dictamen - Consejo Consultivo de Castilla

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DICTAMEN Nº 41
# Nº. 41/1996, de 14 de noviembre.*
Expediente relativo a la consulta relativa a valoración, en los concursos de méritos para la
cobertura de plazas de funcionarios, del desempeño por éstos de cargos públicos.
ANTECEDENTES
El Excmo. Sr. Consejero de Economía y Administraciones Públicas formula la siguiente consulta:
"Si el desempeño de un cargo público por un funcionario permite, a efectos de la participación en
concursos para la cobertura de vacantes en los que las bases establezcan como mérito específico
la experiencia en determinadas materias, que sea tomado en consideración, y consecuentemente
considerado como mérito de acuerdo con las bases, el tiempo de desempeño del cargo que conlleve
el ejercicio de competencias y funciones sobre las mismas materias acerca de las cuales las bases
establezcan que la experiencia constituye un mérito específico".
EXTRACTO DE LA DOCTRINA
El Reglamento General de Ingreso del Personal al Servicio de la Administración General del
Estado y de Provisión de Puestos de Trabajo y Promoción Profesional de los Funcionarios Civiles
de la Administración General del Estado, aprobado por Real Decreto 364/1995, de 10 de marzo,
impone determinados méritos como obligadamente valorables (grado personal, valoración del
trabajo desarrollado, cursos de formación y perfeccionamiento y antigüedad), pero distinguiendo
éstos de otros méritos posibles, los específicos a que se refiere el apartado a) del mismo artículo
44.1. Resulta posible en consecuencia que el Órgano convocante del concurso, si lo considera
"adecuado a las características de cada puesto" ofrecido, valore la experiencia profesional, como
mérito distinto a "la valoración del trabajo desarrollado" a que se refiere tanto el primer párrafo
de dicho artículo 44.1, como la letra c) del mismo artículo, por tanto, nada impide que los
concursos de méritos para la cobertura de puestos de trabajo reservados a funcionarios, incluyan
y valoren como mérito la experiencia profesional adquirida de modo distinto al desempeño de una
plaza de funcionario.
El desempeño de un cargo público por un funcionario permite acreditar a éste experiencia en el
desempeño de determinadas materias que puede constituir mérito específico para la cobertura de
vacantes de puestos de trabajo reservados a funcionarios mediante concurso, si las bases de la
convocatoria prevén la valoración de dicha experiencia como uno de los méritos específicos
adecuados a las características del puesto de trabajo.
CONSIDERACIONES
I
Aún cuando no se invoca expresamente en la solicitud de dictamen, ésta se realiza al amparo del
artículo 55 de la Ley 8/1995, de 21 de diciembre, del Gobierno y del Consejo Consultivo de
Castilla-La Mancha, que atribuye a V.E. la potestad de solicitar dictamen facultativo de este
Consejo Consultivo cuando la transcendencia o repercusión del asunto así lo requiera,
emitiéndose en consecuencia en cumplimiento de dicha previsión legal.
II
Establece el artículo 23.2 de la Constitución el derecho de acceso en condiciones de igualdad "a
las funciones y cargos públicos con los requisitos que señalen las leyes" y el artículo 103.2 los
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principios de mérito y capacidad como configuradores del acceso y permanencia en la función
pública.
En desarrollo de las previsiones constitucionales, el artículo 20 de la Ley 30/1984, de 2 de agosto,
de Medidas para la Reforma de la Función Pública establece en su apartado 1.a), como sistema
normal de provisión de puestos el concurso en el que "se tendrán en cuenta únicamente los
requisitos exigidos en la convocatoria, entre los que figurarán los adecuados a las características
de cada puesto de trabajo, así como la posesión de un determinado grado personal, la valoración
del trabajo desarrollado, los cursos de formación y perfeccionamiento superados y la
antigüedad".
Se trata de un procedimiento objetivado para cubrir los puestos de trabajo, reservados a
funcionarios públicos, vacantes en cada Administración, que pretende además determinar el
mejor derecho entre los distintos funcionarios en base al mérito y la capacidad para el desempeño
de los distintos puestos.
De conformidad con la previsión legal, el artículo 39 del Reglamento General de Ingreso del
Personal al Servicio de la Administración General del Estado y de Provisión de Puestos de
Trabajo y Promoción Profesional de los Funcionarios Civiles de la Administración General del
Estado, aprobado por Real Decreto 364/1995, de 10 de marzo, determina que las convocatorias de
los concursos para la provisión de puestos por funcionarios deberán contener "las bases de las
mismas, con la denominación, nivel, descripción y localización de los puestos de trabajo ofrecidos,
los requisitos indispensables para su desempeño, los méritos a valorar y el baremo con arreglo al
cual se puntuarán los mismos ...".
Por su parte, el artículo 44.1 del mismo Reglamento establece que en los concursos "deberán
valorarse los méritos adecuados a las características de los puestos ofrecidos, así como la posesión
de un determinado grado personal, la valoración del trabajo desarrollado, los cursos de formación
y perfeccionamiento superados y la antigüedad ...".
En igual sentido el apartado a) del mismo número 1 del citado artículo 44 establece que "sólo
podrán valorarse los méritos específicos adecuados a las características de cada puesto que se
determinen en las respectivas convocatorias".
De las normas antes citadas puede derivarse como primera conclusión que son las convocatorias
de los concursos las que deben fijar el conjunto de los méritos valorables y el modo en que dichos
méritos se cuantifican.
Para dicha determinación el propio Reglamento establece determinadas reglas, entre las que
destacan la exigencia, repetida en el mismo, de que los méritos valorables sean adecuados a las
características del puesto de trabajo que se ofrece. Puede por ello afirmarse que en la
determinación de los méritos valorables, y en su cuantificación, goza la Administración
convocante de un cierto grado de discrecionalidad, pudiendo establecer aquellos méritos, y un
procedimiento de cuantificación, que estime más adecuados a las características de cada puesto de
trabajo que se convoque.
El citado artículo 44.1 del Reglamento impone determinados méritos como obligadamente
valorables (grado personal, valoración del trabajo desarrollado, cursos de formación y
perfeccionamiento y antigüedad), pero distinguiendo éstos de otros méritos posibles, los
específicos a que se refiere el apartado a) del mismo artículo 44.1. Resulta posible en
consecuencia que el Órgano convocante del concurso, si lo considera "adecuado a las
características de cada puesto" ofrecido, valore la experiencia profesional, como mérito distinto a
"la valoración del trabajo desarrollado" a que se refiere tanto el primer párrafo de dicho artículo
44.1, como la letra c) del mismo artículo.
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Tanto por la expresión utilizada en el párrafo primero de dicho artículo, como por los
procedimientos de cuantificación establecidos en la letra c) del mismo, parece evidente que la
valoración a que se refiere es la de los puestos de trabajo que en la condición de funcionario ha
desempeñado el solicitante. Tal interpretación parece clara a la vista de la letra c) del citado
artículo que establece como procedimientos de cuantificación "el tiempo de permanencia en
puestos de trabajo de cada nivel", "la experiencia en el desempeño de puestos pertenecientes al
área funcional o sectorial" y la "similitud entre el contenido técnico de los puestos ocupados por
los candidatos con los ofrecidos". A pesar de su confusa redacción todo lleva a pensar que el
precepto sólo tiene en cuenta la valoración de los puestos de funcionario desempeñados por el
aspirante, como se desprende de las referencias al "nivel" y al "área funcional y sectorial".
Precisamente por ello, los méritos específicos a que se refiere la letra a) del mismo artículo deben
consistir en méritos distintos que la valoración del trabajo realizado en cuanto funcionario, y
entre tales méritos nada impide que se incluyan determinadas experiencias profesionales cuya
posesión resulte adecuada a las características de la plaza convocada, acreditando con ello la
mayor capacidad para su desempeño.
En conclusión de esta primera consideración, nada impide que los concursos de méritos para la
cobertura de puestos de trabajo reservados a funcionarios incluyan y valoren como mérito la
experiencia profesional adquirida de modo distinto al desempeño de una plaza de funcionario.
III
El nombramiento de un funcionario público como miembro de los órganos de gobierno de las
Comunidades Autónomas, supone para aquél, la declaración en situación de servicios especiales,
tal y como prevé el artículo 4.c) del Reglamento de Situaciones Administrativas de los
Funcionarios Civiles de la Administración General del Estado, aprobado por Real Decreto
365/1995, de 10 de marzo.
Tal previsión supone que la propia norma reconoce, como no podía ser menos, la naturaleza
fundamentalmente política de estos puestos, aún cuando los mismos conlleven el ejercicio de
potestades administrativas.
Los efectos de la declaración en situación de servicios especiales, regulados en el artículo 8 del
mismo Reglamento, parten de garantizar al funcionario que el desempeño de los cargos públicos
no suponga un perjuicio en su carrera administrativa, al tiempo que, por sí mismos, no supongan
un privilegio para el desempeño de puestos reservados a funcionarios cuando la situación de
servicios especiales finalice.
En todo caso resulta innegable que el ejercicio del cargo de miembro de los órganos de gobierno
de las Comunidades Autónomas supone para el funcionario que los desempeña la adquisición de
una cualificada experiencia utilizable, en su caso, en el cumplimiento de las funciones propias de
funcionario.
Sin embargo desde la perspectiva de los procedimientos de provisión, tal experiencia no encaja en
la propia del funcionario público, pues las tareas de éste y de quien desempeña un puesto de
naturaleza política no resultan, a priori, coincidentes, aún cuando tienen puntos de contacto.
Por ello, la posible valoración de tales méritos sólo puede hacerse desde la aplicación al
desempeño de un cargo público de los criterios que la regulación de los procedimientos de
provisión establezcan para las actividades privadas de los funcionarios, teniendo en cuenta que
tales experiencias y actividades no aparecen excluidas de las posibilidades de valoración en los
concursos de méritos, dada la genérica regulación del artículo 44 del Reglamento de Provisión, y
la posibilidad ya señalada de que las convocatorias de los concursos prevean, como mérito
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específico la valoración de la experiencia profesional adquirida por el desempeño de actividades
ajenas a la función pública.
IV
De lo antedicho puede deducirse que resulta posible que las convocatorias de los concursos para
la provisión de vacantes de puestos de trabajo reservados a personal funcionario pueden
establecer como mérito la experiencia en la realización de determinadas tareas no necesariamente
vinculadas al desempeño de puestos de funcionarios. De ser así y de coincidir dicha experiencia
con la adquirida por el ejercicio de un cargo público, éste debe valorarse y entenderse adquirida
dicha experiencia por el desempeño de tal cargo, no existiendo norma alguna que excluya la
experiencia adquirida en el ejercicio de tales funciones de la posibilidad de valoración en los
concursos de méritos.
En mérito de lo expuesto, el Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha es de dictamen:
"Que el desempeño de un cargo público por un funcionario permite acreditar a éste experiencia
en el desempeño de determinadas materias que puede constituir mérito específico para la
cobertura de vacantes de puestos de trabajo reservados a funcionarios mediante concurso, si las
bases de la convocatoria prevén la valoración de dicha experiencia como uno de los méritos
específicos adecuados a las características del puesto de trabajo".
Este es nuestro dictamen, que pronunciamos, emitimos y firmamos en el lugar y fecha indicados
en el encabezamiento.
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