ANEXO. APOYO AL CUIDADOR PRINCIPAL Y FAMILIA TEMA 32

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ANEXO.
APOYO AL CUIDADOR PRINCIPAL
TEMA 32 Y FAMILIA
1. El apoyo al cuidador principal y a la familia. 2. Identificación de problemas más prevalentes para
el paciente y su familia.
1.
EL APOYO AL CUIDADOR PRINCIPAL
Y A LA FAMILIA
El cuidador del paciente con problemas de salud mental
va a ser el responsable de realizar con el paciente las actividades básicas de la vida diaria, así como de enfrentarse a
situaciones gratificantes y otras que pueden ser incómodas
y complicadas.
Por ello hay que prestar también atención al cuidador
para detectar precozmente cualquier problema que pudiera
surgir e intentar solucionarlo.
1.1. Principales problemas del cuidador
• Físicos: alteración de la función inmunitaria, estrés, insomnio, fatiga, agotamiento, cefaleas y dolores musculoesqueléticos.
• Psicológicos: el más frecuente es la depresión, seguido
de la ansiedad, el miedo, la ira, la inhibición y el insomnio.
• Sociales: dificultades económicas, conflictos con la familia y en el trabajo y disminución del ocio y de las relaciones sociales.
En caso de estrés crónico, el cuidador puede sufrir el
síndrome burn-out o síndrome de “estar quemado”, que se
caracteriza por un agotamiento profesional, despersonalización y baja realización personal, que puede ocurrir entre
los individuos que cuidan de personas.
1.2. Cuidar al cuidador
Los profesionales de enfermería tienen el deber de ayudar y orientar al cuidador y a la familia en los siguientes
aspectos:
• Educar sobre la enfermedad (síntomas, posibles complicaciones, tratamiento, etc.).
• Enseñar las técnicas de las actividades básicas de la vida
diaria (alimentación, aseo, baño, vestido y movilización).
• Poner a su disposición todos los recursos humanos y
materiales posibles necesarios.
• Educar sobre posibles peligros o accidentes.
• Educar sobre el autocuidado para no descuidar posibles
patologías crónicas del cuidador.
• Enseñar técnicas para afrontar el estrés.
2.
IDENTIFICACIÓN DE PROBLEMAS
MÁS PREVALENTES PARA
EL PACIENTE Y SU FAMILIA
Cuidar es una situación que muchas personas a lo largo de sus vidas acaban experimentando. La experiencia de
cada cuidador es única, ya que, son muchos los aspectos
que hacen que esta experiencia difiera de cuidador a cuidador.
El porqué se cuida y a quién se cuida, la relación previa
con la persona cuidada, la causa y el grado de la dependencia del familiar, la ayuda que prestan otros miembros de la
familia y las exigencias que se marquen los cuidadores.
1
MANUAL CTO OPOSICIONES DE ENFERMERÍA
2.1. Cuidados
Características comunes
• Proporcionar ayuda es una forma de que las personas
dependientes sientan que sus necesidades físicas, sociales y afectivas están resueltas.
• Implica una dedicación importante de tiempo y energía.
• Conlleva tareas que pueden no ser cómodas y agradables.
• Suele darse más de lo que se recibe.
• Es una actividad que, normalmente, no se ha previsto y
para la que no se ha sido previamente preparado.
Actividades o tareas de los cuidadores
Ayuda para la higiene personal (peinarse, bañarse, etc.).
Ayuda en las actividades de la casa (cocinar, lavar, etc.).
Ayuda para el transporte fuera del domicilio.
Ayuda para el desplazamiento en el interior del domicilio.
Ayuda para la administración del dinero y los bienes.
Supervisión en la toma de medicamentos.
Colaboración en tareas de enfermería.
Resolver situaciones conflictivas derivadas del cuidado
(por ejemplo, cuando se comporta de forma agitada).
• Ayuda para la comunicación con los demás cuando existen dificultades para expresarse.
• Hacer muchas “pequeñas cosas” (por ejemplo, llevarle
un vaso de agua, darle la radio, etc.).
•
•
•
•
•
•
•
•
Distintas situaciones del cuidado
Los cuidadores de personas dependientes se diferencian
unos de otros en función de múltiples características que hacen que cada experiencia de cuidado sea única y distinta a las
demás. Algunos aspectos en los quedifieren los cuidadores
y, por tanto, sus experiencias de cuidado, son los siguientes:
• Parentesco con la persona que se cuida.
• Motivos por los que se cuida de la persona dependiente.
• Relación anterior del cuidador con la persona cuidada.
• Otras fuentes de diferencia.
Quién es el cuidador
Cuando uno de los miembros de una pareja sufre un deterioro de la salud y necesita ayuda para sus actividades de
la vida diaria, el cuidador principal suele ser el miembro de
la pareja con mejor salud. Algunos de los rasgos comunes a
estas situaciones son:
• Cambio de roles.
• Modificación de planes de futuro.
• Reevaluación de la relación interpersonal.
• Sentimientos de ambivalencia.
• Reajuste de la vida social.
2
Algunos de los asgos comunes a estas situaciones son:
• Como en cualquier situación de la vida que implique un
cambio, la nueva situación que supone cuidar al marido
o a la mujer puede resultar difícil y exige una constante
adaptación.
• El hecho de que un miembro de la pareja sea el que tiene que dar ayuda y el otro el que la recibe puede crear
tensiones en la pareja, al ser una relación menos recíproca que anteriormente. Una buenacomunicación y actitud por parte de los dos puede ayudar mucho a rebajar
estas tensiones.
• Es más fácil aceptar la ayuda del marido o de la mujer
que la ayuda de familiares, amigos, vecinos o instituciones, en la medida en que se ve como una obligación
transmitida de generación en generación, así como una
muestra de cariño por los años de convivencia juntos. En
el caso de que los cuidadores sean hermanos o hermanas de la persona dependiente también suele resultar
más fácil aceptar su ayuda que la de otras personas.
• Los maridos cuidadores reciben más ayuda de otros familiares y de las instituciones que las mujeres cuidadoras.
• En bastantes ocasiones, las mujeres cuidadoras se resisten a buscar o recibir ayuda de otros familiares, amigos, vecinos e, incluso, de organismos oficiales. Estas
mujeres, a menudo, acaban cuidando y sobrecargándose de trabajo más de lo que su salud y condiciones se lo
permiten al no aceptar la ayuda de otros.
Cuando los hijos cuidan:
• Los hijos e hijas de las personas dependientes se encuentran a menudo con que deben atender también a
las necesidades de su familia (cónyuge e hijos) así como
a sus propias necesidades.
- Fenómeno de inversión de roles.
- Modificación de planes de futuro.
- Reevaluación de la relación interpersonal.
- Sentimientos de ambivalencia.
- Reajuste de la vida social y laboral.
• Cuando la persona que cuida es la hija o el hijo, existe un
vínculo natural familiar con la persona dependiente que
“favorece” la disposición del cuidado.
• En la mayoría de las ocasiones, representa un fuerte impacto emocional para los hijos darse cuenta de que el
padre, la madre o ambos ya no pueden valerse por sí
mismos, cuando venían haciéndolo hasta fechas recientes. Este impactotambién se ve afectado por el fenómeno de la inversión de roles, en cuanto que el papel de
cuidador que se asigna al hecho de ser padre o madre
deja paso al papel de persona que necesita ser cuidada
y, viceversa, el papel del hijo como alguien que es cuidado es sustituido por un papel de cuidador. Además de
esto, a los hijos les resulta muy difícil aceptar la situación de cuidar a sus padres ya que normalmente implica
TEMA 32
además algo imprevisto que puede impedirles realizar
algunas de las actividades que pensaban llevar a cabo
en un futuro inmediato.
Las situaciones más habituales suelen ser:
• Las hijas solteras, la hija favorita, la que tenga menos
carga familiar o de trabajo, la hija que vive más cerca, la
única mujer entre los hermanos o el hijo favorito suelen
ser las personas sobre las que recae la responsabilidad
del cuidado de sus padres.
• Normalmente, a medida que comienza a verse la necesidad de proporcionar cuidados al familiar dependiente,
va perfilándose un cuidador principal que normalmente
suele responder a las circunstancias de cada familia, sin
necesidad de que haya sido elegido por acuerdo explícito
entre las personas que componen la familia.
• Cuando se asume el cuidado del familiar, muchas veces
se piensa que va a ser una situación temporal, aunque, en
muchas ocasiones, acaba siendo una situación que dura
varios años con una creciente demanda de cuidados.
• Gran parte de los cuidadores hijos no trabajan ni pueden
pensar en buscar un trabajo. Otros se ven obligados a
reducir su jornada laboral. En los casos más extremos,
se ven obligados a abandonar el trabajo por su situación
decuidador.
• Finalmente, los hijos e hijas de los cuidadores deben
atender también a las necesidades de su familia (cónyuge e hijos) así como a sus propias necesidades. Decidir
dónde y cuándo y cómo invertir los esfuerzos y energías
es difícil, sobretodo cuando las demandas de ayuda de
las personas que cuidan (hijos, padres, cónyuges) es elevada.
Qué motivos existen para cuidar
La mayoría de las personas que cuidan a sus familiares
están de acuerdo en que se trata de un deber moral, que no
se debe eludir, que tiene una responsabilidad social y familiar, unas normas sociales, que deben ser respetadas. Sin
embargo, no es ésta la única razón que puede llevar a las
personas a cuidar a sus familiares. Los cuidadores también
señalan otros motivos para prestar cuidados:
• Por motivación altruista, es decir, para mantener el bienestar de lapersona cuidada, porque se entienden y comparten sus necesidades. El cuidador se pone en el lugar
del otro y siente sus necesidades, intereses y emociones.
• Por reciprocidad, ya que antes la persona ahora cuidada
les cuidó a ellos.
• Por la gratitud y estima que les muestra la persona cuidada. Todas las anteriores son razones para cuidar a un
familiar. Parece lógico suponer que el mayor “peso” de
una u otra razón influirá en la calidad, cantidad y tipo
de ayuda que se proporcionará, así como en el grado de
satisfacción con la experiencia de cuidado obtenido por
el cuidador.
Los cuidadores que han mantenido con la persona cuidada una “buena relación”, basada en el afecto y en el cariño mutuo, cuidan de sus familiares de una forma altruista
porque quieren ayudar a aumentar su bienestar.
Los cuidadores que han mantenido con la persona
cuidada una “mala relación”, (por las circunstancias que
sean), etc.
• Por sentimientos de culpa del pasado.
• Para evitar la censura de familia, amigos, familiares, etc.
• Para obtener la aprobación social.
A. Relación anterior entre el cuidador y el enfermo
• Frecuentemente, en el inicio del cuidado, la persona
que cuida aún no es plenamente consciente de que es
el miembro de la familia sobre el que va a recaer la mayor parte del esfuerzo y responsabilidades del cuidado
y tampoco de que probablemente se encuentra en una
situación que puede mantenerse durante muchos años
y que, posiblemente, implique un progresivo aumento de
dedicación en tiempo y energía. Poco a poco, sin apenas
darse cuenta de ello, la persona va integrando su nuevo
papel de cuidador en su vida diaria.
B. Fases de adaptación
1. Negación o falta de conciencia del problema.
2. Búsqueda de información y surgimiento de sentimientos
difíciles.
3. Reorganización.
4. Resolución.
Fase 1. En los primeros momentos del proceso de enfrentarse a la enfermedad crónica de una persona del entorno familiar es frecuente que se utilice la negación como
un medio para controlar miedos y ansiedades. Así, es común encontrarse con que la persona se niega a aceptar las
evidencias de que su familiar padece una enfermedad (o
varias) que le lleva a necesitar la ayuda de otras personas
para mantener su adaptación al medio. Otra forma de negar
el problema es evitar hablar del deterioro o incapacidad del
familiar enfermo.
Este estadio, suele ser, temporal. Conforme el tiempo
pasa y lasdificultades de la persona enferma son más evidentes, comienza a hacerse, cada vez más difícil creer, que
setrata de una “enfermedad temporal”.
Fase 2. Los cuidadores se hacen preguntas sobre la enfermedad. Buscan información.
En este momento son muy comunes entre los cuidadores los sentimientos de “malestar” por la injusticia que
supone el que les haya “tocado”a ellos vivir esa situación.
3
El enfado, la ira, la culpa, son respuestas humanas completamente normales en situaciones de pérdida del control
de la propia vida y sus circunstancias. Existen en la vida,
desafortunadamente, algunos hechos negativos que son
inevitables y que no se pueden cambiar, y son situaciones
de este tipo las que típicamente afrontan los cuidadores de
personas dependientes.
Fase 3. Conforme pasa el tiempo, los sentimientos de
ira y enfado pueden continuar. Una relación esencial para
la persona (una esposa, un padre o una madre) se ha perdido. La vida ha cambiado el sentido que tenia hasta ese
momento y las nuevas responsabilidades crean una carga
pesada para la persona que cuida. Sin embargo, se va ganando, algo de control, en esta etapa. Si se tiene información y recursos externos de ayuda, con la voluntad de la
familia para compartir la responsabilidad y con una idea
más exacta de los problemas a los que hay que enfrentarse, la persona que cuida dispondrá de las herramientas
necesarias para afrontar adecuadamente la situación del
cuidado.
neras. Es frecuente que las personas que cuidan a una
persona dependiente experimenten cambios en las siguientes áreas:
• En las relaciones familiares.
• En el trabajo y en su situación económica.
• En su tiempo libre.
• En su salud.
• En su estado de ánimo.
Generalmente se tienda a considerar, que los cambios
que ocurren durante el tiempo de cuidado son únicamente negativos, algunos, también, pueden ser positivos como
puede ser la satisfacción de cuidar.
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Cambios que afectan a:
Las relaciones familiares.
Cambios en el trabajo y en la situación económica.
Cambios en el tiempo libre.
Cambios en la salud.
En el estado de ánimo.
Consecuencias sobre el estado de ánimo
Este periodo de reorganización tendrá como resultado
el desarrollo de unpatrón de vida más normal. La persona
que proporciona los cuidados se sentiráprogresivamente
con más control sobre la situación y aceptará mejor estos
cambios en su vida.
Fase 4. Los cuidadores o cuidador aprenden a cuidar
mejor de sí mismos.
• Aceptan buscar la ayuda de otras personas con experiencias similares.
• Suelen hacerse, en esta fase, más independientes, dedicando más tiempo a realizar actividades recreativas y
sociales.
• Pueden buscar y encontrar otras fuentes de apoyo emocional, tales como reforzar las amistades o crear nuevos
amigos.
A pesar de que en esta fase las responsabilidades
continúan aumentando en número e intensidad, si la persona que cuida logra una buena adaptación, podrá estar
más sereno que en los primeros momentos de la enfermedad. Éste puede ser un buen momento para reflexionar a fondo acerca de recuerdos de la relación que mantuvo en el pasado con su familiar enfermo y comenzar a
reconstruir una imagen de cómo era éste antes de que la
enfermedad mostrase sus primeros signos, imagen que
hará más confortable y significativa la labor de la persona
que cuida.
C. Influencias en el cuidador
La vida de aquellas personas que atienden a una persona dependiente puede verse afectada de muchas ma-
La experiencia de cuidar, día a día, a una persona dependiente, frecuentemente puede tener consecuencias psicológicas negativas, con sentimientos de:
• Tristeza, desesperación, indefensión y desesperanza.
• Enfado e irritabilidad.
• Preocupación y ansiedad.
• Culpa.
A. Señales de alerta
• Problemas de sueño.
• Pérdida de energía, fatiga crónica, sensación de cansancio continuo, etc.
• Aislamiento.
• Consumo excesivo de bebidas con cafeína, alcohol o tabaco.
• Consumo excesivo de pastillas para dormir u otros medicamentos.
• Problemas físicos: palpitaciones, temblor de manos, molestias digestivas.
• Problemas de memoria y dificultad para concentrarse.
• Menor interés por actividades y personas que anteriormente eran objeto deinterés.
• Aumento o disminución del apetito.
• Actos rutinarios repetitivos como, por ejemplo, limpiar
continuamente.
• Enfadarse fácilmente.
• Dar demasiada importancia a pequeños detalles.
• Cambios frecuentes de humor o de estado de ánimo.
• Propensión a sufrir accidentes.
• Dificultad para superar sentimientos de depresión o nerviosismo.
• No admitir la existencia de síntomas físicos o psicológicos que se justifican mediante otras causas ajenas al
cuidado.
• Tratar a otras personas de la familia de forma menos
considerada que habitualmente.
Organizar el cuidado de la persona dependiente
En los primeros momentos de su vida como cuidadores,
pocas personasestán realmente preparadas para afrontar
las responsabilidades y dificultadesasociadas a la situación
de cuidar a una persona dependiente.
• División de responsabilidades.
• La pareja y los hijos del cuidador.
• Las relaciones sociales.
• Las necesidades personales.
• La situación laboral.
• La economía.
Preguntas qué debe hacerse el cuidador para saber si se
está cuidando.
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¿Duermo lo suficiente?
¿Como de manera adecuada?
¿A veces me “salto” las comidas?
¿Hago ejercicio con regularidad?
¿Fumo mucho o tomo mucho café?
¿Mi carácter se está volviendo un poco agrio?
¿Lloro con demasiada facilidad?
Tengo, ¿dolores de cabeza?, ¿molestias abdominales?,
¿dolores de espalda?, ¿falta de energía o de fuerzas?
¿Me siento apoyado por mi familia?
¿Tengo con quién hablar?
¿Me dejo ayudar?
¿Soy capaz de encontrar “ratos” para mí?
A. Preguntas al cuidador
• ¿Mantiene sus relaciones sociales?
• ¿Encuentra momentos para su propio descanso?
• ¿Sabe usted organizar su tiempo?
• La persona cuidada.
• El propio cuidador.
• Otras personas:
- Ordenarlas según su importancia, empezando por las
más importantes (las primeras de la lista).
- Estimar el tiempo necesario para realizar cada tarea.
- Hacer otra lista de actividades que le gustaría realizar.
- Anotar, para cada actividad, el tiempo aproximado
que necesita para realizarla.
- Hacer una única lista con las tareas que debe realizar
y, las que le gustaría realizar siguiendo un orden de
importancia.
- Empezar con las primeras actividades de la lista.
- Si hay algo más de tiempo, continuar con las demás.
- Si no hay tiempo para todas las tareas y actividades
que ha anotado, posponga para otro momento las
que están en los últimos lugares de la lista y, cuando
disponga de tiempo extra, dedíqueselo a ellas.
2. Ser realista
Comprender y aceptar que uno no va a ser capaz de satisfacer todas las necesidades del familiar dependiente y de
los demás miembros de su familia.
Analizar qué tareas podrían hacer el familiar dependiente y los demás familiares por sí mismos.
3. Delegar
Es recomendable pedir y aceptar la ayuda de familiares,
amigos u otras personas.
C. Usar los recursos y servicios de la comunidad
Los servicios ofrecidos por la comunidad, tales como los
Centros de Día, la Asistencia Domiciliaria, etc., pueden ser
de gran ayuda para los cuidadores.
1. Organización
Establecer una rutina de actuación con planes alternativos. Hacer una lista de cosas para hacer cada día y establecer un plan de acción para cada semana.
B. Enseñarle hacer un plan de actividades
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Priorizar.
Ser realista.
Delegar.
Usar los recursos y servicios de la comunidad.
Organización.
Evaluación periódica.
Tomarse respiros.
2. Evaluación periódica
Realizar evaluaciones periódicas de la forma en que se
está organizando el tiempo y analizar si es necesario realizar cambios.
3. Tomarse respiros
Reservar un tiempo cada día para uno/a mismo/a.
Derechos de los cuidadores
1. Priorizar
Hacer una lista de todas las tareas que haya que realizar
relacionadas con:
• El derecho a dedicar tiempo y actividades a nosotros
mismos sin sentimientos de culpa.
5
• El derecho a experimentar sentimientos negativos.
• El derecho a resolver por nosotros mismos aquello que
seamos capaces, y el derecho a preguntar sobre aquello
que no comprendamos.
• El derecho a buscar soluciones que se ajusten razonablemente a nuestras necesidades y a las de nuestros seres
queridos.
• El derecho a ser tratados con respeto por aquellos a
quienes solicitamos consejo y ayuda.
• El derecho a cometer errores y ser disculpado por ellos.
• El derecho a querernos a nosotros mismos y a admitir
que hacemos lo que humanamente podemos.
• El derecho a aprender y a disponer del tiempo necesario
para aprenderlo.
• El derecho a admitir y expresar sentimientos, tanto negativos como positivos.
• El derecho a decir no ante demandas excesivas, inapropiadas y poco realistas.
• El derecho a seguir la propia vida.
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