manual didactico trauma menor iavante

Anuncio
MANUAL DIDÁCTICO
TÉCNICAS DE ENFERMERÍA EN LA
ASISTENCIA AL TRAUMATISMO MENOR
IMPARTIDO POR IAVANTE
Director/a de Programa
Marlén Castro Navarro
Equipo de diseño docente
Ernesto Muñoz Álvarez
Marlén Castro Navarro
Benjamín Yáñez Caballero
© Toda la información contenida en este documento es propiedad de IAVANTE, Fundación para el Avance
Tecnológico y Entrenamiento Profesional de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía. Queda
prohibida la reproducción total o parcial de dicho contenido.
MÓDULO I: ABORDAJE Y REPARACIÓN DE
HERIDAS.
© IAVANTE
1
TÉCNICAS DE ENERMERÍA EN LA ASISTENCIA AL TRAUMATISMO MENOR
MÓDULO I: ABORDAJE Y REPARACIÓN DE HERIDAS.
INDICE MÓDULO I
1.- Introducción. Cirugía menor y enfermería. Aspectos legales.
2.- Recuerdo anatómico de la piel.
3.- Heridas: generalidades. Cicatrización.
4.- Instrumental quirúrgico.
5.- Materiales de sutura.
6.- Anestésicos locales.
7.- Cierre de heridas.
8.- Técnicas de sutura.
9.- Actuación ante una herida.
10.- Retirada de suturas.
11.- Resumen.
12.- Bibliografía.
OBJETIVO GENERAL
-
Adquirir los conocimientos y habilidades necesarios para la realización de
suturas simples de heridas.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
-
Reconocer el material de curas y suturas y su forma de uso.
Conocer los anestésicos locales y su forma de administración.
Manejar de forma correcta el instrumental quirúrgico.
Identificar las técnicas de sutura más frecuentes y sus indicaciones.
Adquirir destreza manual en la realización de suturas simples.
Elegir el material más adecuado a cada tipo de herida.
Valorar la retirada de puntos de sutura.
Retirar puntos de sutura de forma correcta.
© IAVANTE
1.- INTRODUCCIÓN.
1.- Definición de cirugía menor. Aspectos legales.
“La Cirugía menor incluye una serie de procedimientos quirúrgicos sencillos y
generalmente de corta duración, realizados sobre tejidos superficiales
y/o
estructuras fácilmente accesibles, bajo anestesia local, que tienen bajo riesgo y tras
los que no son esperables complicaciones postquirúrgicas significativas”
“La cirugía menor comprende aquellos procedimientos quirúrgicos sencillos y de
corta duración (15-30 minutos), realizados sobre tejidos superficiales o estructuras
subcutáneas fácilmente accesibles, bajo anestesia local, que no precisan
instrumental sofisticado y en los que no se esperan complicaciones intra ni
postoperatorias importantes. Así mismo los cuidados postquirúrgicos que requiere,
son poco especializados y pueden ser asumidos por el propio paciente o su familia.
Las entidades sobre las que está indicada la cirugía menor no deben tener a priori
sospecha diagnóstica de malignidad.”
Según el Real Decreto 63/1995 de 20 de Enero (BOE nº 35 de fecha 10 de Febrero
de 1995), de Ordenación de prestaciones sanitarias, facilitadas directamente a las
personas por el Sistema Nacional de Salud y financiadas con cargo a la Seguridad
Social o fondos estatales adscritos a la sanidad, la cirugía menor en nuestro país
está incluida dentro de las prestaciones del ámbito de la Atención Primaria. Sin
embargo, no se practica de forma habitual ni está extendida su práctica en
Atención Primaria por igual en las diferentes comunidades autónomas de nuestro
país.
¿Quién puede realizar técnicas de Cirugía Menor?
La titulación de Licenciado en Medicina y Cirugía legitima oficialmente al médico
general para la práctica de la cirugía menor.
El médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria recibe además formación
específica para la práctica de la cirugía menor.
Los enfermeros/as están habilitados por Orden del Ministerio de la Gobernación de
26 de Noviembre de 1945 (estatuto de Practicantes, Matronas y enfermeras) “para
realizar, con las indicaciones o vigilancia médica, el ejercicio de las operaciones
comprendidas bajo el nombre de cirugía menor”.
En todo caso el profesional que realiza Cirugía Menor debe actuar conforme a sus
capacidades y actuar siempre según la “Lex artis”, es decir con la técnica correcta
exigible a un profesional y respecto a los protocolos establecidos, para lo cual debe
estar formado y entrenado en los campos específicos de su competencia
profesional, motivo este del desarrollo de acciones formativas como la presente.
Además hay que tener en cuenta los requisitos legales administrativos y técnicos
que cada centro establezca en base a la normativa vigente.
El Servicio Andaluz de Salud exige por Decreto 16/94 Art. 5.b, a los centros
sanitarios para la práctica de cirugía menor ambulatoria., los siguientes requisitos
administrativos y técnicos. Y son los siguientes:
© IAVANTE
1
•
•
•
•
Los centros sanitarios deben contar con una memoria descriptiva de la
cartera de servicios donde se especifiquen los objetivos asistenciales.
En defecto de la memoria citada anteriormente, declaración de los procesos
y patologías que se van a tratar y procedimientos quirúrgicos y técnicas
anestésicas que se van a efectuar.
La titulación sanitaria de los recursos humanos.
Existencia de protocolos que regulen y garanticen los procedimientos de
higiene y asepsia, proceso de esterilización de material, actuaciones en caos
de urgencias, y registro y archivo de las correspondientes actuaciones en las
historias clínicas.
En Andalucía, el Servicio Andaluz de Salud refleja en la “Guía para la actuación de
la Inspección de Prestaciones y Servicios Sanitarios” las condiciones y materiales
mínimos requeridos para el ejercicio de la cirugía menor de forma ambulatoria.
Requisitos mínimos exigidos para la práctica de la cirugía menor. (Según “Guía para
la actuación de la Inspección de Prestaciones y Servicios Sanitarios” del Servicio
Andaluz de Salud)
•
•
•
Titulación de Licenciado en Medicina y Cirugía, de la persona que esté al
frente del equipo.
Sala de curas de uso exclusivo para la práctica de la cirugía, que dispondrá
de camilla para el paciente, asiento para el profesional sanitario, lavabo con
agua corriente, fuente de luz, mesa auxiliar, almacén adecuado para
material de curas e instrumental.
Garantizar la atención básica en caso de urgencia: disponibilidad de material
para control de la vía aérea y la ventilación y el mantenimiento de la
circulación, así como la formación adecuada en maniobras de soporte vital
básico de los profesionales.
2.- Indicaciones y técnicas en cirugía menor.
Dada la variabilidad en el ejercicio de la cirugía menor tanto en el ámbito de
desarrollo que le correspondería como del profesional que debe realizarla, no
existe consenso entre los diferentes autores e incluso entre los distintos
profesionales respecto a cuales son las patologías susceptibles de cirugía menor y
cuales dentro de la cirugía menor pueden realizarse en Atención Primaria de forma
ambulatoria.
Las indicaciones las decidirá cada profesional en base a sus capacidades y a los
medios de que disponga, pero no obstante deberían existir unas normas y criterios
unificados por los diferentes profesionales implicados y especialistas en la materia,
que reflejados en protocolos o procedimientos de actuación facilitaran la práctica
de la cirugía menor haciéndola extensible entre los profesionales.
Entre la bibliografía revisada encontramos como técnicas y/o procesos que pueden
resolverse mediante cirugía menor los siguientes:
• Reparación de heridas cutáneas.
• Drenaje de abscesos superficiales y panadizos.
• Extirpación de lesiones benignas de la piel: quistes sebáceos, quistes
epidermoides, nevus, verrugas, etc.
• Patología de la uña.
• Extracción de cuerpos extraños enclavados.
• Desbridamiento de úlceras cutáneas.
Las técnicas empleadas en cirugía menor son:
© IAVANTE
2
•
•
•
•
•
•
Sutura y reparación de heridas.
Escisión circular/fusiforme
Punciones, drenajes.
Curetaje.
Crioterapia.
Rebanado/afeitado
Las técnicas anestésicas empleadas en cirugía menor son:
• Anestesia local tópica.
• Anestesia local por infiltración.
• Anestesia troncular
En el presente manual nos planteamos como objetivo el conocimiento de las
técnicas básicas de cirugía menor para la reparación de heridas, incluida la
administración de anestesia local por infiltración, necesaria para realizar la técnica
sin dolor para el paciente.
2.- Recursos materiales necesarios para cirugía menor.
Como ya hemos expuesto anteriormente existen diferentes normativas en cuanto a
los requisitos físicos y de medios mínimos exigibles. Describimos a continuación un
ejemplo de dotación de medios de una sala óptima para cirugía menor.
2.1.- Sala de cirugía menor:
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Habitación de uso exclusivo, de extensión mínima de 9 m², con una
ventilación adecuada.
Camilla articulable, con aislamiento antielectrostático del suelo.
Fuente de iluminación, preferiblemente lámpara articulada de luz fría.
Material accesorio: mesa auxiliar (de Mayo), vitrinas para almacenamiento
de material, contenedor de residuos biológicos, contenedor de material
punzante, etc.
Lavabo de agua corriente con grifo de palanca para accionarlo con el codo o
el pie.
Fuente de oxígeno con caudalímetro: toma de pared o portátil.
Sistema de aviación eléctrico.
Habitación contigua e independiente para sala de sucio: con pila para
limpieza y desinfección del material..
Sistema de esterilización del material: autoclave por calor húmedo, estufas
de calor seco, esterilización por óxido de etileno).
© IAVANTE
3
•
•
Alumbrado de emergencia, señalización y generador de energía para
suministro autónomo de al menos 2 horas (obligatorio en salas de curas y
quirófanos).
Material para soporte vital avanzado.
2.- ESTRUCTURA Y FUNCIONES DE LA PIEL.
La piel es el órgano que recubre completamente el cuerpo humano, siendo una de
sus funciones principales la protección frente a las agresiones del medio externo.
Se continúa con las mucosas mediante las uniones cutáneomucosas de los labios,
orificios nasales, vulva, prepucio y ano. A la vez que aísla el organismo del exterior
lo relaciona con éste mediante las funciones del tacto, la sensibilidad, el dolor, el
aspecto externo, etc.
Es el órgano más grande del cuerpo humano. En el adulto de tamaño medio tiene
una superficie de unos 1600 cm² y representa el 15% del peso corporal total.
El espesor medio de la piel es entre 0,5 y 2 mm, siendo más gruesa en las manos,
pies y nuca, pudiendo llegar hasta 4 mm.
La piel está compuesta por dos: la epidermis es la capa más externa, mide entre
0,07 y 0,12 mm de grosor; la dermis es la capa de soporte principal de la piel, le
confiere resistencia y elasticidad, así como la sensibilidad pues en ella se
encuentran los sensores del tacto. Algunos autores incluyen el tejido celular
subcutáneo como una tercera capa de la piel o hipodermis.
En la piel están incluidos los llamados anejos cutáneos: folículos pilosos, glándulas
sebáceas, glándulas sudoríparas y uñas.
Funciones de la piel:
•
•
•
•
•
•
Protección frente a agresiones externas tanto físicas (frío, calor, radiaciones
UV), como mecánicas (erosiones, traumatismos, etc.), como químicas
(barrera impermeable) y biológicas (impide la entrada de microorganismos).
Regulación de la temperatura.
Interviene en la regulación del equilibrio hidroeletrolítico: mediante la
eliminación de líquidos y electrolitos a través del sudor, e impidiendo la
entrada y pérdida de agua.
Síntesis de vitamina D.
Relación con el entorno: a través de las funciones sensitivas (tacto, dolor,
calor, etc.); el aspecto externo junto con el tacto interviene en las relaciones
sociales y la autopercepción de la propia imagen corporal que influye en la
autoestima de la persona.
Identificación de la persona: fenotipo y dermatoglifos (huellas dactilares).
Teniendo en cuenta las funciones de la piel es lógico pensar la importancia de
mantener la integridad de la piel así como favorecer la reparación de ésta
cuando sufre una solución de continuidad.
Estructura de la piel:
•
Epidermis: es la capa más externa de la piel, compuesta por epitelio
escamoso estratificado queratinizado, lo cual le confiere gran resistencia.
Tiene un espesor entre 0,07 y 0,12 mm. Es la primera línea de defensa de la
piel junto con el manto ácido o manto graso (emulsión formada por
© IAVANTE
4
sustancias hidrosolubles y lípidos que forman una capa protectora a modo
de barrera epidérmica que evita la descamación de la piel e impide la
entrada de microorganismos gracias a su carácter ácido, pH 4,7-4,9).
La capa más externa de células forma el estrato córneo, que se regenera
completamente cada 15-30 días, gracias a la proliferación de las células del
estrato más interno, el estrato basal. Éste se encuentra en contacto con la
membrana basal, que une la epidermis con la dermis. La membrana basal
tiene una gran capacidad proliferativa y es fundamental en los procesos de
reparación cutánea.
En la epidermis se encuentran además: los melanocitos, responsables del
color de la piel y cuya función es la protección frente a las radiaciones
ultravioleta; las células de Langerhans, relacionadas con la respuesta
inmunitaria de la piel; y terminaciones nerviosas.
La epidermis no tiene capilares sanguíneos, recibe el oxígeno y los
nutrientes necesarios por difusión desde la dermis.
Una erosión que afecte exclusivamente a la epidermis se reparará sin dejar
huella o cicatriz alguna.
•
Dermis: está formada por una red de fibras de colágeno y fibras elásticas
que constituyen la estructura de soporte principal de la piel. Esta estructura
es la responsable de la resistencia y elasticidad de la piel. Entre la red de
fibras elásticas que constituyen la dermis, se encuentran también elementos
celulares y la sustancia fundamental. Tiene un espesor entre 1 y 3 mm.
En la dermis están incluidos los anejos cutáneos (folículos pilosos, glándulas
sebáceas, glándulas sudoríparas y uñas), vasos sanguíneos, vasos linfáticos
y nervios. Además en algunas zonas de la piel (areola mamaria, escroto,
periné) existen fibras musculares lisas capaces de arrugar la piel. También
existen fibras musculares lisas dentro de la dermis constituyendo los
músculos erectores del pelo.
- Elementos celulares de la dermis:
o Fibroblastos: producen el colágeno y la sustancia fundamental.
o Macrófagos: fagocitan cuerpos extraños.
o Mastocitos: inflamación y respuesta inmunológica.
- Fibras:
o Colágenas: compuestas por colágeno, proporcionan fuerza y
elasticidad a la piel.
o Elásticas: compuestas por elastina, proporciona fuerza, elasticidad y
sobre todo extensibilidad.
o Reticulares: compuestas por mucopolisacáridos, forman una malla
que cohesiona la estructura dérmica. Rodea a los anejos cutáneos y
vasos.
- Sustancia fundamental:
Está constituida por proteínas, glucosa, electrolitos, agua y material
mucinoso. Tiene una función de relleno del espacio entre células.
- Anejos cutáneos:
o Pelos: están formados por queratina dura. Nacen en el folículo piloso
y desembocan en el exterior a través de la epidermis. Es importante
destacar que el folículo piloso tiene forma de invaginación y está
recubierto de membrana basal, altamente regenerativa, por lo que
una herida en zona donde exista pelo cicatrizará mejor que otra
donde no exista pelo. Y un traumatismo que destruya los folículos
© IAVANTE
5
o
o
o
o
•
pilosos puede dar lugar a zonas depiladas permanentemente. El pelo
dispone del músculo erector del pelo, responsable de la piloerección,
que es un mecanismo de defensa frente al frío y una respuesta a
diversas emociones.
Las uñas: están constituidas por queratina epidérmica, que forma
una capa córnea que cubre la cara dorsal de las últimas falanges de
los dedos. Las uñas descansan sobre la dermis, que forma un pliegue
en la raíz y los bordes laterales de la uña (pliegue ungueal proximal y
pliegue ungueal lateral). La uña se forma a partir de la matriz
ungueal, tejido especializado de la dermis ungueal.
La función de las uñas es instrumental (pinza fina) y protectora de la
forma distal de los dedos.
Glándulas sebáceas: se encuentran en la zona más superficial de la
dermis y drenan el sebo al folículo piloso o directamente a la
superficie cutánea en algunas zonas (glande, labios menores, papilas
mamarias, comisuras bucales). Se encuentran repartidas por toda la
superficie corporal excepto palmas de manos y pies, y son más
numerosas en cara y cuero cabelludo.
Glándulas sudoríparas: forman el sudor, que está constituido
fundamentalmente por agua, sodio, cloro, potasio, urea y amoniaco.
La producción del sudor interviene
en la regulación de la
temperatura corporal y es una respuesta a determinados estímulos
como situaciones de estrés, el calor, estímulos simpáticos y para
simpáticos. Hay dos tipos de glándulas sudoríparas: ecrinas, drenan
directamente a la superficie cutánea; y apocrinas, drenan al folículo
piloso, se localizan fundamentalmente en axila, área anogenital,
areola y pezón.
Vasos sanguíneos: el aporte sanguíneo de la piel procede de los
vasos del tejido subcutáneo, que atraviesan verticalmente la dermis
formando una amplia red con abundantes anastomosis. Existiendo
dos plexos vasculares intercomunicados entre sí: un plexo vascular
profundo, localizado en la hipodermis y un plexo vascular superficial
localizado en la dermis. Existe una comunicación directa entre
circulación venosa y arterial. La circulación sanguínea desempeña un
papel primordial en la termorregulación del cuerpo y es fundamental
en los procesos de reparación de las heridas.
Tejido celular subcutáneo o hipodermis: está formado por tejido conjuntivo
laxo y tejido adiposo, poco vascularizado.
Su función es protección (amortiguador frente a traumatismos varios),
aislante térmico y reserva de energía.
3.-HERIDAS. GENERALIDADES.
Herida es una lesión que produce solución de continuidad de la piel y/o mucosas, ya
sea producida accidentalmente por traumatismos u otras agresiones a la piel, o por
un acto quirúrgico.
Las heridas se pueden clasificar de distintas formas atendiendo a diversas
características de las mismas, como es la forma de la herida, la profundidad, y
afectación de estructuras adyacente, el tamaño, el mecanismo de producción, el
grado de contaminación, etc.
© IAVANTE
6
3.1.- Clasificación de las heridas.
Según el mecanismo de producción:
•
•
•
•
Incisas: son heridas de bordes regulares, longitudinales, de mayor o menor
profundidad, ocasionadas por objetos cortantes más o menos afilados.
Contusas: heridas de bordes mal definidos, irregulares, con afectación de
tejidos blandos, producidas por golpes o traumatismos directos.
Frecuentemente se asocian a la formación de hematomas. A veces se
produce arrancamiento de la piel, que cuando se localiza en cuero cabelludo
se denomina “scalp”.
Punzantes: heridas profundas, con un orificio de entrada pequeño, con
afectación de tejidos profundos, y grave de riesgo de afectación de
estructuras internas según la localización, suelen asociarse a hemorragia
importante. Producidas por objetos puntiagudos.
Abrasivas: heridas superficiales producidas por fricción.
Según su profundidad y complejidad:
•
•
Simples o superficiales: afectación hasta el tejido celular subcutáneo, sin
afectación de otras estructuras adyacentes. De buen pronóstico, por la zona,
no afectación de nervios, tendones o vasos sanguíneos, no presencia de
cuerpos extraños, etc.
Profundas o complejas: afectación de capas profundas de la piel y afectación
o posibilidad de afectación de otros tejidos como músculos, nervios,
tendones, etc. También pueden resultar complejas por su extensión, por
pérdida importante de tejidos, por contaminación, presencia de cuerpos
extraños, etc.
Según el riesgo de infección:
•
•
•
Limpias: heridas en las que se presume la no existencia de gérmenes
patógenos, de bordes limpios, producidas por objetos y en un entorno
limpio, siempre y cuando no hayan pasado más de 8 horas desde su
producción. Un ejemplo son las heridas quirúrgicas efectuadas en
condiciones de asepsia.
Contaminadas: heridas sucias en las que hay que considerar la presencia de
gérmenes bien por el mecanismo de producción, el entorno, o el tiempo
transcurrido desde su producción (más de 8 horas). Las heridas accidentales
traumáticas producidas en un entorno sucio (tierra por ejemplo) deben
considerarse dentro de este grupo.
Infectadas: heridas con presencia de gérmenes patógenos. Se incluyen en
este tipo las heridas por mordeduras.
3.2.- Tipos de cicatrización o cierre de heridas.
La cicatrización es el proceso de reparación de los tejidos por parte del organismo.
Este proceso puede producirse de tres formas:
•
Cicatrización por primera intención: la cicatrización se realiza por
aproximación de los bordes y debajo de éstos. La aproximación de los
bordes puede ser espontánea o provocarla de forma terapéutica mediante la
© IAVANTE
7
sutura (“coser” los bordes). Siempre será necesario no obstante el vendaje e
inmovilización para mantener los bordes enfrentados el tiempo suficiente
para que se produzca la cicatrización.
Indicada en heridas limpias, de bordes regulares, con escasa pérdida de
sustancia, poco evolucionadas en el tiempo y heridas quirúrgicas. El
resultado estético y funcional es mejor que en el cierre por segunda
intención y el proceso es más rápido, por lo que se recomienda la sutura
directa siempre que no esté contraindicada y sea factible.
•
Cicatrización por segunda intención: se deja evolucionar la herida,
produciéndose la cicatrización desde los bordes y base de la herida. Nuestra
función será facilitar el proceso de cicatrización, estando recomendada la
cura húmeda.
Este tipo de cicatrización es lenta y los resultados estéticos y funcionales no
previsibles, siendo peores que en el cierre por primera intención.
Indicada en heridas muy extensas, de bordes muy separados, infectadas o
potencialmente infectadas (mordeduras), con pérdida de sustancia, etc.
•
Cicatrización por tercera intención o cierre diferido: se realiza la
aproximación de los bordes mediante sutura, pero dejando los hilos sin
anudar. Se realiza vendaje con apósitos húmedos para proteger la herida
durante 8-10 días, tiempo tras el cual se valora el completar la sutura si no
existen signos de infección.
Este tipo de cierre está indicado en heridas muy sucias o con mucha
destrucción de tejidos (heridas por asta de toro, heridas por aplastamiento,
mordeduras de animales, etc.) en las que el riesgo de infección es elevado.
También hablamos de cierre por
tercera intención cuando en las
heridas que suturadas inicialmente
bien por infección o por dehiscencia
de la sutura, se abren en cuyo caso
se pueden
dejan cicatrizar
por
segunda intención o se suturan de
forma diferida.
Los resultados estéticos y funcionales
son intermedios entre la cicatrización
primaria y la secundaria.
Dehiscencia de sutura.
© IAVANTE
8
4.- INSTRUMENTAL QUIRÚRGICO.
4.1.- Instrumental.
Bisturí: mango + hoja desechable
de disección
Pinzas Kocher
de Mathieu
Tijeras
Porta de Mayo
Pinzas
Porta
4.1.1.- Esterilización del material quirúrgico.
La limpieza, desinfección y esterilización del material quirúrgico es una de las
medidas imprescindibles, y por lo tanto obligada, para evitar la infección durante el
acto quirúrgico.
La limpieza del instrumental es la eliminación de la suciedad visible. Mediante la
limpieza se eliminan restos orgánicos y otras sustancias, a la vez que se reduce el
número de microorganismos por la acción mecánica de arrastre del proceso de
limpieza. Es un paso previo necesario para el proceso de desinfección y
esterilización.
Una limpieza correcta consta de las siguientes fases: enjuagado con abundante
agua, enjabonado del instrumental, aclarado abundante y minucioso y secado
exhaustivo. Es muy importante que no queden restos orgánicos ni de detergente, ni
tampoco gotas de agua que puedan hacer de barrera protectora para los gérmenes
e impidan acción del agente esterilizador.
La desinfección es la eliminación de hongos, bacterias y virus, excepto las formas
esporuladas, de superficies u objetos inanimados. La desinfección puede ser de tres
niveles (alto, intermedio y bajo) en función de la destrucción de microorganismos
que consiga.
© IAVANTE
9
El método empleado habitualmente es la desinfección mediante productos químicos
(desinfectantes). Los desinfectantes químicos deben ser idealmente productos
solubles en agua, que no se inactiven con detergentes ni materia orgánica, que no
sean tóxicos, ni irritantes, ni corrosivos con los materiales, y que tengan eficacia
antimicrobiana y efecto rápido.
Entre los desinfectantes químicos de alta desinfección disponemos en el mercado de
los siguientes: soluciones de glutaraldehído al 2%, peróxidos de hidrógeno al 3% y
al 6%, cloro y derivados clorados, ácido peracético al 0. 2%. Siendo el
glutaraldehído al 2% (Instrunet® en sus diferentes presentaciones) uno de los
mejores y por ello más usado en la actualidad. Algunos desinfectantes pueden
conseguir la esterilización si se utilizan las concentraciones adecuadas y se
prolonga el tiempo de exposición.
Otros desinfectantes de intermedia o baja desinfección son: el alcohol al 70 %,
hipoclorito sódico, fenoles y derivados yodados.
También existen métodos físicos de esterilización como la pasteurización (agua a
temperatura elevada), hoy día en desuso; y las radiaciones ultravioleta, utilizado
para la depuración del aire.
La esterilización es la destrucción completa de toda forma de vida microbiana
incluidas las formas esporuladas.
El instrumental quirúrgico y el resto de materiales utilizados en cirugía menor
deben ser estériles y manejarse con técnica estéril.
Se puede realizar la esterilización del instrumental por medios físicos (vapor a
presión, calor seco) o químicos (óxido de etileno, glutaraldehído al 2%, etc.)
•
•
•
La esterilización por calor húmedo es muy eficaz, a la vez que es un
procedimiento rápido, sencillo y barato, que no genera residuos tóxicos, por
lo que es el medio de esterilización más usado tanto a nivel hospitalario
como extrahospitalario. Se realiza en unos aparatos diseñados para ello
llamados autoclave. El autoclave nos permita controlar la temperatura, la
humedad y la presión dentro de la cámara.
Se pueden esterilizar por calor húmedo el instrumental quirúrgico metálico,
los textiles, materiales de vidrio, y muchos plásticos y gomas.
La esterilización por óxido de etileno permite la esterilización de materiales
que no soportan temperaturas elevadas, como es el caso de algunos
plásticos. El óxido de etileno es tóxico, requiere mucho tiempo y necesita un
periodo de aireación para evitar la toxicidad de las personas que entran en
contacto con los materiales, por lo que resulta un procedimiento costoso, de
escaso uso en atención primaria.
Otro procedimiento de esterilización es el calor seco, actualmente en desuso
porque estropea mucho el material debido a las altas temperaturas y el
tiempo de exposición necesario. Es un procedimiento sencillo y económico,
que se realiza en los denominados “hornos” de Pasteur o “estufas” de
Poupinell. No se puede utilizar con materiales termosensibles como los
textiles, gomas y plásticos.
4.2.- Antisépticos.
Los antisépticos son sustancias químicas capaces de destruir (bactericidas) o inhibir
(bacteriostáticos) el crecimiento de microorganismos patógenos y que pueden
utilizarse sobre tejidos vivos.
Es fundamental recordar que los antisépticos son tóxicos para las células del
proceso de cicatrización (granulocitos, fibroblastos, etc.), por lo que se evitará su
uso innecesario en heridas abiertas y úlceras en fase de granulación y/o
© IAVANTE
10
epitelización. Además la mayoría de los antisépticos se inactivan en presencia de
materia orgánica (sangre por ejemplo), lo cual hace necesaria una buena limpieza
previa de la zona a tratar (con agua y jabón o solución de suero salino isotónico).
No se debe mezclar más de un antiséptico.
Las características que hay que valorar en un buen antiséptico son: amplio
espectro bactericida, acción rápida y duradera, actividad en presencia de materia
orgánica, no irritante, no corrosivo, que no tiña la zona ni tatúe las cicatrices, baja
capacidad de sensibilización, baja absorción sistémica, que no cause molestias en
su aplicación, que respete el tejido sobre el que se utiliza. No existe ningún
antiséptico que cumpla todas las características, así que hay que elegir el más
adecuado dependiendo de las necesidades particulares de cada lesión.
Entre los antisépticos de uso más extendido están los siguientes: alcohol etílico,
peróxido de hidrógeno (agua oxigenada 3%), povidona yodada, tintura de yodo,
solución acuosa de yodo (solución de Lugol), clorhexidina, etc.
• Productos derivados del cloro.
Buenos bactericidas y virucidas. Son desodorantes y decolorantes.
Muy usados para potabilizar el agua y en desinfección de suelos (lejía).
Como antiséptico cabe destacar la Solución de Dakín (solución acuosa de
hipoclorito sódico, transparente, color amarillento y olor débil a cloro, isotónica
son el suero sanguíneo). Muy utilizada antiguamente, y aunque hoy en día no
se utiliza tiene ventajas sobre la povidona yodada.
Derivados del amonio cuaternario.
Cloruro de benzalconio (Armil®) y Cloruro de benzetonio (Halibut®).
Son bactericidas eficaces frente a bacterias Gram ±, menos para muchos virus y
esporas.
Recomendados para lavar heridas producidas por mordeduras.
• Biguanidas.
La Clorhexidina (Hibitane®, Hibimax®, Hibiscrub®)
solución acuosa o
alcohólica de 0.5 al 2%.
Buen antiséptico. Activo frente a bacterias, acción variable frente a hongos y
virus.
Utilizados para el lavado quirúrgico de manos y en el lavado antiséptico de la
piel. Indicado en la limpieza aséptica de las quemaduras (solución al 0.05 %).
También se usa para desinfección de instrumental quirúrgico (2 minutos en
solución al 0.5%).
Diversos autores abogan por el empleo de la clorhexidina como antiséptico para
la piel, en lugar de la povidona yodada, por las ventajas que presenta: actúa
rápidamente (15-30 segundos) y su efecto es largo (6 horas), no es irritante y
se absorbe poco a través de la piel (lo que hace que pueda utilizarse en heridas
extensas, por ejemplo en las quemaduras, y en lactantes), no se inactiva en
presencia de materia orgánica y no tiñe la piel (es transparente); se inactiva
con jabones aniónicos y hay que protegerlo de la luz y el calor.
• Yodofósforos.
Germicidas de amplio espectro (acción moderada frente a esporas).
Existen en forma de solución alcohólica (tintura de yodo) y como solución
acuosa (solución de Lugol) a distintas concentraciones; y como povidona
yodada (Betadine® en distintas presentaciones, pomada, jabón, etc.)
La povidona yodada es de acción lenta, hay que dejarla secar unos minutos. Es
una mala práctica pintar la zona e intervenir inmediatamente. Indicada para la
limpieza antiséptica de la zona a intervenir (pintado de la zona) y en el lavado
quirúrgico de manos. Se inactiva en presencia de materia orgánica y además es
tóxico para las células de la cicatrización, por lo que su uso en heridas y úlceras
retrasa el proceso de cicatrización (por ello está indicado su uso en procesos de
hipergranulación). No está indicado en superficies extensas, ni en lactantes por
© IAVANTE
11
riesgo de absorción sistémica. Junto con compuestos mercuriales forma
precipitados de alta toxicidad, por lo que está contraindicado utilizarlos
simultáneamente sobre una misma herida.
4.3.- Material fungible.
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Gasas estériles
Compresas estériles
Suero de lavado estéril
Antisépticos
Esparadrapo
Apósitos
Pomadas
Jeringas
Agujas
5.- MATERIALES DE SUTURA.
El término sutura se emplea también para nombrar los hilos que se utilizados para
“suturar”. Existen gran variedad de suturas en el mercado con unas características
específicas cada una que debemos conocer para elegir la más adecuada al tejido
que se vaya a suturar, al tipo de herida, etc.
5.1.- Las suturas.
5.1.1.- Características de las suturas:
•
•
•
•
•
•
Calibre de las suturas: diámetro de la hebra. Se dispone de 2 sistemas de
medidas: el americano (USP) que utiliza como unidad la diezmilésima de
pulgada y habla de “ceros” para referirse al grosor. Es el sistema más
utilizado. Y el sistema europeo que expresa el grosor en décimas de
milímetro.
Se debe usar el calibre más fino posible. El calibre de la aguja debe ser lo
más concordante al del hilo.
Fuerza de tensión: fuerza en kilogramos que soporta una sutura antes de
romperse. Es la responsable de mantener los bordes unidos. Debe ser
similar a la resistencia del tejido donde va a implantarse. Al fuerza de
tensión varía con el tiempo.
Tasa de absorción: tiempo que tarda en degradarse dentro del organismo.
Se mide en días. La degradación puede producirse por proteolisis (mayor
reacción por parte del organismo) o por hidrólisis.
Elasticidad: capacidad de volver a su longitud inicial una vez que cesa la
fuerza que lo mantenía estirado. Cuanto menos elástico mejor, porque la
elasticidad del hilo va a favorecer la retracción
de la herida.
Rigidez: resistencia al doblado. Influye en la
manipulación del hilo.
Memoria: capacidad de volver a su forma
original una vez que cesa la fuerza sobre el
hilo. Característica que dificulta la manipulación
del hilo.
© IAVANTE
12
5.1.2.- Clasificación de las suturas:
•
•
•
Absorbibles o no absorbibles: si son degradadas o no por el organismo.
Naturales o sintéticas: según el material del que estén elaboradas.
Monofilamento o multifilamento (torcidas o trenzadas): dependiendo del
número de hebras del que estén compuestas.
Suturas naturales no absorbibles.
•
Seda (Mersilk®)
Filamento trenzado de proteína natural.
Resistente y de fácil manejo, es la sutura más
utilizada, a pesar de los inconvenientes que
presenta: reacción a cuerpo extraño frecuente (por
su naturaleza proteica), infecciones (por su
estructura trenzada permite el alojamiento de
gérmenes entre sus filamentos).
Pierde la fuerza de tensión al año.
•
Algodón (Cotton®, Polycot®)
Es una fibra de celulosa natural.
Débil. Es necesario mojarla antes de uso.
Prácticamente en desuso en la actualidad. Una de sus indicaciones es la cirugía
de melanomas.
•
Grapas o agrafes (Appose®, Ligaclips®)
Fabricadas en una aleación de acero o titanio.
Se colocan de forma rápida y sencilla mediante una “grapadora” específica para
ello. También se necesita un instrumental especial para su retirada, la pinza
quitaagrafes.
Recomendado su uso en heridas del cuero cabelludo.
Hay que asegurarse que entre la piel que se va a suturar mediante grapas y las
estructuras subyacentes haya una separación mínima de 4.5 a 6.5 mm, para no
perforar dichas estructuras (vasos, vísceras, huesos, etc.), dependiendo del
tamaño de las grapas.
Suturas sintéticas no absorbibles.
• Poliamida o nylon (Ethicón® . . .)
Compuesto por un polímero de poliamida.
Monofilamento, en color negro, natural y azul.
Fuerza de tensión alta, buena elasticidad y mínima reacción a cuerpo extraño.
Sin embargo posee memoria, lo cual dificulta su manejo.
Hay que asegurar bien los nudos y hacer las lazadas suficientes que garanticen
que el nudo no se soltará.
Existe una variante multifilamento trenzado (Nurolón®, Surgilón®) que
presenta características de manejabilidad similares a las seda. Indicada para
aproximar o ligar tejidos bandos en general.
© IAVANTE
13
Suturas naturales absorbibles.
• Catgut (Catgut® )
Hebra quirúrgica fabricada a partir de los intestinos de bovinos (“tripa
quirúrgica”).
Fácil manejo y bajo coste. Fue la sutura absorbible más utilizada durante años.
Sin embargo ahora está prohibido su uso y comercialización debido a la crisis de
encefalopatía espogiforme bovina (Resolución de 7 de Febrero de 2001 del
Ministerio de Sanidad y Consumo).
Suturas sintéticas absorbibles.
•
Poliglactina 910 (Vicryl®)
Compuesto por ácido láctico y ácido glicólico.
Multifilamento trenzado.
Manejo y seguridad del nudo extraordinarias.
Absorción por hidrólisis a los 56-72 días.
Fuerza de tensión del 60% a los 14 días. Pierde completamente fuerza de
tensión a los 28 días, por lo que no esta indicado su uso en tejidos de
cicatrización lenta.
Recubierto de una sustancia lubricante que facilita su paso a través de los
tejidos.
Existe también el Vicryl Rapid® de características similares al anterior y
absorción rápida: fuerza de tensión del 50% a los 5 días, absorción completa a
los 42 días). Indicado para suturar piel y mucosas
•
Ácido poliglicólico:
Dexón®:
Polímero de ácido glicólico.
Multifilamento. Resistente, no rígido, anudado seguro.
Fuerza de tensión y tiempos de absorción parecidos al Vicryl®.
SSA®:
Polímero de ácido poliglicólico, impregnado de
polyglyd.
Multifilamento trenzado. Presentación en color verde o
incoloro.
Fácil manejabilidad y anudado seguro.
Mínima respuesta tisular.
Indicado para suturar tejido celular subcutáneo.
Es la sutura absorbible más usada actualmente
(sustituta del catgut).
5.1.3.- Características de la sutura ideal (Moynihan 1912).
Monofilamento.
Aplicable a cualquier intervención.
Fácil de manejar.
Mínima reacción tisular.
Adecuada resistencia tensil.
© IAVANTE
14
Anudado seguro.
Absorbible.
Absorción predecible.
Estéril.
5.2.- Agujas de sutura.
La aguja quirúrgica es el instrumento que
nos va a permitir colocar el hilo en los
tejidos para su aproximación. Para ello
debe ser penetrante, pero lo menos
traumática posible. Están fabricadas en
acero inoxidable.
La elección de la aguja es decisiva a la hora
de realizar una sutura de forma correcta y
con el menor traumatismo para los tejidos.
Existen
diferentes
tipos
de
agujas
quirúrgicas atendiendo a su forma (rectas o
curvas), al tipo de punta (de diamante,
cilíndrica, triangular, etc.) y a su tamaño y
sector. Están diseñadas en función del tipo de cirugía para el cual se van a utilizar.
Para la sutura de heridas en particular, y para la cirugía menor en general, se
utilizan agujas montadas con el hilo, no separables; generalmente curvas y de
sección triangular y aristas cortantes (llamadas atraumáticas), atraviesan
fácilmente los tejidos resistentes como la piel.
Es importante seleccionar el tamaño de la aguja apropiado para el tipo de herida,
de tal forma que permita la colocación del hilo en la profundidad deseada.
Las agujas curvas se manejan con un porta agujas (Porta de Mayo), del cual
existen también varios tamaños, debiendo adecuarse el tamaño del porta al tamaño
de la aguja. El porta debe coger la aguja entre el tercio medio y el posterior, nunca
por la punta, ni por el extremo donde se engancha el hilo.
6.- ANESTÉSICOS LOCALES.
Para evitar el dolor durante la limpieza y cura de la herida se dispone de anestesia
local. Debe valorarse su uso de forma individual, pero como norma general debe
evitarse el dolor mediante la administración de anestésicos locales, siempre que no
esté contraindicado.
El primer anestésico local que se descubrió, de forma casual, fue la cocaína, al
detectarse un adormecimiento de la lengua tras su consumo. A partir del
descubrimiento de su estructura química se sintetizaron otros anestésicos locales.
Los anestésicos locales actúan bloqueando la despolarización y conducción nerviosa
mediante el bloqueo de los canales del sodio. Los anestésicos locales pueden actuar
sobre cualquier tejido excitable (despolarizable) del organismo.
Existen preparados comerciales diversos: en solución para administración
parenteral, pomadas para administración tópica, colirios, etc.
Su vía de administración es fundamentalmente la vía parenteral: intradérmica,
subcutánea, intramuscular.
© IAVANTE
15
Los anestésicos locales son derivados del ácido paraaminobenzoico. Y se clasifican
en dos grupos dependiendo de la unión tipo éster o amida de sus moléculas.
•
Anestésicos locales tipo éster.
Mayor probabilidad de reacciones alérgicas y reacciones cruzadas entre ellos
mismos y con otros fármacos. Por eso se usan principalmente en fórmulas
tópicas (por ejemplo preanestesia gingival en odontología). Indicados también
en caso de alergias a los anestésicos del grupo amidas.
Son anestésicos de este grupo:
Tetracaína (Gingican®, Colicursí anestésico®, Topicaína®)
Novocaína (Anestidermia®, Venocaína®
Benzocaína (NTB®)
Procaína (Procaína clorhidrato®)
•
Anestésicos locales tipo amidas.
Muy eficaces y con menor riesgo de producir efectos secundarios, son los más
utilizados para infiltración anestésica local.
Lidocaína 1 y 2% (Lincaína®, Xilonibsa®, etc.)
Mepivacaína (Scandinibsa®, Scandicaín®)
Bupivacaína (Svedocain®)
Prilocaína (Citanest®)
Pueden asociarse vasoconstrictores (Adrenalina al 1/1000) a los anestésicos locales
cuando se quiere prolongar el efecto de éste o se necesite aumentar la dosis (la
vasoconstricción retarda la absorción del fármaco, prolongando su efecto y
disminuyendo la toxicidad); también para disminuir el sangrado. Existen
presentaciones comerciales de anestésicos con vasoconstrictor.
Están contraindicado el uso de vasoconstrictor en zonas distales (dedos, nariz,
orejas, pene) por el riego de necrosis, cuando exista compromiso circulatorio en la
zona, en pacientes diabéticos, hipertiroidismo, arritmias, insuficiencia cardiaca,
hipertensos, ancianos, infecciones localizadas en la zona.
Efectos adversos de los anestésicos locales:
•
•
•
Reacciones alérgicas. Más frecuentes entre los anestésicos locales del tipo
éster.
Efectos sobre el sistema nervioso: vértigos, acúfenos, contracciones
musculares, parestesias, trastornos de la visión, desorientación y mareos;
más raramente pueden producir trismos y convulsiones.
Efectos sobre el sistema cardiovascular: vasodilatación periférica.
Estos efectos adversos pueden producirse por alergia al compuesto químico o a
alguno de sus componentes, por sobredosificación absoluta (dosis máximas
permitidas) o relativa (niños, ancianos, enfermos) o inyección intravascular.
Debe disponerse de material y personal entrenado en maniobras de soporte
vital.
© IAVANTE
16
La elección del anestésico debe hacerse en función del tiempo de anestesia que se
precise, de su rapidez de acción y de la cantidad de anestesia, según las
necesidades particulares de cada caso. Es importante también tener en cuenta a la
hora de elegir el fármaco conocer su manejo y estar habituado a su uso.
La concentración del anestésico para infiltración local no debe superar al 2 %.
Es fundamental esperar el tiempo necesario para el anestésico comience su efecto.
Tabla 1: Características de los anestésicos locales más utilizados.
Anestésico
Comienzo
Potencia
Duración Dosis
local
acción
Lidocaína
5-10 minutos
Intermedia 30-120´
300-500 mg
Mepivacaína
10-15 minutos Intermedia 90-180´
300-500 mg
Bupivacaína
20-30 minutos Alta
200-300 mg
máxima
180-360´
7.- CIERRE DE LAS HERIDAS.
Para facilitar el proceso de cicatrización por primera intención, aproximamos los
bordes de la herida manteniendo éstos unidos hasta que la cicatriz sea capaz de
soportar la tensión de los tejidos sin abrirse.
Para aproximar los bordes de la herida disponemos de distintos materiales que
elegiremos en función de las características de la herida y del paciente.
7.1.- Tiras adhesivas (Sterips-Strips®)
Son tiras de esparadrapo de papel, poroso, estéril, de distintos tamaños, que sirven
para mantener unidos los bordes de pequeñas heridas, en zonas de baja tensión.
También como refuerzo de la cicatriz los días inmediatos a la retirada de puntos.
Aplicar sobre piel limpia, seca y desengrasada para que se fijen correctamente.
7.2.- Pegamento para heridas (DERMABOND®)
Es un adhesivo tisular (2-octil-cianocrilato),
tópico, líquido, estéril.
Presentación en ampollas de 0.5 cc, con un
aplicador.
En contacto con el aire se seca en pocos
segundos,
formando
una
película
que
mantiene los bordes de la herida aproximados
de forma similar a una sutura. Se desprende
espontáneamente a los 8-10 días.
Aplicación pegamento heridas
© IAVANTE
17
Está indicado en heridas limpias, pequeñas, de bordes regulares, no sometidas
a tensión, que no afecten a planos profundos, ni mucosas, ni zonas con vello.
Muy útil en niños pues evita el trauma de la sutura y no duele. Contraindicado
en pacientes con hipersensibilidad al cianocrilato o al formaldehído. Uso tópico
exclusivamente, no es absorbido por el organismo.
El adhesivo polimeriza rápidamente en contacto con el aire y la humedad. Se
adhiere a la mayoría de tejidos corporales y algunos materiales como el látex,
por lo que se debe tener precaución de no tocar el adhesivo con los guantes.
Para ello aproximar los bordes de la herida con unas pinzas sin dientes.
La utilización es sencilla, pero debe conocerse y entrenar su uso, para conseguir
los resultados deseados:
•
•
•
•
•
Limpiar la herida. Cohibir la hemorragia. Secar completamente la herida.
Romper la ampolla y triturar los cristales, pues si no se obstruye la salida
del aplicador en pocos segundos.
Asegurar una buena aproximación de los bordes de la herida ayudándose
con unas pinzas.
Aplicar el adhesivo directamente sobre la herida, lentamente. Aplicar al
menos 3 capas, esperando 30 segundos entre capa y capa. Mantener los
bordes aproximados durante 60 segundos tras la aplicación de la última
capa.
No aplicar antisépticos, cremas, suero fisiológico o agua sobre la herida
después de su aplicación. Puede protegerse la herida con apósito si es
necesario, pero asegurarse del secado completo del adhesivo (5
minutos).
En aplicaciones cercanas a los ojos protegerlos con gasas y realizar una
barrera con vaselina.
Si entra en contacto con la piel accidentalmente se puede retirar con
acetona o vaselina con petróleo. El agua, el jabón, la povidona yodada, la
clorhexidina no son capaces de retirarlo.
7.3.-Aproximación mediante sutura.
Indicado en heridas traumáticas limpias, de bordes regulares, sin pérdida de
sustancia y heridas quirúrgicas, para aproximar los bordes de la herida y facilitar la
cicatrización.
A continuación se describen las técnicas de sutura simple más utilizadas.
8.- TÉCNICAS DE SUTURA.
8.1.- Nudos quirúrgicos.
El principio básico para la realización de los nudos es realizar una lazada en un
sentido y la siguiente en el sentido contrario, haciendo un mínimo de tres lazadas
(o nudos) y realizar cada una de ellas de forma inversa a la anterior. El número de
lazadas va a depender del grosor del hilo y de la memoria (capacidad del hilo de
volver a su posición original, lo cual dificulta su manejo).
Los nudos deben ser firmes, pero no deben estrangular los bordes (provocaría
isquemia y necrosis), solamente aproximarlos.
Los nudos deben quedar a un lado de la herida y no sobre ella.
© IAVANTE
18
Para adquirir soltura en la realización de nudos hay que hacer muchos nudos.
Siguiendo el ejemplo de las imágenes, puedes empezar a practicar.
Nudo manual
Nudo instrumental
© IAVANTE
19
8.2.- Técnicas de sutura.
El término sutura hace referencia tanto al material como a la técnica empleada para
coser (=suturar) los bordes de una herida.
Normas básicas para suturar.
•
•
•
•
•
•
Comenzar con una buena limpieza aséptica de la herida.
Controlar la hemorragia. Colocar drenajes si se espera sangrado de la
herida.
Utilizar técnica estéril para realizarla (uso de guantes estériles, bata y
mascarilla, así como instrumental quirúrgico estéril), ya que es una técnica
aséptica.
Adecuar el material de sutura (aguja, hilo) y la técnica (puntos simples,
sutura continua, etc.) en función de la herida (localización, forma, movilidad,
estética, riesgo de infección, etc.) eligiendo la técnica más eficaz y menos
lesiva para los tejidos.
Alejar los puntos de los bordes de la herida, para no comprometer la
circulación al anudar.
Aproximar los bordes (anudar) sin estrangular.
•
•
•
•
•
Los bordes deben quedar ligeramente
evertidos, nunca invertidos.
Evitar espacios muertos que facilitan la
formación de seromas, hematomas,
etc. Suturar por planos en heridas
profundas.
Evitar que el hilo se vea a través de la
herida (profundidad).
El hipotético punto perfecto es el
“punto cuadrado”, tiene la misma
profundidad que la distancia entre los
puntos de entrada en los bordes de la
herida. Además los puntos deben ser
equidistantes entre sí. Esta norma se
conoce también como la “regla de las
X”: una sutura debe ser equilibrada,
equidistante y equipenetrante.
Anudar a un lado de lado de la herida y
no sobre ésta.
Tipos de sutura:
• Puntos simples.
Es una sutura simple y concisa, indicada en el cierre de la piel en la mayoría de
heridas incisas y especialmente las de forma irregular pues al ser los puntos
independientes unos de otros se pueden disponer según la forma de la herida.
Además tiene la ventaja de poder retirar uno o varios puntos sin necesidad de
retirar toda la sutura, por ejemplo para drenar exudado o previa a la retirada
completa de los puntos.
© IAVANTE
20
Se comienza a dar los puntos por la mitad de la herida y los sucesivos se dan
alternativamente a uno y otro lado del primero y equidistantes entre éste y el
extremo de la herida (“técnica de las mitades”), para evitar que se formen
sacos por tejido sobrante (las llamadas “orejas de perro”).
Los nudos deben quedar a un lado de la herida y no sobre ésta, generalmente el
lado por donde comenzamos el punto.
Puntos simples
• Puntos en “X”.
Puntos discontinuos simples, en forma de “X”. Ofrecen
mayor resistencia a la tensión. Peores resultados
estéticos. Indicados como sutura provisional de
urgencia para aproximar bordes de heridas grandes y
hacer hemostasia.
Punto en “X”
• Puntos en “U” verticales (Colchoneros verticales).
Sutura discontinua que ofrece resistencia a la tensión y capacidad hemostática.
Además posibilita cerrar varios planos con un solo punto. Indicada para heridas
que tengan que soportar tensión y también en heridas con tendencia a la
inversión de los bordes. Resultados estéticos no muy buenos. Precaución en
zonas mal irrigadas es una sutura que produce isquemia.
Puntos “colchoneros verticales”
© IAVANTE
21
• Puntos en “U” horizontales (Colchoneros horizontales).
Es una variante de los anteriores, con las mismas indicaciones. Resaltar que es
aún más isquemizante por lo que se desaconseja su uso.
Puntos “colchoneros horizontales”
• Puntos de Algower verticales y horizontales.
Sutura discontinúa, similar a los puntos colchoneros, a diferencia de que estos
quedan semiocultos. Por ello están indicados en heridas que tengan que
soportar cierta tensión y el resultado estético sea importante.
• Sutura simple continua.
Es una sutura sencilla y eficaz, pero poco estética,
reservada para planos profundos. Precaución a la hora de
apretar el hilo, pues al ser continúa puede causar
necrosis de los bordes de la herida por estrangulación.
Sutura simple continua
• Puntos simples intradérmicos.
Son puntos simples aplicados de forma inversa respecto a la superficie de la
piel, aplicados de forma intradérmica o subcutánea. Muy buenos resultados
estéticos. Indicados para suturar por planos y sobre todo en heridas en cara y
en general en cirugía plástica y también en los niños.
Es recomendable reforzarlos con tiras de aproximación (“puntos de papel”),
vendaje o apósito.
• Sutura en bolsa de tabaco.
Sutura continúa simple, circular.
Indicada para la sujeción de catéteres.
© IAVANTE
22
9.- ACTUACIÓN ANTE UNA HERIDA.
9.1.- Valoración.
Antes de proceder a la sutura de la herida debemos valorar ésta, incluyendo la
historia de la lesión y la anamnesis del paciente para decidir si está indicado el
cierre por primera intención o debemos dejar que la herida cierre por segunda
intención (heridas infectadas, heridas por mordeduras, heridas muy evolucionadas,
etc.), y si podemos asumir la sutura nosotros o debemos derivar el paciente al
especialista (heridas complicadas en cara, heridas con afectación de tendones u
otras estructuras, pacientes psiquiátricos o poco colaboradores, niños, etc.).
La anamnesis debe incluir: antecedentes personales, alergias a medicamentos
(reacciones previas a anestésicos locales), medicación que toma, cicatrización
anómala anterior, infección cutánea próxima a la lesión, estado de vacunación
antitetánica, edad, etc.
Historia de la herida: con qué, cómo, cuándo (el tiempo transcurrido es importante
para decidir si se sutura o se cierra por segunda intención), dónde (considerar la
herida como contaminada si se produjo en entorno sucio, tierra por ejemplo), si se
le ha hecho algún tratamiento previo a la herida.
Exploración de la herida (bajo anestesia local si es
necesario y tras la limpieza de ésta). En la
exploración de la herida hay que valorar la
localización y características de la zona (cara por
el valor estético, manos por la importancia
funcional, extremidades por la tensión y movilidad
que tendrá que soportar, etc.), el aspecto (bordes
necróticos, esfacelos), presencia de cuerpos
extraños,
hemorragia
(la
hemostasia
es
prioritaria), profundidad y
afectación de
estructuras subyacentes (valorar movilidad,
sensibilidad y afectación vascular).
Una vez finalizada la exploración se realizará de nuevo una limpieza de la herida.
9.2.- Limpieza aséptica de la herida.
La limpieza de la herida persigue la eliminación de suciedad, cuerpos extraños y
restos de materia orgánica (sangre, tejidos necróticos, etc.) que favorecerían la
infección.
Se realizará con suero salino irrigado sobre la herida. No está indicado el uso
generalizado de antisépticos dentro de la herida, pues su acción germicida en estas
circunstancias es baja y sin embargo destruyen células del tejido sano. Se
desinfectará la piel alrededor de la herida con povidona yodada, hay que esperar
unos minutos para que seque y ejerza su acción antimicrobiana. No usar
simultáneamente más de un antiséptico.
Retirada de cuerpos extraños con las pinzas o con el dedo enguantado. Para valorar
la presencia de cristales en el lecho de la herida, la exploración con unas pinzas es
la forma de detectarlos por el “chirrido” que producen los cristales con el metal.
Si la zona tiene vello o pelo abundante es mejor cortar el pelo que rasurar (provoca
microabrasiones en la piel que facilitarían la infección en la zona perilesional).
© IAVANTE
23
9.3.- Preparación del campo quirúrgico y del instrumental.
Uso de guantes estériles.
Disposición de campo estéril:
Colocación de paños estériles
Material sobre campo estéril
9.4.- Anestesia local de la zona.
© IAVANTE
24
9.4.1.- Anestesia tópica.
Indicados en piel y mucosas. Efecto corto.
Presentaciones en forma de cremas, geles, colirios, parches.
Se usan por vía tópica la Tetracaína, la Lidocaína, mezcla de Lidocaína y Prilocaína
(EMLA®).
Otro tipo de anestesia tópica es aerosol refrigerante de cloruro de etilo que produce
un enfriamiento tisular. Se pulveriza sobre la piel durante 5-6 segundos. Se
consigue una anestesia eficaz pero muy breve, de pocos segundos, reduciéndose
sus indicaciones a técnicas rápidas como punciones, drenaje de abscesos, y no
indicado para suturar. Precaución de no producir ampollas por congelación.
Contraindicado su uso si la piel no está íntegra.
La aplicación de hielo localmente es una alternativa a este tipo de anestesia tópica.
9.4.2.- Anestesia local por infiltración.
Es muy importante seleccionar la aguja de calibre y longitud adecuados.
Preferiblemente agujas finas, de longitud suficiente para disminuir el número de
pinchazos.
Introducir el anestésico lentamente y de forma progresiva, comenzando por los
tejidos superficiales, produciendo un habón intradérmico, y aspirando para evitar la
introducción del anestésico en el lecho vascular.
La infiltración puede resultar dolorosa en sí misma, debido al pinchazo y al propio
fármaco (la temperatura del fármaco idealmente será la del cuerpo, por lo que
resulta eficaz calentar la ampolla del fármaco entre las manos). Hay que informar y
valorar con el paciente si merece la pena o no la infiltración, dependiendo del tipo y
tiempo de intervención.
Para disminuir el dolor se puede pellizcar la piel del paciente antes de introducir la
aguja. Introducir la aguja con el bisel hacia la piel, inyectar lentamente el
anestésico creando un habón intradérmico. A partir del habón continuar inyectando
el anestésico según la forma de la herida, lenta y progresivamente, aspirando para
evitar la inyección en el lecho vascular.
Técnicas de infiltración:
•
Infiltración perilesional: infiltración del anestésico alrededor de la lesión a
tratar, por debajo y por encima de ella, en tejido sano.
•
Infiltración en rombo: indicada en heridas traumáticas incisas. Infiltrar el
anestésico desde lo extremos de la lesión. Con dos pinchazos y cambiando
de plano se abarca el marco completo de la lesión. Si infiltramos un volumen
grande de anestésico se puede producir edema de los bordes que dificulte la
aproximación de éstos.
© IAVANTE
25
Infiltración local en rombo
•
Infiltración desde el lecho de la herida: introducir
la aguja a través del lecho de la herida, es menos
dolorosa porque no se pincha en piel sana. Esta
técnica está muy extendida sin embargo hay que
recordar que no es aconsejable en heridas sucias
e infectadas porque diseminaríamos los microbios
del interior de la herida.
Infiltración desde el
lecho de la herida
9.4.3.- Anestesia local por bloqueo nervioso periférico.
Consiste en la infiltración del anestésico en un punto del trayecto de un nervio, con
la consiguiente insensibilización de la zona distal del mismo.
Se utiliza anestésico sin vasoconstrictor.
Utilizado en zonas distales como dedos de manos y pies y en la cirugía ungueal.
Un ejemplo de esta técnica, es el bloqueo digital. Se realiza infiltrando el anestésico
en ambas caras laterales de la base de la falange proximal. Utilizando una aguja
subcutánea, se introduce perpendicularmente hasta tocar periostio, en este
momento se retira ligeramente y se inyecta el agente anestésico lentamente. La
cantidad de anestésico irá en relación al tamaño del dedo, pero no debe excederse
de 1 ml en cada lado de la falange, pues podría producir compresión a ese nivel.
9.5.- Reparación de la herida.
9.5.1.- Friedrich quirúrgico.
Consiste en la reparación quirúrgica de los bordes de
la herida cuando estos se encuentran macerados o
machacados, son irregulares o están desvitalizados.
Se realiza un desbridamiento quirúrgico mediante
bisturí para conseguir unos bordes limpios y
sangrantes.
Debe ser lo más económico posible evitando la
eliminación de tejido de forma innecesaria. Hay que
planificarlo antes de comenzar la incisión, incluso
dibujándolo sobre la piel.
Se desaconseja su uso en la cara y en las manos, por el perjuicio estético y
funcional, respectivamente, que conlleva.
Hay que tener presente a la hora de suturar tras la
realización de Friedrich, la posible retracción de la piel,
siendo a veces necesaria la descarga de tensión mediante
disección roma separando la piel del tejido subcutáneo
(descarga subcuticular) alrededor de la herida. Para
realizar esta disección roma utilizaremos unas tijeras de
punta roma estériles.
© IAVANTE
26
La descarga de tensión puede ser necesaria también en heridas con bordes muy
separados. Se valorará la dificultad a la unión de los bordes mediante un pellizco.
Disección roma
10.- RETIRADA DE SUTURAS.
Para decidir la retirada de los puntos de sutura se debe hacer una valoración de la
herida y de las necesidades de la persona, para encontrar un equilibrio adecuado
entre el riesgo de reapertura de la herida (cuanto menor tiempo esté colocada la
sutura mayor riesgo de dehiscencia de sutura) y el resultado estético esperado, que
será peor cuanto mayor sea el tiempo de permanencia de los puntos en la piel
(cicatriz en forma de “traviesas de tren”).
Existen unos tiempos aconsejados de permanencia mínima de la sutura (Tabla 2),
que varían en función de la localización de la herida (vascularización y tensión a la
que está sometida la herida) y de la edad del paciente. En general cicatrizan mejor
y más rápido los niños y peor los ancianos. La decisión de retirar los puntos se
tomará de forma individualizada mediante un seguimiento de la evolución de la
herida y tras la valoración exhaustiva de ésta, teniendo en cuenta que las zonas
muy vascularizadas (por ejemplo la cara) y sometidas a menor tensión cicatrizan
antes, por lo tanto el tiempo de permanencia de la sutura es menor.
Se pueden retirar los puntos en dos tiempos, retirando un día puntos alternos y
reforzando la cicatriz si es necesario con tiras adhesivas (“puntos de papel”, Steristrips®).
Retirada de puntos de sutura
La técnica de retirada de los puntos es una técnica simple, pero debemos tener en
cuenta los siguientes aspectos:
•
•
•
Desinfección de la piel con antiséptico.
Cortar el hilo con tijeras o bisturí estériles, lo más cerca posible de la piel,
para evitar que el tramo del hilo que ha estado fuera de la piel, no haga
ahora un recorrido interno y provoque contaminación. Se facilita esta
operación mediante la tracción del hilo con unas pinzas sin dientes.
Traccionar del hilo de sutura hacia el lado de la herida donde se cortó éste,
para evitar abrir los bordes de la herida por la tracción.
© IAVANTE
27
•
Colocar tiras adhesivas (puntos de papel) si es necesario reforzar la herida
durante los primeros días tras la retirada de puntos.
Tabla 2 Tiempo mínimo aconsejado de permanencia de las suturas.
Localización herida
Niños
Adultos
Ancianos
Cara
3 días
5 días
7 días
Cuello
5 días
7 días
8 días
Cuero cabelludo
6 días
8 días
9-10 días
Tórax y abdomen
7 días
9 días
12 días
Espalda y nalgas
8-9 días
12 días
15 días
Miembros superiores
10 días
12 días
14 días
Muslos
10 días
12 días
14 días
Piernas, plantas y palmas
12 días
15 días
21 días
Modificada de Manual de Cirugía Menor, Cádiz 2003 ARAN
11.- RESUMEN.
El tratamiento y cura de heridas implica una valoración de la herida mediante
limpieza y exploración minuciosa de la misma, que nos permita identificar la
afectación o no de estructuras adyacentes, y decidir la técnica de reparación de la
herida más adecuada y la posibilidad de realizarla en urgencias por el personal
habitual o derivarla al especialista si está indicado.
Las heridas por mordeduras de animales o de personas, deben considerarse
contaminadas y ser cautos a la hora de decidir suturar, así como otras heridas
infectadas o contaminadas. En estos casos puede estar indicado el cierre por
segunda intención o también el cierre por tercera intención o cierre diferido.
Suturar es la técnica de elección para el cierre primario de heridas por sus
resultados estéticos y funcionales y menor tiempo de cicatrización.
Para el cierre de heridas mediante sutura los bordes de la herida deben visualizarse
correctamente, estar limpios, ser regulares, sin gran pérdida de tejido, deben ser
tejidos vitalizados (sangrantes) y no debe existir tensión al aproximarlos. Si la
herida no presenta estas características podemos conseguirlas mediante técnicas
de cirugía menor como la limpieza de la herida, el desbridamiento, la descarga de
tensión y las propias técnicas de sutura.
Los puntos de sutura se realizan con aguja e hilo de sutura especialmente
diseñados para ello. Preferiblemente agujas con el hilo unido a ésta que son menos
traumáticas (atraumáticas).
© IAVANTE
28
Existen diferentes materiales de suturas con la finalidad de adecuar el hilo de
sutura a las características de la herida. Se utilizan suturas no absorbibles para piel,
la más usada es la seda. Para tejidos profundos existen materiales de sutura
absorbibles.
Los puntos de sutura no deben apretarse mucho, solamente lo justo para aproximar
los bordes de la herida. Debe anudarse el hilo a un lado de la herida y no sobre
ésta.
Debe elegirse el material de sutura y el calibre de éste más adecuado a cada tipo
de herida. Como norma general debe elegirse el de menor calibre posible que
soporte la tensión de la herida y son preferibles las suturas monofilamento
sintéticas. Se pretende facilitar la cicatrización, reducir la reacción a cuerpo extraño
y mejorar el resultado estético.
La retirada de los puntos de sutura se hará lo más tempranamente posible, una vez
que los bordes de la herida sean capaces de soportar la tensión sin separarse. El
tiempo de permanencia de los puntos va a variar en función de la localización de la
herida y de la edad del paciente. Se decidirá de forma particular tras la valoración
de la evolución de la herida.
© IAVANTE
29
12.- BIBLIOGRAFÍA.
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Oltra E., González C., Mendiolagoitia L., Sánchez P. (2002) Cirugía Menor
Para Profesionales de Enfermería. Asturias, EDIMSA
Domínguez Romero M., Gliana Martínez J. A., Pérez Vega F. j. (2002)
Manual de Cirugía Menor. Cádiz, ARÁN
López Corral J. C. (1991) Actuación de enfermería ante las úlceras y heridas.
Madrid, Universidad Complutense de Madrid, KNOLL
Parra Moreno, M. L., Arias Rivera S., Esteben de la Torre A. (2003)
Procedimientos y técnicas en el paciente crítico.
Pacheco del Cerro E. (2000) Farmacología y práctica de enfermería.
Barcelona, MASSON
Diccionario terminológico de ciencias médicas, 13ª Edición (2000) MASSON
Beneyto Castelló F., Moreno Arroyo J.M., Navarro Badenes J., García Torán
J.M., Pascual López L. Cirugía Menor en Atención Primaria. [en línea].
El
bisturí
y
su
función
[en
línea].
Disponible
en
http://www.cirugiamenor.org/procedimientos_bisturi.htm [Consulta Enero
de 2004]
Gil M.E., Muñoz Quirós S., Arribas J.M. Escisión Fusiforme. Procedimientos
dermatología (Capítulo 50) [en línea]. Disponible en
http://www.cirugiamenor.org/dereca01_e.htm#8 [Consulta Enero de 2004]
García Ureña M.A., Vega Ruiz V. Manual electrónico de patología quirúrgica:
fundamentos.
Heridas
[en
línea].
Disponible
en
http://utreira.uninet.edu/cirugia/manual/Fundamentos/pdf/heridas.pdf
[Consulta Abril 2004]
Rodríguez Ariza F., Becerra Pérez J. Heridas [en línea]. Disponible en
http://www.medynet.com/usuarios/jraguilar/Manual
de
urgencias
y
emergencias/heridas.pdf [Consulta Abril 2004]
Pegamento
para
las
heridas
[en
línea].
Disponible
en
http://www.paideianet.com.ar/pegat-padre.htm [Consulta Marzo 2004]
Cassella R.N., Florentino J.A., Huaier F.D., Gómez traversa R.E., Corner E.,
Herrera A. Pegamento para las heridas: novedosa y segura solución para un
viejo
problema
[en
línea].
Disponible
en
http://ww.zonapediatrica.com/monografías/adhtisul.html [Consulta Marzo
2004]
Manejo
de
las
heridas
[en
línea].
Disponible
en
http://escuela.med.puc.cl/paginas/Departamentos/CrugiaPediatrica/CirPed2
0.html [Consulta Marzo 2004]
Otero Cacabelos M. Heridas: diagnóstico y tratamiento de urgencia. Medicina
General,
Urgencias
[en
línea].
Disponible
en
hhtp://www.semg.es/revista/abril2000/379-384.pdf [Consulta Marzo 2004]
Hiller H.R. Cerrar las heridas con pegamento y sin sutura. El nuevo diario
http://www[en
línea].
Disponible
en
ni.elnuevodiario.com.ni/archivo/2000/septiembre/22-septiembre-2000/sex
Consulta Marzo 2004]
© IAVANTE
30
MÓDULO II: VENDAJES
© IAVANTE
TÉCNICAS DE ENFERMERIA EN LA ASITENCIA AL TRAUMATISMO MENOR
MÓDULO II: VENDAJES
INDICE MÓDULO II
1. Definición e indicaciones
2. Tipos de vendas
3. Tipos fundamentales de vendaje
4. Complicaciones
5. Vendajes en el tratamiento de heridas
6. Vendajes de inmovilización parcial
7. Vendajes de inmovilización total
8. Terminología
9. Bibliografía
OBJETIVO GENERAL
-
Desarrollar conocimientos y habilidades en la realización de vendajes en sus
diferentes variantes.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
-
Conocer en qué situaciones está indicado la realización del vendaje.
Adquirir destreza manual en la realización de cada uno de los vendajes.
Reconocer los diferentes materiales implicados en la realización del vendaje.
Detectar sus complicaciones.
Conocer las recomendaciones que se le facilitarán al paciente para el cuidado de
su vendaje.
© IAVANTE
32
1. DEFINICIÓN E INDICACIONES
Se denomina vendaje a la aplicación de una parte corporal de uno o más trozos de
lienzo que sirve para:
1. Mantener una cura, utilizando la venda como medio de sujeción para apósitos.
2. Cohibir hemorragias, aplicando una elevada compresión con la venda.
3. Terapéutico, debido al calor del vendaje se favorece la reabsorción de la
inflamación provocada por el traumatismo, al igual que facilita la circulación
sanguínea.
4. Inmovilización, que es total si se usan vendas de yeso y relativa si la venda a
utilizar es elástica o adhesiva.
2. TIPOS DE VENDAS
1. Algodón: se utiliza como prevendaje para proteger prominencias óseas y repartir
mejor la presión del vendaje. Consiste en un rollo de algodón hidrófilo.
2. Gasa: o de algodón poroso. Se utiliza para mantener apósitos o férulas de yeso.
3.
Elásticas: se estira y se adapta a la forma corporal. Sirven para dar soporte
intenso al igual que para aplicar presión con el fin de contener hemorragias.
4. Adhesivas (elásticas y no elásticas), tienen una cara adhesiva para que se adhiera
a la zona a cubrir. Es utilizada en Medicina Deportiva para realizar vendajes
funcionales.
5. Criolinas o de yeso, formadas por una venda de algodón impregnada en yeso.
Utilizadas para realizar férulas o yesos cerrados para inmovilizar por completo
articulaciones.
5. Venda de papel: Se utiliza encima del algodón para evitar que se pegue al yeso.
Venda de algodón
© IAVANTE
Vendas elásticas
Vendas de yeso
33
Vendas de gasa
Vendas adhesivas
Venda de papel
3. TIPOS FUNDAMENTALES DE VENDAJES
Según el material utilizado podemos encontrar:
- BLANDOS: Nos permiten una movilidad relativa. Su función es la de compresión de
masas o de sujeción del material. Se realizan principalmente con lienzo, gasa o
algodón, o material elástico de distintas texturas. Se realiza fundamentalmente en
procesos de cierta banalidad.
- DUROS: Nos ofrecen mantener rígida una posición. Se realiza con vendas de yeso,
vendajes de un plástico especial a los que se le puede dar la forma deseada al
calentarlos, denominados termoplásticos que se endurece una vez colocado y
vendajes de fibra de vidrio.
Según la forma de realizarlo lo podemos clasificar en:
- CIRCULAR, cada vuelta cubre completamente la anterior. Se utiliza principalmente
para fijar el vendaje donde se inicia y termina al igual que para cohibir las
hemorragias.
- ESPIRAL, cada vuelta cubre 2/3 de la anterior para crear una progresión,
extendiéndose de forma ascendente por la extremidad. Es un vendaje útil para partes
cilíndricas del cuerpo, como el dedo, muñeca o miembros.
- EN OCHO O TORTUGA, se usa en las articulaciones para limitar la movilidad de
esta. Primero se fija por debajo de la articulación con varias vueltas en espiral, luego
se hace una vuelta por arriba de la articulación rodeándola para posteriormente
volver a bajar, al volver a subir progresamos 2/3 de la vuelta anterior. Indicados para
articulaciones como la muñeca o el tobillo a la que se le quiera aplicar gran
restricción al movimiento.
- EN ESPIGA, es el vendaje en ocho pero que cubre una superficie mucho mayor
como la cadera.
-
RECURRENTE, usado principalmente para fijar un apósito en la cabeza, muñón o
dedos, el vendaje se fija primero por medio de dos vueltas circulares. Luego
pasamos el rollo de la venda en dirección perpendicular a las vueltas circulares,
de la parte posterior y frontal, sobreponiendo en circular otra vuelta y así hasta
que toda la zona quede cubierta.
© IAVANTE
34
Vendaje circular
Vendaje en espiral con muñeca en 8
Vendaje en 8
Vendajes en espiga
Vendaje recurrente
4. COMPLICACIONES
4.1. Complicaciones mecánicas
Las complicaciones mecánicas, son el tipo de complicaciones que con más
frecuencia nos vamos a encontrar.
Cuando realizamos un vendaje, la venda debido a la tracción que sufre, cuando no
es uniforme sobre toda su extensión, se retrae sobre sí misma, formando nudos de
presión, que actúan similar a una cuerda, aumentando la tensión sobre ese punto y
produciendo irritaciones por fricción, que si no se solucionan pueden desencadenar en
heridas; la zona con mayor frecuencia en que se produce es en el pliegue interdigital
de 1 y 2º dedo de mano.
Otro tipo de complicación mecánica se produce cuando el almohadillado previo al
vendaje no está bien colocado o es insuficiente, y es el propio movimiento el que
fricciona la piel; la zona más representativa es el antepié en un vendaje de tobillo.
4.2. Complicaciones irritativas
Existen personas que presentan una mayor sensibilidad al óxido de zinc - caucho resina, presente en todo material adhesivo, apareciendo eritema en la zona de
contacto. Para ello hemos de utilizar un material de acolchamiento con una base
hipoalergénica.
Hemos de ser cautos a la hora de discernir entre una complicación irritativa y una
alergia al material.
© IAVANTE
35
Pueden producirse también irritaciones a otros productos que no son producidas por
las sustancias que contiene la masa adhesiva, tales como los desinfectantes, pomadas
o limpiadores, cuando se ocluyen sin estar evaporados completamente.
4.3. Complicaciones vasculares
Cuando la presión que realizamos con la venda sobre la extremidad es importante,
van a aparecer complicaciones vasculares, que se manifiestan en un primer momento
por sensación de hormigueo, con la posterior aparición de edema distal. En caso de
persistir la presión podemos llegar a la cianosis en dedos, indicando un caso severo de
problema vascular.
Como medidas preventivas, dejaremos la parte distal de la extremidad a vendar
libre, al objeto de controlar su coloración. Almohadillaremos muy bien la zona a
vendar, sobre todo si la persona presenta problemas de circulación. Evitaremos los
vendajes y/o anclajes circulares, que son más problemáticos y producen mayor
compresión.
Se ha de comentar al paciente que en caso de sufrir cualquiera de los síntomas
anteriormente descritos (hormigueo, edema, cianosis o dolor) se retire rápidamente el
vendaje.
4.4. Complicaciones neurológicas
Aparecen después de haber sometido el nervio periférico a una presión extrema
durante largo tiempo. Se acompaña de sensación de hormigueo, que si no se retira la
fuerza que comprime el nervio llega a una fase de anestesia de difícil resolución.
Se previenen con un buen almohadillado y una educación al paciente.
5. VENDAJES EN EL TRATAMIENTO DE HERIDAS
5.1. Vendaje para la Sujeción de Apósitos
5.1.1. Indicaciones
Sirven de fijación de apósitos cuando la herida es pequeña o poco sangrante. Las
heridas con las que nos vamos a encontrar principalmente son:
- Abrasiones: son lesiones frecuentes en las que la piel se roza contra una
superficie dura y la capa superior de la piel desaparece, dejando expuestos
numerosos capilares sanguíneos. Esta exposición general, con la suciedad y los
cuerpos extraños que penetran en la piel, aumenta la probabilidad de infecciones.
- Heridas por punción: La penetración directa no suele producir un gran
sangrado pero son muy peligrosas por que puede introducir el bacilo del tétanos.
- Laceraciones: Son el resultado del raspado de los tejidos por un objeto
punzante o afilado, dando a la herida el aspecto de una cavidad con bordes
dentados. Presentan condiciones óptimas para el asiento de infecciones.
- Incisiones: Son heridas de corte limpio que suelen aparecer cuando se produce
un corte con un instrumento afilado, o bien cuando se golpea sobre un hueso
agudo o mal protegido, en este último caso se denomina también inciso-contusa.
- Avulsión: Se producen cuando la piel se rasga desde el cuerpo y se asocian
frecuentemente a hemorragias importantes. En este caso se humedecerá el tejido
con una gasa impregnada en suero y se remitirá a un servicio médico.
© IAVANTE
36
5.1.2. Técnica
Si necesitamos realizar una mayor presión para cohibir la hemorragia o para evitar
la aparición de un edema utilizaremos vendas elásticas no adhesivas tipo Crepé
(véase vendaje compresivo).
Cuando el apósito no sea preciso
cambiarlo todos los días colocaremos
una venda elástica adhesiva, que
nos permite además la fijación de
dicho apósito. No aplicaremos nunca
esparadrapo, ya que este no deja
transpirar la herida y produce la
maceración de la misma.
No terminar ni empezar el vendaje
en la zona de la herida, la simple
presencia de nudos aumenta la
presión en la zona y por lo tanto
disminuye el aporte sanguíneo,
retardando
su
cicatrización.
Asimismo al sujetar borde distal con esparadrapo y este se encuentra encima de la
herida, evitamos la buena oxigenación y conseguimos la maceración de los bordes.
5.1.3. Vendajes Especiales
5.1.3.a. Vendaje Para El Ojo
• Proteger al ojo con un apósito.
• Dar dos vueltas circulares a nivel de frente sujetando el borde superior del
apósito.
• Descender la venda hacia el ojo afectado, tapar este y pasarla por debajo de la
oreja del mismo lado.
• Repetir esta maniobra tantas veces como sea necesario para tapar
completamente
el
ojo.
•
•
5.1.3.b. Vendaje para la Cabeza o Capelina
• Para efectuarlo se puede usar dos vendas. En caso de emplear sólo una
realizaremos la técnica de vendaje recurrente teniendo en cuenta que
necesitaremos
una
longitud
de
venda
más
considerable.
• Se inicia efectuando una vuelta circular en sentido
horizontal alrededor de la cabeza.
• Se coloca el cabo proximal de la otra venda a nivel de
la frente y se dirige la venda hacía atrás, siguiendo la
línea media de la bóveda craneana hasta encontrarse
a nivel de la otra venda, se vuelve a efectuar una
circular con esta venda de modo que quede
aprisionando el cabo inicial de la 2º venda, así como la
venda que se ha deslizado hacia atrás.
De esta forma se van efectuando vueltas recurrentes con la 2º venda, que son
fijadas mediante vueltas circulares con la segunda.
Se termina con dos vueltas circulares.
© IAVANTE
37
5.2. Vendaje Compresivo
5.2.1. Indicación
Son vendajes blandos realizados con venda elástica que se utilizan para realizar
presión. La finalidad del vendaje compresivo es aumentar el gradiente de presión
en la zona de aplicación con el objeto de conseguir limitar la hemorragia.
También sirven para la fijación de apósitos cuando la herida sea más complicada o
sangrante, comprimiendo directamente en la zona.
Están indicados también para evitar los procesos inflamatorios, traumáticos o
vasculares, aumentando el gradiente de presión en la zona, y por lo tanto
disminuyendo la salida de líquidos del interior de los vasos al espacio extravascular.
Cuando queramos realizar drenaje de edemas en extremidades, realizándolo en
dirección ascendente, producimos un vaciamiento y movilización del edema.
5.2.2. Material
• Venda elástica no adhesiva: La densidad del material, de la trama y del hilo
determina las propiedades elásticas de la venda de compresión. Las vendas de
tejido elástico son las extensibles simplemente por su trama y no contienen fibras
elastoméricas. Las vendas permanentemente elásticas contienen un pequeño
porcentaje de hilos de caucho, nylon o poliuretano que recuperan casi totalmente su
estado original tras la extensión.
Según la extensibilidad de la
venda
podemos
encontrar
vendas de baja tensión, cuyo
índice de elasticidad es de 3090%,
pudiendo
extenderse
hasta el doble de su longitud.
Su fuerza de restauración es
baja al igual que su presión en
reposo, su composición es con
alto contenido en algodón. La
venda de alta tensión puede
extenderse entre un 100-200%,
es decir de 1,5 hasta 3 veces su
longitud
inicial,
contiene
componente muy elásticos y
produce una alta presión en reposo.
Venda elástica o crepé
•
Venda elástica adhesiva: Venda de algodón elástica con adhesivo, por lo
general cola de zinc o poliacrato (hipoalérgico), que al colocarse sobre piel pueden
producir algún problema alérgico, o irritativo cuando se mantienen durante un
tiempo excesivo. Proporciona un soporte firme y compresión. Presentan una
elasticidad longitudinal entre el 60 y 70 %, y también las encontramos con
elasticidad en las dos direcciones con un aumento longitudinal del 60 % y
transversal del 30%. Es fácil excederse en la presión por lo que las primeras horas
debe extremarse la vigilancia.
•
Venda cohesiva: Venda elástica de caucho de diversos tamaños. No se pega a
piel, pero sus capas individuales se adhieren entre sí. Formada por algodón y
poliamida. Debido a la adherencia que existe entre las capas, la capacidad de
retracción de la venda es escasa, por lo que en la aplicación controlaremos la
tensión de la venda.
© IAVANTE
38
•
Vendaje tubular: Tejido de algodón de forma tubular y de distintos tamaños que
se utiliza para la sujeción de apósitos en las extremidades.
5.2.3. Técnica
1. Antes de efectuar un vendaje compresivo, sobre todo cuando la causa es vascular,
hemos de realizar la toma de pulsos distales.
2. Se procederá a proteger la piel con prevendajes de celulosa, o algodón para evitar
fenómenos compresivos, y rellenaremos las depresiones para asegurar una
compresión uniforme. Comenzaremos a realizar este vendaje dejando libre en la parte
distal al menos la mitad del tamaño de la vuelta circular de inicio y final del vendaje.
La tensión que le vamos a ejercer durante la realización será mediana al objeto de
conseguir una buena adhesión de la celulosa y evitar deslizamientos que pueden
originar posteriormente la aparición de bridas.
3. Realizaremos el vendaje llevando un sentido ascendente, es decir, de la parte distal
a la proximal, adaptándolo a las características de la superficie a vendar. Se inicia
siempre en la base o raíz de los dedos, dejando el extremo libre para valorar la
circulación. La venda deberá ser guiada en todo momento con la mano y no con los
dedos. Se mantendrá una posición neutra de la articulación, no forzando el sistema
ligamentario.
4. Las vueltas de la venda pueden realizarse en forma de espiral o en espiga. Las
vueltas espirales están indicadas para los procesos edematosos en los que queremos
realizar drenaje. La técnica de espiga se utilizará mejor en los traumatismos y
procesos inflamatorios, ya que produce una doble presión contralateral.
5. La presión óptima que debemos mantener en
el vendaje oscila entre 35 y 40 m de Hg. Esta
presión está en relación con el número de capas
y de las propiedades de la venda a utilizar,
además de la técnica del vendaje. Si una venda
es aplicada con los músculos relajados ejerce
cierta presión, incluso en reposo, que aumenta
cuando estos se ponen en movimiento, ya que
tienen que realizar un ejercicio de contra
resistencia de la venda.
Vendaje compresivo
5.2.4. Contraindicación
• Está contraindicado el tratamiento compresivo cuando exista una ausencia o
disminución de pulsos, también, cuando al realizar una oscilometría ésta aparece
negativa o disminuida y si la presión arterial sistólica maleolar es inferior a 80 mm
de Hg.
•
También está contraindicado cuando existan patologías coadyuvantes cuyo
tratamiento esté indicado otra técnica tales como roturas ligamentosas o
musculares, fracturas, etc.
© IAVANTE
39
•
No está recomendado cuando existe edema blando o el tejido epitelial sea muy
irritable, ya que cabe la posibilidad de producir flictenas.
•
En procesos alérgicos al material, sobre todo cuando el vendaje sea adhesivo, ya
que la cola de zinc es irritante
6. VENDAJE DE INMOVILIZACION PARCIAL.
6.1. Introducción
Ante una lesión, lo más aconsejable es inmovilizar la parte afectada para evitar que
se agrave el cuadro. Existen varios tipos de inmovilizaciones, dependiendo de la
lesión: las rígidas están recomendadas para casos de fractura, donde se necesita
consolidar bien para evitar alteraciones secundarias. Las blandas permiten cierto
grado de movimiento que favorece la recuperación de la zona afectada. Están
indicadas para lesiones articulares, en las cuales tenemos que inmovilizar
parcialmente la articulación, manteniendo un movimiento de las estructuras que no
están dañadas con el fin de que la recuperación sea más rápida. De este modo se
evita la atrofia articular, más característica de las inmovilizaciones rígidas. Las atrofias
hacen necesaria, además de la recuperación del miembro afectado, la musculación,
con lo que el proceso de rehabilitación se prolonga mucho más.
6.2. Técnica
1. La piel debe estar limpia y seca para
evitar la proliferación de gérmenes.
2. Coloque la parte del cuerpo que vamos a
vendar en una posición funcional normal:
esto nos evitará futuras deformidades y
molestias al igual que facilitará la
circulación.
3. Se utilizarán vendas del tamaño
adecuado a la zona que debe vendarse.
4. No empezar o terminar el vendaje sobre una herida. Si existen heridas en la zona
que vamos a vendar lo primero será la colocación de un apósito sobre esta antes de
iniciar el vendaje.
5. Aplicar almohadillas o algodón para
separar partes adyacentes de piel (Ej.
Dedos) y para proteger eminencias óseas:
la fricción y la presión puede causar
lesiones en la piel.
6. Empezaremos el vendaje de la parte
distal a la proximal para así estimular el
flujo venoso de retorno.
© IAVANTE
40
7. Se vendará de izquierda a derecha (si se es diestro), el núcleo o rollo se mantendrá
en la parte más proximal. No desenrollar de manera excesiva la venda.
8. Durante todo el vendaje la aplicación de presión debe ser uniforme pues la presión
irregular obstaculiza el retorno venoso, con lo que
se retarda la curación. Cada vuelta debe cubrir
2/3 de la anterior. Si tratamos una articulación no
longitudinal, se realizará vendaje en ocho,
produce una mayor sujeción.
9. Dejaremos una pequeña porción descubierta al
final de la extremidad para la observación directa y
comprobar
posibles
anormalidades
en
la
circulación. No podremos realizar esta operación
cuando la zona afectada es distal, como ocurre con
el vendaje del muñón de una extremidad
amputada.
10. Sólo se darán las vueltas precisas; la venda
sobrante
será
desestimada.
Terminaremos el vendaje con dos vueltas
circulares, asegurando la venda con grapas o
esparadrapo.
6.3. Cuidados Posteriores
1. El vendaje lo debe mantener seco.
2. Instruiremos al paciente a mantener elevado el miembro cuando descanse, para
favorecer la circulación de la sangre.
3. Se le animará a que mueva las articulaciones libres, favorece el riego sanguíneo.
4. Observar con frecuencia en busca de signos de problemas de circulación que
normalmente aparecen por la excesiva compresión del vendaje como son la palidez,
cianosis, entumecimiento, edema o frialdad. Ante estos problemas siempre se
consultará.
5. La secreción o el olor anormal pueden indicar infección. Procederemos como
anteriormente se cita.
6.4. El Vendaje Funcional
Con un vendaje funcional se quiere conseguir: estabilidad máxima y movilidad
dirigida. El vendaje funcional pretende mantener la movilidad articular en un ámbito
libre de dolor, por lo que el metabolismo articular permanece sin compromiso.
Un vendaje funcional colocado inmediatamente después del traumatismo
(preferiblemente con enfriamientos) se puede evitar por lo menos la disminución la
formación de hematomas y otras inflamaciones. Favorece la absorción de hematomas
merced a una mejor circulación y al efecto drenaje del vendaje.
Disminuye la
© IAVANTE
41
sensación de enfermo al permitir una mayor movilidad, y actúa de forma directa sobre
la atrofia muscular.
De todo esto podemos deducir que el vendaje funcional favorece y acorta la curación
y evita efectos secundarios.
La importancia de la piel en la aplicación del vendaje funcional es muy importante, por
lo que será necesaria una buena valoración del estado de este estrato. Para que entre
la piel y vendaje funcional no se presenten efectos locomotores adicionales, es
condición que exista un contacto íntimo y una gran estabilidad, representada por la
adhesividad directa del vendaje sobre la piel. Todo lo que afecte al contacto directo
entre la piel y el vendaje reduce la adhesividad del mismo. Así, los pelos, los surcos y
prominencias anatómicas, o la misma capa protectora de ácidos grasos que contiene,
son algunos de los factores naturales que dificultan la unión piel-vendaje. También el
sudor que se transpira realizando un ejercicio, o bien factores extremos de humedad
hacen que se pueda levantar un vendaje.
6.4.1. Indicaciones
•
•
•
•
•
Distensiones ligamentosas.
Prevención de laxitudes ligamentosas y distensiones musculares.
Pequeñas roturas musculares parciales.
Fisuras de huesos largos.
Tras la retirada del yeso, para iniciar el periodo de rehabilitación.
6.4.2. Contraindicaciones
•
•
•
•
Roturas ligamentosas y musculares.
Fracturas.
Edemas, equimosis y problemas de circulación.
Procesos alérgicos al material
6.4.3. Material
El material de vendaje de alta calidad, apto para la indicación de los vendajes
funcionales tiene la misma importancia que una técnica de vendaje correcta. Sin un
material correspondiente el vendaje colocado con la técnica más sofisticada tiene un
efecto limitado. Por esta razón es indispensable tener conocimientos detallados de los
diferentes materiales y su aplicación correcta.
•
Placas de protección y piezas de goma
espuma
•
Prevendaje
•
Spray adhesivo
© IAVANTE
Vendas adhesivas
42
•
Vendas elásticas puras adhesivas
•
Vendas autoadhesivas no elásticas
•
TAPE
•
Tijeras
•
Cutter
•
Vaselina
•
Cremas hidratantes
•
Tape Box
•
Máquina de rasurar
6.4.4 Técnica
Las técnicas principales con las que vamos a trabajar serán tres:
De contención.
De inmovilización.
Mixta o combinada.
6.4.4.a Técnica de Contención
Se trata de la técnica que por medio de un vendaje limita el movimiento que produce
dolor. También se la puede denominar Técnica blanda, ya que su aplicación se lleva a
cabo fundamentalmente con vendas blandas. Material ideal para trabajar con esta
técnica:
Vendas elásticas puras.
Vendas elásticas autoadhesivas.
Vendas elásticas adhesivas.
Es una técnica eminentemente clínica y deportiva (preventiva).
6.4.4.b Técnica de Inmovilización
Es la técnica que por medio del vendaje anula el movimiento que produce dolor.
También se la puede denominar técnica dura, ya que se realiza fundamentalmente
con vendas rígidas o duras. El material ideal para trabajar con esta técnica es el
esparadrapo TAPE.
Para vendar articulaciones medianas el esparadrapo más usual es el de 3,8 cm de
ancho. Esta medida está reconocida internacionalmente, para articulaciones pequeñas
se utiliza el de 1 cm de ancho y para las grandes el de 5 cm este tape tiene también
una longitud 10 m de largo. Se trata de una técnica eminentemente deportiva.
© IAVANTE
43
6.4.4.c Técnica Mixta o Combinada
Es la técnica por medio de la cual utilizamos los principios de las dos anteriores.
Se la denomina también técnica Sem. Los materiales ideales para trabajar con esta
técnica son las vendas elásticas adhesivas, autoadhesivas y adhesivas con tiras de
esparadrapo. Se trata de una técnica eminentemente clínica y deportiva.
En la aplicación de las técnicas descritas nos podemos encontrar básicamente con un
problema, que podríamos resumir en esta pregunta: ¿pueden colocarse los vendajes
adhesivos directamente encima de la piel?, podemos decir que antes de un vendaje
adhesivo hay que realizar un PREVENDAJE (pretaping), que fundamentalmente podría
definirse como un aislante de la masa adhesiva y la piel. Estos aislantes pueden
llevarse a cabo por medio de: a) vendaje; b) depilación o sustancia hipoalérgica
protegiendo la piel y c) un spray que forme una película muy fina por encima.
NO IMPORTA REPETIR EL VENDAJE LAS VECES QUE HAGA FALTA
Deben evitarse:
- Las arrugas en la planta del pie.
- Las compresiones en el hueco poplíteo, tendón de Aquiles y metatarsianos.
Antes de iniciar el vendaje se tiene que saber si el vendaje que va a llevarse a cabo
será preventivo o curativo, y los pasos a seguir serían: diagnosticar qué tenemos que
limitar. En el caso de PREVENCIÓN PRE-competición o DEPORTIVO hay que seguir la
pauta que se indica a continuación: Protecciones en rebordes óseos o huecos
anatómicos, Prevendaje, si se utilizan vendas adhesivas o esparadrapo (tape) y
construcción del vendaje. En el caso de vendaje CURATIVO: Prevendaje, en vendaje
adhesivo o tape, en función de los días que necesitemos que el paciente lleve el
vendaje, hay que utilizar el material y la técnica adecuada. En tales casos, se
aconseja una técnica mixta o de contención y la revisión del vendaje cada 5 días, y,
sobre todo, hay que comprobar que este vendaje no pierda tensión, pues de lo
contrario perdería funcionalidad.
6.4.4.d Preparación de la piel: El contacto íntimo entre el vendaje y piel es la
condición para la efectividad y seguridad permanente del vendaje funcional. Por esta
razón la piel debe estar seca y limpia. En primer lugar se rasurará para obtener una
superficie homogénea que garantice la adhesividad. Luego desengrasaremos la piel
con éter. Posteriormente aplicaremos tintura de benjuí o pegantes en aerosol (pe.
Leukospray, Tensospray) con el propósito de mejorar la fijación de dicho vendaje.
Actuando también como protector cutáneo y reduce la depilación.
6.4.4.e Elección de vendas: Vendrá determinada por el rigor de la inmovilización
buscada y por el relieve de las superficies a recubrir. Las vendas elásticas se adaptan
mejor a los salientes. La utilización de material inelástico permite una inmovilización
más rigurosa
6.4.4.f Manipulación de vendas: Despegaremos solamente una parte de la venda
que se vaya a utilizar, y no se colocará a medida que se vaya despegando pues puede
producir compresiones.
© IAVANTE
44
6.4.4.g Colocación del segmento corporal: Antes de colocar un vendaje será
necesario primero analizar en términos biomecánicos la fisiología del movimiento
traumático, es decir, establecer los niveles de movimiento libres de dolor.
Regularmente las articulaciones son vendadas en Posición Funcional Media, que se
denomina a la posición en descanso, es decir, en relajación muscular.
Estará siempre la extremidad en posición antiálgica de reducción y/o reposo, según
cual sean las afecciones encontradas. En los traumatismos capsuloligamentosos y en
ciertos problemas tendinosos, la articulación estará en posición de acortamiento.
El mantenimiento de la posición se realiza de forma activa con la sujeción por parte
del paciente a través de una venda cuyas riendas sostiene el mismo paciente, o de
forma pasiva por apoyo del segmento sobre el terapeuta.
La posición no debe cambiar durante el proceso de colocación del vendaje por riesgo a
producir arrugas que podrían lesionar la piel, o por una alteración en la tensión de las
riendas, pudiendo quedar estas totalmente flojas.
6.4.4.h Protección de zonas: Se realizará después de elegir la posición
segmentaria. El objetivo es prevenir excoriaciones por roces, edemas por problemas
circulatorios producidos por compresión. Se utilizará para ello Coverplast, pedazos de
fieltro, o Sofband.
6.4.4.i Los anclajes: Son los primeros elementos
del vendaje donde se cuelgan las riendas. Permiten
un mejor agarre de las tiras que se colocan
ulteriormente y evitan arrastrar excesivamente la
piel. Se realizan con vendas adhesivas rígidas
anchas de forma circular, que con objeto de evitar
la interrupción del torrente circulatorio puede estar
compuesto por dos anclajes abiertos cuyas
aberturas están separadas.
6.4.4.j Vueltas básicas: Las vueltas básicas se colocan como vendaje básico
logrando adicionalmente un efecto de compresión. Se realizan con vendajes de
adhesión elásticos con fuerzas dosificadas.
6.4.4.k Riendas: Las riendas son la parte
principal del vendaje funcional. Mediante ellas se
determina la función del vendaje. Descargan los
músculos, ligamentos y las estructuras internas,
así como otras partes articulares orientando los
movimientos. Su cantidad y dirección así como el
tipo de las riendas, rígidas o elásticas, depende de
la anatomía, la indicación y tamaño del área. La
longitud de las riendas o tiras activas condiciona la
eficacia mecánica del vendaje. Cuanto más largas,
mayor es la resistencia al arrancamiento limitando el movimiento de esa articulación.
© IAVANTE
45
La anchura nos determina la fijación en todo su trayecto. Unas vendas demasiado
anchas provocan pliegues.
La colocación debe permitir regular la dirección y la intensidad de la estabilización.
Cada tira activa debe subdividirse en dos cabos activos que encuadran perfectamente
la articulación. Pueden ser simétricas para no provocar desviación, o asimétricas para
favorecer la corrección.
6.4.4.l Tiras de fijación: Mediante las tiras de
fijación se adhieren las riendas que se encuentran
sometidas a fuerzas, capa por capa sobre las tiras
de anclaje, de tal manera que las riendas no
pueden soltarse. Las tiras de fijación realizadas con
material adhesivo rígido, se ponen casi siempre en
forma semicircular y regularmente se colocan en
dirección perpendicular a las riendas.
6.4.4.m Tiras de revestimiento: Mediante las
tiras de revestimiento se cierra el vendaje. Ellas sostienen firmemente las riendas y el
vendaje obtiene una envoltura rígida y cerrada.
Anclajes y riendas en VF de tobillo
Revestimiento del vendaje funcional
6.4.4.n Retirada del vendaje: Se utilizará tijeras tipo “pato” o de Esmarch que
tienen una de sus puntas romas o el Tape Cutter, utensilio de plástico de puntas
romas con una hoja de bisturí en su interior. Es aconsejable lubricar la punta del
cutter con vaselina antes de usarlo. También se debe usar un líquido que disuelva la
masa adhesiva para facilitar su retirada (Ej.: Tape Remover). El cutter se debe
introducir por la zona de no lesión y nunca por zonas convexas como las prominencias
óseas.
6.4.4.ñ Postratamiento de la piel: Después de retirar el vendaje se limpia
cuidadosamente la piel con sustancias específicas que mantienen la capa protectora,
así como el contenido en grasa y humedad de la piel.
© IAVANTE
46
6.5. Consejos y Recomendaciones para el Paciente con Vendaje Funcional
•
•
•
•
•
Debe realizar las actividades normales de la vida diaria.
Si la lesión es del miembro inferior debe caminar normalmente usando calzado
plano.
El vendaje funcional lo debe sentir el paciente bien ajustado pero no debe
provocar molestias adicionales.
Debe consultar en caso de: aumento del dolor, Hormigueo o cambio de coloración
de los dedos. Escozor o picor producido por el spray adhesivo. Si nota el vendaje
flojo.
Debe acudir a consulta en la fecha indicada al alta.
7. VENDAJE DE INMOVILIZACION TOTAL. FERULAS DE YESOS Y SISTEMAS DE
INMOVILIZACIÓN.
7.1. Definición
Son vendajes duros realizados con vendas de algodón que
llevan incorporado yeso, fijado mediante una sustancia
aglomerante soluble en agua, que no permiten ningún
tipo de movilidad, fijando la zona lesionada.
7.2. Material
Hace más de un siglo, el holandés Mathijsen y el ruso
Pirogow,
insatisfechos
con
los
procedimientos
terapéuticos de su época descubrieron por separado un
nuevo método para el tratamiento de las fracturas.
Mathijsen publicó sus investigaciones y hoy en día es
considerado el inventor de la venda con yeso
espolvoreado.
Esta forma primitiva de la venda de yeso, consistía en una
venda de gasa sobre la cual se espolvoreaba el yeso
finamente molido.
En la actualidad se utilizan las vendas con el yeso incorporado. El yeso en polvo se fija
firmemente en el soporte de gasa mediante una sustancia aglomerante soluble en
agua, con lo que prácticamente no se produce pérdida de yeso. La gama de productos
que se fabrican incluyen vendas de diferentes medidas. Las primeras están disponibles
en anchos de 5, 10,15 y 20cm con largo de 2,7 metros. Esta medida de 2,7 m se ha
podido ver que es la ideal para la práctica cotidiana. El envase doble, de dos piezas,
es el que tiene mayor aceptación en la práctica. Las vendas de yeso deben
almacenarse dentro de sus propios envoltorios, a fin de que las que no se utilicen no
absorban humedad.
El material que vamos a utilizar está formado
normalmente por vendas de yesos o resinas
epóxicas, que reaccionan al introducirlos en agua
para con posterioridad endurecerse. También se
puede utilizar vendas de gasa o venda elástica, tanto
adhesiva como no, sobre una base rígida de escayola
o plástica denominada férula
Además contaremos con un carro de yesos, que
deberá tener el siguiente material:
© IAVANTE
47
•
•
•
•
•
•
Vendas de yesos de diferentes tamaños
Tijeras de yesos
Cizallas de yeso
Pinzas de pico de pato
Sierra oscilante
Lápiz señalador
7.3. Indicaciones
Debido a la rigidez del tratamiento sus indicaciones son:
• Inmovilización de fracturas.
Sala de traumatología
• Inmovilización de huesos enfermos y articulaciones.
• Corrección de deformidades.
• Prevención de deformidades.
• Entablillado de emergencia.
• Confección de moldes negativos.
• Inmovilización en el tratamiento de quemaduras y lesiones en tejidos blandos.
7.4. Técnica
La utilización del yeso es relativamente fácil si se observan ciertas reglas
fundamentales:
•
Desempaquetar las vendas anticipadamente no es recomendable, porque incluso
el más ligero contacto con la humedad las hará inservibles para su posterior
utilización.
•
La temperatura del agua deberá ser templada (entre 25 y 30º). A mayor
temperatura, el tiempo de fraguado se acorta.
•
El tiempo de inmersión debe ser corto, hasta que cesa el burbujeo de la venda.
•
Escurrir suavemente la venda antes de aplicar. No comprimir las vendas de yeso
mientras estén sumergidas en el agua. No lavar la venda o férula en el agua.
Después de la inmersión, escurrir el agua sobrante.
•
Modelar de forma rápida e interrumpida las vendas y férulas antes de que se inicie
el tiempo de endurecimiento del yeso, de una sola vez, una vez mojadas Aplicar
rápidamente, sin presión ninguna y de manera uniforme. Sólo debe usarse vueltas
circulares o en espiral, las vueltas invertidas o dobleces provocan arrugas en el
interior.
•
Moldear las vendas al contorno del miembro por medio de un alisamiento con las
palmas de las manos, y nunca con los dedos.
•
Mantener la extremidad en la misma posición durante la aplicación del vendaje.
•
Evitar los puntos de presión mientras la venda esté húmeda
•
No hacer correcciones sobre las vendas de yeso ya aplicadas, ni tampoco sobre el
vendaje acabado.
© IAVANTE
48
•
Las férulas para brazos están formadas por vendas de cuatro capas, para
miembros inferiores oscila de seis a ocho capas.
•
Llevaremos siempre una dirección ascendente del vendaje, al objeto de favorecer
el drenaje sanguíneo y favorecer el proceso de cicatrización.
•
No ejercer carga sobre el vendaje hasta que hayan pasado 24 a 48 horas después
de su colocación.
7.4.1. Tiempos durante el enyesado
Tiempo de inmersión
2 - 4 segundos. El margen depende principalmente del ancho de la venda utilizada.
Tiempo de modelaje
2 - 5 minutos. Depende del tipo de venda. Existen vendas de fraguado rápido
Tiempo de secado
24 - 48 horas. No cubrir la escayola durante este tiempo con prendas que retengan la
humedad.
¡Importante! El vendaje de yeso, una vez endurecido no se une bien con nuevas
capas que se añadan
7.5. Protecciones y Acolchados
7.5.1. Protección de la piel
Está demostrado que lo que mejora la sensación de soporte y confort sobre la piel, es
un vendaje tubular de fibras naturales.
Este vendaje está disponible en diferentes anchos y por lo tanto, se puede emplear
para todos los fines, y se aplica sin que se formen pliegues. Un efecto no menos
importante se puede lograr si se reviste el yeso aún mojado con un vendaje tubular y
se unen ambos modelándolos cuidadosamente. Ello aumenta de forma significativa la
resistencia del vendaje.
7.5.2. Acolchado
Puesto que el vendaje tubular por sí solo no representa suficiente almohadillado entre
el yeso y la piel, se necesita un acolchado adicional. Para este fin, destacan cada vez
más las ventajas de las vendas sintéticas de acolchar por ser fáciles de aplicar EF
acolchado sintético no acumula la humedad como p. Ej. El algodón que conserva su
efecto colchón incluso después de haber estado húmedo o mojado.
7.5.3. Papel crepé
Las vendas de papel crepé se ha comprobado que son el más correcto enlace entre el
vendaje de yeso y el material acolchado. Aquí sólo vamos a mencionar de forma breve
las múltiples y buenas propiedades de la venda de papel crepé.
Puesto que el almohadillado se aplica de forma circular con un grueso material sin
tejer se crean sin querer pequeños abultamientos, por lo que el vendaje elástico de
papel sirve para igualar la superficie. Al mismo tiempo el papel fija el almohadillado
con una ligera tensión sin llegar a apretar.
Otro aspecto positivo es que protege al acolchado del agua de yeso. Al secarse el yeso
podrían producirse puntos de presión en el almohadillado.
© IAVANTE
49
7.5.4. Acolchado adicional
Para concluir, deseamos llamar su atención sobre la necesidad de colocar un
acolchado adicional en las regiones del cuerpo que están expuestas a presión (p. Ej.:
prominencias óseas).
Para ello, son especialmente apropiados trozos recortados de láminas finas de fieltro o
espuma, una capa doble de algodón en rama también sirve.
7.5.5. Anotaciones en el yeso
A fin de evitar errores de comunicación y para informar a la persona responsable del
tratamiento secundario, se deberían anotar los siguientes datos en el yeso húmedo,
preferentemente con rotulador indeleble:
•
•
•
•
•
•
Fecha del accidente/de la operación
Fecha de la aplicación del vendaje
Fecha del cambio del vendaje y/o posibles controles radiológicos
Fecha de la retirada del vendaje
Trazado de la imagen de la radiografía (accidente/imagen)
Código de identificación del médico responsable.
7.6. Férulas Metálicas
•
Colocaremos
el
miembro
en
posición
funcional y si lo que utilizamos es una férula
de aluminio la moldearemos, siempre en
posición funcional y se adosará mediante
esparadrapo
al
miembro
afectado,
y
comenzaremos a vendar, bien con gasa o
venda elástica adhesiva.
•
Cuando la férula es conformada, por lo
general de plástico, almohadillaremos, la colocaremos y procederemos a vendar.
Si la zona es cilíndrica se realizará un vendaje en espiral o espiga.
•
Cuando el objetivo es mantener las
férulas, será distinto cuando esta
sea de yeso, metálica o de
plástico. Si la fijación es de una
férula de yeso, se puede utilizar
venda de gasa o venda elástica no
adhesiva que va a amoldar el yeso
a la zona de inmovilización. Si la
férula es metálica o plástica, se
sujetará
primeramente
con
esparadrapo
a
la
zona
y
posteriormente vendaremos con el
objeto de asegurar un mayor
refuerzo.
Férula metálica digital
© IAVANTE
50
7.7. Sistemas de Inmovilización.
La elevada complejidad que supone la realización de determinados vendajes ha hecho
que el mercado ortoprotésico desarrolle sistema manufacturado ideado para la
inmovilización total de zonas determinadas del cuerpo humano.
Entre ellos cabe reseñar el sistema de inmovilización en “charpa”, sustitutivo del
vendaje de Velpeau de hombro. Es una órtesis dirigida a la inmovilización de la
articulación gleno-humeral. Su indicación se dirige hacia procesos traumáticos en los
que haya que limitar la abducción, rotación y antepulsión del hombro.
Otra órtesis de uso frecuente es aquella sustituye al vendaje clavicular en ocho cuya
finalidad es la inmovilización funcional en hiperextensión durante el periodo de
cicatrización de la fractura de clavícula. Es “el paracaídas”.
Vendaje Clavicular, vista anterior
Inmovilizador de hombro, vista anterior
© IAVANTE
Vendaje clavicular, vista posterior
Inmovilizador de hombro, vista posterior
51
8. GLOSARIO DE TÉRMINOS
Abducción
Movimiento por el cual un miembro u órgano se aleja del plano medio del cuerpo
Bóveda plantar
Forma elástica que el pie tiende a retomar; debido a sus ligamentos, después de
movimientos de pronación y/o supinación
Calcáneo
Hueso del tarso
Cóndilo
Protuberancia articular, parte final del hueso sobre la que se apoya la superficie
articular
Dorsal
Perteneciente o relativo al dorso o espalda y parte posterior de una extremidad u
órgano
Edema
Acumulación de líquido en los tejidos del cuerpo
Epicóndilo
Prominencia ósea superiora cóndilo, que forma la parte final del húmero
Fémur
Hueso del muslo
Férula
Dispositivo rígido para mantener temporalmente un miembro en determinada posición
Flexión
Acción de doblarse
© IAVANTE
52
Flexión dorsal
Flexión hacia atrás; en la región de la mano, la flexión hacia atrás de los dedos en
dirección al dorso, o del pie en dirección al dorso del mismo
Fractura
Rotura
Inmovilización
Acción y efecto de inmovilizar una parte del cuerpo normalmente móvil
Profilaxis
Medida(s) para evitar enfermedades
Pronación
Movimiento de rotación de la mano o del pie, que hace que presente el dorso
Proximal
Se aplica a las partes del cuerpo que están más cerca del eje
Radial
Se aplica a las partes situadas en dirección del radio o unidas con él
Radio
El exterior y más corto de los huesos del antebrazo
Supinación
Torsión de la mano o del pie que sirve para ponerlos con la palma/planta hacia arriba
Talón
Astrágalo, hueso del tarso
Torsión
Acción o efecto de torcer
Ular = Cúbito
El interior y más grueso y largo de los dos huesos del antebrazo
Lateral
Relativo a un órgano o miembro que está en un lado por oposición a lo que está en el
centro
© IAVANTE
53
Medial
Situado cerca del centro de un órgano, tejido u organismo
Hueso escafoides
Hueso más externo y grueso de la primera fila del carpo y del situado delante del
astrágalo del pie y mano, nombrado así por su forma
Palmar
Relativo a la palma de la mano
Plantar
Relativo a la planta del pie
Bandage
Técnica de vendaje de una forma continúa
Pretaping
Vendaje que se coloca para aislar la masa adhesiva de la piel con el fin de no depilar
ni producir alergias
Souple
Técnica de vendaje por tiras y con vendas elásticas adhesivas
Starping
Técnica de vendaje por tiras TAPE
Esparadrapo para vendar venda rígida
Tape cutter
Corta vendajes
Taping
Técnica de vendaje de una forma continua
Taping box
Aparato para levantar los pies y así poder trabajar con mayor comodidad
© IAVANTE
54
9. BIBLIOGRAFÍA
•
Bové, T. El vendaje funcional. 3ª edición. 2000
•
Neiger, H. Aplicaciones en traumatología del deporte y en reeducación.
1ª edición. Masson. 2001.
•
Conivell, F. Tratado de vendajes y apósitos. Ediciones Facs. 1995.
•
Staudinger, P. Manual de enyesado: guía práctica de vendajes de yeso.
Beierdorf. 2000.
•
De Felipe, JA. El vendaje funcional. Servicio traumatología FREMAP.
Smith and Nephew. 2002
•
Lynn Wieck, RN. “Técnicas de
Interamaericana. 2000. p.170-178
•
Vendajes funcionales [videocasete] Jaime Rocha. 1996.
•
Vendajes
[en
línea].
Vendaweb.
Disponible
http://www.iespana.es/vendaweb/ [Consulta: 28 marzo 2004]
•
Vendajes
[en
línea]
Auxilio
en
línea.
Disponible
en
http://www.auxilio.com.mx/manuales/cap3.htm [Consulta: 1 abril
2004]
•
Vendajes [en línea] Servicios Ambitoweb. Salud y emergencias.
Disponible
en
http://www.ambitoweb.com/servicios/salud/manual21.asp [consulta: 3
abril 2004]
© IAVANTE
enfermería.
Manual
ilustrado”
en
55
Descargar