ESTUDIO DE LA CASA DE BERNARDA ALBA Argumento Motivos

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Argumento
El argumento se teje a partir de la
contraposición de dos principios: el
de autoridad, representado por
Bernarda, y la sed de libertad,
concretado en las hijas (Adela).
A partir de ahí, Bernarda impone a
sus hijas un encierro en vida peor
que la muerte, con la sola intención
de perpetuar una tradición y
ajustarse a unas convenciones
sociales que reprimen al individuo,
y niegan la vida misma.
ESTUDIO DE LA CASA DE BERNARDA ALBA
Motivos temáticos
Tiempo
Relacionados directamente
con el eje central del drama,
tenemos una serie de
motivos: el afán de poder y la
tradición (convenciones
sociales y opinión pública).
Y, por otra parte, la
sexualidad vista como
liberación, aun como símbolo
de vida. Asociados a ella,
también podríamos tener en
cuenta la locura y la muerte,
en tanto que formas
diferentes de hallar la
libertad.
No desdeñemos tampoco la
posibilidad de que el afán de
poder y la arbitrariedad de
Bernarda sean resultado o
proyección de sus
frustraciones.
El tratamiento del tiempo es
muy subjetivo en la obra. Sin
duda, viene determinado por
el encierro al que se ven
destinadas las cinco
hermanas: sin libertad,
cualquier período de tiempo
se convierte en una
eternidad (Ejemplos:Martirio,
Adela, Angustias).
Por otra parte, el período de
luto es exagerado (ocho
años), una circunstancia que
podría estar relacionada con
esa apreciación tan subjetiva
del tiempo que impone el
argumento.
Espacio
Psicología de los personajes
Este aspecto es de suma
importancia en la obra, ya
que la acción se
desenvuelve en el interior de
la casa de Bernarda, cárcel
de sus hijas. Un espacio
cerrado, o clausurado, desde
el que se “asiste” a todo lo
que ocurre en el exterior. Por
otra parte, el espacio físico
de la casa tiene su correlato
en otro espacio cerrado
figurado que constituyen los
sueños y los anhelos de vida
y libertad de las cinco
hermanas. Para terminar, es
muy significativo cómo
literariamente Lorca cierra la
propia acción del drama con
la entrada inicial de Bernarda
y su última palabra, en el
acto tercero: “Silencio”.
Bernarda: autoritaria, niega la
realidad, esclava del qué dirán.
La Poncia: trasunto de la anterior,
su conciencia, aunque siempre la
niegue en sus observaciones.
La criada: con ella logramos saber
algo más de los otros.
Pepe el Romano: simboliza los
deseos e ilusiones de las cinco
mujeres; incluso sus temores.
Adela: rebelde y apasionada.
Busca la libertad a través de la
transgresión, incluso de la muerte.
Angustias: temerosa y de carácter
amargo y reservado es, quizá, el
personaje más desamparado
(hermanastras, su prometido la
desdeña, su madre no la quiere.)
Martirio: La Poncia la retrata como
“veneno”. Envidiosa y resentida, no
se conforma fácilmente cuando no
obtiene lo que desea.
Magdalena y Amelia: más
conformistas, desean la libertad,
pero la temen (diálogo sobre los
hombres).
María Josefa: representa otra
forma de huida, la locura. Crea un
mundo cerrado, pero propio, dentro
del encierro al que se ve abocada.
Al mismo tiempo, anticipa los
hechos en momentos de lucidez.
Podría ser también interesante resaltar el constante uso de símbolos que refuerzan y subrayan la temática, así como confirman que la obra es teatro poético.
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