Rev. Med. Univ. Navarra, Vol. XX, 189, 1976 Gérmenes responsables del hospitalismo infeccioso M. L. Jacquet Francillon * El lhospital:ismo, es iia lamenta;ble historia del enfermo que contrae en el hospital una infección que no tenía antes de entrar en él. La contaminación puede tener lugar en la sala de operaciones, sala de vendajes, cuidados varios, o incluso en la 1habitación del enfermo. Esta contaminación puede ser masiva, debida a una flora más o menos monomorfa, 1puede ser a1ligunas veces debido solamente a al1gunas ba,cterias que encuentran un terreno favorable en el enfermo con las defensas naturales disminuidas o, en el peor de 1'os casos, ausentes. Es irrebatfüle que la generalización de los tratamientos por corticoides y otros inmuno-depresores es un factor importante en la agravación deH hospitalismo. Para un bacteriólogo1 el conjunto de bacterias se •pueden a,grupar por sus características rbiológicas y su comportamiento en el medio exterior, en cuatro familias: El primer grupo: corresponde a las baoterias Gram + como los estafilococos los estroptococos, los neumococos, el vacilo de Loeffler. (*) Mairsella Estas bacteria,s son introducidas en el hospital sobre todo por portadores aiparen temen te sanos: todos sabemos -que los estafilococos se encuentran sobre la misma piel sana. -que nuestras mucosas faríngeas a,1bergan estreptococos, neumococos y más raramente Loeffler. Estas •bacterias tienen una pared mucopeptídica que les confiere una goran resistencia a la disecación. En conjunto es·tas bacterias son sensibles a los antisépticos y a los antibióticos, pero algunas adquier1en facilmente una marcada resistencia,. El metabolismo de estos génmenes es bien conocido: necesitan para su desarrollo ma•terias orgánicas y de esta forma son capaces de multiplicarse activa,mente. Consecuencia: un sujeto, o un objeto, portador de estafilococos podrá dejar un residuo alimentario o un ob7eto manchado de sangre por ejemplo, y ahí se desarrollará un cultivo que puede ser abunda,nte. Como estos gérimenes son resistentes a la desecación, la más pequeña turbulencia podrá disipersarlos y repartirlos en la atmósfera donde podrán vivir largo tiempo. 190 Vol. XX M. L. ]ACQUET FRANCILLON Estas bacterias, especia[mente los estafilococos y ciertos estreptococos que están dotados de una inoreible plasticidad biológica entrarán en las salas de operación, las sailas de vendaje, etc. Su contaminación es solbre todo aérea. se hará necesario por tanto destruir los focos d.e polución y desinfectar la atmósfera. El segundo grupo es el de los bacilos Gram, entre los que hay que distinguir: -Las bacterias patógenas obiigatonas como las Salmonella o '.os colibacilos de las gastroenteritis infaatiles que normalmente deben estar localiwdos en los servicios de contagios. 1 Como estas bacterias son eliminadas sobre todo en las deyecciones de Jos enfermos habrá que descotHammar la lencería lo más rápidamente posible, y a la cama del enfermo coloc::1rla en sacos cerrados que contengan un antiséptico. Estas precauciones son ind[spensables en los servicios de :-ieJiatda donde las epidemias debidas a· colibacilos literalmente explotan puesto que con frecuencia la contaminación se lleva a cabo por medio de fa lencería manchada que contagfan las manos del personal e incluso, algunas veces fos alimentos que se dan a los niños. iEn este caso preciso, no hay que ol vidar que estos colibacilos son perfectamente inofensivos para ell adU1lto, y que un aduito puede llevar al hospital gé11menes que 1provienen de su propio hogar. 1 -<Las otras bacterias Gnam-, que son las que más fadlmente se encuentran mezcladas en las infecciones ihosrpitalarias son tbacterias de baja virnlenda, pero que una vez instaladas en un enfenmo, provocan infecciones graves generalizadas con septicemias, supuraciones diversas, y aún en oiertos casos meningitis. Los nombres citados más comunmente son: piocianico (o psendomonas) serra1 tia, proteus, y un poco más raros los colibacilos y gérmenes simifares. Hay una eStpecie que se encuentra con frecuencia : las Moraxella que a pesar de todo tiene un habitat y propiedades bio1lógicas un poco diferentes. Lo que distingue las pseudomonas, las serratia, los proteus de las bacterias Granm +, es su extructura química Qla pared es rica en lipoproteina) que les confiere una reiativa sensibilidad a la desecación. Estas bacterias son sensibles so·lamente a los antisépticos y los antibióticos que al alterar su pared lirpoproteica hacen romper la barrera osmótica. Las sustanoias tenso-ractivas (por ejemplo los NH4 cuaternarios) están 1particula11mente indicados ·pero asímismo rápidamente a la aparición de colonias resistentes por mutación o selección, aún a concentraciones máximas de estos antisépticos. 1 Desde el punto de vista metabólico, estas bacterias, y solbre todo las pseudomonas son capaces de desarrollarse sobre materiales inertes como fas materias plásticas con 11a sola condieión de tener una humedad concerniente (Bj. agua de Bvián). Consecuentemente, en un lugar húmedo ('junta entre dos baldosas plásticas cerca de un punto de agua, junta de caucho en una lliave de agua ... ) se podrá ver no solamente sobre vivir, sino muHiplicarse activamente estas esipecies bacterianas. 1 Hay que saber ·que es muy difícil erradicarrres mientras se encuentren en un medio húmedo. Hay que es1perar ve·r, por .tanto, estas bacterias en lugares muy di versos, salas de operaciones a pesar de estar estériles (se contamina a ni·ve l de~ grifo en los servicios de quemados, donde los baños practicados mantienen un a humedad constante en cientos puntos, también en los servicios de diállisis renal etc. 1 1 1976 HOSPIT ALISMO INFECCIOSO El tercer grupo de bacterias es el de las micoibacterias con su representante principal, el bacilo de Koch. No les diré 'gran cosa sobre este germen, sino que 11a constitución cérea de su pared celular le confiere una gran inercia a fos agentes exteriores. Además, este germen es generalmente emitidJ al exterior, revestido de mucus y de proteínas. Estas substancias son faci!mente desnaturalizadas por los antiséoticos Jo que hace que forme una verdadera capa protectora. Eil B. K. es muy exigente para su desarrollo que ·es lento ~lentitud de los cultivos). Se puede considerar que n,) se multiplica en el medio exterior, p e r o puede sobrevivir en él bastante tiempo. Para destruirlo, ha1brá que util i za r «grandes medios». Habrá que evitar sobre todo su diseminación. Esto es fácil (relativamente) en medio hospitalario, y muy difícil por eil contrario, en las colectividades en donde los portadores pueden ser desconocidos. El cuarto y último grupo finalmente, es el de las bacteóas de esperas. Estos 191 gérmenes existen bajo dos formas biológicas muy diferentes: -La forma vegetativa bajo la qu·e se manifiestan la virnlencia y el poder patógeno. Bajo esta forma, la bacteria es bastante sensible a los agentes físicos y químicos, a la condición expresa de la aplicación que sea masiva y fuerte. En caso contrario, estas formas vegetaüvas se transforman en la segunda forma: -La forma de espera que es extremadamente resistente, prácticamente eterna muy refractaria a los métodos de desinfección. Estos gérmenes representan relativamente pocos riesgos en el medio hospitalario, puesto que las fuentes de refrigerancia, del tetánico son irritadas. Sin embargo, hay que pensar que nuestro intestino alberga frecuentemente Welchia perfrigens, y algunas infecciones hospitafarias han tenido como punto de partida rectoscopios ma'l descontaminados. He aquí resumidas brevemente algunas nociones de bacteriología necesarias para conducir una luoha eficaz contra el hospitalismo.