CÓLICO DE RIÑÓN ¿A qué se debe? También llamado cólico nefrítico - en el siglo XV conocido como dolor de hijada -, es ocasionado por la obstrucción o dificultad al vaciamiento de orina desde el riñón, con el consiguiente estancamiento de la misma y, dilatación de la vía urinaria (uréter y riñón, lo que en términos médicos se conoce como ureterohidronefrosis), que es la verdadera causa del dolor. Lo más frecuente, con diferencia, es que lo origine una piedra que ha salido del riñón, pero también lo puede ocasional un coágulo, o incluso un tumor a nivel de la luz del uréter. Es más frecuente en los meses de verano, en los que sudamos más y, por lo tanto nos deshidratamos, siendo la orina más concentrada, lo que facilita que se forme el núcleo de una piedra o litiasis. ¿Puede repetirse? El 35% de las personas que han padecido un cólico nefrítico, volverán a tener otro en el plazo de 5 años y, lo padecerá el 50% en el transcurso de 10 años. ¿Cómo se manifiesta? El dolor del cólico nefrítico, es un dolor intenso, de tipo cólico (que va y viene), inicialmente de localización lumbar (en la espalda), y que tiende a irradiarse hacia los genitales. Las mujeres dicen que prefieren tener un parto, antes que un cólico de riñón (lo cual da idea de la intensidad del mismo). Puede acompañarse de náuseas y vómitos, e incluso de orinas obscuras –colúricas-. En líneas generales se distingue, por ser un dolor que produce una intensa agitación. ¿Cómo lo diagnosticamos? Como en todo proceso clínico, la exploración física es fundamental. En el Sedimento de orina, habrá presencia de hematíes –glóbulos rojos-. Una Radiografía simple de Abdomen, nos puede orientar sobre la presencia de calcificaciones en el recorrido de la vía urinaria, teniendo en cuenta, que las piedras de ácido úrico son transparentes a los rayos X y, por lo tanto no se ven en la Radiografía. Mediante ECO Reno-Vesical, podremos apreciar perfectamente el estado de ambos riñones, si hay litiasis y, sobre todo si tiene la vía urinaria dilatada o no. La Urografía Endovenosa, la solicitamos cuando existe una dilatación de la vía urinaria y, no tenemos identificada la localización exacta de la obstrucción, ni la causa, ni el tamaño de la misma. Asimismo, nos permitirá conocer con qué rapidez trabajan los riñones, al comprobar la eliminación del contraste y, si los dos lo hacen al mismo tiempo, o si uno va retrasado; este último detalle nos indica una dificultad en el vaciado de orina, por obstrucción distal a nivel del uréter, ocasionada casi con toda seguridad por la litiasis. Se puede realizar también un Scanner o TAC (tomografía abdominal computarizada), para darnos orientación sobre la localización exacta de la obstrucción, al igual que su causa (piedra, coágulo, o incluso tumor del uréter). ¿Cuál es su tratamiento? Inicialmente, se trata de aliviar el dolor. Para ello, lo mejor es administrar un antiinflamatorio, que al mismo tiempo que actuará sobre el dolor, disminuirá la inflamación de la pared del uréter, permitiendo así una eliminación más temprana de la posible litiasis. Si con esto no es suficiente, se recomendará acudir a un médico, para que valore el caso, pues tal vez precise administrar medicación en vena. Mientras se encuentre con dolor, se aconseja beber poco líquido, al revés de la creencia generalizada; el motivo es bien sencillo, ya que si bebemos más líquido, aumentaremos la cantidad de orina en el riñón, empeorando la dilatación y, por lo tanto aumentando el dolor. Una vez que el dolor cesa con la medicación, entonces se aconsejará beber cada hora un vaso de los de agua, aunque puede ser de cualquier líquido. Viene muy bien el calor local (manta eléctrica, bañera con agua caliente, etc.), pues relajará la musculatura de la pared ureteral, aliviando así el dolor. Este tratamiento ya era recomendado por el médico medieval Avicena. Si existe fiebre, se considerará una urgencia a estudiar y tratar, pues mediante una ECO habrá que valorar el grado de dilatación y, si es importante, interesará drenar esa orina, mediante un catéter, ya que puede estar infectada (de ahí la fiebre). Además, se iniciará tratamiento antibiótico. Si con el tratamiento médico no es suficiente para expulsar la litiasis, entonces habrá que valorar otro proceso terapéutico, como: a) Litotricia Extracorpórea: El procedimiento en sí, consiste en romper el cálculo, mediante dichas ondas de choque. . b) Ureteroscopia: proceso quirúrgico, en el que a través de la uretra (vía endoscópica), se llega al uréter y, se intenta extraer la piedra, o fragmentarla con ondas de choque (litotricia endocavitaria). c) Nefrolitotomía percutánea: técnica quirúrgica laparoscópica, en la que se llega al riñón y se fragmentan las piedras. Se indica en litiasis de un tamaño mayor a 2 cm., de diámetro. ¿Cómo prevenirlo? La medida más efectiva es beber al menos dos litros de líquido al día, pues esto hará un efecto depurativo de los posos de la orina. Yo, suelo poner el ejemplo del río: si éste lleva mucha agua, su cauce estará limpio, pero si lleva poco agua, será un río sucio; pues con la vía urinaria ocurre lo mismo. Si hay alteraciones metabólicas, como son el exceso de ácido úrico (hiperuricemia), o de calcio (hipercalcemia), o déficit de alguna sustancia protectora, como es el citrato potásico, habrá que poner los medios adecuados en cada caso concreto. Recuerde Mientras haya dolor, beba poco líquido, o de lo contrario le intensificará el dolor. El calor local, le beneficiará en los momentos de dolor. Si se añade fiebre superior a 38º, deberá acudir a un servicio de urgencias. El objetivo del tratamiento del cólico renal, no sólo es expulsar la piedra, sino evitar su reaparición.