los traumatismos de la uña \(cap iv\)

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Los traumatismos de la uña (Cap IV)
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Hematomas subungueales.
La aparición de un hematoma subungueal refleja siempre la existencia de una lesión del
lecho ungueal subyacente. Dicha lesión produce una hemorragia cuyo producto queda
alojado entre la cara interna de la uña y el lecho ungueal, este hematoma se observa a
simple vista, gracias a la naturaleza translucida de la uña.
Dependiendo de la fracción de superficie del lecho ungueal que se halle involucrada en
el mencionado hematoma, se han de adoptar distintas formas de tratamiento. En el caso
de hematomas de pequeño volumen, se ha de suponer que la lesión producida en el
lecho ungueal, es correspondiendo a la magnitud del hematoma de características leves.
En estos casos la actuación correcta consistirá en la perforación de la uña, a fin de
conseguir la extracción del hematoma y la liberación de la presión que este ejerce. Esta
operación se ha de llevar a cabo un con un filamento metálico, para lo cual bien puede
servir el alambre que conforma un clip de los utilizados para sujetar papeles.
Una vez de halla enderezado un extremo del mencionado clip, se calentara este al rojo
vivo, con lo cual atravesara fácilmente el cuerpo de la uña. La presión que se ha de
ejercer sobre el clip ha de ser comedida y efectuada con extrema precaución,
retirándose inmediatamente una vez haya conseguido su objetivo.
Si esto se lleva a cabo correctamente, el propio hematoma hace las veces de colchón
liquido protector, el cual va a impedir cualquier tipo de quemadura en lecho ungueal.
Este orificio como la lógica indica, se ha de practica lo mas distal menté posible, ya que
a medida que va creciendo la uña, esta desaparecerá mas rápidamente.
En el caso de que el hematoma ocupe la practica totalidad de la uña, con toda
seguridad, en el lecho ungueal se habrá producido una lesión de cierta importancia, por
lo cual, es posible que sea necesario extraer la uña en su totalidad, para poder suturar
los daños producidos en el tejido subyacente.
Una vez practicada la sutura necesaria, se volverá a instalar la uña en su alojamiento
original, procediéndose a la sujeción de la misma por medio del tipo de sutura adecuado.
Esta operación, será llevada a cabo por personal altamente especializado, dada la
dificultad que puede ofrecer.
En otras ocasiones aparecen en la uña una especie de hematomas lineales y
longitudinales, se trata efectivamente de hematomas reales, pero de tan pequeña
magnitud que solamente ocupan una o dos de las extras que facilitan la adherencia de la
una al lecho. Este tipo de afecciones no precisa la mayor parte de las veces de
tratamiento.
Pedro J. García García.
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