El Gobierno integrista polaco declara la guerra a la

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Diagonal // Del 12 al 26 de abril de 2006
44 // LIBERTADES Y DERECHOS
Josán Casabona
LGTB // LAS DECLARACIONES DE LOS OBISPOS POLACOS JUSTIFICAN LA DISCRIMINACIÓN
El Gobierno integrista polaco declara
la guerra a la homosexualidad
foto.rozbrat.org
Inspiradas en el credo
católico mayoritario, las
instituciones de Polonia
combinan insultos con
prohibiciones y medidas
represivas contra las
minorías sexuales.
ropeo –con una resolución– han
mostrado su preocupación por estos sucesos. La Conferencia Episcopal polaca contraatacó el pasado
febrero pidiendo a las instituciones europeas que “se abstuvieran
de interferir en la moral de las personas”, y afirmó que las familias
católicas tienen el derecho a defenderse contra “la dictadura del
relativismo”. También reafirmó
“las diferencias naturales entre
Pedro Carmona
Redacción
La comunidad de lesbianas, gays,
transexuales y bisexuales (LGTB)
polaca se temió lo peor cuando en
noviembre del pasado año Lech
Kaczynski, al frente del partido Ley
y Justicia, se convirtió en presidente de Polonia. Años antes, como alcalde de Varsovia, este político ultraconservador no sólo mantuvo
una retórica de homofobia sino que
prohibió en la capital polaca las
manifestaciones del orgullo 2004 y
2005, para frenar “la propagación
de la homosexualidad”. Cuando representantes LGTB le solicitaron
una entrevista, contestó: “No recibo a pervertidos”. El movimiento
LGTB polaco desafió la prohibición
y 2.500 personas salieron pacíficamente a la calle, donde se toparon
con amenazas de muerte y agresiones físicas por parte de grupos neonazis. El alcalde censuró que la policía no hubiera colaborado con los
agresores y convocó la “marcha del
orgullo de las personas normales”,
que tuvo una nutrida participación
de ultraderechistas.
Insultos y prohibiciones
Ante el amenazante resultado electoral de Ley y Justicia y una probable extensión de la política homofóbica del Ayuntamiento de Varsovia
a todo el territorio polaco, grupos
ecologistas, feministas y LGTB convocaron a sendas “manifestaciones
por la igualdad” en Cracovia y
Poznan, pocos días después de la
toma de posesión del nuevo Gobierno. La manifestación de Poznan
fue prohibida a última hora por el
Ayuntamiento, aduciendo problemas de seguridad. A pesar de ello,
los organizadores mantuvieron la
convocatoria, que se saldó con nuevos insultos y agresiones nazis. La
policía se negó a prestar protección
a los manifestantes LGTB y, en
cambio, detuvo brutalmente a 65 de
ellos que intentaban formar el sím-
Un importante sector de
la opinión pública
polaca parece estar de
acuerdo con la política
institucional homofóbica
VARSOVIA. Concentración contra Lech Kaczynski en noviembre de 2005.
bolo de la paz con velas. A cada uno
de los detenidos se les impusieron,
por manifestarse sin autorización,
multas de 1.250 euros, cantidad
muy alta respecto al nivel de vida
medio en Polonia.
Desde la formación del nuevo gabinete, las medidas homofóbicas y
El Gobierno vaticinó
“una noche oscura” para
las minorias y anunció
que “no habrá tolerancia
para los desviados”
las descalificaciones institucionales han sido constantes. El primer
ministro, designado por el presidente , Kazimierz Marcinkiewicz,
del partido Ley y Justicia, prometió
defender la “libertad” de los heterosexuales y la familia, amenazada
en su opinión por “homosexuales
que intentan infectar a los demás
su homosexualidad” y planteó prohibir por ley que las personas
LGTB pudieran trabajar en colegios, guarderías y hospitales.
Miembros del Gobierno vaticinaron “una noche oscura” para las
minorías sexuales y anunciaron
que “no habrá tolerancia para los
homosexuales y los desviados”. El
recién nombrado Defensor del
Pueblo polaco equiparó homosexualidad y pedofilia y el Fiscal
General de Poznan aclaró que “no
es ilegal en Polonia insultar a alguien por su orientación sexual”.
Asimismo, el Gobierno decidió suprimir la Oficina Gubernamental
por la Igualdad de Género, que desarrollaba programas de promoción
a favor de los derechos de las minorías sexuales. En los últimos meses se han confirmado actos de acoso policial a la comunidad LGTB en
las ciudades de Cracovia, Gdansk,
Lodz, Poznan, Varsovia y Wroclaw.
Amnistía Internacional, Human
Rights Watch y el Parlamento Eu-
hombres y mujeres”, creados como tales, a juicio de la Iglesia polaca, para procrear. Un importante sector de la opinión pública polaca parece estar de acuerdo con
esta política institucional homofóbica. En junio pasado, Polonia fue
el segundo lugar del mundo donde se llevaron a cabo las mayores
movilizaciones convocadas por el
Foro de la Familia contra la aprobación en el Parlamento español
del derecho al matrimonio entre
personas del mismo sexo. La asistencia sólo fue superada por la manifestación de Madrid.
La resistencia LGTB polaca, aliada a un movimiento de solidaridad
bastante extenso, mantiene convocatorias periódicas en distintas
ciudades en las que suele repetirse
el mismo patrón: obstaculización
o prohibición oficial, insultos o
ataques de bandas nazis y desprotección o represión policial. Lejos
del glamour desentendido de otras
capitales europeas, las manifestaciones LGTB en Polonia suponen
un acto de fuerte posicionamiento
político reivindicativo. Las protestas han comenzado a traspasar las
fronteras polacas y el presidente
Kaczynski también ha encontrado
actos de denuncia en sus recientes
visitas oficiales al extranjero: el
pasado 10 de febrero la Red por la
Liberación Gay de Chicago realizó una concentración de repulsa
ante la visita del presidente polaco a la ciudad. El 9 de marzo, en
la Universidad Humboldt, de Berlín, varios activistas LGTB interrumpieron el discurso del mandatario polaco coreando consignas
que pedían que lo expulsaran del
recinto universitario.
El flanco homofóbico de la Unión Europea
Portugal, Luxemburgo, Italia y
Reino Unido mantuvieron restricciones similares hasta
fechas recientes. El Reino
Unido derogó hace sólo tres
años las leyes que fijaban condiciones discriminatorias para
las relaciones entre personas
del mismo sexo en aspectos
como la edad de consentimiento y los requisitos de intimidad. Los territorios británicos de Gibraltar y la Isla de
Man fijaban penas de cárcel
por homosexualidad hasta
hace aproximadamente una
década. Más allá de los
aspectos legales, países de
Edoneo.org
Junto a la situación de Polonia, otros gobiernos europeos
mantienen una retórica anti
LGTB, cuando no implementan
medidas discriminatorias. Así,
Letonia y Lituania, con gobiernos de clara inspiración confesional cristiana, aprobaron
recientemente leyes que ‘blindaron’ el matrimonio como
institución estrictamente heterosexual, evitando que pueda
extenderse a parejas del
mismo sexo. Grecia, Hungría y
Polonia mantienen algún
grado de prohibición o penalización de la homosexualidad
en sus reglamentos militares;
FUERA LA IGLESIA DEL ESTADO. Manifestación del Orgullo
gay y lésbico en Roma en 2005.
gran influencia católica como
Irlanda, Polonia, Italia o Portugal mantienen un fuerte control social sobre la homosexualidad. El caso italiano es
especialmente reseñable: las
declaraciones homofóbicas
son moneda corriente entre su
clase política, lo que le costó
al ex ministro Buttiglione la
cartera europea de Seguridad,
Libertad y Justicia apenas
había sido asignado comisario
de la Unión; el recientemente
dimitido ministro Calderoli, de
la Liga Norte, había realizado
numerosas alusiones denigrantes contra la homosexualidad.
PRISIONES//
V Marcha a la
macrocárcel
de Zuera
ALVAR CHALMETA
La cárcel de Zuera es el centro penitenciario que acumula más muertes
en prisión de todo el Estado, 28 desde su apertura hace menos de cinco
años. Es, además, un centro sobresaturado, concebido en principio
para 1.008 personas, y en el que actualmente se hacinan casi 1.700. Es
también una cárcel contestada.
Por quinto año consecutivo, la
Iniciativa Ciudadana contra las
Macrocárceles convocó a una protesta ante Zuera “para levantar la
voz contra las políticas penales, penitenciarias y sociales, cada vez más
represivas, que han convertido a
Aragón en la autonomía con más
personas presas por habitante”. El 2
de abril, unas 300 personas venidas
en autobuses, en coches e incluso
bicicletas, desde diferentes localidades aragonesas y vascas, participaron en una jornada lúdica y reivindicativa. Ante el centro penitenciario, en la explanada del aparcamiento, se sucedieron actuaciones
teatrales y musicales –un concierto
fue el acto final–, o un vermut y comida popular. También se desarrolló el ya tradicional taller de cartas
para escribir a personas presas, desconocidas generalmente para sus
remitentes. Asimismo los presentes
pudieron mantener un contacto directo con los familiares y amigos de
presos que iban a visitarlos a la cárcel. Por su parte, y por segundo año
consecutivo, la emisora zaragozana
Radio Hawai emitió in situ cinco horas de programación especial para
que las personas presas pudieran
escuchar las palabras de ánimo de
los participantes en la protesta.
Los organizadores de la Marcha
valoraron que había sido “un nuevo
éxito, con la participación más alta
de todas las ediciones”, y afirmaron
haber hecho “visible lo que el sistema penitenciario pretende ocultar
alejando los centros penitenciarios
para que no se les vea”.
Como variación con respecto a
años anteriores, tanto la Guardia
Civil como la Policía Nacional
permanecieron al margen de la
convocatoria, vigilándola discretamente en vez de identificar a todos sus participantes.
Para la Iniciativa Ciudadana “una
plaza carcelaria, incluyendo todos
los conceptos, sale por alrededor de
30.000 euros al año. Si se destinara
todo ese dinero a políticas laborales,
educativas y sociales, la gran mayoría de estas personas jamás hubiera
cometido los delitos por los que se
encuentra en prisión”. Por ello, aunque la Administración presenta “la
construcción de más y más centros
de reclusión, como si fuera el gran
remedio, el fracaso del actual sistema de macrocárceles es estrepitoso”. La Iniciativa critica que en el último Consejo de Ministros el Gobierno “haya aprobado la construcción de otros 46 centros de diferentes capacidades antes del año 2012”.
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