MONOGRAFÍAS DE ESPECIES FORESTALES PARA

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MONOGRAFÍAS DE ESPECIES FORESTALES
PARA PLANTACIONES COMERCIALES
EN CLIMA TROPICAL DE MICHOACÁN
H. Jesús Muñoz Flores, J. Trinidad Sáenz Reyes
y Agustín Rueda Sánchez
Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias
Centro de Investigación Regional Pacífico Centro
Campo Experimental Uruapan
Uruapan, Michoacán
Septiembre de 2012
Libro Técnico Núm. 15
ISBN: 978-607-425-862-2
SECRETARÍA DE AGRICULTURA, GANADERÍA, DESARROLLO RURAL, PESCA Y
ALIMENTACIÓN
Lic. Francisco Javier Mayorga Castañeda
Secretario
MC. Mariano Ruiz-Funes Macedo
Subsecretario de Agricultura
Ing. Ignacio Rivera Rodríguez
Subsecretario de Desarrollo Rural
Ing. Ernesto Fernández Arias
Subsecretario de Alimentación y Competitividad
MSc. Jesús Antonio Berumen Preciado
Oficial Mayor
Biol. Esteban Cruzaley Díaz Barriga
Delegado Estatal en Michoacán
INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIONES FORESTALES, AGRÍCOLAS Y PECUARIAS
Dr. Pedro Brajcich Gallegos
Director General
Dr. Salvador Fernández Rivera
Coordinador de Investigación, Innovación y Vinculación
MSc. Arturo Cruz Vázquez
Coordinador de Planeación y Desarrollo
Lic. Marcial A. García Morteo
Coordinador de Administración y Sistemas
Lic. Ricardo Noverón Chávez
Director General Adjunto de la Unidad Jurídica
CENTRO DE INVESTIGACIÓN REGIONAL PACÍFICO CENTRO
Dr. Gerardo Salazar Gutiérrez
Encargado de la Dirección Regional del CIRPAC
MC. Primitivo Díaz Mederos
Director de Planeación y Desarrollo
Lic. Miguel Méndez González
Director de Administración
Dr. Ignacio Vidales Fernández
Director de Coordinación y Vinculación en el estado de Michoacán
y Jefe del Campo Experimental Uruapan
MONOGRAFÍAS DE ESPECIES FORESTALES PARA PLANTACIONES
COMERCIALES EN CLIMA TROPICAL DE MICHOACÁN
H. Jesús MUÑOZ FLORES
Investigador de la Red de Plantaciones y Sistemas Agroforestales. Campo Experimental
Uruapan. CIRPAC. INIFAP.
J. Trinidad SÁENZ REYES
Investigador de la Red de Plantaciones y Sistemas Agroforestales. Campo Experimental
Uruapan. CIRPAC. INIFAP.
Agustín RUEDA SÁNCHEZ
Investigador de la Red de Plantaciones y Sistemas Agroforestales. Campo Experimental
Altos de Jalisco. CIRPAC. INIFAP.
INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIONES FORESTALES, AGRÍCOLAS Y PECUARIAS
CENTRO DE INVESTIGACIÓN REGIONAL PACÍFICO CENTRO
CAMPO EXPERIMENTAL URUAPAN
Libro Técnico Núm. 15
Septiembre de 2012
MONOGRAFÍAS DE ESPECIES FORESTALES PARA PLANTACIONES
COMERCIALES EN CLIMA TROPICAL DE MICHOACÁN
No está permitida la reproducción total o parcial de esta obra, ni la transmisión de
ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotografía,
copia, por registro u otros métodos, sin la autorización previa y por escrito de los
titulares del derecho de autor.
Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias
Progreso 5, Barrio de Santa Catarina
Delegación Coyoacán
C. P. O4010 México, D. F.
Teléfono: (55) 38 71 87 00
www.inifap.gob.mx
Correo-e: [email protected]
Primera edición: Septiembre de 2012
Impreso en México
Printed in México
ISBN: 978-607-425-862-2
Libro Técnico Núm. 15
Septiembre de 2012
Código de publicación UNESCO-INIFAP-SAGARPA: MX-0-310605-52-05-27-06-15
Centro de Investigación Regional Pacífico Centro
Campo Experimental Uruapan
Av. Latinoamericana Núm. 1101, Col. Revolución
C. P. 60150
Uruapan, Michoacán. México
Tel: (452) 523 7392
Fax: (452) 524 4095
La presente publicación se terminó de imprimir en el mes de Septiembre de 2012 en los
talleres de la Comisión Forestal del Estado de Michoacán. Calle Justo Mendoza.
Bosque Cuauhtémoc Lote 11, Col. Centro C. P. 58000. Morelia, Mich. Teléfono: (443) 312-30-26 y 3-12-3742, Fax: (443) 3-12-39-06
Su tiraje consta de 500 ejemplares
La cita correcta de ésta publicación es:
Muñoz F. H. J.; Sáenz R. J. T. y Rueda S. A. 2012. Monografías de especies forestales
para plantaciones comerciales en clima tropical de Michoacán. Libro Técnico Núm. 15.
SAGARPA-INIFAP-CIRPAC-Campo Experimental Uruapan. Uruapan, Michoacán,
México. 202 p.
PRESENTACIÓN
Michoacán se caracteriza por su riqueza cultural y social, así como por su gran variedad
de recursos naturales, resultado de su contrastante orografía y situación geográfica,
que se manifiesta en una gran diversidad biológica. Sin embargo, el cambio de uso del
suelo, clandestinaje, incendios, plagas y enfermedades, han afectado seriamente las
áreas tropicales. Por otro lado, la industria forestal requiere alta demanda de materias
primas forestales y la mayoría de las plantaciones forestales se han establecido con
fines de restauración. Estos factores establecen la necesidad de implementar
estrategias tecnológicas, como las plantaciones comerciales para la obtención de
productos maderables, aunque debe destacarse que también incidirían en la protección
y conservación de los recursos asociados al bosque.
Por las características de suelos y climas en Michoacán, las plantaciones forestales
comerciales son una alternativa para aumentar la productividad, recuperar el entorno
ecológico, lograr beneficios para los recursos asociados al bosque como la fauna,
mantos acuíferos, entre otros, en las que se utilicen diversas especies con objetivos
claros, densidades adecuadas y manejo silvícola. Por lo anterior, previamente deberán
resolverse problemas de orden técnico, como la recopilación de información sobre
especies promisorias para plantaciones forestales comerciales en las condiciones
agroecológicas del Estado.
En este marco, la Comisión Forestal del Estado de Michoacán (COFOM) y con el apoyo
económico de la SEMARNAT a través del Programa de Desarrollo Institucional
Ambiental (PDIA), solicitó al Campo Experimental Uruapan del Centro de Investigación
Regional Pacífico Centro del INIFAP, la realización de un proyecto para determinar
áreas potenciales para el establecimiento de plantaciones forestales comerciales en el
estado de Michoacán, en el que se incluyó la revisión bibliográfica de Enterolobium
cyclocarpum (Jacq) Griseb., Cedrela odorata Lamb.,Tabebuia rosea (Bertol) DC.,
Brosimum alicastrum Swarts, Acrocarpus fraxinifolius Wight & Arn y Tectona grandis L.
F.
En este estudio se realizó una revisión bibliográfica con énfasis en el conocimiento y la
tecnología generada en Michoacán y posteriormente a nivel nacional e internacional,
para el caso de las especies nativas. Se recomienda que la selección de la (s) especie
(s) para plantaciones forestales comerciales, se realice en base a las áreas potenciales,
su productividad y rentabilidad, demanda del mercado y valor ecológico. En el caso de
las especies exóticas o introducidas, como Acrocarpus fraxinifolius y Tectona grandis,
previo al establecimiento de plantaciones masivas, es deseable que se realice ensayos
de especies y/o procedencias, considerando los resultados de la evaluación en
plantaciones ya establecidas, así como la detección de problemas fitosanitarios.
Los autores
CONTENIDO
Página
CAPÍTULO 1. Acrocarpus fraxinifolius Wight & Arn
1
1.1. DESCRIPCIÓN DE LA ESPECIE
2
1.1.1. Nombre común
2
1.1.2. Taxonomía
2
1.1.3. Forma
2
1.1.4. Corteza
2
1.1.5. Ramas
3
1.1.6. Hojas
3
1.1.7. Inflorescencia
3
1.1.8. Flores
3
1.1.9. Fruto
4
1.2. DISTRIBUCIÓN Y HÁBITAT
5
1.2.1. Distribución geográfica
5
1.2.2. Clima
5
1.2.3. Altitud y topografía
6
1.2.4. Suelos
6
1.2.5. Vegetación asociada
6
1.3. SILVICULTURA
7
1.3.1. Bosques naturales
7
1.3.2. Floración y fructificación
7
1.3.3. Producción y diseminación de semilla
7
1.3.4. Tolerancia a factores ambientales
8
1.3.5. Plagas
8
1.3.6. Enfermedades
9
1.3.7. Edad de rotación, turno
10
1.3.8. Regeneración natural
10
1.4. PRÁCTICAS DE VIVERO
10
1.4.1. Manejo y almacenamiento de semillas
10
1.4.2. Germinación
11
1.4.3. Prácticas de cultivo
11
1.5. ESTABLECIMIENTO Y MANEJO DE PLANTACIONES
17
1.5.1. Preparación del sitio de plantación
17
1.5.2. Plantación y espaciamiento
17
1.5.3. Cultivo de las plantaciones
18
1.5.4. Crecimiento y rendimiento volumétrico
19
1.5.5. Plantaciones agrosilvopastoriles
21
1.6. MEJORAMIENTO GENÉTICO
22
1.7. PROPIEDADES Y USOS
24
1.7.1. Propiedades físico-mecánicas de la madera
24
1.7.2. Usos
25
CAPÍTULO 2. Brosimum alicastrum Swarts
28
2.1. DESCRIPCIÓN DE LA ESPECIE
29
2.1.1. Nombre común
29
2.1.2. Taxonomía
29
2.1.3. Especies relacionadas
29
2.1.4. Forma
30
2.1.5. Corteza
30
2.1.6. Hojas
30
2.1.7. Flores
31
2.1.8. Frutos
32
2.2. DISTRIBUCIÓN Y HÁBITAT
32
2.2.1. Distribución geográfica
32
2.2.2. Clima
34
2.2.3. Altitud y topografía
34
2.2.4. Suelos
36
2.2.5. Vegetación asociada
42
2.3. SILVICULTURA
44
2.3.1. Bosques naturales
44
2.3.2. Floración y fructificación
46
2.3.3. Producción y diseminación de semilla
46
2.3.4. Densidad
47
2.3.5. Tolerancia a factores ambientales
47
2.3.6. Plagas
48
2.3.7. Enfermedades
48
2.3.8. Sistemas y prácticas silvícolas
48
2.3.9. Crecimiento y rendimiento volumétrico
50
2.3.10. Regeneración natural
51
2.4. PRÁCTICAS DE VIVERO
51
2.4.1. Recolección y almacenamiento de semillas
51
2.4.2. Germinación
52
2.4.3. Prácticas de cultivo
52
2.5. ESTABLECIMIENTO Y MANEJO DE PLANTACIONES
53
2.5.1. Preparación del sitio de plantación
53
2.5.2. Plantación y espaciamiento
53
2.5.3. Cultivo de las plantaciones
54
2.5.4. Crecimiento y rendimiento volumétrico
55
2.5.5. Plantaciones agrosilvopastoriles
55
2.6. PROPIEDADES Y USOS
57
2.7.1. Propiedades físico-mecánicas de la madera
57
2.7.2. Usos
60
CAPÍTULO 3. Cedrela odorata Lamb.
67
3.1. DESCRIPCIÓN DE LA ESPECIE
68
3.1.1. Nombre común
68
3.1.2. Taxonomía
68
3.1.3. Especies relacionadas
69
3.1.4. Forma
70
3.1.5. Corteza
70
3.1.6. Hojas
70
3.1.7. Flores
71
3.1.8. Frutos
72
3.2. DISTRIBUCIÓN Y HABITAT
73
3.2.1. Distribución geográfica
73
3.2.2. Clima
73
3.2.3. Altitud y topografía
74
3.2.4. Suelos
75
3.2.5. Vegetación asociada
75
3.3. SILVICULTURA
76
3.3.1. Bosques naturales
76
3.3.2. Floración y fructificación
76
3.3.3. Producción y diseminación de semilla
77
3.3.4. Tolerancia a factores ambientales
78
3.3.5. Densidad
78
3.3.6. Plagas
79
3.3.7. Enfermedades
81
3.3.8. Sistemas y prácticas silvícolas
82
3.3.9. Crecimiento y rendimiento volumétrico
82
3.3.10. Edad de rotación, turno
83
3.3.11. Regeneración natural
83
3.4. PRÁCTICAS DE VIVERO
84
3.4.1. Recolección y almacenamiento de semillas
84
3.4.2. Germinación
85
3.4.3. Prácticas de cultivo
86
3.5. ESTABLECIMIENTO Y MANEJO DE PLANTACIONES
88
3.5.1. Preparación del sitio de plantación
88
3.5.2. Plantación y espaciamiento
89
3.5.3. Cultivo de las plantaciones
90
3.5.4. Crecimiento y rendimiento volumétrico
91
3.5.5. Plantaciones agrosilvopastoriles
91
3.6. MEJORAMIENTO GENÉTICO
93
3.7. PROPIEDADES Y USOS
96
3.7.1. Propiedades físico-mecánicas de la madera
96
3.7.2. Usos
96
CAPÍTULO 4. Enterolobium cyclocarpum (Jacq) Griseb.
98
4.1. DESCRIPCIÓN DE LA ESPECIE
99
4.1.1. Nombre común
99
4.1.2. Taxonomía
99
4.1.3. Especies relacionadas
99
4.1.4. Forma
99
4.1.5. Corteza
100
4.1.6. Hojas
100
4.1.7. Flores
100
4.1.8. Frutos
101
4.2. DISTRIBUCIÓN Y HABITAT
102
4.2.1. Distribución geográfica
102
4.2.2. Clima
103
4.2.3. Altitud y topografía
104
4.2.4. Suelos
104
4.2.5. Vegetación asociada
104
4.3. SILVICULTURA
105
4.3.1. Bosques naturales
105
4.3.2. Floración y fructificación
105
4.3.3. Producción y diseminación de semilla
106
4.3.4. Tolerancia a factores ambientales
106
4.3.5. Densidad
106
4.3.6. Enemigos naturales
107
4.3.7. Plagas
107
4.3.8. Enfermedades
109
4.3.9. Sistemas y prácticas silvícolas
109
4.3.10. Crecimiento y rendimiento volumétrico
110
4.3.11. Edad de rotación, turno
110
4.3.12. Regeneración natural
111
4.4. PRÁCTICAS DE VIVERO
111
4.4.1. Recolección y almacenamiento de semillas
111
4.4.2. Germinación
112
4.4.3. Prácticas de cultivo
112
4.5. ESTABLECIMIENTO Y MANEJO DE PLANTACIONES
113
4.5.1. Preparación del sitio de plantación
113
4.5.2. Plantación y espaciamiento
114
4.5.3. Cultivo de las plantaciones
114
4.5.4. Crecimiento y rendimiento volumétrico
114
4.5.5. Plantaciones agroforestales
115
4.6. MEJORAMIENTO GENÉTICO
115
4.7. PROPIEDADES Y USOS
116
4.7.1. Propiedades físico-mecánicas de la madera
116
4.7.2. Usos
116
CAPÍTULO 5. Tabebuia rosea (Bertol) DC.
119
5.1. DESCRIPCIÓN DE LA ESPECIE
120
5.1.1. Nombre común
120
5.1.2. Taxonomía
120
5.1.3. Especies relacionadas
121
5.1.4. Forma
121
5.1.5. Corteza
121
5.1.6. Hojas
122
5.1.7. Flores
122
5.1.8. Frutos
122
5.2. DISTRIBUCIÓN Y HÁBITAT
123
5.2.1. Distribución geográfica
123
5.2.2. Clima
124
5.2.3. Altitud y topografía
124
5.2.4. Suelos
125
5.2.5. Vegetación asociada
125
5.3. SILVICULTURA
126
5.3.1. Bosques naturales
126
5.3.2. Floración y fructificación
126
5.3.3. Producción y diseminación de semilla
126
5.3.4. Tolerancia a factores ambientales
126
5.3.5. Densidad
127
5.3.6. Plagas
127
5.3.7. Enfermedades
127
5.3.8. Sistemas y prácticas silvícolas
128
5.3.9. Crecimiento y rendimiento volumétrico
128
5.3.10. Edad de rotación, turno
128
5.3.11. Regeneración natural
129
5.4. PRÁCTICAS DE VIVERO
129
5.4.1. Manejo y almacenamiento de semillas
129
5.4.2. Germinación
130
5.4.3. Prácticas de cultivo
130
5.5. ESTABLECIMIENTO Y MANEJO DE PLANTACIONES
131
5.5.1. Preparación del sitio de plantación
131
5.5.2. Plantación y espaciamiento
131
5.5.3. Cultivo de las plantaciones
132
5.5.4. Crecimiento y rendimiento volumétrico
133
5.5.5. Plantaciones agroforestales
133
5.6. MEJORAMIENTO GENÉTICO
134
5.7. PROPIEDADES Y USOS
134
5.7.1. Propiedades físico-mecánicas de la madera
134
5.7.2. Usos
135
CAPÍTULO 6. Tectona grandis L. F.
136
6.1. DESCRIPCIÓN DE LA ESPECIE
137
6.1.1. Nombre común
137
6.1.2. Taxonomía
137
6.1.3. Forma
137
6.1.4. Corteza
137
6.1.5. Hojas
137
6.1.6. Flores
138
6.1.7. Frutos
138
6.2. DISTRIBUCIÓN Y HABITAT
139
6.2.1. Distribución geográfica
139
6.2.2. Clima
139
6.2.3. Altitud y topografía
140
6.2.4. Suelos
140
6.3. SILVICULTURA
140
6.3.1. Bosques naturales
140
6.3.2. Floración y fructificación
142
6.3.3. Producción y diseminación de semilla
142
6.3.4. Tolerancia a factores ambientales
142
6.3.5. Plagas
143
6.3.6. Enfermedades
146
6.3.7. Sistemas y prácticas silvícolas
148
6.4. PRÁCTICAS DE VIVERO
149
6.4.1. Recolección y almacenamiento de semillas
149
6.4.2. Germinación
153
6.4.3. Prácticas de cultivo
153
6.5. ESTABLECIMIENTO Y MANEJO DE PLANTACIONES
153
6.5.1. Preparación del sitio de plantación
153
6.5.2. Plantación y espaciamiento
153
6.5.3. Cultivo de las plantaciones
154
6.5.4. Crecimiento y rendimiento volumétrico
157
6.5.5. Plantaciones agrosilvopastoriles
161
6.6. MEJORAMIENTO GENÉTICO
162
6.7. PROPIEDADES Y USOS
165
6.7.1. Propiedades físico-mecánicas de la madera
165
6.7.2. Usos
182
7. LITERATURA CITADA
183
ÍNDICE DE CUADROS
Cuadro
1
Página
Sintomatología causada por agentes nocivos que afectan a Acrocarpus
fraxinifolius
2
10
Resultados de los tratamientos para elevar el porcentaje de
germinación de Acrocarpus fraxinifolius
13
3
Comportamiento de Acrocarpus fraxinifolius en Turrialba, Costa Rica
19
4
Comportamiento de Acrocarpus fraxinifolius en Turrialba, Costa Rica
23
5
Propiedades físicas y mecánicas de la madera de Acrocarpus
fraxinifolius
24
6
Índices de calidad de pulpa para papel en Acrocarpus fraxinifolius
25
7
Precipitación media anual en los diferentes tipos de selva de México
34
8
Características ecológicas de las zonas con Brosimum alicastrum en la
selva mediana subperennifolia de la Costa del Océano Pacífico
9
Características ecológicas de las zonas con Brosimum alicastrum en la
selva mediana subcaducifolia de la Costa del Océano Pacífico
10
42
Tipo de vegetación y superficie con presencia de Brosimum alicastrum
Sw (densidad) en la Costa del Pacífico Mexicano
15
41
Atributos fisonómico-estructurales de la vegetación y características del
medio físico en tipos de selva de la Costa del Pacífico Mexicano
14
40
Características ecológicas de las zonas con Brosimum alicastrum en el
palmar de la Costa del Océano Pacífico
13
39
Características ecológicas de las zonas con Brosimum alicastrum en la
selva alta subcaducifolia de la Costa del Océano Pacífico
12
38
Características ecológicas de las zonas con Brosimum alicastrum en la
selva alta perennifolia de la Costa del Océano Pacífico
11
37
47
Comportamiento de la supervivencia y la altura de especies de las
familias Moráceas, Moringáceas y Meliáceas durante 4 años creciendo
en condiciones de estrés
56
16
17
Composición química de nutrientes de diferentes especies arbóreas en
estado vegetativo
56
Características mecánicas de la madera de Brosimum alicastrum
59
Análisis bromatológico (%) y peso seco de hojas (kg/m2) de las
18
principales especies forrajeras en el ejido Zenzontla, Tuxcacuesco,
Jalisco, México
19
62
Análisis bromatológico en frutos por especie forrajera en el ejido
Zenzontla, Tuxcacuesco, Jalisco, México
63
20
Análisis químico de la semilla de Brosimum alicastrum
65
21
Análisis bromatológico de Brosimum alicastrum
66
22
Tabla de una entrada para el volumen total con corteza de árboles
individuales en plantaciones de Tectona grandis. Vertiente del
Pacífico, Costa Rica
23
141
Tabla de doble entrada para el volumen total con corteza de árboles
individuales en plantaciones de Tectona grandis. Vertiente del
Pacífico, Costa Rica
24
Resultados de tratamientos para callogenésis in vitro de Tectona
grandis
25
150
Resultados de tratamientos para establecimiento in vitro de Tectona
grandis
27
150
Resultados de tratamientos para enraizamiento in vitro de Tectona
grandis
26
142
151
Influencia de los medios de cultivo en el establecimiento de yemas
terminales de Tectona grandis. Laboratorio de Biotecnología, UTEQ.
Quevedo, 2001
28
151
Evaluación de diferentes niveles de BAP y Kinetina en la multiplicación
de brotes de Tectona grandis. Laboratorio de Biotecnología, UTEQ.
Quevedo, 2001
29
151
Respuesta del enraizamiento de brotes de Tectona grandis bajo
diferentes concentraciones de auxinas. Laboratorio de Biotecnología,
UTEQ. Quevedo, 2001
152
30
Proyecciones del diámetro de fuste a diferentes alturas para Tectona
grandis en sitios de calidad media y alta, para diferentes turnos
31
157
Valores mínimos y máximos de densidad, diámetro cuadrático,
altura promedio y volumen con corteza para parcelas permanentes y
temporales establecidas en rodales de Tectona grandis en los Llanos
Occidentales de Venezuela
32
Escenarios de planificación desde el establecimiento hasta el
aprovechamiento final
33
158
159
Propiedades físicas de la madera de Tectona grandis de 8 años
producida con semillas de diferentes procedencias
167
34
Propiedades mecánicas de Tectona grandis de 28 y 17 año
168
35
Propiedades mecánicas de Tectona grandis de 8 años
168
36
Comparación de la resistencia natural de Tectona grandis ante el
ataque de organismos marinos
37
169
Comparación de la resistencia natural de Tectona grandis ante el
ataque de termitas
169
38
Pérdida de peso en Tectona grandis por degradación por hongos
169
39
Comparación de la resistencia natural de la Tectona grandis ante
diferentes tipos de ataque
40
Resultados por densidad de plantación de teca en el porcentaje de
duramen
41
170
171
Resultados de la prueba de hipótesis para el total de los datos de cada
una de las densidades
171
42
Propiedades físicas y mecánicas de Tectona grandis
172
43
Clasificación de la madera de Tectona grandis
173
44
Propiedades físicas de Tectona grandis
174
45
Propiedades mecánicas de Tectona grandis
174
46
Propiedades mecánicas de Tectona grandis
174
47
Valores promedio de contenido de humedad, densidad
y peso específico para madera de Tectona grandis
176
48
Valores promedio de contracciones y punto de saturación
de las fibras para madera de Tectona grandis
49
Valores promedio de propiedades mecánicas en estado
seco al aire, para madera de Tectona grandis
50
179
Resumen del área libre de defectos por procedencia de madera de
Tectona grandis
52
178
Valores promedio de propiedades mecánicas ajustadas al 12 % de
contenido de humedad para madera de Tectona grandis
51
177
180
Resumen de remoción en lijado y temperatura en lijado en madera de
Tectona grandis
180
53
Composición química de Tectona grandis en distintas zonas del fuste
181
54
Solubilidad de distintas zonas del fuste de Tectona grandis en
diferentes solventes
181
55
Composición química global de la Tectona grandis (base seca)
182
56
Composición inorgánica elemental de Tectona grandis
182
ÍNDICE DE FIGURAS
Figura
1
Página
A) Árbol y ramas. B) Veteado de la madera. C) Corteza. D) Hojas.
E) Plantación de Acrocarpus fraxinifolius en el municipio de Múgica,
Michoacán
2
A) Árbol. B) Corteza y C) Hojas y frutos de Brosimun alicastrum
3
A) Ramas B) Frutos. C). Ramas. D) Corteza E) Tronco y F)
4
31
Plantación de Cedrela odorata, en el municipio de Múgica,
Michoacán
4
72
A) Árbol. B) Ramas C) Tronco. D) Corteza. E) Flores. F) Fruto. G)
Hojas de Enterolobium cyclocarpum
102
5
A) Árbol. C) Corteza. D) Flores y D) Frutos de Tabebuia rosea
123
6
A) Árbol. B) Frutos. C) Corteza. D) Hojas y E) Plantación de
Tectona grandis en el municipio de Múgica, Michoacán
138
7
Comportamiento del número de árboles de teca a través del tiempo
159
8
Comportamiento del DAP de árboles de teca a través del tiempo
160
9
Comportamiento en altura de árboles de teca a través del tiempo
160
10
Incremento anual de volumen de madera de teca
161
CAPÍTULO 1
Acrocarpus fraxinifolius Wight & Arn.
Fotografía tomada por H. Jesús Muñoz Flores.
1
1.1. DESCRIPCIÓN DE LA ESPECIE
1.1.1. Nombre común
Acrocarpus fraxinifolius en su lugar de origen es conocido como acrocarpus, árbol
guijarra, fresno, lazcar, mundani, mundana (India), cedro tuxteco (Burns et al., 1992 y
Niembro 1986). En Inglaterra se le conoce como fresno hindú, cedro de la india y
cedro rojo (Menéndez, 1997). En México a nivel nacional se le conoce como cedro
rosado o acrocarpus. En el Estado de Yucatán se le llama cedro tuxtelco (Cedeño,
1984).
1.1.2. Taxonomía
Familia: Leguminosae
Subfamilia: Caesalpiniodaea
Género: Acrocarpus
Especie: Acrocarpus fraxinifolius Wight & Arn.
Sinónimos: Acrocarpus combretifolius T..B; Megoneurum grande Miq.
1.1.3. Forma
Árbol grande y deciduo que alcanza en México una altura de 30 m y hasta 60 m en
otros lugares del mundo, con diámetros de 0.90 a 2.40 m (Whitmore y Otárola, 1976).
Es un árbol de rápido crecimiento, de 30 a 60 m de altura y 2.0 m de diámetro normal
en su lugar de origen. Tallo alto y cilíndrico bien conformado (Figura 1), sin
contrafuertes, libre de ramas el 50% o más, en ocasiones hasta ¾ partes de la altura
total. Presenta una copa ligeramente redondeada. En las zonas tropicales de México
se han observado ejemplares de 20 a 25 m de altura (Niembro, 1992). En base a los
árboles de la ciudad de Morelia y municipio de Ario de Rosales, se considera que es
subperennifolio, sin embargo, Fors (1965) lo registra como caducifolio (Ontiveros y
García, 2002).
1.1.4. Corteza
Su corteza es fina de color marrón grisácea, con abundantes lenticelas prominentes
de 6 a 8 mm de grosor en árboles maduros. En los árboles jóvenes la corteza es lisa,
delgada, de color gris claro (Figura 1), con pocas lenticelas y grosor aproximado de 2
a 4 mm (Ontiveros y García, 2002).
2
1.1.5. Ramas
Las ramas son relativamente delgadas y se encuentran de la mitad del fuste del árbol
hacia arriba, en posición horizontal o ascendente, se observa notoria poda natural de
las ramas más viejas y secas (Figura 1). Las ramillas son ligeramente acanaladas en
la base, glabras, de coloración verde a ligeramente amarillenta, brillantes con
lenticelas longitudinales prominentes. Follaje inmaduro de color amarillento-rojizo, el
cual cambia a verde claro. La madera y follaje con fuerte olor similar a la raíz de la
―jícama‖ (Ontiveros y García, 2002).
1.1.6. Hojas
Las hojas son compuestas, bipinnadas alternas, sin estípulas de 30 a 70 cm de
longitud, con 3 (2 a 4) pares de pinnas; hasta de 30 cm de longitud, con 4 a 7 pares
de foliolos glabros de color verde brillante (Figura 1), oblongo-obovados,
acuminados, hasta de 15 cm de longitud por 6 cm de ancho, peciolos menores de 5
mm de largo (Ontiveros y García, 2002).
1.1.7. Inflorescencia
La inflorescencia es racimosa, axilar y terminal. Racimos simples, erectos hasta 75
cm de longitud. El eje floral es pubescente, de color verde rojizo (Ontiveros y García,
2002).
1.1.8. Flores
Las flores son pentámeras, actinomórficas de 3 a 4 cm de longitud. Pedicelo de 4 a 6
mm de largo, pubescente, articulado. Hipantio obcónico de 6 a 7 mm de longitud,
pubescente en el exterior, de color verdoso, el interior presenta coloración castaño
oscuro, tendiendo a púrpura, persistencia en la fructificación. Cáliz de 5 sépalos, de 4
a 6 mm de longitud, pubescentes, de color verde amarillento. Corola de 5 pétalos, de
8 a 12 mm de largo pubescentes, de color verde amarillento, en posición alterna con
los sépalos pronto deciduos después de la antesis. El androceo está constituido por
5 estambres, opuestos a los pétalos, hasta de 25 mm de longitud, de coloración
variable y gradual hacia la base, de rojo amarillento hasta verde claro. Las anteras
son versátiles, uniformes, dorsifijas, hasta de 4 mm de longitud, dehiscentes por
hendiduras longitudinales, de color amarillento, con el lado externo de color púrpura.
El pistilo es súpero, unilocular, con numerosos óvulos; estilo filiforme, pubescente de
color verde amarillento; estigma espatulado, con ápice curvo, de coloración rojiza,
excede ligeramente la longitud de los estambres (Ontiveros y García, 2002).
3
1.1.9. Fruto
La vaina es dehiscente, glabra, de 7 a 20 cm de longitud por 1.2 a 2.5 cm de ancho,
de color castaño rojizo brillante, forma lanceolada elíptica, agudo y curvo el ápice,
valvas delgadas, papiráceas, las suturas ligeramente engrosadas; pedúnculo de 2 a
2.5 cm de longitud. En ocasiones, las vainas presentan pequeñas gotas de goma de
color brillante. Las semillas son suborbiculares, ligeramente alargadas de 5 a 7 mm
de longitud, de color café y hasta 18 por vaina (Ontiveros y García, 2002).
Figura 1. A) Árbol y ramas. B) Veteado de la madera. C) Corteza. D) Hojas. E) Plantación de
Acrocarpus fraxinifolius en el municipio de Múgica, Michoacán.
4
1.2. DISTRIBUCIÓN Y HÁBITAT
1.2.1. Distribución geográfica
El área de distribución natural de A. fraxinifolius, se extiende desde los 23º a 27º
norte, en el occidente de la India, abarca Bangladesh, hasta alcanzar el norte de
Birmania. Forma parte de los bosques mixtos siempre verdes y se encuentra en
altitudes de 0 hasta 1,500 m. Fuera del área de su distribución natural, ésta especie
fue plantada en la India aproximadamente a 18º norte y en regiones altas de Kenia,
Uganda, Tanzania y Zimbabwe (Sepatro, 2001).
El cedro rosado es originario de las colinas del sur y del este de la India y Birmania,
donde se le conoce con el nombre de ―mundani‖ (Sepatro, 2001). También se le
señala como nativo del sur y de regiones tropicales de la India y del Archipiélago
Malayo (Niembro, 1992).
Se ha introducido en Malawi, Nigeria, Rodesia, Zambia, Kenia, Haití, Costa Rica y
México (Chavelas, 1984).
En la República Mexicana se ha introducido en los estados de Quintana Roo,
Chiapas, Campeche, Oaxaca y en la zona tropical de Puebla, en colindancia con
Veracruz, como árbol de sombra en cafetales. En el estado de Michoacán se ha
cultivado en las zonas calientes del municipio de la Huacana, inclusive en la ciudad
de Morelia (Ontiveros y García 2002) y en el Valle de Apatzingán (Figura 1).
1.2.2. Clima
Dentro de su área de distribución natural A. fraxinifolius crece en sitios con
temperatura media anual de 19 a 28 ºC, mínima de 16 a 22 ºC y máxima de 23 a 35
ºC, con precipitación entre los 500 a 3,000 mm. Se desarrolla mejor en sitios con una
precipitación igual o mayor a los 2,000 mm. Se considera sensible a las heladas y no
tolera las sequías, aunque parece estar bien adaptado a sitios fríos pero sin heladas,
en las tierras altas o en el trópico húmedo con considerable precipitación; también se
reporta que se desarrolla en zonas con precipitación pluvial anual de 1,500 a 2,000
mm. Tolera una temperatura máxima absoluta a la sombra de 35 a 42.5 ºC y sequías
prolongadas hasta de 5 meses en lugares con alta humedad relativa; estas
condiciones lo hacen excelente para cultivarse en el Sureste Mexicano y gran parte
de Centroamérica (Burns et al., 1998 y Lamprech, 1989 (a) y Sepatro, 2001).
Tiene un extraordinario desarrollo cuando se expone a plena luz solar, (ya que es
una especie heliófila), y temperaturas de los 12 a 35 ºC con una humedad del aire
que oscile entre 50 y 85%.
5
1.2.3. Altitud y topografía
El cedro rosado se encuentra a una altitud de cero a un máximo 1,700 m, con una
media de 600 a 1,500 m (Burns et al., 1998). Fue introducido exitosamente en
Malawi en terrenos de 600 a 1,800 msnm y en México se ha plantado desde el nivel
del mar hasta los 1,400 m.
1.2.4. Suelo
A. fraxinifolius se desarrolla en suelo vertisol, profundos a someros, de textura
arcillosa, moderadamente drenados a bien drenados, pH de 4 a 7.5. Tolera suelos
compactos (Burns et al., 1998 y Lamprech, 1989 a).
De acuerdo a Menagro (2001), se desarrolla en suelos rojos y someros o profundos,
con abundante materia orgánica y buen drenaje. También se cita que crece en
suelos con un pH de 5.5 a 7, preferentemente.
Esta especie es apropiada para suelos francos medianamente superficiales o
profundos. Sin embargo, también se desarrolla en suelos superficiales y
compactados y es preciso señalar que no resiste los encharcamientos, prefiriendo los
suelos francos, profundos, con buen drenaje (Sepatro, 2001).
Los rendimientos más satisfactorios se tienen en suelos profundos, húmedos pero
bien drenados y sin obstáculos, ya que las raíces llegan hasta los 4.5 m de
profundidad. En México, se ha reportado en suelo Yaxhom (término Maya), del tipo
vertisol con pH de 6.9 a 7.5 (Sepatro, 2001).
1.2.5. Vegetación asociada
El cedro rosado se encuentra en los Ghats Occidentales de Kherala, en los bosques
perennifolios de la costa occidental de India, donde las especies perennifolias y
deciduas dominantes están íntimamente intermezcladas. Las especies asociadas
son Arthocarpus hirsuta, Salmatia malabarica, Vitex altissima, Tetrarmeles nudiflora,
Hopea parviflora, Laegerstromea lanceolata, Vateria indica, Anthocephalus cadamba,
Xilia xylocarpa, Terminalia tomentosa, Cedrela toona, Grewea tiliaefolia, Dalbergia
latifolia, Pterospermum rubiginosum, Radermachera xylocarpa, Mesua ferrea, Adina
cordifolia, Holoptelea integrifolia, Pterocarpus marsupium y Sterculia guttata
(Menagro, 2001).
También crece en los bosques tropicales de los Himalayas orientales en Kalimpong,
India, donde se tienen individuos dispersos, siendo especie única y dominante en
algunas regiones. Otras especies de árboles en estos bosques son: Shorea robusta,
Terminalia crenulata y T. myriocarpa, Albizzia marginata, Laegerstromia parviflora,
Bombax malabaricum, Cedrela toona, Stereospermum tetragonium, Dillenia
pentogyna y Sterculia villosa (Menagro, 2001).
6
1.3. SILVICULTURA
1.3.1. Bosques naturales
Se recomiendan frecuentes cuidados silviculturales hasta el cierre de las copas. Está
especie tiene una gran capacidad de rebrote.
A la edad de 3 a 4 años se realizan los primeros raleos, ya que para lograr un
desarrollo óptimo el árbol requiere una copa amplia, hasta que el rodal alcance
dimensiones maderables.
1.3.2. Floración y fructificación
Comportamiento reproductivo. Los mecanismos de polinización son desconocidos en
su hábitat natural, pero se sabe que en México es autógamo (Menagro, 2001).
La floración se presenta a partir de los 7 años de vida de los árboles. Se reporta que
la floración en México se presenta durante los meses de marzo a junio (REMGEFOR,
2005).
Se reporta que en Quintana Roo los árboles comienzan a producir semilla de los 7 a
9 años de edad y florece en el mes de mayo y Agosto (Burns et al., 1998).
En el Campo Experimental Forestal (C. E. F.) ―Eduardo Sangri Serrano‖ en
Campeche florece en el mes de marzo y se cosecha la semilla en los meses de
mayo y junio (Chavelas, 1984). En el C. E. F. ―San Felipe Bacalar‖ fructifica en el
mes de abril y las vainas se recolectan cuando presentan un color negro.
1.3.3. Producción y diseminación de semilla
En el C. E. F. ―San Felipe Bacalar‖ las semillas se colectan de mayo a agosto,
cuando las vainas presentan un color pardo oscuro o negro, lo que indica que se
encuentran maduras. Se pueden colectar directamente del árbol o recolectar del
suelo.
Un kilogramo de semilla contiene un promedio de 32,000. El peso de mil semillas es
de aproximadamente 31 a 52 g (19,000 a 39,000 unidades por kilogramo).
Comercialmente, se cita que 20,000 plantas se propagan adecuadamente para
plantación por cada kg de semilla (Sepatro, 2001). Otros autores citan que el número
de semillas por kilogramo es de 19,000 a 31,600.
7
1.3.4. Tolerancia a factores ambientales
El cedro rosado puede crecer en áreas degradadas (Rai, 1976 citado por Menagro,
2001). Ha sido introducido a elevaciones bajas en varios países, donde crece
rápidamente por unos pocos años, aunque luego su crecimiento se estanca,
muriendo la especie al comenzar la sequía (Menagro, 2001).
Se reporta que los árboles crecen bien durante los primeros años, pero después en
algunas regiones sufren mortalidad de ramas desde la punta del árbol hacia la base.
Los autores sugieren que se estudie a fondo la cuestión de la adaptabilidad del cedro
rosado al ambiente (Whitmore y Otárola, 1976). Un proceso similar sucede en
Campeche y Quintana Roo, México, en regiones bajas de 0-30 msnm, con una
precipitación de menos de 1,500 mm.
En otras regiones tales como Oaxaca y Chiapas, con precipitaciones de menos de
1,000 mm, pero en elevaciones de 600-1,500 msnm, la especie crece con buenos
incrementos (Menagro, 2001).
La especie es sensible a las heladas y no tolera las sequías, (Burns et al., 1998).
Parece estar bien adaptado a sitios fríos pero sin heladas, en las tierras altas o en el
trópico húmedo con considerable precipitación (Anónimo, 1979).
1.3.5. Plagas
En Costa Rica, los árboles no tienen enfermedades o plagas, con excepción de las
termitas (Whitmore y Otarola, 1976).
En África, la especie está libre de plagas y enfermedades, con excepción de ataques
de termitas sobre árboles jóvenes. El hongo Armillaria mellea causa un daño ligero a
árboles debilitados en las regiones de las sabanas (Menagro, 2001).
En México se consideran muy pocas las plagas que afectan el cedro rosado. La
hormiga arriera (Atta spp.) defolia a los árboles jóvenes, controlándose con un cebo
conocido como patrón (ingrediente activo sulfluramida). Otra plaga importante que
construye sus galerías cubiertas sobre la corteza del tronco del árbol son las termitas
(Cryptotermes brevis y Nasutitermis corniger), las cuales también atacan la madera
sin tratamiento, posiblemente después que han sido infectados por un hongo, aún sin
identificación (Combe y Gewald, 1979 citados por Cibrián et al., 1995).
Las tuzas o taltuzas (Orthogeomys heterodus) son roedores que causan el mayor
daño en el campo forestal, tanto por el consumo de plantas como por la destrucción
de raíces de los árboles jóvenes, incluso llegan a roer las raíces de los árboles
adultos, provocando su caída; su control es difícil pero puede hacerse con trampas y
cebos envenenados. Se considera un árbol resistente a plagas y enfermedades,
debido a que son muy pocas las que lo afectan. Los árboles jóvenes son
susceptibles a comejenes (Menéndez, 1997; Sepatro, 2001).
8
En el C. E. F. ―El Tormento‖ en Escárcega, Campeche, se observó en sus primeros
años, que una plantación fue atacada por hormigas de tipo arriera, donde
prácticamente provocó la defoliación total de los árboles, pero sin causar la muerte
(Cedeño, 1984). En el Instituto de Investigación Forestal de Dhera Dur en la India,
reportan que en ocasiones se ve muy afectado por los barrenadores y la incidencia
es alta cuando las plantaciones se hacen en líneas (Forest Research Institute y
College Dehra India, 1983 citado por Cedeño, 1984). Otras plagas que construyen
galerías cubiertas sobre la corteza del tronco del árbol son las termitas (Cryptotermes
brevis y Nasutitermis corniger), las cuales también atacan la madera.
1.3.6. Enfermedades
Los organismos patógenos que son más destructivos son aquellos que producen el
ahogamiento o secadera en las pequeñas plantas, causadas por hongos, bacterias o
virus. El ahogamiento o mal del talluelo, es causado por varios hongos como
Rhizoctonia solani, Pythium ultimum, Phytophthora, Bortytis y Verticillum, entre otros.
La semilla puede podrirse o bien las plantas se pudren antes que emerjan del
sustrato al ser atacadas por el mal del talluelo. Las plántulas pueden desarrollar una
pudrición en forma de anillo cerca de la superficie, casi siempre en forma de
manchones o círculos. Estas plantas enfermas deben eliminarse y destruirse
(Menéndez, 1997).
En Costa Rica se ha observado una necrosis progresiva del ápice de árboles
jóvenes, continuando hacia la base; es seguido por ataques de comejenes y por la
muerte del árbol.
Se reportaron micomicetos presentes en la rizósfera del cedro rosado en predios de
la Sierra Norte de Puebla, en plantaciones mixtas de café y cedro rosado. En
resultados de análisis microbiológicos de suelo, se determinaron 16 géneros de
hongos, de los cuales 11 se reportan como patógenos, 5 como saprofitos y una
levadura; dentro de las familias Dematiaceae, Melanconiaceae, Monilaceae,
Mucoraceae, Spharopsidaceae, Tuburculariaceae y Saccharomycetaceae (Olvera et
al., 2005).
Se estudió la sintomatología de daños detectados en cedro rosado en la Sierra Norte
de Puebla, ya que se ha reportado con un alto potencial, por ser una especie exótica
de rápido crecimiento que ha sido introducida y utilizada como sombra en las
plantaciones de café, donde se han observado incrementos importantes en diámetro
y altura en corto tiempo; sin embargo, poco se conoce acerca de las plagas y
enfermedades que afectan al arbolado de estas plantaciones, ni los múltiples
beneficios que pueden brindar a los productores de esta zona. Los resultados de la
sintomatología causada por diferentes agentes nocivos se muestran en el Cuadro 1
(Reséndiz et al., 2005).
9
Cuadro 1. Sintomatología causada por agentes nocivos que afectan a Acrocarpus
fraxinifolius.
Tipo de síntoma
Agente causal
Estrangulamiento y deformación
Orificios en tallos
Mordedura de hojas
Ramas distorsionadas
Punta seca
Gomosis
Corteza manchada
Árbol curvado
Raíz enrollada
Hojas manchadas
Hojas enchinadas
Raíz dañada
Reventamiento de tallo
Planta epífita
Barrenadores
Hormigas
Muérdago
Desconocido
Hongo
Hongo
Deficiente desarrollo
Mal manejo
Fumagina
Herbicida
Tuza
Hongo
Fuente: Reséndiz et al., 2005.
1.3.7. Edad de rotación, turno
En el Estado de Puebla la edad de rotación o turno es de 12 años (Menéndez, 1997).
1.3.8. Regeneración natural
La germinación bajo condiciones naturales es errática; la semilla puede permanecer
latente por un tiempo largo, por ejemplo, 10 meses (Menagro, 2001).
1.4. PRÁCTICAS DE VIVERO
1.4.1. Manejo y almacenamiento de semillas
Época de colecta. La cosecha se realiza una vez que las vainas adquieren un color
café oscuro y empiezan a caer del árbol. Cada vaina contiene de 5 a 7 semillas. En
México se presenta la maduración de los frutos durante los meses de Mayo a Agosto
(REMGEFOR, 2005).
Extracción de semilla. Una vez recolectadas las vainas, se clasifican y se depositan
en un saco de yute o en cajas de plástico con suficiente ventilación, para su
transporte al vivero o al centro de beneficio. De manera inmediata las vainas se
extienden sobre pisos de cemento, ameros o estufas de secado, hasta que las
vainas abran por la sutura lateral. También se pueden friccionar o restregar las
vainas de manera manual, para facilitar la liberación de las semillas, posteriormente
se eliminan las impurezas y se exponen al sol durante dos o tres días para completar
su secado (REMGEFOR, 2005).
10
Manejo y almacenamiento. La semilla puede almacenarse con contenidos de
humedad de 6 a 7% y temperaturas de 0 ºC; tales condiciones permiten mantener la
viabilidad por varios años. Generalmente las semillas ortodoxas presentan algún
periodo de reposo, particularmente esta especie presenta latencia primaria. Para
mantener la viabilidad de las semillas, se pueden almacenar en bolsas de polietileno
a temperatura ambiente, también se recomienda guardarlas en sitios fríos. El tiempo
de viabilidad estimado bajo condiciones de almacenamiento puede ser más de un
año (Lamprech, 1989 a; Burns et al., 1998 y Arriaga et al., 1994).
La semilla se puede almacenar en recipientes cerrados en lugares frescos y
sombreados y mantener buenos niveles de viabilidad hasta por un año. En
condiciones controladas, se almacenan en recipientes cerrados a temperaturas de 4
a 5 ºC, con contenidos de humedad de 8 al 13%. Bajo estas condiciones, las semillas
se conservan en buen estado por más de 5 años.
No se recomienda almacenar la semilla por mucho tiempo ya que son susceptibles al
ataque de insectos (Cedeño, 1984).
1.4.2. Germinación
La germinación es epigea, con una capacidad germinativa alta, de tal manera que en
lotes de semillas debidamente beneficiados y tratados, se pueden obtener de un 80%
a un 90% de emergencia en un periodo de 8 a 15 días (REMGEFOR, 2005).
La germinación es a menudo irregular, algunas semillas germinan al cabo de una
semana, mientras que otras se tardan hasta casi un año. Por esta razón deben
sembrarse en semilleros bien abrigados y en gran densidad. Remover y aflojar el
sustrato del semillero cada cierto tiempo favorece la germinación.
1.4.3. Prácticas de cultivo
Tratamientos pregerminativos
La semilla de A. fraxinifolius presenta una testa impermeable que dificulta la entrada
de agua y el consecuente inicio de los procesos de germinación; el poder germinativo
es considerado mediano y muy irregular, de acuerdo a Fors (1965), se recomienda
almacenar la semilla un año antes de sembrarla en primavera. Las semillas
recolectadas y sembradas en los 10 días posteriores a ello llegan a tener una
germinación de hasta un 30%, pero la mayoría mantiene una dormancia de hasta 18
meses. Por lo anterior, se han realizado pruebas de tratamientos que incrementen el
porcentaje de germinación y que ayuden a acelerarla y uniformizarla, tal como se
menciona a continuación (Sepatro, 2001):
11
Ácido sulfúrico. a) Las semillas fueron tratadas con ácido sulfúrico por 5 minutos,
lavadas con agua limpia por varios minutos y secadas. Subsecuentemente las
semillas fueron puestas a remojar en agua tibia por 16 horas (T1). b) Las semillas
fueron tratadas con ácido sulfúrico por 10 minutos, lavadas con agua limpia por
varios minutos y secadas. Subsecuentemente las semillas fueron puestas a remojar
en agua tibia por 16 horas (T2). (c) 10 ml de ácido sulfúrico concentrado fueron
mezclados con 100 ml de agua y se pusieron a remojar en esta solución 300 semillas
por 18 horas (T3).
Nitrato de amonio. En 100 ml de agua se disolvieron 10 g de nitrato de amonio y 300
semillas fueron puestas a remojar en esta solución por 18 horas. Después las
semillas fueron lavadas (T4).
Nitrito de sodio. En 200 ml de agua se disolvieron 10 g de nitrito de sodio y 300
semillas fueron puestas a remojar en la solución por 18 horas, después las semillas
fueron lavadas (T5).
Agua hirviendo. a) 300 semillas se pusieron en agua hirviendo por 10 minutos y
después de dejaron remojando por 18 horas (T6). (b) 300 semillas fueron puestas en
agua hirviendo e inmediatamente se retiró el recipiente del fuego, dejando las
semillas dentro del agua por 18 horas (T7).
Agua caliente. Las semillas se remojaron aproximadamente 18 horas, después se
pusieron a remojar en diferentes lotes en agua a diferentes temperaturas y
nuevamente se pusieron a remojar por otras 18 horas. Las temperaturas fueron de:
a) 35, b) 50, c) 70 y d) 100 ºC (T8 a T11).
Tratamiento con Ethrel®. (a) 300 semillas se pusieron a remojar en una solución de
Ethrel de 1000 ppm por 24 horas y después se lavaron T12. (b) 300 semillas fueron
puestas a remojar en una solución de Ethrel® de 3,000 ppm y después se lavaron
T13. (c) 300 semillas fueron puestas a remojar en agua tibia por 18 horas T14.
Los resultados de los diferentes tratamientos se muestran en el Cuadro 2.
Los resultados encontrados muestran que las semillas tratadas con ácido sulfúrico
poseen altos porcentajes de germinación (89.15 y 90.67%), sin embargo, después de
10 días las semillas tratadas fueron desechadas debido a que fueron afectadas por
hongos, inicialmente las semillas tratadas por 10 minutos dieron resultados
aparentemente más saludables que las tratadas por 5 minutos.
El uso de agua caliente a diferentes temperaturas arrojó mejores resultados que
otros tratamientos, aunque se obtuvo una germinación tardía, comenzando a
germinar la mayoría de las plantas hasta después de una semana, por lo que no se
muestra la cantidad real de germinación usada con este método en la prueba,
aunque cabe mencionar, que este es el procedimiento utilizado por Sepatro (2001),
así como el método del corte directo a la semilla.
12
Cuadro 2. Resultados de los tratamientos para elevar el porcentaje de germinación
de Acrocarpus fraxinifolius.
Tratamiento
T1
T2
T3
T4
T5
T6
T7
T8
T9
T10
T11
T12
T13
T14
Cantidad
de
semillas
1124
1157
300
300
300
300
300
300
300
300
300
300
300
300
Dias
1
5
-
2
4
29
1
1
-
3
800
962
22
8
20
13
59
52
-
4
109
33
5
1
29
3
5
15
12
16
1
5
67
34
1
1
17
1
5
6
-
6
11
2
2
1
1
-
7
5
10
1
1
-
8
6
4
1
1
-
9
4
4
10
4
1
5
2
-
10
X
X
3
1
-
11
X
X
4
1
1
2
-
12
X
X
3
1
4
3
1
-
13
X
X
1
3
1
-
14
X
X
2
1
1
-
Porcentaje
de
germinación
89.15
90.67
2.67
---0.67
27.33
18.0
9.67
19.34
30.67
27.33
1.33
0.30
0.30
Fuente: Sepatro, 2001.
Se puede concluir que las semillas sembradas sin tratamiento tienen una
germinación muy pobre y heterogénea. Para lograr una germinación homogénea se
recomienda sumergir la semilla en ácido sulfúrico concentrado por 5 minutos para
dejarla después remojando en agua corriente por 12 horas; el otro tratamiento
recomendado consistió en introducir la semilla en agua a 80 °C y dejarla dentro del
agua, hasta que esta se enfríe, por un periodo de 8 horas (Sepatro, 2001).
En un trabajo realizado en el Campo Experimental ―San Felipe Bacalar‖, en Quintana
Roo, por Hong y Moreno (1982), encontró que los mejores tratamientos fueron el de
escarificación y el de remojo en ácido sulfúrico al 95% durante cinco minutos con una
germinación del 80% en sólo ocho días en comparación a condiciones normales en
el que se alcanzaba solo el 4% en 60 días (Gómez, 1989).
La técnica del agua hirviendo consiste en poner las semillas en agua hirviendo
durante unos minutos y después se dejan en agua a temperatura ambiente durante
12 horas y el porcentaje de germinación que se obtiene es del 90.6% con un tiempo
necesario para la germinación entre 10 y 90 días, antes de la época de lluvias
(Lamprech, 1989 a; Burns et al., 1998).
Otra técnica consiste en:
1.
2.
3.
4.
5.
6.
Colocar 250 g de semilla en una bolsa de manta
Poner 3.5 L de agua a calentar hasta alcanzar 80 ºC
Retirar el recipiente con agua del fuego
Introducir en el agua caliente, la bolsa con semilla
Dejar la semilla dentro del agua hasta que ésta se enfríe, durante 8 horas
En una solución de Biozyme® pp (3 m/L de agua), introducir la bolsa con la
semilla por un espacio de 20 minutos (opcional) y
7. Proceder a la siembra (Sepatro, 2001).
Finalmente, Sepatro (2001) menciona otro método que consiste en hacer un corte de
un milímetro con un cortaúñas o navaja a cada semilla por la parte de atrás de la
13
misma y proceder a la siembra directa en aserrín previamente desinfectado, así
como mantener húmedo el sustrato regandolo diariamente.
En el vivero de la SEMARNAT, en la población de Dr. Miguel Silva, Mpio., de Ario de
Rosales, Mich., se han producido plántulas con semillas obtenidas de un árbol de la
misma localidad y sin tratamiento.
Preparación del sustrato para semillero
Se recomienda emplear como sustrato aserrín de grano medio como sustrato: Los
pasos a seguir se describen a continuación:
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
Preparar una cama de aserrín de 20 cm de espesor.
Tratar el aserrín con 5 g de BASAMID G® por m2.
Aplicar suficiente riego para que gasifique el BASAMID G.
Cubrir con plástico las tablas para que el BASAMID G® haga efecto.
Esperar 10 días.
Revolver el aserrín y aplicar riego.
Proceder a la siembra.
Mantenner una humedad regulada en el semillero regando una vez por día.
La profundidad de siembra de la semilla debe ser de 2.5 cm y una distancia de
0.5 cm entre las semillas y 5 cm entre surcos.
Al germinar, se pueden hacer aplicaciones con Previcur® a razón de un mililitro por
litro de agua, cada 15 días y trasplantar a los 5 cm.
Método de siembra
En el almácigo las semillas se ponen a germinar en arena húmeda esterilizada y se
trasplantan a los envases cuando tienen 10 cm de altura. Se recomienda que esta
actividad de realice antes de que aparezcan los primordios foliares, cuando las
plántulas presenten no más de tres raíces (Arriaga et al., 1994).
Características del sustrato
El sustrato de los envases debe presentar consistencia adecuada para mantener la
semilla en su sitio, el volumen no debe variar drásticamente con los cambios de
humedad, la textura debe de ser media para asegurar un drenaje adecuado y buena
capacidad de retención de humedad, con fertilidad adecuada, libre de sales y materia
orgánica no mineralizada. Cuando el sustrato es inerte la mezcla 55:35:10 de turba,
vermiculita y perlita o agrolita, es adecuada para lograr buenas condiciones de
drenaje (Lamprech, 1989 a; Arriaga et al., 1994 y Burns et al., 1998).
14
Tratamiento del sustrato antes de la siembra
Se recomienda preparar la mezcla del sustrato con un 80% de tierra negra y 20% de
composta (no usar materia orgánica fresca) y aplicación de micorrizas. Se adiciona
1.5 kg de superfosfato de calcio simple por m3 de tierra. Ya que el pH ideal para
estas leguminosas es de 6.5, en caso necesario usar la dosis adecuada de cal
dolomitizada (Sepatro, 2001).
Sistemas de producción en envases
Producción en bolsas de polietileno: Se recomienda utilizar bolsas negras de
polietileno calibre 400, de 13 a 15 cm de diámetro por 20 a 25 cm largo. Se puede
sembrar la semilla en almácigo y después transplantar las plántulas a los
contenedores. Sin embargo, se recomienda la siembra directa, para evitar perdidas
en transplante y problemas de deformación de la raíz, ya que se desarrolla de
manera muy rápida. Con en este sistema, se pueden alcanzar alturas de 40 a 50 cm
a los 4 a 5 meses de edad (REMGEFOR, 2005). Además, se debe aplicar Vitavax
200® suspensión acuosa, en una dosis de 10 cc/L de agua para tratar un m 2 de
bolsas. Esperar 5 días para sembrar (Sepatro, 2001).
Sistema de contenedores: En México se reporta la reproducción de esta especie en
contenedores de poliestireno de 77 cavidades (180 ml por cavidad); en el vivero de la
organización social ―Tosepan Titatanis‖ ubicado en el municipio de Cutzalan, Puebla,
se practica la siembra directa y la siembra en almácigos con transplante a los
contenedores, obteniendo plantas de buena calidad, de 40 a 50 cm de altura en un
periodo de tres meses. Por la conformación de las hojas y desarrollo de las plantas,
se recomienda utilizar contenedores de plástico (tubetes) intercambiables, con el
propósito de espaciar las plantas durante su desarrollo, para lograr una adecuada
lignificación de los tallos y conformación de las partes aéreas (REMGEFOR, 2005).
Deshierbes
El deshierbe continuo de los pasillos y al interior de los envases que contienen las
plantas, evitará problemas de competencia por luz, agua y nutrientes; además,
favorecerá condiciones de sanidad. Es importante tener cuidado con el número de
plántulas o estacas que se encuentran en los envases, lo más recomendable es
mantener solamente una planta o estaca por envase, la más vigorosa, eliminando las
restantes (Sepatro, 2001).
15
Acondicionamiento de la planta previo al transplante
Antes de plantar los árboles, es recomendable remover todo el follaje y ramas con
excepción de unas pocas hojas del ápice, a veces también es necesario podar las
raíces. Por lo menos un mes antes de su traslado al sitio de plantación, se deberá
iniciar el proceso de endurecimiento de las plantas, este consiste en suspender la
fertilización, exponer las plantas a una mayor insolación y alternar la aplicación de los
riegos entre someros y a saturación, además de retirarlos una semana antes previo a
la salida de la planta. Esto favorecerá que las plantas presenten crecimiento leñoso
en el tallo y ramas. El tiempo requerido para la producción de la planta es de 3 a 4
meses después de la germinación. La duración promedio de la planta en vivero es
entre 6 y 8 meses. Cuando los árboles alcanzan una altura de 30 a 50 cm estarán
listos para plantarse durante la época de lluvias (Lamprech, 1989 (a); Arriaga et al.,
1994 y Burns et al., 1998).
Propagación asexual
En este tipo de propagación se emplean varetas, acodos, esquejes, estacas e
injertos (Whitmore y Otarola, 1976).
Elección y preparación de la planta en vivero
Se deberán elegir las plantas más vigorosas, libres de plagas y enfermedades.
Aunque las características físicas dependerán de la especie, existen criterios
generales que indican buena calidad en las plantas. La raíz deberá ocupar por lo
menos el 50% del volumen total del envase, el diámetro basal del tallo deberá ser de
0.25 cm, la altura total del vástago no mayor a 30 cm y por lo menos ¼ parte de la
longitud total del tallo con tejido leñoso, endurecido. Se recomienda aplicar un riego a
saturación un día antes del transporte de las plantas (SIRE, 2005 a).
Medio de transporte
Se deben utilizar vehículos cerrados y trasladar las plantas debidamente cubiertas,
para protegerlas de la pérdida de humedad por efecto del viento e insolación y con
ello evitar la deshidratación (Sepatro, 2001).
Para optimizar la capacidad de los vehículos y disminuir los costos de transporte, es
conveniente construir estructuras sobre la plataforma de carga con la finalidad de
acomodar dos o más pisos. Asimismo, con la finalidad de evitar que la planta sufra el
menor estrés posible, idealmente el tiempo de transporte no debe exceder a tres
horas (Sepatro, 2001).
16
1.5. ESTABLECIMIENTO Y MANEJO DE PLANTACIONES
1.5.1. Preparación del sitio de plantación
La preparación incluye la eliminación de las malezas, trazo y apertura de cepas, la
cual dependerá del tipo de textura y fertilidad del suelo (Menéndez, 1997).
Subsolado. Se emplea solo cuando se presentan capas endurecidas a escasa
profundidad, aproximadamente de 15 cm, siempre y cuando los terrenos presenten
pendientes menores del 10%.
Rastreo. Se recomienda dar un paso superficial de rastra en la época de lluvias antes
de la plantación, siempre y cuando el suelo sea profundo y con pendientes menores
al 15%.
Trazado. Se realiza sobre curvas a nivel con arreglo en tresbolillo. La distancia entre
curvas de nivel dependerá de la pendiente del terreno y de la densidad de plantas
que se desee establecer (Arriaga et al., 1994).
Apertura de cepas. El tamaño de las cepas dependerá de las dimensiones del
envase utilizado para la producción de las plantas. Esto implica que las cepas
deberán realizarse con 3 a 5 unidades de volumen adicional al tamaño del cepellón
de la planta; no obstante, dependiendo de las condiciones del terreno, las
dimensiones y tipo de cepas podrán variar en función de las estrategias de
conservación de suelo, de las características del suelo y de las condiciones
climáticas; pueden ser de 30 x 30 x 30 cm (Menéndez, 1997; Arriaga et al., 1994 y
Burns et al., 1998).
Deshierbe. Las plantaciones se deben mantener libres de malas hierbas hasta que la
copa adquiera su espesor después de dos estaciones de crecimiento. Si el terreno
presenta problemas de malezas, se recomienda realizar deshierbes manuales o
mecánicos dependiendo de las condiciones del terreno. Si éste presenta pendientes
mayores a 12% para evitar la erosión del suelo, se recomienda remover la
vegetación solamente en los sitios donde se plantarán los árboles ya sea en franjas o
alrededor de las cepas (Laurie, 1974 citado por Menagro, 2001; Lamprech, 1989;
Arriaga et al., 1994 y Burns et al., 1998).
1.5.2. Plantación y espaciamiento
La disposición depende de la pendiente del terreno, la posibilidad de asociación con
otros cultivos y el tipo de producto que se desea obtener, así como la intensidad de
fertilización, podas y aclareos (Menéndez, 1997).
Se plantan a espacios de 3 x 3 m o a tresbolillo, para la obtención de madera
aserrada, de preferencia en áreas que han sido aclareadas y quemadas. En
plantaciones adultas es necesario que los espaciamientos sean más grandes, ya que
17
las copas de los árboles se extienden a una distancia considerable. Se recomienda
que las copas se mantengan libres para evitar que el crecimiento quede estancado.
Los árboles deben plantarse en el campo a los 3 meses después de su germinación
cuando éstos alcanzan una altura de 30 a 40 cm y pueden establecerse a 2 m entre
ellos con la finalidad de aplicar un aclareo al tercer o cuarto año, en plantaciones
puras. Para sombra de café, puede plantarse a una equidistancia de 8 m, aunque
tambien se pueden plantar cada 10 m (Sepatro, 2001).
El tipo de producto que desea obtener, así como la fertilidad, clase de suelo y la
intensidad del manejo, definen el espaciamiento o diseño de plantación a utilizar, por
ejemplo, para obtener como producto principal madera se emplea un espaciamiento
inicial de 3 x 3 m y aclareos a los 4 y 8 años. En asociación agroforestal el
espaciamiento inicial deberá ser de 4 x 4 m y aclareos entre los 4 y 6 años
(Menéndez, 1997).
También se reporta que se pueden utilizar espaciamientos hasta de 5 x 5 m y en
sistema agroforestal para sombra de cafetales y cacao, la distancia de plantación o
siembra puede ser de 5 x 10, 7 x 7 o 10 x 10 m, dependiendo del cultivo y de la altura
sobre el nivel del mar (Sepatro, 2001).
1.5.3. Cultivo de las plantaciones
Deshierbe. Durante los dos primeros años de haber establecido la plantación se
recomienda de 2 a 3 deshierbes. Es necesario tener cuidado con los herbicidas pues
la especie es muy sensible a ellos (Arriaga et al., 1994, citado por CONAFOR). Es
necesario cortar periódicamente el pasto y hierbas alrededor de los arbolitos hasta
que éstos dejen de ser plántulas (Lamprech, 1989 a).
Podas. Con el fin de mejorar la calidad de las trozas e incrementar la forma de los
árboles, se aconseja podar los retoños de crecimiento ortotrópico en los primeros dos
años, dejando únicamente un solo fuste y eliminando los futuros segundos o terceros
ejes.
Preaclareos, aclareos y cortas intermedias. Se recomienda la aplicación de aclareos
entre los 5 y 8 años de edad (Burns et al., 1998).
Medidas de protección. Es importante establecer brechas contrafuego en el
perímetro de la plantación, así como cercarla con la finalidad de prevenir factores de
disturbio como el pisoteo y ramoneo del ganado.
18
1.5.4. Crecimiento y rendimiento volumétrico
El propósito de las plantaciones forestales es el de obtener en corto plazo y bajo
costo, materia prima destinada a satisfacer la demanda de la industria forestal de
celulosa y madera aserrada, entre otros, por lo que es fundamental seleccionar las
especies más adecuadas a los productos a obtener y a las características de la
región, pudiendo ser nativas o introducidas. El uso de especies introducidas ofrece
en muchos casos ventajas comparativas en velocidad de crecimiento y turnos de
aprovechamiento más cortos, que son básicos para desarrollar proyectos
financieramente viables. Por ejemplo, en el trópico con el uso de especies nativas se
obtienen incrementos anuales de 5 a 10 m3/ha/año y en turnos mínimos de 15 a 20
años, mientras que con especies introducidas (como el cedro rosado) se obtendrían
de 30 a 50 m3/ha/año y los turnos se reducirían de 7 a 10 años (Sepatro, 2001).
En ensayos hechos en Malawi, Nigeria, Rhodesia y Zambia, el mundani (cedro
rosado) fue la especie leguminosa de crecimiento más rápido; con incrementos en
altura de 1.3 a 3.0 m por año en Zambia y Nigeria. En Zambia, árboles excepcionales
alcanzaron en 4 años una altura de 15.2 m y un diámetro de 14 cm (Laurie, 1974
citado por Menagro, 2001).
En Costa Rica, el cedro rosado a los 7 años de edad, presenta los mejores
promedios en altura de 18.19 m y diámetros de 19.78 cm (Witmore y Otarola, 1976)
con una forma y crecimiento excelente y un volumen alto por hectárea (Cuadro 3).
Los valores para la tasa de crecimiento en Turrialba (9.11, 31.52, 36.43 y 47.52
m3/ha/año) se aproximan a los valores obtenidos en Quintana Roo, de 44.62
m3/ha/año (Whitmore y Otarola, 1976; Chavelas, 1985).
Cuadro 3. Comportamiento de Acrocarpus fraxinifolius en Turrialba, Costa Rica.
Procedencia
No. 3 India
No. 4 India
No. 5 Kenia
No. 6 India
Diámetro
normal
promedio
(cm)
10.67
(1.52)
18.17
(2.60)
19.53
(2.79)
19.78
(2.83)
Altura
total
(m)
Volumen
(m3/ha)
Área
basal
(m2/ha)
Supervivencia
(%)
Troncos
rectos
(%)
9.29
(1.33)
16.17
(1.33)
18.19
(2.60)
16.28
(2.33)
63.75
(9.11)
255.00
(36.43)
332.67
(47.52)
220.67
(31.52)
11.75
(1.68)
30.67
(4.68)
34.67
(4.95)
24.67
(3.52)
50%
100
Indice
de
comportamiento
4.00
76%
100
2.50
73%
100
1.25
51
96
2.25
Fuente: Adaptado de Whitmore y Otarola, 1976
NOTA: Los números en paréntesis, indican el incremento medio anual.
19
Los ensayos en condiciones adecuadas de clima, indican que el cedro rosado ha
sido una de las especies de crecimiento más rápido, de 3 a 3.50 m por año durante
los primeros años y alcanza de 16 a 18 m a los 7 años. La producción de madera
varía de 30 a 45 m3/ha/año (Sepatro, 2001).
En Nigeria, en condiciones de sabana (1,270 mm/año), llegó a 6.1 m en 4 años,
después se estancó y se secó la plantación; en sabanas más húmedas creció 1.3 a
3.0 m/año, durante los primeros 7 años y posteriormente llegó a los 26 m en 23 años.
En sitios con precipitación de 1,000 mm y estación seca prolongada ha dado un buen
crecimiento inicial, seguido de una mortalidad muy alta. Otra plantación sobre sabana
en Nigeria, llegó a una altura de 10.70 m y DAP de 9.5 cm promedio en 4 años.
Esta especie presenta un crecimiento tan rápido que puede alcanzar una altura de 15
m en tan solo 4 años. En el Campo Experimental San Felipe Bacalar, Quintana Roo,
se reportan incrementos hasta de 44 m3/ha/año.
En Huimanguillo, Tabasco se evaluó el crecimiento del cedro rosado, y se encontró
que a la edad de 1.5 años alcanzó una altura de 4.15 m y diámetro de 5.0 cm; a los 3
años presentó una altura de 7.40 m, diámetro de 8.2 cm y una sobrevivencia del 98%
(Limón, 1989). En la zona de Xicotepec, Puebla, es excepcional en los primeros tres
años, alcanzando una altura promedio de 6 m, con DAP de 16 cm, pero en lugares
con mejores condiciones de clima y suelo a los 4 años presenta alturas promedio de
18 m. Se tienen datos de algunos sitios en donde el primer año hubo un crecimiento
de 7.50 m de altura y un DAP de 11 cm (Menéndez, 1997; Sepatro, 2001).
Existen plantaciones de A. fraxinifolius de 0.5 a 12 años de edad en los municipios
de Venustiano Carranza, Xicotepec y Zihuateutla en el Estado de Puebla; cubren una
superficie de 261.5 ha y se establecieron a diferentes espaciamientos de (3 x 3, 4 x
4, 5 x 5, 5 x 7.5 y 10 x 10 m), principalmente para dar sombra a las plantas de café.
Los árboles establecidos han mostrado buenos índices de crecimiento, con fustes
casi cilíndricos y ramificaciones por arriba de los 15 m. Esto hace que se puedan
aprovechar, procesar y usar industrialmente, sin embargo, se desconocen muchos
aspectos técnicos que permitan aplicar un manejo óptimo y un aprovechamiento
tecnológico e industrial de su madera (Quintanar, 2002).
El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales (INIF), a través de su programa de
plantaciones forestales, introduce al lazcar o cedro rosado en el año de 1972 en el
Campo Experimental ―Ing. Eduardo Sangri Serrano‖, en Escarcega, Campeche con
semilla procedente de Dola Hill, Zambia; estableciendo una parcela de 20 árboles; a
los 7 años de edad tenían alturas de 10 a 20 m y diámetro normal de 7.6 a 33.4 cm,
presentando la mayoría de ellos buena conformación (Chavelas, 1985).
Se evaluaron ocho especies de rápido crecimiento (cuatro introducidas y cuatro
nativas) en el C. E. ―Eduardo Sangri Serrano‖ en Escárcega, Campeche. Los
resultados siguientes en altura, diámetro y sobrevivencia promedios son a la edad de
7 años: Gmelina arborea 10.75 m, 13.7 cm y 90%, Delonix regia con 4.34 m, 8 cm y
77%, Tectona grandis con 2.50 m, 3.90 cm y 20%, Enterolobium cyclocarpum con
20
1.67 m, 2.50 cm y 29% y A. fraxinifolius con 1.47 m, 1.30 cm y 7%, respectivamente.
Se concluye que las especies que presentaron un mejor desarrollo fueron G. arborea
y D. regia y las que tuvieron una alta mortalidad son T. grandis, E. cyclocarpum y A.
fraxinifolius, debido al ataque de Sigmodon hispidus (rata de campo) y Heterogeomys
hispidus (tuza) (Gómez, 1989).
También se reporta el establecimiento de un ensayo de 9 especies (8 exóticas y una
nativa) en el C. E. ―San Felipe Bacalar‖ en Chetumal, Quintana Roo, en una altitud de
10 a 20 m, precipitación de 1,250 mm, una temperatura promedio de 25.5°C y en tres
tipos de suelo (litosol, vertisol y gleysol). Los resultados obtenidos a los 5 años con
A. fraxinifolius en suelo litosol fueron de 1.68 m en altura, 2.0 cm de DAP y 16% de
sobrevivencia promedio (Chavelas, 1984).
Se realizó un estudio en cuatro localidades del trópico húmedo de México, en el C.E.
de Bacalar, Quintana Roo sobre la adaptación y crecimiento de A. fraxinifolius; los
resultados de la plantación a un año y medio en suelo tipo Gleysol, muestran alturas
superiores a los 5 m. En el C. E. ―El Tormento‖, en Escárcega, Campeche, a la edad
de 12 años presentó alturas de 20 m y diámetros superiores a los 36 cm, con
incrementos anuales hasta de 3 cm en diámetro y 1.6 m en altura. En el C. E. de
Villahermosa, Tabasco, a la edad de 3 años y medio esta especie presentó un IMAA
de 3.0 m y un IMAD de 4.2 cm. En la localidad de Huimanguillo, Tabasco a la edad 2
años el cedro rosado presentó un IMAA de 3.7 m y un IMAD de 3.2 cm. Se concluye
que esta especie se adapta bien en términos generales a todas las localidades
donde se probó y se podría considerar como una especie promisoria para realizar
plantaciones comerciales en el trópico húmedo (Cedeño, 1984).
Debido a los buenos resultados obtenidos con esta especie en México, existen
plantaciones comerciales importantes en los estados de Puebla, Veracruz, Oaxaca,
Chiapas, San Luis Potosí, Colima, Michoacán y Tabasco y de menor importancia en
otras regiones del país.
1.5.5. Plantaciones agrosilvopastoriles
A. fraxinifolius es apropiado como árbol de sombra para plantaciones de té, café,
cacao, etc. En Zambia, en experimentos entre 2 a 4 años de edad se comprobó un
incremento anual en altura de 1.3 a 3.0 m y en otra plantación de 23 años, la altura
media observada fue de 26 m. En condiciones ambientales favorables se puede
contar con incrementos en volumen de 10 m3/ha/año (Sepatro, 2001).
En la República Dominicana, el cedro se introdujo por primera vez en 1985 en el área
de Zambrana, desde este año han sido plantados en pequeñas parcelas, en hileras y
árboles dispersos en cafetales y cacaotales. El crecimiento en general fue
excepcionalmente rápido, aunque con variaciones considerables según los sitios. El
crecimiento promedio en altura varía a los 12-14 meses entre 1.95 y 5.71 m. A los
23-24 meses entre 2.76 y 5.89 m. El crecimiento de árboles individuales puede
alcanzar en los mejores sitios hasta 8.50 m a los 12 meses, con casos frecuentes de
21
5-7 m a los 12 meses. A los 2 años pueden alcanzar 12.75 m de altura y 11.5 cm de
DAP. Los árboles con 51 meses alcanzaron hasta 20 m de altura y 21.3 cm de DAP.
Se observa un rendimiento de 47.5 m 3/ha/año. El mayor crecimiento se ha registrado
en suelos frescos y con buena exposición al sol. En general, la forma de los fustes es
excelente, con pocos árboles bifurcados o torcidos (Sepatro, 2001).
En lugares donde se emplea el cedro rosado como sombra para café, el fruto ha
presentado mejor calidad, ya que tiene mejor tamaño y uniformidad, además de un
menor número de granos manchados. También se menciona que por ser una
leguminosa que fija el nitrógeno del aire al suelo, el consumo de fertilizantes es
menor, disminuyendo los costos para los productores, tanto en fertilizantes como en
el control de malezas, evitando además, la erosión del suelo.
En un estudio realizado en Cárdenas, Tabasco, se encontró que el cedro rosado y la
melina, presentaron los mejores promedios en altura y diámetro, y que pueden ser
especies apropiadas para utilizarse como sombra. Mencionan que el cedro rosado a
los siete años presentó alturas de 14 m y diámetros de 26.1 cm; sólo fue superado
por la melina, sin embargo, debido a que melina pierde las hojas en la época seca, el
incremento de la exposición del café a los rayos solares, reduce su potencial como
especie para sombra (Llera y Meléndez, 1989).
En un estudio se valoró el crecimiento de árboles de cedro rosado a los 3.5 años de
edad, en combinación con plantaciones de café a diferentes elevaciones en el
Soconusco, Chiapas. En Junio de 2001, se plantaron 45 árboles en 12 parcelas
distribuidas entre los 200 y 1,400 msnm. En Diciembre de 2004 se evaluaron los
incrementos en diámetro (DAP), altura y la supervivencia; el análisis de varianza
indicó que los árboles con los mejores crecimientos se presentaron en las parcelas
que se localizan en altitudes de 280 a 750 m, con alturas que variaron de 9 a 13.3 m
y diámetros de 17 a 22.2 cm. Se concluye que las condiciones edafoclimáticas de la
región del Soconusco, Chiapas, son adecuadas para el desarrollo de un sistema
agroforestal café-cedro rosado, ya que esta especie manifiesta buen potencial de
crecimiento a las condiciones edáficas y climáticas de esta región (Reyes, 2005).
1.6. MEJORAMIENTO GENÉTICO
Experiencias en Turrialba, Costa Rica. Las parcelas de ensayo están localizadas en
dos sitios diferentes: Puente Cajón (Procedencia No. 3) y Florencia Sur
(Procedencias 4, 5 y 6). El relieve en ambos es de llano a levemente ondulado.
Altitud media sobre el nivel del mar es de 602 m; temperatura media mensual de 22.1
ºC y la precipitación de 2,591 mm. El clima de acuerdo a la clasificación de Holdridge
corresponde al bosque muy húmedo premontano tropical. Los resultados se
presentan en el Cuadro 4.
Comparativamente las procedencias 4, 5 y 6, con el desarrollo de la procedencia No.
3 es notoriamente inferior para las variables analizadas ya que tiene tan solo
volumen de 63.8 m3/ha para esta primera edad. De igual forma es relevante su poca
22
área basal (11.8 m2/ha) registrada, en contraste con valores de 30.7; 34.7 y 24.7
para las procedencias 4, 5 y 6. En éstas la prueba de ―t de Student‖ no arroja
diferencias significativas en cuanto a variables independientes (DAP y altura). La
superioridad de estas variables sobre la procedencia 3 se debe al mal drenaje del
sitio.
Se concluye que las cuatro procedencias tienen árboles con fustes rectos y limpios,
ésto hace posible que A. fraxinifolius tenga pocas restricciones en cuanto a su uso
(madera aserrada, pulpa para papel). La madera producida en estas plantaciones
jóvenes demuestra un peso específico de 0.62 normal para la especie.
Cuadro 4. Comportamiento de Acrocarpus fraxinifolius en Turrialba, Costa Rica.
Procedencia
No. 3 India
No. 4 India
No. 5 Kenia
No. 6 India
Procedencia
No. 3 India
No. 4 India
No. 5 Kenia
No. 6 India
Fecha y lugar
de plantación
Junio 1968
P. Cajón
Julio 1968
F. Sur
Julio 1968
F. Sur
Julio 1968
F Sur
Promedio y límites de variabilidad
Promedio
DAP
(cm)
10.670.77
(1.52)
18.171.44
(2.60)
19.531.64
Altura
(m)
9.29  0.53
(1.33)
16.17  0.90
(2.31)
18.19  0.71
Volumen
3
(m /ha)
63.75
(9.11)
255.00
(36.43)
332.67
Área basal
2
(m /ha)
11.75
(1.68)
30.67
(4.38)
34.67
Factor mórfico
19.7810.9
0 (2.83)
16.28  1.08
(2.33)
220.67
(31.52)
24.67
(3.52)
0.52
---
0.53
--0.19
--0.51
Supervivencia
(%)
Derechura de fustes
Índice de comportamiento
50
--76
--73
51
---
100
--100
--100
96
---
4.00
--2.50
--1.25
2.25
---
1.7. PROPIEDADES Y USOS
1.7.1. Propiedades físico-mecánicas de la madera
El peso específico de la madera es de 0.690, con un contenido de humedad del 12%.
La albura de la madera es de color blanquecino; el duramen es de color rojo claro o
marrón rojizo; es muy empleado como decorativo por su veteado oscuro, contiene
una resina gomosa que brota después de la tala, es fácil de impregnar, su dureza y
resistencia son medianas, se puede trabajar con facilidad, no presenta problemas
para ser torneada, cepillada y pulida (Sepatro, 2001).
23
Las fibras son de 1.35 mm de largo y 31 micrómetros de diámetro, en promedio tiene
un grano entrelazado y la textura de la madera es gruesa; la madera se conserva de
2-5 años a la intemperie, sin tratamiento (Menagro, 2001).
El cedro rosado pesa en promedio 690 kg/m3 al 12 % de contenido de humedad y se
comporta muy bien en el secado (Sharma S.N). Se ha encontrado que a mayor peso
específico, mayor es la longitud de las fibras y que a mayor altura en el tronco,
disminuye el peso específico de la madera.
Se realizó un estudio en la Ciudad de Morelia, Michoacán con la finalidad de
determinar las características físicas y mecánicas de la madera de A. fraxinifolius. Se
muestrearon 8 árboles con un diámetro de 15-25 cm. En el Cuadro 5, se muestran
sus propiedades físicas y mecánicas en la madera (Camarena y Sánchez, 2002).
Cuadro 5. Propiedades físicas y mecánicas de la madera de Acrocarpus fraxinifolius.
Propiedad
Valor promedio
Clasificación
Densidad Básica
Contenido de humedad inicial
Contracción
Radial
Flexión
Tangencial
Estática
Longitudinal
Compresión
Elp
Perpendicular
Mor
Tensión Paralela
Moe
Tensión Perpendicular
Elp
Resistencia a Rajaduras
Mor
Extracción de Clavos
Esfuerzo Máximo
Dureza Janka
de resistencia
Esfuerzo Máximo
de resistencia
Longitudinal
Transversal
Longitudinal
Transversal
0.49 g/cm3
71,6%
3.75%
7.095
5.07%
678.50 (kg/cm2)
853.18 (kg/cm2)
136,119.6 (kg/cm2)
108.02 (kg/cm2)
705,23 (kg/cm2)
20.72 (kg/cm2)
8.96 (kg/cm2)
142 kg
96 kg
201.16 kg
513 kg
Media
Baja
Media
Alta
Media
Media
Fuente: Camarena y Sánchez, 2002.
Donde:
Elp: Esfuerzo al límite de proporcionalidad
Mor: Módulo de ruptura
Moe: Módulo de elasticidad
De acuerdo a los resultados obtenidos en los diferentes ensayos mecánicos, la
madera se clasifica de mediana a baja resistencia, sin embargo, cumple con las
características de resistencia para ser usada en estructuras de cimbra, polines, vigas
24
y viguetas no estructurales, marcos, molduras, barandales, puertas, paneles y cajas
de empaque, entre otros.
Por su estabilidad dimensional (radial-tangencial) se clasifica como media y puede
ser utilizada para ebanistería en artículos como muebles o artesanías, aprovechando
el veteado que presenta.
De acuerdo a los resultados de la descripción macroscópica y microscópica, se
menciona que el 90% de la madera en las trozas estaba formada por albura, la cual
resultó ser de color blanco a blanco amarillento con jaspeaduras beige anaranjado.
El duramen es incipiente y de color rosa a naranja pálido con jaspeaduras más
oscuras. Presenta olor a raíz de jícama y sabor ligeramente dulce, textura media, hilo
entrecruzado, veteado suave y brillo de medio a alto (García et al., 2002).
En cuanto a los índices de calidad de pulpa para papel los resultados se muestran en
el Cuadro 6.
Cuadro 6. Índices de calidad de pulpa para papel en Acrocarpus fraxinifolius.
Indice de calidad
Coeficiente de rigidez
Coeficiente de flexibilidad
Coeficiente de peteri o índice de esbeltez
Relación runkel
Valor
Denominacion
0.27
0.72
51.20
0.37
De pared delgada
De pared delgada
No existe clasificación
Muy bueno
Fuente: Sepatro, 2001.
Se le ha dado a la madera de cedro rosado un índice de calidad de trabajo de 74,
debido a su fácil asierre, secado y labrado (Sepatro, 2001).
1.7.2. Usos
La madera es apropiada para acabados interiores finos, para muebles y para chapas.
En su área de distribución natural es utilizada para el entablillado de techos, como
madera de construcción, para pisos, escaleras, cajas de té, puertas e impregnadas
para fabricar durmientes (Lamprech, 1989 (a) y Sepatro, 2001).
En la India se usa como materia prima para la elaboración de pulpa para papel y
construcciones, donde es apreciada por ser dura y fuerte. También se emplea para
muebles y cajas. La sombra ligera lo hace ideal para la producción de madera en
cafetales y cacaotales. En Sri Lanka se usa para sombra de té. Es una excelente
barrera rompevientos, además de ser melífero.
La madera puede aserrarse y trabajarse con facilidad, se obtiene un buen acabado y
toma un buen pulido. Se ha usado como sustituto del fresno o nogal en la fabricación
de muebles y se usa para entarimados, construcciones en general, tejamanil para
25
techos, etc. (Howar, 1951; Hutchnsos, 1964; National Academy of Sciences 1979 y
Streets, 1962 citados por Cedeño, 1984).
En los países en donde se cultiva cedro rosado extensamente, existe una gran
cantidad de productos que se obtienen de esta madera. Entre los más importantes
están los muebles, carpintería, ebanistería, cajas para embalaje, tarimas, además de
ser utilizada en construcciones y pulpa para papel (Menéndez, 1997).
Por su buena trabajabilidad, dureza media y color claro, lo cual facilita el teñido de la
madera con pinturas vinil-acrílicas y con tintes al aceite o al alcohol, se recomienda
para artesanías y manualidades. Debido a su constitución homogénea (pues no
presenta zonas de crecimiento bien definidas) y dureza media se recomienda para
figura tallada y colada. Por su color claro y limpio, su veteado suave, así como la
buena trabajabilidad, se recomienda para juguetes y muebles infantiles.
La madera de olor y sabor débil y agradable, de densidad media y un color claro,
además de ser barata, la hace recomendable para elaborar cajas de empaque para
frutas, verduras, dulces y regalos (García et al., 2002).
En México se cultiva y su madera se utiliza para fabricar muebles y para
construcciones rurales (Niembro, 1986, citado por SIRE, 2005).
En Uganda, el cedro rosado ha sido usado para plantaciones de enriquecimiento,
con bastante éxito a pesar de la presencia de termitas (Whitmore y Otarola, 1976).
Se planta bastante en la India, conjuntamente con la teca y es muy popular en Kenia
como sombra de café (Sepatro, 2001).
También se utiliza como cortina rompevientos por su excelente resistencia, debido a
que su tallo no es quebradizo. Es ideal para cultivos orgánicos, ya que no compite
por nutrientes. Por ser melífera, sus flores atraen las abejas favoreciendo la
producción de miel. Además el cedro rosado puede sembrarse para conservación de
taludes, mejoramiento de suelos, cercas vivas, tutores vivos en el caso de la vainilla,
etc. (Sepatro, 2001).
El cedro rosado crece como árbol ornamental y de sombra en muchas partes de
África, a elevaciones fuera de la sabana (Laurie, 1974 citado por Menagro, 2001) En
su lugar de origen se aprovecha el follaje como forraje; se recomienda para el control
de la erosión en las riberas de los ríos, así como para estabilizar terrazas. Se está
promoviendo para plantaciones forestales de tipo comercial en México (AgroForester
Tropical seeds, citado por Cedeño, 1984; Menagro, 2001; Sepatro, 2001).
El cedro rosado tiene diversos usos y con un gran potencial para el establecimiento
de plantaciones comerciales y agroforestales. Por la abundancia y colorido de sus
flores, también se le utiliza como árbol de ornato (REMGEFOR, 2005).
26
Recientemente en México esta especie, esta siendo muy demandada para las
regiones cafetaleras de los estados de Veracruz y Puebla, como árbol de doble
propósito, es decir, como sombra para café y para producir madera por la rectitud de
su fuste y la calidad de sus madera, que puede compararse con la del cedro rojo
(REMGEFOR, 2005).
27
CAPÍTULO 2
Brosimum alicastrum Swarts
Fotografía tomada por María Leonor Román Miranda.
28
2.1. DESCRIPCIÓN DE LA ESPECIE
2.1.1. Nombre común
A la especie Brosimum alicastrum Swarts, se le conoce con los nombres comunes:
Berbá, berba y cacique (Panamá); tillo (Ecuador), manchinga o congona (Perú,),
muiratinga (Brasil); mare (Colombia); guaimaro, charo, sande (Colombia, Venezuela)
capomo (Belice) (Anónimo, 1972; http://www.peruwoodproducts.com/Congona.html;
Amazonia, 2005; Pellicer, 2005; Batis et al., 1999; Richter y Dallwitz, 2000;
http://ctfs.si.edu/webatlas/spanish/brosal.html).
En México se le conoce como ramón (Oaxaca, Campeche, Yucatán, Quintana Roo);
ojoche (Oaxaca, sur de Veracruz); ox (lengua Maya - Yucatán, Tabasco); nazareno,
samaritano, juan diego (Costa de Oaxaca); capomo, apomo (Sinaloa, Nayarit,
Jalisco, Veracruz, Oaxaca); mojú, moho, talcoite, ash, osh (Chiapas); huje, Hují
(Michoacán); mojote (Colima); ramón blanco, ramón colorado, ramón de mico
(Quintana Roo); oshté, ojosh, oxitle (San Luis Potosí); ojite (Veracruz, Tamaulipas,
Oaxaca); a-agl (Iengua Tepehuana – Durango); hairri, hairi-te (Iengua Huichol Jalisco); jauri (Iengua Cora – Nayarit); juksapuo, jushapu (Iengua Totonaca –
Veracruz); lan-fe-lá (Iengua Chontal – Oaxaca); mojcuji (Iengua Popoluca –
Veracruz); tlatlacotic (Iengua Náhualt); tumuni-taján (Iengua Mixteca - Oaxaca);
ujushte, masico, tsutz ax, ax, mo, muju, talcoite (en lengua maya), ajah en Chiapas
(Batis, et al., 1999; Huerta y Becerra, 1974; Susano, 1981; Pennington y Sarukhán,
1998 a; Pellicer, 2005; http://148.202.81.1/new/ informacionacademica/coaxican
/plts_mex/capomo.htm).
2.1.2. Taxonomía
Familia: Moraceae
Género: Brosimum
Especie: Brosimum alicastrum Swarts
(http://148.202.81.1/new/informacionacademica/coaxican/plts_mex/capomo.htm;
Pellicer, 2005; http://www.peruwoodproducts.com/Congona.html).
2.1.3. Especies relacionadas
B. alicastrum tiene como sinonimia a B. conzatti Standl.; B. gentlei Lundell.; B.
terrabanum Pittier; Helicostylis ojoche K. Schum. ex Pittier y Piratinera terrabana
(Pittier) Lundell (Batis et al., 1999).
29
2.1.4. Forma
Es un árbol monoico que puede alcanzar de 20 a 45 m de altura y diámetro hasta
200 cm, es perennifolio (Figura 2) y crece en los bosques húmedos, aunque en los
lugares secos puede comportarse como caducifolio. Copa amplia, redondeada y con
follaje denso. El fuste es recto, cilíndrico y con contrafuertes grandes y bien
formados, de 1.5 a 4 m de alto, 6 a 10 por tronco, redondeados a ligeramente
tubulares, aplanados. Ramas ascendentes (Figura 2) y luego colgantes, copa
piramidal con denso follaje. Es un árbol de tronco recto, copa estrecha y raíces bien
desarrolladas en la base, las cuales presentan cicatrices horizontales. En los árboles
más viejos las raíces se prolongan superficialmente a más de 15 m desde la base del
árbol. El desprendimiento de cualquier parte de la planta produce el flujo de un
exudado lechoso, el cual se torna marrón-crema momentos después. La corteza
interna contiene una sustancia blancuzca que brota al hacer un corte. No se cultiva ni
requiere cuidados para crecer sus 40 m de alto, ya que es de naturaleza silvestre
(Batis et al., 1999; Pennington y Sarukhán, 1998; CNIC, 2005; Chavelas y Dewall,
1988;
http://148.202.81.1/new/
informacionacademica
/coaxican/plts_mex/
capomo.htm; Pellicer, 2005; http://ctfs.si. edu/webatlas /spanish/brosal.html).
2.1.5. Corteza
El grosor de la corteza es de 7 a 12 mm. La corteza externa es grisácea con tonos
amarillentos, áspera, lenticelada redondeadas o más largas que anchas y con fisuras
abundantes (Figura 2). La corteza interna es suave, arenosa, fibrosa y de color
crema amarillento, fibrosa a granulosa, con abundante exudado lechoso, ligeramente
dulce y pegajoso. (http://148.202.81.1/new/informacionacademica/coaxican/plts_mex/
capomo.htm).
2.1.6. Hojas
Las hojas son alternas, simples de 4-18 cm de largo y de 2-8 cm de ancho, elípticas
a ovado- elípticas a ovaladas-oblongas, con ápice agudo, acuminado o mucronado,
bordes enteros, base cuneada o redondeada y con estípulas deciduas, persistentes
en los ápices de las ramitas a manera de una yema terminal, lisas, enteras, son
coriáceas y presentan una nervadura submarginal muy distintiva a lo largo de los
bordes (Figura 2); en plantas juveniles, las hojas son ásperas al tacto, tienen los
bordes dentados y el ápice largamente acuminado. La base de las hojas es cuneada
u obtusa, márgenes enteros, de color verde oscuro en el haz y en el envés de color
verde grisáceo blanquecino, glabro y cortamente pecioladas de 2 a 12 mm.
Nerviación conspícua en el envés y pecíolo corto decurrente (http://148.202.81.1/
new/informacionacademica/coaxican/plts_mex/capomo.htm).
30
Figura 2. A) Árbol. B) Corteza y C) Hojas y frutos de Brosimun alicastrum.
2.1.7. Flores
La especie presenta flores unisexuales, solitarias y axilares, de color verde o
amarillentas, reunidas en cabezuelas globulares, con una o dos flores femeninas
rodeadas por menudas flores masculinas. Las flores monoicas y dioicas, solitarias y
axilares, con ovario ínfero y un solo lóculo. Las flores femeninas están en cabezuelas
oblongas, ovales, con escamas más pequeñas, hundidas en cabezuelas, estilo de 2
a 5 mm, pedúnculo de 1 a 5 mm. Las flores masculinas están reunidas en amentos
globosos, compuestos de escamas peltadas, carecen de corola y con 1 estambre. La
flor estaminada es amarilla y la pistilada es verde. En Panamá florece y fructifica
durante todo el año, principalmente de mayo a octubre (http://148.202.
81.1/new/informacionacademica/coaxican/plts_mex/capomo.htm;
http://ctfs.si.edu/
webatlas/spanish/brosal.html).
31
2.1.8. Frutos
El fruto es un aquenio o algunos autores lo citan como baya o drupa de 2 a 3 cm de
diámetro, globosas con pericarpio carnoso, verde amarillento a anaranjado o rojo en
completa madurez, de sabor y olor dulces, cubierta en la superficie de numerosas
escamas blancas, con lenticelas blancas en el exterior, tornándose amarillo al
madurar, esférico de unos 2 cm de diámetro; pericarpio verdoso o anaranjado, que
mide de 15 a 20 cm; carnoso y con escamas de sabor dulce y agradable; mesocarpio
poco desarrollado, de sabor dulce. Los frutos contienen de una a tres semillas, testa
papirácea amarillenta, endospermo formado por dos cotiledones gruesos y
feculentos (Figura 2). La radícula es saliente y encorvada sobre uno de sus
cotiledones. Las semillas son de 9 a 13 mm de largo por 16 a 20 mm de ancho,
esféricas y aplanadas en ambos extremos, cubiertas de una testa papirácea de color
moreno claro, con los cotiledones montados uno sobre el otro, verdes, gruesos y
feculentos. La semilla fresca tiene 45 a 55% de humedad (Pennington y Sarukhán,
1998 (a); http://ctfs.si.edu/webatlas/spanish/brosal.html).
2.2. DISTRIBUCIÓN Y HÁBITAT
2.2.1. Distribución geográfica
Es una especie nativa de América tropical, su extensión va desde el sur de México a
través de Centroamérica hasta la cuenca amazónica en Brasil, Colombia, Perú y
Venezuela y en las Islas del Caribe: Cuba, Jamaica y Trinidad. En Panamá crece a
bajas y medianas elevaciones, en climas húmedos o muy húmedos. Se encuentra
ampliamente distribuida en los bosques del Canal de Panamá, pero es más frecuente
en los bosques de la parte central y del Pacífico. En la región amazónica peruana se
encuentra en estado silvestre y cultivado, Puede encontrarse en Guatemala y Belice.
Se localiza en el Pacífico Noroeste de Costa Rica en el Bosque Tropical Seco y en
México crece en las zonas húmedas y cálidas del país, en el Bosque tropical
perennifolio (Pellicer, 2005; Batis et al., 1999; Azcárraga y Rabiza, 2001;
http://www.acguanacaste.ac.cr/1999/educacion/sectorbs.html;
http://ctfs.si.edu/
webatlas/spanish/brosal.html). Habita en las formaciones ecológicas de bosque
húmedo tropical y bosque seco tropical prefiriendo terrenos aluviales aunque no
desprecia las colinas (http://www.peruwoodproducts.com/Congona.html).
Se extiende desde el sur de México a través de Centroamérica, hasta Colombia,
Perú, Venezuela y en las islas del Caribe: Cuba, Jamaica y Trinidad (Batis et al.,
1999). Se encuentra en el bosque tropical perennifolio, bosque tropical caducifolio,
bosque espinoso y matorral xerófilo; desde Sinaloa hasta Chiapas en el litoral
pacífico, en el litoral del Golfo de México desde Tamaulipas hasta Quintana Roo;
también se le encuentra en la Cuenca del Balsas en Michoacán y Morelos (Batis et
al., 1999; Chavelas y Dewall, 1988 y Pennington y Sarukhán, 1998 a).
32
Se distribuye en Nayarit, Sinaloa, Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero, Oaxaca,
Chiapas, Tamaulipas, Veracruz, Tabasco Quintana Roo, Campeche y Yucatán
(Huerta y Becerra, 1974; Vega et al., 2003).
En la vertiente del Golfo se presenta desde el sur de Tamaulipas hasta Quintana Roo
y se distribuye a lo largo de la Sierra Madre Oriental y la Sierra de Chiapas hasta una
altitud de 600 m, así como en la gran parte de la planicie costera del Golfo hasta la
península de Yucatán; en la vertiente del Pacífico se distribuye desde el centro de
Sinaloa hasta Chiapas. Abunda en la Costa de Pacífico desde el nivel del mar hasta
los 200 m aproximadamente.
B. alicastrum es un árbol característico de las zonas tropicales del continente
americano y su área de distribución en México va desde el sur de Sinaloa a Chiapas
y del sur de Tamaulipas a la Península de Yucatán. Aunque esta especie tiene un
amplio espectro ecológico, su mayor abundancia y desarrollo se presenta en las
zonas tropicales húmedas. Sus condiciones climáticas y edáficas son notablemente
diferentes con respecto a las encontradas en regiones tropicales húmedas del Golfo
de México y la Península de Yucatán.
En la costa del Océano Pacífico se determinaron 22 zonas ecológicas en una gran
variabilidad ambiental en 10 estados (Sinaloa, Durango, Nayarit, Jalisco, Colima,
Michoacán, Guerrero, Estado de México, Oaxaca y Chiapas), con presencia y
formando parte de selva mediana subperennifolia, selva mediana subcaducifolia,
selva alta perennifolia, selva alta subcaducifolia y en palmar, sin embargo, sólo en los
tres primeros tipos de vegetación la especie de interés fue relativamente abundante.
Se localiza principalmente en aquellos sitios donde las condiciones edáficas ofrecen
a las plantas una mayor disponibilidad de agua a lo largo del año. También se
presenta en sitios con alta humedad ambiental, como barrancas protegidas o zonas
expuestas a la brisa marina. En la selva mediana subperennifolia donde presentó su
mayor abundancia y desarrollo.
En la selva mediana subcaducifolia, B. alicastrum se considera como una especie
arbórea codominante, encontrándose en las zonas más húmedas y en ecotonos con
la selva mediana subperennifolia, presenta un menor desarrollo estructural
comparado con este último tipo de vegetación e incluso puede tirar su follaje en los
sitios más secos, como una adaptación al estrés hídrico (Vega et al., 2003).
En Quintana Roo se distribuye tanto en la selva alta subperennifolia como en la selva
mediana subperennifolia (http://www.mexicoco.net/Fotografìagrafias/quintanaroo
/chetumal/ datos/historia_de_chetumal.html)
B. alicastrum prospera en sitios de cañada, de naturaleza caliza, con tiempos cortos
de insolación, en llanos o terrenos con declives escarpados, sobre laderas calizas
muy inclinadas, aunque desarrolla mejor en los llanos fértiles.
33
2.2.2. Clima
En Colombia crece en la Sierra Nevada de Santa Marta y Cordillera Oriental
precipitaciones anuales de 1,000 a 2,000 mm y temperaturas de 21.5 a 23.5 ºC.
(CNIC, 2005).
Los requerimientos de temperatura media anual máxima de 25,1 a 31.1 ºC y
temperatura media anual mínima de 18 a 23,2 ºC. En el Pacífico Noroeste de Costa
Rica se localiza temperatura promedio de 24 ºC (Von Carlowitz et al., 1991 citados
por SIRE, 2005; http://www.acguanacaste.ac.cr/1999/educacion/sectorbs.html).
Se localiza en áreas con precipitación media de 1,496.5 mm; promedio máximo de
precipitación total de 2,500 a 4,000 mm en el caso de Chiapas y Tabasco; promedio
mínimo de 600 mm en Tamaulipas. En el Pacífico Noroeste de Costa Rica es de
1,500 a 2,000 mm, (Von Carlowitz et al., 1991; Batis et al., 1999 citados por SIRE,
2005; http://www.acguanacaste.ac.cr/1999/educacion/sectorbs.html).
En la costa del Océano Pacífico en México se ubicó en terrenos con precipitación de
945 a 2,509 mm anuales (Cuadro 7), de acuerdo al tipo de vegetación donde se
distribuye B. alicastrum (Vega et al., 2003).
Cuadro 7. Precipitación media anual en los diferentes tipos de selva de México.
Tipo de selva
Caducifolia
Subcaducifolia
Subperennifolia
Perennifolia
945
177
1130
67
1640
55
2509
40
Precipitación (mm)
Número de observaciones
2.2.3. Altitud y topografía
En Colombia crece en la Sierra Nevada de Santa Marta y Cordillera Oriental, en
altitudes de 800 a 1200 m (CNIC, 2005).
Aunque puede crecer desde el nivel del mar hasta los 1,000 m de altitud, lo más
común es que se le encuentre entre los 221 a 300 msnm, aunque se localiza hasta
650 msnm (Von Carlowitz et al., 1991; Batis et al., 1999 citados por SIRE, 2005;
Pellicer,
2005;
http://www.acguanacaste.ac.cr/1999/educacion/sectorbs.html).
Abunda en la Costa de Pacífico, tanto en las laderas en la Sierra Madre Occidental
desde el nivel del mar hasta unos 400 u 800 msnm como en la planicie costera. En la
vertiente del Golfo se presenta desde el sur de Tamaulipas hasta Quintana Roo y se
distribuye a lo largo de la Sierra Madre Oriental y la Sierra de Chiapas hasta una
altitud de 600 m (http://148.202.81.1/new/informacionacademica/coaxican/plts_mex/
capomo.htm).
34
En la costa del Océano Pacífico se registra que del 98.4% de la superficie ocupada
por las zonas ecológicas, B. alicastrum se encuentra por abajo de los 400 msnm, con
sólo una pequeña superficie por arriba de los 600 msnm. En la selva mediana
subperennifolia el 82.2% de la superficie original que ocuparon las zonas ecológicas
de B. alicastrum se encontró entre las isoyetas de 600 mm a 1,200 mm anuales, que
es el nivel más bajo registrado para esta especie en el país. EL 97.6% de la
superficie que ocupa la selva mediana subcaducifolia se encuentra por abajo de los
600 msnm y su límite superior marca la zona de transición entre la zona tropical y
templada en la vertiente del Océano Pacifico. Asimismo, el 84,1% de la superficie
que ocupan las zonas con B. alicastrum en este tipo de vegetación se encuentra
entre las isoyetas de 1,000 mm a 1,400 mm anuales. Es común que algunas de
estas zonas ecológicas se encuentren en lugares más lluviosos que las selvas
medianas subperennifolias, especialmente en las laderas de sierras expuestas a
vientos húmedos provenientes del mar; sin embargo, una mayor precipitación en
estos lugares no parece mejorar las condiciones del sitio, ni la abundancia y posible
desarrollo de B. alicastrum. Se considera que puede ser consecuencia de que las
lluvias, aunque más abundantes, están concentradas en pocos meses y los suelos,
por ser delgados y de texturas gruesas, no pueden almacenar suficiente cantidad de
agua. Además, debido a que estos lugares se localizan a una mayor altitud,
presentan una menor temperatura ambiente, lo cual pudiera también influir en la
adaptación y desarrollo de B. alicastrum.
La densidad puede considerarse como moderada en la selva alta perennifolia y
puede ser más abundante en cerros pedregosos con suelos delgados de origen
calcáreo. El 86% de la superficie que ocupa este tipo de vegetación se encuentra
localizada entre los 800 y 1,800 msnm, una distribución altitudinal poco común, en
virtud de que en esa región la isoterma mínima extrema de 0 °C se encuentra
cercana a los 1,700 msnm; sin embargo, las temperaturas media anual y del mes
más frío son superiores a los 21,5 °C y 18 °C, respectivamente, situándose dentro
del límite climatológico de las zonas tropicales húmedas en México (Vega, 1989 y
Rzedowski, 1981).
En gran parte de la superficie que ocupa la selva alta subcaducifolia se localiza a
menos de 200 msnm, colindando en su límite altitudinal inferior con los manglares y
la selva baja caducifolia y caducifolia espinosa y en el superior con la selva alta
perennifolia (COTECOCA, 1972 y COTECOCA, 1980). La selva alta subcaducifolia
se encuentra en áreas de transición con climas cálido subhúmedos a húmedos, es
fisonómicamente similar a la selva alta perennifolia en la época de lluvias y gran
parte de sus especies arbóreas son caducifolias en la época seca; prospera
principalmente en suelos de buena calidad en la llanura costera, pero estos poseen
una baja capacidad de retención de agua debido a su textura arenosa, situación que
puede afectar la abundancia de B. alicastrum en este tipo de vegetación.
El palmar en la vertiente del Océano Pacífico colinda con el manglar y las selvas baja
caducifolia y medianas subcaducifolia y subperennifolia. Gran parte de los palmares
se encuentran en planicies y, en menor cantidad en cañadas y lomeríos. Las zonas
de palmares con presencia de B. alicastrum tienen una diferenciación de diversidad
35
de especies arbóreas de moderada a alta entre sitios y una baja similitud florística
entre los mismos. Así mismo, los palmares mostraron la más baja densidad de
individuos de la especie de interés (menos de cuatro árboles por hectárea), ya que
por lo general esta especie se encuentra en los ecotonos con las selvas medianas
subperennifolia y subcaducifolia (Castro, 2002 y González, 2002 citados por Vega et
al., 2003).
No obstante que B. alicastrum es, generalmente, una especie componente de selvas
húmedas, ésta tiene un amplio espectro ecológico y prospera en sitios que
proporcionen un mínimo de satisfactores de crecimiento, principalmente de tipo
climático. Esta especie parece ser tolerante a restricciones en el suelo (altos niveles
de pedregosidad, rocosidad y carbonato de calcio) y a una escasa apertura del dosel
(Pennington y Sarukhán, 1998).
La precipitación y la altitud fueron las variables que contribuyeron en mayor medida a
la agrupación de sitios con presencia de B. alicastrum en diferentes zonas
ecológicas. La costa del Pacífico presenta las condiciones más secas en el país
donde prospera la selva mediana subperennifolia con presencia de B. alicastrum, ya
que su precipitación promedio es inferior a la media nacional para este tipo de
vegetación. En contraste, la costa del Pacífico posee las condiciones más húmedas
de México para la selva mediana subcaducifolia donde se encuentra esta especie,
debido a que su precipitación promedio en este tipo de vegetación es superior a la
media nacional (Vega et al., 2003).
En la vertiente del Golfo se desarrolla con marcada preferencia en cerros de
topografías cársticas de origen calizo, es dominante en las selvas altas perennifolias,
medianas subperennifolias y subcaducifolias, asociadas principalmente con
Aphananthe monoica, Bursera simaruba, Manilkara zapota y Carpodiptera ameliae
(Pennington y Sarukhán, 1998; Rzedowski, 1983 en http://148.202.81.1/new/
informacionacademica/coaxican/plts_mex/capomo.htm).
2.2.4. Suelos
Prospera en suelos someros, no inundables, preferentemente en suelos arcillosos a
francos, arcillosos y limosos, de color rojizo a gris oscuro; con buen drenaje, ricos en
materia orgánica y de buena fertilidad, pH neutro, de ligeramente ácidos a alcalinos
(6.8-8.2), pedregosos con afloramiento rocoso. Crece en suelos del tipo Ultisol,
Leptosol, Vertisol, Oxisol y Rendzina; poco profundos, someros con profundidad
menor a 50 cm, pobres en nutrientes, disponibilidad de materia orgánica de
moderada a rica. Tolera anegamientos temporales y prolongados períodos secos
(Batis, et al., 1999; Chavelas y Dewall, 1988 y Von Carlowitz et al., 1991; SIRE, 2005
b).
36
En Colombia se desarrolla en la Sierra Nevada de Santa Marta y Cordillera Oriental
en suelos franco arcillosos (CNIC, 2005). En los Cuadros 8 al 12 se presentan las
características ecológicas de las zonas con B. alicastrum en la Costa del Océano
Pacífico de México, por tipo de vegetación (Vega et al., 2003).
Cuadro 8. Características ecológicas de las zonas con Brosimum alicastrum en la
selva mediana subperennifolia de la Costa del Océano Pacífico.
CARACTERÍSTICA
Localización :
Entidad y No. De
sitio
Superficie (ha)
Fisiografía
Altitud (m)
Pendiente (%)
Rocosidad (%)
Pedregosidad
(%)
Profundidad del
suelo (cm)
Capacidad de
almacenamiento
de agua en el
suelo (mm)
pH del suelo
Precipitación
media (mm)
Temporada de
lluvias (días)
Período de
crecimiento
vegetal (días)
Temperatura
media (ºC)
Especies
características
Selva mediana subperennifolia
Zona 1
Nayarit
(9,10)
Sinaloa
(14-16)
223,137
Planos,
dunas y
vegas de
río
26 - 75
2.0-2.5
0
0-5.5
Zona 2
Michoacán y
Colima (1 y 8),
Sinaloa (17)
Zona 3
Jalisco
(5-7), Nayarit
(11 y 12)
Zona 4
Guerrero
(2-4)
Zona 5
Oaxaca
(13)
Zona 6
México
(18-20)
57,713
Planos,
aluviales,
cañadas y
cerros
310-525
3-50
1.5-40
0-30
146,423
Planos,
valles,
cañadas y
cerros
102-350
2-40
0-11.5
0-22.5
225,170
Planos,
lomeríos
y cerros
15,528
Cerros
10
Cañadas
200-300
11.5-45
0-15
0-12.5
650
18
---------
875-1050
38-55
1.7-15
2.5-70
100
50-100
25-100
75
37.5
25-150
176-436
191-221
87-326
95-175
53
40-251
5.5
1000-1150
6.6-6.7
900-950
6.3-6.6
1500-1750
5.4
1500
121-140
121-160
150-169
5-5.5
11501200
143-174
148
6.6
12001350
152-165
197-365
161-234
194-301
189-208
171
163-293
25-26
25-29
24-26
26-27
22
23-24.5
B. alicastrum
E. cyclocarpum
Ficus spp.
B. alicastrum
H. polyandra
R. donell smith
B. alicastrum
E. cyclocarpum
H. polyandra
A. graveolens
B. alicastrum
B. simaruba
P.
acapulcencis
C.
candissimum
B. alicastrum
L. arborea
F. padifolia
0.53
0.50
0.57
-----
0.50
38.7
42.4
26.1
-----
34
31
28
43
19
19
Índice promedio
0.062
de diferenciación
de diversidad
entre sitios
Indice medio de
24
similitud florística
entre sitios
No. especies
28
arbóreas
Fuente: Vega et al., 2003.
37
Cuadro 9. Características ecológicas de las zonas con Brosimum alicastrum en la
selva mediana subcaducifolia de la Costa del Océano Pacífico.
Características
Localización :
Entidad y no. De
sitio
Superficie (ha)
Fisiografía
Altitud (m)
Pendiente (%)
Rocosidad (%)
Pedregosidad (%)
Profundidad del
suelo (cm)
Capacidad de
almacenamiento
de agua en el
suelo (mm)
Ph del suelo
Precipitación
media (mm)
Temporada de
lluvias (días)
Período de
crecimiento
vegetal (días)
Temperatura
media (ºc)
Especies
características
Índice promedio
de diferenciación
de diversidad
entre sitios
Indice promedio
de similitud
florística entre
sitios
No. De especies
arbóreas
registradas
Selva mediana subcaducifolia
Zona 7
Zona 8
Zona 9
Zona 10
Zona 11
Guerrero (4),
Jalisco (8),
Michoacán y
Colima (1 y 2)
Guerrero (6 y
7) y Nayarit
(14)
Guerrero (5),
Jalisco (10) y
Nayarit (13)
Sinaloa (18)
457,616
Planos,
lomeríos y
cerros
500-600
6.5-40
10-40
0-37.5
12.5-50
946,897
Cerros y
cañadas
Guerrero (3),
Oaxaca (16 y 17),
Jalisco (9), Nayarit
y Durango(11, 12
y 15)
1’336,527
Planos, lomerío,
cañadas y cerros
732,932
Cerros y
cañadas
283,878
Cerros
500-700
33.5-37.5
10-20
0-30
25-50
100-600
6.5-31
2-25
7.5-40
25-75
535-650
30-40
12.5-17.5
5-16
12.5-75
100
25
17.5
40
50
44-110
24-37
37-125
62-71.5
69
5.5-6.5
800-1075
5-6.7
1234-1368
5.5-6.8
1200-1496
5.5-6.6
1500-1550
6.7
760
147-152
139-171
128-188
155-171
121
171-195
168-182
157-215
180-199
142
23-26
23-25.5
23-24.7
24-26
25
E.
cyclocarpum
T. rosea
B. simaruba
0.49
C. pentandra
L. arborea
B. arborea
E. cyclocarpum
T. crysantha
T. rosea
A. gravelolens
E. cyclocarpum
B. alicastrum
C. sclerocarpa
S. cirrhata
0.57
0.66
0.63
----
40.8
28.9
21
22.7
----
21
25
43
29
8
Fuente: Vega et al., 2003.
38
Cuadro 10. Características ecológicas de las zonas con Brosimum alicastrum en la
selva alta perennifolia de la Costa del Océano Pacífico.
Características
Localización :
Entidad y no. De sitio
Superficie (ha)
Fisiografía
Altitud (m)
Pendiente (%)
Rocosidad (%)
Pedregosidad (%)
Profundidad del suelo
(cm)
Capacidad de
almacenamiento de
agua en el suelo (mm)
Ph del suelo
Precipitación media
(mm)
Temporada de lluvias
(días)
Período de crecimiento
vegetal (días)
Temperatura media (ºc)
Especies características
Índice promedio de
diferenciación de
diversidad entre sitios
Indice promedio de
similitud florística entre
sitios
No. De especies
arbóreas registradas
Selva alta perennifolia
Zona 12
Zona 13
Zona 14
Chiapas (1)
Chiapas (2)
Chiapas (3)
128,000
Planos costeros
70-140
1-2
2
1
200
456,500
Cerros
200-1500
35-80
16-90
10-25
50
327,900
Cerros
140-1800
30-74
40-60
10
80
144-332
88
112
5.5
3000
5-6.5
1750
5-6.5
4500
200-244
217
233
312
245
265
25.7
T. amazonia
V. guatemalensis
23.6-27.7
T. amazonia
S. mexicana
-----
21.5
A. zapota
B. flamea
Z. integerrima
-----
-----
-----
-----
-----
12
17
Fuente: Vega et al., 2003.
39
-----
Cuadro 11. Características ecológicas de las zonas con Brosimum alicastrum en la
selva alta subcaducifolia de la Costa del Océano Pacífico.
Características
Selva alta subcaducifolia
Zona 15
Zona 16
Zona 17
Zona 18
Localización :
Entidad y No. De
sitio
Chiapas (1)
Chiapas (2)
Chiapas (3)
Oaxaca (4 y 5)
Superficie (ha)
Fisiografía
261,000
Planos y vegas
de río
20-200
1-5
5
3
200
No determinada
Vegas de río
No determinada
Laderas y barrancas
72,601
Planos y lomeríos
450-700
1-4
2
1
200
500-800
15-75
Menor de 35
Mayor de 15
25
69-105
5-10
5-20
3-35
100-200
126
120
33
140-146
5.3
2100
5-6.5
2000
6.7
800-2294
5.3-7.25
1350
196
186
217
185
233
221
224
205-224
27
25
22.7-24.2
25
E. cyclocarpum
L. arborea
T. pentaphylla
-----
E. cyclocarpum
H. courbaril
L. arborea
-----
C. candidissimum
B. persimilis
-----
E. cyclocarpum
L. arborea
H. courbaril
0.15
-----
-----
-----
72.7
35
34
33
22
Altitud (m)
Pendiente (%)
Rocosidad (%)
Pedregosidad (%)
Profundidad del
suelo (cm)
Capacidad de
almacenamiento de
agua en el suelo
(mm)
pH del suelo
Precipitación media
(mm)
Temporada de
lluvias (días)
Período de
crecimiento vegetal
(días)
Temperatura media
(ºC)
Especies
características
Índice promedio de
diferenciación de
diversidad entre
sitios
Indice promedio de
similitud florística
entre sitios
No. de especies
arbóreas registradas
Fuente: Vega et al., 2003.
40
Cuadro 12. Características ecológicas de las zonas con Brosimum alicastrum en el
palmar de la Costa del Océano Pacífico.
Características
Palmar
Zona 19
Zona 20
Zona 21
Zona 22
Localización :
Entidad y no. De
sitio
Superficie (ha)
Fisiografía
Jalisco (5), Guerreo
(2), Colima y
Michoacán (1)
51,576
Planos
Oaxaca (8 y 9)
Nayarit (6 y 7 ),
Guerrero (4)
Guerrero (3)
56,884
Planos
7,514
Planos aluviales
Altitud (m)
Pendiente (%)
Rocosidad (%)
Pedregosidad (%)
Profundidad del
suelo (cm)
Capacidad de
almacenamiento
de agua en el
suelo (mm)
Ph del suelo
Precipitación
media (mm)
Temporada de
lluvias (días)
Período de
crecimiento
vegetal (días)
Temperatura
media (ºc)
Especies
56-100
2-7
0-30
0
50-100
0-150
0-3
0-10
0
100
42,320
Planos, lomeríos y
cañadas
0-126
5-15.5
10-30
0-5
75-100
80-160
115-175
98-105
106
6.2-6.8
1000
5.9-7.7
1200-1250
6.6-6.8
1200-1500
6.5
1200
144-156
162-189
163-176
144
180-209
216-220
185-201
193
25.5-26
24-27
24-26
24
O. guacuyule
E. cyclocarpum
B. simaruba
0.59
O. guacuyule
C. pentandra
S. mexicana
0.869
O. guacuyule
B. simaruba
Ficus spp.
0.59
25.5
12.5
25.4
-----
19
15
21
11
Características
Índice promedio
de diferenciación
de diversidad
entre sitios
Índice promedio
de similitud
florística entre
sitios
No. De especies
arbóreas
registradas
150
8-10
--------75
O. guacuyule
F. glaucescens
C. elastica
-----
Fuente: Vega et al., 2003
En el Cuadro 13 se presentan los atributos fisonómico-estructurales de la vegetación
y características del medio físico en diferentes tipos de selva de la Costa del Pacífico
Mexicano (Vega et al., 2003).
41
Cuadro 13. Atributos fisonómico-estructurales de la vegetación y características del
medio físico en tipos de selva de la Costa del Pacífico Mexicano.
Porcentaje
Tipo de selva
de
Caducifolia
Subcaducifolia Subperennifolia
Perennifolia
árboles
Perennifolios
0-25
26-50
51-75
76-100
(época seca)
Árboles de B.
0
16.4
64.1
20
Alicastrum/ha
Precipitación
1132 c*
1312 b
1313.2 b
3083 a
media anual
(mm)
47.9 bc
73.1 b
179.2 a
117.2 b
Capacidad de
almacenamiento
de agua en el
143.1 d
182.6 c
223.8 b
277 a
suelo (mm)
Período de
crecimiento
vegetal (días)
15
34
35
7
Número de
observaciones
(n)
Fuente: Vega et al., 2003.
2.2.5. Vegetación asociada
B. alicastrum se asocia con las especies: Vochisia hondurensis, Inga sp.,
Robinsonella mirandae, Mirandaceltis monoica, Lonchocarpus sp., Dialium
guianense, Spondias sp., Terminalia amazonia, Manilkara zapota, Calophyllum
brasiliense, Swietenia macrophylla, Vitex mollis y Dendropanax arboreus.
En el Bosque Tropical Seco del Pacífico Noroeste de Costa Rica, se asocia con
especies subcaducifolias como corteza amarilla (Tabebuia crysantha), caobilla
(Swietenia humilis), guácima (Guazuma ullmifolia) y ceiba (Ceiba pentandra) y con
las especies caducifolias como el indio desnudo o chacá (Bursera simarouba), roble
sabana (Tabebuia rosea), pochote (Bombacopsis quinatum) y otras especies como el
zacate jaragua (Hyparrhenia rufa), el jícaro o guaje (Crecentia alata), (Crecentia
cujete) y roble (Quercus oleoides) (http://www.acguanacaste.ac.cr/1999/educacion/
sectorbs. html).
En el Parque Nacional Morrocoy en Venezuela, la vertiente sur del cerro
Chichiriviche está dominada por bosque perennifolio, constituido por una gran
variedad de árboles. Entre ellos, B. alicastrum bolivarense, Talisia princeps,
Astronium
graveolens
y
Brownea
macrophylla
(http://www.birdlife.org/
catazona/sites/?action=SitHTMDetails.asp&sid=14927&m=0).
42
En México en el bosque tropical perennifolio se asocia con especies vegetales como
el tanimbuca (Terminalia amazonia), el árbol del chicle (Manilkara zapota), diversas
especies de Ficus sp., y varios árboles de maderas preciosas como la caoba
(Swietenia macrophylla) y el cedro rojo (Cedrela mexicana). También se encuentra
una gran cantidad de plantas, muchas de ellas epífitas, orquídeas y bromelias
(Azcárraga y Rabiza, 2001).
En la Costa del Pacífico se asocia en la selva mediana subperennifolia con las
especies: Enterolobium cyclocarpum, Ficus spp., Hura polyandra, Roseodendron
donell smith, A. graveolens, B. simaruba, P. acapulcencis, C. candidissimum, L.
arborea y F. padifolia. En la selva mediana subcaducifolia con E. cyclocarpum,
Tabebuia rosea, B. simaruba, Cordia pentandra, L. arborea, B. arborea, T. crysantha,
A. graveolens, B. alicastrum, C. sclerocarpa y S. cirrhata. En la selva alta perennifolia
con T. amazonia, V. guatemalensis, A. zapota, B. flamea, Z. integerrima, T. amazonia
y S. mexicana. En la selva alta subcaducifolia con E. cyclocarpum, L. arborea, T.
pentaphylla, H. courbaril, C. candidissimum y B. persimilis. En el palmar con O.
guacuyule, E. cyclocarpum, B. simaruba, C. pentandra, S. mexicana, Ficus spp., F.
glaucescens y C. elastica (Vega et al., 2003).
En la Sierra de Manantlán en Jalisco y Colima, en el Bosque tropical subcaducifolio
se encuentra asociado con Bumelia cartilaginea, Cedrela odorata, Trophis racemosa,
Aphanantes monoica, Coussapoa purpusii, Tabebuia palmeri, Hura polyandra,
Guarea glabra, Enterolobium cyclocarpum y Dendropanax arboreus (http://www.ine.
gob.mx/ueajei/publicaciones/libros/2/manan.html).
La selva alta subperennifolia se constituye por dos o tres estratos arbóreos con
alturas de entre 6 y 30 m, entre las especies destacan el chicozapote (Manilkara
zapota), el ramón (Brosimun alicastrum), el júcaro (Bucida buceras) y el chechem
(Metopium browneii). La selva mediana subperennifolia comprende varios estratos
cuyas alturas fluctúan entre los 7 y 25 m, las especies más representativas son: el
chacá (Bursera simaruba), el chicozapote (Manilkara zapota), el ramón (Brosimun
alicastrum), el guayabillo (Psidium sartorium) y el yaxnic (Vitex gaumeri)
(http://www.mexicoco.net/Fotografìagrafias/quintanaroo/chetumal/datos/historia_de_c
hetumal.html).
En la selva subcaducifolia en la Cuenca la Quebrada, Mpio. de Tomatlán, Jalisco, se
asocia con las especies: Hura polyandra, Tabebuia rosea, Bursera simaruba, Luehea
speciosa, Sapium pedicellatum, Jacaratia mexicana, Pseudobombax ellipticum,
Annona purpurea, Cecropia obtusifolia, Cnidoscolus sp., Enterolobium cyclocarpum,
Ficus continifolia, Lysiloma microphylla, Guazuma ulmifolia, Couepia polyandra,
Trema micrantha, Sabal mexicana, Spondias purpurea, Ceiba aesculifolia, Acrocomia
aculeata, Acacia hindis, Poeppigia procera, Heliocarpus pallidus, Ficus obtusifolia,
Lonchocarpus longepedicellatus, Aphananthe monoica, Gyrocarpus jatropholius,
Astronium graveolens y Quercus spp. (Gallegos et al., 2001).
43
En la zona centro y sur de Quintana Roo, la vegetación pertenece al tipo de selva
mediana subperennifolia y selva baja, en donde se localizan especies maderables
tropicales de alto potencial de regeneración natural y artificial, como caoba
(Swietenia macrophylla King) y cedro rojo (Cedrela odorata L.) (Villanueva y Cabrera,
1990) y de comunes como tzalam (Lysiloma bahamensis Benth.), chechem negro
(Metopium browneii Jacq.), ramón (Brosimun alicastrum Swartz), chicozapote
(Manilkara zapota (L.) Van Royer), chacah rojo (Bursera simaruba L.) y granadillo
(Platymiscium yucatanum Standl.) y otras especies como ciricote (Cordia dodecandra
D. C.), bob (Coccoloba spicata), jabín (Piscidia communis) y chakté (Caesalpinia
molis S.W.) (Rebollar et al., 2002).
En la selva mediana subperennifolia (Yumka’) en Tabasco, se asocia con Brosimun
terrabanum y Cinometra retusa (Franco, 2005).
En la Colonia Agrícola-Ganadera ―Progreso‖, Municipio de Matías Romero, Oaxaca,
en la selva alta perennifolia, B. alicastrum se asocia con paque (Dialium guianense),
gateado blanco (Astronium graveolens), (Luehea speciosa), Caoba (Swietenia
macrophylla), cafecillo (Faramea occidentales), volador (Zuelania guidonia), platanillo
(Cymbopetalum penduliflorum), tronador (Rinorea guatemalensis), palo colorado
(Trichilia hirta), chichón (Astrocaryum mexicanum), vara negra (Mouriri parvifolia)
cihuapa (Urera caracasana) y limoncillo (Alibertia edulis) (Chavelas et al., 1982).
2.3. SILVICULTURA
2.3.1. Bosques naturales
La especie exhibe un patrón de comportamiento tolerante a la sombra. Constituye
parte del dosel superior de la selva. Presenta una abundancia reducida en la
comunidad, pero su papel en la dinámica y estructura de la misma puede ser
importante. Bajo los árboles masculinos se ha presentado una elevada diversidad de
plántulas sin que domine alguna especie. Esto sugiere que B. alicastrum favorece la
regeneración de otras especies, facilitando la coexistencia de especies de árboles
del dosel. Bajo la cobertura de los árboles femeninos de B. alicastrum se ha
encontrado una baja diversidad de plántulas, la mayoría (>80 %) de esta especie.
En la región costa de Jalisco, se evaluó el valor de importancia de las especies en la
Cuenca La Quebrada, municipio de Tomatlán, Jalisco, ubicada en una altitud que
oscila de 100 a 760 msnm, la precipitación anual es de aproximadamente de 1,000 a
1,500 mm y la temperatura promedio es de 24-26 ºC. Los tipos de suelo presentes en
este sitio son regosol eútrico, cambisol crómico y litosol. La vegetación se encuentra
formada por selvas medias subcaducifolias y ha estado bajo un programa de manejo
basado en el aprovechamiento principalmente de especies preciosas. El mayor peso
ecológico de las especies arbóreas mayores a 10 cm de DAP se concentra en B.
alicastrum y Hura polyandra. Esto se debe, en gran medida, a los aprovechamientos
selectivos anteriores, los cuales facilitaron las condiciones para que estas dos
44
especies se manifiesten en la actualidad con mayor abundancia y frecuencia
(Gallegos et al., 2001).
En el Plan Piloto Forestal que se desarrolló en la zona centro y sur de Quintana Roo,
se planteó un programa de reforestación en áreas que hayan resultado afectadas por
el aprovechamiento forestal como caminos, brechas de arrastre de árboles,
bacadillas (lugar donde se concentra la madera para transportarla). El compromiso
fue plantar al menos 15 árboles por cada metro cúbico de las especies aprovechadas
o por cedro y caoba, que son nativas y de alto valor económico, además de otras
especies de alto valor comercial como ciricote o granadillo, entre otras.
Las áreas semilleras se delimitan tanto en los terrenos forestales como en los mapas
topográficos para tener un mejor control sobre la recolección de semillas de árboles
en pie, de los que se seleccionan los ejemplares rectos, libres de defectos y plagas.
Para obtener semillas de calidad óptima que representen un porcentaje adecuado de
germinación viable y se pueda producir planta en buenas condiciones, se cosecha de
los mismos árboles que se aprovechan y de áreas semilleras que se establecen
dentro de la selva. Para el enriquecimiento de las áreas de corta, utilizando los
espacios que se abren durante el aprovechamiento, también se reforesta para la
recuperación de áreas degradadas a través de plantaciones y para fomentar el
rescate de áreas de regeneración natural ya establecida (Rebollar et al., 2002).
Los programas de manejo forestal para los ejidos 20 de Noviembre, Nuevo Becal y
Ricardo Flores Magón del municipio de Hopelchen en el Estado de Campeche,
mencionan que los principales tipos de vegetación arbórea son selva mediana
subperennifolia, selva baja subperennifolia y vegetación secundaria (acahuales).
Entre las especies más representativas se tiene las siguientes: Swietenia
macrophylla (caoba), Manilkara zapota (chicozapote), Bucida buceras (pucté),
Cedrela odorata (cedro), Brosimum alicastrum (ramón), Lonchocarpus castilloi
(machiche), Bursera simaruba (chacá), Cameraria latifolia (chechén blanco),
Haematoxyllum campechianum (palo de tinto) y Cordia dodecandra (ciricote).
Los volúmenes de corta se determinaron a partir de la tabla de volumen fuste limpio
por hectárea, utilizando el RME (Registro Mínimo Esperado) en la categoría silvícola
cortable, la cual se determina bajo la consideración de que el arbolado se encuentra
en un estado de madurez óptimo para su aprovechamiento con fines maderables,
debido a la gran diversidad de especies y a que cada una de ellas requiere diferentes
tiempos para alcanzar esta categoría, con fines prácticos, se utilizó el diámetro
normal como principal indicador. De tal manera que para las especies preciosas se
considera a partir de 50 cm o más y para el resto de las especies el diámetro
considerado es igual o mayor a 35 cm (Medrano, s/f).
Las especies que tradicionalmente se han considerado restringidas al
aprovechamiento maderable por considerarse de importancia para la alimentación de
la fauna silvestre, como el B. alicastrum, Talisia olivaeformis y Manilkara zapota,
fueron agrupadas en la categoría de especiales y en base a su distribución y
abundancia que presentan en sus diferentes grados de desarrollo silvícola podrían
45
ser consideradas para su aprovechamiento maderable, siempre y cuando exista
interés por parte de la industria local y regional. El aprovechamiento de este grupo de
especies deberá dirigirse a los individuos sobremaduros y/o enfermos, lo que
permitiría con su extracción una mayor apertura de claros y por lo tanto un mayor
establecimiento de regeneración de especies con alto valor comercial (Medrano, s/f).
2.3.2. Floración y fructificación
En Costa Rica, la mayoría de árboles florecen en la estación seca, pues en esta
época no hay competencia por luz porque los árboles están sin hojas y
aparentemente se encuentran en estado de latencia. La floración en el bosque
tropical seco se da en dos períodos, uno grande a la mitad de la época seca y uno
más reducido, inmediatamente después del inicio de la estación seca. El período de
maduración de los frutos se distribuye a lo largo de la época seca, período principal
en que se da la dispersión de las semillas (http://www.acguanacaste.ac.cr/
1999/educacion/sectorbs.html). En México florece principalmente de noviembre a
febrero, aunque se pueden encontrar flores en otra época (Pennington y Sarukhán,
1998 y Soihet y Méndez, 1997 citados por SIRE, 2005). También se menciona que
florece de septiembre a octubre o noviembre a febrero pero se pueden encontrar
flores fuera de esta época. En los Tuxtlas, Veracruz, florece de enero a mayo y en
Campeche y Quintana Roo, la época de floración es abril-mayo, enero-marzo-junio
(Patiño et al., 1983). Los frutos maduran de marzo a mayo, aproximadamente
(Niembro, 1986 en http://148.202.81.1/new/informacionacademica/coaxican/plts_
mex/capomo.htm).
2.3.3. Producción y diseminación de semilla
Los frutos maduran de febrero-marzo a mayo-junio. En la Península de Yucatán
entre abril y septiembre. El desarrollo de los frutos es muy rápido. En Colombia, el
fruto se puede colectar en el suelo bajo la copa de los árboles en dos temporadas del
año, de diciembre a enero y de julio a agosto (CNIC, 2005).
En bosques naturales se registran producciones en plantas de 8 años, de 50-75 kg
de frutos por año; en árboles de más de 8 años hasta 58 kg de semilla por árbol y
hasta 400 kg de follaje al año. Los frutos maduros fisiológicamente, se desprenden
de la planta y caen al suelo. El período de maduración de los frutos se distribuye a lo
largo de la época seca, período principal en que se da la dispersión de las semillas
(http://www.regionloreto.gob.pe/amazonia/libros/51/5100003.htm; http://www.acgua
nacaste.ac.cr/1999/educacion/sectorbs.html;).
La fecha de recolección de la semilla es de enero a marzo y un kilogramo tiene 300 a
350 semillas (PRODEFO, 2000).
46
Produce normalmente de 15-20 kg de semilla por año. Sin embargo, árboles
cultivados en México rinden de 50-75 kg, aunque campesinos del departamento de
Carazo, Nicaragua, afirman recoger fácilmente 75-100 kg por árbol adulto
(http://www.ibw.com.ni/~eco/PrVerdur.htm).
La forma de dispersión de la semilla es por aves y mamíferos, entre ellos se han
registrado a los murciélagos Artibeus jamaicensis, A. Phaeothis, Sturnira udoyice y
Corollia perspiciliata; al mono aullador Alouatta palliata, ardillas (Sciurus
yucatanensis), mapaches (Procion lotor). En Quintana Roo se observaron las
siguientes aves consumiendo y por consecuencia dispersando las semillas: la
chachalaca común (Ortalis vetula), el faisán real (Crax rubra). Como dispersores
secundarios está el ratón (Heteromys desmarestianus) y el agutí.
2.3.4. Densidad
La densidad de B. alicastrum en la costa del Pacífico Mexicano (Cuadro 14) es en la
selva mediana subperennifolia de 20 a 147 individuos por hectárea, en la selva
mediana subcaducifolia de 4 a 52, en la selva alta perennifolia en promedio 20, en la
selva alta subcaducifolia en promedio 4 y en el palmar menos de 4 árboles por
hectárea. En la selva mediana subperennifolia poseen una moderada diferenciación
de diversidad de especies arbóreas entre sitios y una baja similitud florística entre
ellos. Asimismo, la especie de interés presenta su mayor abundancia en este tipo de
vegetación, hasta 147 árboles por hectárea fueron registrados en Nayarit y el Estado
de México (Vega et al., 2003).
Cuadro 14. Tipo de vegetación y superficie con presencia de Brosimum alicastrum
(densidad) en la Costa del Pacífico Mexicano.
Tipo de vegetación
Selva mediana subperennifolia
Selva mediana subcaducifolia
Selva alta perennifolia
Selva alta subcaducifolia
Palmar
Superficie
(ha)
667 981
3 757 850
912 400
333 601
158 294
Total
5 830 126
Árboles de B. alicastrum/ha)
20 - 147
4 – 52
20
4
Menos de 4
Fuente: Vega et al., 2003.
2.3.5. Tolerancia a factores ambientales
Las plántulas de B. alicastrum son demandantes de luz; es moderadamente
resistente a heladas, tolera heladas cortas en el invierno, es resistente al fuego, al
daño por termitas, es tolerante a la sombra en todas las etapas de su crecimiento,
aún en juveniles, tolera el rocío, la salinidad, la exposición constante al viento, así
47
como la sequía y suelos muy alcalinos. También es susceptible por otro lado al daño
por ramoneo y roedores que afectan a las semillas.
2.3.6. Plagas
El B. alicastrum es atacado por insectos que se alimentan de madera dura como son:
Xyleborus ferrugineus (F.) y X. morigerus (Blandford) (Cibrián et al., 1995). Los
depredadores de semillas son Heteromys desmarestiantus y Dasyprocta punctata.
2.3.7. Enfermedades
En Perú, la manchinga o congona (B. alicastrum), de madera blanca amarillenta, es
atacada por el hongo que produce la macha azul, debiendo ser tratada después de
aserrada (http://www.cideiber.com/infopaises/Peru/Peru-04-02.html).
2.3.8. Sistemas y prácticas silvícolas
En una investigación en la Selva Lacandona, Chiapas, con un tipo de vegetación
predominante de ―bosque tropical‖ o ―selva alta perennifolia‖, aunque también se
encuentra selva mediana perennifolia, se seleccionaron las especies: Ampelocera
hottlei (Ulmaceae), B. alicastrum (Moraceae), Calophyllum brasiliense (Guttiferae),
Cedrela odorata (Meliaceae), Dendropanax arboreus (Araliaceae), Guarea glabra
(Meliaceae) y Pithecellobium arboreum (Leguminosae).
El criterio de selección fue que las especies se encontraran de manera natural en el
área, que tuvieran un valor comercial y que fueran de uso reconocido y variación
ecológica. Las plántulas se extrajeron con cepellón del banco de plántulas de la
regeneración natural en la selva madura en áreas vecinas y fueron trasplantadas a
bolsas de polietileno negro en un vivero, y posteriormente se realizó la plantación
bajo el método de enriquecimiento por grupos. Es evidente que cada especie
respondió de manera diferencial a las condiciones de manejo.
Las respuestas de las especies a las condiciones sucesionales fueron
significativamente diferentes. B. alicastrum mostró las tasas de crecimiento más
bajas en cualquier condición ecológica y tratamiento; debido a su palatabilidad la
mayoría de los individuos trasplantados de esta especie fueron ramoneados y su
crecimiento en diámetro de copa fue bajo e incluso negativo.
De acuerdo con su índice de desarrollo, las especies se pueden ubicar en tres
grupos en orden decreciente de desarrollo: el primero formado por P. arboreum y D.
arboreus, el segundo constituido por C. odorata y C. brasiliense y el tercer grupo por
A. hottlei, G. glabra y B. alicastrum. Este pobre desarrollo probablemente responde a
una estrategia de traslocar los recursos no a la parte aérea de la plántula sino al
sistema radical. Se encontró también, que no respondieron al aclareo, excepto A.
48
hottlei y B. alicastrum en el acahual de cuatro años de edad, pero no
significativamente. Es evidente entonces que presentan una tolerancia relativa a un
ambiente sombreado y se comportan como especies secundarias tardías (Centeno,
2000).
En el Plan Piloto Forestal que se desarrolló en la zona centro y sur de Quintana Roo,
se realizaron actividades silviculturales a partir de un plan de manejo aplicado y
adaptado a las características fisiográficas de cada uno de los ejidos. La vegetación
en que se desarrollo dicho plan corresponde a selva mediana subperennifolia y selva
baja, en donde se localizan especies maderables tropicales de alto potencial de
regeneración natural y artificial como caoba (Switenia macrophylla King) y cedro rojo
(Cedrela odorata L.) (Villanueva y Cabrera, 1990) y de comunes como tzalam
(Lysiloma bahamensis Benth.), chechem negro (Metopium browneii Jacq.), ramón (B.
alicastrum Swartz), chicozapote (Manilkara zapota (L.) Van Royer), chacá rojo
(Bursera simaruba L.) y granadillo (Platymiscium yucatanum Standl.) y otras especies
como ciricote (Cordia dodecandra D. C.), bob (Coccoloba spicata), jabín (Piscidia
communis) y chakté (Caesalpinia molis S.W.).
El diseño del plan de manejo de los ejidos Naranjal y Santa María, se basa en el
método de tratamiento de selección de especies para ser aprovechadas con un turno
de 75 años con tres ciclos de corta, de 25 años cada uno, considerando crecimientos
anuales de 8 mm para las especies preciosas y 4 mm para las maderas comunes
tropicales. Para su elaboración se consideró el ciclo de crecimiento de la caoba que
tiene tasas de 8 mm por año, lo que significa que se podría alcanzar un diámetro
mínimo de 55 cm en 69 años o bien la meta de un diámetro de 60 cm en 75 años.
Con los inventarios forestales se han definido volúmenes de aprovechamiento anual
de madera con base en los diámetros mínimos de corta de las especies de interés
para el mercado. Las especies se dividieron en dos grupos: el grupo I que contempla
a las que alcanzan diámetro mayor de 55 cm, incluyendo caoba (S. macrophylla
King), cedro (C. odorata L.), chicozapote (Manilkara zapota (L.) v. Royen), amapola
(Pseudobombax ellipticum (Kunth) Dugand), ceiba (Ceiba pentandra (L.) Gaertn) y
pich (E. cyclocarpum (Jacq.) Griseb); en el grupo II se encuentran las especies que
no crecen mucho cuyos diámetro son menores a 55 cm y que representan a la
mayoría de las especies comunes.
Dentro de la selva se han definido tres estratos o categorías de arbolado: i) cortable,
el que se corta en el primer ciclo, ii) reserva, el que se corta en el segundo ciclo y, iii)
repoblado, el que se corta en el tercer ciclo, una vez que se alcanzan los diámetros
de corta permitidos y suponiendo que después de cada corta se reforestará para
sustituir al arbolado recién cortado y restablecer los tres estratos considerados.
Se trabaja por áreas de corta anual que representan el 4% del área forestal
permanente, la cual se debe reforestar después del aprovechamiento y se deja
descansar por 25 años, para volver a su segundo ciclo de corta cuando se
aprovechará el arbolado de reserva (Rebollar et al., 2002).
49
Los programas de manejo forestal para los ejidos 20 de Noviembre, Nuevo Becal y
Ricardo Flores Magón del municipio de Hopelchen en el Estado de Campeche, con
los tipos de vegetación de selva mediana subperennifolia, selva baja subperennifolia
y vegetación secundaria (acahuales), plantean el uso del Método de Selección y se
refiere a la extracción del arbolado maduro de las especies que actualmente tienen
demanda en el mercado, dejando en el monte los individuos con categorías
diamétricas menores a las consideradas como cortables (repoblado y reserva) este
tratamiento podrá ser en forma individual, para grupos de árboles o en pequeños
bosquetes, lo cual está en función de la distribución del arbolado por aprovechar.
Asimismo se contempla aprovechar los individuos mal conformados o con problemas
sanitarios (enfermos) a fin de provocar condiciones de desarrollo óptimo para las
especies deseables. Se propone en forma inicial un ciclo de corta de 25 años,
pudiendo variar dicho periodo de acuerdo a la dinámica de la masa forestal en base
a siitos permanentes de evaluación silvícola. En un turno de 70 años y con un ciclo
de corta de 25, teóricamente la masa forestal tendrá 3 ciclos de corta en su proceso
de ordenación.
En la aplicación del plan de manejo se plantea aplicar el Método de Beneficio de
Monte Alto, es decir, propiciar la regeneración de la selva por medio de la semilla del
arbolado residual, sin embargo, esto no excluye que puedan realizarse plantaciones
con especies de alto valor comercial (Medrano, s/f).
2.3.9. Crecimiento y rendimiento volumétrico
B. alicastrum es una especie de lento crecimiento. Los individuos jóvenes con
diámetros de 1 a 8 cm crecen en promedio 1 mm/año; de 8.1 a 16 cm cerca de 3
mm/año y en los de 16.1 a 32 cm cerca de 5 mm/año. Los árboles adultos (>32 cm
de diámetro) crecen a velocidades mayores (1.3 cm/año). En Quintana Roo se
reporta aproximadamente 3.5 m3 de madera por hectárea (Huerta y Becerra, 1974).
Las especies que presentan cualidades altamente forrajeras, como B. alicastrum
produce de 20 a 30 toneladas de forraje en tres cortes realizados durante el año con
una densidad de cerca de 75 árboles/ha (Susano, 1981). Es una especie de muy
larga vida y solamente árboles mayores de 20 m de altura producen flores o frutos;
algunos individuos adultos llegan a producir hasta 500 kg de follaje al año. Un árbol
puede producir de 16 a 29 kg de semilla seca.
En tres sitios (1= Xmatkuil, 2 = Maxcanu y 3 = Temozon Norte) de la zona
henequenera del Estado de Yucatán, se evaluó el efecto de las frecuencias de
rebrote sobre la producción y calidad del follaje de B. alicastrum Swartz). En los sitios
1 y 2, los árboles se cortaron a una altura de 1.5 m. quedando solamente el tallo
principal y en el sitio 3 las plantas se podaron dejando los tallos y ramas principales y
secundarias. A los 16 meses, en los sitios 1 y 2 la producción de follaje fue de 1.6 y
3.4 kg de materia seca (MS)/árbol, mientras que en el sitio 3, la producción fue de 36
kg MS/árbol. Se recomiendan períodos de rebrote de entre 12 y 16 meses ya que
con este manejo se maximiza la producción de follaje, sin perjudicar el valor nutritivo.
50
El sistema tradicional de poda, dejando tallos y ramas principales y secundarias, fue
muy superior a la poda total, es decir, dejar solamente el tallo principal a una altura
de 1.5 m (Mendoza et al., 2000).
2.3.10. Regeneración
B. alicastrum tiene buena regeneración natural y se menciona que llegan a sobrevivir
5 de cada 125 plántulas. Se regenera rápidamente en sitios perturbados y en
terrenos abandonados. En algunos sitios se pueden encontrar hasta 300 plántulas
por m2.
2.4. PRÁCTICAS DE VIVERO
2.4.1. Manejo y almacenamiento de semillas
La recolección se realiza cuando el fruto cae al suelo, se limpia la pulpa y ya seco
está listo para su almacenamiento; es mejor dejarlo con el pegamento que envuelve
la semilla y no con todo y la cáscara seca. Los granos puestos en sacos amarrados y
en un lugar limpio y seco, se conserva sin problema durante un año
(http://www.ibw.com.ni/~eco/ PrVerdur.htm).
También, las semillas se recolectan directamente de los árboles, durante la estación
en la cual maduran las semillas. El pericarpio del fruto se remueve y las semillas se
secan al sol, se almacenan a temperatura ambiente y conservan su viabilidad por 3
meses después de la cosecha. Las semillas almacenadas en fresco, son
inmediatamente invadidas por hongos, favorecidos por el alto contenido de humedad
de la semilla, por lo que se recomienda el lavado y secado inmediato a fin de
garantizar su conservación (http://www.regionloreto.gob.pe/amazonia/libros/51/
5100003.htm).
La semilla a utilizar debe colectarse de árboles sanos, vigorosos y con buena
producción de frutos; con esto se pretende asegurar que las plantas obtenidas
hereden las características de los progenitores (Arriaga et al., 1994). Lo más común
es cosechar el fruto seco con una coloración amarillo rojo, de árboles seleccionados
individualmente, los cuales se colocan en sacos o bolsas para evitar su insolación
directa y largos periodos de transporte. Los frutos se colocan en agua y se extrae la
semilla por maceración de la pulpa.
Para mantener la viabilidad por algún tiempo, se recomienda almacenar la semilla
con 12% de contenido de humedad, en cámaras a 5 ºC. El tiempo de viabilidad
estimado bajo condiciones de almacenamiento es de 12 meses. El número de
semillas por kilogramo varía de 900 a 1,200 semillas (Soihet y Méndez, 1997 citados
por SIRE, 2005 b).
51
2.4.2. Germinación
Es recomendable sembrar la semilla lo más pronto posible y aunque no presenta
ningún tipo de latencia, para uniformizar la germinación se recomienda remojarla en
agua a temperatura ambiente durante 24 horas. El porcentaje de germinación de
semillas recién colectadas varía de 89 a 95%. El tiempo necesario para que inicie la
germinación a partir de la siembra es de 8 a 10 días y para que finalice el proceso de
emergencia es de 10 a 20 días. La fecha de siembra es en Febrero (Soihet y
Méndez, 1997 citados por SIRE, 2005 b; http://www.regionloreto.gob.pe/amazonia/
libros/51/5100003.htm).
2.4.3. Prácticas de cultivo
En Yucatán se han realizado estudios de domesticación de esta especie con el
objeto de establecer plantaciones comerciales para producir forraje, material genético
y madera. El método tradicionalmente utilizado es la propagación por semilla y por
estructuras vegetativas, estacas, (Batis et al., 1999). La semilla se siembra en
almácigos sombreados, en cajones de 1 x 1 x 0.2 m con un sustrato conformado con
la mezcla de arena, tierra negra y materia orgánica descompuesta en la proporción
de 1:1:1 o con arena, previamente desinfectados con fungicida. Las semillas se
colocan una distancia de 10 x 10 cm. El sustrato debe tener una consistencia
adecuada para mantener la semilla en su sitio, el volumen no debe variar
drásticamente con los cambios de humedad, textura media para asegurar un drenaje
adecuado y buena capacidad de retención de humedad, fertilidad adecuada, libre de
sales y materia orgánica no mineralizada. Cuando el sustrato es inerte, una mezcla
55:35:10 de turba, vermiculita y perlita o agrolita es adecuada (Arriaga et al., 1994).
El repique o trasplante de las plántulas de los semilleros al envase se realiza cuando
éstas alcanzan de 5 a 17 cm de altura o cuando presenten 2 hojas desarrolladas, es
el momento oportuno del repique a bolsas plásticas negras de 2 kg de capacidad o
de 10 cm de diámetro por 20 cm de largo, conteniendo el mismo sustrato del
almácigo. Al momento que las plantas logren un desarrollo de 30-50 cm de altura, se
trasplantan al campo definitivo (Soihet y Méndez, 1997 y Chavelas y Dewall, 1988
citados por SIRE, 2005 b; http://www.regionloreto.gob.pe/amazonia/libros/
51/5100003. htm).
Se recomienda un sombreado de un tercio y riegos a saturación cada tres días o
cuando sea requerido (Batis et al., 1999 y Chavelas y Dewall, 1988). El deshierbe
continuo de los pasillos y al interior de los envases que contienen las plantas, evitará
problemas de competencia por luz, agua y nutrientes; además, favorecerá
condiciones de sanidad. Es importante tener cuidado con el número de plántulas o
estacas que se encuentran en los envases, lo más recomendable es mantener
solamente una planta o estaca por envase, la más vigorosa, eliminando las restantes
(Arriaga et al., 1994).
52
El acondicionamiento de la planta previo al transplante definitivo, es por lo menos un
mes antes de su traslado al sitio de plantación y consiste en iniciar el proceso de
endurecimiento de las plantas mediante la suspensión de la fertilización, las plantas
deberán estar a insolación total y los riegos se aplicarán alternadamente entre
someros y a saturación, además de retirarlos durante uno o dos días. Esto
favorecerá que las plantas presenten crecimiento leñoso en el tallo y ramas
(Cervantes et al., s/f).
El tiempo total para la propagación de la especie es de 4 a 5 meses (Soihet y
Méndez, 1997 citados por SIRE, 2005 b).
La propagación asexual es mediante varetas, acodos, esquejes o estacas de 1 a 3 m
de alto y con 5 a 15 cm de diámetro y se siembran a una distancia de 1 a 3 m, las
cuales se obtienen tanto de ramas como de tallos. Cuando B. alicastrum se
reproduce por estacas produce frutos en menos de 5 años y a los 5 años cuando
procede de semilla (Batis et al., 1999)
2.5. ESTABLECIMIENTO Y MANEJO DE PLANTACIONES
2.5.1. Preparación del sitio de plantación
Si el terreno presenta problemas de malezas se recomienda realizar deshierbes
manuales o mecánicos dependiendo de las condiciones del terreno. Si el terreno
presenta pendientes mayores a 12%, para evitar la erosión del suelo se recomienda
remover la vegetación solamente en los sitios donde se plantarán los árboles, ya sea
en franjas o alrededor de las cepas. Esta actividad podrá realizarse por medio de
chaponeo (Arriaga et al., 1994).
El subsoleo aplica solamente cuando se presentan capas endurecidas a escasa
profundidad, menor a 15 cm y siempre y cuando los terrenos presenten pendientes
menores a 10% (Arriaga et al., 1994).
2.5.2. Plantación y espaciamiento
La plantación se realiza cuando las plantas alcanzan un desarrollo de 30-50 cm
hasta un metro de altura, estando protegidas por plantas nodrizas, pues sin ésta
protección la supervivencia es baja. Pueden plantarse a distancias no menores de 3
x 3 m y hasta 5 x 5 m (http://148.202.81.1/new/informacionacademica/coaxican/
plts_mex/capomo.htm).
También se recomienda hacer las cepas sobre curvas a nivel en un arreglo a
tresbolillo. Es adecuado trazar el terreno con espaciamientos de 3 x 3 m entre
plantas; en el caso de estacas se siembran en distancias de 1 a 3 m (Arriaga et al,
1994 y Batis et al., 1999).
53
El tamaño de las cepas dependerá de las dimensiones del envase utilizado para la
producción de las plantas. Esto implica que las cepas deberán hacerse de 3 a 5
unidades de volumen adicional al tamaño del cepellón de la planta; no obstante,
dependiendo de las condiciones del terreno las dimensiones y tipo de cepas podrán
variar, esto en función de las estrategias de conservación de suelo que se deseen
emplear, de las características del suelo y de las condiciones climáticas (Arriaga et
al., 1994).
Para la plantación se seleccionan las plantas más vigorosas, libres de plagas y
enfermedades. Aunque las características físicas dependerán de la especie, existen
criterios generales que indican buena calidad en las plantas. La raíz deberá ocupar
por lo menos el 50% del volumen total del envase, el diámetro basal del tallo deberá
ser mayor o igual a 2.5 cm, la altura total del vástago no mayor a 30 cm y por lo
menos ¼ parte de la longitud total del tallo con tejido leñoso. Se recomienda aplicar
un riego a saturación un día antes del transporte de las plantas (Cervantes et al., s/f).
Para el transporte se deben utilizar vehículos cerrados y trasladar las plantas
debidamente cubiertas para protegerlas del viento e insolación y con ello evitar su
deshidratación. Para optimizar la capacidad de los vehículos y disminuir los costos
de transporte, es conveniente construir estructuras sobre la plataforma de carga con
la finalidad de acomodar dos o más pisos. Se debe evitar la ruptura del tallo,
aplastamiento de planta, pérdida de sustrato; la planta debe tomarse del cepellón
(SIRE, 2005 b). Con la finalidad de evitar que la planta sufra el menor estrés posible,
idealmente el tiempo de transporte no debe exceder a 3 horas (Arriaga et al., 1994).
2.5.3. Cultivo de las plantaciones
Para proteger la plantación contra factores de disturbio como el pisoteo y ramoneo
del ganado, se recomienda colocar una cerca en el perímetro de la plantación
(Arriaga et al., 1994).
Para prevenir los daños propiciados por el fuego se recomienda hacer brechas corta
fuego en el perímetro de la plantación con un ancho de 3 m por cada lado de la cerca
(SIRE, 2005 b).
Las plantaciones necesitan riegos y deshierbes solamente durante los tres primeros
años de establecidas, se recomienda realizar deshierbes en un radio de 20 cm
alrededor de la cepa, por lo menos una vez al año o tantas veces como sea
necesario, ésto preferentemente una o dos semanas posterior al inicio de la
temporada
de
lluvias
(Arriaga
et
al.,
1994;
http://148.202.81.1/new
/informacionacademica/ coaxican/plts_mex/ capomo.htm; SIRE, 2005 b).
Otra recomendación es realizar el primer chaponeo de malezas a los 35 días y
después de la plantación cada 60 días. Después del primer año efectuar tres limpias
al año. En la temporada de sequía aplicar riegos de auxilio tan frecuentemente como
las plantas lo necesiten y aplicar fertilizante durante los tres primeros años o
54
alternados
capomo.htm).
(http://148.202.81.1/new/informacionacademica/coaxican/plts_mex/
Las plantas cultivadas requieren de poda cuando alcanzan 3 m de altura, por las
cuales se obtiene forraje (Batis et al., 1999 y SIRE, 2005 b). También se recomienda
aplicar la primera poda de ramas aprovechables al año de la plantación y
continuarlas cada cuatro meses aprovechando el forraje. Se ha visto que el poder de
recuperación y capacidad para retoñar es muy grande.
Los aclareos tienen como finalidad eliminar poco a poco las plantas débiles y
dominadas y la meta será que al décimo año queden en pie 625 plantas por
hectárea, aproximadamente con espaciamiento de cuatro metros entre planta y
planta
(http://148.202.81.1/new/informacionacademica/coaxican/plts_mex/capomo.
htm).
2.5.4. Crecimiento y rendimiento volumétrico
El crecimiento de B. alicastrum es bastante lento, pues empiezan a producir hasta los
cinco o seis años de edad (http://148.202.81.1/new/informacionacademica/coaxican/
plts mex/capomo.htm). En plantaciones densas para forraje (4,444 plantas/ha) y
manejado con podas a partir de los 20 meses del trasplante, se registraron
producciones de forraje verde de 4.9 ton/ha/año. En sistemas intensivos para forraje,
se realizan 2-3 podas al follaje por año y las producciones pueden alcanzar de 10-15
ton/ha en cada corte (http://www.regionloreto.gob.pe/amazonia/libros/51/5100003.
htm).
Asimismo se reporta que es una planta forrajera cuyo aprovechamiento puede
iniciarse al segundo o tercer año de establecida la plantación, con las siguientes
producciones: en el segundo año 2,129; en el tercer año 3,384; en el cuarto año
8,235; en el quinto año 16,592 y en el sexto año 20,000 kg/ha. La cosecha de forraje
verde a partir de los quince años es de 60 ton/ ha/año y se regulariza la cosecha de
semilla a 10 ton cada año durante los 100 años de vida productiva
(http://148.202.81.1/new/informacionacademica/coaxican/plts_mex/ capomo.htm).
2.5.5. Plantaciones agrosilvopastoriles
Los sistemas silvopastoriles constituyen alternativas que conducen a una mayor
estabilidad y menor susceptibilidad de los agroecosistemas. Este método es útil para
aumentar la calidad de los pastos, lo que es esencial para garantizar la alimentación
de ganado bovino. La introducción de árboles y arbustos en los sistemas de
producción animal, con el objetivo de estabilizar el ambiente y lograr ahorros de
fertilizantes, irrigación y concentrados, constituye una opción que no puede ser
desestimada.
55
En un estudio se midió el comportamiento de 36 especies destacadas, creciendo en
condiciones estresantes, sin riego ni fertilización y en competencia con otras
especies de plantas, pero en un suelo fértil. Los resultados indican que sobresalió un
grupo importante de especies excepto B. alicastrum que no logró estabilizar su
supervivencia (Cuadro 15). Con relación a su aceptabilidad por los animales,
destacaron Albizia lebbekoides, A. lucida, A. caribeae, A. amara, Calliandra
haematocephala, Bauhinia acuminata, Peltophorum affricanum, P. dasyrachis,
Erytrhrina poeppeginana y B. alicastrum (Febles et al., 1999).
Cuadro 15. Comportamiento de la supervivencia y la altura de especies de las
familias Moráceas, Moringáceas y Meliáceas durante 4 años creciendo
en condiciones de estrés.
Especies
Muestreos
1
3
5
7
9
11
13
15
13.5
8.1
100
60.0
87.5
60.0
87.5
60.0
Brosimum
alicastrum
Moringa oleifera
Azadirachta indica
91.0
88.0
Supervivencia (%)
59.4
55.5
45.9
45.9
100
92.0
100
76.0
100
68.0
Brosimum
alicastrum
Moringa oleifera
Azadirachta indica
-
29.8
47.5
-
57.0
-
-
116.5
-
121.0
29.1
158.1
40.7
-
135.0
96.5
-
-
145.7
151.8
100
100
68.0
60.0
Altura (cm)
Fuente: Febles et al., 1999.
Estudios más profundos contribuyeron al conocimiento del aporte nutritivo y las
características ruminales del follaje de algunas especies que presentaron diferentes
posibilidades de uso en sistemas. En el Cuadro 16 se muestra la composición
química de algunos de estos árboles (Febles et al., 1999).
Cuadro 16. Composición química de nutrimentos de diferentes especies arbóreas en
estado vegetativo.
Especies
Gliricidia sepium
Brosimum alicastrum
Enterolobium cyclocarpum
Composición química de nutrientes (g/kg M. S.)
PB
FND
FAD
Lignina
Celulosa
Hemicelulosa
Ceniza
285.0
166.0
148.0
404.0
415.0
558.0
201.0
298.0
358.0
44.0
58.0
83.0
142.0
225.0
250.0
203.0
117.0
200.0
99.0
-
Fuente: Febles et al., 1999.
56
Las estimaciones del consumo (kg MS/día) utilizando los parámetros de fracción
soluble (a), fracción degradable (b), velocidad de degradación de la fracción
degradable (c) y la suma de las fracciones soluble y degradable (a + b) mediante los
modelos propuestos para vacas lecheras; al tener en cuenta el parámetro (a + b),
solamente en la ecuación, se obtuvieron los mayores valores de consumo (kg
MS/día) en B. alicastrum (8.18 kg MS/día) seguido de G. sepium (7.61 kg MS/día) y
E. cyclocarpum (4.92 kg MS/día), mientras que al incluir los demás parámetros (a, b
y c) dentro de la ecuación, los valores de consumo (kg MS/día) fueron muy variables
en todos los árboles estudiados (Febles et al., 1999).
B. alicastrum se adapta en sistemas agroforestales sucesionales, ocupando el
estrato alto perenne. La plantación se realiza con un espaciamiento propuesto de 12
x 6 m con las líneas de plantación orientadas en la dirección este-oeste; simultánea o
secuencialmente se asocia con cultivos como: arroz (Oryza sativa), maíz (Zea mays),
Chiclayo (Vigna spp), yuca (Manihot spp), plátano (Musa spp), huasai (Euterpe
oleracea), palta (Persea americana), caoba (Swietenia macrophylla) y tornillo
(Cedrelinga catenaeformis). También se asocia con cultivos anuales de temporal y
café, es excelente para sombra (http://www.regionloreto.gob.pe/amazonia/libros/
51/5100003.htm).
Durante los primeros años, hasta que la sombra del follaje lo permita, pueden
intercalarse cultivos de ciclo corto, como rábanos, ejotes, etc. (http://148.202.81.1/
new/informacionacademica/coaxican/plts_mex/capomo.htm). Otras asociaciones
agroforestales son con forrajes y ganado, suministra sombra y forraje, además, sirve
como excelente cerco vivo, cortinarompevientos y sombra para el café
(http://www.regionloreto.gob, 2005; http://www.ibw.com.ni/~eco/PrVerdur.htm).
En Quintana Roo se diseño un sistema agroforestal con especies tropicales como B.
alicastrum en asociación con maíz (Sánchez et al, 2000).
2.6. PROPIEDADES Y USOS
2.6.1. Propiedades físico-mecánicas de la madera
Un estudio realizado en madera de B. alicastrum reporta los siguientes resultados:
 Duramen. De color uniforme amarillo blanco o gris.
 Albura. Color similar al color del duramen. Peso específico básico: 0,6–0,7
g/cm3.
 Vasos. Madera de porosidad difusa. Vasos agrupados, generalmente en
grupos radiales cortos (de 2–3 vasos) con promedio del diámetro tangencial
de 40–130 µm, promedio del número de vasos/mm2 de 6–20 y el largo de los
57
elementos vasculares: 220–640 µm. Con punteaduras intervasculares alternas
con un promedio del diámetro (vertical) de 5–7 µm. Tílides ausentes.
 Fibras y traqueidas. Las fibras presentan paredes de espesor medio, con
longitud de 940–1,710 µm y septadas. Las punteaduras de las fibras en su
mayoría restringidas a las paredes radiales, simples o con areolas minúsculas.
 Parénquima axial. El parénquima axial presente en serie no en bandas,
paratraqueal aliforme a confluente o unilateral. El parénquima aliforme en
forma de alas finas. El promedio del número de células por serie de
parénquima axial es de 3–4.
 Radios. El número de radios por mm es de 6–12, multiseriados y cuando son
muy pocos tiene de 3 a 4 células de ancho. Están compuestos por dos o más
tipos de células. Los radios heterocelulares con células cuadradas y erectas
restringidas a hileras marginales de 2 a 4, o más de 4.
 Estructuras secretoras. Presenta canales intercelulares ausentes.
 Sustancias minerales. Presenta cristales prismáticos, localizados en células de
los radios. Las células cristalíferas de los radios son septadas, erectas y/o
cuadradas y procumbentes. Los cristales en las células de los radios
procumbentes en cadenas radiales o no en cadenas radiales. El número de
cristales por célula o cámara es uno o más de uno, de diferentes tamaños.
 Pruebas físicas y químicas. El duramen es no fluorescente. El extracto acuoso
fluorescente o no fluorescente (azul claro), es básicamente sin color a café o
tonalidades de café a tonalidades de amarillo. El extracto en etanol
fluorescente o no fluorescente es básicamente sin color a café o tonalidades
de café (Richter y Dallwitz, 2000).
Otros estudios reportan que las características macroscópicas de la madera son:
madera de color amarillo con tintes castaño amarillentos, no muestra diferencia de
color entre la albura y el duramen, con brillo, sin olor ni sabor característicos, de
textura mediana heterogénea, veteado suave, hilo derecho u oblicuo, y zonas de
crecimiento notables. Presenta porosidad difusa, los poros visibles a simple vista, en
su mayoría son solitarios, hay algunos en series radiales cortas; el parénquima
leñoso visible a simple vista, es paratraqueal aliforme y aliforme confluente; los rayos
se observan bien a simple vista.
Las características físicas son: madera muy pesada, tiene una relación peso anhidro
al volumen verde de 0.69. Se clasifica como de contracción media, la volumétrica
total es de 13.24%, la radial total es de 4.82% y la tangencial total es de 8.15%. Se
califica como madera dura, la cota de dureza es de 6.11 a un contenido de humedad
de 10.45% (Huerta y Becerra, 1974).
58
También se cita que el color de la madera es pardo claro a blanco amarillento, con
brillo alto, grano recto, entrecruzado, textura fina, veteado poco pronunciado. Los
insectos y los hongos pueden atacar las trozas, por lo tanto, se recomienda acortar el
tiempo de almacenamiento en el bosque y aplicarles un tratamiento de fungicida e
insecticida, además de un tratamiento profiláctico de preservación o trabajabilidad
inmediata a las trozas.
Las propiedades físicas son: densidad 0.68 Kg/cm3, contracción volumétrica 12.40 %,
relación t/r 1.60, contracción tangencial 8.13%, contracción radial 4.96% y sílice
0.08%.
El aserrío es difícil por tener fibra entrecruzada presenta tensiones. Se debe aserrar
rotando la troza a 180 grados para liberar tensiones. Requiere por su dificultad al
secar un programa muy suave, pues tiende a deformarse pudiendo producirse
torceduras, arqueaduras y curvaturas, aun cuando las piezas sean de pequeñas
dimensiones.
En cuanto a durabilidad, es muy susceptible al ataque de hongos que manchan la
madera (http://www.peruwoodproducts.com/Congona.html; Zavala, 1999).
En el Cuadro 17 se presentan las características mecánicas de B. alicastrum
(Sotomayor, 2005).
Cuadro 17. Características mecánicas de la madera de Brosimum alicastrum.
Densidad
MOE
Flex
FLE
Flex
RR
Flex
730
137700
639
1193
MOE
Com
Para
146080
RLE
Com
Para
308
RR
Com
Para
515
RLE
Com
Perp
515
RR
Corte
Para
515
JK
Late
JK
Trans
790
906
Donde:
Ensayo
Característica
Símbolo
Unidades
MOE Flex
(kg/cm )
Compresión paralela
Resistencia al Límite Elástico
Resistencia a la Ruptura
Dureza Cara Lateral
Dureza Cara Transversal
Módulo de Elasticidad
Resistencia al Límite Elástico
RLE Flex
RR Flex
JK Late
JK Trans
MOE Com Para
RLE Com Para
(kg/cm )
2
(kg/cm )
(kg)
(kg)
2
(kg/cm )
2
(kg/cm )
Compresión perpendicular
Cortante Paralela
Densidad
Resistencia a la Ruptura
Resistencia al Límite Elástico
Resistencia a la Ruptura
Peso-Seco/Volumen-Verde
RR Com Para
RLE Com Perp
RR Corte Para
P
(kg/cm )
2
(kg/cm )
2
(kg/cm )
2
(kg/cm )
Modulo de elasticidad
Flexión Estática
Dureza Janka
Dureza Janka
Fuente: Sotomayor, 2005.
59
2
2
2
2.6.2. Usos
B. alicastrum es recomendado para la conservación del suelo, control de la erosión y
contrarrestar los efectos de los vientos fuertes, así como para la recuperación de
terrenos degradados. Es una especie prometedora para muchas regiones del mundo
donde el suelo ha sido degradado a través del desmonte. Se emplea como cerca
viva en los agrohábitats, barrera rompevientos, sombra y refugio para la fauna
silvestre. Es un árbol de gran porte y densa copa durante todo el año, muy común en
solares, parques y avenidas. Se han identificado 39 especies y 10 familias de aves
que se alimentan del fruto, la mayoría lo comen entero. Sirve de alimento a los
venados y jabalíes.
Además la madera se utiliza para elaborar chapa, duela, parquet, cajas para
empaques, asientos de silla de montar y mangos para herramientas. Considerando
sus características estéticas, de dureza y de estabilidad dimensional, puede usarse
para fabricación de muebles (carpintería), implementos agrícolas, lambrín, artículos
deportivos (bolos para boliche), palos para escobas y hormas para calzado (Huerta y
Becerra, 1974 y http://ctfs.si.edu/webatlas/spanish/brosal.html).
También es utilizado en la fabricación de muebles finos, gabinetes, cajas y
embalajes, paneles, parquet, chapa, pisos, columnas, artículos torneados, tableros
de partículas, sillas de montar, vasijas y construcción en general. Esta madera se
recomienda para molduras y pulpa para papel, vigas, viguetas, columnas, tijeras,
pisos, durmientes, molduras y en la fabricación de paneles, entarimado, material de
artesanías, fabricación de artículos torneados y tiene aptitud para triplay; en
Colombia se utiliza como árbol ornamental y como conservacionista (CNIC, 2005;
Batis et al., 1999; Chavelas y Dewall, 1988 citados por SIRE, 2005;
http://www.peruwoodproducts.com/Congona.html;
Zavala,
1999;
http://www.
regionloreto.gob.pe/amazonia/libros/51/5100003.htm;
http://148.202.81.1/new/
informacionacademica/coaxican/plts_mex/capomo.htm y http://ctfs.si.edu/webatlas/
spanish/ brosal.html).
Es bastante fácil de trabajar, pero debe ocuparse rápidamente ya que se mancha y
se pudre. Ha sido aprobada para su posible utilización en zapatas para el sistema de
frenos del Metro. Se emplea como sustituto barato de la "primavera". No es
apropiada para uso externo.
B. alicastrum presenta cualidades altamente forrajeras con un 16% de proteína
digestible en sus hojas y 18% en sus frutos (análisis bromatológico determinado en
materia seca), y produce de 20 a 30 toneladas de forraje en tres cortes realizados
durante el año (Susano, 1981).
Las hojas, tallo joven, fruto y semillas; constituyen un excelente forraje para el
ganado bovino, caprino, equino y porcino; en algunos lugares con estación seca muy
pronunciada, es la única pastura disponible. Los caballos y los asnos prefieren las
hojas secas y el ganado vacuno las come en cualquier estado.
60
Las arboledas de ramón son consideradas como fuente de alimentación animal, igual
que las mejores pasturas. Experiencias en animales han demostrado que la ganancia
de peso promedio en novillos que recibieron alimento a base de semillas de Capomo
fue superior en un 11.3% a la de aquellos que reciben alimento local (consiste en una
mezcla de vainas de Acacia pennatula, gallinaza, pasta de semilla de ajonjolí y una
solución de urea).
En la Universidad de Yucatán se llevaron a cabo pruebas de digestibilidad e índice
de consumo voluntario por día con borregos Pelibuey alimentados con forraje fresco
de B. alicastrum (Capomo), Leucaena leucocephala (waxín), Cenchrus ciliare (pasto
bufel), pulpa y bagazo de Agave fourcroydes (henequén), suplementados con sal y
una mezcla rica es fósforo a excepción de la pulpa y bagazo, además, se reforzaron
con 25 ml/kg de peso vivo de una solución de 200 gramos de urea al 46%/L. Los
resultados demostraron una vez más la eficiencia del Capomo y un índice de
consumo voluntario de 5.89 kg por cada 100 kg de peso vivo diariamente para el
Capomo, el mayor valor registrado (http://148.202.81.1/new/informacionacademica/
coaxican/plts_mex/capomo.htm; http://www.regionloreto.gob.pe/amazonia/libros/51/
5100003.htm).
Al igual que el látex, la semilla, el fruto y las hojas sirven como galactógeno, por lo
que se emplea también como alimento para ganado lechero, mejorándose con una
mezcla de caña y hoja de maíz, asimismo, se puede añadir hojas de henequén, el
resultado de este proceso es el enriquecimiento de carbohidratos, aminoácidos y
enzimas. Las hojas y los frutos son más nutritivos que la alfalfa
(http://148.202.81.1/new/
informacionacademica/coaxican/plts_mex/capomo.htm;
http://ctfs.si.edu/webatlas/ spanish/brosal.html).
En un estudio sobre la calidad y el potencial forrajero de diecinueve especies bosque
tropical caducifolio de la Reserva de la Biósfera Sierra de Manantlán, en Jalisco, se
indica que de Brosimum alicastrum y Sideroxylon capiri, el ganado consume frutos y
hojas. Los análisis bromatológicos mostraron que las tres especies con más alto
contenido de proteína cruda (PC) en hojas y ramas tiernas fueron Verbesina
greenmanii (27.21%), Leucaena esculenta (25.32%) y Acacia riparia (24.16%),
mientras que B. alicastrum tuvo 12.96% (Cuadro 18).
61
Cuadro 18. Análisis bromatológico (%) y peso seco de hojas (Kg/m2) de las
principales especies forrajeras en el ejido Zenzontla, Tuxcacuesco,
Jalisco, México.
Especie
Humedad
PC
Cenizas
GC
FC
ELN
CA
P
Peso
seco
Acacia
cochliacanta
A. farnesiana
89.52
16.91
8.09
1.67
20.10
53.23
2.31
0.10
0.204
93.51
21.12
2.36
2.52
34.07
39.93
2.00
0.12
0.363
A. macilenta
91.47
13.98
12.75
2.95
26.10
44.22
2.67
0.14
0.492
A. ripari
93.00
24.16
7.14
1.43
10.93
56.34
----
----
0.278
Albizia tomentosa
93.00
20.46
6.86
6.97
42.67
23.04
1.38
----
0.179
Andropogon
gayanus
Brosimum
alicastrum
Compositae
85.80
5.10
7.30
1.00
37.25
49.33
1.30
0.22
3.372
91.00
12.96
16.64
2.85
24.07
43.48
3.26
0.15
0.957
87.57
19.20
19.42
0.86
32.92
27.60
4.51
0.09
1.110
Coursetia caribea
92.00
21.24
13.94
2.49
33.08
29.25
3.52
----
0.356
Chloris gayana
90.68
5.42
7.86
1.33
40.00
45.39
1.05
0
4.394
Enterolobium
cyclocarpum
Guazuma
ulmifolia
Leucaena
esculenta
Panicum
maximum
Phithecellobium
dulce
Prosopis
laevigata
Sideroxylon capiri
93.00
17.49
9.58
3.30
36.01
33.62
----
----
0.510
92.05
12.50
11.77
0.94
27.47
47.32
2.45
0.13
1.257
93.82
26.38
5.66
0.84
15.86
51.26
0.55
0.34
0.556
87.75
5.40
----
1.56
40.45
52.58
----
----
3.170
94.00
22.37
4.01
1.50
23.48
48.64
0.63
0.30
0.041
94.00
12.60
3.95
2.27
23.37
57.79
0.42
0.20
0.652
94.00
13.07
8.98
2.93
26.96
48.08
2.84
0.35
0.931
Verbesina
greenmanii
Siguiera dentata
86.91
27.21
19.33
1.92
22.66
28.88
3.51
0.12
2.426
94.50
17.25
4.95
1.31
16.88
59.61
0.30
----
1.600
Fuente: Carranza et al., 2003.
Donde:
PC = Proteína cruda
GC = Grasa cruda
FC = Fibra cruda
ELZ = Extracto libre de nitrógeno
62
El más alto contenido de Ca en hojas y ramas tiernas estuvo en una planta de la
familia Compositae no determinada (4.51%), Coursetia caribea (3.52%) y Verbesina
greenmanii (3.51%). Para los árboles, B. alicastrum tuvo más Ca (3.26%), mientras
que Andropogon gayanus fue el pasto que tuvo mayor porcentaje (1.3%). Las
especies arbóreas estudiadas están dentro del intervalo de especies con alto
contenido (12-30%) de proteína cruda (PC) para árboles forrajeros tropicales.
Las cuatro especies con más PC en los frutos (Cuadro 19) fueron Leucaena
esculenta (26.37%), Enterolobium cyclocarpum (18.69%), Acacia macilenta
(17.98%), y Acacia riparia (17.61%). Las especies con mayor cantidad de Ca en sus
frutos fueron Enterolobium cyclocarpum (4.51%), Guazuma ulmifolia (3.52%) y
Sideroxylon capiri (3.51%).
Cuadro 19. Análisis bromatológico de frutos por especie forrajera en el ejido
Zenzontla, Tuxcacuesco, Jalisco, México.
Nombre
Humedad
PC
Cenizas
GC
FC
ELN
Ca
P
científico
Acacia
cochliacanta
A. farnesiana
89.52
12.32
7.92
2.82
9.73
67.20
2.31
0.10
93.51
17.21
2.72
1.14
16.79
62.14
2.00
0.12
A. macilenta
92.00
18.05
4.02
1.05
28.37
48.50
0
0
A. ripari
93.00
17.01
6.90
1.26
27.30
47.54
2.32
0.07
Brosimum
alicastrum
Enterolobium
cyclocarpum
Guazuma
ulmifolia
Leucaena
esculenta
Phithecellobium
dulce
Prosopis
laevigata
Sideroxylon
Camiri
91.00
8.65
14.70
0.62
2.98
73.08
2.67
0.14
93.00
18.28
9.37
4.21
25.45
42.68
4.51
0.09
92.05
6.44
10.93
2.02
30.87
49.76
3.52
0
92.00
26.43
5.44
0.84
15.89
51.39
0.55
0.34
94.00
14.28
9.08
3.10
13.77
59.37
0.30
0
94.00
12.61
3.73
2.27
23.27
57.80
0.55
0.34
94.00
7.99
8.98
10.19
61.28
15.05
3.51
0.12
Fuente: Carranza et al., 2003.
Por lo anterior, se concluye que en la selva baja caducifolia de Zenzontla, Jal.,
existen especies ricas en proteína (Verbesina greenmanii, Leucaena esculenta,
Brosimum alicastrum y Enterolobium cyclocarpum) y especies con un amplio
potencial forrajero. Estas selvas tienen un alto potencial como fuentes alternativas
63
para la ganadería de la región con especies nativas que, al mismo tiempo, brindan
importantes servicios ambientales (Carranza et al., 2003).
Los frutos al igual que las hojas son buenos forrajeros, además sirven de alimento a
venados, tepezcuintles y jabalís, como alimento de monos aulladores en la selva
mediana subperennifolia y se emplean con ventaja para engorda del ganado, cerdos
y aves, alimentándose con una harina mezclada a partes iguales con salvado
(http://148.202.81.1/new/informacionacademica/coaxican/plts_mex/capomo.htm;
Franco, 2005)
El fruto del ramón es dulce y sabroso, pero se aprovecha poco en comparación con
la semilla; se comen los frutos cocidos, solos o mezclados miel de abeja o bien se
elaboran pasteles, pan de sabor agradable y nutritivo, moliéndolo o mezclándolo con
maíz o plátano, puré, mermeladas y tamales (http://148.202.81.1/new/
informacionacademica/coaxican/plts_mex/capomo.htm; http://www.prensalibre.com/
pl/domingo/archivo/revistad/2005/Junio05/050605/dambiente.shtml).
En México los indígenas empleaban las semillas mezcladas con maíz para la
preparación de tortillas. La manera más sencilla de consumir esta semilla es cruda,
pero también puede tostarse ligeramente o quemarse un poco más para molerla y
hacer infusiones similares al café. Sin embargo, la manera más beneficiosa para el
organismo de consumir esta semilla es cocerla con ceniza o cal. De esa manera se
liberan sus proteínas, cuyo porcentaje, por cierto, es superior al del maíz, la leche
materna y el huevo (http://www.prensalibre.com/pl/domingo/archivo/revistad/
2005/Junio05/050605/dambiente.shtml;
http://ctfs.si.edu/webatlas/spanish/brosal.
html).
La pulpa se consume en fresco o se puede utilizar en la preparación de mermelada.
Las semillas se consumen asadas o hervidas. Tradicionalmente, se preparan
bebidas y platos tanto dulces como salados. Es interesante señalar que la proteína
que contienen las semillas de Capomo poseen una cantidad importante de triptofano,
uno de los aminoácidos más deficientes en las dietas a base de maíz, que constituye
una fuente importante de alimentación para México (http://148.202.81.1/new/
informacionacademica/coaxican/plts_mex/capomo.htm; http://www.regionloreto.gob.
pe/ amazonia/libros/51/ 5100003.htm).
Las semillas contienen de 12.5 al 20% de proteína, con un alto contenido del aminoácido triptófano y una digestibilidad arriba del 60%. Se prepara una masa o se come
como garbanzos. Con el Ojoche se han experimentado varias recetas de pan,
tortillas (mitad ojoche y mitad maíz), etc. También se ha utilizado en la alimentación
de perros, gatos, gallinas y patos (http://www.ibw.com.ni/~eco/PrVerdur.htm).
Las semillas son utilizadas como complemento alimenticio, hervida o tostada
asemejándose su sabor al de las castañas y son muy nutritivas se comen solas o con
maíz, miel y plátanos. La semilla contiene un aceite esencial, grasa, azúcares y una
gran cantidad de triptófano, un aminoácido deficiente en las dietas a base de maíz.
Además en algunos lugares las mezclan con café o como sustituto del mismo, existe
64
en el mercado un producto anunciado como café soluble sin cafeína, este producto
tiene entre 90 y 95% de harina liofilizada de las semillas del Capomo y un 5 a 10%
de café para darle sabor y olor, presentándose como una alternativa de sustituto de
café para personas que padecen de alguna afección cardiovascular, sistema
nervioso, etc. Homeópatas recomiendan el producto, ya que no quita el sueño, no
contiene cafeína y es nutritivo. También se comen en conserva o crudas
mezclándolas con maíz para hacer tortillas, son recomendadas para los
convalecientes, tostadas o reducidas en polvo (http://148.202.81.1/new/
informacionacademica/coaxican/plts_mex/capomo.htm).
Los niveles de proteína cruda que contiene la semilla, son superiores a la leche de
vaca, al huevo de gallina, al sorgo y al maíz. A continuación (Cuadro 20) se
mencionan resultados de análisis químico de la semilla para uso comercial
http://www.regionloreto.gob.pe/amazonia/libros/51/5100003.htm; http://148.202.81.1/
new/ informacionacademica/coaxican/plts_mex/capomo.htm).
Cuadro 20. Análisis químico de la semilla de Brosimum alicastrum.
Característica
Porcentaje
Humedad
840%
Proteína
2.5%
Grasa
0.5%
Azúcar
12.1%
Calcio
15%(miligramos)
Fósforo
36.0%
Hierro
0.8%
Vitamina A
280.0%
Tiamina
0.025%
Riboflavina
1.52%
Niacina
0.8%
Ácido Ascórbico
28.0%
Otros resultados de análisis bromatológicos de la semilla de B. alicastrum se anotan
en el Cuadro 21. (http://www.regionloreto.gob.pe/amazonia/libros/51/5100003.htm).
Cuadro 21. Análisis bromatológico de Brosimum alicastrum.
Componentes
100 gramos de semilla
45.0-55.0 g
13.06 g (base seca)
81.13 g (base seca)
Humedad
Proteína cruda
Extracto libre de nitrógeno
65
El látex, es soluble en agua, se emplea en bebidas, tiene sabor y apariencia a la
leche vacuna, aunque no tiene su mismo valor nutritivo. El látex que fluye del tronco
se emplea para adulterar el chicle. Se usa para controlar el asma, bronquitis y
tuberculosis, además es balsámico, antitusivo, diaforético, emenagogo y la infusión
de corteza se usa como tónico. Expuesto al aire toma un tinte rosado, con el que se
prepara una horchata, que sirve como galactógeno para las mujeres que amamantan
a sus hijos o estimulante a glándulas mamarias, rico en carbohidratos, aminoácidos,
vitaminas, enzimas, etc. (Batis et al., 1999 y Von Carlowitz et al., 1991;
http://www.regionloreto.gob.pe/amazonia/libros/51/5100003.htm;
http://ctfs.si.edu/
webatlas/spanish/brosal.html;
http://148.202.81.1/new/informacionacademica/
coaxican/plts_mex/capomo. htm).
66
CAPÍTULO 3
Cedrela odorata Lamb.
67
3.1. DESCRIPCIÓN DE LA ESPECIE
3.1.1. Nombre común
Cedrela odorata Lamb., es una especie característica de las regiones tropicales, en
los lugares donde prospera comúnmente se le conoce como cedro rojo. La madera
es considerada como preciosa y junto con la caoba (Swietenia macrophylla)
constituyen el pilar de los aprovechamientos forestales de la industria maderera
establecida en el trópico (Marroquín y Barrosa, 1994).
En México se le conoce con los siguientes nombres comunes: cedro tropical
(Chiapas); calcidra (Puebla); cedro rojo, cedro colorado (Oaxaca y Veracruz); cedro
real (Veracruz). En lenguas indígenas: ―maya‖ húhche, kújché, kúché, kújeché,
kúlché, kúnché, kúyché (Yucatán, Campeche, Quintana Roo); ―náhuatl‖, ticuáhuitl
(Veracruz); ―zoque‖, acuy (Chiapas); ―chinanteco‖, mo-ni (Oaxaca); ―mixe‖, pucsnumqui-ui (Oaxaca); ―huasteco‖, icté (San Luis Potosí); ―totonaco‖, puksnúm kiwi
(Veracruz); ―tzeltal‖, chujté, chucjté, chujtá (Chiapas) (Manzanilla et al., 2001; CNIC,
2005).
Además se le otorgan otros nombres comunes como Cedro (en toda su área de
distribución), chujté (Chiapas), icte (Huasteco) y tiocuáhuitl (náhuatl) (Pennington y
Sarukhán, 1998). Cedro rojo (Veracruz) y nogal cimarrón (Occidente) (INIREB,
1983). Cedro mexicano, cedro rojo, icté o cedro (en el Estado de México), cedro
amargo (Costa Rica) y spanish ceder (Puerto Rico) (Sandoval, 1995; CNIC, 2005).
En otros países se le conoce como: cedro cebollo (Panamá), cedro amargo
(Venezuela), ceder (Trinidad, Tobago, Jamaica), red ceder (Honduras británicas),
acajou roge (Guadalupe y Martinica), cedro macho (Cuba), cedro; cedro cebollo,
cedro amargo, cedro caobo, cedro caqueta, cedro rosado y cedro rojo (Colombia)
(Guevara, 1988; CNIC, 2005).
3.1.2. Taxonomía
Cedrela odorata Lamb., pertenece a la familia Meliaceae, que incluye cerca de 50
géneros y 800 especies distribuidas en las regiones tropicales y subtropicales de
América, Asia, África, Australia y Nueva Zelanda. Según Holdridge en 1976, citado
por Guevara en 1988, el género Cedrela en América agrupa de 10 a 15 especies, sin
embargo, Smith (1960) citado por Guevara (1988), solo reconoce siete especies, de
las cuales cuatro se localizan en Colombia: Cedrela odorata, C. angustifolia, C.
montana y C. fissilis.
C. odorata fue descrita y clasificada por Linnaeus en 1759, desde entonces la
especie ha sido descrita con diferentes nombres y se ha dado la misma clasificación
a diferentes especies (Guevara, 1988).
68
La taxonomía es confusa, tal es el caso que algunos autores separan a las especies
asiáticas del género Cedrela y las asocian a uno llamado Toona. Se menciona que el
género Cedrela está circunscrito a la zona tropical y subtropical de América
(aproximadamente 49 especies) y de África (1 especie). También se cita que existen
dudas sobre si algunas de las especies hasta ahora descritas son verdaderas
especies, o bien se trata de sinónimos, subespecies, simples variedades, razas
geográficas, procedencias, etc. (Manzanilla et al., 2001).
Familia: Meliaceae
Género: Cedrela
Especie: Cedrela odorata Lamb.
3.1.3. Especies relacionadas
Las especies que integran el género Cedrela y el género Toona, tanto el asiático
como australiano, están muy estrechamente vinculadas, y por lo tanto, su
clasificación es difícil y a menudo no muy confiable. C. balancsae, C. barbata, C.
brasiliensis, C. guayanensis, C. huberi, C. macrocarpa, C. regnelii, C. simulans, C.
tonduzii, C. verrucosa y C. vittata se encuentran estrechamente vinculadas a Cedrela
odorata (Bascopé et al, 1957 citados por Manzanilla et al., 2001). La hibridación
ocurre naturalmente entre especies de Cedrela, como por ejemplo. C. odorata x C.
angustifolia, C. odorata x C. fissilis, C. odorata x C. cubensis (Lamb, 1968 y
Marquetti, 1990 citados por Manzanilla et al., 2001).
La amplia distribución de C. odorata y C. fissilis así como del dudoso taxón C.
angustifolia (el cual reconoce una especie separada) es debido a que se hibridan
libremente y que esto puede ser la explicación a la gran variación fenotípica de este
taxa. Además, se señala que no existen evidencias experimentales que acepten o
rechacen la hipótesis de la hibridación y que estudios citológicos muestran de que
hay por lo menos dos números separados de cromosomas diploides básicos (2n=50
y 56) presentes en C. odorata, esta presencia de diferentes razas cromosomales
intraespecíficas parecen estar muy difundidas en las Meliaceae y puede inhibir la
hibridación libre (Smith, 1969 citado por Manzanilla et al., 2001; CNIC, 2005).
La literatura botánica cita que esta especie puede encontrarse bajo los siguientes
sinónimos (WhitMore, 1976 citado por Guevara, 1988; CNIC, 2005):
Cedrela guianensis A. Juss
Cedrela mexicana Roem
Cedrela velloziana Roem
Cedrela brownii loefl ex O. Ktze
Cedrela occidentalis C.D.C. & Rose
Cedrela mexicana ver. Puberula C.D.C.
Cedrela yucatana Blake
Cedrela longipes Blake
69
1830
1846
1846
1891
1899
1905
1920
1922
3.1.4. Forma
C. odorata es un árbol que llega a medir hasta 35 m de altura, con un diámetro de
1.30 m (DAP) hasta de 2.0 m; con el tronco derecho formando a veces pequeños
contrafuertes poco prominentes, la copa es amplia; ramas ascendentes y gruesas,
copa redonda y frondosa; tiene raíces extendidas y superficiales y la base del fuste
con aletones bien desarrollados en suelos poco profundos y raíces profundas de
base acanalada en suelos fértiles. (Pennington y Sarukhán, 1998; CNIC, 2005;
Sánchez, 1998). También se reporta que los árboles llegan a medir de 20 a 35 m de
altura (Figura 3), coincidiendo con los anteriores autores (Niembro, 1986).
Se menciona que en casos excepcionales, se pueden encontrar ejemplares que
alcanzan hasta 40 m de altura y unos 2 m de diámetro (Betancourt, 1983); se
menciona como un árbol grande desciduo que varía mucho en tamaño de acuerdo
con las condiciones ambientales, desde un máximo de 30 m en el bosque desciduo
subtropical, hasta 40 m o más en el bosque tropical caducifolio y 50 m en
condiciones óptimas de los bosques higrofíticos de tierras bajas. El fuste es recto y
bastante cilíndrico (Lamb, 1969).
3.1.5. Corteza
La corteza muerta es agrietada, desprendible en placas grandes de color gris; la
corteza viva es fibrosa, rosada (que oxida a rojo pardo), con exudado escaso,
gomoso que brota en puntos aislados (Guevara, 1988); en los árboles jóvenes es de
color gris claro (Figura 3) y ligeramente dividida en placas por leves fisuras y que en
los ejemplares maduros la corteza se agrieta y las hendiduras van aumentando con
la edad del árbol, asimismo, que la corteza de las ramitas es de coloración pardusca
y que presentan puntos ligeramente levantados (lenticelas), por último, se cita que la
corteza interior es de color rosado o castaño claro, fibrosa y amarga y que los
árboles de gran tamaño presentan contrafuertes en la base del tronco (Betancourt,
1983).
La corteza externa en árboles grandes es ampliamente fisurada con las costillas
escamosas, de color pardo grisácea a morena rojiza y la interna es rosada
cambiando a pardo amarillenta, siendo ésta de estructura fibrosa y de sabor amargo
de un grosor de 20 mm (Pennington y Sarukhán, 1998 b y Sánchez, 1998).
3.1.6. Hojas
Las hojas están dispuestas en espiral, paripinadas o imparipinadas, de 15 a 50 cm
incluyendo el pecíolo, compuestas por 5 a 20 foliolos opuestos o alternados y con un
olor penetrante a ajo cuando se estrujan, de 4.5 x 2 a 14 x 4.5 cm, lanceolados u
oblongos, asimétricos, con el margen entero, ápice acuminado, base muy asimétrica,
una mitad redondeada y otra aguda, el color es verde oscuro en la haz (Figura 3) y
70
verde pálido o verde amarillento en el envés (Pennington y Sarukhán, 1998 b; Rojas,
1995 y Sánchez, 1998).
3.1.7. Flores
El cedro rojo es una especie monoica, con flores pequeñas y perfumadas, de color
blanco, perfectas agrupadas en racimos florales o panículas grandes de 30 a 50 cm,
con cáliz irregularmente dentado, masculinas y femeninas en la misma
inflorescencia, en panículas terminales de 15 a 30 cm, de largo (Pennington y
Sarukhán, 1998 b; CNIC, 2005; Sánchez, 1998), pueden ser hasta 40 cm de largo
finamente pubescentes; pedicelos de 1 a 2 mm, de largo; flores suavemente
perfumadas, actinomorfitas; cada flor blanca tiene un cáliz en forma de copa de más
de 1.6 mm de largo, dentado irregularmente, partido por un lado y liso y sin vello
(Manzanilla et al., 2001).
En cuanto a las flores masculinas, el cáliz es de color verdoso de 2 a 3 mm de largo,
infundibuliforme o anchamente tubular, con 5 dientes agudos pequeños y desiguales,
ciliados; corola de color crema verdosa tubular en la prefloración, abriéndose en 5
pétalos, cerca de 7 a 8 mm de largo, con el ápice agudo o redondeado, con una
proyección aplanada en la superficie interior cerca de la base, la cual entra en uno de
los surcos del ginóforo, imbricados, pubescentes en ambas superficies; con 5
estambres de 2 a 3 mm de largo, insertos cerca de ápice del ginóforo glabros;
anteras de 1.5 mm de largo; ovario situado sobre un ginóforo alargado y
longitudinalmente surcado, de 3 mm de largo incluyendo el ginofóro, 5- locular,
lóculos multiovulares; estilo glabro excediendo apenas a los estambres, glabro;
estigma verde y grande truncado (Manzanilla et al., 2001).
Las flores femeninas son parecidas al las masculinas, pero estas presentan las
anteras abortivas sin polen, delgadas, el estigma es verde, globoso y capitado. La
cápsula leñosa es redondeada en ambos extremos y el ovario hinchado. Florece de
mayo a Agosto. Cáliz verdoso, de 2-3 mm de largo, con 5 dientes agudos,
desiguales, ciliados en el margen; corola de color crema verdoso, con 5 pétalos
lineares, de 7-8 mm de largo, pubescentes; androceo con 5 estambres, insertos
cerca del ápice del ginóforo, glabros. Pistilodio sobre el ginóforo, estrecho, con 5
lóculos y óvulos rudimentarios; estilo ligeramente excediendo a los estambres;
estigma verde, grande, truncado. Flores femeninas parecidas a las masculinas pero
con
las
anteras
abortivas,
sin
polen
y
el
ovario
hinchado
(http://www.arbolesornamentales.com/Cedrelaodorata.htm; Pennington y Sarukhán,
1998 b; CNIC, 2005).
71
3.1. 8. Frutos
Los frutos se desarrollan en infrutescencias hasta de 30 cm, péndulas, es una
cápsula con dehiscencia longitudinal septicida, de 2.5 a 5 cm de largo, de 4 a 5
valvadas, elipsoide a oblongas, de color pardo verdosas a morenas (Figura 3) con
numerosos grupos de lenticelas pálidas, glabras, con un fuerte olor a ajo y
produciendo un exudado blanquecino y acuoso cuando están inmaduras; contienen
alrededor de 30 semillas aladas de 2 a 2.5 cm incluyendo el ala, de color morena
(Pennington y Sarukhán, 1998 b; CNIC, 2005; Sánchez, 1998).
Los frutos son cápsulas de color marrón oscuro y que al madurar se abren en el árbol
(Lamprecht, 1990 citado por Rojas, 1995); es una cápsula leñosa, dehiscente, de
oblongo-elipsoide a obovoide, de 2,5-5 x 1 cm, colgante, que se abre por 5 valvas y
contiene alrededor de 30 a 50 semillas aladas de 2-3.5 cm de largo incluida el ala
(http://www.arbolesornamentales.com/ Cedrelaodorata.htm; Sánchez, 1998).
Figura 3. A) Ramas B) Frutos. C). Ramas. D) Corteza E) Tronco y F) Plantación de Cedrela odorata,
en el municipio de Múgica, Michoacán.
72
3.2. DISTRIBUCIÓN Y HÁBITAT
3.2.1. Distribución geográfica
C. odorata está ampliamente distribuida en Latinoamérica, pero en áreas
discontinuas y describe que se le ubica desde los 24º Norte hasta los 10º Sur,
abarcando México, Centroamérica, las Antillas, el Norte de Sudamérica, hasta
alcanzar Perú y Brasil (Rojas, 1995). También se señala que se distribuye en
América del Sur y Central, desde México hasta Bolivia y Argentina desde los 27º Sur
a 24º Norte, incluidas las islas del Caribe (Webb, 1980; CNIC, 2005).
En México se encuentra en la vertiente del Golfo, desde Tamaulipas hasta la
Península de Yucatán y en la vertiente del Pacífico, desde Sinaloa hasta Chiapas. Se
reporta en los estados de Campeche, Colima, Chiapas, Durango, Guerrero, Hidalgo,
Jalisco, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, San Luis
Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán
(http://www.conabio. gob.mx/conocimiento/info_especies/arboles/doctos/36-melia2m.
pdf; Sánchez, 1998).
3.2.2. Clima
C. odorata crece bien en climas estacionales con uno o dos periodos secos bien
definidos, encuentra sus mejores condiciones de crecimiento y desarrollo en las
zonas húmedas de las regiones tropicales y subtropicales y en las zonas más secas,
si hay agua disponible (Holdrige, 1976 citado por Melchor y Barrosa, 1994; CNIC,
2005). Se menciona que se desarrolla en forma natural en regiones húmedas
(Sandoval, 1995).
Las precipitaciones en donde habita la especie varían de 1,200 a 2,000 mm anuales,
con una estación seca de tres a cuatro meses (Boscopé et al., 1957; Navarro y
Vázquez, 1987 y CNIC, 2005).
También se menciona que alcanza sus máximos tamaños e incrementos en zonas
con precipitaciones entre 2,500 a 4,000 mm anuales y que en zonas con
precipitaciones notablemente menores no se desarrolla tan bien y presenta fustes
cortos y frecuentemente torcidos (Pennington y Sarukhán, 1998 b).
También se cita que requiere para su desarrollo y crecimiento satisfactorio
precipitaciones de 1,600 a 2,500 mm anuales (Webb, 1980). Se refiere que su óptimo
desarrollo lo alcanza con precipitaciones entre 1,200 y 2,500 mm anuales (CNIC,
2005).
En áreas de precipitaciones tan elevadas como 3,000 mm anuales, el cedro está en
el límite extremo de su distribución natural, por lo tanto, su establecimiento ofrece
mayores dificultades en estas regiones que entre 2,000 a 2,250 mm anuales
(Manzanilla et al, 2001). Según Wadsworth (1960) citado por Manzanilla et al.,
73
(2001), el cedro puede sobrevivir en lugares con precipitaciones anuales de inferiores
a los 1,000 mm pero crece muy lentamente y con fustes por lo general mal
conformados.
En Colombia se desarrolla en lugares que presentan precipitaciones de 2,000 a
3,000 mm anuales (Guevara, 1988), sin embargo, en el Estado de Veracruz, México,
se presenta en un rango diferente que va de 800 a 3,000 mm anuales (Melchor y
Barrosa, 1994).
El cedro rojo requiere para su desarrollo y crecimiento temperaturas máximas
promedio del mes más cálido de 20 a 32 ºC, con temperaturas mínimas promedio del
mes más frío de 11 a 22 ºC y una temperatura promedio anual de 22 a 32 ºC (Webb,
1980; CNIC, 2005). Su óptimo desarrollo lo alcanza en temperaturas medias de 25
ºC (CNIC, 2005).
Otras fuentes citan que el cedro rojo puede sobrevivir en lugares con temperaturas
promedio durante el mes más caluroso del año de 33 º C y una temperatura mínima
de durante el mes más frío del año de 14 ºC, y que crece en selvas tropicales libres
de heladas, aunque aclaran que ha sido reportado en latitudes extremas de 24 º al
Norte y 28º al Sur en donde ocasionalmente pueden presentarse algunas heladas
(Manzanilla et al., 2001). Finalmente, otras referencias mencionan que su óptimo
desarrollo lo alcanza a temperaturas medias de 25 ºC (CNIC, 2005).
En Cuba se encuentra en las regiones donde las temperaturas oscilan entre 21 ºC
(Tope de Collantes) y 26.4 ºC (Santiago de Cuba); aunque a mayor altura sobre el
nivel del mar que la de Topes de Collantes, la temperatura media debe ser inferior a
la reportada para este lugar; tolera máximas absolutas superiores a 36 ºC y mínimas
absolutas por debajo de 5 ºC (Betancourt, 1983).
En la isla de Trinidad, donde se cultiva esta especie y que también existe en forma
natural, los promedios de temperaturas máximas, en la estación de calor son
ligeramente superiores a 32 ºC y los promedios de las mínimas, en la época fresca
son de 20 ºC.
3.2.3. Altitud y topografía
El cedro rojo se desarrolla en altitudes que varían desde el nivel del mar hasta 800
m, incluso hasta los 1,200 msnm (Webb, 1980; CNIC, 2005), pero en Cuba los
árboles de esta especie se localizan desde pocos metros sobre el nivel del mar hasta
los 700 a 800 m (Betancourt, 1983) asimismo, en México puede vivir desde la orilla
del mar hasta los 800 m que casi coincidiendo con Melchor y Barrosa (1994), al
señalar que esta especie prospera en sitios que presenten altitudes 0 a 1,000 m. Se
cita que su óptimo desarrollo lo alcanza en altitudes hasta 1,500 m (CNIC, 2005).
74
Otros autores opinan que se desarrolla desde el nivel del mar hasta los 2,400 msnm,
en regiones húmedas (Navarro y Vázquez, 1987).
3.2.4. Suelos
C. odorata es una especie exigente en suelos fértiles, ricos en materia orgánica,
profundos con buen drenaje, con buena disponibilidad de elementos mayores
especialmente, fósforo, potasio, calcio y bases intercambiables; algunas referencias
mencionan que no tolera las áreas pantanosas, y que la materia orgánica y la cal
juegan un papel importante en el comportamiento de los árboles (Betancourt, 1983;
Holdrige, 1976 citado por Melchor y Barrosa, 1994; CNIC, 2005; Monroy, 1998).
El pH que requiere se encuentre entre 5 y 7, por encima de 7 no es un factor decisivo
en el desarrollo de los cedros, pero por debajo de 5, pudiera afectar la presencia de
hongos y bacterias favorables al cedro (Roig, 1946 citado por Betancourt, 1983). Los
dos requisitos fundamentales son la ausencia de saturación hídrica y abundante
suministro de elementos nutritivos (CNIC, 2005).
Está especie requiere de suelos con texturas arenosas, franco arenosas o arcillosas,
con pH neutro, con buen drenaje y fértiles (Webb, 1980). En suelo de origen
volcánico o calizo, con buen drenaje y más o menos profundo, se presentan buenos
incrementos en altura y diámetro (Bertoni y Juárez, 1980). En tanto que Manzanilla et
al. (2001), describen que los cedros crecen bien en suelos mayormente calcáreos,
fértiles, buen drenaje y poca acidez.
3.2.5. Vegetación asociada
C. odorata tiene una amplia distribución en ambas vertientes de la República
Mexicana, forma parte de la vegetación primaria y secundaria de las selvas altas y
medianas perennifolias y subperennifolias (Monroy, 1998; Sánchez, 1998). En el
estado sucesional de los bosques intervenidos, está considerada como una especie
secundaria tardía por tolerar cierto nivel de sombra en su etapa juvenil, donde es
frecuente encontrarla compitiendo con especies tales como: guarumbos (Cecropia
spp.), vainillos (Jacaranda spp.), tachuelo (Zantoxylum tachuelo), guamos (Inga
spp.), peinemono (Apeiba aspera), Higuerón (Ficus spp.), jagua (Genipa sp.),
puntelanza (Vismia sp.), siete cueros (Miconia sp.), árbol de pan (Arthocarpus
comunis), etc. (Guevara, 1988). También se asocia con C. fissilis, Carapa
guianensis, Cordia elliodora (R. Et pav.) Champ., y Tabebuia rosea (Bertol) DC.,
entre otras (Navarro y Vázquez, 1987).
En Colombia el cedro rojo es una especie dominante en el clímax de los bosques
bajos, en donde es frecuente encontrarlo asociado con especies como caoba
(Swietenia macrophylla), abarco (Cariniana pyriformis), roble (Tabebuia rosea),
sande (Brosimum utile), nuánamo (Virola sp.), ceiba tolúa (Bombacopsis quinatum),
75
quipo (Cavallinesia plantanifolia), caidita (Nectandra sp.), tachuelo (Zantoxylum
tachuelo), guino (Carapa guianensis) etc. (Guevara, 1988).
3.3. SILVICULTURA
3.3.1. Bosques naturales
El cedro rojo es una especie pionera longeva, encontrándose por ello en el piso
superior del bosque natural y se regenera abundantemente en los claros del bosque,
en superficies anteriormente cultivadas y también bajo un dosel ralo en condiciones
medioambientales favorables. Asimismo, por ser altamente susceptible a Hypsiphylla
grandella no se debe de plantar en rodales puros sino en mezclas; se debe tener
cuidado de que disponga de suficiente luz desde arriba. Explicó que por sus rápidos
crecimientos, los árboles alcanzan en pocos años grandes dimensiones por lo que
las limpias y los aclareos se deben de realizar con cuidado para no dañar el sistema
radical, el cual es frecuentemente superficial (Lamprecht, 1990 citado por Rojas
1995).
3.3.2. Floración y fructificación
La floración del cedro rojo comienza antes de los 10 años, a partir de los cuales se
repite anualmente. El inicio de la floración ocurre en la estación lluviosa, usualmente
de marzo-abril a junio. Los frutos aparecen en junio y maduran hacia agosto. En la
zona cafetera florece de septiembre a diciembre y fructifica de enero a marzo (CNIC,
2005; Sánchez, 1998; Betancourt, 1988).
El cedro rojo es una especie con follaje caducifolio y los árboles tiran las hojas
cuando han madurado totalmente los frutos de la temporada anterior. En cuanto a la
floración, la especie florece de mayo a agosto (octubre). En Los Tuxtlas, Veracruz,
florece de marzo a abril. En relación a la fructificación, los frutos maduran en abril y
mayo del año siguiente, cuando el árbol ha tirado sus hojas. En Los Tuxtlas,
Veracruz, fructifica de enero a abril y de septiembre a octubre
(http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/info_especies/arboles/doctos/36-melia2m.
pdf).
En Colombia se realizaron registros fenológicos sobre esta especie teniéndose los
resultados siguientes:
En Tumaco, la caída del follaje se inicia en septiembre y se extiende hasta diciembre,
periodo de menor precipitación; a medida que aumenta la precipitación de enero a
mayo se presenta la brotación del follaje e inmediatamente después la fase de
floración; en los meses más lluviosos (mayo y junio) aparecen los frutos verdes que
maduran en agosto, reiniciándose nuevamente el ciclo (Betancourt, 1988).
76
En Bojoyá-Medio Atrato (Chocó), la caída de follaje se inicia en octubre y se extiende
hasta enero y febrero, los meses más secos del año. Inmediatamente se inicia el
proceso de rebrote de follaje ocurriendo en abril, mes en que se inicia el periodo más
lluvioso del año (Betancourt, 1988).
En la zona de Urabá, La floración se inicia en abril y continúa hasta septiembre,
mientras que la fructificación comienza en junio para terminar en abril, con la
dehiscencia de los frutos y la caída de la semilla, lo que coincide con la defoliación
del árbol en la época de seca. En los meses de marzo y abril se inicia la aparición del
follaje que continua hasta junio (Betancourt, 1988).
En Turrialba Costa Rica, empieza a brotar entre mayo y junio (Logan, 1965 citado por
Enríquez, 1985); en México, específicamente en el estado de Campeche, el
crecimiento más intenso del cedro es de junio a septiembre (Cedeño, 1975 citado por
Enríquez, 1985).
3.3.3. Producción y diseminación de semilla
Las plantas de cedro rojo producen abundante semilla con poder germinativo inicial
de 80 a 90%, el cual disminuye rápidamente en condiciones climáticas ordinarias
(Bascope et al., 1957 citado por Enríquez, 1985). La viabilidad de la semilla
disminuye a menos del 50%, cuando se almacena en condiciones naturales por más
de cinco meses después de su recolección (Guido, 1993).
En Colombia la dispersión de la semilla se genera a través del viento (anemócora)
debido a que la semilla es alada. En zonas de llanura donde se presenta una
abundante regeneración natural, el principal mecanismo de dispersión son las
crecientes y avenidas de los ríos (Guevara, 1988).
Cada fruto puede tener de 25 a 40 semillas fértiles, además, señalan que las semillas
son aladas y que se desprenden de las cápsulas a medida que éstas abren y con la
ayuda del viento viajan a grandes distancias (Manzanilla et al., 2001; Castillo, 1999 a;
CNIC, 2005).
Se reporta que en un kg de semilla de cedro rojo puede contener desde 45,000 a
60,000 semillas, pudiéndose establecer un promedio de 40,000 semillas que miden
de 20 a 25 mm de longitud y representan el 8 al 10% del peso del fruto seco
(Manzanilla et al., 2001 y Castillo, 1999 a).
Los árboles alcanzan la madurez reproductiva cuando tienen de 10 a 15 años de
edad o 30 cm de diámetro a la altura de 1.30 cm. Asimismo, indican que los árboles
aislados con poca competencia, son lo que producen mayor cantidad de semilla y
aclaran que una vez que fructifica un árbol por primera vez este continúa haciéndolo
abundantemente cada año o cada 2 años (Manzanilla et al., 2001).
77
3.3.4. Tolerancia a factores ambientales
En un estudio sobre regeneración natural realizado en Venezuela, indica que la
ausencia o escaso número de árboles de cedro rojo en el rodal de estudio,
probablemente sea por ser una especie intolerante y para su regeneración y
desarrollo necesita plena luz (Enríquez, 1985).
El cedro rojo es una especie heliófila, es decir, que demanda una gran cantidad de
luz para su desarrollo, de rápido crecimiento relativo y el desarrollo posterior de la
regeneración, depende considerablemente de la competencia de la vegetación
secundaria (acahual), la cual puede llegar a suprimirla, sobreviviendo aquellos
individuos que pueden sostener un crecimiento vertical continuo y vigoroso (Melchor
y Barrosa, 1994).
En el estado sucesional de los bosques intervenidos, el cedro rojo esta considerada
como una especie secundaria tardía, por tolerar cierto nivel de sombra en su estado
juvenil (Guevara, 1988).
El cedro es muy susceptible a la podredumbre de las raíces, lo que generalmente
esta asociado a un suelo muy húmedo, y se ha registrado baja supervivencia de
árboles en zonas que presentan ciertos niveles de inundación, sobre todo en los
meses de mayor precipitación, aunque puede tolerar inundaciones periódicas tales
como las que producen los ríos o arroyos (Manzanilla et al., 2001).
C. odorata puede sobrevivir largas temporadas de sequías anuales, perdiendo sus
hojas y volviendo a retoñar con el retorno de las lluvias. Sin embargo, una humedad
adecuada del suelo y de la atmósfera durante la estación de crecimiento se
considera esencial (Lamb, 1968 citado por Manzanilla et al., 2001). Por lo tanto,
crece muy mal en suelos arenosos y francos de arena fina, debido a que son
excesivamente secos (Manzanilla et al., 2001).
3.3.5. Densidad
En general resulta muy difícil cuantificar la densidad de esta especie en condiciones
naturales, debido fundamentalmente a que ha sido muy codiciada y por lo tanto muy
disminuida en los bosques naturales de nuestro país. Al respecto, Cintron (1999)
citado por Manzanilla et al (2001), menciona que los bosques naturales en que habita
cedro rojo en México (460,000 ha) se tiene una producción anual de 2,000 m3 o sea
0.004 m3/ha, que equivale en promedio, a menos de un árbol por hectárea. Las bajas
densidades podría deberse principalmente a los aprovechamientos selectivos de la
especie y aunado a su poca o nula regeneración natural.
En Cuba la densidad es de 22 árboles por ha en suelos calizos de bosques
semidesciduos, en Perú la densidad es de 19 árboles por ha, en Puerto Rico en
bosque húmedo disminuyó de 20 a 10 árboles por ha durante un periodo de 24 años
(Manzanilla et al., 2001).
78
3.3.6. Plagas
En Cedro rojo la plaga principal es el barrenador de la yema apical es el lepidóptero
H. grandella (Betancourt, 1983). La Península de Yucatán y en general en la zona
tropical del país, han mostrado la posibilidad y rentabilidad de plantaciones con cedro
y caoba. Sin embargo, las plantaciones han enfrentado el problema del barrenador
de las meliáceas (H. grandella) que ataca el ápice o punta de las ramas provocando
la bifurcación de los árboles y el consecuente retraso en el crecimiento y
malformación del árbol.
Por lo general, los ataques no causan la muerte de los árboles; sin embargo, existen
casos en que repetidos ataques han propiciado el debilitamiento del árbol y
posteriormente su muerte. El ataque a plantas jóvenes puede darse aún antes de
salir del vivero y antes de llegar a la madurez. Sin embargo, los ataques principales y
más dañinos ocurren durante los primeros cuatro años de vida de la plantación. Los
árboles jóvenes son más afectados debido a la mayor dependencia de crecimiento
del meristemo apical (Díaz, 1999 a).
El control de H. grandella se lleva a cabo mediante:
 Control manual. Se practica cuando el ataque del barrenador ya está presente
y ha provocado la muerte del brote principal, por tanto, la emisión de dos o
más brotes haciéndose necesaria esta operación para corregir los daños que
ocasiona la plaga. Consiste en la selección del brote más vigoroso de los
existentes y la eliminación de los restantes. Se recomienda hacer la aplicación
de esta operación a la mitad de la temporada de lluvias y deberá tenerse el
cuidado de dejar una sección de los brotes eliminados de entre 5 y 8 cm, con
la finalidad de reducir el efecto de pudriciones al quedar las heridas expuestas
al efecto de hongos. Se recomienda utilizar un fungicida para sellar la herida y
prevenir las pudriciones.
 Control silvicultural. Este método aprovecha el efecto protector de otras
especies que crecen espontáneamente entre las hileras de plantación de
caoba o cedro. De esta manera, al limpiar la plantación para evitar la
competencia de maleza, solamente se limpia la calle donde se encuentra la
línea de plantación, dejando la vegetación a los lados de la línea de plantas
para que formen una barrera que proteja a los árboles.
 Control químico. Debe provenirse y combatirse con insecticidas–nematicidas
de tipo carbámico de contacto, ingestión y sistémico; por ejemplo, el control se
realiza aplicando Carbofurán 5%® en dosis de 5 g/planta recién establecida o
Carbofurán 50-L® en dosis de 1.5 L/ha durante la época de lluvias (Díaz, 1999
a; Rivera, 1999).
79
 Control biológico. Se le puede combatir con aplicaciones mensuales de
Beauveria bassiana, hongo que parasita al insecto y que mantiene su
población en niveles muy bajos (Sánchez, 1998). El hongo infecta a las larvas
del barrenador de brotes (H. grandella) por contacto de las esporas, las cuales
germinan y penetran el cuerpo de la larva reduciendo su actividad y
provocándoles la muerte. Esto sucede alrededor de los dos o tres días
después de la aplicación, posteriormente las larvas cambian de color
blanquecino y de aspecto turgente, a color café claro. En el campo, cuando
hay suficiente humedad en el ambiente, el hongo crece y aparece en los
brotes dañados con un aspecto algodonoso. De esta manera, con el viento las
esporas se dispersan para encontrar un nuevo huésped. El hongo se produce
sobre un sustrato de arroz y de esta manera se comercializa y para usarlo
debe ser fresco y que no se encuentre contaminado, para tener mayor
efectividad en campo. Este insecticida biológico se disuelve bien en agua
limpia, a razón de 5 g/L y 30 ml del adherente Bionex® o Agral plus® por cada
50 L de la mezcla (INIFAP, 1997 a).
Otro tipo de control biológico es el uso de la bacteria Bacillus thuringiensis, que ataca
a las larvas de H grandella por ingestión, es decir, cuando la larva empieza a
alimentarse de los brotes donde se aplicó la bacteria. Se le conoce comercialmente
como Javelin®, Biotrol®, Thuricide®, Dipel®, Agree®, Agritol®, entre otras. Para el
control de larvas de H. grandella se utiliza una dosis de 5 g/L de agua y la
preparación es igual que para B. bassiana.
La aplicación de B. bassiana y B. thuringiensis se realiza directamente a los brotes,
follaje y fuste de cada árbol. Para obtener mejores resultados, se recomienda
aplicaciones cada mes, con ambos microbios, durante todo el periodo de lluvias, aun
cuando al principio no se observe la incidencia de la plaga. Las inspecciones y
muestreo en campo deben realizarse periódicamente una vez que ha iniciado la
temporada de calor, desde los meses de marzo o abril, para la detección temprana
de la plaga. Las dosis usadas y recomendadas no deben tomarse aun como
definitivas, ya que aún no se concluye la investigación en este aspecto (INIFAP, 1997
a).
También, en el control biológico de H. grandella, en Trinidad, Guayana y Florida, los
enemigos naturales encontrados son: Apanteles sp. e Ipobracon sp., las cuales son
avispas de la familia Braconidae; Sarcophaga sp., mosca de la familia
Sarcophagidae, Microbracon cushmani, avispa de la familia Braconidae; Stenarella
brevicaudis Szep., avispa de la familia Ichneumonidae; 2 moscas de la familia
Tachinidae, sin determinar el género ni especie; una avispa de la familia Chalcididae
y otras avispas de la familia Trichogrammidae, esta última parasitando los huevos.
También de hace mención de un hongo, aparentemente del género Cordyceps, como
parásito de H. grandella. Existen otros insectos o plagas que atacan al cedro rojo
pero el daño que causan es de escasa importancia, comparado con H. grandella
(Betancourt, 1983).
80
Otra plaga importante es el barrenador del tronco (Chrysobothris yucatanenses), que
ocasiona serios problemas a las plantas de cedro principalmente en las edades
tempranas. La larva es deprimida dorsoventralmente, sin patas, con la cabeza
pequeña y con los dos o tres primeros segmentos torácicos muy amplios, dando
aspecto de martillo, el abdomen es delgado, largo y segmentado. El adulto es un
escarabajo de tamaño mediano, generalmente de color oscuro metálico.
La larva causa los mayores daños debido a que se alimenta de la corteza y la albura.
Por lo general es una plaga secundaria, sin embargo, en las plantaciones de cedro
rojo es una plaga primaria, es decir, causa la muerte de árboles sanos.
El ataque de las larvas en los árboles además de debilitarlos puede ocasionar su
muerte, debido a que abre los vasos leñosos y liberianos. Además, que las galerías
dentro del tronco dañan la madera, y también debilitan el sostén del árbol, por lo que
los vientos pueden quebrarlos con facilidad. Los árboles como respuesta al ataque
de este insecto emite una gran cantidad de gomo-resina que provoca su
debilitamiento y por lo tanto el ataque de hongos que ocasionan su muerte.
La época de mayor ataque es principalmente en los meses de enero a junio, por lo
que se debe tener mayor cuidado en la supervisión de las plantaciones en esta
época. Se recomienda la aplicación de insecticidas sistémicos en la base del tallo y
el uso del caldo bordelés. Es importante señalar que se debe aplicar principalmente
en forma preventiva, ya que de lo contrario la larva puede alcanzar la médula de la
planta y disminuir la eficiencia del insecticida (Marín, 1999).
Las hormigas son un factor importante en el establecimiento de las plantaciones de
cedro rojo y su combate debe iniciarse antes de la remoción de vegetación,
procediendo a localizar los hormigueros en una superficie que cubra por lo menos
100 m alrededor del sitio de plantación. Se aplica un insecticida de los
organofosforados de contacto (INIFAP, 1997 b).
3.3.7. Enfermedades
Una enfermedad del cedro, en Cuba, es la pudrición del corazón, producida por el
basidiomiceto Fomes cedrelae (Murr.) Sacc y Trott. (Fulviformes cedrelae Murr.) y
cuando avanza en su desarrollo, los árboles se ahuecan interiormente. En estados
más avanzados del mal, cuando el corazón está ya bien descompuesto, pero el árbol
continua vivo, suelen salir cerca de la base, o en donde exista alguna herida,
grandes esporóforos del hongo de 10 a 17 cm de ancho, color amarillento oscuro por
arriba y más claro por abajo, conocidos vulgarmente con el nombre de ―orejones‖ y la
madera podrida por el hongo es quebradiza (Betancourt, 1983).
En la región oriental de Cuba se presentó una enfermedad, no identificada, que
afectó a árboles de cedro tanto en bosques naturales como en plantaciones. Los
síntomas en la primera fase se observan pequeñas pústulas en la parte externa de la
corteza, posteriormente, se produjo la destrucción de los tejidos y se inició la
81
formación de cavidades en las que se acumuló un líquido viscoso. Al progresar la
infección se observaron ataques de escolítidos sobre la madera afectada. Por último,
las cavidades alcanzan gran desarrollo y la corteza de la parte afectada se hincha y
se raja, dando salida a la goma acumulada, la banda dañada muere y se secan las
ramas correspondientes a ella (Betancourt, 1983).
3.3.8. Sistemas y prácticas silvícolas
Se recomienda aplicar aclareos sucesivos por fajas, porque estas prácticas permiten
el desarrollo del cedro bajo condiciones satisfactorias, sin perturbar la estructura
normal del suelo forestal (Manzanilla et al, 2001). Estas prácticas suelen ser más
efectivas cuando son ligeras y se efectúan en las zonas más secas y que se puede
ayudar a la presencia del cedro haciendo plantaciones de enriquecimiento y de
cortinas rompevientos, en este ultimo caso se debe de evitar árboles de gran tamaño
debido a que causan mucho daño en el momento de la cosecha (Manzanilla et al.,
2001).
En México la práctica de cortar árboles maduros bajo un sistema de selección, mal
aplicado en algunos casos, que sin buscar primeramente favorecer la regeneración
natural ha contribuido notablemente a reducir las existencias de C. odorata. La
regeneración natural se puede fomentar creando aberturas a sotavento en árboles en
edad de producir semilla. El tiempo oportuno para crear tales aberturas es un factor
muy significativo, ya que es muy importante que los árboles se regeneren y
establezcan sus raíces lo mejor posible antes de que se desarrolle el resto de la
vegetación (Manzanilla et al., 2001).
Las limpias y los aclareos se deben de realizar con cuidado, para no dañar el sistema
radical, el cual es muy superficial.
3.3.9. Crecimiento y rendimiento volumétrico
Bajo las condiciones más favorables de crecimiento, la altura de los árboles jóvenes
de cedro rojo puede alcanzar 2.3 m/año. En México el promedio del incremento anual
en diámetro a una edad promedio de 46 años fue de 14 mm. En suelos calcáreos de
Cuba, el promedio del incremento anual del diámetro fue de 3 mm a través en un
período de cuatro años. En las llanuras en Perú el área basal fue de 13.2 m 2/ha y el
volumen comercial fue de 160 m3/ha (Manzanilla et al., 2001).
3.3.10. Edad de rotación, turno
El tiempo de vida de un árbol de cedro es por lo menos de 120 años, la edad de
rotación suele ocurrir entre los 30 y 40 años de edad. Sin embargo, si se controlan
los ataques del insecto barrenador de brotes se puede cosechar entre 16 a 18 años,
si se ha entremezclado con cultivos agrícolas (Manzanilla et al., 2001).
82
3.3.11. Regeneración natural
La producción de semilla de cedro rojo es anual, abundante y es dispersada por el
viento, sin embargo, la regeneración natural es escasa; en el bosque alto mesofítico,
por lo general se limita a sitios próximos a árboles semilleros donde por alguna razón
exista algún claro en la cubierta foliar de copas. Asimismo se ha señalado que en los
bosques de segundo crecimiento con un dosel ralo, o bien en campos que fueron
dedicados a cultivos agrícolas y posteriormente abandonados, se observa mayor
cantidad de brinzales que en los bosques altos (Betancourt, 1983).
En Honduras Británica (Belice), se encontró que después de un incendio forestal
rastrero, se produjo una magnífica regeneración de cedro y caoba de árboles que
sobrevivieron al incendio y se cree que se debió a las condiciones de buena
luminosidad existente, la reducción de la competencia radical y al incremento de
elementos nutritivos disponibles, especialmente el potasio, a causa de la quema de
la hojarasca; en Cuba, también se han observado buenas regeneraciones naturales
en lugares donde se ha talado el monte y posteriormente se queman los residuos.
El cedro rojo es una de las especies de mayor importancia en las zonas tropicales
del país, en donde se encuentra más frecuentemente en vegetación secundaria; en
los trabajos de regeneración natural se ha tenido poco éxito, debido a que en los
bosques tropicales hay escasez de árboles semilleros y a que las plántulas
frecuentemente son suprimidas por otras especies de más rápido crecimiento
(Enríquez, 1985).
Se concluye que con la explotación del bosque tropical basado en el manejo natural
intensivo, es sumamente difícil obtener rendimientos aceptables debido a:
a). El establecimiento de la regeneración natural en cedro rojo está limitado por la
falta de árboles semilleros en suficiente número y bien distribuidos, y que además
existen los inconvenientes de la producción irregular de la semilla y los problemas de
la diseminación de las mismas.
b). Las experiencias en regeneración natural incluso bajo los tratamientos intensivos
se ha demostrado que no son factibles.
c). Es difícil producir el número de árboles de cedro rojo que se espera en la cosecha
final, porque depende del papel de otras especies que intervienen en este aspecto.
Esta situación ha llevado a numerosos técnicos a recomendar la repoblación del
bosque tropical por medio de plantaciones para incrementar las existencias de
maderas preciosas (Enríquez, 1985).
Se cita que el establecimiento de la regeneración natural bajo tratamientos intensivos
han demostrado que no son factibles económicamente (Enríquez, 1985).
83
3.4. PRÁCTICAS DE VIVERO
3.4.1. Manejo y almacenamiento de semillas
La recolección de semilla se realiza, preferentemente en marzo, aunque en algunos
sitios o años se adelante desde febrero o se retrasa hasta el mes de abril. Se
recomienda que con anticipación a la época de cosecha, se revisen los árboles con
semilla para verificar el estado de madurez de los frutos. Para comprobar si las
cápsulas están maduras, se abren algunas y se observa el color de las semillas que
debe ser castaño claro. Los frutos se recogen a mano sobre los árboles o se cortan
con implementos adecuados o bien se sacuden las ramas para que caigan los frutos
y recogerlos en el suelo (Betancourt, 1983).
Para facilitar la apertura de las cápsulas, se colocan al sol durante 2 a 3 días en
capas de poco espesor, sobre mantas de lona o en cajas de madera de base amplia
y poca altura. Después de abiertas las cápsulas se utiliza un tamiz apropiado con el
fin de eliminar las simientes que no lograron desarrollarse. Cuando las semillas están
bien secas, se envasan en vasijas de cierre hermético y se almacenan en cámaras
de refrigeración, a temperaturas de 3 a 5 ºC. En Puerto Rico, la semilla es
almacenada con un sistema de refrigeración durante 2 meses y que a temperaturas
bajas se puede almacenar convenientemente durante 8 meses; aunque se obtiene
germinación de la semilla hasta después de 2 años (Betancourt, 1983).
La cantidad de semilla se asegura realizando la selección de árboles maduros
(mayores de 8 años), sanos, vigorosos, sin ramificaciones repetidas y bifurcaciones,
tronco lo más recto posible y de copa mediana a pequeña; para colectar se debe
usar una garrocha o pértiga, con una cuchilla en un extremo para cortar las ramillas
con frutos, en caso necesario, conviene subirse a los árboles, para obtener la semilla
de la parte media y superior de la copa de los árboles. Los frutos se limpian de
impurezas, luego sobre una manta se ponen a secar al sol durante dos o tres días,
para que abran y se libere la semilla (Melchor y Barrosa, 1994).
Se recomienda que la semilla se utilice el mismo año de colecta, debido a que el
poder germinativo disminuye rápidamente, el cual es de 80% a los dos meses y
hasta el 30% a los seis meses. Sin embargo, se aclara que se puede almacenar
hasta un año, empleando para ello frascos o botes cerrados herméticamente a la
temperatura de 4 ºC, en lugares secos, frescos y escasa iluminación, tratada con
fungicida tales como Captán o Arazán (Melchor y Barrosa, 1994).
3.4.2. Germinación
La germinación del cedro es epígea y dura de 2 a 4 semanas, esta se efectúa con
éxito colocando las semillas en arena y cubriéndolas con el mismo material hasta
una profundidad de 10 a 20 mm, manteniéndolas en la oscuridad a una temperatura
de más de 30 ºC. Las semillas también pueden ser sembradas en hileras en suelo
84
arenoso, con buena aereación, cultivado y fértil, luego cubierto con carbón, arena ó
aserrín para evitar que sean dispersadas por el viento o el agua; también se
siembran en bolsas de polietileno de 127 x 229 mm, con suelo arenoso y corteza de
pino descompuesta. Cualquiera que sea el método, es esencial que el suelo sea
esterilizado para evitar una infestación de nemátodos y hongos (Manzanilla et al.,
2001). Se cita que a los 10 días se obtiene un 75% de germinación (Castillo, 1999 a).
El suelo del almácigo deberá ser arenoso, fértil y bien drenado. La germinación de la
semilla se inicia entre los 6 a 10 días pudiéndose prolongar hasta 20 a 25 días
después de la siembra y si la semilla es fresca la germinación oscila entre 60 y 90%.
Para obtener buen desarrollo se deben regar los almácigos diariamente durante los 3
a 4 primeros meses y después aplicarles riegos intensos en días alternos
(Betancourt, 1983).
Otra fuente cita que la semilla se siembra al voleo, uniformemente en el almácigo y
se cubre con una capa de sustrato no mayor de un centímetro y germina de 10 a 12
días después de la siembra; conviene proporcionar media sombra a las plántulas y
se recomienda que deben protegerse contra enfermedades aplicando Captán®, en
proporción de 1.5 a 2.0 g/L de agua. También conviene deshierbar los almácigos
cuando se requiera para evitar competencia con maleza (Melchor y Barrosa, 1994).
En Chiapas, México, para lograr la germinación se preparó el almácigo mezclando
costera de pino con tierra de monte y arena de río en proporciones iguales,
previamente cribadas. Se realizó la siembra al voleo y se cubrió la semilla con una
capa de alrededor de 0.5 cm de espesor del mismo sustrato, posteriormente se
cubrió el semillero con pasto seco y se aplicó el primer riego. La germinación se
inició 13 días después de la siembra y se hizo el trasplante a las camas de
crecimiento a los 68 días después de la germinación (Sandoval, 1995 citado por
Manzanilla et al., 2001).
Para la germinación in vitro de semillas de cedro rojo, se emplearon dos
tratamientos:
 El tratamiento 1 consistió en que los frutos lavados previamente fueron
desinfectados en la campana de flujo laminar, mediante su imbibición en una
solución con hipoclorito de sodio al 0.8 % con 4 gotas de Tween 20® en 100
ml durante un lapso de 20 minutos. Posteriormente se realizaron 3 enjuagues
con agua destilada esterilizada y se extrajo la semilla que fue sembrada
posteriormente.
 El tratamiento 2 consistió en el mismo procedimiento que el tratamiento 1,
pero la diferencia fue que a la semilla se le aplicó el mismo método de
desinfectación que al fruto.
En ambos tratamientos la semilla fue sembrada en frascos con medio MS y colocada
en el área de incubación. Se sembraron 10 semillas por frasco con un total de 10
frascos por tratamiento, y se mantuvieron por 35 días a una temperatura de 28 °C ± 1
85
°C, bajo un Fotografìaperiodo de 16 horas luz/8 horas oscuridad, con una intensidad
lumínica mínima de 1,500 lux. La germinación se presentó a partir del día 11 en las
semillas con el tratamiento 2 (desinfección de frutos y semillas), mientras que con el
tratamiento 1 (desinfeccción de frutos) se presentó hasta el día 15. El porcentaje de
germinación de las semillas en el tratamiento 2 también fue mayor (54%) que el
obtenido para las semillas en el tratamiento 1 (12%) (Andrade y Alonso, 2001).
3.4.3. Prácticas de cultivo en vivero
La siembra de cedro rojo se realiza generalmente en almácigos para utilizar los
árboles en plantaciones a raíz desnuda o cuando las plántulas alcancen una altura
de aproximadamente 10 cm, se deben trasplantar a las camas de crecimiento o a
envases. Para esto, se nivela la superficie del almácigo y se abren en éste surcos
pequeños con unos 20 cm de separación, donde se colocan 3 o 4 semillas a una
distancia de 10 cm y se cubren con 1.5 a 2 cm de tierra. Entre los 30 a 40 días de
germinadas, se suprimen las plantas en exceso, dejando la más vigorosa, éstas
plantas deberán permanecer un año o más en el vivero antes de ser plantadas en los
lugares definitivos (Betancourt, 1983 y Sánchez, 1998).
El suelo del almácigo deberá ser arenoso, fértil y bien drenado, pero también se
pueden propagar los árboles en envases para plantarlos con cepellón. En cada
envase se siembran de 3 a 4 semillas inmediatamente después de la recolección de
estas a fines de febrero o marzo, para lograr plantas listas para plantarse a finales de
julio o en agosto. Entre los 30 a 45 días de nacidas se eliminan las plantas en
exceso, dejando una en cada bolsa y el día que se trasladen del vivero al lugar de la
plantación se deben regar intensamente y suprimirles la mayor parte del follaje
(Betancourt, 1983).
Algunos autores mencionan que la producción de planta en vivero se hace
empleando almácigos cuyas dimensiones varían en función de la cantidad de la
planta a producir y del área disponible, sin embargo, para el ancho y altura
recomiendan que se realicen de 1 x 0.30 m, respectivamente, que permiten la
producción necesaria para trasplantar tanto en envase como a raíz desnuda.
Respecto al sustrato, se recomienda una mezcla de tierra de monte y arena en la
proporción 2:1, a la cual de ser posible se le puede añadir material orgánico
completamente descompuesto, tales como rastrojo de frijol, cascarilla de café o
gallinaza, en proporción de 2:1:1 (Melchor y Barrosa, 1994).
Para desinfectar el sustrato y evitar el ataque de hongos del grupo ―damping off‖, se
aplica Formol diluido al 2 ó 3 %, usando una regadera de mano hasta saturar el
sustrato; después del riego se debe tapar con plástico, para evitar la evaporación del
formol, ya que se gasifica. El tratamiento dura de 24 a 48 horas y después de una
semana de aireación, el sustrato estará listo para la siembra (Melchor y Barrosa,
1994).
86
Por otra parte, se indica que la semilla se siembra al voleo o en hileras en el
almácigo y se cubre con una capa de sustrato de 0.5 a 1.5 cm y que conviene
proporcionar media sombra a las plántulas, recomiendan que debe protegerse contra
enfermedades aplicando Captán® en proporción de 1.5 a 2.0 g/L de agua (Melchor y
Barrosa, 1994; CNIC, 2005).
El sustrato puede ser tierra de monte cernida (Sánchez, 1998) o como otra buena
alternativa de producción de plantas de cedro en vivero está el uso de abono
orgánico, mismo que presenta mejor calidad y vigor en las plantas, con ello después
de 90 días del repique las plantas en el abono lograron un crecimiento superior hasta
en un 40% más que las que se transplantaron en el sustrato convencional (Gómez,
1998).
En cuanto al trasplante, se recomienda que se haga cuando la planta tenga entre los
5 a 10 cm de altura en envases de polietileno negro de 18 x 30 cm de diámetro y
altura, respectivamente, que permita producir planta hasta de 1 m de altura, sin
graves daños a la raíz. Se han tenido buenos resultados sembrando 2 o 3 semillas
directamente al envase (Melchor y Barrosa, 1994).
En relación a la producción de planta a raíz desnuda, la planta se deja desarrollar en
el almácigo y se realizan aclareos, para seleccionar las plantas de mayor vigor,
sanidad y crecimiento. El establecimiento de la planta en el lugar definitivo, se debe
realizar cuando la planta tenga una altura de 60 a 80 cm (Melchor y Barrosa, 1994).
En la producción de planta a raíz desnuda, la siembra debe efectuarse de tres a seis
meses antes de la fecha de plantación, para tener plantas con el tamaño y las
características deseables en la temporada de lluvias. Para efectuar la siembra se
preparan pequeños surcos paralelos sobre las platabandas o canteros, separados 15
a 20 cm y con una profundidad de 2 a 3 cm. En los surcos se colocan las semillas y
luego se cubren con una capa delgada de tierra.
En este tipo de producción de planta es necesario emplear fertilizantes, ya que cada
periodo de producción de planta se está cultivando el mismo suelo y por lo tanto,
deben reponerse los nutrientes que se extraen para continuar obteniendo plantas de
alta calidad. Considerando las características de los suelos, se puede aplicar al voleo
8 g de urea y 20 g de superfosfato triple por m2 de plantabanda.
Cuando las plantas alcanzan 20 cm de altura, deben podarse las raíces para iniciar
su endurecimiento. Esta operación consiste en una poda inicial relativamente
profunda a la raíz principal seguida de dos podas laterales por los cuatro lados;
posteriormente una poda final a la raíz principal poco tiempo antes de la extracción
de las plantas (un mes antes de su salida al campo). Esta técnica conduce a la
obtención de plántulas bien lignificadas y con un corto y denso sistema radical,
resistentes a cualquier condición adversa (Díaz, 1999 b).
87
Con la aplicación de auxinas se ha podido reproducir vegetativamente el cedro rojo,
utilizando estacas de 20 cm de largo y de 1 a 2 de diámetro, bajo sombra o en
invernadero, con alta humedad relativa. Para la propagación por estaca se
recomienda el invernadero, con el fin de controlar la humedad relativa, que debe ser
de un 90% (CNIC, 2005).
El empleo de la propagación in vitro permite aumentar el potencial de propagación
vegetativa, en comparación con el método convencional por medio de estacas, ya
que la tasa de multiplicación que se puede obtener es de aproximadamente 290
plantas en un año, de un segmento de tallo conteniendo una yema axilar. Se
recomienda utilizar la técnica de producir planta de cedro a raíz desnuda en la etapa
de vivero, con una densidad de población de 204 plantas/m 2 (Enríquez, 1985).
3.5. ESTABLECIMIENTO Y MANEJO DE PLANTACIONES
3.5.1. Preparación del sitio de plantación
La preparación del sitio comprende actividades como la remoción de la vegetación
original y la preparación del suelo para recibir a la planta y darle las condiciones
adecuadas para su desarrollo. Durante la preparación del suelo se realiza el primer
control de maleza en la plantación. Dependiendo del tipo de vegetación y de la
topografía del lugar, la limpia podrá hacerse en forma manual o mecánica. La quema
después de la limpia facilita las labores de plantación, controla la competencia y
libera nutrimentos (INIFAP, 1997 b).
La preparación del monte para formar dosel de abrigo supone la corta de la mayor
parte de los árboles, dejando los árboles dominantes, que son los de mayor altura y
también aquellos de menor altura que sea necesario respetar para que no queden
grandes claros en el monte, quedando así una sombra clara por los árboles. El cedro
rojo no debe plantarse en lugares con dosel demasiado denso, sino después que
haya sido debidamente aclareado. Se recomienda preparar el sitio dentro del bosque
natural con la formación de un dosel de abrigo y que el suelo tenga un suelo húmedo
pero bien aireado (Betancourt, 1983).
En Cuba, se han realizado experiencias de enriquecimiento de montes secundarios
con cedro, mediante apertura de dosel de copas, lo que permite a los árboles recibir
la luz en su follaje y a la vez, sombra lateral que le proporciona la vegetación
circundante. Teniendo en cuenta que el cedro es una especie muy fotófila y que
existe estrecha relación entre la cantidad de luz que reciben las plantas y su
crecimiento vertical, es necesario protegerlas, oportunamente de la competencia que
le dan otras plantas, a fin de que llegue suficiente luz a sus copas (Betancourt, 1983).
En suelos muy compactos, el subsoleo es una práctica recomendable y debe
hacerse antes de que comience el período de lluvias. Para la preparación del suelo,
las operaciones se dividen en primarias y secundarias, son primarias aquellas
operaciones realizadas con arados de reja o de disco y con las cuales se voltea el
88
suelo. El laboreo secundario, que debe realizarse posterior al anterior, espaciándolo
para permitir que las raíces y las malezas se sequen lo suficiente para morir, se
realiza con rastras de dientes y o discos de diferentes tipos y formas de operar, tiene
la finalidad de deshacer los terrones grandes, emparejar el suelo y lo más
importante, formar una capa de suelo mullido, con la suficiente porosidad y
aereación, para permitir captar el agua y constituir un medio adecuado para el
desarrollo de los árboles que se van a establecer (SEMARNAP, 1999; INIFAP, 1997
b).
3.5.2. Plantación y espaciamiento
El establecimiento de plantaciones compactas de cedro no ocurre con frecuencia,
debido a que es muy sensible al ataque del barrenador de la yema terminal; aunque,
es posible reducir el problema con un buen manejo (CNIC, 2005).
El espaciamiento óptimo para una plantación dependerá del potencial productivo del
sitio. Para C. odorata, si se trata de obtener madera aserrada o chapa lo más
recomendable son espaciamientos de 2 x 3 m o 3 x 3 m (1,667 y 1,111 plantas por
ha, respectivamente). La cepa debe ser adecuada al tamaño de la maceta, o lo
suficientemente amplia y profunda como para permitir que las raíces queden bien
extendidas, cuando se trata de plantas a raíz desnuda. Si se utiliza este método las
cepas deben tener dimensiones de por lo menos 40 x 40 x 40 cm (INIFAP, 1997 b;
Rivera, 1999 a).
La época óptima para la plantación de C. odorata es cuando el suelo esta húmedo, a
principios del temporal de lluvias. En México se descubrió que las plantas que
germinan a partir de semillas sembradas directamente eran menos susceptibles al
ataque de los insectos de la familia Buprestidae y de los insectos barrenadores de
brotes, en comparación con las plántulas trasplantadas. Las semillas se pueden
sembrar en surcos a razón de 125 g de semilla por hectárea. También las semillas se
pueden dispersar o sembrar en grupos (Manzanilla et al., 2001).
La replantación cuando se realiza manualmente, es bastante cara y sólo se justifica
cuando la sobrevivencia de la plantación es menor de 80%, debiendo realizarse en
un plazo máximo de 30 días después de la plantación (INIFAP, 1997 b).
La plantación inicial puede realizarse en espaciamientos que van desde 3 x 2 m
hasta 4 x 4 m, con todas las variantes que estos extremos dan, para lograr al
momento de la cosecha aproximadamente el 40% de la densidad inicial (Sánchez,
1998).
89
3.5.3. Cultivo de las plantaciones
El cedro rojo en su fase inicial de crecimiento es altamente sensible a la competencia
de maleza, por lo que esta operación es indispensable hasta la etapa en la que la
plantación alcance el crecimiento suficiente y que domine a la vegetación
espontánea. Es recomendable que en plantaciones se realicen limpias y cultivo al
suelo por lo menos durante los dos primeros años, después del segundo año se hace
necesario dar una limpieza anual hasta los cuatro años en que se libera la plantación
y este control de las malezas puede ser manual, mecánico, químico o la combinación
de ellos (INIFAP, 1997 b).
La época de fertilización deberá ser de 15 a 30 días después de la plantación. Las
dosis más comunes y con resultados satisfactorios varían de 100 a 150 g/planta de
N, P, K; las formulaciones más utilizadas han sido: 17-17-17, 10-34-6; 10-28-6; 1028-6; 5-30-10; 10-30-10 y 5-30-6 (INIFAP, 1997 b).
La podas aplicadas con el objetivo de producir madera para aserrío o chapa, sólo
deben aplicarse a los árboles que presenten un ritmo grande crecimiento en
diámetro, o que con los aclareos mantengan condiciones de crecimiento acelerado.
Esto significa que las podas deben ser realizadas en árboles jóvenes.
En los aclareos se remueven los árboles excedentes para que se pueda concentrar
el potencial productivo de la población en un número de árboles seleccionados. Para
el caso de plantaciones, se pueden distinguir dos tipos principales de aclareos:
 Aclareos sistemáticos. Son aplicados en poblaciones altamente uniformes,
donde los árboles aún no se diferencian en clases de copas, lo que implica
poblaciones jóvenes no aclaradas anteriormente.
 Aclareos selectivos. Implican la selección de los individuos según ciertas
características previamente establecidas, variables de acuerdo con el
propósito a que se destina la producción. Los árboles removidos son siempre
los inferiores, dominados o defectuosos.
Si se desea producir madera para aserrío, se aplican aclareos a los 6, 10 y 14 años
para obtener productos de cortas dimensiones para molduras y torneados y la corta
final a los 20 años (Díaz, 1999 c).
3.5.4. Crecimiento y rendimiento volumétrico
Cuando el cedro rojo se planta en buenos suelos y se tiene buena iluminación en la
copa y a la vez sombra lateral, crece durante los primeros años a un promedio anual
de 1.3.a 1.8 m de altura y entre 1.3 a 1.6 cm de diámetro, los cuales a mayor edad el
crecimiento en altura disminuye (Betancourt, 1983).
90
En México, se reportan los crecimientos en altura de 9.5 cm y en diámetro de 10.8
cm de una procedencia de Tuxtepec, Oaxaca en una plantación a los 4 años de su
establecimiento (Monroy, 1998).
La cosecha de cedro rojo en plantaciones puede ser a los 20 años, si se busca
madera para aserrío, con un volumen total promedio de 360 m3/ha (Díaz, 1999 c).
En Surinam se estimó incremento en diámetro de 1.1 cm/año y que el óptimo se
obtiene cuando los árboles tienen entre 15 a 35 cm de diámetro (1.5 cm/año) y que a
partir de este diámetro el incremento disminuye considerablemente. Se menciona no
prolongar el turno más allá de los 45 cm de diámetro, el cual se alcanzará
aproximadamente a los 40 años; el volumen comercial a esa edad es de más o
menos de 1.8 m3 por árbol, con un fuste comercial de 15 m. En las plantaciones de
enriquecimiento se estima que llegarán al turno entre 100 y 150 árboles por hectárea
(Vega, 1974).
En estudios realizados en Colombia, el Incremento Medio Anual (IMA) varió poco
entre las clases diamétricas; después de un máximo de 2.12 cm/año se estabilizó en
1.8 cm/año a partir de los 30 cm de diámetro. En un 20% de los árboles, los de
mayor crecimiento, la curva alcanzó su máximo en la clase de 5 a 10 cm con 3.3
cm/año para luego descender hasta 2.7 cm/año hacia los 35 cm de diámetro.
En el mismo estudio se realizaron entresacas simuladas para observar el efecto
sobre las curvas de crecimiento diamétrico a los 6.5, 9 y 13 años, en una plantación
con densidad inicial de 1,100 árboles/ha. Los resultados obtenidos muestran al cedro
rojo como una de las especies tropicales con mayor tasa de crecimiento en diámetro,
únicamente superada por especies como Balso, Eucalyptus o Gmelina, que pueden
crecer de 2.8 a 5.0 cm/año, aunque ninguna se puede comparar con el cedro en
cuanto a la calidad de la madera (Guevara, 1983).
3.5.5. Plantaciones agrosilvopastoriles
El cedro rojo es una de las principales especies maderables de los cafetales de
Costa Rica, en donde se ve asociado con Inga spp., Eritrina spp., y a una variedad
de otras especies productoras de leña, además de Citrus, Mangifera indica y Musa
spp. En los cafetales de México, también se mezcla con Inga spuria, Musa spp., y
Citrus. Se puede asociar con Borojoa patinoi, Poteria caimito, maíz, mandioca y
dasheen como se hizo en Colombia (Manzanilla et al., 2001).
Cuando el cedro rojo se asocia con cultivos agrícolas se recomienda plantarlo a
espaciamientos de 6 m en las zonas marginales bajas (alrededor de los 1,000
msnm), de 10 a 12 m en las zonas óptimas para el café y 15 m en las zonas
marginales altas (por encima de los 1,600 msnm). Entre las combinaciones
agroforestales con cedro más frecuentes se encuentran el plátano, la caña de
azúcar, el maíz, arroz y café (CNIC, 2005).
91
Las plántulas de cedro rojo se pueden plantar entre hileras de plantaciones de
plátanos, inmediatamente después de establecidos estos últimos, para aprovechar
su protección contra el viento y su sombra lateral, así como para proteger a los
cedros contra el daño producido por el insecto barrenador de brotes. Sin embargo, la
cosecha de los plátanos se debe detener durante 5 años o más hasta que los árboles
hayan crecido varios metros y hayan formado troncos simples y rectos, aunque se
debe tener cuidado de evitar una bifurcación prematura de los árboles de cedro
debido a la baja altura de las plantas de plátano. El maíz también puede ser
sembrado entre las hileras de los cedros durante los dos años después de
establecida la plantación con el sistema Taungya (Manzanilla et al., 2001).
En sitios en donde los daños producidos por H. grandella son potencialmente graves
se pueden intercalar 400 cedros/ha con cultivos de vegetales comestibles, los que
después de aclareos ligeros a los 6 y 12 años pueden lograrse 126 árboles/ha a los
16-18 años. Los cedros se pueden asociar con otros árboles y arbustos para reforzar
las riberas y establecer las terrazas a una densidad óptima de 200 a 400 árboles/ha.
En Ruanda, por ejemplo, en la cima de las colinas se plantan eucaliptos en tanto que
en las laderas se plantan en bandas en contorno especies de Cedrela y Grevillea.
Las leguminosas y los pastos son también establecidos entre las bandas, así como
siembras de cultivos agrícolas. En México es empleado también como cerco vivo en
algunas regiones tropicales (Manzanilla et al., 2001).
Para plantaciones agroforestales con cedro rojo en el estado de Yucatán, se
recomienda que la época de establecimiento de la plantación y la siembra de maíz se
realice en los meses de junio y julio, una vez establecido el temporal, el frijol se
establece en Septiembre y las hortalizas como chile y tomate pueden establecerse
en la época de seca con el apoyo de riego, otros cultivos de temporal o riego que
pueden asociarse son sandía, pepino, calabaza, etc.
El espaciamiento óptimo para obtener madera aserrada o chapa es de 2 x 3 m o 3 x
3 m (1,667 y 1,111 plantas/ha, respectivamente) y para maíz se requieren de 10 a 15
kg y para fríjol de 8 a 10 kg de semilla/ha, con sistema de espeque. La época de
fertilización deberá ser a los 30 días después de la plantación y las dosis más
comunes y con mejores resultados varían de 100 a 150 g/planta de N, P, K en dos
aplicaciones y las formulaciones comerciales más utilizadas son: 17-17-17, 10-34-6,
10-28-6, 5-30-10, 10-30-10 y 5-30-10. Para maíz y frijol, se sugiere aplicar la fórmula
de fertilización 30-40-00, lo que equivale a 30 kg de nitrógeno y 40 de fósforo por
hectárea. Es necesario aplicar la dosis total del fertilizante al momento de la siembra
ó 15 días después, cuando el suelo contenga la humedad necesaria para su
solubilización (Rivera, 1999 b).
En los sistemas agroforestales para conservar el suelo y su productividad en áreas
tropicales de ladera se implementaron en el C. E. ―El Palmar‖ del INIFAP, con las
siguientes especies: a) Forestales: caoba, cedro y teca, b) frutícolas: naranja
valencia, limón persa y plátano; c) especias: canelero; y d) anuales: maíz. Asimismo
se establecieron barreras biológicas al contorno con pasto vetiver. Mediante la
implementación es factible obtener 2 cosechas de maíz por año, con rendimientos 2
92
t/ha/ciclo; en el caso del cedro rojo, a los 7 años de edad se logró una altura de 8.8 m
y diámetro promedio de 8.8 cm y se reduce hasta en un 66% los volúmenes de
pérdida de suelo, en comparación con los registrados en el sistema tradicional de
roza-tumba-quema. Finalmente se destaca que dicha tecnología, constituye una
alternativa eficiente para eliminar las quemas en las áreas explotadas mediante el
sistema de roza-tumba-quema y en consecuencia disminuir el riesgo de incendios
forestales (Díaz, 1999 d).
Existen reportes de que los árboles plantados en combinación con el sistema
Taungya reducen el crecimiento, por ejemplo, en Kenya los árboles plantados en
suelos desnudos crecen 15% más que en aquellos asociados con maíz y 8% mejor
con frijol (Evans, 1982; FAO, 1967 y Mas y Borja, 1974 citados por Manzanilla et al.,
2001). Sin embargo, se encontró que el cultivo de maíz entre hileras de plantaciones
mezcladas de Swietenia macrophylla, Cedrela mexicana y Cordia alliodora no tuvo
efectos desfavorables sobre el crecimiento de la plantación (Mas y Borja, 1974).
Se ha observado buen crecimiento de los cedros en algunas ―tumbas‖ de monte,
donde se ha extrae la madera y se establecen plantaciones bananeras, pero siempre
que el suelo haya conservado su estructura migajosa. También se han observado
buenos ejemplares de cedro, mezclados con otros árboles maderables en cafetales
(Betancourt, 1983).
Una evaluación dasométrica donde el cedro rojo en sistemas agroforestales (cedromaíz) en los Tuxtlas, Veracruz, presentó en un año un promedio de 1.72 m de altura
y 4.7 cm de diámetro, en climas favorables y con un nivel intermedio de insumos
aplicados a la plantación (Rojas, 1995 citado por Sosa, 1997).
3.6. MEJORAMIENTO GENÉTICO
La selección de árboles para obtener semilla de calidad de C. odorata garantizará al
menos fenotípicamente los mejores individuos como progenitores de las plántulas
para el establecimiento de las plantaciones forestales. El fuste más adecuado de
esta especie debe ser largo y de copa estrecha, cuidando que no presente
bifurcaciones o daños propiciados por el barrenador de las meliáceas. Los árboles
que se seleccionen deben ser, preferentemente de origen natural y no de
plantaciones forestales, con la finalidad de garantizar una mayor variabilidad genética
y el número de árboles que deben seleccionarse para la colecta de la semilla es de
15 a 25 en promedio, con los cuales se formará un solo lote (Castillo, 1999 b).
En la mayoría de los viveros de la Península de Yucatán, usan semilla de cualquier
árbol (mayormente de los más cercanos al vivero) y de un número limitado de
árboles. Basándose en una encuesta de viveros ejidales y estatales, se encontró que
para el cedro existe abundancia de semilla en cada árbol, por lo cual se colecta la
semilla, algunas veces, de tan sólo 2 árboles para la producción de 100,000
plántulas. Esta es una de las razones del inició de un programa de mejoramiento
genético en Quintana Roo y Campeche. Los objetivos generales del proyecto son los
93
de conservar el germoplasma en ensayos genéticos y lograr la producción de semilla
mejorada en huertos semilleros. El objetivo específico de cada ensayo, es buscar
genotipos con las mejores características para obtener una buena tasa de
crecimiento, así como forma y resistencia al barrenador de la yema.
Debido a que existe amplia variación genética en estas especies y la práctica común
de colectar semilla de pocos árboles para la producción de cientos o miles de árboles
por año, es sumamente importante que se sigan conservando rodales semilleros y
que se exija a los viveros el uso de por lo menos 25 árboles madres para la colecta
de su semilla.
Se pueden obtener ganancias genéticas de crecimiento en altura y diámetro, por
ejemplo, en Nigeria varios árboles obtenidos de semillas provenientes de Belice
crecieron más de 9 m de altura en 20 meses. Sin embargo, es importante el uso
apropiado de sistemas de manejo de silvicultura, tales como plantaciones de
enriquecimiento o con mezcla de especies, control biológico de H. grandella, es
esencial, si el objetivo es obtener mayores ganancias con el uso de árboles
genéticamente mejorados. Los resultados de una prueba de procedencias, indican
que algunas son capaces de resistir los ataques de esta plaga, mediante un
crecimiento vigoroso de tallo y un alto crecimiento apical que promueve el
estableciendo de una nueva rama principal. Las procedencias más prometedoras son
las provenientes del Noroeste de Colombia y San Carlos Costa Rica (Manzanilla et
al., 2001).
La hibridación generalmente se da cada vez que distintas especies de Cedrela
crecen demasiado cerca una de la otra. En una plantación cubana, el híbrido natural
de C. odorata x C. cubensis alcanzó una altura inicial mayor que cualquiera de las
dos especies progenitoras. La primera generación de híbridos y árboles naturalmente
resistentes a H. grandella puede ser propagada exitosamente en forma de clon,
mediante acodos aéreos, injertos o cultivo de tejidos. Los acodos aéreos se pueden
efectuar con fajas de 1.3 a 2.5 cm de ancho colocadas a 25-46 cm de los extremos
de los brotes terminales, raspando la albura y aplicando un producto de
enraizamiento a base de hormonas (0.5% NAA + 0.5% IBA) (Manzanilla et al., 2001).
Los mejores resultados se obtuvieron con injertos de 6 cm de largo, con una
superficie de hoja de 100 cm2 sobre los que se había aplicado una solución de
metanol con un 0.2% de IBA y posteriormente plantados en arena. Lo mejor es
obtener retoños a partir de injertos que no han comenzado a producir las hojas, ya
que estos clones son los que brotan más rápido y en gran cantidad. Se deben
recoger y establecer cepas de raíces, un año antes de realizar los injertos. Estos
deben de ser del mismo diámetro que las cepas de raíces preferiblemente entre 1 y 2
cm de diámetro. Un ensayo prometedor es usar la especie Toona ciliata var. australis
para efectuar los injertos de los cedros, lo que les confiere resistencia a H. grandella,
aunque la incompatibilidad con el sitio suele ser un serio problema para Toona ciliata
cuando se introduce a nuevas regiones (Manzanilla et al., 2001).
94
En Venezuela se han realizado investigaciones sobre la multiplicación de C. odorata,
mediante injertos y estacas. Se menciona que los mejores resultados son con los
injertos de hendidura, en comparación con los del sistema inglés; los homoplásticos
(púa de cedro en patrón de cedro) son mejores que los heteroplásticos (púa de cedro
en patrón de caoba); los patrones deben de tener por lo menos 1 cm de diámetro
(Manzanilla et al., 2001).
En Cuba en 1967, se iniciaron los trabajos de mejoramiento genético de C. odorata,
mediante la selección masal, por lo que se seleccionaron 6 rodales semilleros con
buenas características fenotípicas. En 1980 se contaba con 19 ha de rodales
semilleros, 220 árboles plus, se estudiaron 13 procedencias y se tenían 15 ha de
ensayos de progenie. Para multiplicar los árboles de cedro, se han usado los injertos
de púa lateral en patrón decapitado y en patrón sin decapitar. Se han injertado las
púas de cedro en patrón de la misma especie, obteniéndose más del 80% de
prendimiento (Manzanilla et al., 2001).
Las pruebas de procedencias permiten suponer que hay muchas razas ecológicas de
cedro. En pruebas realizadas en África se observa más claramente las diferencias
entre las procedencias, debido a que no están influidas por el efecto del barrenador
de las yemas. Los esfuerzos están dirigidos a expandir las pruebas de procedencias
incluyendo más fuentes de semillas con tipos promisorios (Manzanilla et al., 2001).
En cuanto a la hibridación, se sugiere que la amplia distribución C. odorata y C.
fissilis, así como del dudoso taxón C. angustifolia (el cual se reconoce como una
especie separada) es debido a que se hibridan libremente y que esto puede ser la
explicación a la gran variación fenotípica de esta taxa. Desafortunadamente, no hay
aún evidencias experimentales que acepten o rechacen la hipótesis de la hibridación.
Estudios citológicos recientes muestran de que hay por lo menos dos números
separados de cromosomas diploides básicos (2n = 50 y 56) presentes en C. odorata,
esta presencia de diferentes razas cromosomales intraespecíficas parece estar muy
difundida en las Meliáceas y puede inhibir la hibridación libre (Manzanilla et al.,
2001).
En cuanto a cultivo de tejidos, los extremos de los brotes de los cedros pueden ser
inducidos a alargarse, colocando cultivos de plántulas de cinco meses de edad en
medio para plantas leñosas al cual se le añade BAP® (6-Bencial-amino-Purina), a
bajas concentraciones de 0.2 mg/L. Se puede lograr el enraizamiento con una
cantidad diluida por la mitad de concentración inicial de BAP®, a la cual se ha
añadido IBA en una concentración de 0.5 mg/L y NAA a 0.05 mg/L.
En el año de 1999, a través del PRONARE, se seleccionaron rodales semilleros de
cedro y caoba en bosques de Campeche, pero como esta semilla no está probada en
ensayos genéticos, sólo se puede usar como semilla autorizada y no certificada,
según el reglamento técnico para la certificación de semilla.
95
3.7. PROPIEDADES Y USOS
3.7.1. Propiedades físico-mecánicas de la madera
La madera es aromática, la albura es de color blanquzco a castaño claro y el
duramen de rojo a rojo marrón. Su madera tiene características excelentes en
duración y para su trabajabilidad (Rojas, 1995; CNIC, 2005). Es de madera liviana,
pero fuerte, de grano recto durable y fácil de trabajar, adquiere un veteado y
jaspeado atractivo cuando se pule (Melchor y Barrosa, 1994). Por su parte,
Pennington y Sarukhán (1998 b), señalaron que la madera presenta albura de color
crema rosado con un olor muy característico y sabor amargo, con vasos grandes
dispuestos en anillos concéntricos y bandas conspicuas y de parénquima
apotraqueal.
La madera es de sabor amargo, olor agradable y persistente, se seca rápidamente
sin rajarse ni contraerse, es resistente, fuerte, muy durable y por lo común inmune a
los insectos (Betancourt, 1983).
La textura de la madera es generalmente mediana y suave al tacto, en algunos
árboles de madera más obscura la textura puede ser más gruesa; el grano es recto,
algunas veces entrecruzado; anillos visibles y vasos grandes, visibles a simple vista;
radios medulares que se pueden ver con el auxilio de una lupa (Betancourt, 1983).
El peso específico de la madera varía de 0.42 a 0.63 g/cm 3 con un contenido de
humedad del 15%; si es secada al aire, oscila entre 0.37 a 0.75 g/cm3. En cuanto a la
densidad en la madera de la albura secada al horno, el valor fue de 0.41 g/cm3 y 0.44
g/cm3 con 14.9% de humedad (Betancourt, 1983).
La contracción volumétrica total es de 9.97% y la relación T/R=1.33 es muy baja. En
cuanto a las propiedades mecánicas son relativamente altas con relación a su
densidad, con excepción de la compresión perpendicular (54 kg/cm 2) que es
moderadamente baja (Betancourt, 1983).
El promedio de gravedad específica de la madera es de aproximadamente 0.48 con
un contenido de humedad del 12%; su peso varía considerablemente dependiendo
del sitio, la edad del árbol y la razón de su crecimiento. Con respecto al sitio, se
descubrió que el promedio de gravedad básica específica de la madera producida
por los cedros rojos que crecen en sitios húmedos fue mayor (0.40) en comparación
con los que crecen en sitios secos (0.32) (Manzanilla et al., 2001).
La madera verde pesa aproximadamente 0.70 g/cm3, mientras que la madera secada
al aire cuyo contenido de humedad varía del 12 al 15%, pesa aproximadamente 0.48
gr/cm3. El peso específico aparente de la albura es de 429 kg/m3, del duramen de
420 kg/m3 y en promedio 423 kg/m3 para el árbol (Manzanilla et al., 2001).
96
3.7.2. Usos
Después de la caoba, el cedro rojo es la especie maderable más importante en la
industria forestal de México. Por sus características excelentes, es usada para
obtener madera aserrada, chapa, madera terciada, madera torneada para diferentes
usos, cajas y envolturas de puros, así como para hacer esculturas, artesanías, por su
excelente jaspeado el uso más indicado es la fabricación de chapa y madera terciada
para exportación (Pennington y Sarukhán, 1998 b; CNIC, 2005).
Se usa para la elaboración de muebles finos, decoración de interiores, instrumentos
musicales, cubiertas y forros de embarcaciones, lambrín, parquet, triplay, chapa y
ebanistería en general (Melchor y Barrosa, 1994; Monroy, 1998).
Es considerada como la mejor para la construcción de canoas y lanchas deportivas,
instrumentos musicales y también para la ebanistería. La infusión que se obtiene de
las hojas, raíz, corteza y madera, se emplea contra bronquitis, vómitos, hemorragias,
epilepsias, fiebres y diarreas (Rojas, 1995; CNIC, 2005).
Se reporta que la madera de cedro rojo no es conveniente emplearla en la
fabricación de escaparates, encofrados o cajas que vayan a contener artículos de
cristal o implementos metálicos, ya que el aceite volátil al evaporarse se condensa en
las superficies frías. Tampoco se recomienda para empacar licores debido a que el
alcohol disuelve la resina y a consecuencia el licor adquiere un sabor amargo
(Guevara, 1988).
C. odorata es una especie melífera y la producción nectarífera es muy abundante,
cuando las condiciones del tiempo son muy favorables y los árboles que se
encuentran aislados florecen copiosamente, se emplea como cortina rompevientos,
cercas vivas, protección de cultivos y en el control de erosión y conservación de
suelos (Betancourt, 1983 y CNIC, 2005).
La corteza del cedro se emplea como astringente, febrífugo y mezclada con
aguardiente se usa contra dolores internos a consecuencia de golpes o caídas
(Betancourt, 1983 y CNIC, 2005).
97
CAPÍTULO 4
Enterolobium cyclocarpum (Jacq.) Griseb
Fotografía tomada por H. Jesús Muñoz Flores.
98
4.1. DESCRIPCIÓN DE LA ESPECIE
4.1.1. Nombre común
Enterolobium cyclocarpum (Jacq.) Griseb tiene los siguientes nombres comunes en
México: Aguacaste, ahuacashle, cuanacaztle, nacashe, nacaste, nacastillo, nacastle,
nacaztle (Oaxaca); necaxtle (Veracruz); cascabel, cascabel sonaja (Tamaulipas);
cuanacaztli, cuaunacaztli (náhuatl); juana costa (nombre comercial); nacaxtle, orejón
(Veracruz); Pich (Yucatán); piche (Tabasco); picho (norte de Chiapas y Tabasco);
orejón (San Luis Potosí, Norte de Veracruz y Puebla); cuytátsuic (popoluca,
Veracruz); guanacastle, huanacaxtle, huienacaztle, huinacaxtle, huinecaxtli (Sinaloa);
lash-matz-zi (chontal, Oaxaca); ma-ta-cua-tze, mo-cua-dzi. mo-ñi-no (chinanteca,
Oaxaca); shma-dzi (chontal, Oaxaca); Nacascuahuitl; parota (Michoacán, Jalisco,
Guerrero, Oaxaca); tutaján (mixteca, Oaxaca); ya-chibe (zapoteca, Oaxaca); Tiyuhu
(huasteca, S. L. P.) (Castro, 1997; Susano, 1981; http://www.conabio.gob.mx/
conocimiento/info_especies/arboles/doctos/41-legum16m.pdf; http://www.semarnat.
gob.mx/pfnm2/ fichas/enterolobium_cyclocarpum.htm).
4.1.2. Taxonomía
Familia: Fabaceae (Leguminosae)
Orden: Fabales (Mimosidae)
Género: Enterolobium
Especie: Enterolobium cyclocarpum (Jacq.) Griseb
(http://www.inbio.ac.cr/bims/k03/p13/c045/o0260/f01610/g007707.htm; http://www.
fs.fed.us/global/iitf/Enterolobiumcyclocarpum.pdf; http://www.semarnat.gob.mx/pfnm2
/fichas/enterolobium_cyclocarpum.htm).
4.1.3. Especies relacionadas
Se les considera como sinónimos a Albizia longipes Britton & Killip; Feuilleea
cyclocarpa (Jacq.) Kuntze; Inga cyclocarpa (Jacq.) Willd. ; Mimosa cyclocarpum
(Jack). ; Mimosa cyclocarpa Jacq. ; Mimosa parota Sessé & Moc. ; Pithecellobium
cyclocarpum (Jacq.) Mart. ; Prosopis dubia Kunth Enterolobium schomburgkii Benth
(Niembro, 1986; CNIC, 2005; http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/info_
especies/arboles/doctos/41-legum16m.pdf; http://www.semarnat.gob.mx/pfnm2/fichas
/enterolobium_cyclocarpum.htm).
4.1.4. Forma
Es un árbol que llega alcanzar de 20 a 50 m de altura y diámetros de 2 a 3 m, con el
fuste cilíndrico y a veces con pequeños contrafuertes en la base (Figura 4); copa
ancha, extendida y hemisférica, el follaje es abundante dando a la amplia copa una
99
forma más ancha que alta (Figura 4); ramas ascendentes (Huerta, 1983; Niembro,
1986; Castro, 1997; CNIC, 2005; http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/info
especies/arboles/doctos/41-legum16m. pdf).
Las ramas jóvenes de color verde a moreno grisáceas, glabras (Figura 4), con
abundantes lenticelas protuberantes, longitudinales y suberificadas (Pennington y
Sarukhán, 1968; Martínez, 1979 y Cabrera, 1982 citados por Manzanilla et al., 2001;
http://www.semarnat.gob.mx/pfnm2/fichas/enterolobium_cyclocarpum.htm).
4.1.5. Corteza
La corteza externa es lisa a granulosa y a veces ligeramente fisurada, de color gris
claro a parduzco (Figura 4), con abundantes lenticelas alargadas, suberificadas,
dispuestas en hileras longitudinales, con un grosor de 0.5 a 1 cm. La corteza interna
es de color crema rosado, granulosa, con exudado pegajoso y dulzón que se coagula
al contacto con el aire; el grosor total de la corteza es de 2 a 3 cm (Huerta, 1983;
Castro, 1997; CNIC, 2005; http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/info_especies/
arboles/doctos/41-legum16m.pdf).
4.1.6. Hojas
Las hojas son compuestas, bipinnadas, alternas, dispuestas en espiral, con 4 a 15
pares de pinnas y cada pinna con 15 a 30 pares de hojuelas o foliolos lineales de 8 a
15 mm de largo, ápice agudo, de color verde brillante, glabras, envés verde pálido y
haz verde oscuro. Presentan de 15 a 40 cm de largo incluyendo el pecíolo, cada
foliolo compuesto por 15 a 35 de foliolos secundarios sésiles de 10 x 3 a 16 x 4 mm,
linear-lanceolados, asimétricos, con el margen entero, ápice agudo mucromado,
base truncada o asimétrica; generalmente el último par de foliolos secundarios
angulados; verde brillante y glabros en el haz y verde grisáceos y pubescentes en las
hojas nuevas en el envés (Figura 4); glándulas presentes a la mitad del pecíolo y
entre algunos pares de foliolos, raquis primario y secundario pubescentes, los últimos
acanalados en el haz (Huerta, 1983; Castro, 1997; CNIC, 2005; http://www.
conabio.gob.mx/conocimiento/ infoespecies/arboles/doctos/41-legum16m. pdf; http://
www.fs.fed.us/global/iitf/Enterolobiumcyclocarpum.pdf).
4.1.7. Flores
Las flores se presentan en cabezuelas pedunculadas axilares, de 1.5 a 2 cm de
diámetro, sobre pedúnculos de 1.5 a 3.5 cm de largo, son actinomorfas, el cáliz es
verde, tubular; cáliz de 2.5 mm de largo, densamente pubescente, la corola es
tubular de color verde claro con cinco lóbulos, valvados y lanceolados, de 5 a 6 mm
de largo; estambres numerosos, glabros, unidos en un tubo en la mitad inferior,
filamentos blancos, anteras verdes, ovario súpero, alargado, unilocular y multiovular
100
(Padilla, 1996; CNIC, 2005; http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/infoespecies/
arboles/doctos/41-legum16m. pdf).
Las flores son pequeñas, sésiles de color blancuzco a verde claro, colocadas en
cabezuelas axilares de 1.5 a 2 cm de diámetro sobre pedúnculos escasamente
pubescentes de 1.5 a 3.5 cm de largo. Flores actinométricas; cáliz verde de 2.5 a 3
mm de largo, tubular con 5 a 6 dientes ovados muy pequeños, poco pubescentes en
la superficie exterior, corola verde de 5 a 6 mm de largo, tubular, expandida en la
parte superior de 5 lóbulos valvados, laucolados, agudos, ciliolados, estambres
numerosos, de 1 a 12 cm de largo, glabros, unidos en la mitad inferior en el tubo que
iguala en largo a la corola; filamentos blancos, anteras verdes; ovario súpero,
alargado, unilocular, multiovular, glabro; estilo delgado, glabro, excediendo a los
estambres y torcido en la parte superior; estigma simple (Manzanilla et al., 2001;
CNIC, 2005; http://www.acguanacaste.ac.cr/bosque_seco_virtual/bs_web_page/
paginas_de_especies/enterolobium_cyclocarpum.html; http://www.fs.fed.us/global/iitf/
Enterolobiumcyclocarpum.pdf).
4.1.8. Frutos
El fruto es una vaina circular indehiscente, de 7 a 15 cm de diámetro, aplanada y
enroscada, leñosa, de color café claro a oscuro, brillante, de olor y sabor dulce
(Figura 4). Contiene de 5 a 20 semillas que son de forma ovoide y aplanadas, de 2.3
x 1.5 cm y brillantes con una línea pálida con la forma del contorno de la misma,
rodeada por una pulpa esponjosa y fibrosa de olor y sabor dulce. Presentan una
testa extremadamente dura que impide la germinación hasta que una modificación
estructural permita la hidratación del embrión. En Nicaragua se encontró que las
semillas recolectadas de 132 árboles tenían un largo de 9.8 a 19.8 mm, un ancho de
5.8 a 15.4 mm y un grosor de 2.5 a 12.2 mm (Pennington y Sarukhán, 1998 a;
Martínez, 1979; Huerta, 1983; Espejel y Martínez, 1979; http://www.conabio.gob.mx/
conocimiento/infoespecies/arboles/doctos/41-legum16m. pdf; http://www.fs.fed.us/
global/iitf/Enterolobiumcyclocarpum.pdf; CNIC, 2005).
101
Figura 4. A) Árbol. B) Ramas C) Tronco. D) Corteza. E) Flores. F) Fruto. G) Hojas de Enterolobium
cyclocarpum.
4.2. DISTRIBUCIÓN Y HÁBITAT
4.2.1. Distribución geográfica
E. cyclocarpum es originario de América tropical. Se extiende desde los 23º N en
México a través de Centroamérica hasta los 7º N en América del Sur (Venezuela y
Brasil). También se le encuentra en Jamaica, Cuba, Trinidad y Guyana. Ha sido
introducida a otras regiones tropicales (Espejel y Martínez, 1979; CNIC, 2005;
http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/infoespecies/arboles/doctos/41-legum16 m.
pdf; http://www.fs.fed.us/global/iitf/Enterolobiumcyclocarpum. pdf).
En México se distribuye en la vertiente del Golfo, desde el Sur de Tamaulipas hasta
la Península de Yucatán y en la vertiente del Pacífico, desde Sinaloa hasta el Estado
de Chiapas. Los estados donde se reporta son Campeche, Chiapas, Colima,
Guerreo, Jalisco, Estado de México, Michoacán, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Puebla,
Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Veracruz y
Yucatán (Pennington y Sarukhán, 1998 a; http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/
infoespecies/arboles/doctos/41-legum16m.pdf;
http://www.semarnat.gob.mx/pfnm2
fichas/enterolobium_cyclocarpum.htm).
102
La parota es una especie difícil de relacionar con algún tipo de vegetación primaria,
pues se le puede encontrar en zonas de vegetación perturbada en selvas altas
perennifolias y medianas subperennifolias y aparentemente en asociaciones
primarias de selvas medianas subcaducifolias y caducifolias; en Jalisco se distribuye
en la zona cálida húmeda en el Occidente de la entidad, dentro de la vertiente del
Océano Pacífico y que sus coordenadas geográficas son: 19º 07’ y 20º 55’ de latitud
Norte y 104º 15’ a 105º 42’ de longitud Oeste (Huerta, 1983; http://www.semarnat.
gob.mx/pfnm2/fichas/enterolobium_cyclocarpum.htm;
http://www.conabio.gob.mx/
conocimiento/info_especies/arboles/doctos/41-legum16m.pdf).
Se reporta en el bosque de galería, bosque tropical caducifolio, bosque tropical
perennifolio, bosque tropical subcaducifolio y bosque tropical subperennifolio
(http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/info_especies/arboles/doctos/41-legum16
m.pdf; http://www.acguanacaste.ac.cr/bosque_seco_virtual/bs_web_page/paginas_
de_especies/enterolobium_cyclocarpum.html).
De todos los factores, el clima, es el principal elemento que influye en la distribución
de la vegetación y la parota no es la excepción, por lo que se distribuye en la región
de la costa del estado de Jalisco en donde cohabita en el llamado bosque tropical
subdeciduo (Huerta, 1983). En base a verificaciones de campo, se pudo localizar en
los municipios de: Purificación, Casimiro Castillo, La Huerta, Tomatlán, Tuxpan,
Tonila, Pihuamo, Tamazula y Jocotepec. Aunque se sabe que existe en otras
localidades y municipios que no se tuvo la oportunidad de visitar y corroborar su
presencia (Rueda et al., 2007).
4.2.2. Clima
El clima en donde se localiza es cálido húmedo (SEDER, 1996); en Jalisco se
desarrolla preferentemente en clima cálido húmedo (Huerta, 1983).
El guanacaste es originario de zonas cálidas semihúmedas con estación seca
prolongada, aunque crece bien en zonas húmedas. Se presenta en un amplio
especto de condiciones climáticas, topográficas y edáficas del trópico mexicano y así
se pueden encontrar parotas en lugares con precipitaciones anuales que van desde
750 mm a 2,500 mm con una estación seca mínima de 2 a 6 meses, que puede ser
regularmente marcada (Manzanilla et al., 2001; CNIC, 2005; http://www.fs.fed.
us/global/iitf/Enterolobiumcyclocarpum.pdf).
Las temperaturas promedio anuales en el área de distribución natural del guanacaste
se encuentran en el intervalo de 23 a 28 ºC (CNIC, 2005; http://www.fs.fed.us/global/
iitf/Enterolobiumcyclocarpum.pdf). En la Costa de Jalisco donde vegeta en forma
natural se registran temperaturas medias anuales superiores a los 22 ºC, libres de
heladas y precipitaciones medias anuales superiores a los 1,100 mm con estación
seca, que no sobre pase los 6 meses (Manzanilla et al., 2001).
103
4.2.3. Altitud y topografía
La especie suele desarrollarse en altitudes que van de 0 a 1,200 m (SEDER, 1996;
CNIC, 2005). Otros autores señalan altitudes que varían de 0 a 1,600 m. En el
Estado de Jalisco se desarrolla en forma natural desde los 300 a 1,200 msnm, pero
el rango en el que se observó que se desarrolla en forma óptima es de 300 a 600
msnm (Huerta, 1983).
En Jalisco, la especie se localizó en sitios con altitud que varió de 50 a 1,590 m en la
Faja Costera y Zona Sur de la entidad. Los valores de altitud ubicados en la faja
costera fueron de 50 a 400 m, y los de la zona sur fue de 820 a 1,590 msnm, pero los
mejores ejemplares se observaron en las altitudes menores, aunque en algunos
sitios con altitudes mayores de 600 m y con buena humedad, se observaron
ejemplares con excelentes crecimientos (Rueda et al., 2007).
4.2.4. Suelos
E. cyclocarpum habita sobre suelos profundos, sobre todo en regosoles y cambisoles
(Huerta, 1983), con texturas de ligeras a medias, con un pH neutro o ligeramente
ácido y con buen drenaje (SEDER, 1996; CNIC, 2005). Presenta su mejor desarrollo
en suelo vertisol pélico y vertisol gleyco (http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/
info_especies/arboles/doctos/41-legum16m.pdf; http://www.fs.fed.us/global/iitf/Entero
lobiumcyclocarpum.pdf).
Se desarrolla en terrenos planos o en laderas; preferentemente con abundante
contenido de materia orgánica. En la Costa de Jalisco los suelos donde vegeta en
forma natural pueden ser someros o profundos y de textura muy variable, desde
arcillosa hasta arena casi pura. El contenido de materia orgánica suele ser elevado,
al menos en el horizonte en contacto directo con la hojarasca. La acidez medida en
valores de pH varía de 4 a 6.5 (Manzanilla et al., 2001; CNIC, 2005; http://www.fs.
fed. us/global/iitf/Enterolobiumcyclocarpum.pdf).
4.2.5. Vegetación asociada
Las especies con las que más frecuentemente se asocia E. cyclocarpum son:
Totoposte (Licania arborea), canelo (Callicophyllum candidissinum), amate (Ficus
continifolia), (F. mexicana), cedro rojo (Cedrela odorata), primavera (Roseodendron
donnell smithii), ceiba (Ceiba pentandra), Bursera simaruba y Sideroxylon capirit
(Padilla, 1996). En el estado de Jalisco muy rara vez llega a formar bosques puros y
suele asociarse principalmente en las zonas cálido húmedas con B. alicastrum, Hura
polyandra, Tabebuia rosea y Ficus spp. (Huerta, 1983; http://www.conabio.gob.mx
/conocimiento/infoespecies/arboles/doctos/41-legum16m. pdf; http://www.fs.fed.us/
global/iitf/Enterolobiumcyclocarpum.pdf).
104
En la selva mediana subperennifolia y subdecidua, se encuentra asociada con B.
alicastrum (Ramón), Manilkara sapota (Chicozapote), Astronium graveolens (Palo de
culebra), Bernoulia flammea (Palo de calabaza), Bursera arborea (chacá), Bursera
simaruba (Guajirote), Astronium graveolens (palo de cera),Calopphyllum brasiliense
(Barí), Cordia eleagnoides (Cueramo), Cybistax donell-smithii (primavera),
Roseodendron donell smithii (Primavera), Swietenia humilis (Caobilla), Ceiba
pentandra (Ceiba), Dendropanax arboreus (mano de León), Hura polyandra (Habillo),
Hymeneaea courbril (guapinol), Orbygnia guacuyule (coquito de aceite), Tabebuia
rosea (Rosa morada), Andira inermes (Cuautolote), Vitex mollis (Cuyotomate),
Licania arborea (Cacahuananche), Pterocarpus acapulcencis (Grado), Ficus
tecolutensis (Camichín), Maclura tinctoria (Mora), Nectandra abigens (Laurel),
Carpinus caroliniana (Lechoso), Trophys recemosa (Huachal) y Burmelia persimilis
(Palo de clavo) (Pennington y Sarukhán, 1998 a; Dirección General de Investigación
Nacional Forestal, 1972; Cabrera, 1982; Rzedowsky, 1983; http://www.conabio.gob.
mx/conocimiento/info_especies/arboles/doctos/41-legum16m. pdf).
4.3. SILVICULTURA
4.3.1. Bosques naturales
E. cyclocarpum es una especie que demanda luz, no es específica de cierto tipo de
ambiente, aun en los sitios pobres logra un ritmo de crecimiento aceptable y es uno
de los árboles grandes de América Central, que compite con las Ceibas. Las Selvas
de la especie (parota) asociada con totoposte (Liana arborea) tienen su mejor
desarrollo en las vegas de suelos profundos de la depresión central y en terrenos
similares de la planicie Costera del Pacífico. Generalmente no es un árbol dominante
por su número en esta clase de selva, pero sus inmensas copas, lo hacen dominante
en ocasiones por su masa (Manzanilla et al., 2001).
En México se encuentra formando parte de diversas comunidades vegetales; en el
estado de Michoacán existen bosques tropicales semideciduos de 25 a 30 m de
altura, compuesto de muchos elementos arbóreos, de los cuales ninguno es
dominante. El mismo tipo de bosque, se presenta también en algunas barrancas y
valles al Norte del Río Tepalcatepec.
4.3.2. Floración y fructificación
La parota es un árbol de larga vida y de fructificación tardía, produciendo su semilla a
partir de los 8 a 10 años. La floración se presenta de febrero a junio y la fructificación
se da en los meses de abril a julio, siendo en mayo y junio cuando las vainas
maduran desprendiéndose del árbol con facilidad. Pierden la hoja de febrero a abril
(Huerta,
1983;
http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/info_especies/
arboles/doctos/41-legum16m.pdf; http://www.acguanacaste.ac.cr/bosque_seco-virtual
/bs_web_page/paginas_de_especies/enterolobium_cyclocarpum.html).
105
Otros autores opinan que la parota presenta su floración de febrero a marzo, la
fructificación se presenta de marzo a junio y que la maduración de los frutos se
presenta en los meses de junio a agosto (Arreola, 1995). En Jalisco la mayor
actividad fenológica ocurrió principalmente en la época seca del año previo al inicio
de las lluvias. La caída del follaje, la floración, fructificación y la dispersión de
semillas se presentaron en la época seca, mientras que la aparición del follaje ocurrió
durante la temporada de lluvia. La remoción de la capa superficial del suelo favoreció
la germinación, el establecimiento y desarrollo inicial de las plántulas de la parota
(Mora et al., 2001).
4.3.3. Producción y diseminación de semilla
Un árbol de parota produce en promedio alrededor de 225 kg de vainas anualmente
(Huerta, 1983) y el número promedio de semillas por kg es de 1,170 (Vega et al,
1981 citados por Padilla, 1996). Las vainas contienen generalmente de 10 a 15
semillas con un peso de 300 a 1,100 mg cada una (gravedad específica de 1.3) y el
60% de su peso seco corresponde a la testa. También se reporta que un kilogramo
tiene de 1,100 a 1,800, incluso hasta 5,500 semillas (Arreola, 1995; SEDER, 1996;
http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/info_especies/arboles/doctos/41-legum16
m.pdf; http://www.fs.fed.us/global/iitf/Enterolobiumcyclocarpum.pdf).
Una de las formas de la dispersión de la semilla es a través del ganado vacuno,
aunque también podría ser por el viento, pero a menor escala debido a que la semilla
no es muy ligera.
4.3.4. Tolerancia a factores ambientales
La parota es una especie intolerante en la etapa de plántula, beneficiándose de la
sombra leve sólo cuando se encuentra bajo condiciones de estrés por falta de
humedad, firme al viento y resistente a daños por insectos de la madera, termitas
(madera cosechada), hongos, fuego (árboles adultos) y sequía. Es tolerante a suelos
salinos, compactados y exposición constante al viento y soporta algunos excesos de
humedad en el suelo. Es susceptible a daños por ramoneo, plagas de semillas
(http://www.fs.fed.us/global/iitf/Enterolobiumcyclocarpum.pdf; http://www.conabio.gob.
mx/conocimiento/infoespecies/arboles/doctos/41-legum16m.pdf).
106
4.3.5. Densidad
Se tiene poca información respecto a la densidad de E. cyclocarpum en forma
natural; en estudios realizados en el estado de Jalisco, se menciona que debido a la
gruesa capa de hojarasca que se acumula frecuentemente sobre el suelo de las
selvas medianas subcaducifolias, a las semillas, especialmente a las pequeñas, se
les dificulta alcanzar el suelo mineral y comúnmente tienen problemas para germinar,
aunque la semilla de la parota no es tan pequeña, el resultado en ocasiones es muy
similar, lo que hace suponer que la densidad de la especie en zonas naturales es
muy abundante (Mora et al., 2001).
En verificaciones de campo en Jalisco, se observó que la densidad es muy pobre,
debido a que es una de las especies codiciadas para el aprovechamiento industrial y
fabricación de diversos artículos como puertas, ventanas, muebles, etc. (Rueda et
al., 2007).
En forma natural las densidades de parota por hectárea son muy bajas, no se
encuentran áreas con masas puras sino que se localizan en forma dispersa
mezcladas con un gran número de especies. En Jalisco se reporta 73 m3 en rollo de
la especie como existencias reales totales en una superficie de 210 ha es decir 0.35
m3/ha, lo que equivale a menos de un árbol por hectárea (Manzanilla et al., 2001).
4.3.6. Enemigos naturales
La regeneración de la parota puede ser afectada en algunas regiones no sólo por ser
alimento de la fauna silvestre y el ganado, sino porque también sirve de alimento a
algunos roedores como el ratón Liomys salvini que habita prácticamente en la misma
área de distribución que la parota desde el Noreste de México hasta Costa Rica, por
lo que son un verdadero peligro para el establecimiento de la regeneración natural de
la parota (Manzanilla et al., 2001).
4.3.7. Plagas
El guanacaste no parece presentar ninguna plaga importante, sin embargo, se han
reportado algunas las cuales se mencionan a continuación:
En Costa Rica, el insecto Stator generalis ataca las semillas en etapa inactiva en el
suelo y la fauna silvestre como las cotorras del género Amazona, el roedor Liomys
salvini y los pecaríes comen grandes cantidades de semillas (http://www.fs.fed.us/
global/iitf/Enterolobiumcyclocarpum.pdf;
http://www.acguanacaste.ac.cr/bosque_
seco_virtual/bs_web_page/paginas_de_especies/enterolobium_cyclocarpum.html).
En Panamá las semillas también son atacadas Stator generalis. Este escarabajo
deposita sus huevos en la superficie de la semilla, dentro de las vainas en
descomposición. Las flores son destruidas por la mosca cecidímica, formadora de
agallas y las hojas son consumidas por la larva de la polilla (Coenipita bibitrix).
107
También, las plántulas y tallos jóvenes son atacados por hongos del orden
Uredinales (R. havenensis) (http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/info_especies
/arboles/doctos/41-legum16m.pdf.
En Costa Rica, el insecto chupador Umbonia crassicorni ataca al guanacaste en
varias localidades; cuando las vainas están completamente formadas y llenas de
semillas son atacadas por el escarabajo Mexobuchus columbinus, el cual oviposita
sobre la superficie de las vainas. Las larvas penetran las semillas, generalmente es
una por semilla, aunque muchas atraviesan las paredes de la vaina. Uno o dos
meses después de la oviposición se completa el ciclo y emerge un adulto que cava
otro túnel de salida y abandona el árbol (Manzanilla et al., 2001; http://www.fs.fed.us/
global/iitf/Enterolobiumcyclocarpum.pdf).
La plaga Xyleborus volvulus tiene como hospedante, entre otros a Enterolobium spp.,
que es un insecto barrenador que vive en grupos de hasta 500 individuos dentro de
sistemas de galerías. Se presentan varias generaciones por año; el tiempo mínimo
para completar un ciclo de vida es de un mes. Las hembras penetran a la madera de
los árboles por medio de túneles cilíndricos de 1 mm de diámetro. Hacen galerías
comunales formadas por varias hembras y tales galerías se ubican en diferentes
planos del tronco atacado y pueden ser perpendiculares, paralelas o diagonales al
eje principal de la estructura. Desde el principio las hembras van liberando esporas
de hongos manchadores que germinan y el micelio crece dentro de la madera
(Cibrián et al., 1995).
En las áreas tropicales de México es uno de los escarabajos ambrosiales de mayor
importancia, debido a su amplia distribución y capacidad para dañar trocería. Están
involucrados en la muerte del árbol que se usa como sombra en el cultivo de cacao.
Los insectos infestan árboles aparentemente sanos debilitados o recién muertos.
También infestan trocería húmeda de diferentes diámetros y tamaños. El daño
principal es manchar la madera, así como reducción de la calidad por las
horadaciones que producen. En la superficie de los troncos se observa un polvo de
color blanquecino constituido por la madera que sacan las hembras.
Para su control se recomienda el derribo o destrucción de los arboles atacados por
este barrenador, lo que se logra por incineración o bien por la fragmentación de la
madera de los troncos atacados; con ello se logra un secado rápido de la madera y
desde luego la muerte de los insectos y los hongos asociados. En aprovechamientos
forestales se recomienda no dejar la trocería almacenada en el monte por largos
periodos de tiempo; lo mismo se recomienda en los patios de almacenamiento en los
aserraderos. Cuando se quiera mantener trocería durante largo tiempo, esta se
puede proteger con un insecticida de contacto de persistencia moderada mezclado
con adherente; la aplicación se debe hacer antes que los insectos ataquen (Cibrián
et al., 1995).
108
4.3.8. Enfermedades
El guanacaste, al igual que en plagas, no parece presentar ninguna enfermedad
importante, sin embargo, se han reportado algunas las cuales se mencionan a
continuación:
Una enfermedad es causada por un hongo que ha sido identificado como Fusarium
oxyosporum var. perniciosum y los síntomas son una exudación copiosa de color
amarillo en las fisuras de la corteza en los troncos o ramas infectadas y por
consecuencia varios insectos que taladran la madera (insectos bupréstidos,
cerambícidos y escolítidos) se ven atraídos a las áreas infectadas. Tarde o temprano,
las ramas infectadas de gran tamaño pueden quebrarse repentinamente por su
propio peso, constituyendo una amenaza seria por lo que aquellos árboles infectados
que presenten peligro deberán ser removidos tan pronto como la condición sea
detectada (http://www.fs.fed.us/ global/iitf/Enterolobiumcyclocarpum.pdf).
Se ha descrito una enfermedad de las plántulas causada por Ravenelia
lagerheimiana Diet. En su área de distribución natural, un gran número de flores se
ve destruido por Asphondylia enterolobii, una mosca que causa agallas. La albura del
guanacaste cosechado es susceptible a la descomposición y al ataque por los
insectos, pero el duramen es resistente http://www.fs.fed.us/global/iitf/
Enterolobiumcyclocarpum.pdf).
La CONAFOR cita que en el estado de Colima se realizó el rescate de 1,600 árboles
de parota, a los cuales se les diagnosticó estar afectados con el hongo vascular
denominado Lasiodiplodia theobromae; el tratamiento consistió en la aplicación de
inyecciones de fungicidas a los troncos.
4.3.9. Sistemas y prácticas silvícolas
En el estado de Jalisco, específicamente en la costa, se ha venido manejando las
selvas nativas con mezcla de parota, de acuerdo con Programas de Manejo Forestal
para lograr la sostenibilidad del aprovechamiento de los recursos forestales. Para
alcanzar la normalización de las selvas se aplica y recomienda el siguiente proceso:
división del terreno en áreas de manejo, ejecución y aplicación de tratamiento,
extracción y cuidado del arbolado comercial, reducción de géneros no comerciales,
control de residuos, propiciar la regeneración de géneros deseables, apoyo a la
regeneración natural, exclusión del pastoreo extensivo de las áreas en proceso de
normalización, establecimiento de un sistema de pastoreo, apoyo a las actividades
agropecuarias, reconocimiento periódico de los avances y evaluación de las
actividades (Curiel y Mora, 1999 citados por Manzanilla et al., 2001).
109
Para regular el rendimiento se aplica el método de ordenación de bosques
irregulares, método de beneficio de monte alto (maderables), monte bajo (varas),
método de tratamiento de selección individual y selección en grupos, turno de 50
años, ciclo de corta de 10-25 años, diámetro de corta abierto y calidad de sitio (Curiel
y Mora, 1999 citados por Manzanilla et al., 2001).
4.3.10. Crecimiento y rendimiento volumétrico
E. cyclocarpum antes de los 5 años es un árbol de crecimiento rápido y después de
esta edad se reduce el crecimiento en altura, sin embargo, el crecimiento del
diámetro continúa a casi un ritmo constante. Generalmente la altura del árbol a un
año de edad es de 1 a 2 m con diámetro basal de 1.5 a 3 cm; a 10 años tendría una
altura de 8 a 12 m con DAP de 20 cm. En los suelos muy fértiles, el árbol a los diez
años de edad puede llegar a tener una altura de 6 m con un diámetro de 10 cm. En
ausencia de competencia, desarrolla una copa de dos a más veces a su talla, por lo
que es usada para sombra en las zonas agrícolas y ganaderas. Esta especie puede
crecer de 2 a 3 m de altura/año y el tronco puede incrementar hasta 10 cm de
diámetro/año (Committe, 1985; Rzedowsky, 1978; Pennington y Sarukhán, 1998 a;
Manzanilla
et
al.,
2001;
http://www.conabio.gob.
mx/conocimiento/info_
especies/arboles/doctos/41-legum16m .pdf).
Los árboles que crecen en los bosques de Costa Rica, alcanzan un DAP de 190 cm,
con fustes sin ramificaciones de hasta 15 m de altura; en árboles como sombra en
pastizales y parques, se ha observado un incremento en diámetro de hasta 10 cm
anuales y también se reporta que los árboles creciendo a campo abierto en América
Central alcanzan 3.0 m en DAP y 40 m de altura http://www.fs.fed.us/global/
iitf/Enterolobiumcyclocarpum.pdf).
4.3.11. Edad de rotación, turno
En México, específicamente en el Estado de Jalisco, el turno en prácticas extensivas
es de 50 años. El turno puede reducirse a un período de 20 a 30 años y en algunos
casos, dependiendo del producto final, hasta los 10 años, principalmente si se le
cultiva de una manera intensiva y con base en plantaciones (Manzanilla et al., 2001).
Una plantación mixta de 26 años de edad en Puerto Rico tuvo un área basal de 13
m2/ha y se recomendó aclareos en una rotación de 25 a 35 años (http://www.fs.fed.
us/global/iitf/Enterolobiumcyclocarpum.pdf).
4.3.12. Regeneración natural
La regeneración natural es poco frecuente debido a que las semillas se esparcen
más que nada a través de los animales y después de germinar y crecer un poco son
casi siempre consumidas por los mismos animales. Mueren también al ser
110
pisoteadas y debido a los incendios, la sombra excesiva, la sequía excesiva y la
competencia con las gramíneas; debido a que el guanacaste es un árbol con una
copa de gran tamaño, se necesita solamente que sobreviva uno que otro individuo
para alcanzar una presencia impresionante en un bosque o una sabana
http://www.fs.fed.us/global/iitf/Enterolobiumcyclocarpum.pdf).
Aunque debido a la gran facilidad de reproducción, lo agradable de su sombra y la
circunstancia de que sus frutos son consumidos por el ganado, muchos árboles son
respetados y se han ido difundiendo de tal manera que muchos terrenos de cultivo y
sobre todo de pastizal presentan actualmente parotas, las cuales dan fisonomía
característica al paisaje, especialmente en las grandes llanuras de la costa
(Manzanilla et al., 2001).
La fauna silvestre y ganado son en algunos casos de gran ayuda para dispersar la
semilla de parota en forma natural, al ser arrojados a través del tracto digestivo ya
que los mamíferos, como los caballos y el ganado en general no rompen durante el
proceso digestivo la dura capa que protege a las semillas de parota y si en cambio al
defecar dejan a la semilla en un medio apropiado para su germinación (Manzanilla et
al., 2001).
4.4. PRÁCTICAS DE VIVERO
4.4.1. Manejo y almacenamiento de semillas
Las vainas de la parota se deben de cortar cuando presentan un color café oscuro, si
al agitarse suenan las semillas, es el mejor momento para cosechar las vainas. Sólo
cuando el árbol seleccionado esta completamente aislado, las vainas pueden ser
recolectadas del piso, en caso contrario, se realiza la recolección directamente del
árbol con un cortador largo (apoyado por escalera). Las vainas de cada árbol, son
depositadas de preferencia en una bolsa de papel kraft con datos sobre el lugar y el
árbol. Este procedimiento es especialmente recomendable si se desea hacer algunos
estudios de procedencia y del posterior comportamiento de las plántulas en
diferentes condiciones ecológicas donde sean plantadas (Manzanilla et al., 2001).
Posteriormente los frutos se golpean en el piso y se abren liberándose
inmediatamente las semillas, se introducen en bolsas de plástico, se colocan en una
lata metálica herméticamente cerrada y se almacena en la cámara fría a una
temperatura de 5 ºC, para prolongar su viabilidad. En promedio las semillas
recolectadas miden 15.5 mm de largo, 9.9 mm de ancho, 6.9 mm de grosor y un
peso de 0.75 g equivalente a 1,333 semillas/kg (Manzanilla et al., 2001).
Se cita que las semillas sin escarificar pueden conservarse vivas y latentes por al
menos 5 años aún sumergidas en agua (http://www.conabio.gob.mx/conocimiento
/info_especies/arboles/doctos/41-legum16m.pdf).
111
4.4.2. Germinación
Las semillas de E. cyclocarpum tienen una longevidad que oscila entre los 3 y 15
años. Presentan latencia física, impuesta por la presencia de una testa dura,
resistente e impermeable. La resistencia de la testa se debe a la presencia de dos
tipos de esclereidas; las más externas son alargadas, constituyendo una cubierta de
células en empalizada. La capa interna de esclereidas es más gruesa y resistente,
formada por células isodiamétricas, fuertemente lignificadas. La latencia impuesta
por una testa impermeable es un eficiente mecanismo de control de la germinación y
mantenimiento de la viabilidad al reguardar al embrión de los efectos adversos del
medio ambiente, durante un período más o menos largo, hasta que se presenta la
alteración estructural de la testa (http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/
nfo_especies/arboles/doctos/41-legum16m.pdf).
La germinación en condiciones normales es muy tardada debido a su testa dura. Con
escarificación se logra la germinación en un lapso de 14 a 20 días, con un tiempo
promedio de 17 días. El porcentaje de germinación es del 50 a 85%. Si la testa se
remueve se logra el 100% de germinación, en condiciones húmedas
(http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/info_especies/arboles/doctos/41-legum16
m.pdf).
4.4.3. Prácticas de cultivo
Para la propagación de la parota se han empleado los siguientes tratamientos
pregerminativos
(http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/info_especies/arboles/
doctos/41-legum16m.pdf):
a). La inmersión en agua a 75 ó 100 ºC durante 3 a 6 minutos estimula la
germinación (80 a 85%).
b). Sumergir las semillas en agua a 100 ºC dejar enfriar, luego hidratar por 24 horas,
cambiar el agua 2 veces al día.
c). Escarificación mecánica (lija o lima). La germinación es rápida después la
escarificación y la hidratación, obteniéndose un 100% de germinación.
d). A temperaturas mayores a 28 ºC eliminan la impermeabilidad.
e). Cuando se recolecta las semillas en un ambiente árido, el tratamiento de
calentamiento en un horno a 45 ºC produce la mayor tasa de germinación.
f). Las semillas colocadas en estiércol húmedo dentro de una bolsa, provoca una alta
y rápida germinación.
g). Ebullición durante 1 minuto (94 ºC), genera 72% de germinación en 16 días.
112
h). Remojo en ácido sulfúrico concentrado durante 10 minutos, propicia 80 a 85% de
germinación.
Otras variantes de los tratamientos anteriores, son: remojo en ácido sulfúrico (95%)
durante 45 minutos o inmersión en agua a 100 ºC hasta que se enfríe, luego
sumergir en agua corriente por dos días. La germinación se facilita si se raspa,
rompe o se trata la semilla con ácido sulfúrico concentrado y se deja remojar en agua
o en suelo húmedo (Chang et al., 1990; Manzanilla et al., 2001;
http://www.fs.fed.us/global/iitf/Enterolobiumcyclocarpum.pdf).
La parota puede ser producida por medio de semilla en bandejas, semilleros, bolsas
(de tres a cuatro meses en el vivero), por seudoestaca o directamente en el campo.
Se suguiere sembrar las semillas en turba húmeda o cubrirlas con una capa de suelo
húmedo de 1 ó 2 cm (http://www.fs.fed.us/global/iitf/ Enterolobiumcyclocarpum.pdf).
El método de propagación por seudoestaca consiste en colocar 1,000 semillas en
1m2 en el vivero, las semillas tratadas podrán germinar en 2 a 3 días (algunas
pueden tardar hasta 20 días), se trasplantan luego en bancales con distancia de 20
cm entre plantas. El tamaño de la seudoestaca más adecuado para la plantación es
con un cuello de 1.5 a 2 cm de diámetro (Manzanilla et al., 2001).
Las plántulas se desarrollan con rapidez, no necesitan de sombra, son resistentes a
las sequías y deberán tener 0.5 m de altura al momento de transplantarlas al campo
a los 6 meses (http://www.fs.fed.us/global/iitf/Enterolobiumcyclocarpum.pdf).
4.5. ESTABLECIMIENTO Y MANEJO DE PLANTACIONES
4.5.1. Preparación del sitio de plantación
La regla más simple para cualquier plantación es que el éxito será mayor en la
medida que se prepare el sitio, además de contar con buena calidad de planta para
realizar la plantación. En las áreas en que las condiciones del terreno lo permitan y
dependiendo de la extensión, es conveniente mejorar las condiciones del suelo
empleando medios mecanizados. Debe cuidarse que los suelos no estén anegados,
que tengan un buen drenaje y libres de hierbas, arbustos y malezas en general. Las
dimensiones y el tipo de cepa deberán de ser de tal forma que el sistema radical de
la planta no se dañe ni tenga dificultad de crecer y absorber los nutrientes
disponibles en el suelo. Cuando se emplee maquinaria o herramienta debe tenerse
cuidado de no compactar demasiado el suelo en general, sobre todo alrededor de la
cepa (Manzanilla et al., 2001).
113
5.2. Plantación y espaciamiento
Generalmente se emplea una distancia de plantación de 2.5 a 4 m. Un aspecto muy
importante a considerar es el de tratar de evitar que en las primeras etapas la parota
ramifique demasiado, debido a que tiende a extender sus copas, por lo que se debe
provocar su crecimiento en altura conservando una alta densidad de individuos hasta
los 5 a 10 años de edad, donde se deberá aplicar aclareos, según el producto final
que se quiera obtener (Manzanilla et al., 2001).
4.5.3. Cultivo de plantaciones
En general se recomienda una densidad inicial de 625 a 1,600 plantas/ha y la
aplicación de aclareos desde los 5 a los 10 años de edad. Por razones de equilibrio
ambiental, se recomienda mezclarla con otras especies. En la Costa de Jalisco el
INIFAP, de manera experimental, tiene resultados en mezclas con primavera, rosa
morada, cedro rojo y otras.
Frecuentemente, la parota por el enorme porte de su copa, resulta difícil formar
masas puras rentables, ya que unos cuantos ejemplares podrían ocupar grandes
extensiones de terreno, sin embargo, en condiciones naturales se encuentran
ejemplares con fustes largos, rectos y copas no tan abundantes, como se comprobó
en la Costa de Jalisco, seguramente como producto de la poda natural inducida por
la competencia en las altas densidades.
4.5.4. Crecimiento y rendimiento volumétrico
Una plantación de parota podría estar rindiendo de 15 a 30 m3/ha/año y dependiendo
de la densidad y del turno, una plantación de parota podría tener
conservadoramente, a los 20 años de edad un volumen total estimado de alrededor
de 130 m3/ha (Manzanilla et al., 2001).
En Costa Rica, entre 7.5 a 8 años de edad los árboles alcanzaron alturas de 11 a 16
m y DAP de 8 a 11 cm. En el sur de México, a los 8 años de edad promediaron 8 m
de altura y 12 cm en DAP; en Puerto Rico en asociación con otras especies en
suelos derivados de granito promediaron 6 m de altura a los 5 años y a los 25 años,
éstos árboles y otras plantaciones mixtas en suelo calizo tuvieron una altura
promedio de 18 m, un DAP de 42 cm, un fuste sin ramificaciones de 7.4 m de altura y
una supervivencia del 24% (http://www.fs.fed.us/global/iitf/Enterolobium cyclocarpum.
pdf).
114
4.5.5. Plantaciones agrosilvopastoriles
E. cyclocarpum es una especie empleada como árbol de sombra en áreas ganaderas
o agrícolas, donde se le encuentra en combinación con un buen número de plantas
forrajeras. En condiciones naturales crece mezclada con un gran número de
especies por lo que se puede mezclar con diferentes propósitos (Manzanilla et al.,
2001).
En Veracruz se emplea el sistema agroforestal cafetalero de montaña y son
frecuentes en Yucatán los huertos familiares mayas. También se asocian árboles
dispersos para sombra y ramoneo en áreas ganaderas (potreros) o agrícolas en
Costa Rica (http:// www.conabio.gob.mx/conocimiento/info_especies/arboles/doctos/
41-legum16m.pdf).
En los estados de Jalisco y Colima se tiene asociada con otras especies forestales y
dos especies de gramíneas forrajeras, esta asociación esta evaluada en forma
experimental y los resultados son muy alentadores, en donde se ha observado que
los pastos y otras especies forestales se ven beneficiados por el efecto del Nitrógeno
que se obtiene de los árboles de la parota, sin embargo, en los pastos solo se ha
observado el buen efecto en el crecimiento y desarrollo en épocas en las cuales la
parota tira su follaje y se reduce cuando presenta su follaje completo, ésto debido a
la gran cobertura de sombra que genera su copa (Rueda et al., 2007).
4.6. MEJORAMIENTO GENÉTICO
En Nicaragua se han realizado trabajos de recolección de semilla con fines de
establecer ensayos de procedencia, combinado con ensayos de progenie y huerto de
conservación, con fines de transformarlo en huerto semillero tomando en cuenta los
siguientes criterios:
a). Se ha recomendado alta homogeneidad entre semillas del mismo árbol, además,
existen árboles que producen semillas de tamaños grandes, mientras otros son
productores de semillas pequeñas en cada procedencia.
b). Se ha encontrado diferencia significativa en términos de las diferentes medidas de
semillas (largo, ancho, grosor, área transversal y peso) entre los árboles dentro de
cada procedencia y diferencia en términos de largo, ancho, peso y área transversal
entre las procedencias.
c). Se recomienda que en la formación del huerto de conservación se seleccionen
cuidadosamente a las precedencias que vayan a ser vecinas.
d). Los resultados de estudios de procedencias indican la posibilidad de segregación
geográfica de Enterolobium, por consiguiente es importante realizar recolección de
semillas de rango amplio, esto con el fin de conservar germoplasma para asegurar
115
una colección de amplia variabilidad y que sirva como base para el mejoramiento
genético de esta especie (Chang, 1990 citado por Manzanilla et al., 2001).
4.7. PROPIEDADES Y USOS
4.7.1. Propiedades físico-mecánicas de la madera
La madera de E. cyclocarpum se seca muy fácil y rápidamente al aire libre, con una
ligera tendencia a agrietarse y a combarse, es dura y moderadamente durable, con
una gran estabilidad dimensional que perdura a través del tiempo, dentro del agua su
durabilidad es muy alta. El duramen de la madera tiene un peso específico de 0.6, de
color marrón a marrón rojizo con vetas jaspeadas obscuras y un matiz verdoso,
también puede tener un tinte rojizo, es muy resistente al ataque de enfermedades
fungosas y termitas de la madera seca. El color de la albura es casi blanco. El grano
es típicamente entrelazado, la textura es áspera y la madera es lustrosa (Manzanilla
et al., 2001; http://www.acguanacaste.ac.cr/bosque_seco_virtual/bs_web_page/
paginas_de_especies/ enterolobium_cyclocarpum.html; http://www.fs.fed.us/global/
iitf/Enterolobium cyclocarpum.pdf;).
La densidad de la madera al 15% de humedad es de 0.35 a 0.60, es fácil de trabajar
porque es medianamente dura, elástica y fuerte para su peso específico que es de
463 kg/m3, éste es aparentemente variable ya que se han registrado valores de 340
a 600 kg/m3 (http://www.fs.fed.us/global/iitf/Enterolobiumcyclocarpum.pdf).
En cuanto a la trabajabilidad de la madera, es de baja resistencia al aserrío y
produce de un ligero a moderado efecto de desafilado sobre las sierras. Se cepilla
fácilmente y responde bien al empleo de maquinaria para lograr superficies lisas,
pero, son comunes algunos defectos tales como el grano astillado y en relieve debido
a la tensión de la madera. Se pueden producir superficies ásperas durante el
moldurado. Tiene buenas propiedades al clavado sin necesidad de taladrarse
previamente y su respuesta a la aplicación de lustres es en general buena. El aserrín
es penetrante muy picante y puede causar irritación de la mucosa y alergia en
algunas personas (Manzanilla et al., 2001).
4.7.2. Usos
La parota es una especie maderable, se usa en artesanías, juguetes y artículos
torneados; los troncos grandes generalmente son usados para fabricar canoas y
bebederos de agua (Espejel y Martínez, 1979; Manzanilla et al., 2001; CNIC, 2005;
http://www.conabio. gob.mx/conocimiento/info_especies/arboles/doctos/41-legum16
m.pdf; http://www.fs. fed.us/global/iitf/Enterolobiumcyclocarpum.pdf).
116
La madera se usa para la fabricación de canoas, embarcaciones ligeras, barcos y
para la construcción. En Nicaragua se emplea para bandeja, tabla para lavar, canoas
y pilones. Se considera que para el propósito de construcción la madera de
guanacaste es de la misma calidad como la de Cedrela odorata y es resistente al
comején y a la humedad (Manzanilla et al., 2001; http://www.conabio.gob.mx/
conocimiento/info_especies/arboles/doctos/41-legum 16m. pdf; http://www.fs. fed.us/
global/iitf/Enterolobiumcyclocarpum.pdf).
La madera es usada para obtener tablas y vigas para construcciones rurales,
elaboración de utensilios de cocina, bateas y ruedas de carreta. Industrialmente se le
usa en la fabricación de duelas y lambrines, en la fabricación de chapa para vistas en
madera terciada. Se emplea también en implementos agrícolas, como el centro de
mangos y culatas, carretas, carpintería y ebanistería, en la producción de tableros,
chapa, decorativa, muebles finos, construcción de interiores, cocinas integrales,
salas, molinos, molduras, closet, canceles, plafones, como aislante térmico,
salvavidas, boyas, muebles infantiles, pirograbados y triplay (Pennington y Sarukhán,
1998 a; Espejel y Martínez, 1979; Martínez, 1979; Corral, 1985; Cabrera, 1982;
Manzanilla et al., 2001; http://www.fs.fed.us/global/iitf/Enterolobiumcyclocarpum.pdf;
http://www.conabio.gob. mx/conocimiento/info_especies/arboles/doctos/41-legum16
m.pdf;).
El uso principal del guanacaste es la de sombra para el ganado en los pastizales y
también como forraje ya que el tallo joven, fruto, semilla y las hojas son un excelente
complemento alimenticio para ganado bovino, porcino, caprino y equino. Se
aprovecha mediante ramoneo y corte de ramas, ya que debido a la altura del árbol
no es muy accesible al ganado vacuno (http://www.fs.fed.us/global/iitf/
Enterolobiumcyclocarpum.pdf; http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/infoespecies
/arboles/doctos/41-legum16m.pdf; http://www.semarnat.gob.mx/pfnm2/fichas/enterolo
bium_cyclocarpum.htm).
Los frutos especialmente tiernos, sirven de alimento para el ganado. Las vainas son
muy apreciadas para el ganado, ya que sirven para la engorda durante la época de
fructificación y las vainas inmaduras son de consumo humano como un vegetal
cocido; tanto el fruto como la corteza son ricos en taninos. Los frutos maduros
contienen un jugo gomo-resinoso que mezclado con la pulpa del mismo previamente
macerada sirve para fabricar aglomerados de carbón. Produce leña muy usada en
los hogares e industrias rurales. Tiene un poder calórico de 18,556 kj/kg, lo que la
ubica como especie recomendada como fuente energética. En Guatemala la pulpa
de las vainas se usa como sustituto de jabón, sobre todo para lavar los textiles
(INIREB, 1979; Corral, 1985; Manzanilla et al., 2001 Espejel y Martínez, 1979;
http://www.fs.fed.us/global/iitf/Enterolobiumcyclocarpum.pdf; http://www.conabio.gob.
mx/conocimiento/info_especies/arboles/doctos/41-legum16m.pdf).
En Colima, México se realizó un estudio para evaluar el efecto productivo y
económico de la inclusión de harina del fruto de la parota en el desarrollo de ovinos
en estabulación. Se compararon niveles de 10, 20 y 30% de inclusión contra una
ración testigo que contenía 63% de grano de maíz, 20% de rastrojo de maíz, 15% de
117
pasta de soya y 2% de minerales. Los resultados indicaron que con la incorporación
del 20% de harina del fruto de la parota como sustituto de grano y pasta proteica en
la ración, se pudo mantener la ganancia diaria y total de peso así como el consumo
de la materia seca sin diferencia estadística entre tratamientos, con una disminución
significativa en los costos de producción, por lo que La viabilidad económica de la
utilización de la parota en la alimentación de rumiantes, refuerza la necesidad de
orientar los estudios hacia el aprovechamiento racional de los recursos forrajeros
arbóreos no convencionales en la producción animal (Peralta et al., 2006).
Las semillas tostadas o cocidas como una legumbre y molidas y mezcladas con
harina son comestibles, se reporta que las semillas descascaradas contienen un 35%
proteína. La pulpa del fruto se usa en Guatemala como sustituto del jabón, sobre
todo en el lavado de ropa. Asimismo, de la pulpa de las vainas maduras se obtiene
saponina y la almendra tostada se utiliza en lugar de café (Espejel y Martínez, 1979;
http://www.fs.fed.us/global/iitf/Enterolobiumcyclocarpum.pdf;
http://www.catie.ac.cr/
bancoconocimiento/C/Coleccionesjardinbotanicoarboldeguanacaste/Coleccionesjardi
nbotanicoarboldeguanacaste.asp?CodSeccion=381).
La corteza se usa en infusiones o en vainas para curar el salpullido; es depurativa.
La goma que exuda el tronco (―goma de caro‖) es empleada como sustituto para la
goma arábiga, como remedio para la bronquitis y el resfriado. Los frutos verdes son
astringentes y se utilizan en casos de diarrea (http://www.fs.fed.us/global/iitf/
Enterolobiumcyclocarpum.pdf;
http://www.conabio.
gob.mx/conocimiento/info_
especies/arboles/doctos/41-legum16m.pdf;
http://www.
catie.ac.cr/bancoconoci
miento/C/Coleccionesjardinbotanicoarboldeguanacaste/Coleccionesjardinbotanicoarb
oldeguanacaste.asp?CodSeccion=381).
Es uno de los árboles más importantes de uso múltiple en agrosistemas tradicionales
del Trópico Mexicano. Se encuentra en huertos familiares o solares, en acahuales y
en el monte alto manejado. Es un árbol buen productor de biomasa y un buen fijador
de nitrógeno atmosférico en el suelo (Manzanilla et al., 2001).
Los árboles son muy decorativos por sus enormes copas y elegante follaje. Es un
árbol ideal para parques, campos de recreo y bordes de camino; se emplea como
barrera rompevientos, cerca viva, sistemas agroforestales, recuperación de terrenos
degradados, conservación de suelo y control de la erosión, fijación de nitrógeno,
acolchado y cobertura de hojarasca; en América Central se emplea como sombra en
cafetales, a pesar de que otras especies se ven usadas con mayor frecuencia
(http://www.fs.fed.us/global/iitf/Enterolobiumcyclocarpum.pdf; http://www.conabio.gob.
mx/conocimiento/info_especies/arboles/doctos/41-legum16m.pdf).
Es una especie susceptible de aprovecharse como futuro recurso alimenticio, ya que
la composición de aminoácidos de la semilla es comparable a la de algunas harinas
como la de trigo y pescado (la almendra posee 17 aminoácidos), son ricas en
proteínas (32 a 41%), contienen hierro, calcio, fósforo y 234 mg de ácido ascórbico
(http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/info_especies/arboles/doctos/41-legum16
m.pdf).
118
CAPÍTULO 5
Tabebuia rosea (Bertol) DC
|
Fotografía tomada por H. Jesús Muñoz Flores.
119
5.1. DESCRIPCIÓN DE LA ESPECIE
5.1.1. Nombre común
Tabebuia rosea (Bertol) DC. es una especie que en México se le conoce con
diferentes nombres comunes como maculís, palo de rosa, rosa morada y
dependiendo de la región o entidad donde se localiza: roble (Michoacán), maculís,
macuilís (Tabasco y Chiapas), palo de rosa (Tamaulipas, San Luis Potosí, Norte de
Puebla y Veracruz), roble y roble blanco (Oaxaca, Guerrero y San Luis Potosí),
amapa rosa (Nayarit), macuil (Costa de Oaxaca), amapola (Sinaloa), rosa morada
(Campeche y Quintana Roo), cul (Huasteco, S. L. P.), macuelis de bajo (zona
Lacandona, Chiapas), hok’ab, kok’ab (maya, Yucatán), li-ma-ña (Chinanteco,
Oaxaca), maculishuate, palo blanco, tural (Chiapas), nocoque (San Luis Potosí), palo
yugo, primavera (Sinaloa), roble prieto (Norte de Oaxaca), roble de San Luis (S. L.
P.), satanicua (Guerrero), yaxté (Tojolobal, Chiapas) y cacahua (Sureste de San Luis
Potosí) (Pennington y Sarukhán, 1998 a; http://www.conabio.gob.mx/conocimiento
/infoespecies/arboles/doctos/11-bigno7m.pdf;http://www.semarnat.gob.
mx/pfnm2/fichas/tabebuia_rosea.htm).
En otros países se conoce con los nombres comunes como guayacán rosado, roble
morado, guayacán lila, guayacán morado, roble, chicala, roble de río, flor rosado y
flor, también como roble blanco (República Dominicana), roble de Guayaquil
(Ecuador)
y
apamate
(Venezuela)
(Geilfus,
1989;
CNIC,
2005;
http://www.arbolesornamentales.com/Tabebuiarosea.htm).
5.1.2. Taxonomía
Tabebuia rosea (Bertol) DC., es una especie arbórea que presenta varias sinonimias
y una amplia cantidad de nombres comunes en América y especialmente en México
(Pennington y Sarukhán, 1998 a; Niembro, 1986 y Treviño et al, 1990 citados por
Manzanilla et al., 2001).
Familia: Bignoniaceae
Género: Tabebuia
Especie: Tabebuia rosea (Bertol) DC.
También se le conoce con los siguientes nombres o sinónimos: Tecoma rosea,
Bertol; Tecoma evenia, Donn-Smithii; Tecoma mexicana Mart. ex DC.; Tecoma
punctatissima, Kransl; Tabebuia mexicana, Mart. Ex DC; Tabebuia pentaphylla, (L.)
Hemsley; Tabebuia punctatissima, (Kransl) Stand; Cauralia rosea (Bertol) DonnSmith; Sparattosperma rosea, (Bertol) Miers (Niembro, 1986), Tabebuia heterophylla
y Tabebuia pallida Miers (Webb, 1980; Geilfus, 1989 citado por Martínez, 1997;
http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/info_especies/arboles/doctos/11-bigno7m.
pdf; CNIC, 2005; http://www.arbolesornamentales.com/Tabebuiarosea.htm; http://
120
darnis.inbio.ac.cr/ubis/FMPro?-DB=UBIpub.fp3&-lay=WebAll&-error=norec.html&Format=detail.html&-Op=eq&id=175&-Find).
5.1.3. Especies relacionadas
En México existe una especie muy parecida a T. rosea Bertol y se ha reportado que
en la región del Balsas (Gro., Mor., Pue. y Oax.) existe la T. palmeri Rose,
comúnmente llamada pata de león o tlayahuale. Esta especie se desarrolla en zonas
con precipitación baja (700 mm anuales), temperaturas altas, típica de la selva baja
caducifolia; solo alcanza los 8 m de altura y un diámetro no mayor de 20 cm; sus
flores y frutos son muy semejantes a los de la rosa morada, su madera es muy dura
y de color oscuro, con tonalidades de café amarillento a gris claro, duramen color
café rojizo con tonalidades verdosas; localmente su madera es muy apreciada para
ebanistería y elaboración de herramientas agrícolas y artículos decorativos (Guizar y
Vélez, 1991 citados por Manzanilla et al., 2001). Preferentemente forma parte de
comunidades secundarias, también forma parte de selvas altas o medianas
subperennifolias y subcaducifolias (Pennington y Sarukhán, 1998 a).
5.1.4. Forma
Tabebuia rosea es una especie arbórea caducifolia que tira las hojas de marzo a
junio (temporada seca), alcanza alturas de 15 a 30 m, con tronco recto, a veces
ligeramente acanalado, con diámetros que llegan alcanzar hasta 1 m (Figura 5). La
especie decepciona en su fase inicial de crecimiento por su ramificación dicotómica o
simpódica que augura un tronco mal formado. Eventualmente el árbol llega a formar
un excelente fuste sobre todo si hay sombra lateral de la misma especie o de un
árbol nodriza. Es un árbol con copa redonda y densa, umbelada o en parasol, follaje
abierto con ramas grandes cilíndricas y ascendentes (Pennington y Sarukhán, 1998
a; Niembro, 1986; CNIC, 2005; http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/info_
especies/arboles/doctos/11-bigno7m.pdf; http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/
infoespecies /arboles/doctos/11-bigno7m.pdf).
5.1.5. Corteza
La corteza externa es fisurada y suberificada con alguna de las costillas escamosas,
de aspecto compacto, con las fisuras longitudinales más o menos superficiales que
se entrelazan formando un retículo, su color es café grisáceo oscuro a amarillento
(Figura 5). La corteza interna es de color crema claro a crema rosado, en ocasiones
con expansiones de parénquima, fibrosa, amarga o agridulce, con un grosor de 16 a
30 cm y suave olor a menta (Pennington y Sarukhán, 1998 a; CNIC, 2005;
http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/info_especies/arboles/doctos/11-bigno7m.
pdf).
121
5.1.6. Hojas
Es una especie caducifolia, la cual presenta hojas decusadas, digito compuestas, de
10 a 35 cm de largo, incluyendo el pecíolo y de 8 a 12 cm de ancho, cada hoja se
divide en 5 foliolos, de los cuales los 2 inferiores más pequeños de 3 por 1.5 a 8 por
4 cm, el terminal más grande de 7.5 x 4 a 16 x 8 cm, son lanceolados o elípticos, con
el margen entero, ápice agudo o acuminado, base cuneada, redondeada o truncada;
por el haz son de color verde oscuro y por el envés son de color verde claro y con
abundantes y pequeñas escamas en ambas superficies. Los pecíolos son de 4 a 14
cm de largo, pulvinados, escamosos; pecíolos pulvinados, muy cortos en los foliolos
basales, hasta de 6 cm de longitud en los otros foliolos de forma escamosa
(Pennington y Sarukhán, 1998 a; CNIC, 2005; http://www.conabio.gob.mx/
conocimiento/info_especies/arboles/doctos/11-bigno7m.pdf).
5.1.7. Flores
Las flores de T. rosea son hermafroditas, de un llamativo color lila de 5 a 7 cm de
largo y 4 a 5 cm de ancho, panículas cortas, en las axilas de hojas abortivas o
terminales, hasta de 15 cm de largo y escamosa; pedicelos de 1 a 2 cm de largo; las
flores (Figura 5) son zigomórficas; cáliz blanco verdoso o pardo, tubular estrechado
en la base, de 2 a 2.5 cm de largo; corola de 7 a 10 cm de largo, tubular en forma de
embudo de 2 a 2.5 cm de largo; expandida en la parte superior en un limbo bilabiado;
labio superior con 3 grandes lóbulos obovados, obtusos; labio inferior con 2 lóbulos;
tubo de la corola blanca; lóbulos de color lila o rosado; corola glabra de 7 a 10 cm de
largo en la superficie externa, pubescente en la superficie interna de los lóbulos,
populoso en el tubo; estambres 4, didínamos, los dos cortos de 1.5 cm, los largo de 2
cm insertos cerca de la base del tubo en manojos de papilas e incluidos en el tubo de
color blanco, además son glabros; anteras ampliamente sagitadas; se presenta
también un estaminodio pequeño en forma de un filamento corto; nectario grueso y
tubular, rodeando la base del ovario, glabro; ovario alargado, bilocular, lóculos
multiovulares, con indumento escamoso; estilo glabro, del mismo largo que los
estambres, terminando en un estigma bilabiado (Pennington y Sarukhán, 1998 a;
CNIC, 2005; http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/info_especies/arboles/doctos
/11-bigno7m.pdf).
5.1.8. Frutos
Los frutos son cápsulas cilíndrico-lineales, dehiscentes, estrechas, 22 a 38 cm de
largo por 0.9 a 1.5 cm de ancho, lisas, con 2 suturas laterales, penduladas, de color
verde claro que va variando a verde oscuro cuando madura (Figura 5), cubiertas por
numerosas escamas y solo observables con lupa, con el cáliz persistente, con
semillas membranosas, aladas y delgadas, color blanquecino y de 2 a 3 cm de largo;
las alas hialino-membranáceas, conspicuamente demarcadas del cuerpo de la
semilla
(Webb,
1984
y
Martínez,
1997;
CNIC,
2005;
http://www.
conabio.gob.mx/conocimiento/info_especies/arboles/doctos/11-bigno7m. pdf).
122
Figura 5. A) Árbol. B) Frutos. C) Flores y D) Corteza de Tabebuia rosea.
5.2. DISTRIBUCIÓN Y HÁBITAT
5.2.1. Distribución geográfica
T. rosea es originaria de los bosques húmedos desde México y las Antillas hasta el
Ecuador (Geilfus, 1989 citado por Martínez, 1997). Se distribuye desde 2º latitud Sur
a 20º de latitud Norte, desde México meridional hasta Venezuela y Ecuador, incluso
en las Antillas Orientales (Webb, 1984; http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/
infoespecies/arboles/doctos/11-bigno7m.pdf; CNIC, 2005).
Se reporta que se distribuye en los siguientes tipos de vegetación: Bosque tropical
caducifolio, bosque tropical perennifolio, bosque tropical subcaducifolio, bosque
tropical subperennifolio y pastizal tipo sabana (http://www.conabio.gob.mx/
conocimiento/infoespecies/arboles/doctos/11-bigno7m.pdf).
123
En México se distribuye en la vertiente del Golfo de México, desde el Sur de
Tamaulipas y Norte de Puebla y Veracruz hasta el Norte de Chiapas y Sur de
Campeche; en la vertiente del Pacífico se distribuye desde Nayarit y Jalisco hasta
Chiapas. Se reporta en los estados de Campeche, Chiapas, Guerrero, Hidalgo,
Quintana Roo, San Luis Potosí, Jalisco, Michoacán, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz
y Yucatán (Pennington y Sarukhán, 1998 a; http://www.conabio.gob.mx/
conocimiento/info_especies/arboles/doctos/11-bigno7m.pdf).
En Michoacán se localiza a lo largo de la Vertiente del Pacífico, en la selva mediana
subperennifolia, en planicies, cañadas, partes cercanas a los arroyos y abanicos
aluviales, también se tiene dentro del Valle de Apatzingán y en la selva mediana
subcaducifolia en la zona costera y cañadas húmedas de la zona de "tierra caliente"
del
estado
(http://www.sagarpa.gob.mx/dlg/michoacan/ganaderia/cotecoca/html/
Vegetacion.html).
5.2.2. Clima
Requiere de un clima húmedo, con un régimen pluvial uniforme, una estación seca
de 0 a 3 meses. Se adapta a climas cálidos húmedos y subhúmedos, es una especie
caducifolia, altamente demandante de luz y de día largo.
Se reporta que T. rosea se desarrolla en áreas con temperaturas máximas promedio
del mes más cálido de 23 a 30 ºC, temperaturas mínimas promedio del mes más frío
17 a 22 ºC, y una temperatura promedio anual de 22 a 32 ºC (Webb, 1984; FAO,
1994). También se reporta que la especie se desarrolla en climas que presentan
temperaturas medias de 20 ºC a 27 ºC. Esta última está reportada como el valor
óptimo para su buen desarrollo (SEDER, 1996; CNIC, 2005).
La especie requiere de un régimen pluvial de 1,250 a 2,500 mm anuales (Webb,
1984; CNIC, 2005). Por su parte la SEDER (1996), reportó que la especie se
desarrolla de 700 a 1,800 mm anuales con seis meses secos durante el año.
También se reporta que suele desarrollarse en sitios cuya precipitación mínima es de
1,250 mm anuales y 3,000 mm anuales como máxima y media anual de 2,000 mm,
esta última considerada como óptima para su buen desarrollo (FAO, 1994).
5.2.3. Altitud y topografía
T. rosea prospera en un rango altitudinal desde el nivel del mar hasta los 1,200 m,
aunque se reporta que se puede desarrollar a altitudes mayores, como en Colombia
que se localiza hasta 1,900 msnm (Webb, 1984; Geilfus, 1989; Martínez, 1997;
CNIC,
2005
http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/info_especies/arboles/
doctos/11-bigno7m.pdf; http://www.semarnat.gob.mx/pfnm2/fichas/ tabebuia_rosea.
htm;
http://darnis.inbio.ac.cr/ubis/FMPro?-DB=UBIpub.fp3&-lay=Web All&-error=
norec.html&-Format=detail.html&-Op=eq&id=175&-Find).
124
5.2.4. Suelos
T. rosea se presenta en suelos de origen calizo, ígneo o aluvial, calcáreos, arcillosos
y cenagosos; en general con algunos problemas de drenaje (Pennington y Sarukhán,
1968; CNIC, 2005). Crece bien en suelos pobres, ácidos y en suelos periódicamente
inundados (Geilfus, 1989). No es muy exigente y se adapta a suelos con textura
arenosa, franco-arenosa y franco-arcillosa, con pH alcalino, neutro o ácido y tolera
inundaciones breves (Webb, 1984; CNIC, 2005), aunque se señala que se desarrolla
mejor en suelos cuyo pH varía de 6.0 a 8.0, mínimo y máximo, respectivamente y
con un valor óptimo de 7.0 (FAO, 1994). Se desarrolla bien en suelo vertisol pélico y
vertisol gleyco (http://www.conabio.gob.mx/ conocimiento/info_especies/arboles/
doctos/11-bigno7m. pdf).
5.2.5. Vegetación asociada
Esta especie forma parte del estrato arbóreo en comunidades secundarias, también
forma parte de las selvas altas y medinas subperennifolias y subcaducifolias, así
como en selvas altas perennifolias.
En la selva alta perennifolia cohabita con infinidad de especies, entre las cuales se
tienen: Swietenia macrophylla, C. odorata, Terminalia amazonia, Simarouba glauca,
Ceiba pentandra, Manilkara zapota, Ficus spp., entre otros (Manzanilla, et al., 2001;
http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/infoespecies/arboles/doctos/11-bigno7m.
pdf).
En selvas medianas subperennifolias se asocia con B. alicastrum, Calophyllum
brasilense, C. odorata, Bursera arborea, Roseodendrum donell-smithii, Cordia
alliodora, Guazuma ulmifolia, E. cyclocarpum, Orbygnia guacuyule, Hura polyandra,
etc.
(Manzanilla,
et
al.,
2001;
http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/
infoespecies/arboles/doctos/11-bigno7m.pdf).
En la selva mediana subcaducifolia se asocia con C. odorata, Bursera simaruba,
Swietenia humilis, Manilkara zapota, Vitex mollis, Guazuma ulmifolia, E.
cyclocarpum, R. donell-smithii, entre otras (Pennington y Sarukhán, 1998 a; Cabrera,
1982; http://www.conabio.gob.mx/ conocimiento/info_especies/arboles/doctos/11bigno7m. pdf).
También se reporta que se asocia con Smilax sp., Hura sp., Lysiloma sp., Acacia sp.,
Bursera sp, Pithecellobium sp, Liquidambar sp, Panicum maximum, Terminalia sp y
Bunchosia sp (http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/infoespecies/arboles/doctos/
11- bigno7m.pdf).
125
5.3. SILVICULTURA
5.3.1. Bosques naturales
En forma natural T. rosea no existe en masas puras y se le encuentra asociada con
una diversidad de especies. En otros casos, se le encuentra de manera aislada y
esporádica, esto es cuando se le deja en terrenos de vocación ganadera y se emplea
para la sombra del ganado. Por lo tanto, los aspectos de floración, fructificación,
diseminación y colecta de semilla, esta referida al conocimiento y experiencias en la
vegetación natural o nativa, es decir, en vegetación que no es producto de las
plantaciones hechas por el hombre, aunque existen ejemplares que han sido
plantados de manera esporádica en sitios de lindero o como sombreaderos del
ganado (Manzanilla et al., 2001).
5.3.2. Floración y fructificación
La especie tira sus hojas en los meses de marzo a junio y es la época que se
encuentra en el periodo de floración y fructificación (Pennington y Sarukhán, 1968;
http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/infoespecies/arboles/doctos/11-bigno7m.
pdf). También se cita que la época de floración inicia entre febrero y marzo y se
prolonga hasta mayo o junio, esto depende de las condiciones específicas de la zona
y de la precocidad del arbolado. En Chamela, Jalisco florece de marzo a mayo. La
producción de frutos es de marzo a junio y su desarrollo es muy acelerado, dado que
desde abril inicia la maduración de los frutos (Chacón, 1994 citado por Martínez,
1997; http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/infoespecies/arboles/ doctos/11bigno7m.pdf).
5.3.3. Producción y diseminación de semilla
Los árboles de T. rosea inician su producción de semilla a la edad de 3 a 4 años. El
número de semillas por kg varía de 40,000 a 72,000, aunque también se reporta de
35,000 a 50,000 semillas por kg. Un fruto de esta especie produce de 150 a 200
semillas y su dispersión es anemócora por la acción del viento, debido a que la
semilla es muy liviana y alada; una vez que se dispersa es muy difícil su recolección
(Geilfus, 1989 Martínez, 1997; http://www.conabio.gob.mx/ conocimiento/
infoespecies/arboles/doctos/11-bigno7m. pdf).
5.3.4. Tolerancia a factores ambientales
T. rosea crece en un amplio rango de condiciones ambientales, desde zonas con
baja precipitación pluvial, hasta en zonas muy lluviosas, incluso en suelos inundados,
pero no soporta heladas por ser una especie de trópico, es altamente demandante
de luz, por lo tanto, no tolera sombra. Se reporta que es resistente al fuego y daños
por termitas, tolerante a suelos con mal drenaje o con capa freática muy cercana
126
(Geilfus,
1989;
http://www.conabio.gob.mx/
arboles/doctos/11-bigno7m.pdf)
conocimiento/infoespecies/
5.3.5. Densidad
En las comunidades naturales de selvas, T. rosea se presenta en densidades
variables, pero en México se han hecho pocas evaluaciones al respecto. Se reportan
densidades bajas, por ejemplo, en el estado de Tabasco se cuantificó desde uno
hasta 10 árboles/ha en sitios poco intervenidos, porque también existen casos en
que puede haber áreas de varias hectáreas en que no se encuentra ni un solo
ejemplar.
En el Estado de Veracruz las densidades de T. rosea son muy bajas, ya que en
zonas donde se ha colectado semilla de esta especie se tiene desde 2 a 9
ejemplares/ha (Manzanilla et al., 2001).
5.3.6. Plagas
Desde la etapa de vivero, las plantas son atacadas por hormigas de los géneros
Formica sp. y Atta sp. (hormiga arriera), que en ocasiones defolian a todo la planta y
aunque generalmente no causan la muerte, el daño trae como consecuencia la
deformación de la planta. Otras de las plagas son las termitas Neotermes castaneus
Bum, este insecto perfora el duramen de la planta muy cerca del suelo y hacen sus
galerías en la parte superior de la unión de la rama con el tallo principal. Su control
se realiza con Clordano® y Heptacloro®, éstos se aplican en los nidos y la dosis se
señala en la etiqueta del producto (Manzanilla et al., 2001).
5.3.7. Enfermedades
T. rosea en las Antillas es atacada por la enfermedad denominada ―escoba de bruja‖
y debido a que no es posible su control, en Puerto Rico se recomienda reemplazarla
por especies afines.
En México específicamente en el Sureste del país, se reporta que la especie es
atacada por hongos del Género Sclerotium que causa un manchado negro similar a
la que se presenta en el vivero. El Sclerotium presente en plantaciones, se ha
encontrado en varios hospederos, ocasionando necrosis en las hojas al igual que en
las plántulas en vivero, además, es un causante del ―damping off‖, el cual ocasiona
pudriciones en la raíz. Para su control se sugieren las aspersiones a base de
Manzate 200®, la dosificación se especifica en la etiqueta del producto, mientras que
para el control de nemátodos, se recomienda la aplicación de Furadán® en el suelo
(Geilfus, 1989 y Manzanilla et al., 2001).
127
5.3.8. Sistemas y prácticas silvícolas
En México, en la mayor parte de los estados donde se desarrollan las selvas y en las
cuales cohabita esta especie, el manejo es en base a programas de manejo forestal,
se establecen y se adaptan medidas para lograr una producción sostenible de los
recursos forestales (Manzanilla et al., 2001).
Para regular el rendimiento se basa en algunos métodos que ya se han establecido y
que tradicionalmente en México son los que se han aplicado, con algunas
modificaciones de acuerdo a las condiciones del medio y según requerimientos que
el tipo de vegetación requiere. El método de ordenación aplicado tradicionalmente es
el de bosques irregulares, es decir, para comunidades forestales en donde
generalmente el arbolado existente es de diversas alturas, diámetros, edades y
especies.
El método de tratamiento puede ser por selección individual, el cual es el más
indicado para especies que se presentan en forma aislada. En general en las áreas
de aprovechamiento de las masas forestales nativas con fines comerciales, se busca
teóricamente reducir el número de especies no comerciales e incrementar el número
y los volúmenes de las especies de interés y/o comerciales. Para el caso de T. rosea,
se ha observado que en tierras de cultivo y áreas de pastizal, se dejan ejemplares en
pie como árboles semilleros, para sombra o para posteriormente aprovecharlos como
madera. También se ha visto que en rodales forestales se dejan árboles en pie y se
liberan espacios para fortalecer el establecimiento de la regeneración natural de esta
especie.
5.3.9. Crecimiento y rendimiento volumétrico
El crecimiento de T. rosea, es muy variable como consecuencia de las diversas
calidades de sitio, edad, densidad de plantación y manejo. El ritmo de crecimiento
disminuye después del quinto o sexto año de vida (Geilfus, 1989 y Manzanilla et al.,
2001).
5.3.10. Edad de rotación, turno
El turno es el tiempo que transcurre desde que las semillas germinan o se
trasplantan hasta que están en etapa de ser cosechadas. Para el caso de T. rosea el
tuno es muy variable, ya que depende de las condiciones ambientales en las cuales
se desarrolla, y puede ser desde 40 a 50 años. Los diámetros requeridos para su
cosecha, generalmente también dependen de la edad y de las condiciones
ecológicas y pueden variar desde 35 a 60 cm.
128
5.3.11. Regeneración natural
Debido a la gruesa capa de hojarasca que se acumula frecuentemente sobre el suelo
en las selvas medianas subcaducifolias, a las semillas, especialmente a las
pequeñas, se les dificulta alcanzar el suelo mineral y comúnmente tienen problemas
para anclarse en el suelo. Por lo que para especies como la T. rosea, es
recomendable remover la capa de hojarasca para incorporarla al suelo mineral y
formar una cama semillera adecuada que favorezca la germinación de la especie,
considerando el tamaño pequeño de su semilla (Mora et al., 2001).
5.4. PRÁCTICAS DE VIVERO
5.4.1. Recolección y almacenamiento de semillas
Para la colecta de la semilla, se recomienda que cuando los frutos pasan de verde
obscuro a claro y si al golpearse en el ápice las cápsulas entre sí se produce un
rompimiento de las suturas longitudinales a partir del ápice, son un signo de que la
semilla puede recolectarse. En regiones con vientos fuertes y altas temperaturas, los
frutos deben recogerse antes de la dehiscencia, porque las semillas se dispersan
rápidamente o por la exposición al sol e insectos, pueden perder capacidad
germinativa.
En el estado de Veracruz, se recomiendan que la colecta de la semilla debe
realizarse durante los meses de abril y mayo, dependiendo de las condiciones
especificas de la zona y de la precocidad del arbolado. En cuanto a la forma de
obtener semilla y beneficio para su uso, consiste principalmente en que los frutos se
extiendan sobre una manta y una vez que se abren los frutos, se junta la semilla, se
limpia y posteriormente se empaca para su almacenamiento (Manzanilla et al., 2001).
Considerando su alta higroscopicidad, se recomienda usar empaques herméticos y/o
humedades relativas bajas al ser almacenada la semilla. El mejor contenido de
humedad para almacenar la semilla de esta especie es de 7-8% y la temperatura de
20 ºC, en empaque de semipermeables o cámaras secas.
En cuanto a los tratamientos para el almacenamiento de la semilla, se reporta que es
posible conservarla durante 12 meses, en temperaturas de 20 ºC, a 8.8% de
humedad, en bolsas de polietileno calibre 0.08, con lo cual se garantizan
germinaciones del 75 a 83%.
De los 14 a 17 meses de almacenada la semilla, presenta una disminución o
alteración critica de las sustancias de reserva. La variación del 3.6% del contenido de
humedad durante 17 meses de almacenamiento, indujo alteraciones enzimáticas y/o
bioquímicas irreversibles manifestada por la aparición de plántulas anormales. En
contraste, el tiempo de vida de la semilla es corto y pierde rápidamente la viabilidad
almacenada a 4 ºC con 26% del contenido de humedad y en empaques herméticos
(Manzanilla et al., 2001).
129
Es necesario considerar la estabilización de la humedad durante el almacenamiento,
se recomienda que sea alrededor del 7% para que se mantenga un alto poder
germinativo de las semillas. En un ensayo se encontró que la humedad a los 30 días
fue de 9.2% y comienza a descender por debajo de 7% entre los días 90 a 360 y
aumenta un poco (7.2%) durante los 420 a 510 días. Este tratamiento registra la
mayor germinación al cabo de 420 días. Los frutos cerrados deben secarse a la
sombra y al medio ambiente para que se produzca la dehiscencia, se extrae la
semilla que puede contener entre 18 a 32% de humedad. La semilla procesada se
empaca en bolsas de tela y se transporta. Antes del almacenamiento se seca a 6-8%
de contenido de humedad, se empacan en bolsas de aluminio o polietileno calibre
0.08 y se almacena a 20 ºC (Treviño et al., 1990).
5.4.2. Germinación
T. rosea se reproduce por semilla en forma natural, la germinación inicia en la
temporada de lluvias y tiene una duración de 2 a 4 semanas (Webb et al., 1984 y
Geilfus, 1989 citados por Martínez, 1997). Se ha reportado que se puede reproducir
por estaca, pero si la alternativa es por semilla, es recomendable remojarla en agua
fría por uno o dos días, luego se siembra en camas de germinación y entre los 12 y
14 días inicia la germinación; como resultado, a los seis meses de edad se tienen
alturas de 25 a 49 cm y ya están listas para plantarse en el sitio deseado (Webb et
al., 1984 y Geilfus, 1989).
También se reporta que es una especie de rápida velocidad de germinación, la cual
inicia a los 7 días y termina a los 27 días, obteniéndose un 75% de germinación a los
12 días. Se recomienda como tratamiento pregerminativo, la inmersión de la semilla
en agua por 24 horas (http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/infoespecies/
arboles/doctos/11-bigno7m.pdf).
En Veracruz se ha obtenido una germinación del 95% en tan solo 75 horas, con
semilla recien colectada y sembrada en sustrato compuesto por agrolita, peat moss y
vermiculita, a una temperatura de 35 a 40 ºC, bajo sistema de malla media sombra,
riego abundante y sin escarificación. Estas mismas plántulas, se trasplantan en
bolsas de polietileno y a los 6 meses alcanzan más de 40 cm de altura y están listas
para su plantación.
5.4.3. Prácticas de cultivo
La planta se puede producir directamente en bolsas de polietileno con perforaciones,
y con dimensiones de 12.5 x 20 cm; se deposita de 2 o 3 semillas recién cosechada
y sin tratamiento pregerminativo por bolsa, teniendo buena humedad y se podría
obtener una germinación del 70 a 95% en un período de 7 a 21 días. Cuando se
realiza la germinación en almácigo, el transplante a las bolsas se debe realizar
cuando la planta tenga de 4 a 5 cm de altura, un mes de edad o tenga solamente la
130
radícula principal, el objetivo de esto es promoverle a la planta suficiente espacio
para su desarrollo. La planta en almácigo se debe de proteger bajo la sombra para
disminuir la evapotranspiración y evitar la deshidratación. Se recomienda que la
planta permanezca en el vivero unos cinco meses, así como también disminuir el
riego durante el último mes con el objetivo de llevar a las plantas rustificadas al sitio
de su plantación definitiva.
5.5. ESTABLECIMIENTO Y MANEJO DE PLANTACIONES
5.5.1. Preparación del sitio de plantación
La preparación del sitio en donde se deberá establecer en forma definitiva la planta
en campo, puede ser desde muy austera hasta incluir una serie de acciones como
desmonte, barbecho, rastreo, etc. dependiendo de la topografía existente, ondulada
o plana. Para terrenos con pendientes mayores al 10% se trazan curvas de nivel, con
equisitancias de 2.5 a 3 m, en base a la densidad de la plantación que se desee; si el
terreno es plano se deberá considerar lo siguiente:

Desmonte y barbecho. Se recomienda que el desmonte del terreno se realice
para dar espacio a los nuevos individuos a plantar; en experiencias recientes
sólo se dejan especies arbóreas deseables. En cuanto al barbecho, este se debe
de realizar con el fin de remover el suelo, de tal manera que las raíces de las
plantas prosperen mejor.

Rastreo. Esta actividad proporciona uniformidad al suelo y ayuda a que las
plantas tengan condiciones propicias para su buen desarrollo, en la práctica
dicha actividad aún no se reporta, sin embargo es muy recomendable
(Manzanilla et al., 2001).
5.5.2. Plantación y espaciamiento
Para establecer la planta en el sitio previamente preparado, se procede a abrir cepas
30 x 20 cm profundidad y ancho, respectivamente, se coloca la planta sin el envase,
además, se debe tener cuidado que el cuello de la raíz no quede fuera del suelo, ni
muy enterrado, de lo contrario puede causar retraso en su crecimiento. Es
recomendable que antes de plantar, se realice una poda de las raíces largas para
evitar un enrollamiento de las mismas (Manzanilla et al., 2001).
Para el estado de Tabasco se tienen dos épocas definidas de plantación, una al
inicio de las lluvias, en los meses de junio y julio y la otra al inicio de los Nortes en los
meses de noviembre y diciembre, ésta ultima es la que ha dado los mejores
resultados, tal vez debido a que se presentan temperaturas bajas que evitan la
deshidratación de las plantas. Generalmente las plantaciones y sobre todo en zonas
con menor precipitación, se recomienda realizarlas al inicio de la temporada de
131
lluvias, de esta forma se garantiza un mejor desarrollo del sistema radical y así
pueden sobrevivir la época de verano (Manzanilla et al., 2001).
Una distancia adecuada puede ser de 2 a 3 m o bien 3 x 3 m para una plantación
uniespecífica o asociada con otras especies, esto daría como resultado una densidad
de 1,000 a 1,100 plantas/ha, que permite realizar actividades de mantenimiento y es
el espacio adecuado para el desarrollo de las plantas. Otra densidad que se
recomienda es la de 1,100 a 1,600 plantas/ha y puede asociarse con cultivos
agrícolas (Geilfus, 1989; Manzanilla et al., 2001).
5.5.3. Cultivo de las plantaciones
Por lo general, en condiciones naturales se encuentran ejemplares de T. rosea con
fustes largos rectos, como producto de la poda natural inducida por la competencia a
la que se ven sujetos por las altas densidades con otras especies. Algunas
plantaciones de tipo experimental en el sureste de México y en Jalisco, parecen
confirmar que se pueden tener buenos resultados regulando apropiadamente las
densidades y aplicando podas tempranas, es decir, realizando oportunamente una
serie de prácticas silvícolas.
Se recomienda tener limpia la plantación durante los primeros tres años, esto con el
fin de evitar la competencia de especies arbóreas no deseables, ya que éstas
restringen la disponibilidad por agua, luz y nutrientes. Realizar chapeos cada tres
meses en los primeros dos años de haberse plantado, mientras el árbol forma su
cobertura, luego se recomienda limpiar cada seis meses. Si los terrenos tienen
pendientes mayores al 15% o más y existe riesgos de erosión, no es muy
recomendable usar herbicidas, debido a que también se elevan los costos de
producción, es preferible intercalar cultivos agrícolas durante los primeros años para
amortizar los costos de plantación (Geilfus, 1989; Manzanilla et al., 2001).
Los aclareos se realizan cada tres años; en el Sureste de México se reporta que esta
labor se realiza dos veces en el periodo de crecimiento; el primer aclareo se realiza
cuando la planta tiene 7 años de edad y una altura de 8 a 9 m, dejando una densidad
de 723 árboles/ha. El segundo aclareo se realiza cuando la planta tiene una edad de
12 a 13 años, con una altura de 16 a 18 m, dejando una densidad de 462 árboles/ha.
Los aclareos tienen como finalidad eliminar los árboles mal formados, enfermos o
muertos y por otra parte, para proporcionarle espacio a los mejores árboles una vez
que hayan alcanzado determinado diámetro y altura (Geilfus, 1989; Manzanilla et al.,
2001).
Se recomienda que las podas se apliquen cada 9 meses con el propósito de darle
forma a la planta en su fase de crecimiento, eliminando las ramas innecesarias para
que crezca vigorosa y con una buena conformación de fuste, lo que aumentará la
calidad comercial de la madera (Geilfus, 1989; Manzanilla et al., 2001).
132
5.5.4. Crecimiento y rendimiento volumétrico
El crecimiento de esta especie es muy variable, esto dependerá de la calidad de sitio,
edad, densidad de plantación y manejo que se le aplique. En plantaciones con las
mejores condiciones climáticas, llega alcanzar hasta 3 m de altura en el primer año.
En el Sureste de México el crecimiento anual en altura varía de 1.5 a 2 m y de 1.5 a
2 cm de diámetro. La producción en volumen de madera es de 10 a 20 m3/ha/año y
un incremento de 15 a 25 m3/ha/año (Webb et al., 1984; Geilfus, 1989; Manzanilla et
al., 2001).
También se desarrolla bajo sistema de riego en el municipio de Axutla, Puebla, en
altitudes de 1,300 msnm, con riegos cada 15 días sólo en período de estiaje y los
árboles de 3 años de edad presentan alturas hasta de 2 m, el crecimiento es menor
al que puede alcanzar en plantaciones realizadas en su hábitat natural, donde los
crecimientos a la misma edad sobrepasan los 3 m (Martínez, 1997).
En plantaciones de los estados de Tabasco, Veracruz y Costa de Jalisco, se tiene un
desarrollo más acelerado y por tanto un turno más corto y los diámetros estimados
son de 45 a 55 cm los cuales se podrían lograr a los 25 a 30 años de edad.
5.5.5. Plantaciones agrosilvopastoriles
En México sobre todo en regiones tropicales se han observado plantaciones y
ejemplares de la especie asociada con pastos forrajeros, sirviendo de linderos en
potreros, cercos vivos y como árboles de sombra para el ganado.
En la zona de la Chontalpa del estado de Tabasco, se plantó T. rosea asociada con
Cordia dodecandra y se evaluó la respuesta con plantación mecanizada y manual en
dos condiciones ecológicas (dosel protector y campo abierto). Los resultados
obtenidos 8 meses después fue la sobrevivencia en campo abierto con plantación
manual y planta con cepellón fue de 100%, manual y con planta a raíz desnuda del
91%, mientras que en los tratamientos mecanizado a raíz desnuda y mecanizado con
cepellón fue del 97%. En cuanto a los incrementos en diámetro y altura, se encontró
que la especie Cordia dodecandra, fue superior en más del doble que T. rosea. De
manera general, los métodos mecanizados a raíz desnuda y con cepellón permitieron
un mayor incremento de altura que los métodos manuales respectivos. La altura
promedio de los métodos mecanizados en campo abierto, alcanzaron incrementos de
22.1 cm, mientras que los métodos manuales solo de 19.1 cm; en la condición bajo
dosel protector, se observó que con los métodos mecanizados se logró un
incremento en altura de 20.4 cm, mientras que con los manuales, sólo se obtuvo
incremento de 12.1 cm (Manzanilla et al., 2001).
Este árbol es muy empleado en sistemas agroforestales, principalmente en
asociaciones silvopastoriles, como cerca viva o linderos, ya sea bordeando terrenos
agrícolas, pastizales, carreteras y caminos (CNIC, 2005).
133
5.6. MEJORAMIENTO GENÉTICO
En América son pocas las especies tropicales forestales en las que se tienen
avances en su mejoramiento genético; en México aún es más escasa la información
al respecto y no se conocen áreas semilleras ni huertos semilleros de T. rosea. En
Colombia se tienen plantadas 2,100 ha y huertos semilleros clonales (Treviño y Jara,
1988).
5.7. PROPIEDADES Y USOS
5.7.1. Propiedades físico-mecánicas de la madera
La madera de T. rosea tiene albura de color crema amarillento, con algunos vasos
grandes y bandas conspicuas y abundantes de parénquima paratraqueal, la
densidad de la madera varía de 0.52 a 0.62 g/cm3, presenta una textura mediana a
gruesa, con grano recto entrecruzado, olor y sabor no característico. La densidad
media básica es de 0.57 g/cm3 y densidad anhidra de 0.61 g/cm 3, con una
contracción volumétrica total baja (9.4) y relación de contracciones desfavorables
(2.1). La madera seca al aire a una velocidad moderada, resistente a hongos de
pudrición, pero poco resistente a taladradores marinos, sin embargo, es fácil de tratar
con productos preservantes en albura y duramen. La madera de esta especie es de
fácil trabajabilidad (Webb, 1984; Manzanilla et al., 2001; CNIC, 2005;
http://www.biologie.uni-hamburg.de/b-online/wood/spanish/ bigtaros.htm).
El duramen es de color blanco o gris (marrón rosado claro), de color uniforme y la
albura con coloración similar al duramen. Los vasos son de porosidad difusa,
agrupados, generalmente en grupos radiales cortos (de 2–3 vasos); el promedio del
diámetro tangencial de los vasos es de 85–140 µm y el promedio del número de
vasos/mm2 es de 13–22. El promedio del largo de los elementos vasculares es de
332–386 µm. Las punteaduras intervasculares alternas con un promedio del diámetro
(vertical) de las intervasculares de 3–6 µm y las radiovasculares con areolas
distintas, similares a las punteaduras intervasculares. Las fibras son de paredes de
espesor medio, con un promedio del largo de 970–1170 µm. Las punteaduras de las
fibras en su mayoría restringidas a las paredes radiales, simples o con areolas
minúsculas.
El parénquima axial es en bandas, marginales (o aparentemente marginales), finas,
hasta 3 células de ancho. El parénquima axial paratraqueal es vasicéntrico, aliforme
o confluente. El promedio del número de células por serie del parénquima axial es de
2-4. Los radios son multiseriados y el número por mm es de 18-19, con 2-4 células
de ancho, compuestos por células homocelulares procumbentes (http://www.
biologie.uni-hamburg.de/b-online/wood/spanish/bigtaros.htm)
La madera es de buena estabilidad dimensional, fácil de trabajar, moderada
resistencia al ataque de hongos e insectos y fácil de preservar (CNIC, 2005).
134
5.7.2. Usos
La madera se utiliza para la fabricación de chapa para madera terciada en las caras
de vista; por ello es una especie que podría emplearse con éxito en las plantaciones
comerciales. Dado lo excelente de la calidad de su madera, se usa para fabricar
muebles finos, ebanistería, artesanías, decoración de interiores y exteriores, puertas,
ventanas, marcos, remos, chapa para madera terciada, lambrín, triplay, parquet,
ebanistería, armas de fuego, implementos agrícolas e instrumentos musicales
Grijalva, 1992; Herrera y Lanuza 1995 citados por Manzanilla et al., 2001; CNIC,
2005; http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/infoespecies/arboles/doctos/11-bigno
7m.pdf; http://www.semarnat.gob.mx/pfnm2/fichas/tabebuia_ rosea.htm).
Por su bello colorido rosado de sus flores, se utiliza para ornato a la orilla de
caminos, jardines, avenidas, parques, etc. También se pueden hacer algunas
infusiones de sus hojas para medicina casera como febrífugo, contra parásitos
intestinales, diarrea, calentura, disentería, acelera el parto. La corteza cocida sirve
para la diabetes, paludismo, tifoidea, parasitosis. La madera producto de los
aclareos, ramas y desperdicios puede utilizarse como leña y carbón. La decocción de
flores, hojas y raíces se utiliza como antídoto de mordeduras de serpientes,
aplicándola como fomento y tomada en cucharadas. Es una especie clasificada como
melífera (Webb, 1984; Niembro, 1986; Herrera y Lanuza 1995; Manzanilla et al.,
2001;
CNIC,
2005;
http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/infoespecies/
arboles/doctos/11-bigno7m.pdf; http://www.semarnat.gob.mx/pfnm2/fichas /tabebuia_
rosea.htm).
Se le ha empleado en acolchados o cobertura de hojarasca, para conservación de
suelo y control de la erosión, como ornamental, barrera rompevientos y cerca viva en
los agrohábitats (http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/info_especies/arboles/
doctos/11-bigno7m.pdf).
135
CAPÍTULO 6
Tectona grandis L. F.
Fotografía tomada por H. Jesús Muñoz Flores.
136
6.1. DESCRIPCIÓN DE LA ESPECIE
1.1. Nombre común
El nombre común más conocido, es teca. En la India, se le conoce como sehún,
sagon, saguan, skhu, toak, slip tru, Indian oak. Otros nombres son: Teck (Francia,
India, Inglaterra y Holanda); Iati, Deleg y kulidawa (Indonesia); kyun (Birmania); sak y
mai-sak (Laos y Tailandia), teca de Rangún. (Fierros et al., 1999; Lamprecht, 1989 b;
Niembro, 1986; Govaere et al., 2005).
6.1.2. Taxonomía
Familia: Verbenaceae
Género: Tectona
Especie: Tectona grandis L. F.
(http://www.inbio.ac.cr/bims/k03/p13/c045/o0138/f01348/g009166/s029354.htm)
6.1.3. Forma
Tectona grandis es un árbol deciduo de 20 a 30 m que alcanza los 50 m de altura;
fustes rectos, con un diámetro mayor de 10 cm y hasta 2.5 m. Tronco recto,
especialmente cuando joven (Figura 6), con la tendencia a bifurcarse o ramificarse
en exceso si crece aislado. La copa es abanicada; ramillas gruesas, cuadrangulares
gris claro o verdosas. Las ramas en árboles adultos son gruesas. Las raíces son
grandes profundas y con fuertes raíces laterales (SIRE, 2005 c; Niembro, 1986;
Govaere et al., 2005).
6.1.4. Corteza
La corteza muerta es de color café grisáceo o castaño claro, escamosa y presenta
grietas superficiales; la corteza viva (Figura 6) es blanquecina (SIRE, 2005 c;
Niembro, 1986; Govaere et al., 2005).
6.1.5. Hojas
Las hojas son simples opuestas, caducas, muy grandes, sésiles o cortopecioladas,
elípticas de 40-60 cm de largo por 25-30 cm de ancho, coriáceas (Figura 6), ásperas,
ápice y base agudos, oscuras por el haz, amarillentas y con nervaduras prominentes
por el envés, dejando cicatrices muy marcadas al caer (SIRE, 2005 c; Niembro,
1986; Govaere et al., 2005).
137
6.1.6. Flores
Las flores son actinomorfas, bisexuales, inconspicuas en inflorescencias de color lila
y dispuestas en grandes panículas terminales, erectas y ramificadas, cáliz gris con 6
lóbulos campanulados, corola con 6 lóbulos extendidos con sendos estambres
epipétalos, ovario de 4 células, estilo delgado, estigma bilobular (SIRE, 2005 c;
Niembro, 1986; Govaere et al., 2005).
6.1.7. Frutos
El fruto es una drupa cuadrilobulada, de color castaño claro, finamente velloso, con
pericarpio afelpado que encierra una semilla bastante dura. Es un fruto seco
indehiscente, en drupa esférica (Figura 6) (SIRE, 2005 c; Niembro, 1986; Govaere et
al., 2005).
Figura 6. A) Árbol. B) Frutos. C) Corteza. D) Hojas
municipio de Múgica, Michoacán.
138
y E)
Plantación de Tectona grandis en el
6.2. DISTRIBUCIÓN Y HÁBITAT
6.2.1. Distribución geográfica
T. grandis es originaria de la India, Birmania, Tailandia, Java e Indonesia (Niembro,
1986; Peña, 1984). En su lugar de origen se distribuye en el Bosque tropical
caducifolio y Bosque tropical seco (Fierros et al., 1999 y Lamprecht, 1989 b). No
obstante ha sido plantada en las Filipinas, África, Guayana Británica, Puerto Rico,
Cuba, Haití, Jamaica, Trinidad, Honduras, Camboya, Laos, Vietnam (Norte y Sur) y
en América Latina (Kukachka, 1970).
Se distribuye principalmente en el Archipiélago Malayo e India peninsular y crece
únicamente dentro de una banda sumamente estrecha alrededor del mundo, ubicada
a 20 grados de la línea ecuatorial.
Es una especie frondosa nativa de la India, Myanmar (Birmania), la República
Democrática Popular Laos y Tailandia, tiene una larga historia de ordenación
sistemática. Se introdujo en Indonesia (Java) hace cientos de años y las más
antiguas plantaciones de teca en Sri Lanka se han documentado a fines del siglo
XVII. Los primeros sistemas intensivos de ordenación de los bosques naturales se
desarrollaron hace unos 150 años en Myanmar, desde donde la ordenación activa de
la especie pasó a la India y Tailandia durante un período de unos 40 años.
En la actualidad se encuentra plantada en América Central, Colombia, Venezuela,
Brasil, Costa Rica, Panamá, Ecuador y Guyanas, países con clima tropical y en
general con condiciones que se ajustan a los requerimientos de la teca (Govaere et
al., 2005; http://www.bosquestropicales.com/html/Espanol/ubicacion.html).
En México se han establecido plantaciones de teca en el estado de Michoacán
(Figura 6), Nayarit y Jalisco, pero principalmente a nivel experimental en Veracruz y
Tabasco (Monroy, 1998).
6.2.2. Clima
T. grandis prospera en climas cálido–húmedos con temperatura media de 21 a 28 ºC,
con una mínima de 17 a 21.3 y máxima entre 30.2 a 46 ºC, con una marcada
estación seca de tres a cinco meses con un máximo de 60 mm de lluvia. Los lugares
cuyas condiciones son muy secas usualmente producen un crecimiento atrofiado. En
los sitios donde no se presenta esta marcada estación seca, se puede obtener un
crecimiento más rápido, pero también producen una madera con una savia más
espesa y una calidad general más baja, lo que incluye una densidad promedio
menor, un color menos atractivo, una textura inferior y una madera menos fuerte
(Von Carlowitz et al., 1991; Lamprecht, 1989 b; Monroy, 1998; Flinta, 1960; Fierros et
al.,
1999;
Somarriba
et
al.,
1999;
http://www.
bosquestropicales.
com/html/Espanol/ubicacion.html).
139
Crece bien en zonas con una precipitación de 1,000 a 3,000 mm/año y una
temperatura promedio de 26 ºC, pero también se reporta que la precipitación óptima
se encuentra entre 1,250–2,500 mm, con 3 a 5 meses de sequía, con una media de
1,578.7 mm, una mínima entre 625 y 1,200 mm y máxima de 2,291 a 3,000 mm
anuales (Peña, 1984; Von Carlowitz et al., 1991; Fierros et al., 1999).
6.2.3. Altitud y topografía
T. grandis crece bien en zonas húmedas desde el nivel del mar hasta 1,000 msnm,
aunque también se reporta que la altitud media donde se desarrolla es de 378 m, con
mínima de 0 a 30 y máxima de 650 a 1,500 m (Von Carlowitz et al., 1991; Fierros et
al., 1999; Lamprecht, 1989 b). Los sitios donde mejor se desarrolla son planos o
ligeramente ondulados (Monroy, 1998).
6.2.4. Suelos
Para lograr un buen crecimiento y una alta calidad, T. grandis requiere de suelos
francos, bien drenados a estacionalmente inundados, ricos en calcio, profundos, de
textura arcillosa, arenosa a franca, limo-arcillosa, pH de neutro a ligeramente ácido,
sales ausentes; los mejores sitios son los suelos aluviales fértiles, bien drenados, con
el manto freático profundo (Somarraba et al., 1999; Peña, 1984; Von Carlowitz et al.,
1991; Fierros et al., 1999; Monroy, 1998; Govaere et al., 2005;
http://www.bosquestropicales.com/html/Espanol/ubicacion. html).
6.3. SILVICULTURA
6.3.1. Bosques naturales
Aunque la popularidad de T. grandis está siempre en ascenso, sus bosques
naturales se reducen a un ritmo alarmante. La demanda mundial de la teca aumenta
año tras año, pero la oferta se ha reducido significativamente en los últimos años.
Los grandes bosques de teca restantes en el mundo están ubicados en Burma
(Birmania), pero se asume que el gobierno está depredando su bosque de una
manera agresiva, por lo que la demanda mundial de teca tendrá que ser satisfecha
por las relativamente pocas plantaciones de teca que existen alrededor del mundo.
La teca, que ya es un escaso recurso, en forma natural se puede considerar como
una especie forestal casi extinta (http://www.bosquestropicales.com/html/Espanol/
ubicacion.html).
En la Vertiente del Pacífico de Costa Rica, con plantaciones de teca; se procesaron
datos de árboles con el fin de evaluar el crecimiento en altura a través de la técnica
de análisis troncales. Se utilizó una muestra compuesta por 19 árboles talados y
seccionados a lo largo de las zonas cálidas se generó información de un total de 403
datos con edades comprendidas entre 1 y 40 años de edad, con diámetros a 1.30 m
140
de altura con corteza que oscilan entre 2.38 cm y 47.80 cm y alturas totales que
varían desde 2.02 m hasta 34.20 m. De acuerdo a los resultados, se seleccionaron
dos modelos que presentaron las ―diferencias absolutas y relativas‖ más pequeñas
con respecto al volumen promedio de la muestra. Uno fue el ―Modelo de doble raíz
cuadrada‖ (ãv = b0 + b1*dap + b2*ãdap ) con el fin de construir una tabla (Cuadro 22)
de una sola entrada a partir del diámetro y el otro fue el ―Modelo de Näslund‖ (v =
b1*dap2 + b2*dap2*htotal + b3*dap*htotal2 + b4*htotal2 ) para la elaboración de una
tabla de doble entrada (Cuadro 23), utilizando el diámetro y la altura total (Mora y
Gómez, 2005).
Cuadro 22. Tabla de una entrada para el volumen total con corteza de árboles
individuales en plantaciones de Tectona grandis. Vertiente del Pacífico,
Costa rica.
Clase de DAP (cm)
2
4
6
8
10
12
14
16
18
20
22
24
26
28
30
32
34
36
38
40
42
44
46
48
50
Fuente: Mora y Gómez, (2005).
4
6
8
10
12
14
16
18
20
22
24
26
28
30
32
34
36
38
40
42
44
46
48
50
52
PM (cm)
Volumen (m3)
3
5
7
9
11
13
15
17
19
21
23
25
27
29
31
33
35
37
39
41
43
45
47
49
51
0.0029
0.0062
0.0135
0.0259
0.0443
0.0697
0.1025
0.1435
0.1930
0.2514
0.3191
0.3963
0.4835
0.5807
0.6882
0.8063
0.9350
1.0746
1.2252
1.3870
1.5601
1.7446
1.9407
2.1484
2.3678
Donde:
VOL = Volumen total con corteza por árbol (m)
DAP = Diámetro a la altura del pecho con corteza (cm)
PM = Punto medio de la clase de diámetro (cm)
141
Cuadro 23. Tabla de doble entrada para el volumen total con corteza de árboles
individuales en plantaciones de Tectona grandis. Vertiente del Pacífico,
Costa Rica.
Clase
DAP
(cm)
4.5
9.5
14.5
19.5
24.5
29.5
34.5
39.5
44.5
49.5
Clase de altura (m)
3.5
6.5
9.5
12.5
0.0068
0.0185
0.0162
0.0325
0.0641
0.1109
0.0300
0.0485
0.0882
0.1489
0.2308
0.0480
0.0667
0.1122
0.1846
0.2840
15.5
18.5
21.5
24.5
27.5
30.5
33.5
0.0869
0.1361
0.2180
0.3327
0.4802
0.1091
0.1599
0.2491
0.3769
0.5433
0.7482
0.1835
0.2779
0.4166
0.5433
0.7482
0.2070
0.3043
0.4518
0.6494
0.8971
1.1951
1.5432
0.2305
0.3284
0.4824
0.6923
0.9583
1.2802
1.6580
20919
0.5085
0.7266
1.0105
1.3541
1.7596
2.2268
0.7582
1.0538
1.4170
1.8478
2.3462
Fuente: Fuente: Mora y Gómez, (2005).
6.3.2. Floración y fructificación
La floración es inmediata a la caída de los frutos, los cuales maduran y caen de
febrero a marzo (Peña, 1984).
6.3.3. Producción y diseminación de semilla
Las semillas a utilizar deben provenir de individuos sanos (libres de plagas y
enfermedades), vigorosos y con buena producción de frutos. Con esto se pretende
asegurar que las plantas obtenidas de esas semillas hereden las características de
los progenitores (Arriaga et al., 1994; Fierros et al., 1999).
El número promedio de semillas por kilogramo es de 2,000 (Peña, 1984). En México
se citan 1,400 semillas/kg y la fecha de recolección de diciembre a marzo
(PRODEFO, 2000).
6.3.4. Tolerancia a factores ambientales
Los lugares cuyas condiciones son muy secas usualmente producen un crecimiento
atrofiado de la teca. En los sitios donde no se da esta marcada estación seca se
puede obtener un crecimiento más rápido, pero también producen una madera con
una savia más espesa y una calidad general más baja, lo que incluye una densidad
promedio menor, un color menos atractivo, una textura inferior y una madera menos
fuerte (http://www.bosquestropicales.com/html/Espanol/ubicacion.html).
En la India presenta resistencia a las sequías, pero es sensible a las heladas y al
fuego (Von Carlowitz et al., 1991).
142
Los incendios son el principal y mayor riesgo que afronta una plantación de teca,
principalmente durante los primeros 2 a 3 años. Después del cuarto año de
crecimiento, la corteza de los árboles de teca se vuelve sumamente resistente al
fuego generado por los incendios. Las hojas adquieren un gran tamaño y se tornan
gomosas y sumamente resistentes. La peor amenaza es la primera estación seca
anual cuando la hierba o los arbustos altos pueden incendiarse y matar los
incipientes árboles de teca. Por consiguiente, durante los primeros años se invertirán
considerables cantidades de fondos para mantener la maleza y los arbustos cortados
(http://www.bosquestropicales.com/html/Espanol/ubicacion.html).
6.3.5. Plagas
T. grandis es una de las especies más empleadas en reforestación en las regiones
tropicales. Durante los últimos cinco años, plantaciones comerciales han sido
inspeccionadas para la determinación de herbívoros y fitopatógenos asociados a la
especie. Solamente en Costa Rica se identificaron 20 especies de insectos (48%), 18
especies de patógenos, dos especies de vertebrados y un muérdago.
A continuación se describen los principales problemas fitosanitarios:

Hyblaea puera (esqueletizador)
En Costa Rica, desde hace aproximadamente 4 años, Hyblaea puera (Hyblaeidae,
Lepidóptera), conocido a nivel mundial como el ―esqueletizador de la teca‖, produce
defoliaciones durante el período de sequía. Las larvas pliegan y unen con seda un
borde de la hoja con la lámina foliar donde se albergan. De allí salen a alimentarse
del resto de la lámina foliar dejando únicamente las nervaduras primaria y
secundarias. Si el ataque es muy severo, se pueden observar hasta 12 larvas por
hoja y defoliaciones totales, partiendo en forma preferencial de las hojas más
jóvenes. Las larvas en su último instar, pueden medir aproximadamente 4 cm de
largo, el cuerpo tiene una apariencia suave, lisa y opaca, con coloraciones que
varían de gris oscuro a negro, con bandas longitudinales de color naranja y laterales
blancas. La larva madura usualmente desciende al suelo en un hilo de seda y pupa
bajo una delgada capa de hojas secas. Las palomillas son relativamente pequeñas,
con una envergadura alar de 3-4 cm y una postura de descanso característica que le
oculta el negro y naranja (Arguedas, 2005).
Rabdopterus sp. (defoliador)
Es una especie polífaga de la familia Chrysomelidae (Orden Coleóptera). Los adultos
se alimentan del follaje, produciendo perforaciones características de forma elongada
y curva de aproximadamente 1.3 de largo y 0.16 cm de ancho. Los huevos son
puestos en grietas en la superficie del suelo. Las larvas son blancas con una línea
longitudinal oscura y la cabeza color marrón con mandíbulas bien desarrolladas. Los
adultos son escarabajos pequeños (4-5 mm de largo), compactos, robustos, de forma
143
óvalo-alargada, de color verde oscuro a negruzco con brillo metálico; los ángulos
anteriores del tórax son finos y dirigidos hacia fuera, las patas son rojizo claro con la
tibia media arqueada. Posee hábitos alimenticios nocturnos. Se determinó que el
ciclo de vida oscila entre 39 y 52 días. Los ataques están relacionados con la
dominancia de gramíneas en el sitio, ya que las larvas se alimentan de las raíces de
gramíneas y arándanos (Arguedas, 2005).
Walterianella sp. (defoliador)
Los adultos se alimentan del follaje produciendo pequeñas raspaduras de la cutícula
superior y del parénquima de aproximadamente 10 x 2 mm. Por la cantidad de daños
en una sola hoja, ésta puede quedar casi totalmente perforada y morir. Los daños
dentro de las plantaciones se concentran en grupos de árboles o focos. Los adultos
son pequeñas ―mariquitas‖ (6 mm de longitud) amarillas con secciones en los élitros
(alas anteriores) y el par de patas traseras color pardo. Las poblaciones se
concentran en uno o dos árboles y cuando son alteradas, brincan y cubren el
ambiente como ―nubes‖.
Otros defoliadores de menor importancia en cuanto a daños son una especie de
Automeryx (Familia Saturniidae, Orden Lepidóptera), tres de Oxidia (Familia
Geometridae, Orden Lepidóptera), conocidas como los ―medidores gigantes de la
teca‖ y varias especies no identificadas de saltamontes (Orden Saltatoria). Estos
últimos también pueden alimentarse de los brotes terminales, lo que hace que las
consecuencias de sus daños sean de gran importancia económica.
Neoclytus cassicus (barrenador)
En trozas almacenadas en patios, provenientes principalmente de aclareos, se han
presentado ataques del barrenador Neoclytus cacicus (Cerambycidae, Coleóptera).
Las larvas construyen galerías en la albura, sin que externamente se detecten signos
del ataque. El ciclo de vida se completa en las galerías y es el adulto el que
construye orificios circulares de aproximadamente 5 mm de diámetro por donde
emergen. El adulto puede medir hasta 1,5 cm de largo, es de color café claro con
cuatro marcas blancas sobre los élitros. Las primeras manchas forman
conjuntamente como una ―M‖ y las últimas forman como una ―V‖ invertida. Las
antenas son más cortas que el cuerpo. El primer par de patas es más pequeño que
los dos otros pares. Los dos últimos pares de patas son más largas que el cuerpo.
Este insecto tiene como hospedero nativo a la planta Guiacum officinale (Arguedas,
2005).
144
Phyllophaga spp.
Las larvas del género Phyllophaga pueden ser consideradas como las plagas más
importantes de suelo que se alimentan de tubérculos y raíces. Los daños son
producidos por las larvas en su tercer instar, las cuales son conocidas en la región
como ―jogotos‖, ―fogotos‖ o ―gallinas ciegas‖. Los adultos son los conocidos como
―abejones de mayo‖ (Arguedas, 2005). Se destaca esta plaga por el fuerte impacto
provocado en plantaciones recién establecidas y en grandes extensiones de
plantaciones de hasta tres años, en los meses de septiembre y octubre del 2003 en
Panamá. Se encontraron hasta cien o más larvas en algunos individuos afectados y
el sistema radical severamente afectado, tanto por ausencia casi total de raicecillas
de absorción, como perforaciones en las raíces primarias y secundarias. Esta
situación hace que estos árboles sean mucho más propensos a otros problemas
fitosanitarios, como los producidos por patógenos de suelo.
Consideraciones finales indican que durante los años que se ha llevado a cabo la
prospección en las plantaciones de Teca se ha observado un aumento en el número
de plagas reportadas, lo cual se puede deber también al aumento en el área
reforestada. Sin embargo, la mayor preocupación radica en que muchos de los
problemas mencionados han aumentado paulatinamente en su frecuencia y en la
severidad de los daños causados. El uso de prácticas de manejo tradicionales,
específicamente con el uso de plaguicidas se ve muy limitada en aquellos proyectos
que se encuentran certificados. Esto conlleva a buscar otras opciones de manejo
mucho más amigables con el ambiente y con la salud ocupacional del personal, en
especial de campo. Se destacan nuevamente las actividades de prospección, los
controles culturales y mecánicos y el control biológico, mediante las labores que
favorezcan el desarrollo y permanencia de enemigos naturales dentro de las
plantaciones (Arguedas, 2005).
En México, las hormigas del género Atta cephalotes (L.) es una de las principales
plagas por lo que es necesario localizar los hormigueros y aplicar un insecticida
organofosforado de contacto. El combate de hormigas debe iniciarse antes de la
remoción de la cubierta vegetal, localizando los hormigueros en una superficie que
cubra por lo menos 100 m alrededor del sitio de plantación (INIFAP, 1997 c; Fierros
et al., 1999; Cibrián et al., 1995).
La cochinilla rosada (Maconellicoccus hirsutus Green) es una plaga exótica y es
posible que encuentre las condiciones favorables para su establecimiento y
diseminación, tales como un clima favorable, amplio ámbito de hospedantes,
ausencia o pocos enemigos naturales y se convierta en una amenaza importante
para los cultivos. Esto causaría un impacto económico significativo en la actividad
cafetalera y otros sectores de importancia económica. Es un insecto muy polífago se
le ha encontrado alimentándose en 70 familias, 200 géneros y más de 125 especies
de plantas, entre ellos cultivos de importancia económica como café, cacao,
cocotero, algodón, caña de azúcar y uvas. También en especies forestales como
ceiba, neem, madero negro, leucaena, paraíso y teca. En frutales como cítricos,
anonáceas, papaya, mango, aguacate, hortalizas, ornamentales y malezas.
145
Los daños producidos en las plantas de este cultivo se manifiestan como
debilitamiento de los órganos y en árboles forestales, la saliva tóxica que inyecta
provoca malformación de las hojas y yemas apicales. Se considera que el transporte
de material vegetativo infestado es un medio de dispersión, así como el comercio
internacional de plantas y productos, por lo que una táctica recomendada para su
prevención son las medidas cuarentenarias, sin embargo, no siempre son
suficientes, por lo que la mejor alternativa para el control parece ser el control
biológico, como el escarabajo depredador Cryptolaemus montrouzieri o el parasitoide
Anagyrus kamali; en Costa Rica, se introdujo el depredador de la cochinilla aérea del
café (P. citri), el cual fue criado en laboratorio y luego liberado en plantaciones de
café (Padilla, 2005).
6.3.6. Enfermedades
La teca es sumamente resistente a las enfermedades, lo que más preocupa al inicio
de la plantación es la afectación de las raíces que son susceptibles a un ataque de
hongos. Una vez que ha madurado la raíz base, la infestación por hongos deja de ser
un problema significativo (http://www.bosquestropicales.com/html/Espanol/ubicacion.
html). Rigidoporus lignosus causa la pudrición de las raíces en terrenos mal
drenados y Armillaria mellea causa la pudrición de las raíces; aunque es saprofito,
ataca cuando las condiciones son propicias (raíces dañadas y árboles débiles) o que
el terreno tenga gran potencial de inóculo (Peña, 1984).

Phomopsis sp. (quema de los brotes)
Se han observado en focos de hasta 50 árboles de 6 a 24 meses de edad. La
infección comienza en el meristemo apical, cuyas hojas inmaduras se tornan pardo
oscuro, y después se desvanecen. Aparentemente, en menos de cinco días el hongo
desciende por los tejidos corticales del tallo, los cuales inicialmente adquieren una
coloración pardo morado, que luego se torna negra. En algunas ocasiones las
nervaduras principales de las hojas se encuentran también afectadas y presentan
una necrosis color negro. Si en el campo hay períodos prolongados de alta humedad
relativa se observan pequeñas estructuras negras y duras que emergen de los
tejidos, las cuales son los picnidios o estructuras reproductivas del hongo (Arguedas,
2005).

Pseudomonas (malla de la teca)
Los árboles afectados presentan un leve amarillamiento y flacidez del follaje, el cual
posteriormente comienza a necrosarse desde los bordes, hasta cubrir toda la lámina
foliar y matarla. Como son árboles pequeños (menos de 1,5 m de altura), la infección
comienza a afectar también los tejidos corticales del tallo, produciendo la muerte de
todo el individuo. El sistema radical se encuentra totalmente deteriorado, la corteza
146
se desprende fácilmente de las raicecillas finas y en las más gruesas estos tejidos se
encuentran podridos. Esta enfermedad es muy importante, ya que es una bacteria
que mata el arbolito y puede contaminar el suelo. Se ha manejado eficientemente
eliminando desde la raíz los individuos afectados, los cuales se extraen de la
plantación. Los hoyos dejados se asperjan con antibióticos como estreptomicina.

Botryosphaeria (cancro múltiple)
Cada cancro representa un abultamiento de 3 a 20 cm de largo y de 2 a 23 cm de
ancho a lo largo del fuste; la corteza se abre en dichos sitios y se ubican
principalmente en los puntos de poda. En un árbol se pueden encontrar hasta 16
cancros (Arguedas, 2005).

Nectria nauriticola (cancro nectria)
En la base del fuste se observa un área ovalada de la corteza de color oscuro. Esta
corteza podrida se puede desprender manualmente y observar los tejidos del xilema
expuestos. Se ha nota también que los cancros pueden permanecer mucho tiempo
en el árbol, el cual comienza a producir tejidos de defensa como callos y
posiblemente corteza subepidérmica, provocando grandes áreas abultadas y
deformes principalmente en la base del árbol. En árboles jóvenes el cancro puede
ser longitudinal y ampliarse en la base, provocando en algunos casos la muerte del
árbol por anillamiento (Arguedas et al., 1995 y Arguedas, 2005). En muchas
ocasiones se encontraron árboles de hasta 7 años afectados en las raíces por
Fusarium sp, ésta situación podría tener relación con los ataques de N. nauriticola,
ya que especies de Fusarium son el estado imperfecto de Nectria.

Agrobacterium tumefaciens (corona de agallas)
Es una bacteria de la familia Rhyzobiaceae que produce una enfermedad
denominada "corona de agallas" (Sinclair et al., 1987 citados por Arguedas, 2005).
En teca se forman agallas o tumores, principalmente en la base de los tallos a nivel
de la superficie del suelo. Inicialmente forma pequeños crecimientos esféricos con la
apariencia de callos, los cuales crecen rápidamente hasta constituirse en grupos de
protuberancias fácilmente distinguibles. En árboles de dos a tres años, los tumores
pueden llegar a alcanzar diámetros superiores al de su hospedero. Estas agallas son
leñosas y mantienen la coloración y la textura del resto de la corteza. Con el tiempo,
la superficie se rompe y toma una coloración oscura. Generalmente los árboles
adultos logran desarrollarse con la presencia de la enfermedad sin efectos
aparentes, sin embargo, otros patógenos de suelo pueden penetrar por las agallas
decadentes y producir otras enfermedades (Arguedas, 1994 y Arguedas, 2005).
147
En plantaciones mayores de 7 años, en regiones con precipitaciones anuales
superiores a los 4,000 mm, se ha observado un proceso de mortalidad de árboles
aislados y en grupos, denominado el ―decline de la teca‖. El proceso de pudrición de
las raíces se manifiestan primeramente en las principales pero en las regiones
apicales (aproximadamente 1–1.5 cm de diámetro), donde la corteza se desprende
fácilmente y los tejidos internos generalmente se encuentran negruzcos, producto de
los procesos de oxidación acelerada. Se han establecido varias hipótesis referentes
a la causalidad del síndrome, especialmente relacionadas con condiciones de sitio
como estructura de suelo inadecuada (suelos pesados), niveles freáticos altos,
elevados niveles de lixiviación de bases, acidez y fertilidad de los suelos; así como a
manejo silvicultural inadecuado, como densidades altas y obras de drenaje sin
mantenimiento. Es muy posible que varios de estos factores actúen conjuntamente y
permitan la acción final de patógenos oportunistas.
El ―decline de la teca‖ se convierte en uno de los problemas que causan mayor
preocupación en las plantaciones ubicadas en regiones con altos niveles de
precipitación. Debido a la complejidad de los posibles agentes causales y de las
relaciones entre ellos, es que se considera fundamental realizar estudios de carácter
interdisciplinario, con proteccionistas, silvicultores, ecólogos y edafólogos (Arguedas,
2005).
6.3.7. Sistemas y prácticas silvícolas
Debido a la ausencia de información actualizada sobre el manejo intensivo de la teca
en Centroamérica, se realizaron una serie de estudios con el objetivo de desarrollar
diferentes escenarios de crecimiento y manejo intensivo para esta especie. Luego de
la aplicación de los distintos tratamientos en el ensayo de aclareos, diferencias en
DAP empezaron a ser evidentes, aumentando según aumentaba la intensidad del
aclareo. El área basal al año 4 varió entre 14.6 y 18.2 m2/ha. Los aclareos de más
fuerte intensidad (corta del 60% de los árboles) redujo el área basal en un 48%,
disminuyendo de 15,9 a 8,2 m2/ha. Al año 6, cuando los mismos tratamientos se
repitieron dos años después, el área basal de los tratamientos varió entre 23 y 26
m2/ha antes del aclareo. Después del aclareo el área basal disminuyó a un rango
entre 13,1 y 22,4 m2/ha (el testigo se mantuvo en 26 m2/ha). Se concluye que lo
mejor es aclarear al año 4 y remover 40% de los árboles, o bien, aclarear al año 4 y
al año 5 y remover 25% de los árboles originales en cada año (Pérez y Kanninen,
2005).
148
6.4. PRÁCTICAS DE VIVERO
6.4.1. Manejo y almacenamiento de semillas
Las semillas pueden almacenarse con contenido de humedad del 6 a 7% y
temperaturas de 0 ºC; tales condiciones permiten mantener la viabilidad por varios
años. Generalmente las semillas ortodoxas presentan algún tipo de latencia (Arriaga
et al., 1994). Si se almacenan en sacos que se cuelgan en lugares frescos las
semillas germinan mejor, después de dos años (Peña, 1984).
6.4.2. Germinación
El tiempo necesario para la germinación de las semillas es de 20 a 30 días (Peña,
1984).
6.4.3. Prácticas de cultivo
El sustrato debe tener una consistencia adecuada para mantener la semilla en su
sitio, el volumen no debe variar drásticamente con los cambios de humedad, textura
media para asegurar un drenaje adecuado y buena capacidad de retención de
humedad, fertilidad, libre de sales y materia orgánica no mineralizada. Cuando el
sustrato es inerte se recomienda una mezcla (55:35:10) de turba, vermiculita y perlita
o agrolita. El deshierbe continuo de los pasillos y al interior de los envases que
contienen las plantas evitará problemas de competencia por luz, agua y nutrientes;
además, favorecerá condiciones de sanidad. Es importante tener cuidado con el
número de plántulas o estacas que se encuentran en los envases, lo más
recomendable es mantener solamente una planta o estaca por envase, la más
vigorosa, eliminando las restantes (Arriaga et al., 1994).
El tiempo total para la producción de la teca es de cinco a ocho meses, obteniéndose
plántulas de 1 a 3 cm de diámetro (Peña, 1984).
Para la producción de planta a raíz desnuda de teca, se recomienda realizar la
siembra de la semilla en canteros o áreas de crecimiento que deben ser de un metro
de ancho y de longitud variable. La siembra debe efectuarse de tres a seis meses
antes de la fecha de plantación, en surcos con separación de 15 a 20 cm y con una
profundidad de 2 a 3 cm. La densidad de siembra que se sugiere es de 20 a 25
plantas por m2. La densidad de siembra alta es recomendable cuando la viabilidad de
la semilla es baja, siempre y cuando se obtenga el espaciamiento correcto antes que
las plantas compitan entre sí; esto es, cuando alcanza una altura aproximada de 10
cm. La fertilización se realiza con 8 g de urea y 20 g de superfosfato triple/m2 de
platabanda, distribuyéndolo al voleo. Cuando las plantas alcanzan 20 cm de altura,
deben podarse las raíces para iniciar su endurecimiento y la extracción de las plantas
se inicia en la época de plantación con selección de árboles entre 30 y 40 cm de
149
altura y un cm de diámetro en el cuello de la raíz, presentar buen estado sanitario y
estar bien lignificadas. El riego se aplica cada dos días desde que las plantas nacen
hasta un mes después de desaparecer las hojas cotiledonares, pero en regiones en
que existen altas temperaturas puede ser necesario un riego diario. Un mes después
de la germinación, los riegos pueden espaciarse a dos semanales y a partir del
segundo mes se aplica un riego a la semana o cada ocho a diez días (Díaz, 1999 e).
La selección y preparación de la planta en vivero, consiste en elegir las plantas más
vigorosas, libres de plagas y enfermedades. La raíz deberá ocupar por lo menos el
50% del volumen total del envase, el diámetro basal del tallo deberá ser alrededor de
0.25 cm, la altura total no mayor a 30 cm y por lo menos una ¼ parte de la longitud
total del tallo con tejido leñoso. Se recomienda aplicar un riego a saturación un día
antes del transporte de las plantas (Cervantes et al., s/f).
Si la siembra de las semillas se realiza directamente en campo, en el desarrollo
inicial de la planta se debe eliminar la maleza; en terrenos con pasto, se restringe la
aereación y las plantas no se pueden desarrollar (Peña, 1984).
Con la finalidad de propagar in vitro a T. grandis, se han realizado estudios y algunos
de los resultados se muestran en los Cuadros 24, 25 y 26 (Daquinta et al., 2005).
Cuadro 24. Resultados de tratamientos para callogenésis in vitro de Tectona grandis.
Tratamiento
MS
MS + 0.1 mg/L TDZ
MS + 0.2 mg/L
MS + 0.5 mg/L TDZ
MS + 1.0 mg/L TDZ
Ms + 2.0 MG/l TDZ
ES
Ápices
Entrenudos
Cotiledones
0c
68 b
68 b
76 b
76 b
92 a
0.08
0b
100 a
100 a
100 a
100 a
100 a
0.32
0c
30 a
12 b
13 b
22 b
25 a
0.15
Fuente: Daquinta et al., 2005.
Cuadro 25. Resultados de tratamientos para enraizamiento in vitro de Tectona
grandis.
Tratamiento
Número de raíces
Longitud raíz
1.0 b
2.0 a
1.8 a
0.15
1.0 c
3.8 a
2.8 b
0.11
Sin polvo
1000 mg/L ANA + 1000 mg/L AIB
2000 mg/L ANA + 2000 mg/L AIB
ES
Fuente: Daquinta et al., 2005.
150
Cuadro 26. Resultados de tratamientos para establecimiento in vitro de Tectona
grandis.
Tratamiento
MS
MS + 0.5 BAP
MS + 1.0 BAP
MS + 0-5 BAP+ 1-0 GA3
MS + 1.2 BAP + 1.0 GA3
ES
Brotación
(%)
No. De hojas
Callo
(%)
33 b
100 a
100 a
62.5 ab
33 b
0.15
2.0 b
4.6 a
4.8 a
2.0b
1.3 b
0.13
0.0 b
83 (++) a
83 (+) a
75 (+++) a
66 (++) a
0.16
Fuente: Daquinta et al., 2005.
El protocolo de propagación in vitro de árboles de T. grandis L. indica que en la fase
de establecimiento (Cuadro 27) la mejor concentración para establecer yemas
apicales fue en un medio de cultivo suplementado con 0.5 mg/l de BAP, alcanzó una
longitud de brotes de 1.87 cm. En la fase de multiplicación (Cuadro 28) la mejor
concentración para obtener un mayor número de brotes fue en un medio de cultivo
suplementado con 1.0 mg/l de BAP + 0.5 mg/l de KIN, se obtuvo 1.95 número de
brotes por vitroplanta. En la fase de enraizamiento y aclimatización ex vitro (Cuadro
29), la mejor respuesta se presentó en el testigo (sin polvo enraizador), para las
variables longitud de raíz y supervivencia, con un promedio de 5.21 cm y 90%,
respectivamente. Del 100% de las plantas que sobrevivieron se tuvo un 98.75% de
plantas enraizadas (Cruz, 2005).
Cuadro 27. Influencia de los medios de cultivo en el establecimiento de yemas
terminales de Tectona grandis. Laboratorio de Biotecnología, UTEQ.
Quevedo, 2001.
Variables
Longitud de brotes (cm)
Supervivencia (%)
MS
1.23 b
78.13 a
Tratamientos
MS + 0.5 BAP
MS + 1.0 BAP
1.87 a
1.71 ab
71.88 a
75.00 a
MS +1.5 BAP
1.50 ab
78.13 a
Nota: Concentraciones de citoquininas expresadas en miligramos/L.
Fuente: Cruz, 2005.
Cuadro 28. Evaluación de diferentes niveles de BAP y Kinetina en la multiplicación
de brotes de Tectona grandis. Laboratorio de Biotecnología, UTEQ.
Quevedo, 2001.
Variables
Número de brotes
Longitud de brotes (cm)
Supervivencia (%)
MS + 0.5 BAP +
0.25 KIN
1.58 a
2.00 a
81.25 a
Tratamientos
MS + 1.0 BAP +
0.5 KIN
1.95 a
1.90 a
71.43 a
Nota: Concentraciones de citoquininas expresadas en miligramos/L.
Fuente: Cruz, 2005.
151
MS +1.5 BAP + 0.75
KIN
1.94 a
1.80 a
78.13 a
Cuadro 29. Respuesta del enraizamiento de brotes de Tectona grandis bajo
diferentes concentraciones de auxinas. Laboratorio de Biotecnología,
UTEQ. Quevedo, 2001.
Variables
Tratamientos
Testigo
500 ANA + 500
AIB
Plantas enraizadas (%)
100 a
100 a
Número de raíces
2.59 a
2.74 a
Longitud de raíz (cm)
5.21 a
4.91 a
Supervivencia (%)
90.00 a
63.33 ab
Nota: Concentraciones de auxinas expresadas en miligramos/L.
Fuente: Cruz, 2005.
1000 ANA +
1000 AIB
1500 ANA +
1500 AIB
100 a
3.06 a
3.02 b
56.67 b
94 a
2.94 a
2.90 b
56.67 b
Con la finalidad de establecer la metodología básica para la micropropagación de
teca, se utilizaron brotes provenientes de plantas adultas y brotes de estacas
enraizadas y mantenidas en condiciones de invernadero. Estas últimas se asperjaron
con Agrimicin® + Benomil® (1 g/L de cada uno) dos veces por semana antes de ser
utilizadas. Se evaluó la eficiencia del Cloruro de mercurio (HgCl), el Hipoclorito de
calcio (CaOCl), y la mezcla de Agrimicin® + Benomil® como desinfectantes. Para el
establecimiento in vitro de los brotes provenientes de plantas adultas, se hizo
indispensable la desinfección con HgC12 al 0.5%. Cuando los brotes provenían de
las estacas mantenidas en condiciones de invernadero, la adicción en la mezcla con
Agrimicin® + Benomil® durante 90 minutos, seguida de la utilización de CaOCl
resultó en los mejores porcentajes de explantes asépticos.
La brotación de las yemas se vio estimulada por la adición de los reguladores de
crecimiento al medio de cultivo, siendo el BA (0 a 15 mg/L) el que resultó más
eficiente. El grado de eficiencia dependió del regulador del crecimiento utilizado y la
dosis, obteniéndose los mejores resultados al utilizar combinaciones de BA y AlA.
Para el enraizamiento in vitro, la adición de AIB al medio de cultivo y el cultivo de los
brotes en la oscuridad por 48 h, incrementó el enraizamiento aI 83%. Con esta
practica se acortó considerablemente el periodo comprendido entre la introducción
del material al cultivo in vitro y su plantación definitiva en el campo. Las plantas
producidas fueron sembradas en el campo, en un ensayo comparativo con material
proveniente de semilla sexual y de estacas enraizadas por métodos tradicionales.
Las plantas producidas in vitro muestran buen crecimiento y tallos más erectos, por
que estos resultados demuestran la factibilidad de utilizar las técnicas del cultivo in
vitro para la propagación clonal masiva de la teca (Abdelnour y Muñoz, 2005).
152
6.5. ESTABLECIMIENTO Y MANEJO DE PLANTACIONES
6.5.1. Preparación del sitio de plantación
Dependiendo del tipo de vegetación existente y de la topografía del lugar, la limpia
podrá hacerse en forma manual o mecánica. La quema después de la limpia facilita
las labores de plantación, controla la competencia y libera nutrientes que son
aprovechados por las plantas (INIFAP, 1997 c).
Se recomienda un rastreo para deshacer los terrones y emparejar el suelo (Fierros et
al, 1999). Si el terreno presenta problemas de malezas será necesario realizar
deshierbes manuales o mecánicos, dependiendo de las condiciones del terreno. Si
éste presenta pendientes mayores a 12% se recomienda para evitar la erosión del
suelo, remover la vegetación solamente en los sitios donde se establecerán las
plantas, franjas o alrededor de las cepas (Arriaga et al., 1994).
En suelos muy compactos, como lo son la mayoría de los suelos forestales, el
subsoleo es una práctica recomendable, debe hacerse antes de que comience el
periodo de lluvias (INIFAP, 1997; Fierros et al., 1999 citado por SIRE, 2005). Aplica
solamente cuando se presentan capas endurecidas a escasa profundidad (≤ 15 cm)
y en terrenos con pendientes menores a 10% (Arriaga et al., 1994).
6.5.2. Plantación y espaciamiento
La cepa común ha sido un método ampliamente usado y las dimensiones pueden ser
de 30 x 30 x 30 cm ó 40 x 40 x 40 cm, aunque el tamaño dependerá de las
dimensiones del envase que se haya utilizado para la producción de las plantas, por
lo que deberán tener de 3 a 5 unidades de volumen adicional al tamaño del cepellón
de la planta; no obstante, dependiendo de las condiciones del terreno las
dimensiones y tipo de cepas podrán variar, esto en función de las estrategias de
conservación de suelo que se deseen emplear, de las características del suelo y de
las condiciones climáticas (INIFAP, 1997 c; Arriaga et al., 1994).
La plantación debe realizarse durante la época de lluvias y puede ser realizada
manualmente, mecanizada o una combinación de ambas. Se recomienda hacer las
cepas sobre curvas a nivel en un arreglo a tresbolillo. El espaciamiento óptimo para
una plantación dependerá del potencial productivo del sitio; si el producto final será
madera aserrada o chapa, lo más recomendable son espaciamientos de 2 x 3 m
(1,667 plantas por ha) o 3 x 3 m (1,111 plantas por ha) (INIFAP, 1997 c; Fierros et
al., 1999).
Para el transporte de las plantas se deben utilizar vehículos cerrados para
protegerlas del viento e insolación y con ello evitar su deshidratación. Para optimizar
la capacidad de los vehículos y disminuir los costos de transporte, es conveniente
construir estructuras sobre la plataforma de carga con la finalidad de acomodar dos o
más pisos (SIRE, 2005 c). Con la finalidad de evitar que la planta sufra el menor
153
estrés posible, idealmente el tiempo de transporte no debe exceder a 3 horas
(Arriaga et al., 1994).
La replantación se realiza manualmente, tiene un costo elevado y sólo se justifica
cuando la sobrevivencia de la plantación es menor de 80%, debiendo realizarse en
un plazo máximo de 30 días después de la plantación (INIFAP, 1997 c).
6.5.3. Cultivo de las plantaciones
T. grandis en su fase inicial de crecimiento es altamente sensible a la competencia
de maleza, por lo que esta operación es indispensable, hasta la etapa en la que la
población alcanza el crecimiento suficiente y que dominan a la vegetación
espontánea, eliminando su competencia. Es recomendable que se realicen limpias y
cultivo al suelo por lo menos durante los dos primeros años, después del segundo
año se hace necesario dar una limpieza anual hasta los cuatro años en que se libera
la plantación (INIFAP, 1997 c; Fierros et al., 1999).
La época de fertilización deberá ser de 15 a 30 días después de la plantación, las
dosis más comunes y con resultados satisfactorios varían de 100 a 150 g/planta de
NPK; las formulaciones más utilizadas han sido las siguientes: 17-17-17, 10-34-6, 1028-6; 5-30-10; 10-30-10 y 5-30-6 (INIFAP, 1997 c; Fierros et al., 1999).
Más de la mitad de los suelos de la Zona Norte de Costa Rica (San Carlos y Los
Chiles) pertenecen al orden Ultisoles. Las deficiencias nutricionales de esos suelos
se presentan en las bases (Ca, K y Mg) y en Zn y Mn y óxidos de Fe y Al. El manejo
de estos suelos incluye un encalado prioritario, preferiblemente que contemple tanto
el suplemento de Ca como Mg, posteriormente una fertilización generalizada (NPK y
otros), abundante y fraccionada (Vásquez, 1991).
Se debe considerar la relación catiónica cada vez que se aplica cal al suelo, la cual
debe ser acompañada por una fertilización con K. La fórmula 18-5-15-6-0,2 (N-P-KMg-B), fraccionada, es importante para suplir nitrógeno al suelo en esa región, que
se pierde por las fuertes precipitaciones, en una dosis de 250 kg/ha. La teca es una
especie exigente de otros factores como profundidad efectiva, drenaje y suelos
neutros (Rodríguez y Paniagua, 2005).
Las podas aplicadas con el objetivo de producir madera para aserrío o chapa sólo
deben aplicarse en los árboles que presenten un ritmo grande de crecimiento en
diámetro o que con los aclareos, mantenga condiciones de crecimiento acelerado.
Esto significa que las podas deben ser realizadas en árboles jóvenes. En ocasiones
se poda un gran número de árboles antes del primer aclareo hasta una altura que
pueda alcanzarse desde el suelo. La poda debe iniciarse alrededor de los 12 a 18
meses de edad, cuando las ramas más bajas comienzan a morir y la población
comienza a cerrar el dosel de copas (Díaz, 1999 f).
154
En los aclareos se remueven los árboles excedentes para que se pueda concentrar
el potencial productivo de la población en un número de árboles seleccionados. Los
aclareos sistemáticos son aplicados en poblaciones altamente uniformes, donde los
árboles aún no se diferencian en clases de copas, lo que implica poblaciones jóvenes
no aclaradas anteriormente y los aclareos selectivos implican la selección de los
individuos, según ciertas características previamente establecidas, los árboles
removidos son siempre los inferiores, dominados o defectuosos (Díaz, 1999 f).
Es posible realizar aclareos a los 10, 15 y 20 años de edad de la plantación para
obtener productos de cortas dimensiones para molduras y torneados (Díaz, 1999 f;
Fierros et al., 1999 citados por SIRE, 2005). Se sabe también que con aclareos a los
6, 7 y 8 años, se obtiene un volumen de madera sin valor comercial, pero cuando los
árboles tienen 12 años en adelante generan los primeros ingresos
(http://www.bosquestropicales.com/html/Espanol/ubicacion.html).
Los resultados de manejo de plantaciones de teca en Venezuela, usando diagramas
de manejo de densidad (DMD), en los cuales se representan gráficamente las
relaciones temporales entre la densidad del rodal y las dimensiones de los árboles, la
altura mayor del rodal y el volumen medio del rodal, indican cuatro escenarios o
regímenes para el manejo de las plantaciones de teca en Venezuela.
 Escenario 1: Régimen con un solo aclareo intensivo para la producción de
madera aserrada (diámetro cuadrático (dq) = 40 cm) para muebles, carpintería
y machimbrado (dq = 20 cm). Se desea determinar cual sería la densidad
inicial de plantación, turno e intensidad de aclareos.
 Escenario 2: Régimen con aclareos frecuentes para la obtención de productos
antes del turno. Se desea determinar cual sería la densidad inicial de
plantación, turno e intensidad de aclareos, si se requiere madera para aserrío
de alta calidad (dq = 45 cm) al final del turno y madera para aserrío de
pequeñas dimensiones (dq = 35 cm), machimbrado y carpintería (dq = 20 cm)
y varas (dq = 15 cm).
 Escenario 3: Régimen con espaciamiento amplio (4 x 4 m o 6 x 2.5 m) y un
solo aclareo. Este régimen permite la combinación con cultivos agrícolas
durante los primeros años de la plantación. Se desea estimar el turno para la
producción de madera para machimbrado (dq =20 cm) y madera para aserrío
(dq =45 cm).
 Escenario 4: Régimen estándar con plantación de teca a 3 x 3 m.
Los dos primeros escenarios permiten ilustrar el uso de los DMD’s para planificar el
manejo en función de productos deseados antes de haber establecido la plantación.
Los dos últimos escenarios ejemplifican el uso de los diagramas cuando ya se ha
predeterminado el espaciamiento inicial, bien sea por tradición (3 x 3 m) ó por la
necesidad de realizar cultivos agrícolas para pagar costos de establecimiento.
155
Para el escenario 1 primero se determinó que el dq=40 cm es alcanzado con una
densidad de 300 árboles/ha, altura mayor de 27 m y un volumen de 450 m 3/ha. Un
dq=20 cm puede obtenerse con una densidad de aproximadamente 1,000
árboles/ha, es decir, un único aclareo puede realizarse extrayendo 700 árboles/ha a
los 7 años. El volumen en pie sería de aproximadamente 250 m 3/ha y el volumen
extraído de 150 m3/ha. Asumiendo una mortalidad del 10%, la densidad inicial sería
de alrededor de 1,110 árboles/ha equivalente a un espaciamiento de 3 x 3 m. El
rendimiento sería alrededor de 600 m3/ha.
En escenario 2 se tiene un turno de 37 años (dq = 45 cm) con un rendimiento de 450
m3/ha. Los productos de los aclareos se obtendrían a los 24 años (35 cm), 8 años (20
cm) y 5 años (15 cm) con volúmenes de 150, 125 y 100 m3/ha, respectivamente. El
espaciamiento inicial debería ser de alrededor de 1,600 árboles/ha y el rendimiento
total de 855 m3/ha.
De acuerdo al DMD, en el escenario 3 se podría aplicar un único aclareo a los 10
años de edad con un dq = 25 cm y luego la corta final a los 30 años con un dq de 45
cm. El volumen total producido sería de aproximadamente 700 m 3/ha.
En el escenario 4 se aplica un aclareo a los 6.5 años de edad y otro alrededor de los
14 años. El rendimiento total es alto (750 m3/ha), pero la proporción del volumen en
aclareo es relativamente bajo (250 m3/ha).
Se concluye que los regímenes con espaciamientos relativamente estrechos y
aclareos frecuentes, parecen ser los más promisorios para el manejo de plantaciones
de teca, aunque espaciamientos más amplios parecen ser atractivos si se desea
madera de mayores dimensiones en turnos más reducidos (Jerez et al., 2005).
En plantaciones experimentales ubicadas en el Valle del Sacta en Bolivia, se
realizaron podas de formación a los 2 y 6 años después del establecimiento y se
realizaron chaponeos anuales de la vegetación arbustiva (Rivero, 2004).
En ensayos de aclareos en Cóbano, Puntarenas, Costa Rica, en plantaciones de
cuatro y cinco años de edad, se establecieron 12 parcelas permanentes con la
finalidad de producir material para construcción rústica y postes de cerca. En el sitio
Cóbano 1, los primeros aclareos se realizaron en forma muy leve e irregular, en
aclareos realizados posteriormente se cortaron árboles dominantes e intermedios; el
primer raleo se ejecutó de forma escalonada, posteriormente se realizaron algunas
cortas y en otros se hizo un aprovechamiento. En el Cóbano 2, aunque los aclareos
no se realizaron oportunamente, estos favorecieron el desarrollo de los árboles
dominantes. En Cóbano 3, se encontró una densidad poco usual (2,430 árboles/ha),
que se bajó a 1,900 árboles/ha a los seis años, pero se mantuvo con una alta
densidad por mucho tiempo; a los 17 años presentó una densidad de 1,100
árboles/ha. En estos sitios las cortas se realizaron a los 5, 12 y 19 años y el área
basal varió desde 15 m2/ha hasta 32.5 m2/ha a la edad de 12 años, a los 20 años el
área basal osciló entre 20 y 30 m2/ha.
156
Se recomienda que si el objetivo de la plantación es la producción de madera para
aserrío, aplicar aclareos entre los cuatro y seis años, dependiendo de la densidad
inicial. Si el primer aclareo se realiza antes de que los árboles disminuyan su
proporción de copa viva, se asegura un buen crecimiento hasta el próximo
tratamiento y es posible prolongar por varios años el acelerado crecimiento que
presenta las plantaciones de teca en las primeras etapas.
Asimismo, los aclareos leves y frecuentes aseguran una buena calidad de la madera,
al permitir un crecimiento uniforme de los anillos. En general, se acepta un primer
aclareo entre los tres y cuatro años, dependiendo de la densidad inicial y de la
calidad de sitio, un segundo aclareo entre los seis y ocho años, el tercero entre los
12 y 15 años, que deje una densidad de 200 y 250 árboles/ha para la cosecha final
entre los 20 y 25 años, que permitan extraer árboles entre 40 y 50 cm de diámetro
(Cháves y Fonseca, 2005).
6.5.4. Crecimiento y rendimiento volumétrico
Se menciona que en plantaciones de México, el crecimiento promedio en altura fue
de 11 m y en diámetro de 14 cm a los 4 años (Monroy, 1998) y que la cantidad de
madera que se obtendrá en la cosecha final (25 años) sería hasta de 350 m3/ha,
según la calidad de sitio (Díaz, 1999 f).
Una proyección del diámetro de fuste a dos alturas de poda y en cuatro turnos, se
presenta para ejemplificar y analizar esta variable, considerando que el diámetro a la
altura de 7 m deberá alcanzar por lo menos 21.9 cm al final de la rotación y según las
proyecciones del Cuadro 30, este diámetro es posible alcanzarlo en sitios de calidad
alta a los 15 años o más, mientras que en sitios de calidad media en 20 años o más.
Cuadro 30. Proyecciones del diámetro de fuste a diferentes alturas para Tectona
grandis en sitios de calidad media y alta, para diferentes turnos.
Calidad de
sitio
Variable
Turno de rotación
(Años)
20
25
15
Alta
Media
H
DAP
D-7 m
D-4 m
H
DAP
D-7 m
D-4 m
24.5
33.8
24.7
29.7
20.7
27.0
18.0
22.9
28.1
40.0
30.9
35.9
23.6
32.0
22.9
27.9
Donde:
157
30.6
44.4
35.3
40.3
25.6
35.6
26.5
31.5
30
36.1
54.0
44.9
49.9
29.9
43.2
34.1
39.1
H = Altura total (m)
DAP = Diámetro a la altura del pecho (cm)
D-7 m = Diámetro del fuste (cm) a la altura de 7 m
D-4 m = Diámetro del fuste (cm) a la altura de 4 m
En Costa Rica se evaluaron todos los modelos desarrollados que estiman el volumen
de árboles de teca en plantaciones y con los resultados del análisis se seleccionaron
las ecuaciones:
Vtcc = 0.0124845 – 0.00345137 (dap) + 0.00045169 (dap2) + 0.00000994466 (dap3)
Vtsc = 0.0170863 + 0.00043843 (dap2) + 0.0000165744 (dap2H) – 0.00575228 (H)
Vcomcc = 0.00854761 + 0.000293333 (dap2) + 0.0000200591 (dap2H) – 0.00340548 (H)
Vcomsc = 0.000482297 (dap2) – 0.000421815 (dap2H) + 0.000729311 (dapH2) – 0.00163111
(H2)
Donde:
Vtcc = Volumen total con corteza
Vtsc = Volumen total sin corteza
Vcomcc = Volumen comercial con corteza
Vcomsc = Volumen comercial sin corteza
Se concluye que el ajuste de las ecuaciones generadas por otros autores, fueron
conformadas en su mayor parte por árboles provenientes de plantaciones muy
jóvenes con diámetros menores de 40 cm (Gómez y Mora, 2005).
Los resultados de investigaciones usando diagramas de manejo de densidad (DMD),
para proyectar la densidad, el diámetro cuadrático y el volumen a lo largo del turno
se muestran en el Cuadro 31. Se proponen escenarios o regímenes para el manejo
de las plantaciones de teca en Venezuela (Cuadro 32). Regímenes con
espaciamientos relativamente estrechos y aclareos frecuentes parecen ser los más
promisorios para el manejo de plantaciones de Teca, aunque espaciamientos más
amplios parecen ser atractivos si se desea madera de mayores dimensiones en
turnos más reducidos (Jerez et al., 2005).
Cuadro 31. Valores mínimos y máximos de densidad, diámetro cuadrático, altura
promedio y volumen con corteza para parcelas establecidas en rodales
de teca de los Llanos Occidentales de Venezuela.
Edad (años)
0-5
5-10
10-15
15-20
20-25
25-30
No. De
parcelas
28
110
175
328
422
148
Densidad
(árboles/ha)
500-2125
483-2125
236-1758
120-1608
120-1842
120-1483
Dq
(cm)
5.8-15
11-24
14-28
11-42
13-52
17-37
Fuente: Jerez et al., 2005
158
Alturas
(m)
7.0-14.4
11-20
14-24
5-28
5-29
6-29
Volumen
3
(m /ha)
18.6-158.3
52-302
47-417
50-547
50-571
47-501
Cuadro 32. Escenarios de planificación desde el establecimiento hasta el
aprovechamiento final.
Escenarios
Densidad
(árboles/ha)
En pie Eliminado
Mortalidad
(%)
Hm
(m)
Edad
(años)
Dq
(cm)
antes
Volumen
3
(m /ha)
extraído
después
Régimen espaciamiento amplio
Densidad inicial
Densidad fase
establecimiento
Raleo 1 (moderado
por lo bajo)
Aprovechamiento
final
Volumen total
3
extraído (m /ha)
625
594
594
5
0
294
300
270
0
20
10
25
350
200
150
10
27
30
45
500
500
0
270
700
Densidad inicial
Densidad fase
establecimiento
Raleo 1 (fuerte por
lo bajo)
Raleo 2 (por lo
bajo)
Aprovechamiento
final
Volumen total
3
extraído (m /ha)
Régimen estándar
10
10
1110
1000
900
400
500
475
300
175
300
16
6.5
20
250
100
150
23
27
14
30
30
40
375
500
150
500
225
0
5
750
Fuente: Jerez et al., 2005
En las Figuras 7 a 9, se muestra el comportamiento de árboles de T. grandis en
cuanto
a
número
de
árboles
por
hectárea,
DAP
y
altura
(http://www.bosquestropicales.com/ html/Espanol/ubicacion.html).
Figura 7. Dinámica del número de árboles de T. grandis a través del tiempo.
Fuente: http://www.bosquestropicales.com/html/Espanol/ubicacion.html
159
Figura 8. Dinámica del DAP de árboles de T. grandis a través del tiempo.
Fuente: http://www.bosquestropicales.com/ html/Espanol/ubicacion.html
Figura 9. Dinámica en altura de árboles de T. grandis a través del tiempo.
Fuente: http://www.bosquestropicales.com/ html/Espanol/ubicacion.html
160
Con condiciones adecuadas de terrenos, aplicación de tecnologías, empleo de
materiales adaptados al lugar y prácticas silvícolas, podría obtenerse incremento de
volumen de madera de 15 a 25 m 3/ha/año y en condiciones no adecuadas se han
logrado rendimientos de 10 a 15 m3/ha/año. Los niveles más altos de rendimiento
deben tomarse con precaución, ya que se han generado proyectos de inversión que
contemplan rendimientos de hasta 40 m 3 de madera/ha/año, lo que induce a obtener
financieramente tasas internas de retorno excesivamente elevadas. En la Figura 10
se aprecian las curvas de volumen de madera en plantaciones de teca
(http://www.bosquestropicales.com/html/Espanol/ubicacion.html).
Figura 10. Incremento anual de volumen de madera de teca.
Fuente: http://www.bosquestropicales.com/html/Espanol/ubicacion.html
6.5.5. Plantaciones agrosilvopastoriles
En el estudio ecológico-forestal de la Colonia Agrícola-Ganadera ―Progreso‖,
Municipio de Matías Romero, Oaxaca, se propone agregar la ganadería mediante la
siembra de pastos, una vez establecida la plantación forestal con cedro rojo (C.
mexicana), roble (T. rosea) y teca (T. grandis).
Para sistemas agroforestales en terrenos con pendientes del 5 al 15%, se
recomienda establecer cultivos anuales entre curvas de nivel y cada 50 m plantar
franjas de árboles forestales con espaciamiento de 3 m y 7 m para frutales, con una
distancia entre planta y planta de 2 m (a tresbolillo), aunque la distancia entre frutales
deberá ser variable, según la especie. Entre las franjas árboles sembrar especies de
cobertera con fines forrajeros y de protección del suelo.
En pendientes superiores al 15%, se recomienda establecer bosques masivos
considerando una distancia entre hileras de 4 m y una distancia entre planta y planta
de 2 m (a tresbolillo), además, la siembra intercalada de pastos y especies de
leguminosas. Para la siembra de los pastos deberá dejarse pasar cierto periodo para
que se establezcan los árboles y los pastos, a fin de que se pueda introducir el
ganado (Chavelas et al., 1982).
161
6.6. MEJORAMIENTO GENÉTICO
En Costa Rica los avances de mejoramiento genético, indican que a los 4 años de
edad se tienen ganancias relativamente bajas (11 y 22%). Los valores de
heredabilidad para volumen comercial/árbol son de 0.09, mientras que de 0.21 para
calidad. En el índice de calidad el diferencial de selección supera en un 39% a los
testigos. Para el año 2000 se tenían seleccionados 45 árboles plus en plantaciones
establecidas en la península de Nicoya (Montero, 2000) y los primeros ensayos de
progenie se establecieron con 28 familias (Murillo y Badilla, 2005).
En un programa de mejoramiento genético, se registraron diferencias altamente
significativas en el incremento en altura e índice de calidad entre las familias
evaluadas. En cuanto al incremento en altura, el promedio de las mejores 50% de las
familias, superaron en 21% al material testigo en los primeros 9 meses de edad. En
cuanto a calidad, las mismas familias superan en 14.5% al material comercial. No
debe olvidarse que estos son resultados de una evaluación a los 9 meses de edad, y
que la evaluación final y válida deberá realizarse hasta la mitad de la rotación (9-10
años de edad).
Las ganancias genéticas esperadas a los 4 años de edad muestran resultados
relativamente bajos (11.5% en volumen comercial y 21.1% en el índice de calidad),
tal y como lo predicen sus estimados de heredabilidad. Si se utiliza el mejor 50% de
las familias, las diferencias esperadas son del orden del 39% en calidad y del 24% en
volumen comercial.
La propagación masiva del material seleccionado permite establecer parcelas
monoclonales perfectamente idénticas, con un rendimiento superior al que se
alcanzaría si se utiliza la semilla (progenie) de los mismos árboles seleccionados. La
uniformidad de la plantación forestal implica ya una ganancia en cuanto al manejo
(aclareos sistemáticos) y aprovechamiento (fustes casi idénticos en dimensiones y
rectitud) (Murillo y Badilla, 2005).
A continuación se menciona el protocolo de clonación de teca, con la finalidad de su
mejoramiento genético:
1. Selección del árbol plus
En esta etapa se elegirá fenotípicamente un número alto de árboles plus en
plantaciones de más de 5 años de edad. Los árboles a seleccionar deben ser
individuos superiores a los mejores 4-5 vecinos en un radio de 15-20 m a la redonda.
162
2. Propagación del árbol plus
Una opción empleada ha sido la de cortar la rama más baja posible, cortarla en
segmentos de 75 cm de largo y sembrarlas en camas de arena dentro de un
invernadero. Esta técnica logra la producción abundante de brotes en las ramas y el
inicio acelerado de la clonación. Sin embargo, es importante verificar si estos brotes
han logrado adquirir la juvenilidad fisiológica y un crecimiento con un único eje
dominante.
Las colectas de rebrotes deben realizarse de manera ordenada, sistemática y en
grupos de 20-30 clones cada vez. Debe cortarse con una podadora de mano
únicamente los rebrotes vigorosos y sanos, de 20 cm de largo, los cuales se
envuelven en papel periódico húmedo y se amarran. El material es depositado
cuidadosamente en una hielera para mantenerlo fresco por unas horas, mientras se
llega al invernadero y se inicie su preparación para la propagación.
3. Invernadero y enraizamiento de las estacas
Para lograr un adecuado enraizamiento de las estacas en el invernadero, deben
establecerse líneas de producción o camas. Estas camas no deben tener más de 11.20 m de ancho para que el riego sea uniforme. En cada línea de producción deberá
instalarse una línea de riego automático de aspersión nebulizada, con aspersores
cada 1-1.50 m y un microtúnel con plástico transparente, procurando forrar todas
paredes y piso de la cama. Este microtúnel deberá tener una altura no mayor a los
40 cm para lograr una alta humedad relativa y temperatura en el ambiente de
enraizamiento.
3.1. Preparación de las estacas
En el invernadero las estacas se cortan hasta dejarlas de un largo de unos 6-8 cm,
procurando que incluyan al menos 2 nudos y eliminando el ápice o entrenudo
terminal (últimos 1-2 cm). Por lo general, no se recomienda propagar las estacas
muy lignificadas o cercanas a la base del brote, ya que presentan mayor dificultad
para enraizar.
A las estacas se les poda hasta ¼ de la lámina foliar y se mantienen en un recipiente
con una solución desinfectante hasta su siembra. Las hojas deben ser eliminadas
completamente, excepto las últimas dos, que se recortan hasta dejarlas
aproximadamente a 1/3 de su lámina foliar.
En T. grandis se han obtenido las mejores tasas de enraizamiento al utilizar el primer
brote o cogollo que se produce de estacas recién enraizadas dentro del invernadero
(a las 4 semanas). Este primer brote es mucho más delgado que el brote proveniente
del campo, sano y suculento, por lo que es ideal para su propagación vegetativa.
163
Mientras se están cortando las estacas, se recomienda que permanezcan en una
solución basada en ajo (10 cc/L) durante 5 segundos. Las estacas de teca han
manifestado una alta susceptibilidad al ataque de hongos, por lo tanto, las medidas
de prevención fitosanitarias son definitivamente necesarias e incluyen en muchos
casos, la desinfección completa con fungicidas de amplio espectro.
3.2. El sustrato para el enraizamiento
Si no se tiene un sistema de riego automático nebulizado, se deberá utilizar un
sustrato compuesto por tierra y arena (50:50), tierra pura y los pellets. Las bandejas
plásticas de 98 cavidades funcionan bien con arena, pero aproximadamente a las 3
semanas debe transplantarse las estacas, ya que el sistema radical podrá sufrir
daños si se transplanta posteriormente. El pellet ha dado buenos resultados en el
enraizamiento directo de estacas de T. grandis.
El día anterior a la siembra los pellets pueden ser preparados con el fin de lograr una
mejor consistencia y tamaño. Se sumergen en agua durante unos 2-5 minutos y
luego se les continúa aplicando agua con regadera.
3.3. El riego en el invernadero
El riego en el invernadero debe ser preferiblemente nebulizado y automático. Si se
trabaja con bandejas plásticas y un sustrato de tierra: arena (1:1), un programa de
riego adecuado debe mojar unas 2-3 veces al día, con una duración de 30 segundos
a un minuto cada vez. En días muy soleados, calurosos o ventosos, el riego deberá
aumentar su frecuencia (máximo 4-5 veces al día). En los días lluviosos y con una
alta humedad relativa, el riego debe disminuir su frecuencia a una vez cada uno o
dos días. Con esto se busca eliminar un exceso de humedad en el medio de
enraizamiento. En caso de no contarse con un sistema de riego se aplica en forma
manual. Si se realiza el enraizamiento en pellets, entonces el riego debe disminuir
considerablemente, hasta uno por día con una duración de 30 segundos a un minuto.
Se ha observado en la Zona Norte de Costa Rica, que durante períodos de mal
tiempo con alta pluviosidad y humedad relativa, los pellets pueden inclusive mojarse
cada 2-3 días. Mientras que en días muy soleados y calurosos deben mojarse hasta
3 veces.
3.4. Uso del enraizador y siembra de las estacas
Las estacas se sacan de la solución de desinfección y se dejan escurrir para eliminar
el exceso de agua. Se prepara entonces un recipiente con el enraizador que puede
ser del producto comercial ó 10,000 ppm de AIB (ácido indol-butírico) y se introduce
la base de la estaca hasta lograr que el enraizador se adhiera. La estaca se sacude
164
ligeramente para eliminar el exceso de enraizador y se siembra directamente en el
hoyo hecho en el pellet o la bandeja. Una vez sembradas todas las estacas se deben
mojar ligeramente con el sistema de riego que se esté utilizando.
3.5. Programación de la producción
El sistema de enraizamiento requiere de aproximadamente 4-5 semanas dentro del
microtúnel y de 1-2 semanas fuera del invernadero para su aclimatación. Al cabo de
3 semanas es posible identificar claramente el material que sobrevivirá. Por lo
general aparece primero la brotación en la estaquilla (3-4 semanas). En algunos
casos, la aparición de la raíz ocurre hasta varias semanas después retrasando el
proceso. El uso de un fertilizante foliar alto en fósforo se recomienda para fomentar la
aparición de raíces. Para esto es necesario que la estaca haya iniciado ya la
brotación.
Debe recordarse que el pellet es un producto/medio de cultivo de la estaca. No es
capaz de sustentar las necesidades nutricionales de la misma, por lo tanto, es
necesario iniciar con fertilizaciones foliares semanales a partir de la tercer semana en
el invernadero o una vez que se observe la brotación de las estacas.
3.6. Efecto de la época del año
Se ha observado que por lo general durante la época seca no se logra alcanzar una
tasa de enraizamiento satisfactoria, especialmente en especies caducifolias como la
teca, que al parecer entran en un período de latencia natural que disminuye de
manera importante todo su metabolismo. Durante esta época, es preferible darles a
las plantas un período de descanso y reposición durante la parte del año en que no
estarán sometidas a una intensa producción vegetativa (Murillo y Badilla, 2005).
6.7. PROPIEDADES Y USOS
6.7.1. Propiedades físico-mecánicas de la madera
Las propiedades físicas y mecánicas de la madera de T. grandis se determinaron en
plantaciones de 8, 17 y 28 años (Cuadros 33, 34 y 35); los resultados se mencionan
a continuación:
Características generales: En condición verde el duramen es de color pardo claro y
en condición seca es pardo rojizo grisáceo; el grano es medianamente entrecruzado
en bandas angostas; la textura es de mediana a ligeramente cerosa y el lustre es
regular. La figura presenta arcos superpuestos, con alguna frecuencia muestra
bandas oscuras. El corte presenta bandas angostas verticales claras y oscuras
alternadas debido al grano entrecruzado. Posee un aroma fuerte y no tiene sabor
característico.
165
Descripción macroscópica: La madera es de porosidad circular o semicircular y los
poros son moderadamente pequeños. En el leño temprano son visibles a simple vista
formando hileras regulares e irregulares. En su mayoría los poros son solitarios, de
forma ovada y en ocasiones redonda. Se presentan poros múltiples radiales en
grupos de 2 a 3. Hay excesiva cantidad de poros, en promedio 220/100 mm 2 y puede
observarse tílides en las paredes delgadas de algunos poros; éstas son de color
blanco, pardo y amarillo. El parénquima se observa a simple vista, en bandas
terminales y del tipo paratraqueal vasicéntrico, de color más claro que las fibras. Los
radios son medianos, se observan a simple vista y son relativamente escasos; en
promedio se encuentran 25 en 5 mm lineales.
Descripción microscópica: Los poros tienen un diámetro tangencial promedio de 210
µm en un rango de 190 m 300 µm. La longitud de los elementos vasculares es de
308 µm en un rango de 209 a 418 µm. Las placas perforadas son simples y muy
inclinadas; el punteado intervascular es alterno y las punteaduras son de forma
ovalada y con aperturas extendidas. El parénquima es paratraqueal escaso de tipo
vasicéntrico y presenta de 1 a 2 células de ancho. Los radios son uniseriados con
una altura promedio de 6 células y multiseriados con un promedio de 2, 3 y 4 células
de ancho por 40 células de alto. Hay radios homogéneos con células rectangulares
dispuestas verticalmente. Las fibras son fusiformes, ligeramente estratificadas con
punteaduras simples escasas. La longitud promedio de las fibras es 1,550 µm con un
mínimo de 955 y un máximo de 2,240 µm. El diámetro tangencial promedio es de 25
µm con un mínimo de 17.8 y un máximo de 31.1 µm. El diámetro promedio del lumen
es de 16 µm en un rango de 11.1 a 22.2 µm. El espesor promedio de la pared es de
4,2 µm con un mínimo de 2,2 y un máximo de 6.7 µm. La relación longitud y diámetro
tangencial es 64. Se observa gomas de color pardo amarillento en las fibras, en el
parénquima longitudinal y en los radios.
Propiedades de la madera: Esta especie se clasifica como muy pesada, con un peso
específico básico promedio de 0.61. La velocidad de secado es moderadamente
rápida, presenta pocos y leves defectos durante este período. Es fácil de trabajar y el
duramen es muy difícil de preservar no así la albura. Esta madera es reconocida por
su alta resistencia al ataque de organismos xilófagos.
Sobre los resultados presentados se tiene que el peso específico básico aumenta
con la edad de los árboles: 0.61 para 28 años, 0.58 para 17 años y 0.50 promedio
para 8 años.
Asimismo, se nota un aumento en la relación de contracciones (radial/tangencial) al
aumentar la edad de los árboles. Entre mayor sea la relación de contracciones,
mayores problemas de torceduras y grietas se van a presentar en el proceso de
secado, por lo que se deben de esperar mayores problemas en la madera
proveniente de árboles de mayor edad. La contracción volumétrica presentada en los
diferentes estudios es similar.
166
En las propiedades mecánicas se nota un aumento importante de las capacidades
mecánicas con la edad, en lo que respecta a los resultados de flexión y compresión
paralela, dos de las características más importantes para el diseño estructural.
Mientras que, en el caso de la compresión perpendicular, del esfuerzo cortante y de
la dureza, los valores son muy similares para las maderas de 17 y 28 años y un poco
mayores que para las de 8 años. Para el caso de la compresión perpendicular, del
esfuerzo cortante y de la dureza, los valores son muy similares para la madera de 28
y 17 años y un poco mayores que los de 8 años.
Cuadro 33. Propiedades físicas de la madera de Tectona grandis de 8 años
producida con semillas de diferentes procedencias.
Característica
Costa rica
Tailandia
Tanzania
Limón
Peso específico básico
Contracción radial (verde a seco al
aire) (%)
Contracción radial (verde a seco al
horno) (%)
Contracción tangencial (verde a seco
al aire) (%)
Contracción tangencial (verde a seco
al horno) (%)
Razón de contracciones (rad/tan) (v.a
sa)
Razón de contracciones (rad/tan) (v.a
sh)
Contracción volumétrica (verde a
seco al aire) (%)
Contracción volumétrica (verde a
seco al horno) (%)
Humedad verde (%)
Humedad seca al aire (%)
Fuente: Govaere et al., 2005.
0.50
1.66
0.54
2.09
0.50
2.15
0.46
1.50
3.10
3.27
3.43
2.91
2.14
2.74
3.39
2.29
4.29
4.75
5.49
4.50
1/1,3
1/1,31
1/1,58
1/1,53
1/1.3
1/1.42
1/1.60
1/1.54
2.66
2.84
2.52
3.60
6.45
6.81
7.09
7.95
99.8
11.0
95.8
11.1
100.7
12.7
126.5
11.6
167
Cuadro 34. Propiedades mecánicas de Tectona grandis de 28 y 17 años.
Localidad
Característica
Flexión estática
2
Esfuerzo límite proporcional (kg/cm )
2
Módulo de rotura (kg/cm )
Módulo de elasticidad
Trabajo al límite proporcional
Trabajo a carga máxima
Dureza
Extremos (kg)
Lados (kg)
Compresión paralela
2
Esfuerzo límite proporcional (kg/cm )
2
Esfuerzo máximo (kg/cm )
2
Módulo de elasticidad (kg/cm )
2
Cortante paralelo máximo (kg/cm )
Compresión perpendicular
2
Límite proporcional (kg/cm )
Fuente: Govaere et al., 2005.
Quepos
Verde
Seco al aire
Abangares
Verde
Seco al aire
531
928
141000
1.1
8.0
758
1190
151000
2.2
10.4
435
767
99600
0.95
7.2
587
991
112000
1.5
7.9
534
630
515
557
587
600
543
661
291
450
192000
111
432
552
177000
121
346
492
102
123
78
85
98
Cuadro 35. Propiedades mecánicas de la madera de Tectona grandis de 8 años.
Característica
2
Esfuerzo cortante máximo en la cara tangencial (kg/cm )
2
Esfuerzo cortante máximo en la cara radial (kg/cm )
Dureza lados (kg)
Dureza extremos (kg)
2
Compresión paralela, esfuerzo máximo (kg/cm )
Fuente: Govaere et al., 2005.
Costa rica
92
73
463
516
274
Tanzania
93
80
505
512
246
Tailandia
88
60
568
568
276
La madera de T. grandis es conocida por su resistencia natural a los agentes
degradantes naturales (Cuadros 36 al 39) como lo son la temperatura y humedad,
insectos, moluscos, otros organismos marinos y hongos. De los resultados
obtenidos, se pueden resaltar que la albura presenta una resistencia mucho menor
que el duramen al ataque de los hongos y que la madera de 10 años tiene mucha
más resistencia que la de 6 años, ya sea en la albura como en el duramen. En el
caso del duramen de 10 años, se presentó muy poca pérdida de peso y de
resistencia a la compresión, por lo que se puede decir que es muy resistente ante el
ataque de hongos (Monroy, 1998 y Govaere et al., 2005).
La durabilidad natural de la albura ante el ataque de termitas de la especie
Cryptotermes brevis es moderada mientras que el duramen es muy resistente. El
duramen de Teca de más de diez años es resistente al ataque del hongo Rigidoporus
sp., no así la albura y el duramen de menor edad; T. grandis es bastante resistente al
ataque de organismos marinos cuando se compara con otras especies (Govaere et
al., 2005).
168
Cuadro 36. Comparación de la resistencia natural de la madera de Tectona grandis
ante el ataque de organismos marinos.
Resistencia
Mucho más resistentes
Más resistentes
Igualmente resistentes
Un poco menos
resistentes
Menos resistentes
Mucho menos resistentes
Nombre común
Pino
Pochote
Pilón
Laurel
Ciprés
Corteza
Níspero chicle
Guapinol
Surá
Cedro amargo
Amarillón
Cocobolo
Nazareno
Almendro
Cistóbal
Cenízaro
Caobilla
Caoba
Fruta dorada
Nombre científico
Pinus oocarpa
Bombacopsis quinatum
Hieronyma alchorneoides
Cordia alliodora
Cupressus lusitanica
Tabebuia chrysantha
Manilkara spectabilis
Hymenaea courbaril
Terminalia lucida
Cedrela mexicana
Terminalia amazonica
Vatairea lundellii
Peltogyne purpurea
Dypteryx panamensis
Platymiscium polystachyum
Pithecelobium saman
Carapa sp
Swietenia macrophylla
Virola koschnyi
Fuente: Govaere et al, 2005.
Cuadro 37. Comparación de la resistencia natural de la madera de Tectona grandis
ante el ataque de termitas.
Más resistentes
Almendro (Dipterys panamensis)
Cedro macho (Carapa guianensis)
Cristóbal (Platymiscium polystachyum)
Sura (Terminalia lucida)
Cocobolo (Vatairea lundelli)
Menos resistentes
Roble encino (Quercus costaricensis)
Laurel (Cordia alliodora)
Balsa (Ochroma pyramidale)
Fuente: Govaere et al., 2005.
Cuadro 38. Pérdida de peso en madera de Tectona grandis por degradación por
hongos.
Muestra
Albura 6 años
Albura 10 años
Duramen 6 años
Duramen 10 años
Pérdida de peso debido a degradación por hongos
(%)
6.7
4.1
5.1
1.0
Fuente: Govaere et al., 2005.
169
Cuadro 39. Comparación de la resistencia natural de la madera de Tectona grandis
ante diferentes tipos de ataque.
Agente degradante
Condiciones atmosféricas (humedad y
temperatura)
Resistencia
Muy durable a moderadamente resistente
Ataque de escarabajos de la familia
playpodidae
Ataque de escarabajos de la familia lyctidae y
bostrychidae
Ataquede termitas de madera seca
Ataque de termitas subterráneas
Ataque de taladradores marinos
Baja a medianamente resistente
Susceptible
Resistente a medianamente resistente
Medianamente resistente
Resistente a medianamente resistente
Fuente: Govaere et al., 2005.
Cuando la madera está recién cortada, el duramen es de color verde-oliva, pero se
convierte en un color marrón-dorado cuando seca, mostrando frecuentemente
bandas de color oscuro que se desvanecen eventualmente con el paso del tiempo.
La albura es de color amarillento a blanco y abruptamente separada del duramen. Se
distinguen los anillos de crecimiento y, excepto en el caso de anillos ocasionales,
éstos son de ocurrencia anual y se muestran en las superficies laterales como líneas
de color marrón estrechan que son más oscuras que el resto del duramen. La
madera tiene un olor desagradable, con una fragancia aceitosa característica cuando
está recién cortada y que se acentúa cuando se humedece o se calienta. Sabor no
distintivo, textura fina uniforme, grano recto, brillo mediano y veteado acentuado,
producido por los anillos de crecimiento (Kukachka, 1970 y Longwood, 1989).
Se estudió la producción de duramen (Cuadro 40) y algunas características físicas de
la madera de teca en plantaciones de 10 años de edad, bajo dos densidades de
plantación y dos intensidades de aclareo. Los resultados indican que la menor
densidad de plantación puede favorecer la producción de duramen, aunque
estadísticamente no existe diferencia significativa, también produce ramas más
gruesas y mayor conicidad del tronco. Las características como peso específico
básico, contenido de humedad, contracción volumétrica y la contracción radial y
tangencial, se ven favorecidas o mejoran con una densidad de plantación mayor;
mientras que el grado de inclinación de la fibra es muy superior en árboles de esta
densidad. El peso específico aumenta conforme avanza la edad y disminuye de la
base hacia la copa; mientras el contenido de humedad desciende de la médula hacia
la periferia del tronco y de la base hacia la copa y las contracciones ascienden desde
la base hacia el ápice y de la médula hacia fuera.
En forma general la madera proveniente de la densidad inicial de 830 árboles/ha
(actual 447 árboles/ha), presenta mejores características físicas (Cuadro 41) que la
proveniente de la densidad inicial de 1,111 árboles/ha (actual 286 árboles/ha),
excepto por la inclinación de la fibra (Incli°). Incluso presentan diferencias
estadísticamente significativas (µ=0,05), exceptuando el contenido de humedad
170
(CH%). En esta densidad (830 árboles/ha) el peso específico básico (PEB) es mayor,
esto significa que la madera es más densa y por consiguiente presenta una
resistencia mecánica mayor (Arce y Fonseca, 2005).
Cuadro 40. Resultados por densidad de plantación de teca en el porcentaje de
duramen.
Altura (m)
Porcentaje de duramen
Porcentaje de duramen
(3 x 3 m)
(6 x 2 m)
0.30
65.90
71.00
1.25
59.99
65.63
2.50
59.25
63.32
3.75
57.75
61.12
5.00
54.89
60.22
6.25
53.97
58.11
7.50
50.48
55.41
8.75
50.10
53.72
10.00
47.38
49.74
11.25
34.50
36.57
12.50
32.45
35.06
13.75
37.61
22.99
15.00
22.02
30.83
16.25
(28.36)
0
17.50
(23.68)
0
18.75
11.34
*
*No existe dato. Los datos entre paréntesis presentan diferencia estadísticamente
significativa (α= 0.05). Fuente: Arce y Fonseca, 2005.
Cuadro 41. Resultados de la prueba de hipótesis para el total de los datos de cada
una de las densidades.
Densidad PEB
CH CVtotal CV CTtotal
CR
CLtotal Inclinación
(árb/ha)
(%)
(%)
12
(%)
total
(%)
(%)
(%)
1,111
0.527 93.4
6.96
3.85
5.54
3.35
0.55
0.44
830
0.556 91.3
6.17
2.93
4.68
3.05
0.50
1.12
Fuente: Arce y Fonseca, 2005.
Donde:
PEB = Peso específico
CV total = Contracción volumétrica total
CV 12 % = Contracción volumétrica de la madera seca al aire
CR total = Contracción radial total
CH % = Contenido de humedad
CT total = Contracción tangencial total
Incli = Inclinación de la fibra
CL total = Contracción longitudinal total
171
Con madera proveniente de plantaciones experimentales ubicadas en el Valle del
Sacta en Bolivia, se determinó las principales propiedades físicas y mecánicas de T.
grandis, empleando la metodología en base a las normas ASTM (American Society
for Testing and Materials). Los resultados obtenidos se pueden observar en el
Cuadro 42 (Rivero, 2004).
La madera fue particularmente difícil de secar. A pesar que se utilizó un horno
eléctrico y que se aumentó la temperatura gradualmente desde 30 hasta 110 ºC para
evitar colapsos, deformaciones y otros tipos de daños en las probetas, el tiempo de
secado de éstas duró más de 30 días hasta alcanzar el 0% de contenido de
humedad. Tiempo excesivamente largo si tenemos en cuenta las pequeñas
dimensiones de cada pieza de madera.
Cuadro 42. Propiedades físicas y mecánicas de Tectona grandis.
Propiedad
Contenido de humedad
Densidad
Contracción total
Volumétrica
T/r
%
%
8,01
2,12
Punto de saturación de las
fibras
Flexión estática
Volumétrica
%
26,4
Clasificación
*
Mediana
Mediana
Moderada
pesada
Muy baja
Moderada
estable
Normal
Mor
Moe
Mor
Elp
Axial
Perpendicular
Tangencial
Radial
Axial
Perpendicular
kg/cm2
kg/cm2
kg/cm2
kg/cm2
kg
kg
kg/cm2
kg/cm2
kg
kg
963,6
105313,2
460,59
70,92
415,161
357.60
125,15
122.65
58
57.5
Medio
Bajo
Alta
Mediana
Blanda
Muy blanda
Alta
Alta
Alta
Alta
Peso específico
Compresión paralela al grano
Compresión perpend. Al grano
Dureza
Resistencia al cizallaje
Extracción de clavos
Al 12% c.h.
Anhidra
Básico
Unidad
%
G/cm3
G/cm3
Promedio
106,68
0,58
0,54
0,50
Fuente: Rivero, 2004.
También fue difícil la estabilización al 12% de contenido de humedad, debido a que
esta madera tiene características anatómicas que dificultan el proceso de secado,
como el aceite presente en la madera. El porcentaje de madera de albura es muy
elevado, puesto que supera el 70% del volumen total de las trozas. Este aspecto
tiene que ser tomado en cuenta según el tipo de uso final que se le de a la madera
aserrada, pues sus propiedades de durabilidad pueden ser influenciadas
negativamente en caso que se use la madera a la intemperie o en contacto directo
172
con agentes como agua, suelo, insectos, etc. Además que el color de la albura es
claramente diferente al del duramen.
Respecto a las propiedades relacionadas con cambios dimensionales de la madera,
los valores obtenidos para las contracciones volumétrica, tangencial y radial, así
como para el punto de saturación de las fibras clasifican a la madera de teca, como
una madera moderadamente estable dimensionalmente tanto al 0% como al 12% de
contenido de humedad, con una contracción volumétrica total muy baja, y con un
punto de saturación de las fibras normal a bajo.
Según las propiedades mecánicas estudiadas (Cuadro 43), se puede clasificar a esta
madera de la siguiente manera: su módulo de ruptura (MOR) en flexión estática es
mediano y el módulo de elasticidad en flexión estática es bajo, tiene una alta
resistencia a la compresión paralela al grano; tiene una mediana resistencia a la
compresión perpendicular al grano; su dureza es muy blanda en los sentidos
tangencial y radial, y como blanda en el sentido axial. El esfuerzo al cizallamiento es
alto en los sentido radial y tangencial; y tienen una resistencia a la extracción de
clavos alta en los tres sentidos (Rivero, 2004).
Cuadro 43. Clasificación de la madera de Tectona grandis.
Propiedad
Clasificación
Densidad seca al aire (12%)
Densidad anhidra (0%)
Peso específico básico
Contracción volumétrica (%)
Relación de contracción t/r
Punto de saturación de las fibras
Mor en flexión estática
Moe en flexión estática
Resistencia a la compresión paralela al grano
Resistencia a la compresión perpendicular al grano
Dureza
Axial
Tangencial
Radial
Resistencia al cizallamiento
Tangencial
Radial
Resistencia a la extracción de clavos
Axial
Tangencial
Radial
Fuente: Rivero, 2004.
173
Mediana
Mediana
Moderadamente pesada
Muy baja
Mediana
Normal
Mediano
Bajo
Alta
Mediana
Blanda
Muy blanda
Muy blanda
Alta
Alta
Alta
Alta
Alta
En términos generales, se puede concluir que la madera de teca, de ocho años de
edad, proveniente de plantaciones experimentales del Valle de Sacta, presenta
propiedades físico-mecánica ligeramente inferiores a las reportadas por otros autores
en diferentes países, lo cual permite inferir que a esta madera no se le podrían dar
los mismos usos que los señalados en la revisión bibliográfica.
Cabe resaltar que los resultados obtenidos, aplican principalmente para la zona Valle
del Sacta del Subtrópico de Cochabamba en Bolivia y las condiciones de plantación y
manejo anteriormente estudiadas, ya que la cantidad de duramen y las propiedades
físicas se puede ver afectada por otras condiciones, como clima, suelo y manejo
(Rivero, 2004).
Otros estudios sobre las propiedades físicas y mecánicas de la madera se presentan
en los Cuadros 44, 45 y 46 (Ríos, 1982).
Cuadro 44. Propiedades físicas de Tectona grandis.
Densidad
3
(g/cm )
Contracción
Normal (%)
Contracción total (%)
Verde
0.80
Tangencial
2.69
4.52
Seca al aire
0.61
Radial
1.61
2.52
Anhidra
0.57
Volumétrica
4.30
7.04
Básica
0.53
T/r
1.67
1.79
Cuadro 45. Propiedades mecánicas de Tectona grandis.
Condición
Verde + 30%
SECO AL
AIRE 12%
Flexión estática
Elp
2
(kg/cm
)
455
633
3
MOR
2
(kg/cm )
MOEx10
2
(kg/cm )
ELP
2
(kg/cm )
780
1005
97.05
108.17
254
336
Compresión
Paralela
3
MOR
MOEx10
361
458
37.2
Perpendicular
ELP
MOR
2
2
(kg/cm )
(kg/cm )
63
75
Cuadro 46. Propiedades mecánicas de la madera de Tectona grandis.
Condicion
Contenido
Humedad
(%)
Verde + 30%
Seco al
Aire 12%
Dureza
Extremo
s
Red.
Tang.
Cizalladura
(lg/c,2)
Lateral
447
481
487
489
476
494
103
111
Donde:
ELP: Esfuerzo en el límite proporcional
MOR. Módulo de ruptura
MOE: Módulo de elasticidad
174
Tenacidad
(kg-m)
Radial
6.1
3.8
Extrac. Clavos
(kg)
Radial
Extremos
Tangenc.
115
93
86
83
Preservación: La madera es considerada muy difícil de tratar con inmunizantes. La
albura tratada por el sistema vacío-presión o inmersión, tiene una penetración
incompleta y una retención de 50 a 100 kg/m 3 y el duramen es imposible de tratar,
cualquiera que sea el método que se utilice (Junta del Acuerdo de Cartagena, 1988;
Kukachka, 1970 y Longwood, 1989).
Durabilidad natural: Es resistente, con una duración en uso exterior de 10 a 15 años.
El duramen es resistente al ataque de termitas de madera seca, siendo comparable a
la Caoba de las Indias Occidentales (Swietenia mahogani) en este aspecto. Es
también moderadamente resistente a termes subterráneo y muy durable en el suelo,
pero es fácilmente atacada por la polilla de mar. La albura no tiene ninguna de las
propiedades de durabilidad del duramen, además de ser atacada por la Carcoma
(Junta del Acuerdo de Cartagena, 1988; Kukachka, 1970 y Longwood, 1989).
Trabajabilidad: Es una madera fácil de trabajar con herramientas comunes y no
ofrece ninguna dificultad a los procesos de maquinado. La madera posee contenidos
variables de Sílice que llegan hasta el 1.4% lo cual hace que esta sea abrasiva
siendo por lo tanto necesario utilizar herramientas con filos reforzados. Es una
madera moderadamente buena para doblar al vapor. Da un buen acabado y se deja
encolar fácilmente (Kukachka, 1970 y Longwood, 1989).
Secado: La madera se estabiliza bien con el secado, pero esto ocurre lentamente.
Seca fácilmente al aire presentando ligeras deformaciones, pero no endurecimientos
ni tensiones superficiales. El secado al horno es bueno, sin tendencias a rajaduras o
alabeos, pero ocurren variaciones considerables en las tasas individuales de secado
de tableros. Se recomiendan como horarios de secado: el T10-D4S y el T8DES de
los Estados Unidos y el H. del Reino Unido (Junta de Acuerdo de Cartagena, 1989;
Kukachka, 1970; Longwood, 1989).
En el Instituto Tecnológico de Costa Rica se efectuaron ensayos para evaluar las
propiedades físico-mecánicas de Tectona grandis, procedente de plantaciones
forestales con tres rangos de edad y de dos regiones geográficas. Los resultados
indican que la madera procedente de Costa Rica, manifiesta un valor de peso
específico básico que la clasifica como una madera pesada; mientras que la madera
proveniente de Panamá se ubica como madera muy pesada. Respecto a las
propiedades con cambios dimensionales (contracciones y punto de saturación de las
fibras), se clasifica como de contracción media y estable dimensionalmente.
Referente a las propiedades mecánicas, la madera procedente de Panamá
manifiesta valores de resistencia mecánica un poco más altos que la de Costa Rica,
principalmente en los esfuerzos de cortante paralelo a la fibra, dureza lateral y
compresión paralela a la fibra (Cuadros 47 al 50). En resumen, la madera de teca
independiente de la edad o procedencia, presenta propiedades físico-mecánicas que
la hacen apta para uso estructural, el valor de dureza lateral se ubica en el rango
medio de las especies de madera utilizadas para la elaboración de piso y parquet
(Córdoba y Sáenz, 2005).
175
Cuadro 47. Valores promedio de contenido de humedad, densidad y peso específico
para madera de Tectona grandis.
Procedencia
Contenido de
humedad (%)
Verde
44.86
Costa Rica 15 años
La Marina,
Guápiles, Limón
Costa Rica 20 años
56.25
Tapezco, Guápiles,
Limón
Costa Rica 25 años
52.16
Diamantes,
Guápiles, Limón
Panamá 18-20
48.85
años
Puerto Arguelles,
Chiriquí
Panamá 23-25
46.28
años
Puerto Arguelles,
Chiriquí
Panamá 27-32
38.78
años
Puerto Arguelles,
Chiriquí
Fuente: Córdoba y Sáenz, 2005.
Densidad
(g/cm3)
Peso específico
Seco aire
11.33
Verde
0.82
Seco aire
0.65
Básico
0.57
Seco aire
0.59
Anhidro
0.61
11.43
0.82
0.61
0.53
0.54
0.56
11.02
0.86
0.65
0.57
.059
0.60
10.55
0.94
0.72
0.63
0.65
0.67
11.31
0.89
0.70
0.61
0.63
0.65
10.94
0.87
0.71
0.63
0.64
0.66
Cuadro 48. Valores promedio de contracciones y punto de saturación de las fibras
para madera de Tectona grandis.
Procedencia
Valores de contracción total (%)
Vol.
Costa Rica 15 años
6.41
La Marina, Guápiles,
Limón
Costa Rica 20 años
6.55
Tapezco, Guápiles,
Limón
Costa Rica 25 años
6.09
Diamantes, Guápiles,
Limón
Panamá 18-20 años
5.49
Puerto Arguelles,
Chiriquí
Panamá 23-25 años
6.67
Puerto Arguelles,
Chiriquí
Panamá 27-32 años
5.34
Puerto Arguelles,
Chiriquí
Fuente: Córdoba y Sáenz, 2005.
Tangencial
Radial
Relación
contracción
Tang/Rad
7.51
3.21
2.35
21.87
26.05
21.74
4.92
2.43
2.04
22.09
23.21
20.81
4.14
2.17
1.93
22.11
21.90
21.28
4.64
2.38
1.97
18.35
20.46
20.73
5.90
2.62
2.25
19.67
19.93
19.59
3.91
2.10
1.87
20.39
20.64
21.20
176
Punto de saturación de las
fibras (%)
Vol.
Tangencial
Radial
Cuadro 49. Valores promedio de propiedades mecánicas en estado seco al aire, para
madera de Tectona grandis.
Procedencia
Costa rica 15
años
La marina,
guápiles,
limón
Costa rica 20
años
Tapezco,
guápiles,
limón
Costa rica 25
años
Diamantes,
guápiles,
limón
Panamá 1820 años
Puerto
arguelles,
chiriquí
Panamá 2325 años
Puerto
arguelles,
chiriquí
Panamá 2732 años
Puerto
arguelles,
chiriquí
Flexión estática
Mor
Moe
2
2
(kg/cm )
(kg/cm )
1015.52
122181.35
Compresiónparalela
2
a la fibra (kg/cm )
Cortante paralelo
2
(kg/cm )
Tangencial
Radial
Dureza
(kg)
Axial
Lateral
491.32
170.72
159.91
569.24
535.40
935.87
115494.25
491.78
173.98
169.44
606.25
576.65
984.76
121042.75
546.39
172.30
149.11
563.64
562.67
775.72
110402.39
512.83
203.68
200.88
620.78
644.12
1064.91
129421.95
586.73
185.26
171.78
581.03
605.97
917.80
111899.95
527.45
190.68
185.50
542.41
582.53
Fuente: Córdoba y Sáenz, 2005.
177
Cuadro 50. Valores promedio de propiedades mecánicas ajustadas al 12% de
contenido de humedad, para madera de Tectona grandis.
Procedencia
Costa rica 15
años
La marina,
guápiles,
limón
Costa rica 20
años
Tapezco,
guápiles,
limón
Costa rica 25
años
Diamantes,
guápiles,
limón
Panamá 1820 años
Puerto
arguelles,
chiriquí
Panamá 2325 años
Puerto
arguelles,
chiriquí
Panamá 2732 años
Puerto
arguelles,
chiriquí
Flexión estática
Mor
2
(kg/cm )
Moe
2
(kg/cm )
960.14
118757.96
872.35
Compresión
paralela a la fibra
2
(kg/cm )
Cortante paralelo
2
(kg/cm )
Dureza
(kg)
Tangencial
Radial
Axial
Lateral
458.65
157.67
147.55
524.94
504.48
111369.83
446.06
158.38
153.58
527.84
518.82
948.71
118737.96
540.24
162.71
141.11
511.31
522.57
754.79
108956.21
487.87
195.88
191.94
562.75
597.66
1027.49
127074.27
546.51
184.29
170.58
525.88
561.83
872.72
109070.22
496.97
180.53
175.95
508.88
554.26
Fuente: Córdoba y Sáenz, 2005.
En el Centro de Investigación en Integración Bosque Industria (CIIBI) de la Escuela
de Ingeniería Forestal del Instituto Tecnológico de Costa Rica, se efectuaron los
ensayos de trabajabilidad para T. grandis, procedente de plantaciones forestales con
tres rangos de edad y de dos regiones geográficas. En cepillado, el defecto de grano
rugoso fue el más frecuente y representó en promedio un 56,29% del área por pieza,
el grano arrancado contabilizó el 8.70%, el grano velloso el 5.44% y el grano
levantado tan solo el 0.43% (Cuadro 51). En el ensayo con lija Nº 60, la madera de
mayor edad procedente de Panamá mostró magnitudes significativamente mayores
de temperatura de lijado, así como las mayores dificultades de remoción (Cuadro
52). En taladrado se logran espesores de viruta muy eficientes con la broca de metal
(adaptada para madera), mientras que con la broca de madera se consideran muy
deficientes. La broca para madera da una calidad visual de la superficie considerada
entre buena y regular, mientras que la broca adaptada para madera presentó
178
superficies con calidad inferior, la cual se clasifica como de regular a mala. En la
operación de torneado los ángulos de 40 y 60º en corte oblicuo presentaron la mejor
calidad superficial (Serrano y Sáenz, 2005).
Cuadro 51. Resumen del área libre de defectos por procedencia de madera de
Tectona grandis.
Procedencia
15-cr
25-cr
20-21-cr
18-20-pa
23-25-pa
27-32-pa
Promedio
Área libre
defecto (%)
Rugoso
Arrancado
(%)
Velloso
(%)
Levantado
(%)
32.23
36.36
30.17
22.67
31.44
21.93
29.13
52.82
48.96
52.91
61.69
59.41
61.97
56.29
8.59
6.86
5.49
12.45
6.49
12.30
8.70
5.18
7.63
10.86
2.90
2.43
3.60
5.44
1.16
0.18
0.55
0.27
0.22
0.19
0.43
Fuente: Serrano y Sáenz, 2005.
Donde:
Los números indican la edad; CR = Costa Rica y PA = Panamá.
Cuadro 52. Resumen de remoción y temperatura en lijado en madera de Tectona
grandis.
Procedencia
Valor promedio
de remoción
Clasificación
Valor promedio
temperatura
Clasificación
23-25 pa
27-32 pa
18-20 pa
15-cr
25-cr
20-21-cr
0.2512
0.2114
0.3729
0.3830
0.3999
0.2234
Muy fácil
Muy fácil
Muy fácil
Muy fácil
Muy fácil
Muy fácil
36.70
35.69
30.25
33.17
31.19
37.82
Media
Media
Baja
Baja
Baja
Alta
Fuente: Serrano y Sáenz, 2005.
En México, el INIFAP desarrollo una secuela (H) para el secado de T. grandis L. para
madera de 4/4‖ (Zavala, 1999). El coeficiente de aserrío es del 50%, es decir que la
obtención de madera aserrada equivalente al 50% de biomasa (http://www.
bosquestropicales.com/html/Espanol/ubicacion.html).
Se realizó un trabajo con el objetivo de evaluar la relación que existe entre las
características anatómicas y propiedades físico-mecánicas de la especie T. grandis
de 20 años de edad proveniente de Venezuela. Los resultados mostraron que existe
relación entre las características anatómicas (proporción de poros, radios,
parénquima y fibras) con las propiedades físicas (densidad, peso específico,
contracciones y T/R) y mecánicas (flexión, compresión paralela, compresión
perpendicular, dureza, cizallamiento y tenacidad). En relación a las propiedades
179
físicas, la prueba de contracciones desde la condición verde a seca al aire y de verde
a seca al horno y en las propiedades mecánicas, tanto en la condición verde y seca
al aire, en los ensayos de tenacidad presentaron un comportamiento irregular, pero
se mantienen los patrones en relación a las características anatómicas (Ulises et al.,
2005).
Para la determinación de la relación entre la densidad básica y la contracción de la
madera de teca, se utilizaron árboles de 10 años con dos diferentes espaciamientos
(6 x 2 m y 3 x 3 m). Los análisis estadísticos demostraron que la densidad básica
resultó mayor en el espaciamiento de 3 x 3 m, mientras que las contracciones de la
madera fueron mayores en el espaciamiento de 6 x 2 m. Los resultados demostraron
que cuando se emplean árboles de 10 años de edad la densidad básica no es un
buen indicativo para predecir las contracciones de la madera de teca (Moya y Arce,
2005).
Se caracterizó químicamente la especie T. grandis (Cuadros 53 al 56) de seis años
de edad y los resultados indican que presentó contenidos en base seca de 64.8% de
holocelulosa, 30% de lignina, 1% de cenizas y 4.3 % de extractos totales. Las
solubilidades en agua caliente y fría fueron muy similares entre sí, de 1.6% y 1.5%
respectivamente, mostrando un bajo contenido de almidones. El contenido de
solubles en NaOH 1% fue de 11%, siendo éstos en su mayoría hemicelulosa. Dentro
de las sustancias extraíbles, la mayor cantidad de ellas fueron solubles en etanol a
95º, representando en promedio 3.4% de la madera (Abarca et al., 2005).
Cuadro 53. Composición química de Tectona grandis en distintas zonas del fuste.
Muestra
Basal
Medio
Distal
Compuestos esenciales
Holocelulosa
Lignina
(% base seca)
(% base seca)
57.2
31.0
52.6
31.6
54.3
32.1
Compuestos secundarios
Extractos totales
Inorgánicos
(% base seca)
(% base seca)
11.6
0.2
14.3
1.5
13.5
0.1
Fuente: Castro, 1998 citado por Abarca et al., 2005.
Cuadro 54. Solubilidad de distintas zonas del fuste de Tectona grandis en diferentes
solventes.
Muestra
Basal
Medio
Distal
En NAOH 1 %
(% base seca)
15.2
15.6
16.6
Solubilidad
En agua caliente
(% base seca)
4.2
3.9
4.8
Fuente: Abarca et al., 2005
180
En agua fría
(% base seca)
3.8
3.9
2.2
Cuadro 55. Composición química global de la madera de Tectona grandis (base
seca).
Características
Holocelulosa
Lignina
Extractos totales
Cenizas a 525 ºC
En NaQH al 1 %
En agua caliente
En agua fría
En etanol al 95 %
Albura
Duramen
Compuestos esenciales
64.31
63.42
29.98
29.73
Compuestos secundarios
4.20
6.00
1.51
0.85
Solubilidad
13.30
12.71
1.70
1.61
1.41
1.51
2.52
3.72
Albura + duramen
64.76
29.95
4.31
0.98
10.94
1.60
1.51
3.35
Fuente: Abarca et al., 2005
Cuadro 56. Composición inorgánica elemental de la madera de Tectona grandis.
Elemento
Albura
Duramen
N
P
Ca
Mg
K
Fe
Cu
Zn
Mn
B
S
0.35
0.14
0.30
0.10
0.27
0.0054
0.0006
0.0008
0.0006
0.00087
0.06
0.33
0.07
0.17
0.10
0.17
0.0198
0.0010
0.0020
0.0002
0.00117
0.04
Fuente: Abarca et al., 2005.
6.7.2. Usos
La madera de T. grandis se utiliza en construcción marina en general, madera
contrachapada, paneles decorativos, juguetería, madera torneada y tallada, muebles
y gabinetes, marcos de puertas y ventanas, carpintería en general y pulpa (Monroy,
1998; Govaere et al., 2005).
La madera es utilizada para cubiertas de aviones, barcos y otras embarcaciones
grandes. Se usa para pisos, ebanistería, pilotes, coches de ferrocarril, construcciones
interiores, construcciones pesadas sometidas a la intemperie, marcos de puertas y
ventanas, tornería, talla, muebles y papelería. Es excepcionalmente apropiada para
tanques, tinas, bañeras, cocinas, para bancos de laboratorios y plantas químicas
(debido a su alta resistencia a los ácidos), estacones, armazones de casas y chapas
181
decorativas. La madera no corroe los metales cuando se usa en contacto con ellos
(Kukachka, 1970 y Longwood, 1989).
Los principales mercados para la madera teca lo constituyen Norteamérica, Europa y
Japón en los que se usa para la construcción de casas sometidas a condiciones
ambientales extremas, muebles lujosos, muebles de exteriores y en el recubrimiento
de superficies exteriores e interior de yates, etc. (http://www.bosquestropicales.com/
html/Espanol/ubicacion.html).
La madera de esta especie es muy apreciada en el mercado mundial, es empleada
para la fabricación de muebles, palmetas y chapas, floreros, ebanistería, puertas,
paneles, muebles fijos en laboratorio, construcción de casas, vagones de ferrocarril,
durmientes y cabinas de trabajo: también se recomienda para uso ornamental,
barreras o cercos (Peña, 1984; Niembro, 1986 y Somarriba et al., 1999).
182
7. LITERATURA CITADA
Abarca E. R., Blanco R. L. y Solano S. P. 2005. Composición química de Tectona
grandis. Laboratorio de Productos Forestales. Universidad de Costa Rica.
Abdelnour A. y Muñoz A. 2005. Micropropagación de teca (Tectona grandis). Centro
de Investigación en Biotecnología, Cartago, Costa Rica.
Andrade T. A. y Alonso L. A. 2001. Germinación in vitro de cedrela odorata. In:
Memorias del Congreso Mexicano de Recursos Forestales. ―Manejo de
Recursos Forestales para el 3er. Milenio‖. CUCBA-Universidad de
Guadalajara. Sociedad Mexicana de Recursos Forestales, A. C. Guadalajara,
Jal. México. 5 p.
Anduaga M. F. J. 1988. Respuesta de maculis (Tabebuia rosea) y siricote (Cordia
dodecandra) a siembra mecanizada y manual, bajo dos condiciones
ecológicas: dosel protector y campo abierto, en la Chontalpa-Tabasco. Tesis
Maestría en Ciencias. Colegio de Postgraduados. Programa Forestal.
Montecillo, México. 162 p.
Anónimo. 1972. Brosimum alicastrum Sw. subsp. alicastrum C.C. Berg (1972). —
Moraceae. In: Flora Neotropica. Monograph 7: 170-171.
Anónimo. 1979. Tropical Legumes: Resources in the Future. National Academy of
Sciences. Washington, D.C.
Arce V. y Fonseca. W. 2005. Relación albura-duramen y características físicas de la
madera Tectona grandis L. F. en plantaciones de diez años con diferente
densidad de siembra, Guanacaste, Costa Rica. Precious Woods. Instituto de
Investigación y Servicios Forestales, UNA. Costa Rica.
Arreola P. J. A. 1995. Germinación y crecimiento inicial de cinco especies forestales
tropicales en vivero. Tesis de Licenciatura. Universidad Autónoma Chapingo.
División de Ciencias Forestales. Chapingo, México. 105 p.
Arriaga V. V. y Vargas M. A. 1994. Manual de reforestación con especies nativas:
colecta y preservación de semillas, propagación y manejo de plantas.
SEDESOL/INE–Facultad de Ciencias-UNAM. México, D. F.
Azcárraga R. R., y Rabiza A. S. I. 2001. El mundo de las plantas IV. Vegetación de
México. In: http://www.correodelmaestro.com/anteriores/2001/Julio/2anteaula
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AGRADECIMIENTOS
Para la realización de este trabajo se recopiló información de un gran número de
autores que han generado conocimientos científicos y tecnológicos, tanto de
Universidades como de Instituciones nacionales y del extranjero que realizan
investigación sobre las especies forestales que se exponen en este documento, por
lo que expresamos nuestro agradecimiento y reconocimiento, ya que son los
generadores de la información.
Nuestro agradecimiento a la Comisión Forestal del Estado de Michoacán (COFOM) y
a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), por las
aportaciones de recursos económicos para la realización del presente documento.
Al Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP),
con gratitud y esperanza.
Un agradecimiento muy especial al Dr. Ignacio Vidales Fernández, Director de
Coordinación y Vinculación Estatal del INIFAP, por las facilidades de apoyo logístico
y al Ing. Vicente Rangel Piñón, Ex Subdirector de Restauración Forestal de la
COFOM, por el apoyo y sugerencias aportadas.
Nuestro agradecimiento a las secretarias: Ma. Estela Coria Arreola, Silvia Medina
Argueta y Marcela Oseguera Figueroa, por su invaluable labor en la captura de la
información.
200
ESTA
PUBLICACIÓN
ES
PRODUCTO
DEL
PROYECTO:
DETERMINACIÓN
DE
ÁREAS
POTENCIALES
PARA
ESTABLECIMIENTO
DE
PLANTACIONES
FORESTALES
COMERCIALES EN EL ESTADO DE MICHOACÁN, FINANCIADO POR
LA COMISIÓN FORESTAL DEL ESTADO DE MICHOACÁN
201
Impreso en los talleres de la Comisión Forestal del Estado de Michoacán
Calle Justo Mendoza. Bosque Cuauhtémoc Lote 11
Col. Centro C. P. 58000
Morelia, Mich.
Teléfono: (443) 3-12-30-26 y 3-12-3742
Fax: (443) 3-12-39-06
La edición consta de 500 ejemplares
Impreso en México
Printed in México
Septiembre de 2012
202
COORDINADORES DE LA INFORMACIÓN
Dr. Gerardo Salazar Gutiérrez
Dr. Ignacio Vidales Fernández
REVISIÓN TÉCNICA
M. C. Antonio Cano Pineda
Dr. J. Jesús García Magaña
Biol. Jaqueline Xelhuantzi Carmona
M. C. Álvaro Agustín Chávez Durán
EDICIÓN
Ing. J. Trinidad Sáenz Reyes
COMITÉ EDITORIAL DEL C. E. URUAPAN
Presidente:
Secretario:
Vocales:
Ing. H. Jesús Muñoz Flores
Ing. J. Trinidad Sáenz Reyes
Dr. Víctor Manuel Coria Ávalos
Dr. Luis Eduardo Cossío Vargas
Código de publicación UNESCO-INIFAP-SAGARPA
MX-0-310605-52-05-27-06-15
Para mayor información acuda, llame ó escriba a:
Centro de Investigación Regional Pacífico Centro. INIFAP
Parque Los Colomos s/n. Colonia Providencia
Apartado Postal 6-103 C.P. 44660
Guadalajara, Jalisco, México.
Tel.: (33) 36 41 69 71 y (33) 36 41 60 21
Fax: (33) 36 41 35 98
Campo Experimental Uruapan
Av. Latinoamericana 1101 Col. Revolución
C. P. 60150, Uruapan, Michoacán
Tel. (452) 523-73-92
Fax (452) 524-40-95
CAMPO EXPERIMENTAL URUAPAN
Dr. Ignacio Vidales Fernández
Jefe de Campo
Ing. Alma Adriana Zamudio Cervantes
Jefe de Operación
CP. Alejandro Alcántar Palomera
Jefe Administrativo
PERSONAL INVESTIGADOR
Ing. Mauro Raúl Mendoza López
Frutales Caducifolios
Dr. Víctor Manuel Coria Avalos
Frutales Tropicales
MC. Juan Antonio Herrera González
Frutales Tropicales
MC. Antonio Larios Guzmán
Frutales Tropicales
Dr. Luis Mario Tapia Vargas
Frutales Tropicales
Ing. Lucas Madrigal Huendo
Plantaciones y Sistemas Agroforestales
Ing. H. Jesús Muñoz Flores
Plantaciones y Sistemas Agroforestales
MC. Gabriela Orozco Gutiérrez
Plantaciones y Sistemas Agroforestales
Ing. J. Trinidad Sáenz Reyes
Plantaciones y Sistemas Agroforestales
Dr. Fernando Bahena Juárez
Sanidad Vegetal
Biol. Miguel B. Nájera Rincón
Sanidad Vegetal
MC. Gerardo Barrera Camacho
Socioeconomía
MVZ. Clicerio Ibáñez Reducindo
Transferencia de Tecnología
Ing. Jorge Jiménez Ochoa
Transferencia de Tecnología
Centros Nacionales de investigación Disciplinaria,
Centros de Investigación Regional y Campos
Experimentales
Sede de Centro de Investigación Regional
Centro Nacional de Investigación Disciplinaria
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