La autoestima en la adolescencia, ¿hay que seguirla

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La autoestima en la adolescencia, ¿hay que seguirla tratando?
Segunda parte
Lic. Vivian Saade
En la primera parte del artículo se revisó el concepto de la autoestima y la forma en que puede afectar
positiva o negativamente la vida de un adolescente.
Las consecuencias de una baja autoestima en los jóvenes pueden ser sentimientos como la angustia, el
dolor, la indecisión, el desánimo, la pereza y la vergüenza, entre otros malestares. Si no son
remediados, estos sentimientos pueden convertirse en complejos de culpabilidad, provocar cambios
repentinos del humor, crisis de ansiedad, indecisiones, envidia excesiva, miedos, hipersensibilidad,
pesimismo, impotencia y otros mecanismos de la personalidad.
¿Qué hacer? Consejos para fortalecer la autoestima de un adolescente
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Identificar sus capacidades y talentos
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Ayudarle a fijar metas realistas
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Apreciar sus logros, aunque estos sean pequeños
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Aceptar sus debilidades
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Recordar que lo que lo que para nosotros puede ser algo pequeño o irrelevante, en el mundo del
joven puede ser algo realmente importante
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Asignarle responsabilidades e incentivarlo a tomar desafíos para que valore su propia capacidad
y quiera participar más
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Respetar la privacidad que por sus características naturales va requiriendo
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Felicitarlo por sus esfuerzos, independientemente del resultado
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Dejar de imaginar al adolescente ideal y conocer al adolescente real
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Ayudarle a corregir sus defectos de una forma cariñosa y positiva
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Si hizo algo que estuvo mal, no ponerlo en evidencia frente a los demás ridiculizándolo o
avergonzándolo, ni hacer públicas sus malas conductas o bajo desempeño escolar.
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No ayudarle en sus obligaciones escolares o domésticas para que las termine rápido. Es
preferente guiarlo y tener paciencia para que él mismo las realice.
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Incentivarlo a tomar sus propias decisiones y preguntarle su opinión.
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Respetarlo y procurar que los demás miembros de la familia tomen en cuenta sus opiniones y
derechos. Recordemos que ser joven no es sinónimo de no existir.
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Respetar sus tiempos y su ritmo de crecimiento
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Enseñarle a valorarse por lo que es y no por lo que los demás digan de él
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Tener contacto físico con él en la medida en la que lo permita
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Si llegara a realizar una acción incorrecta, tener cuidado de diferenciar el acto de su persona
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Hacer contacto visual con él cuando platican
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Dejar de lado las críticas que nada construyen
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Seguir estableciendo límites (requerirá de mucha paciencia y repetición pero valdrá la pena)
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Si hace una mala elección a pesar de que se lo anticipamos, dejar que aprenda por él mismo en
lugar de recriminar diciéndole: “te lo dije”. Debe sentir que un error puede ser convertido en un
aprendizaje y consecuentemente, que podrá arreglarlo si emplea más esfuerzo.

El hecho de quererse más está en sus manos, no en las de los demás. Todo reside en la cabeza
y ellos son quienes deben intentar cambiar su autoconcepto con ayuda de los padres.
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Ayudarle a desarrollar el sentido del humor, que no den tanta importancia a cosas que no la
tienen, ni a los posibles comentarios de los demás.
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Que preste más atención y dedique tiempo a hacer aquello que le haga feliz y le satisfaga.
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Saber diferenciar entre autoestima y soberbia: la soberbia fomenta que el joven crea que es el
único bueno.
¿Garantiza la autoestima elevada el éxito?
No. Pero garantiza que el adolescente se sienta bien consigo mismo y con los demás. No importa lo que
pase. Tener una autoestima alta es apreciar la propia individualidad de manera que pueda responder
ante sí y ante los demás de una manera positiva y productiva.
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