
Explica que ese “desaguisado” habría comenzado en el
Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción Nº 31, en la
Fiscalía de Instrucción Nº 36, y que desde que ese tribunal
tomó intervención se vio envuelto en un “Laberinto Judicial”,
“desordenado ‘adrede’, y en forma ‘ilícitamente onerosa’”.
II.
Sostiene
que
“(u)n
abogado,
Carlos
Eduardo
Krauss, presunto jefe u organizador de una de las cédulas
delictivas(...), luego de escuchar a [él] y a [su] pareja(...)
decirle que lo iba[n] a denunciar penalmente(...), [les] dijo:
‘ustedes se van a perder en los pasillos de tribunales’”.
Manifiesta que, hasta el momento de la denuncia, el
Dr. Krauss parecería tener razón, pues “(t)amaña organización,
según se presume, no sólo estaría preparada para evitar que
prosperaran fundadas denuncias contra cualquier integrante de
esta
presunta
‘pandilla’,
sino
que
también,
tendrían
funcionarios ‘arreglados’, para que falsas denuncias, contra
ciudadanos honrados prosperen sin elementos fundados” (fs. 88).
III. Aclara que confía en la justicia, pero no en los
funcionarios que lo perjudicaron “que ponen en duda la Justicia
misma”. Advierte que eso no puede ocurrir “pues nuestro país,
se
basa
en
determinados
pilares,
y
la
Justicia
es,
precisamente, uno de ellos” (fs. 88 vta.).
Refiere que los funcionarios corruptos le merecen
menos respeto aún que los presuntos delincuentes que urdieron
la patraña en su contra, “pues se ‘disfrazan’ de legalidad,
para cometer irregularidades graves(...), cuando precisamente
deben velar por esos derechos que ellos mismos violan” (fs. 88
vta.).
Agrega que “(d)esde [su] humilde óptica, pero con
conocimiento de lo ocurrido, por lo menos de lo descubierto por
[él]
hasta
realizado
ahora(...)
por
comprender,
el
las
por
debe
Fiscalías,
qué,
analizarse
y
en
conjuntamente
especial,
determinados
hechos
lo
tratar
de
ocurren
en
determinados momentos”.
Aclara que en esta primera etapa, para no agobiar el
análisis de este Consejo de la Magistratura “y confiando que
será suficiente para abrir la etapa investigativa, y dejando
aclarado
que
existen
otros
elementos
listos
para
ser
presentados, y un minucioso análisis, párrafo por párrafo” se
limita a efectuar un detalle de las denuncias formuladas.
IV. En su presentación el interesado también enumera
anexos, entre los que se incluyen: “Hipótesis del Tráfico de
Influencias”, “Denuncias a Juzgados y Fiscalías”, “denuncia
Consejo de la Magistratura
penal por Estafa contra Garfagnini y Krauss”, un “Organigrama
de toda la Patraña urdida(...), que permite un rápido análisis
visual” (fs. 88 vta./89).
Manifiesta que los juzgados y fiscalías denunciados
penalmente
son
los
Juzgados
Nacionales
en
lo
Criminal
de
Instrucción Nros. 31 y 36 y los Juzgados Nacionales en lo
Correccional Nros. 8, 2, 12 y 13.
Menciona
que
en
el
fuero
civil
denunció
a
los
siguientes Juzgados: Civil Nº 3 -por la intervención que tuvo
en el expediente 120.428/96-; Civil Nº 1 -donde tramitan por
presunto fraude procesal los expedientes 21553/01 y 36.423/01-;
Civil Nº 104 -en el cual tramitó con fraude procesal la
homologación de un convenio de mediación en el expediente
36.279/01-;
Civil
Nº
120.428/96
donde
105
-en
presume
relación
“un
con
fraude
el
expediente
procesal,
con
irregularidades que se arrastran desde el año 1939” (fs. 90).
Cita otras causas en las que él y su pareja (Sra.
Boero)
habrían
sido
denunciados
falsamente:
19.383/01,
archivada, en la que -según sostiene- fue imputado falsamente;
12.240/02, en la que ya se dictó la falta de mérito, que fue
ratificada por la Cámara, y 97.304/97 en la que no sólo fue
imputado sino que además, fue procesado “falsamente”, para
luego sobreseerlo definitivamente.
V. Afirma también que “la Mega maniobra sufrida
consistió en desbaratar [sus] derechos sobre alrededor de 50
inmuebles de [su] propiedad en Capital y Mar del Plata(...), en
Miramar,
y
que
actualmente,
producto
de
lo
sufrido,
[su]
condición económica está en la línea de la pobreza” (fs. 91).
Por último, señala que “(e)n la confianza que se abra
la
investigación,
y
por
la
complejísima
trama
de
que
se
trata(...), [se] po[ne] a disposición(...) para colaborar en
todo trámite o tema, que sirva para aclarar las cosas, máxime
teniendo la certeza, que serán varias las ampliaciones que
presum[e] se realizarán para mejor entender” (fs. 91 vta.).
CONSIDERANDO:
1º)
Que
en
función
de
las
medidas
preliminares
previstas en el artículo 7º del Reglamento de la Comisión de
Acusación, se compulsaron los expedientes que a continuación se
detallan:
-
causa
15.610/02,
del
Juzgado
Nacional
en
lo
Criminal y Correccional Federal Nº 2;
- expediente 120.428/96, del Juzgado Nacional de
Primera Instancia en lo Civil Nº 105;
-
expediente
12.405/03,
del
Juzgado
Nacional
de
Primera Instancia en lo Civil Nº 56;
- causas 24.118/02 y 19.393/01, del Juzgado Nacional
en lo Criminal de Instrucción Nº 17;
- causas 14.788/02 y 105.986/01, del Juzgado Nacional
en lo Criminal de Instrucción Nº 34.
Asimismo,
pertinentes
de
se
los
solicitaron
expedientes
copias
14.720
y
de
las
partes
46.853/02
y
del
incidente de incompetencia en la misma causa.
2º)
Que
de
la
lectura
de
la
causa
105.986/01,
caratulada “Bielacz Eduardo s/ amenazas. Denunciante: Boero
Dora Patricia - Danelli Eduardo Mario”, surge que se inicia con
la denuncia formulada por los Sres. Dora Boero y Eduardo
Danelli, el 17 de diciembre de 2001, ante la Cámara Nacional de
Apelaciones
en
lo
Criminal
y
Correccional
de
la
Capital
Federal.
De
la
lectura
de
las
extensas
y
poco
claras
declaraciones testificales de los nombrados se observa que
denuncian
a
los
Sres.
Krauss
y
Garfagnini.
Relatan
haber
adquirido al Sr. Avenerio Garfagnini un inmueble ubicado en la
ciudad de Mar del Plata, con la intención de remodelarlo y que,
posteriormente,
detectaron
vicios
ocultos
y
graves
irregularidades en la construcción, además de deficiencias en
el tendido de gas y electricidad, situación que empeoró la
relación con aquellos terceros a los cuales los denunciantes
habían vendido los departamentos.
Las
dificultades
estructurales
que
presentaba
el
inmueble debían ser solucionadas para darle el destino buscado,
impidiendo a los denunciantes obtener los márgenes económicos
que tenían proyectados, por lo cual comenzaron a atrasarse con
los pagos convenidos. Esta situación llevó a los denunciados a
anular la compraventa del inmueble.
Consejo de la Magistratura
Por otra parte, indicaron que el Sr. Mateo Leonardo
Bártolo, comprador de uno de los departamentos del mencionado
edificio, había usurpado otro.
Manifestaron
haber
recibido
llamados
telefónicos
amenazantes en el año 2000, atribuyéndolos a Eduardo Bielacz,
otro
adquiriente
de
una
de
las
unidades
funcionales
del
edificio.
Expresan que en noviembre de 1999 concurrieron a una
mediación con el Sr. Avenerio Garfagnini, con la intervención
de la abogada Adriana Pascucci, endilgándole a esa profesional
una supuesta connivencia con el abogado Carlos Krauss, letrado
de Garfagnini, hecho que los llevó a suscribir un convenio que
los perjudicó patrimonialmente.
Por
último,
imputan
al
escribano
Juan
Carlos
Saporitti la falsedad de un certificado en el que se habría
dejado constancia de que él tenía en su poder la documentación
necesaria
para
escriturar
el
inmueble
adquirido
por
los
denunciantes.
Con relación a los Sres. Garfagnini y Saporitti, y en
razón de lo propuesto por el representante del Ministerio
Público, el juez interviniente considera que “no se vislumbra
la comisión de conducta típica alguna(...) que justifique la
actividad jurisdiccional por parte de [ese] Tribunal”.
Acerca del delito de usurpación que le imputan al Sr.
Bártolo, el magistrado sostiene que éste habría ocurrido a una
jurisdicción
extraña
al
tribunal,
por
lo
que
resuelve
la
incompetencia para entender respecto del presunto ilícito.
Por otra parte, con relación a los letrados Pascucci
y Krauss, toda vez que los hechos imputados son de competencia
de la Justicia en lo Correccional, se declara incompetente para
entender.
Por
último,
y
respecto
de
la
imputación
al
Sr.
Bielacz por haber dirigido telefónicamente frases amenazantes
contra la Sra. Boero entre los meses de febrero y diciembre de
2000, el juez interviniente considera que deben remitirse las
actuaciones al Juzgado Nacional en lo Correccional Nº 7, donde
esos hechos están siendo investigados.
El
11
de
agosto
del
año
2003
el
magistrado
interviniente expresa que “no se cuenta en autos con elementos
suficientes para agravar la situación procesal del imputado”,
pues estima que “la solitaria manifestación de la víctima no es
suficiente para tener comprobada la materialidad de los hechos
denunciados”. En consecuencia, resuelve “Sobreseer a EDUARDO
BIELACZ(...) en la presente causa Nº 105.986/01(...) por no
haber existido el hecho investigado” (fs. 227/228).
3º) Que de la lectura de la causa 14687, caratulada
“Seccional
36ª.
de
la
PFA
-
Seccional
38ª
de
la
PFA
s/
incumplimiento de autor. y viol. deb. func. públ. (Art. 249)”,
pueden efectuarse las siguientes consideraciones:
El 4 de marzo del año 2003 comparece ante el juez
Jorge Urso el Sr. Danelli y manifiesta que “sin perjuicio de
tener protección policial hacia su persona y familia ordenada
por el Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción Nº
36(...) viene a manifestar que necesita protección para su
persona y familia pero de Gendarmería Nacional, dado que el
personal policial de las Comisarías 36ª y 38ª de la PFA no
están realizando la protección ordenada por el Juzgado de
Instrucción Nº 36”. Expresa que las Comisarías mencionadas
fueron denunciadas también por él en otros temas. Por último,
señala que la protección que solicita se debe a lo denunciado
en el fuero federal, en especial en varias causas en trámite
ante distintos juzgados (fs. 1).
El magistrado remitió las actuaciones al fiscal del
fuero, que postuló la incompetencia del Dr. Urso por lo que,
decidiendo éste en ese sentido, se remitieron esas actuaciones
al juzgado a cargo de la Dra. Isabel Bulacio de Rúa. Esta
magistrada, por resolución del 7 de marzo del año 2003, dispuso
que por una recusación que efectuó el denunciante, que no fue
aceptada por ella, y hasta tanto el superior se expida al
respecto, “no puede dictar disposiciones ni resoluciones en la
presente causa” (fs. 3).
4º) Que de la lectura de la causa 13.570, caratulada
“Fiscalía de Instrucción Nº 23 s/ denegación y retardo de
justicia (Art. 273)”, surge que se inicia con motivo de la
denuncia contra la Fiscalía de Instrucción Nº 23, formulada por
el Sr. Danelli ante la Cámara Nacional de Apelaciones en lo
Criminal y Correccional, en orden al delito previsto en el
Consejo de la Magistratura
artículo 273 del Código Penal.
A fs. 3 se fijó audiencia a fin de recibir la
ratificación de la denuncia, bajo apercibimiento de requerir el
archivo
de
las
actuaciones
en
caso
de
incomparecencia
injustificada.
De la cédula notificando lo dispuesto al domicilio
indicado por el denunciante surge que, habiéndose constituido
el oficial notificador en tres oportunidades, nadie respondió
a los reiterados llamados, por lo que se devolvió al juzgado
sin notificar.
En atención a lo expuesto, el procurador fiscal
propuso
el
archivo
de
las
actuaciones,
criterio
que
fue
receptado por la Dra. Bulacio de Rúa con fecha 10 de diciembre
del año 2002 (fs. 6/7).
Con
posterioridad
desarchivo
y
ratificó
Ministerio
Público
la
el
Sr.
denuncia.
postuló
la
Danelli
El
solicitó
representante
incompetencia
del
el
del
fuero
correccional, teniendo en cuenta la penalidad con que en la ley
se castiga los delitos denunciados (fs. 16).
El 7 de marzo del año 2003 la Dra. Bulacio de Rúa
dispuso que, toda vez que la causa 12240 se encuentra en la
cámara del fuero, y hasta tanto el superior se expida respecto
de la recusación interpuesta, se encuentra imposibilitada de
dictar disposiciones o resoluciones en esos autos (fs. 17).
5º) Que de la compulsa de la causa 14720, caratulada
“Fiscalía Correccional Nº 3 s/ delito de encubrimiento”, se
observa que se inicia en razón de la denuncia incoada por el
Sr. Danelli, en la que refiere que “el Juzgado Nacional en lo
Correccional Nº 14 podría haber incurrido en los delitos de
Tráfico de Influencias y Encubrimiento. Que dicho encubrimiento
estaría directamente vinculado a las acciones que podrían haber
cometido
según
presume
el
por
entonces
comisario
de
la
seccional 48 de la P.F.A.” (fs. 11).
Añade
“(q)ue
por
causas
relacionadas
a
irregularidades de Juzgados y Fiscalías a su vez relacionados
con
el
tema
de
la
asociación
ilícita(...),
se
encuentran
denunciados hasta ahora los Juzgados de Instrucción 31, 42, 17
y 16, la Fiscalía de Instrucción 36, 49 y 23, los Juzgados
Nacionales en lo Correccional 8, 11, 12, 13 y 14(...), las
Fiscalías correccionales 2, 11, 12 y 14, la Sala V de la Cámara
del Crimen y los Juzgados Civiles 1, 10, 104 y 105” (fs. 11).
Debe señalarse también, que en el expediente se
agrega un detalle de las denuncias formuladas por el Sr.
Danelli, del que se desprende que en el transcurso del año 2002
presentó treinta y tres denuncias por los siguientes delitos:
amenazas,
estafa,
prevaricato
de
auxiliares
de
justicia,
defraudación por retención indebida, usurpación, asociación
ilícita, denegación y retardo de justicia, etc. (fs. 25/26).
En razón de las confusas e incoherentes declaraciones
efectuadas por parte del denunciante, el Ministerio Público
“ordenó
la
realización
de
una
pericia
psiquiátrica
por
intermedio del Cuerpo Médico Forense; informando dicho cuerpo
de profesionales(...) que las facultades mentales del causante
al momento del examen no encuadran dentro de los parámetros
considerados como normales, desde la perspectiva médico legal;
que es proclive a conductas impulsivas; que la peligrosidad
queda supeditada al tratamiento psiquiátrico que debe realizar
y que no posee capacidad para denunciar” (fs. 51).
Sobre esa base el fiscal interviniente en la causa
dispone remitir testimonios de la causa 14.720 al Juzgado Civil
de turno a fin de promover el juicio de insania o las acciones
que se estimen pertinentes (fs. 51/52).
Del informe del Cuerpo Médico Forense -del 10 de
febrero del año 2003- surgen las siguientes consideraciones:
“el contenido ideico es de características deliroides, siendo
la temática sostenida con fuerte vigor afectivo. En la esfera
afectiva revela un humor displacentero con cambios de humor
alternantes
y
en
la
volitiva
con
antecedentes
de
impulsiones(...) Conclusiones: 1.- Las facultades mentales del
causante, en el momento del examen, no encuadran dentro de los
parámetros considerados como normales desde la perspectiva
médico
legal.
2.-
Proclive
a
conductas
impulsivas
3.-
La
peligrosidad queda supeditada al tratamiento psiquiátrico que
debe realizar. 4.- No posee capacidad para denunciar.(...).
Fdo. Néstor Ricardo Stingo. Médico Forense de la Justicia
Nacional”.
Consejo de la Magistratura
Luego, en la primera causa citada (14.720), el juez
interviniente resolvió que “(a)tento a lo informado por el
cuerpo
Médico
Forense(...)
y
desprendiéndose
de
ello
que
EDUARDO MARIO DANELLI no puede participar personalmente en el
presente proceso por su presunta demencia, dése inmediata
intervención al Juzgado en lo Civil que por turno corresponda
para
que
proceda
provisorio
que
lo
en
consecuencia
represente
en
y
designe
un
curador
causa.
Al
efecto,
esta
obténgase fotocopias de las piezas de interés y remítanse a la
Oficina de Sorteos de la Excma. Cámara del Fuero mediante
oficio de estilo”.
6º)
Que
de
la
lectura
del
expediente
12.405/03,
caratulado “Danelli Eduardo Mario s/ artículo 482 del Cód.
Civil”, surge que:
A fs. 246/247 emite dictamen el Asesor de Menores e
Incapaces, quien expresa que “de una cuidadosa lectura de las
constancias de estos autos no resulta, hasta el presente(...),
que la situación del causante encuadre en los términos del 140
y ss. del Código Civil y 624 y ss. del Cód. Procesal, como se
afirma a fs. 44 ni en las previsiones del art. 482 del Código
Civil como se ha caratulado este expediente y de hecho este
ministerio sólo ha requerido una ampliación de la pericia(...)
y no ha impulsado ni uno ni otro trámite(...) por lo que
tampoco se ha designado defensor especial a tales efectos”.
Por ello, expresa el asesor, que “en autos con el
incompleto
informe(...)
aportado
por
el
Fiscal(...)
y
no
habiendo el mismo requerido oportunamente su ampliación porque
quizás no era necesaria en aquella causa(...), en el sub lite
y para disponer cualquier medida respecto de la capacidad [de
Danelli] con
tramitando
las ampliaciones que se requieren, se encuentran
únicamente
medidas
previas
que
no
merecen
el
encuadre jurídico que resulta de la carátula y que de algún
modo hacen atendible los reclamos que se expresan en los
agravios porque de tal modo se conculcan derechos elementales
del interesado” (fs. 246 vta.).
Por eso, expresa que “en razón de la relevancia y
gravedad de la cuestión sobre la capacidad de una persona que
aquí se debate y teniendo en cuenta el ofrecimiento efectuado
por
el(...)
Sr.
Danelli
de
someterse
a
una
doble
peritación(...), estim[a] conveniente que V.E. como medida para
mejor proveer y en forma urgente disponga que se efectúen en
esta instancia ambas pericias en la ‘Facultad de Medicina’ y en
el
‘Hospital
Piñero’(...),
antes
de
un
pronunciamiento
definitivo con relación al planteo traído a conocimiento del
Tribunal” (fs. 246 vta.).
Ante
lo
dictaminado
por
el
Asesor
de
Menores
e
Incapaces, la Cámara resolvió -el 23 de octubre del año 2003que “en virtud de lo solicitado por el Sr. Defensor de Menores
de Cámara y haciendo uso de las facultades conferidas por el
[ordenamiento ritual] y como medida para mejor proveer se
efectúen con carácter de urgente pericias médico-psiquiátricas
en la Facultad de Medicina y en el Hospital Piñero al Señor
Eduardo Mario Danelli, conforme lo solicita en el escrito(...)a
cuyo fin líbrese oficio a dichas entidades” (fs. 248).
7º) Que debe destacarse que no corresponde a la
competencia de este Consejo de la Magistratura la investigación
de la actuación de los funcionarios judiciales que no sean
magistrados, como es el supuesto de los secretarios, fiscales
y personal de esas dependencias mencionados por el Sr. Danelli
en su denuncia.
8º) Que del examen de las causas no se advierte que
los magistrados que intervinieron hayan omitido el cumplimiento
de sus obligaciones legales.
Sin entrar en el análisis del estado de salud mental
del denunciante, de la presentación que dio origen a este
expediente
impliquen
remoción
no
la
surgen
mínimamente
configuración
previstas
en
el
de
esbozadas
alguna
artículo
53
de
de
hipótesis
las
la
causales
que
de
Constitución
Nacional, que evidencie la necesidad de prosecución de estos
actuados, por lo que corresponde -de acuerdo con lo propuesto
por la Comisión de Acusación (dictamen 78/03)- desestimar la
presente denuncia.
Por ello,
SE RESUELVE:
1º) Desestimar la presente denuncia.
Consejo de la Magistratura
2º)
Notificar
al
denunciante
y
archivar
las
actuaciones.
Regístrese.
Firmado por ante mí, que doy fe.
Fdo.: María Lelia Chaya - Abel Cornejo - Joaquín P. da Rocha Juan C. Gemignani - Claudio M. Kiper - Juan Jesús Mínguez Eduardo D. E. Orio - Miguel A. Pichetto - Lino Enrique Palacio
- Luis E. Pereira Duarte - Victoria P. Pérez Tognola -
Enrique
S. Petracchi - Humberto Quiroga Lavié - Marcela V. Rodríguez Beinusz Szmukler - Pablo G. Hirschmann (Secretario General)
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