ANATOMÍA DE PIEL Y ANEXOS El tegumento común comprende la piel con su cubierta de pelos, una gran variedad de glándulas dérmicas y unas especializaciones cutáneas (casco, garras, pezuñas, cuernos). La piel envuelve completamente el cuerpo del animal y se fusiona con las membranas mucosas en la llamada unión mucocutánea. Las funciones principales de la piel son proteger contra el desgaste, los microorganismos y la deshidratación; la termoregulación (1), la producción de vitamina D y el mantenimiento de una reserva energética en la hipodermis (7). La piel es el órgano más grande del cuerpo y comprende apróximadamente el 5% de su peso total (6). El grosor de la piel varía según la especie y según el sitio del cuerpo donde esté ubicada. La piel de los bovinos y porcinos es la más gruesa, mientras la del equino y canino es delgada (1). ESTRUCTURA DE LA PIEL Consta de epidermis, dermis, tejido subcutáneo y estructuras anexas (folículo piloso y pelo, glándulas sebáceas y sudoríparas) (1). Epidermis (1) Presenta una renovación continua. Se descama de manera invisible o en copos grandes llamados caspa (1). No presenta vasos sanguíneos ni linfáticos, se nutre por difusión de la dermis. Presenta una membrana basal, sobre la que reposan cinco capas: - Estrato basal: unido íntimamente a la dermis. Es el más activo mitóticamente. Su extensión es mucho mayor que la de las otras capas porque se adapta a las papilas dérmicas (1). Consta de dos tipos de células: queratinocitos y melanocitos (productores de la melanina, principal pigmento de la piel) (4). - Estrato espinoso: las células se encogen y separan, aunque se mantienen unidas entre sí por los desmosomas. - Estrato granuloso: las células contienen gránulos queratohialínicos dispersos, que corresponden al inicio del proceso de queratinización. - Estrato lúcido: células aplanadas sin núcleo ni perfiles definidos. Está presente solamente en zonas muy queratinizadas (1) y sin pelo (4). - Estrato córneo: escamas densamente empaquetas de queratina, la cual le da dureza y fuerza. Dermis (1) Compuesta por fibras colágenas, histiocitos (fagocitosis), fibrocitos (productores de fibras colágenas) y mastocitos (liberadores de histamina y serotonina) (1). Está muy ricamente vascularizada e inervada. También posee glándulas sudoríparas y sebáceas (1). Consta de dos capas: a) capa papilar, inmediatamente debajo de la epidermis y b) capa reticular, más profunda. Tejido subcutáneo (1) Formado por tejido conectivo laxo y grasa. Varía en cantidad de acuerdo a la ubicación. Es muy abundante donde la piel es muy móvil (la piel del perro, por ejemplo) y ausente donde es estática (labios, párpados, pezones). En el cerdo, forma un panículo adiposo bastante grueso. Pelo Generalmente cubre todo el cuerpo, excepto alrededor de la boca y otras aberturas (1). Folículo piloso Es una diminuta fosa de donde nace el pelo. En su parte más interna presenta un bulbo o matriz del pelo, y una papila dérmica, donde penetran los vasos sanguíneos. Las glándulas sebáceas y sudoríparas apocrinas vierten su contenido al folículo. El pelo es una columna flexible de células epiteliales queratinizadas agrupadas entre sí. Se divide en médula, corteza y cutícula escamosa. En el extremo proximal del folículo se encuentra el músculo erector del pelo, de acción involuntaria estimulada por el frío (1). Existen tres clases de pelo: Pelos de guarda o primarios Son rectos y rígidos. Dan una cubierta alta, impermeable al agua. Cada pelo nace de un folículo piloso. Existen muchas variaciones locales en la forma y el desarrollo de los pelos de guarda: las cerdas rígidas de los cerdos, el pelo tosco de la crin y cola de los caballos, los pelos largos de la cola de la vaca, los penachos del menudillo de los caballos, etc (1). Pelos lanosos o secundarios Proporcionan una subcubierta suave. Son finos, ondulados, más cortos y numerosos, por lo que están escondidos (1). El folículo carece de glándulas (3). Poseen una médula pequeña o carecen de ella. En muchas especies, como en perros y gatos adultos, varios pelos comparten una única abertura folicular; existe un folículo principal de donde sale un pelo central de guarda y muchos folículos secundarios de donde salen pelos lanosos (1), este se denomina folículo compuesto (3). Pelos táctiles Son más gruesos y sobrepasan a los pelos de guarda. Se encuentran en la cara (labio superior e inferior, alrededor de los ojos y el mentón; allí se llaman vibrisas), parte caudal del carpo (gato). Posee folículos más grandes y profundos, rodeados seno venoso y terminaciones nerviosas que responden a estimulación mecánica (1). Ciclo del pelo Los pelos tienen un tiempo de vida limitado. El ciclo del pelo está influenciado por factores como el fotoperiodo, las enfermedades y hormonas como tiroxina, ACTH, testosterona y estrógenos (3). En zonas templadas el ciclo está determinado por las estaciones. - Catagén: folículo en estado regresivo, disminución y cese de actividad mitótica. - Telogén: fase de descanso del folículo atrofiado. - Anagén: nuevo inicio de actividad mitótica en una nueva matriz pilosa, que empuja al pelo viejo hacia fuera, hasta que se desprende (1,3). Inervación Existen fibras autónomas que regulan el calibre de los vasos sanguíneos, controlan la actividad de las glándulas sudoríparas y excitan los músculos erectores del pelo (1). Y los receptores sensitivos, que captan sensaciones táctiles (corpúsculos de Meisner), frío (Krause), calor (Ruffini) y presión y vibración (Pacini) (6). ANEXOS DE LA PIEL Glándulas de la piel Se desarrollan a partir de los folículos pilosos primitivos y vierten su secreción dentro de ellos. Existen dos tipos básicos: glándulas sudoríparas y glándulas sebáceas (1). Glándulas sebáceas Producen una secreción grasa (sebo) que lubrica e impermeabiliza la piel y el pelo, facilita la difusión del sudor, retrasa el crecimiento bacteriano y sirve como marcador territorial (1). Existen glándulas sebáceas modificadas, como: glándulas circumorales (gato), glándulas carpianas (gato, cerdo), glándulas prepuciales (todas las especies), glándulas de la cola (perro), glándulas circumanales (perro). Glándulas sudoríparas En animales el sudor tiene una función protectora, que incluye el control de los microorganismos, prevención del daño por fricción, prevención de la acumulación de productos de desecho en la sangre y producción de feromonas (1). - Apocrinas: descargan su secreción dentro de los folículos del pelo. Su función básica es la termoregulación (1). - Ecrinas: descargan su secreción directamente sobre la piel, en zonas sin pelo como los pulpejos del perro. Se cree que su función tiene que ver con la marcación del territorio. Glándulas de los sacos anales o glándulas adanales: Ubicadas a lado y lado del ano (1). Almohadillas plantares o pulpejos Cubiertas por epidermis fuertemente cornificada, con una dermis prácticamente inexistente y un subcutis grueso y elástico (fibras colágenas y elásticas entremezcladas con tejido adiposo). Los caninos y felinos poseen pulpejos digitales, metacarpiano y metatarsiano, y un pulpejo carpiano (1). En los ungulados las almohadillas digitales son las únicas que están en contacto con el suelo y están incorporadas al casco en el caballo (como ranilla) y a la pezuña en la vaca y el cerdo (como bulbos). El caballo posee unos pulpejos rudimentarios metacarpianos y metatarsianos, llamados espolones, incluidos en un penacho de pelo por detrás de la articulación del menudillo; posee además, unos pulpejos carpianos y tarsianos vestigiales, llamados espejuelos (1). Uñas, garras, cascos y pezuñas Son modificaciones locales de la piel a nivel de la tercera falange que protegen los tejidos subyacentes, sirven como un arma de defensa o ataque y para escarbar. Son aparentemente muy diferentes, pero conservan el mismo patrón: epidermis, dermis y subcutis. Los primates poseen uñas, los carnívoros garras, los caballos cascos y los bovinos y cerdos, pezuñas (1). EL CASCO Desde la parte externa, el casco posee las siguientes estructuras: Tapa Es la parte visible del casco en la parte anterior y lateral. Se divide en lumbres o pinzas, correspondiente a la pared más alta y gruesa en la parte anterior; medios cuartos o cuartos, en la parte lateral, donde disminuye de altura y de grosor; los talones, parte posterior del casco (1, 5). Suela Es la mayor parte de la cara solar del casco, va desde las barras hasta la pared (1, 5). La unión de la suela con la pared forma la línea blanca. En el borde interno de esta línea es donde se colocan los clavos para herrar, dirigidos oblicuamente a través de la pared (1). Ranilla Se encuentra entre las barras, es la parte del pulpejo en contacto con el suelo (1). Presenta un surco o laguna central y los surcos paracuneales o lagunas laterales. Estructuras vasculares del casco La almohadilla digital contiene un gran número de vasos sanguíneos. Durante el movimiento se comprime y expande, lo cual ayuda al flujo de retorno de la sangre. La circulación sanguínea depende principalmente de la expansión y contracción del casco durante el movimiento. El casco está irrigado por las arterias digitales. Junto con los nervios y venas, bajan por cada lado de la pata y entran al casco cerca de los cuartos (2). Teniendo en cuenta que es una especialización de la piel, existe dermis y epidermis. La diferencia es que existen dermis de varios tipos, cada una de las cuales va a dar lugar a una porción de epidermis (el casco propiamente dicho). Dermis o corion / Epidermis Dermis perióplica: provista de papilas dérmicas cortas. Se ensancha caudalmente, donde cubre los bulbos de los talones. De allí se origina la capa externa de la tapa. Es como un esmalte, que le da brillo a la pared y la protege de la desecación. Dermis coronaria: Posee papilas dérmicas más largas. Origina la capa media de la tapa. Está compuesta por células queratinizadas organizadas en túbulos córneos, originados en la dermis coronaria, corren distalmente paralelos entre sí, embebidos en una sustancia córnea intertubular. Dermis laminar: compuesta por láminas dérmicas sensibles que se interdigitan con las láminas córneas. Fija la pared del casco a la dermis (1, 5). Dermis solar o de la suela y dermis de la ranilla:: Formados también por papilas, originan la suela y la ranilla, respectivamente. La dermis perióplica y coronaria forman el rodete coronario (1, 5). El tejido subcutáneo es delgado y une la dermis a la tercera falange, los cartílagos ungulares y los tendones. Es grueso bajo la dermis coronaria, formando la almohadilla coronaria, y bajo la dermis de la ranilla, formando la almohadilla digital (1). Pezuña La pared está doblada para formar el borde dorsal. El bulbo es más grande que el del casco y forma la parte caudal de la pezuña. La suela entre el bulbo y la pared es pequeña. Las láminas de dermis y epidermis que se interdigitan están menos desarrolladas (1). Consta de periople, pared, suela y bulbo. En la parte posterior del hueso navicular se encuentra el tendón del músculo flexor digital profundo y la almohadilla digital. El periople se fusiona con el periople de la otra pezuña en la parte caudal. La zona interdigital craneal es muy sensible a penetración de cuerpos extraños y por consiguiente, infecciones. La dermis coronaria es más ancha que en el caballo (1). Garras La garra crece a partir de una dermis germinal es su parte proximal. También poseen una dermis laminar, que permite la unión de la garra con la tercera falange (1). Cuernos (1) Tienen una base ósea formada por la apófisis cornual del hueso frontal, la cual está invadida por el seno frontal. Son permanentes y crecen inmediatamente después de nacer. La dermis está firmemente adherida a la apófisis cornual y presenta numerosas papilas cortas que están inclinadas apicalmente, así el cuerno crece y engruesa. El cuerno está compuesto por túbulos y sustancia córnea intertubular. Está inervado por el nervio corneal, el cual puede ser bloqueado anestésicamente entre el borde caudal de la apófisis orbitaria y la base del cuerno. Bibliografía 1. Dyce KM, Sack WO, Wensing CJG. Anatomía veterinaria. 2 ed. México: MGrawHill, 1999. 2. Emery L, Miller J, Hoosen NV. Horseshoeing theory and hoof care. USA: Lea & Febiger, 1977. 3. Nesbitt GH, Ackerman LJ. Canine and feline dermatology, diagnosis and treatment. USA: Veterinary learning sistems, 1998. Pp 6-23. 4. Stashak TS. Piel y tejido subcutáneo. En: Jennings PB (ed). Texto de cirugía de los grandes animales. España: Salvat, 1989. Pp 233-235. 5. Adams OR. Enfermedades quirúrgicas de los miembros del caballo. Uruguay: Ed. Agropecuaria. Pp. 28-33. 6. Firenstein R, Tororosky C. La salud y la piel. En: www.latinsalud/Temas/piel.htm 7. www.galderma.com.ar/curso/estructuras.html