Tren Pediátrico: LA IMPORTANCIA CRUCIAL DEL LENGUAJE

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5º Congreso Argentino de Pediatría General Ambulatoria J o r na da de E nf er m ería P e diá tr ica 17 , 1 8, 19 y 2 9 de Nov ie m bre de 2010 Sede: Sheraton Buenos Aires Hotel & Convention Center – San Martín 1225 ‐ Ciudad de Buenos Aires ____________________________________________________________________________________________ Tren Pediátrico: LA IMPORTANCIA CRUCIAL DEL LENGUAJE Autor: Lic. Irene Muchnik de Sobol Fecha: jueves 18 de noviembre El lenguaje es un organizador que posibilita comprender e interpretar a otros seres humanos y al mundo en el cual viven, así como conocerlo. Permite decir, y comprender, compartir, comunicar, interaccionar verbalmente, participar a otro/os acerca de las emociones, afectos, deseos, necesidades, ideas, juicios, creencias, conocimientos, puntos de vista, concepción simbólica del mundo, valores. El lenguaje propicia integrarse y participar en una comunidad sociolingüística y sociocultural, acceder a la cultura y trasmitirla. Posibilita construir y desplegar la subjetividad del hablante, su forma de ser, sentir, pensar y relacionarse con el mundo y las personas. El proceso de construcción y desarrollo del lenguaje cursa entramado con otros desarrollos: biológico, cognitivo, psicomotor, emocional, intelectual, social y con la estructuración del psiquismo. Alrededor de los cuatro años y seis meses de edad, el niño logra dominar la infraestructura del lenguaje luego de cursar desde el nacimiento sucesivas etapas durante las cuales, de modo progresivo va registrando e interpretando la intencionalidad comunicativa de quienes le hablan y lo escuchan mientras va complejizando las estructuras lingüísticas que comprende y produce lo cual esta posibilitado por la capacidad humana de usar sistemas de símbolos y signos. Lo referido da cuenta de las restricciones y padecimientos a los cuales queda expuesto un niño que no accede al lenguaje oportunamente o lo desarrolla de modo perturbado, siendo fundamental considerar, en la consulta pediátrica, los indicadores que alertarían respecto a probables alteraciones en el proceso de construcción y desarrollo del lenguaje y sus funciones. Algunas de las cuales serían: Durante el primer semestre no se registran reacciones tónico‐musculares‐corporales‐faciales, cuando se producen voces humanas y/o sonidos medio ambientales. Es excesivamente silencioso: presenta ausencia o escasas vocalizaciones, llanto débil y sin matices expresivos. No mantiene la atención con la mirada o la evita del rostro de quien le habla. No produce sílabas características del balbuceo a partir de los 8 meses. No progresa en la verbalización de palabras conformadas por dos sílabas iguales (papá ‐ nene), ni utiliza espontáneamente gestos ni mímica con valor expresivo comunicativo a partir de los 12 meses. No utiliza palabra‐frase a los 18 meses. No realiza combinatorias de dos o más palabras, ni usa forma verbales que refieran pertenencia o autoreferencia a los 30 meses. Su verbalización es ininteligible y confusa a los 36 meses. No usa la forma “yo” (para simbolizarse) ni construye frases a partir de los 36 meses. Presentan perturbaciones en el ritmo y la fluidez discursiva. Omite, sustituye y/o distorsiona dos o más fonemas del repertorio de la lengua materna, altera el orden y la estructura de las palabras y sintaxis de las frases a los 4 años. Hay ausencia del lenguaje o indicadores de detenimiento y/o distorsión de su proceso de construcción en cada una de las etapas. La coherencia de sus verbalizaciones es alterada, no participa de la situación de dialogo y presenta ecolalia. La comprensión lingüística, es restringida o está alterada (considerando los datos del perfil evolutivo normal). DIRECCIÓN DE CONGRESOS Y EVENTOS |SOCIEDAD ARGENTINA DE PEDIATRÍA |© 2010 
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