sobre el origen del "aparato de influencia" en la esquizofrenia

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SOBRE EL ORIGEN DEL "APARATO DE INFLUENCIA"
EN LA ESQUIZOFRENIA (,)
Por Víctor Tausk:
Las siguientes consideraciones están basadas sobre un solo ejemplo del
"aparato de influencia" del cual se queja un determinado tipo de paciente
esquizofrénico. Aunque en este caso particular la estructura de la máquina
difiere materialmente -si no me equivoco- de toda otra variedad de aparatos de este género, es de esperar que el presente ejemplo ha de facilitar,
no obstarite, la comprensión psicoanalítica de la génesis y el propósito de
este instrumento
ilusorio.
Mi ejemplo es una variante -y
muy rarade] típico aparato de
influencia. Se puede objetar, naturalmente, que es temerario sacar conclusiones generales del estudio de un único caso, y que las generalizaciones para
ser consideradas como científicamente válidas, debieran basarse en un volumen mayor de material. Sólo encuentro para mí un justificativo, y es, que
simplemente no he encontrado ningún atto caso que aportara material para
el apoyo de mis conclusiones, y que la mejor literatura psiquiátrica que
conozco no contiene descripciones detalladas de casos individuales del fenómeno del aparato de influencia. Existen solamente descripciones generales
del aparato cuyos rasgos regulares y funciones son dados únicamente como
ilustraciones clínicas superficiales. La psiquiatría clínica parte solamente de
la descripción de cuadros clínicos complejos y no se interesa en el síntoma
especial, detallado, único, de la vida anímica.
La psiquiatría no ha investigado suficientemente hasta ahora, el origen,
el significado y el propósito de los síntomas, porque, no empleando el
método psicoanalítico, tales problemas no se han planteado aún. Sin ernbar(1) El presente trabajo es de importancia primordial en el estudio psicoanalítico de las
psicosis. Publicado en 1919, conserva aún toda su validez científica, lo que hace imprescindible su traducción y publicación para los lectores de esta revista. iN. de la R.)
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go, es permisible, por principio, derivar conclusiones generales de tipos no
comunes. Son las variantes y las formas complejas las que estimulan a menudo la investigación de tipos generales. La uniformidad de casos típicos pueden tener el efecto de una barrera impenetrable,
mientras que, por otra
parte, una desviación del tipo puede ser como una ventana ~n la pared
a través de la cual se obtenga una clara visión.
Una variante señala un cambio en el fenómeno original y una forma
compleja compele la suposición de que un fenómeno dado puede ser de
diverso origen. Es solamente cuando ocurre una inesperada desviación de
lo habitual cuando se encuentra motivo para investigar la uniformidad que
caracterizó o pareció caracterizar -previamente el fenómeno. Las investigaciones de factores causantes extraordinarios, han estimulado a menudo la
investigación de los factores causantes generales.
Deseo solamente que la variante que he tomado como base de mis conclusiones, cuyo origen y significado creo haber comprendido bien sea un
ejemplo feliz.
z.
El aparato de influencia de los esquizofrénicos es una máquina de naturaleza mística. Los pacientes pueden dar solamente vagas indicaciones sobre
su construcción. Consiste en cajas, manubrios, palancas, ruedas, botones (de
luz, de timbre, etc.), alambres, baterías y cosas por el estilo. Los pacientes
ilustrados tratan de descubrir la construcción de los aparatos por medio de
sus conocimientos técnicos, y parece que con la progresiva divulgación de
las ciencias técnicas, todas las fuerzas conocidas en tecnología son utilizadas
para explicar el funcionamiento de estas máquinas. Todos los descubrimientos de la humanidad, sin embargo, no son suficientes para explicar los poderes
maravillosos de este aparato, por 'el cual los pacientes se sienten perseguidos.
Los principales efectos que produce el aparato de influencia son los
siguientes:
1) Hace ver cuadros a los pacientes. La máquina es generalmente una
linterna mágica o cinematográfica. Los cuadros son vistos en un solo plano,
en paredes o en los vidrios de las v-entanas, y a diferencia de las típicas alucinaciones visuales no son tridimensionales.
z) Produce y extrae pensamientos y sentimientos por medio de ondas
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o rayos o fuerzas misteriosas para las cuales el paciente no puede encontrar
ninguna base en sus conocimientos
de física. En tales casos, el aparato es
frecuentemente denominado "aparato de sugestión". Su construcción es
inexplicable, pero su función consiste en la transmisión o extracción de pensamientos y sentimientos por uno o varios perseguidores.
3) Produce acciones motoras en el cuerpo, erecciones y poluciones seminales. Estas últimas sirven en general como medio para extraer al enfermo
su potencia viril y debilitarlo.
Esto se cumple también por medio de su-
gestión o por corrientes de aire, electricidad, magnetismo o rayos X.
4) Crea sensaciones que en parte no se pueden describir, porque son
completamente extrañas al mismo paciente, y en parte son sentidas como
corrientes eléctricas, magnéticas, o corrientes de aire.
S) Es también la causa de otros sucesos en el cuerpo de los pacientes,
tales como erupciones cutáneas, abscesos y otros procesos patológicos.
El aparato sirve para la persecución del paciente y está manejado por
enemigos. Por lo que conozco son exclusivamente enemigos de sexo masculino
los que usan el aparato y los perseguidos son predominantemente médicos
por los cuales el paciente ha sido tratado. La manipulación del aparato se
efectúa también de manera oscura, teniendo raramente los pacientes una idea
clara de su manejo. Los botones son apretados, las palancas puestas en movimiento, las manijas, giradas. La conexión con el paciente se establece frecuentemente por medio de alambres invisibles llevados a su cama, en cuyo caso el
enfermo está influído por la máquina solamente cuando está en la cama.
Sin embargo, es digno de atención que un número de pacientes se lamenta de todas estas dolencias sin atribuirlas a la influencia de una máquina.
Muchos pacientes .c:onsideran que la causa de estas sensaciones ajenas u
hostiles de cambios físicos o psíquicos es simplemente una influencia mental
externa, sugestión o poder telepático, emanado de los enemigos. Mi propia
observación y la de otros autores no deja lugar a dudas de que esas quejas
sin relación con el aparato preceden al síntoma del aparato de influencia, .y
que éste es un. fenómeno patológico subsiguiente. Su apariencia, como lo
afirman muchos autores clínicos, sirve al propósito de una explicación de
los cambios patológicos que son sentidos como ajenos y penosos y dominan
la vida emocional y las sensaciones del paciente.
De acuerdo con esta opinión, el aparato de influencia es una creación
de la necesidad de causalidad inmanente en el hombre. La misma necesidad
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explica también la razón de los perseguidores que actúan .no por medio de
un aparato sino simplemente por sugestión o por telepatía. La clí~ica explica
el síntoma como análogo a la persecución en la paranoia que inventa el
paciente con el objeto de justificar sus delirios de grandeza, y lo llama
"paranoia somática".
Sin embargo, hay un grupo de pacientes que renuncia por completo a
la satisfacción de la necesidad de causalidad y se queja simplemente de cam.bias emocionalesy apariciones extrañas en la personalidad, física y psíquica,
sin atribuir la causa a una fuerza extraña u hostil. Se puede escuchar especialmente de algunos enfermos que sus visiones no les son de ningún modo
impuestas pero que, con gran asombro de ellos simplemente las ven. Ocurren también otras sensaciones de cambio sobre las cuales no hay evidencia
de un originador sobre todo, por ejemplo, la queja de pérdida o cambio de
pensamientos o sentimientos sin que los enfermos piensen que son "extraídos" de ellos o "impuestos" a ellos. Hay quejas de naturaleza similar de
cambio de sensaciones en la piel, rostro y extremidades. Este grupo' de
pacientes no se queja de influencias originadas por una fuerza hostil, extraña, sino de sentir extrañamiento interior. Se vuelven extraños para ellos
mismos, ellos mismos no se comprenden más; sus miembros, su rostro, su
expresión facial, sus pensamientos y sentimientos se les han vuelto extraños.
Estos síntomas son, fuera de duda, parte de un temprano estadio de demencia
precoz, aunque a veces pueden también ser observados en estadios avanzados. En algunos casos, se puede afirmar con seguridad, y en otros con
mucha probabilidad, que las sensaciones de persecución se originan en las
sensaciones de cambio y de extrañamiento. Estas sensaciones de persecución son atribuidas a una interferencia personal extraña, "sugestión" o "influencia telepática". En otros casos, se observa que la idea de persecución
e influencia desemboca en la construcción de un aparato de influencia. Se
puede suponer, por lo tanto, que el aparato de influencia representa el estadio terminal en la evolución del síntoma que comienza con simple sensación
de cambio. Yo no creo que toda esta cadena en el desarrollo del síntoma
haya podido ser observada conjuntamente, hasta ahora, en un solo enfermo.
Pero he visto con seguridad la conexión entre dos estadios por lo menos
-de lo cual presentaré más adelante un ejemplo-, y no titubeo en mantener
que en circunstancias favorables puede ser posible observar la serie completa
de los estadios evolutivos en un solo paciente. Entretanto, estoy en la posi-
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ción del observador de los plasmodios que nota en los glóbulos de la sangre
vanas formas patológicas como estadios de desarrollo en un ciclo continuo
de evolución, aunque nunca sea capaz de observar más de un solo estadio
en algún corpúsculo de la sangre.
El reconocimiento de estos distintos síntomas como estadios de un
proceso de desarrollo único se vuelve difícil no solamente por observación
errónea y por la poca disposición del enfermo para comunicarse sino también
por otros factores. Los pacientes ocultan ciertos estadios tras síntomas secundarios o correlativos, cada paciente de acuerdo con su disposición mórbida,
los cambios de sentimientos son encubiertos por una psicosis o neurosis simultánea o consecutivamente producida, pertenecientes a otros grupos clínicos
tales como depresión, manía, paranoia, neurosis obsesiva, histeria de ansiedad, o amencia; y estos cuadros clínicos avanzando hacia el primer plano,
ocultan al observador los más sutiles elementos en el desarrollo de las alucinaciones de referencia. Es, además, muy probable, que no todos los
enfermos llevan a la conciencia cada estadio de desarrollo, y que un estadio
u otro sigue su curso en el inconsciente y deja una brecha en la psique consciente. Por fin, dependiendo de la rapidez del proceso patológico y de la
disposición individual, algunos de los estadios pueden perderse del todo.
Las ideas de referencia en esquizofrenia se desarrollan igualmente con
o sin aparato de influencia. Solamente en un caso, en la División Neuropsiquiátrica de Belgrado, pude observar corrientes eléctricas sin aparato de
influencia al cual aquéllas se atribuyen habitualmente -con ausencia en
realidad- de cualquier poder hostil.
Se trata de un albañil de 34 años llamado José H. que vivió una parte de
su vida en asilos de alienados. Se siente atravesado por corrientes eléctricas,
que penetran a la tierra a través de sus piernas: estas corrientes las produce él
dentro de sí mismo, declarando con orgullo que ése es su poder. Rehusa
revelar cómo y con qué propósitos hace eso. Cuando por primera vez descubrió esas corrientes dentro de sí mismo, confesó que estaba algo sorprendido pero pronto llegó a la conclusión de que esta manifestación tenía un
significado especial, de que las corrientes sirven a un misterioso fin, respecto a lo cual rehusó toda información.
Citaré ahora otro ejemplo, un caso singular de paranoia somática que
tendrá, como lo veremos más adelante, un significado propio para la comnrohación del oroceso de desarrollo Que he supuesto. El mismo ejemplo ha
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sido ya citado por Freud en otro lugar. La señorita Emma A. se sentía
influída por su amado de manera singular; sostenía que sus ojos no estaban
ya bien colocados en su cabeza sino que estaban completamente torcidos y
fuera de su lugar, y esto lo atribuía al hecho de que su amado era una
persona mala, solapada, que torcía ojos. Un día en la iglesia sintió súbitamente una sacudida, como si la hubiesen transformado, lo cual tenía su causa
en el hecho de que su amado fingía ser otro y que a ella la había arruinado
ya y la había vuelto tan mala como él.
Esta enferma no se siente simplemente perseguida e influí da por un
enemigo; su caso es el de ser influida por identificación con el perseguidor.
Si tomamos en consideración la opinión sostenida por Freud y por mí que
en el mecanismo de la elección de objeto la identificación precede a la carga
de objeto, o sea a la elección 'de objeto por proyección, podemos contemplar
el caso de la señorita Emma A., como representando el estadio en el desarrollo de la alucinación de referencia, que precede a la proyección de la sensación de influencia hacia un distante perseguidor del mundo exterior. La
identificación es aparentemente una tentativa de proyectar las sensaciones
de cambio, en el mundo exterior. Constituye el puente. entre las sensaciones de un cambio de la personalidad sin causa externa y la atribución de
estos cambios al poder de una persona exterior, una especie de intermediario
entre la sensación de un propio extrañamiento y la alucinación de referencia.
Esto confirma especialmente bien, y apoya más el concepto psicoanalítico
del desarrollo del síntoma, hasta su cristalización en el aparato de influencia.·
Estamos interesados aquí en el descubrimiento o más bien en el invento de
un objeto hostil; pero para el proceso intelectual no tiene importancia si los
objetos observados .son hostiles o favorables, y el psicoanalista, por lo menos,
no hará seguramente objeción a la igualación de amor y odio en esta instancia. Entre los casos ilustrativos que se pueden presentar de las formas variadas o estadios de la alucinación de referencia, se puede mencionar el de Staudenmay er cuya autobiografía fué hace algunos años presentada ante la
Sociedad Psicoanalítica de Viena.
Staudenmayer -declarado paranoico, si no me equivoco, y de todos modos yo mismo lo considero como tal- fué quien describió sus sensaciones
durante sus movimientos intestinales desde el comienzo hasta su terminación,
y atribuía cada movimiento peristáltico proviniendo, según sus conocimientos, de la actividad de demonios propios, ubicados según sostenía en el
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intestino y depositados con el funcionamiento de cada movimiento separado.
Podemos ahora resumir y describir esquemáticamente el fenómeno que
en algunos casos aparece como producido por el aparato de influencia y que
en otros casos ocurre sin él:
1) Simples sensaciones de cambio, primero sin sensación de extrañamiento, luego con ella, sin mención de un originador. (Cambios en las funciones psíquicas y físicas y en partes de su propio cuerpo.) En muchos
casos estos estadios de la enfermedad ocurren probablemente a muy temprana edad, antes de la pubertad. Desde que en esta edad no se pueden obtener
informes exactos de sus propios estados, y desde que, además, los cambios
patológicos no son raramente compensados por peculiaridades infantiles del
carácter (tales, como maldad, agresividad, fantasías ocultas, masturbación,
aislamiento, estupidez, etc.}, esta etapa transcurre en la mayoría de los casos
desconocida para los educadores, y a los enfermos no les es mencionada o lo
es con nombre falso. Es solamente en la pubertad, período en que se requiere
del individuo una adaptación especial al ambiente, cuando está obligado
a abandonar todas las torpes expresiones de su anormalidad, que la enfermedad viene a la superficie; es en este momento, también, cuando se estimula
un desarrollo mayor de .los síntomas.
2) Sensaciones de cambio interior en forma de sensaciones anormales,
con mención de un originador -el enfermo mismo(caso ]oseph H.).
3) Sensaciones de cambio interior con mención de un originador, que
aunque existiendo dentro del paciente, no es sin embargo el paciente mismo
(caso Staudenmayer),
4) Sensaciones; de cambio interior con proyección alucinatoria del
suceso interior al mundo exterior, sin mención de un originador; al principio no se presentan sensaciones de extrañamiento pero luego aparecen (viendo cuadros).
5) Sensaciones de cambio interior con mención de un originador
rior como resultado de identificación (caso Emma A).
6) Sensaciones de cambio exterior acompañadas de proyección
extedel su-
ceso interior al mundo exterior con mención de un originador producido
por el mecanismo paranoide (causando la aparición de cuadros, influyendo
por sugestión, hipnotismo, electricidad, produciendo o extrayendo pensamientos y sentimientos, realizando movimientos corporales, debilitando la
potencia, produciendo erección, poluciones seminales, etc.).
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7) Sensaciones de cambio interior atribuídas al trabajo del, aparato de
influencia manipulado por enemigos', Al principio, los enemigos le son generalmente desconocidos al paciente y no los puede discernir; luego es capaz de discernidos, conoce quienes son, y ensancha su círculo según el
modelo de su conspiración paranoide. Asimismo, el paciente es completamente incapaz de explicar al principio la construcción del aparato de influencia, pero gradualmente se familiariza con él.
Destacaremos primero la relación entre ideas de influencia y aparato
de influencia, y procederemos a un examen de este último sin referirnos a
sns efectos.
No es necesario discutir la linterna mágica que produce cuadros e imágenes, porque su estructura armoniza perfectamente con la función que se
le atribuye, y porque no revela error alguno de juicio fuera del hecho de
su inexistencia.
Esta superestructura racional es absolutamente impenetrable. Necesitaremos usar estructuras construídas menos sólidamente, cuyas paredes descubran aberturas a través de las cuales sea posible mirar el interior para
obtener, al menos, u~ principio de comprensión.
a) El aparato de influencia común tiene una construcción muy oscura,
porciones extensas de él son completamente inimaginables. En los casos en
que el paciente cree entender bien la construcción del aparato es obvio que
esta sensación es análoga a la del que sueña que tiene la sensación de comprender pero le falta la comprensión en sí. Esta característica puede ser
descubierta toda vez que se pida al paciente una exacta descripción del
aparato.
b) Este apara~o es, si no me equivoco, siempre una máquina; X' muy
complicada.
El psicoanalista no puede dudar ni por un momento que esta máquina
debe ser un símbolo; es una opinión recientemente subrayada por Freud
en una de sus conferencias, en la que afirmó que la complicada máquina
aparecida en sueños representa siempre los genitales.
Habiendo estudiado analíticamente durante un largo período sueños de
máquinas, puedo confirmar completamente las aseveraciones de Freud; y
puedo agregar, además, que las máquinas representan siempre los genitales
del soñante y que los sueños tienen un carácter masturbatorio. Sobre estos
sueños puedo afirmar lo siguiente: ellos tienen el carácter de sueños de
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ruga, del tipo descrito en un trabajo sobre delirium alcohólico
e).
En ese
trabajo se señala que siempre que un deseo de masturbar, o más bien una
disposición para la polución tiene salida por la fantasía del sueño que es
favorable para la descarga, pronto se le substituye otra' fantasía por medio
de la cual se produce momentáneamente un nuevo estado de inhibición y
la eyaculación del semen se hace difícil, si no imposible. El sueño reacciona
contra el deseo rechazado de descarga, con una alteración sucesiva de
símbolos.
El sueño de máquina posee un mecanismo análogo, excepto que la introducción de las partes componentes de la máquina no es acompañada de la
simultánea desaparición de los otros componentes a los cuales se les substituyen; los nuevos componentes son simplemente agregados a los antiguos.
Es así como se origina la máquina en extremo compleja. Con el objeto de
fortificar la inhibición, el símbolo se ha hecho complejo, en lugar de ser
desplazado por- otro; pero el resultado es el mismo. Cada complejidad llama
la atención del soñante, excita su interés intelectual, debilita recíprocamente
su interés libidinoso, y efectúa de esa manera la inhibición del instinto.
En los sueños de máquina el soñante se despierta, con mucha frecuencia,
con su mano en sus genitales, después de haber soñado que manipulaba la
máquina.
Se puede, sin embargo presumir que el aparato de influencia es la
representación de los genitales del paciente proyectados al mundo exterior,
análogo en su origen a la máquina de los sueños. La frecuente queja de los
esquizofrénicos de que el aparato causa erección, extrae semen, y debilita
la potencia no hace más que confirmar esta opinión. De todos modos, la
analogía del síntoma con la producción de un sueño, tanto como la .asequibilidad del síntoma para la interpretación psicoanalítica del sueño es un
paso más allá de las racionalizaciones y de las exigencias de conexiones causales, sustentadas por la interpretación clínica común del aparato de influencia en esquizofrenia.
Puedo ahora presentar mi ejemplo, que no solamente robustecerá nuesrra hipótesis, sino que la ampliará materialmente.
La paciente es la señorita Natalija A. de 31 años, en otros tiempos estudiante de filosofía. Ha sido completamente sorda durante muchos afios, -dc(1) TAUSK, VÍCTOR: Zur Psychologie
des alkohol Bescbajtigungsdelir,
"Interno Leitsehrift
für arzil. Psychoanalyse",
Heft 4 III Iahrz. 1915. Ver!. Hug-o HeIler J. Ca. Wien.
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bid o a una úlcera del oído, y solamente escribiendo puede hacerse entender.
Declara que durante seis años y medio estuvo bajo la influencia de una
máquina eléctrica fabricada en Berlín, aunque el uso de esa máquina, estaba
prohibido por la policía. Tiene la forma de un cuerpo humano, realmente la
forma de la paciente, aunque no en todos sus detalles. Su madre así corno
sus amigos y amigas están bajo la influencia de esta máquina o de máquinas'
similares. De las últimas no da explicación, describiendo solamente el apárato al que ella está sometida. Está así segura de que hay una máquina masculina, es decir, una forma masculina para hombres, y para mujeres una
femenina. El torso tiene la forma de una tapa, pareciendo la tapa de un
ataúd y forrada con seda o terciopelo. Con respecto a los miembros conseguí de ella dos informaciones muy significativas para mis conclusiones.
En la primera entrevista los describió como partes enteramente naturales del
cuerpo. Algunas semanas más tarde los miembros no estaban colocados. en la
tapa del ataúd en su forma natural, sino simplemente dibujados en ella en
dos dimensiones, en la posición que debieran ocupar en el estado natural del
cuerpo. No puede ver la cabeza o dice que no está segura con respecto a
ella y no sabe si la máquina sostiene su propia cabeza. Prácticamente no tiene
nada que referir con respecto a esa parte del. cuerpo. La paciente no sabe
definidamente cómo se maneja esta máquina, ni cómo está conectada con
ella, pero cree vagamente que es casi de una manera telepática. El hecho
principal con respecto a la máquina es que en cierto modo es manipulada
por alguien y que cualquier cosa que le ocurra a la máquina le sucede también a ella. Cuando alguien golpea esta máquina, ella siente el golpe en
la parte correspondiente de su propio cuerpo. La úlcera (lupus) ahora presente en su nariz se produjo primeramente en la nariz de la máquina, y algún
tiempo después era la paciente la que la sufría. La parte interna de la máquina consiste en baterías eléctricas, que supone representan los órganos
internos del cuerpo humano. Los malhechores que manejan la máquina
producen una sustancia viscosa en su nariz, olores desagradables, sueños, pensamientos, sentimientos, y la molestan mientras ella está pensando, leyendo
o escribiendo. En una etapa anterior, se produjeron en ella sensaciones
sexuales a través de manipuleos en los genitales de la máquina; pero ahora
la máquina ya no posee genitales aunque ella no puede decir cuándo y cómo
desaparecieron. Desde que la máquina perdió sus genitales, la paciente cesó
de experimentar sensaciones sexuales.
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Se familiarizó con el aparato, del que había oído hablar previamente,
a través de toda clase de sucesos, especialmente a través de conversaciones
entre la gente, esto es, a través de alucinaciones auditivas. El hombre que
utiliza el aparato para perseguirla, su pretendiente rechazado, un profesor
universitario, es movido por los celos. Muy pronto, .después de haber rechazado sus galanteos, ella sintió que él había tratado por medio de sugestión
sobre ella y la madre de ella de entablar una amistad entre la cuñada de él,
y ellas dos, siendo su propósito evidente usar esta influencia para hacer que
la paciente lo aceptara. Cuando, sin embargo, la sugestión fracasó, su pretendiente la sometió a la influencia de la máquina. No solamente ella sino
también su madre, sus médicos, sus amistades, todos aquellos que velaban
por la felicidad de ella, cayeron bajo la influencia de este diabólico aparato,
con el resultado de que los médicos le hicieron un diagnóstico equivocado,
alucinándolos el tal aparato en el diagnóstico de otras dolencias que aquellas
que la afligían. No pudo entenderse más con sus amistades y parientes, se
enemistó con todo el mundo y se sintió obligada a escapar. Fué imposible
obtener más detalles de la paciente. En su tercera visita se volvió inaccesible, y sólo afirmaba que el analista estaba también bajo la influencia del
aparato, que se había puesto hostil con ella, y que ya no podrían entenderse.
Este caso nos da una razón precisa para creer que el aparato de influencia representa un estadio en el desarrollo de un síntoma que puede aparecer
también sin alucinación de la máquina y como una alucinación de influencia.
La paciente afirma claramente que su perseguidor recurría al aparato solamente cuando fracasaba su tentativa de influírla por sugestión. Cree haber
oído hablar previamente del aparato, hecho que no es menos significativo
para el psicoanalista. Este vago reconocimiento despertó evidentemente en
la paciente antiguas sensaciones familiares que ella había experimentado
antes de ser sometida al aparato: esto es análogo al hecho bien conocido
de aquellas personas que en estado de apasionamiento tienen la sensación de
haber conocido siempre al amado: en realidad están redescubriendo simplemente una antigua imago libidinosa. Oiremos más adelante en qué remoto
pasado experimentó por vez primera sensaciones similares a aquéllas causadas por el aparato de influencia.
La peculiar construcción de la máquina comprueba en gran parte nuestras aseveraciones, especialmente con respecto al significado de la máquina
como una proyección simbólica de sus genitales.
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El aparato representa no sólo los genitales de la paciente, sino, evidentemente, su persona total. En un sentido puramente físico representa una
proyección: la proyección del cuerpo de la enferma en el mundo exterior.
Por lo menos, los siguientes resultados han sido, sin discusión, obtenidos del
relato de la paciente: el aparato se distingue sobre todo por su forma humana, fácilmente reconocible a pesar de muchas características no humanas.
En su forma se parece a la enferma misma quien, en la parte correspondiente
de su propio cuerpo y de la misma manera siente todos los manipuleos ejecutados en el aparato. Todos los efectos y cambios sufridos en la máquina
sientan plaza simultáneamente en el cuerpo de la paciente y viceversa. Así
el aparato no tiene genitales desde que la enferma no tiene sensaciones
sexuales y el aparato tuvo genitales mientras la enferma era consciente de
tales sensaciones.
Aplicando a este caso la técnica de la interpretación de los sueños, se
puede decir que la inhabilidad de la paciente para suministrar una descripción
detallada de la cabeza del aparato, y especialmente su inhabilidad para determinar SI era o no su propia cabeza, prueba concluyentemente que lo
era.
La persona no reconocida en el sueño es el mismo soñante. En el
Sueño de la Clínica (Z) hemos dado un ejemplo en el cual la soñantese
caracteriza por no ver la cabeza de la figura del sueño que sin duda representa su propia persona.
Un detalle más en la descripción del aparato -a
estaba forrada con seda o terciopelo-puede
saber, que la tapa
comprobar esta opinión.
Las
(2) Sueño de la Clínica. Publicado en "Int, Ztschr. f. Psi." Il, 1914, p. 466. La senorita
N. sueña: Estoy sentada en -un banco alto en el anfiteatro de cirugía. Abajo están operando a
una mujer. Está tendida, pero no puedo ver la cabeza que está vuelta hacia mí, por cuanto parece que los bancos bajos la ocultan. Veo a la mujer, solamente desde el pecho hacia abajo.
Veo ambos fémures y un montón de toallas blancas y lienzos. No veo nada más con claridad.
El análisis del sueño revela que la soñante se ve en la mujer operada. Algunos días antes
de la noche del sueño, la soñante visitó a un médico joven que le hizo requerimientos amorosos. Estaba ella entonces recostada en un canapé. El médico levantó sus faldas y mientras operaba "abajó", el'a percibió arriba el montón de blanca ropa interior. Justamente todo cuanto
ella vió de sí misma en esta situación es lo que ve de la mujer' en el sueño, y la cabeza de la
mujer permanece invisible para ella de la misma manera como no pudo ver su propia cabeza
en la situación real. De acuerdo con Freud, la "mujer sin cabeza", en un sueño representa
la madre. La razón básica para esta interpretación no será discutida aquí, pero le daremos
una importancia especial en otra parte de este trabajo.
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mujeres describen
frecuentemente
las sensaciones
evo-
cadas por la caricia de su propia piel.
El que los intestinos aparezcan con la forma de baterías permite
aquí
por ahora una interpretación
con tales términos
superficial, pero será luego seguida por una más
profunda.
Esta interpretación
superficial puede compararse con lainformaciónque
se da al efecto directa o indirectamente a los escolares de que
las vísceras se parecen a una máquina muy complicada. En nuestro caso
las tendencias parecen dirigirse hacia una interpretación verbal de este concepto infantil.
Se llega a la conclusión
relativa a su ontogenia con la ayuda de la des-
cripción que da la paciente de su aparato de influencia.
En un comienzo la paciente informó que los miembros del aparato aparecían en su forma y posición natural. Algunas semanas más tarde, declaró
que los miembros estaban dibujados en la tapa.
manifestación
de la progresiva
día por consiguiente
deformación
Esta es evidentemente
una
sufrida por el aparato que per-
y al final toda característica
humana y se tornó
un
aparato de influencia típico e ininteligible. En la conciencia de la enferma
son primero los genitales, luego los miembros los que se eliminan en este
proceso. La paciente, por cierto, es incapaz de informar cómo son suprimidos los genitales. Asegura, sin embargo, que los miembros son suprimidos
de la siguiente manera: pierden su forma humana tridimensional y se achatan en un plano bidimensional. No hubiera sido sorprendente si después de
un lapso de varias semanas, la paciente declarase que el aparato nunca los
poseyó. U na omisión de recordar las etapas del desarrollo del aparato tiene
evidentemente el mismo significado que el de olvidar el origen de las imágenes del sueño. No es una conclusión demasiado osada el señalar que la
tapa del ataúd del 'cuerpo del aparato es un producto de tales deformaciones
sucesivas y que originariamente
la paciente misma.
La experiencia
psicoanalítica
representó
un ser humano y especialmente
revela los factores causantes
de tales de-
formaciones. Latente en cada deformación de un fenómeno psíquico hay
un mecanismo de defensa cuyo propósito es la protección del yo consciente
contra la aparición o permanencia de fantasías sin disfraz. La paciente trata
evidentemente de no reconocerse en: el aparato de influencia y es así como
por propia protección lo despoja de toda forma humana; en una palabra,
cuanto menos humana es la apariencia de la alucinación, tanto menos se
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DE INFLUENCIA"
reconoce ella misma en aquélla. Examinaremos
este rechazo.
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más adelante el origen de
Cuando el aparato de influencia de la señorita Natalija A. llamó por
primera vez mi atención, estaba en una etapa especial de desarrollo; sin
embargo tuve la fortuna de observar el aparato en el proceso de evolución
correspondiente a los miembros, y también de obtener de la misma enferma
observaciones indudables con respecto a los genitales. Supongo que este
proceso terminará con la producción del típico aparato de influencia conocido por observaciones clínicas, pero no puedo afirmar que este aparato
pasará por todas las etapas de desarrollo hasta su fin. Es muy posible que se
detenga en su punto medio, sin proseguir más adelante.
3·
Mientras tanto debo dar lugar todavía a una segunda hipótesis sobre la
cual sugerencias anteriores pueden haber llamado la atención. Puede tomarse
en consideración que no obstante todo lo que se ha dicho anteriormente,
el aparato de influencia de la señorita Natalija A. puede ser simplemente
una inexplicable excepción a la regla general. La compleja, indescriptible
máquina, reconstruída con toda fantasía, descrita e interpretada por otros
pacientes, debiera tal vez 'haber sido estudiada y definida antes de ~ue se
hubiera intentado una explicación del aparato de influencia de la señoríta N.
Por falta de otro material a mano para justificar nuestra hipótesis,
excepto la máquina del sueño, comenzaremos con la afirmación de que el
aparato de influencia es una proyección
de los genitales de la paciente.
Al presentar esta segunda hipótesis junto con la primera o en reemplazo
de ella, me doy cuenta de cuánta indulgencia se le exige al lector. No me
sorprendería si un lector severo nos reprochase de ligereza o charlatanería.
También yo fuí desagradablemente sorprendido al descubrir que esta segunda hipótesis era probablemente tan válida como la primera, y que en consecuencia las dos se tornaban improbables o sin valor, desde que sus contenidos difieren y cada una conduce a una teoría completamente diferente.
Por fortuna otra teoría se insinúa que armoniza inmediatamente con
ambas interpretaciones del aparato de influencia. Pero para plantearla tengo
que hacer un largo rodeo y podré recién cerca del f!nal de este trabajo redondear esta exposición.
504
REVISTA
DE PSICOANALISIS
Debo ahora llamar la atención sobre un síntoma en esquizofrenia que
hace algún tiempo denominé pérdida de los límites del yo y que aun hoy denomino así. Este síntoma es la queja de que "todos" conocen los pensamientos
del paciente, de que sus pensamientos no están circunvalados en su propia
cabeza, sino que están desparramados a través del mundo y que ocurren simultáneamente en la cabeza de todas las personas. El paciente parece no darse
ya cuenta de que es una entidad psíquica separada, un yo con límites individuales. Una paciente de dieciséis años de edad en la clínica de Wagner-Jauregg daba rienda suelta a una alegre carcajada cada vez que era interrogada
sobre sus pensamientos. En la catamnesis ella declaró que se había reído porque creía que yo estaba bromeando con ella. Pensaba que yo debía estar
familiarizado con sus pensamientos, puesto que ocurrían al mismo tiempo en
mi cabeza.
Estamos familiarizados con esta etapa infantil de pensamiento, en la cual
existe una fuerte creencia de que los demás conocen los pensamientos de
los niños. Hasta que el niño ha salido airoso de su primera mentira, supone
que los padres conocen todo, aun sus más secretos pensamientos. Más tarde,
en el caso en que el niño haya sido sorprendido en una mentira, este concepto, reaparece, causado ahora por su sentimiento de culpabilidad. El esfuerzo hacia el derecho de tener secretos de los cuales están excluídos los
padres es uno de los factores más poderosos en la formación del yo, especialmente para solidar y realizar su propia voluntad. El estadio de desarrollo observado en el caso que se acaba de citar corresponde a este período en
el que el niño no tiene aún el sentimiento del derecho al secreto y en que
aun no duda de que los padres y los educadores todo lo saben (3).
(3) Esto caería en-el período que precede al éxito de la primera mentira, lo cual ocurre a
menudo muy temprano en la infancia. Las mentiras fabricadas en el, primer año de vida no
son nada raras, pueden observarse especialmente en niños que se resisten a la regular eliminación de los desperdicios corporales cuando por medio de muecas, gestos y palabras inarticuladas, engañan a la persona a cuyo cuidado están, haciéndoles creer que han tenido una evacuación normal. La educadora que se deja engañar por el niño debe finalmente apelar a la omnisciencia de Dios con el objeto de mantener al niño dentro de los límites de la verdad, cuando
éste para obtener placeres prohibidos, comienza a gozar del placer de mentir. Llega bien pronto el momento en que se torna necesario recurrir a la máxima autoridad omnisciente. La introducción del Dios omnisciente en el sistema educacional se vuelve una necesidad, puesto
que, de hecho, los niños aprenden a mentir de los padres y personas que los crían, quienes con
falsedades y promesas no cumplidas hacen obedecer al niño y le enseñan a disfrazar sus verdaderos propósitos. Para salvaguardar el éxito de la educación, los educadores no pueden sino
ORIGEN DEL "APARATO
DE INFLUENCIA"
EN LA ESQUIZOFRENIA
50S
El síntoma "al enfermo le hacen pensamientos", se deduce subsiguientemente de la creencia anterior de que los otros conocen sus pensamientos.
Esto debe atribuirse a las impresiones infantiles que se originan en un período
más temprano de la vida, en que el niño no conoce nada a través de sus propios esfuerzos, pero obtiene de otros, todos sus conocimientos, como usar sus
miembros, su lenguaje, sus pensamientos.
En este período todo es "dado al
niño", todas las alegrías y pesares, y seguramente no es capaz de valorar
qué participación tiene él mismo en su ejecución (4). El descubrimiento de
que es posible realizar una tarea sin ayuda de otros es saludado por el
niño con grandes dosis de sorpresa y excitación. Es probable, por lo tanto,
que este síntoma represente una regresión a esta etapa particular de la
infancia.
Pero este período especial de la infancia presenta un problema: ¿Hasta
dónde retrocede la regresión? ¿Qué es lo que causa la formación del yo y
sus límites como una reacción hacia el mundo exterior, qué mueve la realización de la individualidad, de uno mismo, como' unidad psíquica distinta?
Teóricamente no podemos afirmar que el yo comienza a tomar forma
más temprano que en el momento del descubrimiento de objeto. Esto último
llega con satisfacción y renunciamiento de impulsos instintivos, y así forma
un conocimiento del mundo exterior independiente de los impulsos y deseos
infantiles. Es apenas posible que los instintos sexuales tengan una influencia
mayor sobre el desarrollo de estos conocimientos que el impulso de ser alimentado. Seguramente, los instintos sexuales tomarán pronto un significado
especial que no debe ser menospreciado. Pero por ahora, debiera señalarse
que hay un período en que no existen objetos del mundo exterior, es decir,
ningún mundo exterior y ningún objeto y por eso no existe el yo, ni la comprensión de que se -tiene un yo.
transferir el poder de omnisciencia a Dios, una autoridad que ellos mismos han abandonado.
La incomprensible naturaleza de esta deidad impide que sea posible causar en él una decepción.
Sin embargo, muchos niños no se someten ni aun a esta autoridad, tientan a Dios, prueban
su omnipotencia y omnisciencia y muchos logran desenmascararlo como un fantasma del poder parental destronado, especialmente el paterno.
(4) En la discusión de este trabajo en la Sociedad Psicoanalítica de Viena, Freud señaló
que el concepto infantil de que otros conocían sus pensamientos tiene sus fuentes en el proceso de aprender a hablar. Porque con el lenguaje el niño recibe al mismo tiempo los pensamientos de los otros, y su opinión de que los otros conocen sus pensamientos parece verdaderamente fundada, así como también la sensación de que los otros le han hecho el lenguaje y con él los pensamientos.
506
REVISTA
DE PSICOANALlSIS
En este período existen, sin embargo, deseos e impulsos, y se observa
una urgencia específica de obtener dominio sobre todo lo que estimule los
órganos sensoriales. La etapa de desarrollo que precede a la etapa del descubrimiento de objeto ha sido reconocida como la de identificación. Esto se
hizo evidente en el análisis de neuróticos, en quienes la incapacidad para lograr la posesión de objetos de satisfacción, o alcanzar metas de placer, se vió
que era debido a su identificación con los objetos. El mismo neurótico
representa sencillamente lo que lo atrae en el mundo exterior, no ha encontrado el camino hacia ese mundo, y, por eso, es incapaz de desarrollar un
yo adecuado en las relaciones de su vida psíquica (exclusivamente libidinosas).
Esta peculiar organización de la libido ha sido denominada narcisistica.
La libido en tales casos ha sido dirigida hacia la propia personalidad del neurótico; está fijada a su propio yo y no :1 los objetos del mundo exterior. Observaciones y consideraciones teóricas, especialmente las de Freud, condujeron a la suposición de que este estadio de la libido caracteriza el comienzo
de desarrollo psíquico, el período de "falta de objeto", y que, de todos modos,
este estadio debe ser considerado como una correlación, si no una causa, de
la "falta de objeto". Este estadio de la libido corresponde también al de desarrollo intelectual en el que la persona considera todos los estímulos sensoriales que recibe como endógenos e inmanentes. En esta etapa de desarrollo
la psique no percibe aún que existen intervalos de tiempo y espacio entre
los objetos de los cuales emanan los estímulos y las respuestas sensoriales.
La próxima etapa de desarrollo es entonces la de una proyección del
estímulo hacia el mundo exterior y la atribución de este estímulo a objetos
distantes, de aquí el estadio de distanciamiento y objetivación del intelecto, y
junto con esto la transferencia de libido al descubrimiento, o más bien, a la
propia creaciÓn dél mundo exterior. Como salvaguardia de esta realización
psíquica, y como una especie de autoridad crítica de objetivación, se desarrolló al mismo tiempo la facultad de distinguir entre objetividad y subjetividad,
un conocimiento de realidad que capacita al individuo a re~onocer sus experiencias interiores corno distintas de los estímulos exteriores, en otras palabras,
a ver las experiencias internas como internas y no confundirlas con los objetos
de respuesta sensorial.
Este proceso de desarrollo correlativo es capaz de encontrarse con inhibiciones. Hay inhibiciones del lado intelectual, o como dijimos, del yo
cuya arma principal es el intelecto, y hay inhibiciones que surgen de la trans-
ORIGEN DEL "APARATO
DE INFLUENCIA"
EN LA ESQUIZOFRENIA
ferencia de la libido en varios estadios de desarrollo, y con resultados
507
diver-
sos dependiendo de la relación del yo con la libido. Estos puntos de inhibición son llamados, por Freud, puntos de fijación. En la mayoría de los casos el factor causante de los disturbios del yo, parece apoyarse en lesiones
de la libido. Resulta claro así que según la interpretación de Freud la paranoia es una reacción a la homosexualidad reprimida. La prohibición de encontrar un objeto para satisfacer el impulso homosexual, cuyo resultado es
una inhibición
reconocida
de la transferencia
de la libido
homosexual,
como originada desde el interior y permaneciendo
Esta proyección
debiera
ser
en el interior.
es una medida de defensa del yo contra la libido homosexual
que emerge de la represión con arrebatada fuerza. La inhibición libidinosa
lleva a la inhibición intelectual, que puede manifestarse en juicios falsos o en
locura.
Un proceso psíquico interno debido a desplazamiento
y proyección
es tomado equivocadamente por externo, y conduce a una "debilidad afectiva
del juicio" más o menos marcada, con las reacciones de la psique que esto
trae, cuantitativa
y cualitativamente
determinadas
por el proceso mórbido.
Podemos entonces decir que: en el caso de una defectuosa transforma-
ción de la libido el yo se descubre encarando la tarea de dominar un mundo
loco, y en consecuencia se conduce insanamente (5).
En la neuropsicosis que aparece generalmente a edad avanzada con una
historia de previa salud psíquica relativa, pero casi total, no es difícil observar que la enfermedad
del yo es causada por la enfermedad
de la libido.
En estas psicosis, que se insinúan en la primera infancia, en vez de una sucesión temporal en la enfermedad de la libido y del yo podemos suponer en
parte una inhibición correlativa del desarrollo.
Uno de los grupos de impul-
sos instintivos no ~e. desarrolla normalmente, y esto corre parejas con una
detención de las funciones del otro grupo de impulsos y con un desarrollo
simultáneo de reacciones secundarias, que deben mirarse como tentativas de
autocuración y de adaptación a los disturbios funcionales por medio de
compensaciones y supercompensaciones.
Además, ocurren regresiones de
parte de las funciones que se desarrollaron normalmente pero que, siempre
que en cierto momento de la vida haya una marcada discordancia entre las
porciones normales de la psique y las enfermas abandonan su nivel normal,
(5) Los casos en que la inhibición concierne principalmente al intelecto deben ser atribuí-
dos a demencia.
REVISTA
508
DE PSICOANALISIS
regresan, con el propósito de adaptación,
a los niveles bajos de las funciones
dañadas. Durante este regreso pueden surgir varias formaciones
sintomáticas
temporarias o permanentes de diferentes tipos clínicos; y de ellas se desarrollan todas las formaciones psicóticas mezcladas. La existencia de estos procesos parciales y su gran variedad con respecto a niveles de regresión requieren
ser cuidadosamente observados en un momento dado.
Al considerar
inhibiciones
de impulsos instintivos debemos tener cons-
tantemente en cuenta que todos los impulsos inhibidos son capaces de ser
transformados o descargados como ansiedad, que "en cierto sentido teórico se puede decir que los síntomas se forman
un desarrollo
sólo con el objeto de eludir
de ansiedad de otro modo inevitable".
(Freud.)
4,
Sabemos
por Freud
que la proyeccion
de la libido
homosexual
en
paranoia debe mirarse como una medida de defensa del yo contra un impulso
sexual inoportuno
y socialmente
reprensible
ciente.
¿Es posible mirar la proyección
que presiona desde el incons-
del propio cuerpo en el caso de la seño-
rita Natalija como una situación análoga?
Naturalmente, la proyección tendría que secundar
la defensa de aque-
lla libido que corresponde al propio cuerpo de la paciente y que se ha
vuelto o demasiado extensa o demasiado inoportuna en sus exigencias para
que la paciente pueda tolerarla corno propia. Es también necesario afirmar
que esta proyección pertenece solamente a la libido del cuerpo y no a la
libido del yo psíquico, y además que la libido del yo psíquico (6) ha faci(6) La proyección
de la posición de la libido del yo psíquico produce los síntomas de
simple paranoia, cuyo mecanismo fué descubierto por Freud. En lo que sigue no consideraremos el hecho de que la libido del yo es necesariamente homosexual en sus impulsos, esto es,
atraída por el sexo cuyo yo representa. Describiremos brevemente sólo un mecanismo, que
parece no armonizar con la 'libido objetal y que está probado por la sintomatología de nuestra
paciente, la señorita Natalija.
La paciente refiere que: Después de haber rechazado a su pretendiente, ella sintió que él
le había sugerido que estrecharan amistad ella y su madre con la cuñada de él, así la paciente
sería más dócil a una futura propuesta de su parte. Lo que aquí aparece como sugerencia
de parte del pretendiente, no es más, que la proyección de la inclinación inconsciente de la enFerrna a acentar la nropuesta de casamiento. Rechazó la propuesta no sin conflictos internos
ORIGEN DEL "APARATO
DE INFLUENCIA"
EN LA ESQUIZOFRENIA
509
litado la defensa contra la libido corporal porque estaba, por decirlo así;
avergonzada de ella.
El que un mecanismo de proyección haya sido elegido para el propósito de defensa -un mecanismo que corresponde al primitivo funcionamiento de la psiquis en el proceso de descubrimiento de objetos- nos da la
razón para creer que estamos tratando aquí con una posición de la libido
que es contemporánea de los comienzos de descubrimiento de objeto intelectual y que se logra o bien por regresión o por la persistencia de un fenómeno vestigial (Freud), que ha sido durante años y hasta el acceso de
la enfermedad eficazmente compensado o encubierto. En regresiones, sin
embargo, es siempre un esfuerzo para lograr la primitiva posición libidinosa
desinhibida. En paranoia, las regresiones alcanzan una etapa cuando la
y vaciló entre aceptar o rechazar a su pretendiente. Realizó de hecho el rechazo, mientras
que proyectó su inclinación a aceptar la propuesta, en el objeto de sus deseos contradictorios
los hizo aparecer como el efecto sensorial de una influencia por parte del objeto, o en otras
palabras, como su síntoma. La enferma fué ambivalente con su festejante, y proyectó un lado
de su conflicto, el libidinoso positivo, mientras que al actuar manifestaba el lado negativo, el
rechazo, porque este proceder estaba de conformidad con su yo. La e'ección, que en este caso
tiene por resultado una proyección puede ser en otros lo contrario. Llamo aquí simplemente
la atención sobre el mecanismo de proyección parcial de tendencias ambiüalentes,
Una contribución especial al tema del mecanismo de proyección, que me hizo también conocer este principio, fué hecha por la doctora Helene Deutsch en su discusión de este trabajo
en la Sociedad Psicoanalítica de Viena. Una paciente esquizofrénica tenía la sensación de que
sus amigos dejaban el trabajo cuando ella comenzaba a trabajar y de que ellos se sentaban
siempre que ella se ponía de pie; en resumen, que los demás realizaban siempre lo contrario
de lo que ella hacía. La paciente sentía esto; no podía verlo porque era ciega. Helene Deutsch
vió el síntoma como una proyección de una de las dos tendencias presentes en cada una de las
actividades de su paciente, siempre simultáneamente en conflicto las tendencias de la enferma a hacer y las tendencias a no hacer. Esta interpretación fué confirmada por casos presentados por otros ponentes.
En esta ocasión Freud propuso la formulación de que es la ambivalencia lo Que hace
posible el mecanismo de proyección. Una vez expresada, esta tesis aparece evidente de por
sí. Tiene su corolario en otra contención de Freud, a saber, que la ambivalencia produce
represión. Esto tiene como natural consecuencia la formulación mencionada, desde que solamente lo que es reprimido es proyectado, en cuanto existen todavía los límites entre lo inconsciente y lo consciente. El problema total proporciona especial justificación al término
de B'euler esquizofrenia, y al mismo tiempo corrobora los puntos de vista discutidos' en
pág. 549 de "The Psychoanalytic Quarterly", vol. 11, 1933; y pág. 27, "Internationale
Zeitschrift Fur Arztliche Psychoanalyse V. ].ahrgang" 1919. Nota al pie.
El presente trabajo muestra cómo -si bien inconscienremenre.; he estado demostrando la
formulación de Freud.
HO
REVISTA
DE PSICOANALlSIs
elección de objeto homosexual no ha llegado aún bajo la prohibición
del
yo y hay libido homosexual libre que solamente más tarde está sujeta a la
represión del mandato de los reclamos culturales del yo.
La libido dirigida hacia la persona misma, cuyo yo trata de salir, proyectando naturalmente su propio cuerpo, es característica de un período
en que aun estaba libre de conflictos por las exigencias de otros objetos de
amor. Este período debe coincidir con la etapa de desarrollo de la psique
en que el descubrimiento de objeto ocurre aún dentro del propio cuerpo
del individuo, y cuando este último ve aún su cuerpo como mundo
exterior.
Estoy intencionalmente diferenciando entre elección de objeto y descubrimiento de objeto. Por el primero entiendo solamente las cargas libidinosas; por el último el conocimiento intelectual de esta carga. Un objeto es
descubierto por el intelecto, y elegido por la libido. Estos procesos pueden
ocurrir simultáneamente o en secuencia; para mis propósitos deben considerarse como distintos.
Entonces se puede demostrar que la proyección del propio cuerpo proviene de aquella etapa del desarrollo en la cual el propio cuerpo es la
materia del descubrimiento de objeto. Este debe ser el momento en que
el niño va descubriendo su cuerpo, parte por parte, como mundo exterior,
y anda todavía a tientas sobre sus manos y sobre sus pies como si fuesen
objetos extraños. Es en este momento cuando todo lo que le "ocurre" emana de su propio cuerpo; su psique es el objeto de estímulos, surgiendo de
aquél pero que actúan sobre él como si fuesen producidos por objetos exteriores. Estas disjerta membra son más tarde reunidas y sistematizadas en
una unidad total, bajo la supervisión de una unidad psíquica que recibe
todas las sensaciones -de placer y dolor de estas partes separadas reunidas en
un yo. Este proceso se realiza por medio de la identificación con su propio
cuerpo. El yo, así descubierto, es cargado con la libido aprovechable; de
acuerdo con la naturaleza psíquica del yo, se desarrolla narcisismo; y, de
acuerdo con la función de los órganos del individuo como fuentes de placer,
resulta el autoerotismo.
Pero si las teorías psicoanalíticas anteriormente
aplicadas son correctas,.
este descubrimiento de objeto dentro de los propios órganos, que solamente
por proyección pueden ser mirados como partes del mundo exterior, debe
ser precedido por una etapa de identificación, con una posición de la libido
ORIGEN DEL "APARATO DE INFLUENCIA"
EN LA ESQUIZOFRENIA
511
narcisística (7), y es necesario suponer dos etapas sucesivasde identificación
y proyección.
La proyección que participó en el descubrimiento de objeto dentro
de los propios órganos sería, pues, la segunda fase de la precedente .etapa,
aunque la parte que depende de la identificación postulada tiene aún que
ser descubierta.
Estoy, pues, suponiendo la existencia de estas dos fases sucesivas de
identificación y proyección en descubrimiento de objeto y elección de
objeto dentro del propio cuerpo.
No voy en contra de los conceptos psicoanalíticos al afirmar que el
individuo viene a la vida como una unidad orgánica en la cual libido y yo
aun no están separados, y toda la libido disponible está relacionada con
esa unidad orgánica, que no merece más que la célula el nombre de "yo"
(v. g. una organización psíquica de propia protección). En esta situación
el individuo es igualmente un ser individual y sexual, realizando simultáneamente el yo y las funciones reproductivas, como la célula que cumple por
la sola nutrición (o sea una función análoga a la función del yo) al mismo
tiempo sus funciones sexuales, nutriéndose hasta el momento en que se
divide en dos. Esta etapa del niño recién nacido es biológica hasta el momento de la concepción, pero debe ser mirada como psicológica desde el
momento en que -en una etapa indeterminada de la vida del feto- ocurre
cierto desarrollo cerebral. Desde el punto de vista de la libido, podemos
decir que el niño recién nacido es un ser sexual. Estoy de acuerdo con la
afirmación de Freud de que la primera renunciación dé! individuo es renunciar a la protección del cuerpo de la madre impuesta a la libido y acompañada por aquell~ expresión de ansiedad: el grito del recién nacido. Sin
embargo, una vez pasado este primer trauma y si no surge algún disgusto
que ponga al niño en choque consigo mismo y con su ambiente, está ya
en completa posesión de su libido y no conoce nada del mundo exterior, ni aún de esa parte del mundo que pronto descubrirá dentro de sí
rmsrno.
Es esta etapa de identidad la que precede a la primera proyección con
(7) Freud ha indicado ya en su trabajo sobre la biografía de Schreber, que la libido
en esquizofrenia está situada en una etapa aun anterior al autoerotismo. Yo llego a la misma conclusión por diferente camino, y me tomo la libertad de presentar este hecho como
nn1"h~ ele h exactitud de las aseveraciones de Freud,
512
REVISTA
el propósito de descubrimiento
DE PSICOANALISIS
de objeto, dentro del propio cuerpo. Esta
etapa no se efectúa por causa de aquella actividad psíquica que puede llamarse identificación, pero está presente desde el comienzo. N o obstante el
resultado es el mismo que en la identidad activamente establecida, absoluta
satisfacción de sí mismo, sin vida exterior, y sin objetos. Llamamos a este
estadio el del narcisismo innato. En esta condición la libido es dirigida al
exterior; primero carga el propio cuerpo del sujeto por vía indirecta de
proyección, y vuelve por vía de propio descubrimiento del yo. Mientras
tanto, el yo ha sufrido un cambio decisivo bajo la influencia de estas primeras alteraciones psíquicas, que puede llamarse experiencia, y ahora se
carga nuevamente de libido. Llamaremos a esto narcisismo adquirido. Este
último encuentra una cantidad considerable de narcisismo innato, ya presente, y a quien se le sobrepone. La condición de narcisismo innato permanece durante todo el tiempo normalmente adherida a los órganos y a sus
funciones, y está en constante conflicto con las distintas etapas posteriores
de desarrollo del yo, las cuales, con la ayuda de la ansiedad y del juicio,
ocurren bajo la protección de todas las facultades que gradualmente se
adquirieron en el ínterin.
La lucha continúa, al principio, principalmente
en la esfera de las funciones excretoras y en las fuentes autoeróticas de placer, desde que éstas son las esferas que dan origen a las mayores dificultades
en las relaciones del individuo con el medio. No obstante, debemos comprender definitivamente que durante toda la vida el yo se desarrolla con
constantes cambios en la posesión de la libido narcisista, que el hombre en
su lucha por la existencia es constantemente compelido a encontrarse de
nuevo y reconocerse a sí mismo, y que la adquisición de narcisismo es inmanente en la cultura y es concebible solamente en las bases de un narcisismo ingénito intacto que sirve como fuente de nutrición y regeneración.
Esta constante lucha alrededor de sí mismo, ocurre en diversos grados relacionada con varios impulsos instintivos, concierne a la homo y a la heterosexualidad y a cada componente de libido en diferentes grados yen tiempos
distintos, y provoca diversas reacciones, compensaciones, superestructuras
y eliminaciones. Estas formaciones psíquicas secundarias entran entonces
nuevamente en combinación y producen insolubles relaciones dinámicas,
cualitativas, relativas y modales resultando una gran variedad de caracteres,
tipos y síntomas patológicos. El desarrollo tanto del yo como de la libidoen cuanto concierne ya aisladamente o bien en su mutua relación puede
ORIGEN DEL "APARATO DE INFLUENCIA"
EN LA ESQUIZOFRENIA
513
ser fijado o puede dar lugar a metas de regresión en tantos puntos como
existan factores de parentesco y de desarrollo primario, secundario, terciario, etc. El problema total se complica más aún por elementos de tiempo
y de espacio haciéndose así inaccesible.
Supongamos que la proyección del propio cuerpo sea una repetición
patológica de aquella etapa psíquica en que el individuo se esforzaba en
descubrir su propio cuerpo por medio de proyección. N o sería demasiado
decir que así como la proyección en el desarrollo normal primario tuvo
éxito, porque la posición de la libido narcisística innata debió ser rechazada
bajo el ataque de estímulos exteriores, así también la proyección patológica
ocurre porque se ha desarrollado una acumulación de la libido narcisística
análoga al narcisismo primario, aunque en este caso anacrónica, regresiva
o fijada, pero parecida a él en carácter en cuanto que aisla al individuo del
mundo exterior. De aquí que la proyección del propio cuerpo pueda ser
mirada como una defensa contra una posición de la libido correspondiente
a la terminación de la existencia fetal y al comienzo del desarrollo extrauterino. Freud no ha vacilado en declarar, en sus conferencias que los problemas psicológicos deben ser investigados retrocediendo hasta la vida intrauterina.
Estas consideraciones deben ser tomadas como punto de partida para
la explicación de varios síntomas esquizofrénicos. ¿No es posible que la catalepsia, flexibilidad cérea, corresponda a una etapa en que el hombre siente
sus propios órganos como ajenos, como no perteneciendo a él mismo, y como
dominados por una fuerza exterior? Un ejemplo similar es el síntoma de
que los propios miembros son movidos por otro. Este síntoma reproduce
particularmente bien la situación en la cual el propio cuerpo se vuelve extraño y, por así decir, parte de un mundo exterior dominado por fuerzas
externas: ¿No podría, el estupor catató~co, que es un completo rechazo
del mundo exterior, representar el retorno al útero materno? ¿No podrían
ser estos graves síntomas catatónicos el último refugio de una psique que ha
abandonado hasta las funciones más primitivas del yo y se ha refugiado in
toto, en la etapa fetal y de lactancia, porque no puede usar, en el estado
actual de su libido, ni aún las funciones más simples del yo, aquellas que
mantienen la relación con el mundo exterior? El síntoma catatónico, la
inmovilidad negativista del esquizofrénico, no es más que una renuncia del
mundo exterior expresadaen "lenguaje orgánico". Los "reflejos de la lactan-
514
REVISTA
DE
PSICOANALISIS
cia", en la etapa final de la parálisis general, no indican también
sión al período de lactancia? (8).
tal regre-
La correlación psíquica de flexibilidad cérea y de aquella etapa en
que el hombre se ve como una parte del mundo exterior y carece de conciencia de su propia volición y de los límites de su propio yo, es el sentimiento de que cada uno conoce y posee los pensamientos del paciente. En
el período repetido aquí patológicamente no hay por supuesto pensamientos, porque hasta los pensamientos son sometidos como se ha señalado antes
a los mismos procesos de ser mirados, al principio, como provenientes del
mundo exterior antes de ser considerados entre las funciones del yo. Los
pensamientos deben ser primero asimilados en la conciencia de la unidad del
yo, antes de que puedan ser una función automática del yo, y esto no puede
ocurrir antes de que el intelecto haya evolucionado
hacia la etapa de percep-
ciones de la memoria. Freud nos ha enseñado que esto también, es un proceso posterior, y que es precedido por la etapa de alucinaciones de cuadros
de la memoria, es decir, una etapa en que las percepciones aparecen realmente en el mundo exterior y no son miradas como ocurrencias internas. Además, esta etapa de percepciones alucinatorias, que representan una especie
de objetivación, descubrimiento de objeto y elección de objeto, corresponde
(8) Algunos pacientes se dan realmente cuenta
período embrional, esto último sin embargo como
paciente me dijo: "Siento que me voy poniendo
Ahora tengo 4 años de edad. Después, volveré a
vientre de mi madre."
de esta regresion a la lactancia y al
una amenaza de nueva enfermedad. Un
constantemente más joven y pequeño.
mis pañales y luego me meteré en el
La doctora Helene Deutsch, durante la discusión de este trabajo, relató el caso de una
mujer esquizofrénica, de 31 años de edad, que se mojaba y ensuciaba en la cama afirmando como justificativo que "ellos hacían' de ell un «bebé»". En la misma oportunidad Freud,
refiriéndose especialmente al aparato de influencia de Miss Natalija, y a la relación mutua
entre sexualidad y .muerte, llamó la atención sobre el significado del modo de enterrar las
momias egipcias. Colocar a la momia en una caja parecida al cuerpo humano sugiere la idea
del retomo a la "madre tierra", retomar en la muerte al cuerpo de la madre.
La referencia de Freud muestra que, como compensación a la amargura de la muerte, el
hombre presupone la felicidad de la existencia en el útero. La fantasía de retomo al útero,
es, entonces, atávica, una fantasía preformada y como tal debe agregarse a la "fantasía primaria" postulada por Freud como cuarta fantasía. Esta fantasía aparece sintomáticarnente en
la esquizofrenia como la realidad patológica de regresiva desintegridad de la psique. La
momia retoma al cuerpo materno por muerte física y el esquizofrénico por muerte psíquica
(rnutterleibspbantasie
-expresión, si no me equivoco- usada por primera vez por Gustav
Grüner).
ORIGEN DEL "APARATO
DE INFLUENCIA"
EN LA ESQUIZOFRENIA
515
también al primer período de la vida. La regresión, por supuesto no ocurre
del mismo modo en todos los momentos y relaciones psíquicas. La capacidad
de pensamiento en forma de percepciones de la memoria está intacta aún,
la libido está degradada ya al período de lactancia y establece ahora una
relación con la facultad de pensar que encuentra. Se ha perdido la conciencia de personalidad, y esta pérdida se demuestra en la inhabilidad del
paciente para localizar su inventario psíquico intacto. El paciente que declara que sus pensamientos y sentimientos están en las mentes de todo el
mundo, declara simplemente, en palabras y conceptos derivados de la reserva de memoria de una etapa posterior de desarrollo, que su libido se
encuentra en el período en que aun es idéntica al mundo exterior, en que
aun no tiene establecidos los límites del yo contra el mundo exterior, y el
enfermo está ahora obligado, por esto, a renunciar a las normales relaciones
intelectuales de objeto hasta donde ellas dependen de la regresiva posición
de la libido.
Estos sentimientos y este modo de expresión dependen de la habilidad
psíquica para operar con las percepciones de la memoria. Esta facultad,
además, puede sufrir una regresión (9). En este caso el paciente alucina.
La libido ha regresado detrás de la etapa de identificación, el intelecto no
conoce ya cómo establecer una relación con el mundo exterior, aun por
medio de identificación. La psique se aproxima más y más al seno materno.
Además, los "cuadros vistos en planos", ¿no podrían representar una
etapa de desarrollo del sentido visual aún anterior a la etapa alucinatoria?
Los psicólogos afirman que el hombre ve primeramente el plano en las
dos dimensiones, antes de percibir 10 tridimensional.
5·
He señalado que el descubrimiento' y la elección narcisística de sí mismo se repiten c~n cada nueva adquisición del yo, con el siguiente efecto,
que, bajo la guía de conciencia y juicio, cada nueva adquisición es o bien
(9) Para una discusión más amplia sobre este asunto, ver FREUD: Metapsychologische
Erganzung zur 'Traumlebre, "Int, Ztschr, f. Psa.", IV, 1916-1917(Traducido en Obras completas, IV, 137, 152). Este trabajo apareció mientras el presente estudio estaba en pruebas.
Me place poder remitir a los muchos puntos en que concuerdan mis argumentos y los de
Freud, de los cuales no tuve conocimiento cuando realicé mi trabajo.
516
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DE PSICOANALlSIS
rechazada, o cargada con libido y atribuída al yo. Llamaremos a este narcisismo, narcisismo psíquico, y lo contrastaremos con el narcisismo orgánico
que garantiza en el inconsciente la unidad y funcionamiento
del organismo.
No hay nada nuevo en llamar la atención sobre la gran dependencia de la
salud física, y aún de la vida misma, a lo que se llama amor a la vida, o en
la advertencia de que uno puede realmente morir de "angustia" y que, como
menciona Ostwald en su libro Great men. (Grandes hombres), profesores
universitarios jubilados mueren poco después de haber cumplido sus tareas,
aunque hayan gozado previamente de buena salud. No mueren por avanzada
edad, pero sí porque han perdido el amor a la vida cuando ya no pueden
cumplir con las tareas que han amado. Freud habla de un famoso músico que
sucumbió a su enfermedad porque había interrumpido su trabajo creador.
Debemos afirmar que la libido fluye a través del cuerpo entero, tal
vez como una sustancia (puntos de vista de Freud), y que la integridad
del organismo se realiza por un tono de la libido, la oscilación del cual corresponde a la oscilación del narcisismo psíquico y a la libido de objeto (lO).
De este tono depende la resistencia a la enfermedad y a la muerte.
El
amor a la vida ha salvado a muchos hombres desahuciados por los médicos por
incurables.
Siempre que ocurra un estancamiento de narcisismo orgánico en un ór(10) La enfermedad, cuyo mecanismo consiste en la desintegración del narcisismo psíquico, en la renunciación de amor al yo psíquico: es la melancolía. Ella es en cultura pura,
el paradigma de la dependencia de lo orgánico al narcisismo psíquico. La separación de libido del yo psíquico, es decir, el rechazo y conde nación de la misan d'étre de la persona psíquica, la tendencia a la propia destrucción física. Aquí ocurre una separación consecutiva de la libido de aquellos órganos que garantizan el funcionamiento y el valor de la
individualidad física, u~:i separación por medio de la cual la función de los órganos es dañada o desahuciada. De aquí la pérdida de apetito, constipación, cese de la menstruación,
pérdida de potencia, todo como resultado de mecanismos inconscientes. Este fracaso de
funciones proviene de la destrucción de las respectivas posiciones orgánicas de la libido
que son esencialmente vegetativas, es decir, inconscientes; así es como se diferencian estrictamente de lo consciente, una deliberada tendencia suicida expresada en el rechazo de alimentación oen actividades hostiles a la vida.
La melancolía es la psicosis de persecución sin proyección; su estructura es debida a un
mecanismo específico de identificación (más material sobre este punto en mi trabajo Diagnosticbe Erorterungen auf Grund der Zustandsbilder der sogen. "Kriegspsychosen Wiener
medo Wochenschrift", NI;> 37 y 38, 1916. Mientras este trabajo estaba en pruebas, apareció
el estudio de Freud T'rauer und Melancbolie, Heft 6, ]ahrgang IV, 1916-17 International
Zeitschrift, traducido en Obras completas, 15'2'173, al que me refiero en esta relación).
ORIGEN DEL "APARATO DE INFLUENCIA"
EN LA ESQUIZOFRENIA
517
gano dado elegido como sitio de predilección (11), podría ocurrir una conciencia de relaciones de órgano y de funciones orgánicas que en la vida normal están relegadas a un papel inconsciente y vegetativo. Análogamente, objetos cargados de narcisismo psíquico y objetos de amor surgen a la consciencia cuando la carga ha alcanzado un grado suficiente de fuerza.
Este estancamiento de la libido dirige su atención al órgano y proporciona
a la consciencia la transformación del órgano o de sus funciones, es decir,
la sensación de cambio. Este es el mecanismo descrito por Freud como hipocondría. Este estancamiento de libido es seguido por alejamiento del yo del
órgano o de sus funciones patológicamente sobrecargadas de libido, es decir,
de extrañamiento (12).
(11) Esto
involucra los principios freudianos de la erogencidad de los órganos, esto es,
de las zonas erógenas,
(12) El doctor Otto Pórzl sugirió en cierta ocasion -no recuerdo si fué en conexron
con una tesis propia o como apéndice a teorías de otros- que la inmovilidad catatónica
es una expresión de la incapacidad del paciente para ordenar sus impulsos motores desintegrados por la separación de su volición en elementos agónicos y antagónicos, de suerte que
una acción determinada puede nuevamente ejecutarse. En el cuento de Meyrinck, Der
Fluch der Krote (El maleficio del sapo), el ciempiés es incapaz de mover un miembro en
el momento en que concentra su atención en la actividad de alguna de sus cien patas.
La concepción de Pótzl armoniza con la teoría psicoanalítica en que la libido narcisística regresiva sufre una división patológica en la carga de las funciones individuales de la
psique y de los órganos, de suerte que las porciones agónicas y antagónicas del antitético
par de fuerzas, dirigidas inteucionalmen:e,
son traídas al alcance de la atención por la perturbación del equilibrio entre sus respectiuas cantidades de libido y son privadas de funcionamiento automático.
Este sería un caso especial de hipocondría y extrañamiento relacionado a los antitéticos
pares de fuerzas con sus respectivas consecuencias específicas. La opinión de Pótzl no contradice la afirmación de que el mundo exterior puede ser eliminado como consecuencia de
la libido narcisística regresiva, sino permite realmente la aplicación de la teoría de la hipocondría para otros puntos especiales en la formación psicofísica del hombre. El concepto
de Pótzl sugiere aún la hipótesis de que hubo en la vida del hombre un período no del
todo definidarnente determinable, es verdad, y tal vez solo potencial y en el cual la actividad del par de fuerzas antagónico todavía no era automática y debió ser descubierta y
aprendida por la persona misma como si fuese por una del exterior. Este período puede
muy bien estar presente en la onrogenia sólo como un "engrama" de etapas filogenéticas
que comprende el origen de los ahora complejos órganos motores desde las formas más
simples. La regresión en esquizofrenia sería entonces atribuíble a aquellos "engramas" de
la era más antigua de la especie, y la teoría demandaría que aquellos restos filogenéticos
de función retuviesen su capacidad de reactivación. No debemos retroceder ante esta hipótesis. Nos provee una posibilidad más amplia en la investigación de problemas en esquizofrenia: es posible que esta rara enfermedad consista precisamente en esto, que los vestigios
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DE
PSICOANALlSIS
Esto debe ser considerado como una medida de defensa contra la ansiedad asociada con hipocondría. La sensación de extrañamiento es una
defensa contra la carga libidinosa, no importa si concierne a objetos del
mundo exterior, al propio cuerpo o a sus partes. Por supuesto, el extrañamiento no anula la inconsciente posición de la libido. El extrañamiento no
es una destrucción, sino simplemente una negación de la carga patológica, es
una instancia de las tácticas de avestruz del yo, que puede muy fácilmente
ser reducida ad absurdum, y suplantada por otras medidas o por medidas
de defensa más efectivas.
Cuando, en paranoia, la sensación de extrañamiento no proporciona
ya protección, el impulso libidinoso para con el objeto homosexual es proyectado hacia este último y aparece por un cambio de dirección como agresión hacia el objeto amante (el mismo paciente) en la forma de persecución.
Los extraños son ahora enemigos. La enemistad es una nueva y más enérgica
tentativa de protección contra la libido inconsciente rechazada.
La libido narcisística de los órganos, en la esquizofrenia, sufre una transformación similar. El órgano extrañado, en nuestro caso, el cuerpo entero,
aparece como un enemigo exterior, como una máquina empleada para dañar
al enfermo. Nos sentimos, entonces, compelidos a distinguir tres etapas
principales en la historia de la "máquina de influencia":
1) La sensación de cambio interno producida por estancamiento de libido dentro de un órgano dado (hipocondría).
2) La sensacién de extrañamiento producida por rechazo del yo hacia
el órgano enfermo, por medio del cual el órgano y sus funciones patológicamente alterados son por así decir. negados y eliminados como algo ajeno
a la totalidad o a parte de los órganos sanos y a las funciones aceptados
por el yo.
filogenéticos de función conserven en algunos individuos una capacidad extraordinaria para
ser reactivados. El psicoanálisis tiene que dar paso a este concepto desde que en muchos
casos ha descubierto ya las raíces de los síntomas en la historia de las especies. De esto,
tal vez sea posible por vía ontogénica proceder a la explicación de las misteriosas "corrientes eléctricas" de 'que se quejan los pacientes. Esta parestesia puede haber sido alguna vez
una sensación que acompañó a la primera función de los nervios y de los músculos. Es
tal vez una reminiscencia de la sensación del cuerpo del recién nacido que entra al aire
extraño del mundo exterior, o a las primeras prendas de vestir que lo reemplazan, fuera de
la protección confortable del vientre de la madre. La primera cama en que se acuesta, es
tal vez la que viene a la consciencia del paciente cuando se siente, mientras está acostado,
electrizado por alambres invisibles.
ORIGEN DEL "APARATO
DE INFLUENCIA"
EN LA ESQUIZOFRENIA
519
3) La sensación de persecución (paranoia somática), que surge del cambio patológico proyectado hacia el mundo exterior.
a) por atribuir el cambio a un poder hostil exterior;
b) por la construcción de la máquina de influencia como la suma de
parte o de la totalidad de los órganos patológicamente alterados (el cuerpo
entero) proyectado al exterior. Es posible que entre estos órganos sean los
genitales los que tengan la prioridad en esta proyección.
L:J.suposición de un estancamiento de libido' dentro de órganos determinados en el sentido fisiológico de la palabra debiera ser muy seriamente
considerada. En la base de esta suposición las hinchazones pasajeras de los
órganos, observadas a menudo en esquizofrenia, sin inflamación y sin edema actual, pueden ser interpretadas como equivalentes de erección, producidas como erección del pene y del clítoris por una inundación de secreción,
resultado de una carga libidinosa de los órganos (13).
6.
No debe sorprender que el aparato hostil sea manejado por personas
que para un observador objetivo no pueden aparecer sino como objetos de
amor, pretendientes, amantes, médicos. Todas estas personas sirven a la
sensualidad, al cuerpo y reclaman para sí mismas una transferencia de libido. Esto es lo que ocurre realmente en situaciones normales. Pero la libido
(13) Hace algunos años Fauser, en Stuttgart presentó un informe en el cual decía que
en los pacientes afectados de d'emencia precoz, se podría comprobar por medio del método
dialítico de Alberhalden una inundación de "secreciones sexuales" en la sangre. Este informe de ser cierto, sería'un sólido sostén desde el punto de vista organológico a nuestra hipótesis
de interpretación psicológica.
Nuevos e importantes descubrimientos con respecto a¡ esto deben esperarse de los experimentos de Steinach. Cuando el presente trabajo estuvo terminado apareció en el "MünchenerMediz. Wochenschrift", N9 6, en 1918 bajo el título Umstimmungen
der Homosexualitar durcb Austausch der Pubertdtsdriisen
("Transformaciones de la homosexualidad por
cambio de las glándulas de la pubertad"), un artículo muy interesante .y significativo
de Steinach y Lichtenstern que confirmó una parte de estas suposiciones.
Después de la terminación de este trabajo apareció también en el "Internationale Zeitschrift f. arztl. Psa. Heft", 5, vol. IV, 1917, un artículo de S. Ferenzi: Von Krankbeits-und
Patboneurosen
("Enfermedad' o Pathoneurosis", en Nuevas aportaciones a la teoría y técnica del Psicoanálisis, pp. 78-89, Londres, 1926) en el cual la suposición de la carga libidinosa
de' los órganos del individuo en el sentido descripto parece ser aplicad'a con éxito notable.
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DE PSICOANALlSIS
narcisística, toda vez que esté demasiado fuertemente
fijada, debe mirar
al reclamo de transferencia como algo hostil, y al objeto que provoca esta
transferencia, como a un enemigo.
Es de notarse, sin embargo, que otro grupo de objetos de amor -la
madre, el médico actual del paciente, amigos cercanos de la familia- no
cuentan entre los perseguidores del paciente pero sí entre los perseguidos,
compelidos a compartir su destino de estar sometidos a la máquina de influencia. En contraste con la paranoia, el perseguido y no los perseguidores
están sistematizados en conspiración pasiva. De este fenómeno pueden
ensayarse las siguientes explicaciones:
Lo primero que se nota es que los perseguidores son personas que
viven a cierta distancia del paciente, mientras que el perseguido corresponde al círculo más cercano de conocidos e -incluyendo
a los médicos que
son amigos del padre y por tanto pertenecen a la familiaespecie de familia constantemente
presente.
representan una
Ahora, los miembros de la fa-
milia son aquellos objetos de amor que por su presencia en el comienzo en
la vida del paciente están sometidos por identificación a la elección narcisística del objeto. Con esas personas nuestra paciente aplica todavía esta
forma de elección de objeto en cuanto los somete a su propio destino, identificándose con ellos. Normalmente, el pedido de transferencia de libido
con respecto a miembros de la familia no es sentido sino como requiriendo
la salvación de cualquier gran distancia, o como algún sacrificio considerable de narcisismo. Al establecer una identificación con estas personas, la
paciente sigue un camino bien trillado, que su narcisismo no cree tan peligroso como para forzarla a rebelarse contra la carga de estos objetos y mirarlos como hostiles. Es diferente con amantes y festejantes. Estos amenazan en grado muy- considerable la posición narcisística con su exigencia de
libido de objeto y son, por tanto, rechazados como enemigos. El hecho de
que estas personas estén especialmente distantes actúa en la libido como excitador de una sensación de distancia. La transferencia de libido por distancia, es sentida como una exigencia extraordinariamente fuerte para el reconocimiento de una posición de objeto, como una exigencia de propia negación. Esto se refiere también a condiciones normales. Distancias espaciales separando los seres amados amenazan la libido de objeto, inducen también
a la gente a volver la libido hacia sí mismo y abandonar al objeto. Tener
que amar a distancia es una tarea difícil, ejecutada solamente de mala gana.
OR1GEN
DEL "APARATO
DE lNFLUENC1A"
EN LA ESQU1ZOFREN1A
521
Nuestra paciente, sin embargo, no puede renunciar simplemente a sus objetos de amor en forma normal, porque no ha hecho una carga normal de
ellos. Con aquellos que exigen mucho de ella puede reaccionar solamente
con el mecanismo paranoico, con aquellos que exigen menos, reacciona solamente con identificación.
No puedo explicarme por qué los perseguidores que manipulan el apa'rato de influencia son, según mis observaciones, exclusivamente del sexo
masculino. Esto puede deberse a observación defectuosa o al material casual que se me presentó. Nuevas investigaciones deben aclarar este punto.
Sin embargo, el que objetos heterosexuales, puedan aparecer como perseguidores en contradicción con la teoría de Freud de la génesis exclusivamente
homosexual de la paranoia, puede ser -sin
estar en contradicción con
Freud- explicado por el hecho de que la máquina de influencia corresponde
a una etapa psíquica regresiva en la cual la distinción importante no está entre
los sexos, pero sí entre libido narcisística y libido de objeto, y cada objeto que
exige transferencia de libido es mirado como hostil, prescindiendo de su sexo.
7·
Después de esta larga digresión -que, espero, no será mirada como superflua- podemos retornar a la cuestión de si la máquina de influencia común, clínicamente familiar, puede, en su forma típica, ser una proyección
del cuerpo de la paciente, como lo fué en el caso de la señorita Natalija.
Pienso que la respuesta no debiera ser difícil de encontrar. Si no deseamos dar por sentado que la máquina ha sido establecida por sucesivas
sustituciones, de las partes del cuadro del propio cuerpo (Wie Fuchsaus
alopex) e insistimos' que la máquina representa los genitales -de acuerdo
ton la experiencia del sueño de máquinapara explicar el típico aparato
de influencia, en su forma de máquina, podremos sacar beneficio de las
siguientes consideraciones:
La regresión de la libido a la primitiva etapa infantil determina la retransformación de la libido genitalmente centralizada, mientras tanto, dentro de la etapa pregenital, en la cual el cuerpo entero es una zona libidinosa:
un genital. Tales fantasías se encuentran también en casos de neurosis infantil extremadamente sexual, de carga fuertemente narcisística. Yo mismo
he observado tales casos. La fantasía se origina en el complejo intrauterino
)22
REVISTA
DE PSICOANALlSIS
--cuerpo de la madre- y tiene comúnmente el contenido del deseo del
hombre de deslizarse completamente dentro de los genitales de los cuales
procede, negándose a la conformidad de una satisfacción menor. El individuo total es en este caso un pene. Además, la vía de identificación con el padre --'el pene del padre- está sobredeterminada en la formación de los síntomas del paciente varón. El síntoma se concibe también como regresión a una
etapa de difusa libido orgánica narcisística y está en la 'mayoría de los casos
asociadacon impotencia genital. El genital es entonces abandonado (14).
La misma situación se manifiesta en la falta de genitales en el aparato
de influencia de la señorita N. La fantasía intrauterina y la identificación
(15) con la madre encuentra probablemente expresión en la tapa del tronco
en forma de bóveda que tal vez representa a la madre de la paciente durante el embarazo. Las baterías incluidas son tal vez el niño, que es la paciente misma.
El hecho de que el mno sea equiparado con las baterías, esto es, con
una máquina, presta un apoyo más a la suposición de que la persona se
siente como un genital, y ello es tanto más porque la falta de genitales de
la máquina significa lo pregenital, en cierto sentido, una etapa no genital.
La construcción del aparato de influencia en forma de máquina representa, por tanto, una proyección del cuerpo entero, ahora totalmente un
genital.
El hecho de que la máquina en los sueños no es más que una representación de los genitales elevada a primacía de ninguna manera contradice
(14) Este abandono de los genitales es sentido por el varón esquizofrénico como una
pérdida de' virilidad, que es "sacada" de él, o bien como una transformación directa en mujer, correspondiendo' a la representación de los niños varones, de .que existe solamente una
clase de genitales, es decir, los propios, y que los de las mujeres son el resultado de la castración y representan en realidad una pérdida de los genitales. El complejo de castración se
combina a menudo con la identificación infantil de semen con orina, resultado del erotismo
uretral. He observado un ataque de ansiedad de castración mientras se cateterizaba 11 un
esquizofrénico que rehusaba vaciar su vejiga. Sostenía de que yo realizaba el coito con él
por medio del catéter y de que yo lo vaciaba de todo su semen. De aquí que su retención
de orina aparecía como un rechazo a ceder semen, representando su virilidad'. El jugar
con excrementos se explica por el arraigado concepto narcisista de que las heces y la orina
son partes del cuerpo. La coprofagia no está inhibida porque piensan que los excrementos
no son nada más que el cuerpo del cual proceden.
(15) La prueba de esta identificación derivada d'el lenguaje simbólico ha sido ya dada
en el sueño de "la mujer sin cabeza", nota al pie, página 501.
ORIGEN DEL "APARATO
DE INFLUENCIA"
EN LA ESQUIZOFRENIA
523
la posibilidad de que es en esquizofrenia un símbolo del cuerpo entero
concebido como genital, y por tanto una representación de la época pregenital. La 'paciente no ha perdido el material de representación de su vida
pasada. El cuadro de los genitales como representación
de sexualidad ha
sido conservado en el aparato psíquico. Es, por lo tanto, usado como medio
de representación, un modo de expresión, un lenguaje en el cual se comunican
los fenómenos existentes anteriores a este medio de expresión. Aquí el
genital es solamente un símbolo de una sexualidad más antigua que el simbolismo y que ningún otro medio de expresión social. El cuadro, entonces,
es en el lenguaje del último período genital nada más que: "Yo soy totalmente sexualidad."
Pero el contenido
es: "Yo soy totalmente un genital."
Este criterio tiene por supuesto que ser traducido
a un lenguaje adaptado
a las condiciones de la libido actual.
Es posible que el aparato de influencia común en forma de máquina
deba su existencia simplemente al hecho de que sus tempranas etapas no
se formaron gradualmente, porque el proceso patológico se aferra precipitadamente a remotas fases de la existencia. Es también posible que las tempranas etapas no fueran notadas por los observadores ni referidas por el
paciente, o no reconocidas y valoradas como etapas tempranas. Así es
como la ciencia ha perdido la conexión entre el aparato de influencia de
la señorita Natalija y la máquina de influencia común.
Pero la contradicción entre los dos conceptos: por una parte, que el
aparato de influencia en forma de máquina originado a través de sucesivas
distorsiones de ese aparato que representa la proyección del cuerpo, y por
otra parte, que la forma de máquina del aparato de influencia representa,
como la máquina e.n el sueño, una proyección de los genitales, está ahora
abolida. La evolución por distorsión del aparato humano en una máquina es
una proyección que corresponde al desarrollo del proceso patológico que convierte al yo en un ser sexual difuso, o --expresadd en el lenguaje del período
genital- en un genital, una máquina independiente de los propósitos del yo
y subordinada a una voluntad ajena (l6). No está ya subordinada a la volun(16) Verdaderamente, las máquinas producidas por el ingenio del hombre y creadas a
imagen de éste son proyecciones inconscientes de la estructura de su cuerpo. El ingenio del
hombre parece ser incapaz de librarse de sus relaciones con el inconsciente.
(Ver HANNS SACHS: El retraso del maquinismo en "Revista de Psicoanálisis", año n, 1944.
pál<. 83.)
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DE PSICOANALISIS
tad del yo, pero la domina. Aquí recordamos también el asombro de los niños
varones cuando se enteran por vez primera de la erección, y el hecho de que
ésta sea brevemente concebida como un truco misterioso, sustenta la suposición
de que la erección es sentida como algo independiente del yo, una parte
del mundo exterior no completamente gobernada.
Traducido por
FLORA
ScoLNI.
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