Cómo ayudar a niños y adolescentes a enfrentar episodios de

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Cómo ayudar a niños y adolescentes a enfrentar episodios de
violencia y catástrofes: Lo que los padres pueden hacer
Instituto Nacional de Salud mental
Cómo manejar el trauma después de
episodios de violencia y catástrofes
Las catástrofes causan un daño importante.
Los huracanes y las inundaciones destruyen
hogares y comunidades enteras. Los sobrevivientes se desplazan, y puede haber muertes.
El trauma también es causado por actos
graves de violencia. Los bombardeos de la
Maratón de Boston, los disparos de la escuela
de Newtown y los ataques terroristas el 11 de
septiembre de 2001 sirven de ejemplos. Estos
actos se cobran vidas. También amenazan
nuestro sentido de la seguridad.
Más allá de estos eventos, los niños pueden
enfrentar muchos otros traumas. Cada año,
sufren lesiones. Ven a otros dañados por la
violencia. Sufren abuso sexual. Pierden seres
queridos. O son testigos de otros eventos
trágicos.
Los niños son muy sensibles. Se esfuerzan
por comprender el trauma. También responden de manera diferente a los traumas.
Pueden tener reacciones emocionales. Pueden
sufrir profundamente. Puede resultarles difícil
recuperarse de experiencias atemorizantes.
Necesitan apoyo. Los asistentes adultos
pueden brindar este apoyo. Esto puede permitir que los niños resuelvan problemas
emocionales.
¿Qué es un trauma?
Hay dos tipos de traumas: físicos y mentales.
El trauma físico incluye la reacción del cuerpo a amenazas y lesiones graves. El trauma
mental incluye pensamientos atemorizantes
y sentimientos dolorosos. Son la respuesta
de la mente ante lesiones graves. El trauma
mental puede producir sentimientos fuertes.
También puede producir comportamiento
extremo; como miedo intenso o impotencia,
retraimiento o separación, falta de concentración, irritabilidad, alteración del sueño,
agresión, hipervigilancia (estar alerta a más
eventos de dolor), o visiones retrospectivas
(sensación de que el evento ocurre de nuevo).
Una respuesta puede ser el miedo. Uno
podría tener miedo de que alguno de los
seres queridos se haga daño o muera. Se cree
que las exposiciones más directas a eventos
traumáticos causan mayor daño. Por ejemplo,
en un tiroteo en una escuela, un estudiante
lesionado probablemente se verá afectado
emocionalmente con mayor gravedad que
un alumno que estaba en otra parte del edificio. No obstante, la exposición secundaria
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a la violencia también puede ser traumática.
Esto incluye presenciar escenas de violencia,
como ver o escuchar sobre muerte y destrucción después del bombardeo a un edificio o
un accidente aéreo.
Ayuda a los sobrevivientes jóvenes
de traumas
La ayuda a los niños empieza en la escena
del evento. Debería continuar durante semanas o meses.
La mayoría de los niños se recuperan en
unas pocas semanas. Algunos necesitan
ayuda durante más tiempo. El duelo puede
tardar meses en resolverse. Podría ser por
un ser querido o un maestro. Podría ser por
un amigo o una mascota. El duelo puede
volver a experimentarse o empeorar con
alguna noticia o el aniversario del evento. Es
posible que algunos niños necesiten ayuda de
un profesional de la salud mental. Algunas
personas pueden buscar otros tipos de asistencia. Pueden recurrir a líderes religiosos.
Pueden recurrir a líderes de la comunidad.
Identifique a los niños que necesitan más
apoyo. Ayúdelos a obtenerlo y supervise su
sanación.
Cómo pueden ayudar los padres
Después de un episodio de violencia o una
catástrofe, los padres y la familia deben
identificar y hablar de sus propios sentimientos; esto les permitirá ayudar a otras
personas. Explique a los niños lo que ocurrió.
Hágales saber que los quiere y que el evento
no fue culpa de ellos. Dígales que se ocupará de ellos, pero sólo si puede hacerlo. Es
importante ser honesto. Asegúrese de decirles
que está bien que se sientan disgustados.
Permita que los niños lloren y hablen de sus
sentimientos. Dígales que está bien sentirse
triste. Escribir sobre los sentimientos o dibujar también puede ayudarlos.
Ayuda para todas las personas en
los primeros días y semanas
Hay pasos clave después de una catástrofe
que pueden ayudar a los adultos a superarlos. Los adultos pueden luego cuidar mejor
a los niños. Cree un entorno de seguridad.
Conserve la calma. Tenga esperanzas. Sea
amable, incluso cuando las personas se tornen
difíciles. Conéctese con otros escuchando
sus relatos, pero sólo escuche si ellos desean
compartir sus experiencias. Fomente el respeto por la toma de decisiones de un adulto.
1-800-292-2780
En general, ayude a las personas a:
Conseguir comida
Conseguir un lugar seguro para vivir
Obtener ayuda de un médico o enfermero si
están lesionadas
Comunicarse con sus seres queridos o
amigos
Mantener a los niños con sus padres o
parientes
Informarse dónde hay ayuda disponible
Informarse sobre dónde obtener ayuda
Entender lo que sucedió
Entender lo que se está haciendo
Progresar en satisfacer sus necesidades
Evite ciertas cosas
No obligue a las personas a contar sus relatos y no presione para obtener detalles personales.
No haga promesas que no pueda cumplir (por
ejemplo: “Pronto podrá irse a casa”).
No diga:
“Todo estará bien”.
“Al menos sobrevivió”.
Lo que usted considera que la gente debe
sentir
La manera en que la gente debería haber
actuado
Las personas sufrieron por conductas o
creencias personales
Cosas negativas sobre la ayuda disponible
Cómo los niños reaccionan al trauma
Las reacciones de los niños al trauma pueden
ser inmediatas. Las reacciones también
pueden aparecer mucho más tarde. Las reacciones difieren en la gravedad. También
abarcan una variedad de conductas. Las personas de diferentes culturas puede tener sus
propias maneras de reaccionar. Otras reacciones varían según la edad. Una respuesta
común es la pérdida de la confianza. La otra
es el temor de que el evento ocurra de nuevo.
Algunos niños son más vulnerables a los
efectos del trauma. Los niños con problemas
de salud mental existentes pueden verse más
afectados. Los niños que han experimentado
otros eventos traumáticos pueden verse más
afectados.
Continúa al otro lado
Volume 19, Issue 1
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Los niños menores de 5 años pueden aferrarse a un padre o la persona a cargo, gritar
o llorar, gemir o temblar. También pueden
comenzar a chuparse el dedo pulgar, orinarse
en la cama o tener miedo de la oscuridad.
Las reacciones de los niños pequeños están
muy influenciadas por las reacciones de los
padres ante el evento.
Los niños entre 6 y 11 años pueden aislarse, estar callados entre familiares, amigos y
maestros, tener pesadillas u otros problemas
del sueño, tener un rendimiento deficiente en
la escuela o en los deberes, o incluso negarse
a ir a la escuela.
Los adolescentes de entre 12 y 17 años
pueden experimentar visiones retrospectivas
del trauma o comenzar a consumir y abusar
de drogas, alcohol y tabaco. También pueden
desarrollar conducta antisocial, es decir,
comportamiento inadecuado, irrespetuoso
o destructivo. También pueden presentarse
quejas físicas, depresión y pensamientos
suicidas. Los adolescentes pueden sentirse
culpables del evento. Pueden sentir culpa por
no haber evitado lesiones o muertes. También
pueden tener pensamientos de venganza.
Más acerca de traumas y estrés
Algunos niños tendrán problemas prolongados después de un evento traumático. Estos
pueden incluir tristeza, depresión, ansiedad
y trastorno por estrés postraumático (PTSD).
Los niños pueden presentar diversos síntomas,
como volver a experimentar el evento a
través del juego, a través de pesadillas/sueños
específicos del trauma o a través de visiones
retrospectivas y recuerdos no deseados.
Pueden angustiarse ante eventos que les
recuerden el trauma o incluso evitar cual-
quier recordatorio del evento. Algunos niños
pueden parecer insensibles o perder interés en
temas que solían interesarles. También pueden
tener la sensación de no tener “ningún
futuro” o experimentar mayores trastornos del
sueño e irritabilidad, tener una concentración
deficiente, o sobresaltarse con facilidad.
Incluso pueden regresar a comportamientos
de etapas anteriores de la vida. Los niños
experimentan el trauma de manera diferente.
Es difícil saber cuántos desarrollarán problemas de salud mental. Algunos sobrevivientes
de traumas mejoran solamente con un buen
apoyo. Otros necesitan el asesoramiento de un
profesional de la salud mental.
Si después de un mes en un entorno seguro los
niños no pueden desempeñar rutinas normales
o si aparecen nuevos síntomas, comuníquese
con un profesional de atención médica.
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An Employee Assistance Program
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afectar a su memoria! Llame al
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de apoyo y una evaluación.
Algunas personas son más sensibles al
trauma. Los factores que influyen cómo uno
puede responder incluyen:
• Participar directamente en el trauma, especialmente como víctima
• Exposición intensa o prolongada al evento
• Antecedentes personales de un trauma anterior
• Antecedentes familiares o personales de enfermedad mental y problemas de conducta graves
• Falta de apoyo social
• Falta de familia y amigos afectuosos
• Factores de estrés constantes, como mudanza a una casa nueva, cambio de escuela, divorcio, cambio de trabajo, problemas económicos.
Recursos adicionales
NIMH puede brindarles a individuos y organizaciones publicaciones
sobre estrés y trastornos de ansiedad, como el trastorno por estrés
postraumático (PTSD). La información también está disponible en
línea, en http://www.nimh.nih.gov/anxiety/anxietymenu.cfm.
Asimismo, debe considerar la posibilidad de comunicarse con su
Programa de Asistencia a Empleados (EAP) al 1-800292-2780 para obtener información y orientación
gratuitas y confidenciales.
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