Formación de huracanes II

Anuncio
 Formación de huracanes II
J. Rubén G. Cárdenas
Los mares y océanos del hemisferio norte en temporada de huracanes
son cálidos y húmedos esto permite, entre otras cosas, que exista en el
ambiente calor latente1 debido a la condensación del agua de mar en la
superficie. El agua en la superficie del mar al calentarse se eleva y se
condensa formando una fina capa de vapor de agua en las proximidades
de la superficie. En la misma temporada, en las latitudes cercanas al
ecuador, los vientos son calmos y la humedad alta, esto permite que
alrededor de una depresión tropical2 se pueda empezar a formar una
zona de baja presión (3) y una circulación ciclónica del aire.
(Recordemos que el huracán tiene varias etapas en su formación, que se
definen por su organización y por la velocidad de los vientos, así vamos
de una depresión tropical a una tormenta tropical hasta finalmente
llegar a la categoría de huracán).
Al disminuir la presión de la superficie del mar el vapor de agua se
condensa, se libera calor latente y entonces se eleva la temperatura de
esa zona en la troposfera. El aire alrededor de la zona de baja presión
empieza a tornarse menos denso y se eleva, al elevarse se enfría y
aumenta su densidad; esto provoca una nueva liberación de calor
latente con la que cantidades extras de aire se irán elevando y enfriando
sucesivamente produciendo cada vez más presión en la zona superior
del huracán.
Formación de una tormenta tropical, con las condiciones adecuadas el
aire empieza a girar alrededor de una zona de baja presión. ( Imagen
tomada de www.nhoem.state.nh.us/ mitigation/Hurricane; State of New
Hampshire Natural Hazards Mitigation Plan)
Mientras tanto, en el centro de la tormenta, las altas temperaturas
continúan ocasionando que la presión baje aún más y que cada vez
más aire se eleve y se condense; hay una especie de reacción en
cadena por la energía que se está liberando continuamente. Si la
tormenta es lo suficientemente fuerte, la fuerza de Coriolis (4) ocasiona
que los vientos alrededor del sistema converjan en la zona de baja
presión y comiencen a girar de manera más sostenida, con velocidad
constante de manera ciclónica. Mientras esto sucede, aumenta la
presión del aire cerca de la parte superior de la tormenta, en respuesta
al calor latente (que cubre la parte alta de la tormenta). Esto ocasiona
que el aire empiece a fluir de manera divergente alrededor del centro
del ciclón hacia fuera de la zona de baja presión.
Anatomía de un huracán. 1- Aire cálido que sale por la parte superior del
huracán. 2- bandas espirales. 3-Pared del ojo. 4-Ojo del huracán. 5aire cálido que gira ciclónicamente.
(La imagen es de
ceeweb.egr.duke.edu; Dynamic Engineering Hydrology Homepage
Análogamente a como funciona una chimenea, la parte donde la presión
es alta ventila al sistema tropical previniendo que el aire que converge
en la superficie del mar, se concentre en los alrededores del centro del
huracán y se desplace hacia su parte alta. Esto ocasionaría que las
presiones en la superficie aumentaran y afectaran al ciclón de manera
que se debilitara o desapareciera. Mientras una parte del aire se calienta
y se eleva, otra es forzada, por las diferencias de presiones arriba y
abajo del huracán, a descender por el centro del huracán hacia la
superficie donde converge y se hunde. Al mismo tiempo, esta parte del
aire se hunde, se comprime y se calienta creando un ambiente casi libre
de lluvias y nubes. Esta zona se conoce como el ojo del huracán y es la
parte más tranquila de la tormenta, ya que los fuertes vientos de
alrededor nunca tocan el centro sino que giran formando un cilindro que
delimita al ojo. Que se
ventile
el huracán significa que el aire frío
salga fuera de la zona de baja presión; es decir, de la columna. Esto
permite al huracán seguir calentando aire en su parte baja y que el ciclo
de expansión y compresión de aire continúe. El huracán empieza a
decaer en su camino cuando ha gastado la energía inicial proporcionada
por el mar.
Es necesario concluir que para la formación de un huracán es
indispensable, como ya dijimos, que la temperatura de la superficie del
mar sea alta (±26 °C). Sin embargo, una vez formado el huracán la
temperatura del mar ya no importa; que el sistema tropical siga en
apogeo se debe al ciclo de compresión y expansión adiabática que
explicamos en párrafos anteriores y a la diferencia de presiones en el
huracán. Esto es importante porque se tiene la idea errónea de que es el
mar quien mantiene con vida al huracán, cuando esto no es así.
Notas
1) El calor latente es un tipo de energía potencial que se entiende como
la cantidad de energía necesaria para cambiar de fase líquida a vapor,
por ejemplo, el agua).
2) Las depresiones tropicales son sistemas organizados de tormentas
con una circulación superficial definida y vientos sostenidos máximos de
hasta 17 metros por segundo; no poseen ojo y normalmente tampoco
presentan la típica forma de espiral de las tormentas más fuertes.
3) Una zona de baja presión se debe, según una teoría generalmente
aceptada, a cambios estructurales, explosiones, deformaciones y
expansiones en el núcleo de la Tierra, que pueden producirle
protuberancias hacia la corteza terrestre. Las expansiones y
acercamientos del núcleo hacia la superficie del planeta hacen que la
atmósfera se comprima y se desplace hacia arriba. La polaridad
electromagnética positiva del núcleo obliga a una porción del aire de la
zona afectada, también de polaridad positiva, a desplazarse a otras
zonas de presión atmosférica más alta. Cuando los movimientos del
núcleo obligan a la atmósfera a desplazarse hacia arriba, se produce una
disminución de la presión que ésta ejerce sobre una sección de la
superficie. Allí se crea entonces una zona de presión atmosférica baja,
que es la condición previa para la formación de tormentas, tornados y
huracanes. La zona de baja presión se identifica como un área con
grandes concentraciones de nubes.
4) La fuerza de Coriolis es una de las llamadas fuerzas
aparentes
que se debe al movimiento de rotación terrestre. Se le considera
aparente, ya que en realidad no hay ninguna fuerza; más bien existe
una inercia de movimiento y se detecta sobre la superficie de la Tierra
como una desviación que sufren los cuerpos en movimiento: hacia la
derecha en el hemisferio norte y en el sur hacia la izquierda. Si
camináramos en línea recta desde el Polo Norte hacia el Ecuador, por
ejemplo de Alaska a Brasil, tendríamos que corregir el rumbo después
de un tiempo ya que nos desviaríamos a la derecha debido a esta
fuerza.
Bibliografía:
Descriptive physical oceanography, an introduction . Pickard, Emery
Ed. B&H. EUA .1997
National Hurricane Center:
http://www.nhc.noaa.gov">http://www.nhc.noaa.gov
NOOA:
http://www.noaa.gov
http://smn.cna.gob.mx/ciclones/tempo1999/crt1999.html
http://smn.cna.gob.mx/ciclones/tempo1999/crt1999.html
Descargar