El objetivo político es alcanzar 900 horas de clase

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Diálogos:
Entrevista a Mario Oporto
Director General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires.
Se comenzará a trabajar este año para luego aplicarlo gradualmente en el nivel
primario durante 2009. También se fortalecerá el nivel inicial para que los chicos
lleguen con una base sólida al secundario.
“El objetivo político es alcanzar 900 horas de clase
anuales”
Con el tercer sistema educativo más grande de América Latina en pleno
funcionamiento, Mario Oporto reflexiona sobre los objetivos planteados para los próximos
cuatro años de gestión. Convencido que la Ley Provincial de Educación es un mandato
popular, señala que no tiene “intenciones de iniciar cosas nuevas, sino de ejecutar las que
la sociedad ya decidió a través de sus representantes”.
ABC: Evidentemente hay un nuevo panorama social y económico en el país y en la
Provincia. Se habla permanentemente de la importancia de la educación. En ese sentido,
¿cómo se plantará la escuela en este presente?
Mario Oporto: Por primera vez en mucho tiempo Argentina ha tenido cinco años de
crecimiento continuo; ese crecimiento fue un modelo de medidas macroeconómicas.
Ahora viene la segunda etapa de ese modelo, que apunta a trabajar en temas
estratégicos como educación, cultura, ciencia y tecnología; es una etapa que apunta a
sostener el crecimiento con esas medidas macroeconómicas más conocimiento. El
crecimiento necesita cada vez más de la educación. Para mí la escuela tiene que salir
definitivamente de su función de asistencia social y tiene que ser el lugar de la pedagogía,
del aprendizaje y del hecho estratégico de las políticas de desarrollo. Porque no hay
políticas de equidad y de desarrollo sin igualdad educativa. Las grandes desigualdades
sociales generan grandes desigualdades educativas, por eso hay que igualar en las
oportunidades y en las posibilidades de aprender para todos los niños.
Hoy el gran desafío educativo es la inclusión y retención de los alumnos en la
escuela. Y esa tarea de inclusión tiene que ser una inclusión social abarcativa. La etapa
actual se orienta a una calidad educativa, no significa una calidad educativa para un
sector social determinado, sino una calidad social educativa que abarque a todos los
niños y jóvenes de la Provincia de Buenos Aires.
ABC: ¿Es cierto que se planteó el objetivo de ampliar el horario de la jornada en
las escuelas primarias?
Oporto: La verdad es que ya no se puede estirar más el período de clases. Ahora
nuestro gran desafío a futuro es ampliar la carga horaria para equipararnos a otros
sistemas educativos que tienen buenos resultados en el mundo. Hablo de ya no medir por
días de clases sino por cantidad de horas anuales que se dictan. Hoy una escuela
primaria, con jornada de cuatro horas, está dando 720 horas de clase anuales, en 180
días de clases. Entonces, si agregamos dos horas más, tres veces por semana, se logran
900 horas.
Sería un salto cualitativo importante porque si nosotros logramos que en esas dos
horas, en contraturno, se den algunas de las materias especiales, el docente tiene más
horas para dar lengua, matemática y ciencias. La idea es diversificar la oferta educativa
pero que esa diversificación no vaya en detrimento de matemática, lengua, historia y
ciencia. No creo que deba haber mayor carga horaria para aprender más cosas, sino que
los chicos aprendan sólidamente a leer y escribir bien. Yo creo que la escuela primaria
tiene muchos objetivos pero hay uno excluyente y primordial: que los chicos lean bien,
escriban bien, puedan analizar textos y puedan expresarse bien. Tenemos el objetivo
político de alcanzar las 900 horas anuales de clase en la escuela primaria, y para eso
vamos a comenzar a trabajar en este año para poder empezar a aplicarlo gradualmente
en el 2009. Sabemos que el hecho de fortalecer la escuela primaria también va a ayudar a
la retención en la escuela secundaria, porque muchas veces el abandono parcial o
definitivo está dado por el fracaso escolar.
ABC: ¿Y qué puede decir, precisamente, de la educación secundaria? Es una
etapa de la escolaridad donde se hacen más visibles los fracasos.
Oporto: Pertenezco a la generación de argentinos que ha decidido que todos los
adolescentes terminen la escuela secundaria. Creo que es una epopeya histórica
comparable con la decisión de la generación de Sarmiento, que alumbró la Ley 1420 y
que se propuso la escolaridad primaria para todos los habitantes. Yo no tengo intenciones
de iniciar cosas nuevas, sino de ejecutar lo que la sociedad ya decidió a través de sus
representantes, que es la Ley Provincial de Educación. La Argentina ha sido exitosa en la
inclusión, ha tenido dificultades en la retención y le ha ido mal en los aprendizajes. Creo
que la escuela secundaria es estratégica para el futuro de los jóvenes y del conjunto de la
sociedad. A diferencia de la escuela clásica que todos conocemos, que era selectiva, esta
escuela tiene que ser inclusiva, pero que esto no implique abandono de aprendizaje,
porque se puede no abandonar la escuela y sí abandonar el aprendizaje. La nueva
escuela secundaria tiene que ser una escuela exigente pero también muy flexible en
cuanto a estrategias de aprendizajes para los chicos. Queremos que todos los
adolescentes terminen la escuela secundaria, y eso significa que todos los adolescentes
terminen la escuela secundaria con conocimientos y con aprendizajes. No promocionados
para cumplir con una Ley sino con sus saberes debidamente acreditados, para estar
seguros que van a poder ingresar al mercado laboral o continuar estudios en la
Universidad, o ambas cosas. Insisto, tenemos nosotros que sentirnos protagonistas de
esta decisión histórica: que todos los adolescentes terminen la escuela secundaria.
Aquella primera apuesta a la escuela primaria tardó ochenta años en cumplirse, ahora
tenemos que lograr la secundaria completa para todos los jóvenes en menos tiempo,
midiendo los progresos año a año, sabiendo a cuántos chicos incluimos, cuántos de
aquellos que no iban a la escuela secundaria ahora lo hacen; cuántos egresan, cómo
egresan, qué aprenden.
ABC: En todos los discursos se escucha al Gobernador hablar de las escuelas
técnicas. ¿Qué papel va a jugar la educación técnica en la Provincia?
Oporto: El Gobierno de Daniel Scioli pone especial énfasis en el tema productivo.
Y aquí juegan un papel importante las escuelas técnicas, a las que el Gobernador decidió
equipar. En la década del ’90 estas escuelas casi desaparecieron, quedaron reducidas a
un polimodal que no daba cuenta de las necesidades. Vamos a revalorizar el prestigio del
título de la educación técnica industrial. Queremos combinar la formación de oficios con la
formación secundaria, porque el objetivo que tiene este Gobierno, como dije, es que todos
los chicos terminen la escuela secundaria. Y atacar ese núcleo que nos alarma, de
jóvenes entre 18 y 25 años que no han terminado su escuela secundaria y que no se han
incorporado al mercado de trabajo. Aquí será estratégico el rol de la educación técnica y
agraria. Como objetivo político, queremos transformar gradualmente a todas las escuelas
técnicas en unidades académicas como eran las escuelas normales, que daban distintas
ofertas educativas. Vamos a crear –reitero, gradualmente- centros de formación
profesional en las escuelas técnicas y agrarias, donde los chicos puedan formarse en
un oficio, pero que también puedan tener una oferta flexible de terminalidad
secundaria. Una escuela técnica tiene que tener oferta secundaria, un centro de
formación profesional para adolescentes y jóvenes. También queremos fomentar, con
realismo, que cada parque industrial de la Provincia pueda tener su centro de
capacitación laboral orientado para los jóvenes. Hay miles de hombres y mujeres
menores de 40 años que no han terminado su escuela secundaria y que también
tienen necesidad de formarse en un oficio. Hacia ahí vamos a trabajar fuertemente.
Aparte, en el marco de la Ley Nacional de Educación Técnica, hoy existen muchos
recursos para equipamiento de las escuelas técnicas, las técnicas industriales y las
técnicas agrarias. La educación técnica es prioritaria desde el punto de vista social y
para el definitivo despegue económico de la Provincia y del país.
ABC: El Gobernador también hace hincapié en la necesidad de interconectar
escuelas, en apostar a la informática y a la tecnología y poner esas herramientas al
alcance de los niños y adolescentes.
Oporto: Tenemos un proyecto para dotar de conectividad a las escuelas. Está muy
avanzado, contamos con recursos, tenemos financiamiento. Vamos a tener en
conectividad a 5.000 escuelas; 2.000 rurales o semi-rurales que tienen menos de 100
alumnos, son las más aisladas, y otras 3.000 escuelas de los barrios más carenciados del
conurbano o de los grandes centros urbanos del interior. Porque uno de los puntos de
desigualdad es la brecha digital: aquellos chicos que acceden a la informática muy
tempranamente en su hogar y aquellos que no lo hacen, y que si no lo tienen en la
escuela nunca van a poder equiparar ese nivel de información. Se instalará en cada
escuela un laboratorio de informática y cada escuela, a su vez, se interconectará en una
gran red de escuelas; uno puede imaginarse una gran autopista informática que unirá a
las escuelas.
Hoy la alfabetización digital es claramente un factor de igualdad, como el inicio
temprano de la escolaridad en el jardín de infantes; que todos los chicos vayan al jardín
de infantes es un factor de igualdad, y el chico que no va a un jardín de infantes está en
desigualdad respecto del que lo hace.
Por eso para nosotros construir jardines de infantes e igualar la brecha digital entre
las escuelas para que todos tengan conectividad, son dos objetivos de igualdad social
muy importantes.
ABC: ¿Y cómo se puede cerrar esa brecha de la que habla?
Oporto: En primer lugar, construyendo todos los jardines de infantes que hagan
falta para garantizar la cobertura total de educación inicial –por eso nos hemos propuesto
construir entre 800 y 1.000 nuevos jardines de infantes en los próximos cuatro años- y con
alfabetización digital. Queremos que todos los chicos y jóvenes estén alfabetizados en el
uso de las nuevas tecnologías básicas de la comunicación y la información.
Estamos viendo que se amplía cada vez más el mercado de los servicios
informáticos, que incorpora jóvenes. Y se necesitan chicos entrenados, formados en la
escuela secundaria para eso. Hay demanda laboral específica y tenemos que formar
chicos que, cuando terminen la escuela secundaria, se puedan incorporar a las empresas
que lo demandan con buena capacitación. Por eso estamos acordando con las cámaras
empresarias del sector informático y las Universidades, con el objetivo de incorporar la
orientación en software en las escuelas técnicas. Creo que ésa es la Argentina del futuro,
me parece que el país va a crecer hacia esos sectores o rubros. El software no es el único
pero es un inmenso espacio donde nosotros podemos poner conocimiento como valor
agregado y eso debe ser la escuela.
ABC: Cómo se planteará la relación con los gremios del sector docente, sabiendo
que siempre pareciera estar latente la hipótesis del conflicto.
Oporto: Venimos del trabajo en paritarias con los gremios docentes, que se
abrieron apenas inicié mi gestión. Fue un pedido expreso del Gobernador Daniel Scioli,
porque estamos convencidos que sin diálogo con los docentes no hay proyecto educativo
posible.
Hemos logrado un importante acuerdo que no es producto de un conflicto, sino de
una paritaria. El Gobierno no hizo una propuesta para terminar un enfrentamiento, sino que
ese acuerdo es fruto del trabajo en conjunto entre los representantes de los docentes y el
Gobierno. Hemos mejorado el salario de bolsillo, fortalecimos el básico eliminando sumas
no remunerativas, hemos cumplido con jerarquizar la carrera docente y la pirámide salarial.
Pero mi hipótesis de conflicto no son los gremios, mis hipótesis de conflicto son las
metas que uno pueda lograr para mejorar el bienestar de los docentes y el aprendizaje de
los alumnos. Tengo muy claro que el Estado tiene que generar las condiciones necesarias
para que el docente pueda dar buenas clases y para que pueda desarrollar sus
conocimientos, que se pueda capacitar y que pueda volcar todo eso en la clase. Si el
Estado genera las condiciones para que un docente de clases, y el docente pone todo su
conocimiento en dar buenas clases, el aprendizaje mejora. Quiero que el docente tenga
bienestar, porque si tiene bienestar se va a restaurar su dignidad profesional, su autoridad
moral y su autoridad académica. También tenemos que generar las condiciones sociales
y materiales necesarias para que el alumno tenga, no sólo posibilidad de estudiar, sino de
equipamiento, como útiles, guardapolvos, zapatillas y textos escolares. Entonces, a partir
de esas condiciones, uno puede exigirle y pedirle esfuerzo. Y, por supuesto, las familias
también tienen que apoyar a los docentes. Tienen que colaborar para que el chico se
esfuerce para aprender, porque con el docente solo no alcanza.
ABC: Cuando se habla de la situación de los docentes es ineludible mencionar su
capacitación y la necesidad de una mayor profesionalización. De hecho, es un reclamo
histórico de los gremios.
Oporto: Es cierto, cuando a los docentes se les pregunta sobre los problemas de la
educación, lo primero que dicen es que necesitan capacitarse. Nosotros apostamos
fuertemente a la capacitación, queremos mejorar la formación de base en los Institutos
Superiores, por eso apuntamos a extender a cuatro años la carrera docente.
Capacitar significa actualizar, fundamentalmente en nuevos conocimientos y
nuevas tecnologías. También hay que capacitar en las nuevas problemáticas sociales y
culturales que aparecen en la escuela. Hay que acompañar permanentemente al docente
en su formación. Reitero, quiero que los docentes recuperen su autoridad moral y
académica, que es fundamental para que las escuelas funcionen. Una escuela funciona
cuando hay aprendizaje. Y para que los chicos aprendan tiene que haber mucho apoyo
del Estado y de las familias para los docentes, porque ellos son los principales
responsables. Los docentes no pueden asumir responsabilidades sin apoyo.
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