Efectos secundarios

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Efectos secundarios
La radioterapia, al mismo tiempo que elimina células
enfermas, puede afectar a los tejidos sanos cercanos al área
de tratamiento. Como consecuencia pueden aparecer
diferentes efectos secundarios.
Estos efectos son difíciles de prever con exactitud, ya que
dependen de múltiples factores. Influyen en su aparición: la
zona del organismo donde se realiza el tratamiento, la dosis,
el fraccionamiento y la susceptibilidad individual de cada
persona.
De hecho, en algunos pacientes se producen efectos mínimos,
mientras que en otros son más importantes, siendo necesario
administrar tratamiento médico complementario para su
control.
Existen una serie de efectos secundarios generales que
aparecen más o menos intensamente, y son independientes
de la zona del tratamiento.
También
pueden
aparecer
otros
efectos
secundarios específicos que son diferentes según la zona del
cuerpo radiada.
Hay que tener
en
cuenta,
en
ocasiones,
algunas
consideraciones especiales sobre los efectos secundarios.
EFECTOS SECUNDARIOS GENERALES
Son fundamentalmente tres tipos de alteraciones, que
pueden controlarse, al menos en parte, con una serie de
cuidados y recomendaciones:
Cansancio (astenia)
•
Recomendaciones para sentirse mejor
Reacciones en la piel
•
Recomendaciones para minimizarlas
Caída del pelo (depilación)
Cansancio (astenia)
Es frecuente que durante el tratamiento, el paciente se
encuentre más cansado de lo habitual. Suele ser
consecuencia
del propio
tratamiento,
de otras
terapias
asociadas, y del desplazamiento diario al hospital.
Esta sensación de cansancio es temporal, y desaparece
algún tiempo después de finalizar la radioterapia.
Algunas personas continúan realizando sus tareas normales,
pero es aconsejable que se descanse unas horas tras recibir
la sesión.
Alguna de las siguientes recomendaciones pueden servir de
ayuda para sentirse mejor:
•
•
•
•
•
•
Descanse todo lo que necesite. Duerma por lo menos
8 horas por la noche y duerma la siesta.
No haga esfuerzos, ahora no es el momento de
demostrar que usted puede con todo.
Limite sus actividades. Haga sólo lo que sea más
importante para usted.
Solicite ayuda, si la necesita, a sus familiares y
amigos (para actividades como hacer la compra,
cuidar de los niños, hacer la comida, etc.)
Lleve una dieta sana y equilibrada.
Recuerde que el cansancio es debido al tratamiento,
no
a
que
la
enfermedad
evolucione
desfavorablemente.
Reacciones en la piel
La piel del área tratada puede sufrir alteraciones a lo largo
del tratamiento, muy similares a una quemadura solar.
Tras dos o tres semanas de radioterapia aparece una
coloración rojiza o eritema en la piel de la zona. Según
avanza el tratamiento, ese área va adquiriendo una
coloración más pigmentada y oscura. Suele desaparecer en
uno o dos meses tras finalizar la terapia.
La radioterapia puede producir dermatitis más severas, que
requieran tratamiento específico por parte del personal
sanitario. Aunque es muy poco frecuente con las técnicas
actuales. Esto se puede dar en algunas ocasiones,
generalmente debido a la susceptibilidad individual y según
la zona de la piel (sobre todo pliegues).
Es fundamental tener un cuidado especial de la zona desde el
momento de inicio del tratamiento.
Conviene conocer las siguientes recomendaciones para
minimizar los efectos secundarios que puedan aparecer:
•
No se aplique ningún tipo de crema, pomada o loción
sobre la zona sin consultarlo previamente con el
•
•
•
•
personal sanitario.
No se cubra la zona de tratamiento con esparadrapo,
tiritas, etc., ya que al tratar de despegarlos, puede
lesionarse la piel.
Es conveniente que se lave la piel sobre la que se va
a recibir tratamiento sólo con agua, evitando
jabones. En caso de radioterapia sobre algún pliegue
(como la ingle, axila, etc.) es importante dejar esa
zona al aire, procurando que esté muy seca.
Para secar la piel de la zona de tratamiento, hágalo
suavemente con pequeños toques.
•
Si la axila está incluida en el área a tratar, no es
conveniente la depilación ni la aplicación de
desodorante.
En caso de recibir radioterapia en la cabeza y el
•
cuello, es recomendable que se afeite con maquinilla
eléctrica, evitando las cuchillas. No se aplique loción
para después del afeitado.
Es importante que evite lesiones (rasguños, cortes en
•
la piel, etc.) en el área del tratamiento.
Cuidado con el sol: Las áreas tratadas con
radioterapia son muy sensibles al sol. Por tanto es
conveniente que no las exponga a él, al menos
durante el primer año tras finalizar el tratamiento.
Se deben utilizar cremas solares, gorros, camisas de
manga larga, etc. Pueden ayudar a reducir la
exposición solar sobre la zona radiada.
•
•
Es aconsejable que utilice ropa adecuada: Debe ser
poco ajustada. Hay que evitar prendas con elásticos
sobre la piel de la zona de tratamiento, pues el roce
continuo puede erosionarla fácilmente. Utilice ropa
de fibras naturales, ya que son menos irritantes y
más cómodas.
Si necesita una prótesis externa de mama, es
conveniente utilizarla lo menos posible durante el
tratamiento.
Estas recomendaciones sólo hacen referencia al área
tratada, el resto de la piel del cuerpo se cuidará
normalmente.
Caída del pelo (depilación)
La radioterapia destruye el folículo piloso. Por esto,
aproximadamente a las dos o tres semanas de iniciar el
tratamiento se aprecia, exclusivamente en la zona
irradiada, la caída del pelo.
Esta caída puede ser reversible (si se han administrado
dosis bajas de radioterapia). El pelo posiblemente saldrá más
débil y en menor cantidad.
Cuando se alcanzan dosis altas de radiación, esta pérdida de
pelo suele ser definitiva.
EFECTOS SECUNDARIOS ESPECÍFICOS DE LA ZONA DE
TRATAMIENTO
Dependiendo de la zona irradiada pueden aparecer efectos
secundarios específicos de la zona tratada. Pero con
frecuencia pueden ser controlados si se siguen algunas
recomendaciones:
Radioterapia de cabeza y cuello
Recomendaciones
Radioterapia del tórax
Radioterapia del abdomen y pelvis
Recomendaciones sobre alimentación
Radioterapia de cabeza y cuello
La mucosa de la boca es altamente susceptible al efecto de la
radiación. Esta provoca alteraciones que, aunque no son
graves, pueden resultar bastante molestas. Comienzan a
apreciarse tras una o dos semanas de tratamiento, y las más
frecuentes son las siguientes:
•
Mucositis
(inflamación
de
la
mucosa).
Inicialmente se observa un enrojecimiento de la
mucosa de la boca que ocasiona ligeras molestias.
Según aumenta la dosis recibida, comienzan a
aparecer pequeñas heridas en la mucosa (aftas),
generalmente muy molestas y que pueden requerir
un descanso en el tratamiento. Estas alteraciones
desaparecen tras finalizar la radioterapia (más
información)
•
Alteración de las glándulas salivares. La
radiación destruye las células que forman dichas
glándulas, por lo que disminuye la calidad y cantidad
de
saliva
segregada.
Esta alteración puede mejorar tras varios meses de
finalizar la radioterapia, aunque lo más frecuente es
que sea una secuela crónica. Puede producirse
entonces como resultado boca seca (xerostomía).
•
Infección por hongos. Es frecuente que, por la
alteración de la mucosa por la radiación, se produzca
una infección por hongos. En caso que esto ocurra, el
médico recomendará el tratamiento más adecuado
para solucionarlo en pocos días.
•
Alteraciones dentales. Debido a la acción de la
radioterapia sobre el hueso y a la falta de saliva, es
frecuente que aparezcan caries en las piezas
dentales.
•
Pérdida del gusto. Es frecuente que se produzca
pérdida de gusto o aparición de sabor metálico, por
efecto de la radiación sobre las papilas gustativas.
Generalmente tras finalizar el tratamiento, se
recupera el sabor de los alimentos (más
información).
Estas alteraciones pueden ocasionar al enfermo molestias o
dificultad a la hora de alimentarse o hidratarse y provocar un
cierto grado de desnutrición. Es importante que se
notifique cuanto antes al oncólogo radioterapeuta cualquier
alteración. Así podrá iniciar su tratamiento lo antes posible, y
se reducirá el riesgo de desnutrición.
Para minimizar las molestias en la boca, y evitar infecciones y
lesiones a largo plazo, es conveniente seguir unas
recomendaciones:
•
Antes de empezar el tratamiento es aconsejable que
visite al dentista. Especialmente si es necesario
extraer alguna pieza dental o realizar endodoncias. Si
se realiza durante o después del tratamiento pueden
surgir complicaciones serias, tales como infecciones
repetidas e incluso necrosis óseas (muerte del
hueso).
•
Es importante que mantenga una buena higiene
dental durante y después del tratamiento. Es
aconsejable que se cepille los dientes tres veces al
día (preferiblemente después de cada comida). Para
ello, empleará un cepillo de cerdas muy suaves (para
evitar erosionar la mucosa de las encías) y una pasta
de dientes con alto contenido en flúor.
•
Debe evitar colutorios con alto contenido en alcohol.
Puede enjuagarse la boca con agua de manzanilla.
•
No debe fumar ni beber. El tabaco y el alcohol son
irritantes de las mucosas de la boca.
•
Si utiliza dentadura postiza, hay que tener en cuenta
que, durante el tratamiento, puede ocasionarle
lesiones en la mucosa de la boca. Es recomendable:
o
o
o
Utilícela sólo si es necesario (comer o salir a
la calle).
Lávese la boca con un cepillo de cerdas
blandas, aunque no tenga ningún diente.
Lave la dentadura postiza al menos dos
veces al día, para evitar el cúmulo de comida
en ella.
Radioterapia del tórax
Pueden aparecer alteraciones secundarias en distintos
órganos, fundamentalmente en el pulmón y en el esófago,
dando lugar a los siguientes síntomas:
Dificultad para tragar (disfagia). La radioterapia provoca
alteraciones de la mucosa del esófago muy similares a las
que aparecen en la boca, dando lugar a una esofagitis
(inflamación del esógago). Esta inflamación aparece a las dos
o tres semanas de iniciar el tratamiento, provocando
dificultad
para
tragar
determinados
alimentos,
fundamentalmente
sólidos.
Este trastorno suele mejorar rápidamente
finalizada la radioterapia(más información).
una
vez
Dificultad respiratoria. Durante la radioterapia sobre el
tórax puede incrementarse o aparecer tos seca y ligera
dificultad
respiratoria.
En caso de que esto suceda, consúltelo con su médico.
Radioterapia del abdomen y pelvis
La mayoría de los síntomas que aparecen durante la
radioterapia del abdomen o la pelvis se deben a los efectos
sobre el intestino y la vejiga. Los más frecuentes son los
siguientes:
Diarrea. Es el efecto secundario más frecuente entre las
personas que reciben radioterapia sobre el abdomen y la
pelvis. La intensidad de este síntoma es muy variable de un
paciente a otro (depende de la extensión de intestino incluido
en
el
área
de
tratamiento).
Suele aparecer durante la segunda semana de tratamiento y
desaparece
al
finalizar
la
radioterapia.
En ocasiones puede ser necesaria la administración de
fármacos antidiarréicos, siempre bajo prescripción médica.
(Más información)
Náuseas y vómitos. Algunos pacientes pueden presentar
náuseas que, a veces, ocasionan el vómito. (Más información)
En caso de que aparezcan, consulte a su médico para que
pueda recetar el tratamiento más adecuado.
Pérdida del apetito y de peso. Puede ser consecuencia de
las náuseas, de los vómitos o de las diarreas. (Más
información)
Suele recuperarse tras el tratamiento.
Molestias para orinar. Cuando el tratamiento radioterápico
va dirigido a la pelvis, se puede producir inflamación de la
vejiga o cistitis. Se produce sintomatología muy parecida a
una infección de orina, con sensación de ardor y urgencia
miccional.
A veces, estos síntomas son más marcados durante la noche.
Generalmente se alivian con la ingesta abundante de líquidos.
Debe evitarse el café, el alcohol y el té.
Raras veces se necesita tratamiento con medicamentos.
Estos efectos desaparecen tras el tratamiento.
Recuerde que antes y durante el tratamiento es
aconsejable
realizar
una
alimentación
sana
y
equilibrada. Esto ayuda a tolerar mejor el tratamiento. Por
lo general no es necesario modificar la dieta durante el
mismo, salvo en caso de complicaciones o radioterapia sobre
el abdomen.
Es conveniente seguir las siguientes recomendaciones
relacionadas con la alimentación:
•
En el caso de boca seca:
o
Beba pequeñas cantidades de agua muchas
veces al día.
o
Evite comidas secas, añadiendo salsas o
caldos.
Es preferible que tome la comida en puré.
o
o
•
Recomedaciones
y
recetas
En el caso de mucositis:
o Evite alimentos ácidos (naranja, pomelo,
limón, etc.).
o
Evite alimentos duros (galletas,
fritas, frutos secos, etc.), que
erosionar la mucosa.
patatas
pueden
•
o
Tome alimentos fríos o
ambiente. Las comidas
irritantes.
o
Recomendaciones y recetas
En el caso de disfagia o dificultad para tragar:
o Introduzca en su boca pequeñas cantidades
de alimento.
o
o
•
a temperatura
calientes son
Evite alimentos sólidos como pan o carne, ya
que son más difíciles de tragar.
Es preferible que prepare los alimentos en
puré.
o
Puede ayudarse con un poco de agua, ya que
facilita la deglución.
o
Recomendaciones y recetas
En el caso de falta de apetito:
o
Coma poca cantidad y mayor número de
veces. Haga cinco o seis comidas al día.
o
Tome los alimentos que más gusten en el
momento que apetezcan, sin esperar a la
hora de la comida.
Elija alimentos ricos en hidratos de carbono
o
(pan, arroz, pasta,..). Son la base de la
alimentación y proporcionan energía.
o
•
Recomedaciones
y
recetas
En el caso de radioterapia abdominal o pélvica:
Desde el principio del tratamiento es aconsejable adecuar el
tipo de dieta con el fin de disminuir efectos secundarios como
las diarreas.
o
La dieta debe ser pobre en residuos, es
decir, con poco contenido en fibra.
o
o
o
Evite una dieta rica en grasas .
Evite la leche. Sustitúyala por yogures.
Beba abundantes líquidos para prevenir la
deshidratación.
o
En el caso de molestias urinarias, es
importante que beba abundantes líquidos.
o
Recomendaciones y recetas
CONSIDERACIONES ESPECIALES SOBRE LOS EFECTOS
SECUNDARIOS
Efecto sobre la sexualidad
La sexualidad es un fenómeno complejo sobre el que influyen
múltiples factores físicos, emocionales y de comportamiento.
La disminución del deseo sexual es una consecuencia muy
frecuente cuando se recibe un tratamiento de radioterapia.
Los hombres en tratamiento con radioterapia pueden padecer
impotencia transitoria, debida a la ansiedad que provocan,
tanto el tratamiento como la enfermedad.
En las mujeres que reciben tratamiento en la pelvis, se
produce con frecuencia dolor durante las relaciones
sexuales (dispareunia). Esto se debe a la inflamación de la
mucosa de la vagina. Tras el tratamiento, ésta pierde
elasticidad y puede apreciarse un ligero estrechamiento y
sequedad vaginal. En este caso, el especialista recomendará
la utilización de lubricantes o dilatadores vaginales.
Estos pueden durar semanas tras finalizar la
radioterapia, aunque su recuperación suele ser lenta
pero progresiva.
Una comunicación fluida con la pareja puede ayudar a
mejorar la sexualidad. Y recuerda: no dude en consultar al
médico cualquier cosa que le preocupe sobre este tema
Efecto sobre la fertilidad
Tanto los ovarios como los testículos son órganos muy
sensibles a la radioterapia. Es decir, dosis pequeñas de
radiación alteran su funcionamiento normal, provocando
esterilidad y/o pérdida de la producción de hormonas.
Para que esto ocurra, es necesario que estén situados dentro
del campo de irradiación:
•
Puede
darse
en
mujeres
en
tratamiento
radioterápico por cánceres localizados en la pelvis
(recto, útero, vejiga…).
•
En los hombres, dada la situación anatómica de los
testículos, es poco frecuente que estén incluidos en
la zona a tratar.
Si el campo de irradiación no es la pelvis, no tiene por
qué verse afectada la fertilidad. De hecho, muchos
pacientes han tenido hijos tras un tratamiento con
radioterapia.
Si
desea
realizar
anticoncepción
durante
la
radioterapia solicite toda la información que precise a
su médico.
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