220-55054 Asunto: Ejecución anterior a la promoción de un

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220-55054
Asunto: Ejecución anterior a la promoción de un acuerdo de reestructuración en contra del mismo
empresario y sus codeudores, a la luz del artículo 14 de la Ley 550 de 1999.GARANTÍAS Y ACUERDOS DE
REESTRUCTURACIÓN
Me refiero a su escrito radicado en esta entidad el día 21 de julio del presente año con el No. 458.612-0, en el cual
consulta si resulta procedente que el acreedor demandante en un proceso ejecutivo iniciado en contra de un
empresario admitido con posterioridad al trámite de un acuerdo de reestructuración y sus codeudores personas
naturales, renuncie, en cualquier momento anterior a la celebración del acuerdo, a reclamar directamente del
empresario el pago de la obligación, para continuar la ejecución contra los obligados solidariamente.
Para dar respuesta al interrogante planteado, esta Ofician se permite exponer las siguientes precisiones y
consideraciones de orden legal:
1.
Efectos de la iniciación de la negociación del acuerdo de reestructuración respecto de las
ejecuciones ya iniciadas.
Es en el entendido de que la expedición de la Ley 550 de 1999 supone, entre otros aspectos, la asunción y
puesta en marcha de modernas orientaciones de reestructuración de pasivos en el contexto de un
escenario de intervención económica, que se explica la preferencia del trámite allí previsto respecto de las
ejecuciones particulares que se adelanten contra el deudor admitido o convocado a dicho trámite.
En efecto, dispone el artículo 14 de la referida ley:
"A partir de la fecha de iniciación de la negociación, y hasta que hayan transcurrido los cuatro (4) meses
previstos en el artículo 27 de esta ley, no podrá iniciarse ningún proceso de ejecución contra el empresario
y se suspenderán los que se encuentren en curso, quedando legalmente facultados el promotor y el
empresario para alegar individual o conjuntamente la nulidad del proceso o pedir su suspensión al juez
competente, para lo cual bastará que aporten copia del certificado de la cámara de comercio en el que
conste la inscripción del aviso. (...)"
De esta manera la referida norma adiciona el artículo 170 del Código de Procedimiento Civil, y establece
que mientras dure la negociación del acuerdo se suspende el término de prescripción y no opera la
caducidad de las acciones respecto de los créditos contra el empresario.
Esta "preferencia" tiene su razón de ser en el principio de la universalidad que caracteriza el escenario de
reestructuración, el cual supone, desde el punto de vista subjetivo, que en él se cobije a todos los
acreedores del empresario deudor, ya sea que éstos concurran para el efecto ante el promotor designado
o aparezcan relacionados en el inventario de acreencias de que trata el artículo 20 de la Ley 550 de 1999,
lo cual se opone a la singularidad característica de las ejecuciones particulares.
También resulta importante destacar la colectividad del procedimiento de reestructuración, que se
materializa en la necesaria participación tanto de los acreedores internos y externos como del empresario
mismo en la celebración del acuerdo, en los términos de la ley y conforme a las decisiones que deban
tomarse de acuerdo con los derechos de voto que a cada uno corresponda.
Si bien, en estricta juridicidad, los titulares de derechos de crédito a cargo del empresario no se hacen
"parte", atendiendo a la naturaleza extraprocesal del acuerdo de reestructuración y, por ende, no puede
hablarse de presentación de créditos, la ley ha previsto un procedimiento que garantice a todos los
acreedores la oportunidad tanto de hacer valer sus derechos como de oponerse a que se reconozcan
aquellos que no están debidamente soportados. En efecto, los artículos 22, 23 y 25 disponen lo pertinente
para el efecto.
2.
Las obligaciones solidarias y/o garantizadas en los acuerdos de reestructuración.
Puntualizando el caso objeto de consulta, el parágrafo primero del artículo 14 de la referida Ley dispone que el
acreedor del empresario que sea beneficiario de fiducias mercantiles en garantía o de cualquier clase de garantía
real constituida por terceros, o que cuente con un codeudor, fiador, avalista, asegurador, emisor de carta d e
crédito y, en general, con cualquier clase de garante del empresario, otorgadas con posterioridad a la entrada
en vigencia de la Ley, esto es, el 30 de diciembre de 1999, deberá informar por escrito al promotor, dentro de
los diez (10) días siguientes a la iniciación de la negociación, si opta solamente por hacer efectiva su garantía o si
no prescinde de obtener del empresario el pago de la obligación caucionada.
Es decir, el acreedor que cuente con garantías otorgadas por terceros con posterioridad al 30 de diciembre de 1999
o que sea titular de un derecho de crédito respecto de una obligación solidaria surgida también con posterioridad a
la citada fecha, no podrá dirigirse conjuntamente contra ambos obligados, como excepción a la regla general de la
solidaridad prevista en el artículo 1571 del Código Civil en concordancia con el 825 del Código de Comercio, pues
deberá optar, de manera excluyente, por hacer efectiva la garantía otorgada por terceros, hacer el cobro al
codeudor solidario, o perseguir el cobro de su obligación directamente del empresario abocado al acuerdo. Pero si la
garantía fue otorgada o el codeudor solidario es una persona natural, su ejecución podrá llevarse a cabo con las
restricciones establecidas en el parágrafo segundo del artículo 14 de la Ley 550.
Ahora bien, conforme a lo dispuesto en el inciso 3° del artículo 79 de la Ley 550 de 1999, en tratándose de
garantías u obligaciones solidarias, otorgadas las primeras o contraídas las segundas, con anterioridad al 30 de
diciembre de 1999, no podrá el acreedor perseguir su pago directamente del garante o codeudor, sino que deberá
hacerlo dentro del escenario del acuerdo de reestructuración y estarse a las resultas del mismo. No obstante lo
anterior, el acreedor está facultado para practicar medidas cautelares que recaigan sobre inmuebles de propiedad
exclusiva del garante o del deudor solidario, o del cual éste sea comunero, así como para iniciar o continuar
ejecuciones judiciales contra los mismos (sean éstos personas naturales o jurídicas), pero solo hasta que quede en
firme la sentencia que ordene seguir adelante la ejecución, en los términos de los artículos 507 y 510 numeral 2°
literal e) del Código de Procedimiento Civil, o adelantar la ejecución de las garantías fiduciarias hasta la etapa previa
a la enajenación del inmueble.
A su vez, la restricción temporal y procesal indicada en el literal b) del parágrafo segundo del artículo 14, se
levantará cuando transcurrido el plazo para la celebración del acuerdo respectivo, este NO se celebra. Lo anterior
significa que durante el término de negociación del acuerdo y hasta los cuatro (4) meses subsiguientes a la fecha en
que queden definidos los derechos de voto, el acreedor que se encuentre en las circunstancias anotadas, no podrá
satisfacer su obligación vía ejecución de las garantías otorgadas por terceros o codeudores solidarios personas
naturales. Si vencido dicho plazo no llegare a celebrarse el acuerdo, estará habilitado para culminar la ejecución de
la citada garantía y obtener la satisfacción de la obligación, en los términos del literal f) ídem, que en su tenor literal
establece:
"f) Transcurrido el plazo previsto en el artículo 27 de esta Ley, sin que se celebre un
acuerdo de reestructuración, el acreedor podrá hacer valer sus derechos de cobro
respecto del inmueble en cuestión e, igualmente, podrá adelantarse el remate judicial y
dicho bien podrá ser enajenado a cualquier título en caso de no pesar sobre él alguna
medida cautelar."
En ese orden de ideas, para este despacho resulta absolutamente claro que, conforme el tenor literal de las normas
mencionadas, tanto las garantías preexistentes como la ejecución contra los codeudores solidarios sólo podrán
hacerse efectivas y proceder si transcurrido el plazo previsto en el artículo 27 de la ley NO SE CELEBRA
UN ACUERDO, lo cual supone que si se celebró, el crédito cuyo pago se persigue quedará sujeto a los
términos de la celebración del acuerdo y, por ende, NO PROCEDERÁ HACER EFECTIVA LA GARANTÍA NI
CONTINUAR LA EJECUCIÓN CONTRA DEL CODEUDOR SOLIDARIO.
Y es que, si ello fuera posible (hacer efectiva la garantía o continuar la ejecución contra el deudor solidario
habiéndose establecido una fórmula de pago de la obligación en los términos del acuerdo), se haría nugatoria la
restricción temporal prevista en el parágrafo segundo del artículo 14, pues, no tendría sentido restringir
temporalmente los derechos de cobro del acreedor sobre el garante o codeudor solidario si, una vez cumplido el
plazo, se le habilita para ejercerlos, independientemente de que se llegue o no a celebrar el acuerdo de
reestructuración del garantizado o caucionado.
De otra parte, nótese que el parágrafo segundo del artículo 14 de la Ley se aplica respecto de GARANTES O
CODEUDORES PERSONAS NATURALES QUE HAYAN OTORGADO LA GARANTÍA O SE HAYAN OBLIGADO
SOLIDARIAMENTE ANTES O DESPUÉS DE LA VIGENCIA DE LA MISMA, lo cual significa, en últimas, la
aplicación del mismo tratamiento restrictivo tanto para el acreedor en cuyo favor se otorgaron garantías o se
obligaron terceros solidariamente antes de la vigencia de la Ley, como para aquél al que se le constituyeron con
posterioridad a la misma.
En consecuencia, la diferencia sustancial y práctica de la aplicabilidad del parágrafo primero para aquellas garantías
otorgadas con posterioridad a la vigencia de la ley y su no aplicabilidad para aquellas otorgadas con anterioridad,
radica en el hecho de que a los acreedores beneficiarios de las primeras les asiste la posibilidad de hacerlas
efectivas sin restricción alguna cuando se trate de garantes distintos a persona natural, sin participar en la
negociación del acuerdo, mientras que los acreedores beneficiarios de las segundas deberán, necesariamente,
estarse a las resultas del acuerdo, sin perjuicio de que puedan adelantar la ejecución de la garantía (otorgada por
persona natural o jurídica) con las restricciones temporales y procesales señaladas.
En conclusión, en los términos de la ley analizada, NO podrá el acreedor titular de un derecho de crédito respecto
de una obligación solidaria contraida con anterioridad al 30 de diciembre de 1999, a cargo de un empresario que
tramita un acuerdo de reestructuración y otros deudores solidarios demandados previamente por la vía ejecutiva,
prescindir de obtener de aquél el pago de la obligación para continuar la ejecución contra los otros obligados
solidarios, sean éstos personas jurídicas o naturales, pues, esta posibilidad se predica solamente respecto de
garantías u obligaciones solidarias contraidas con posterioridad a la citada fecha, conforme a lo establecido en el
inciso 3° del artículo 79 de la Ley 550, en cuyo caso el acreedor respectivo deberá así manifestarlo dentro de los
diez (10) días siguientes a la iniciación de la negociación y no "en cualquier momento anterior a la celebración del
acuerdo".
De esta forma damos respuesta a su consulta, no sin antes advertirle que el alcance del presente pronunciamiento
es el contemplado en el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.
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