8 A C S U B EN S A M I L C S O L DE O D A S D E L PA s e n io c ia r a v s e t n orta p im o id n e t a h a r r s lo , s o u El clima de la Tie ig t n a s a m li sc lo ir u it t s n o c e r a r a de s le a r en el pasado. P u t a n s o iv h c r sa lo n e s le a ñ e s n a c s s e u p n a científicos bu e d n o S . s ano é c o s lo n e n ié b m a ios. la tierra, pero t ic d in s o s o li a v e d a c s u b n e s o in r a m s los fondo 1. El océano tiene memoria Las variaciones de la irradiación solar, ligadas a la posición de la Tierra respecto del sol, explican la alternancia de episodios glaciares (fríos) e interglaciares (cálidos) en el transcurso del último millón de años de la historia de nuestro planeta. Estos cambios climáticos han tenido un impacto sobre el nivel del mar, la temperatura y la circulación de las corrientes oceánicas; los cambios están registrados en la composición de los sedimentos marinos o de ciertos organismos fósiles. Actualmente estamos en un periodo interglaciar. Es la continuación del último episodio glaciar que culminó hace alrededor de 20.000 años. La temperatura promedio de la Tierra era entonces inferior en 4 o 5° C; el hielo cubría una gran parte del norte de Europa y América, pero los océanos tropicales estaban localmente un poco más calientes que hoy (+ 1 o 2° C). Durante el último máximo glaciar, el nivel medio de los océanos era de 120 metros más bajo que en la en sus La barrera de arrecife, paisaje marino típico del Pacífico, encierra corales una valiosa memoria de los climas del pasado. actualidad. 2. En el fondo de los mares Las primeras investigaciones paleoceanográficas se realizaron sobre la composición de las diferentes capas de sedimentos acumulados a lo largo del tiempo en el fondo de los océanos. Los sedimentos de los sondeos oceánicos revelan diferentes especies de foraminíferos (organismos marinos con concha). Estas especies se diferencian por un medio ambiente específico (especialmente la temperatura); viven ya sea en la superficie (planctónicos) o en el fondo (bentónicos). El análisis de la distribución de las diferentes especies de estos dos tipos de foraminíferos así como la composición geoquímica de sus conchas aportan información muy valiosa sobre la temperatura del mar (respectivamente en la superficie y el fondo de los mares) y sobre la circulación de las masas de aguas oceánicas. El estudio de ciertas conchas fósiles permitiría analizar los episodios de El Niño que se produjeron a lo largo de los últimos nueve milenios. Conchas de Protothaca thaca y anomalías de crecimiento ligadas a las temperaturas del agua de mar demasiado cálidas en algunos veranos (A, B, C). Línea punteada: línea de corte. 3. Cuando los corales hablan Los esqueletos de algunas especies de corales proporcionan información sobre el medio ambiente marino y las condiciones climáticas del pasado en las regiones tropicales. Así, mediante sondeos en macizos de corales vivos, los científicos han podido determinar las temperaturas superficiales del océano, su salinidad y variaciones de precipitación durante periodos de algunos decenios o de uno o dos siglos. Las investigaciones sobre corales fósiles más antiguos han permitido reconstituir las condiciones climáticas de los trópicos en el transcurso de ciertos periodos del pasado y reconocer manifestaciones del fenómeno de El Niño, por ejemplo a finales del último periodo glaciar. En 2005, una expedición científica internacional inició una vasta campaña de sondeos de macizos de coral en el Pacífico sur. ¡El análisis de los corales fósiles de la barrera de coral de Tahití ha permitido 230 ° 220 ° 210 ° reconstituir la variación del nivel marino en un periodo que abarca los últimos 20.000 años!