Las nociones de "tradicion" y "ruptura" como conceptos bistorico-literarios ALBERTO VITAL lnstituto de Investigaciones Filol6gicas, UNAM RESUMEN. Reflexiones en torno a Ia dialectica entre tradicion y ruptura a proposito del texto de Paz "La tradicion de Ia ruptura" incluido en el volumen Los hijos del limo donde Paz "exhibe hasta que punto esas contradicciones son representativas de Ia modernidad". Esta "tradicion de Ia ruptura" representa una sintesis entre el escritor vanguardista y el poeta doctus. En esta fusion de los opuestos hay implicita Ia posibilidad de apropiarse de ellos aprovechando las esencias de uno y de otro. Sin embargo, Ia formula de Paz deriva en una preeminencia de Ia tradicion frente a Ia ruptura en Ia medida en que ofrece un marco de referencia estable que limita Ia posibilidad de un impacto del arte en Ia sociedad. Es importante, ante el desmoronamiento de Ia formula totalizadora, la reflexion sobre esta relativizacion de posturas cuyo antagonismo encuentra en Paz cierta via de conciliacion. La construccion y Ia difusion de rubros demarcadores de epocas -a partir de rasgos distintivos tornados de acontecimientos y fenomenos caracterfsticos- son dos actividades decisivas entre los grandes historiadores. Tambien es capital Ia fundamentacion teorica de conceptos que permitan considerar claramente curvas de tiempo en el desarrollo de Ia disciplina, tanto como Ia sustentacion epistemologica de conceptos que esclarezcan los movimientos, los ritmos y los pliegues mas comunes en un determinado transcurso: en aquella parte de su obra historica -devenir y escritura-, el termino "tradicion" pertenece al primero de estos dos tipos y el de "ruptura" a! segundo; ahara bien, como se sabe, en un texto celebre Paz muestra las contradicciones implicitas de Ia fusion de las dos nociones en un solo enunciado -"tradicion de 420 ALBERTO VITAL la ruptura"- y, aun asf, exhibe basta que punta esas contradicciones son representativas de la Modernidad, ya desde "Las reflexiones de [Charles] Baudelaire en L'Art romantique" (333). Y es justamente aquel enunciado -que contiene una explfcita contradictio termini- una de las aportaciones cruciales de Paz a la vision contemponinea de la historia de la literatura. El hecho de que un poeta doctus asuma las tareas del historiador es, por otra parte, un indicia de las circunstancias bajo las cuales discurre el sistema literario de nuestro tiempo: el propio creador -poeta ensayista- se considera en condiciones de disefiar el mas amplio marco de referencia -esto es, la historia- de la produccion y la recepcion de los textos. En el caso de Paz, la confianza del vate en tanto historiador se legitima a traves de dos vertientes: justa la del poeta doctus, convocado a dar cuenta de todos los fenomenos importantes para su ambito y para otros contiguos, y la del escritor de raiz vanguardista, acostumbrado a proponer los rubros que habran de distinguir cada epoca 1. Precisamente el termino "tradicion de la ruptura" intenta ser una sfntesis de todo cuanto representan el poeta doctus -la conciencia de la tradicion, reflejada en normas de aspiraciones clasicas- y el autor vanguardista -la conciencia de las contradicciones propias del quehacer artfstico en el mundo de la Modernidad, asf como de los quiebres, las subversiones y los cuestionamientos que se desprenden de aquella-, como una sefial asimismo del proyecto de historia que alberga Octavia Paz. En este proyecto, efectivamente, resalta el afan de sintesis tan caracterfstico de la formula "tradicion de la ruptura", asf como el caracter explkito y' mas min, programatico de los problemas sin solucion que animan a la Modernidad y que tan bien se reflejan y resumen en esa formula. De hecho, frente al principia de no contradiccion de Ia 16gica aristotelica, Paz propane -en el primer capftulo de Los hijos de limo- una suerte de principia de contra- 1 Vease Vital (35 y ss.) LAS NOCIONES DE "TRADICI6N" Y diccion, que serfa el motor pr a traves de Ia "pasion crftica" Ahara bien, como estrateg: opuestos implica asimismo la 1 trarios, en tanto que ya no es resulta en cambia posible abr vivo de los dos: y es asf com dicion y la ruptura, Ia pasi6 otredad de la Modernidad, el en guerra con ese objeto, de ajeno a aquella estrategia disc da vocacion de sfntesis, la fa apropiacion de los contrarios, de los mismos. Afios despues de la aparic analizarse con distancia los j1 frontarlos con las experiencia por ejemplo, Paz habla de la Sin embargo, las pr:icticas de dicion por excelencia en lo mientras que la "heterogeneic demo para el poeta de "Piedn mas autentica en zonas des' sincretismo y a la transcultun nirse por encima de las vertil han desembocado los aetas ft tual: fascinaciones como la de (335) y por las costumbres solidado como una industria J to masivo y, por lo tanto, ina 2 "Enamorada de sf misma y sit no afirma nada permanentemente n de todos los principios, el cambio r 3 "Al decir que Ia modernidad e~ deberia haber dicho, otra tradici6n" 4 "Lo moderno no se caracteriz heterogeneidad" (333). ALBERTO VITAL tsta que punto esas contradicciolemidad, ya desde "Las reflexioflrt romantique" (333). Y es jusontiene una explfcita contradicmes cruciales de Paz a la vision a literatura. rus asuma las tareas del historia) de las circunstancias bajo las io de nuestro tiempo: el propio msidera en condiciones de diseencia -esto es, la historia- de ,OS textos. En el caso de Paz, Ia iador se legitima a traves de dos :tus, convocado a dar cuenta de para su ambito y para otros connguardista, acostumbrado a prolistinguir cada epoca 1. Precisa1 ruptura" intenta ser una sfntesis ~ta doctus -la conciencia de la aspiraciones clasicas- y el aude las contradicciones propias :> de la Modernidad, asf como de os cuestionamientos que se dessefial asimismo del proyecto de :e, resalta el afan de sfntesis tan lcion de la ruptura", asf como el )gramatico de los problemas sin idad y que tan bien se reflejan y 10, frente al principia de no con~a. Paz propane -en el primer na suerte de principia de contra- LAS NOCIONES DE "TRADICI6N" Y "RUPTURA" 421 diccion, que serfa el motor primero de Ia Modemidad intelectual, a traves de Ia "pasion crftica" (336)Z. Ahora bien, como estrategia polftico-cultural, Ia fusion de los opuestos implica asirnismo la posibilidad de apropiarse de los contrarios, en tanto que ya no es necesario elegir entre uno y otro, y resulta en cambio posible abrevar de ambos y aprovechar lo aun vivo de los dos: y es asf como se combinan y usufructuan Ia tradicion y la ruptura, Ia pasion y Ia crftica, la Modemidad y la otredad de Ia Modemidad, el enamorarse de un objeto y el estar en guerra con ese objeto, de modo que ningun territorio sea ya ajeno a aquella estrategia discursiva. En suma, junto con una nftida vocacion de sfntesis, la formula paciana expresa un deseo de apropiacion de los contrarios, a partir de la convulsa convivencia de los mismos. Afios despues de la aparicion de Los hijos del limo, pueden analizarse con distancia los juicios capitales del volumen y confrontarlos con las experiencias historicas vividas desde entonces; por ejemplo, Paz habla de la Modemidad como "otra tradicion" 3 . Sin embargo, las practicas de Ia Modemidad se han vuelto la tradicion por excelencia en los centros culturales de Occidente, mientras que la "heterogeneidad" -elemento decisivo de lo rnademo para el poeta de "Piedra de sol''-4 se manifiesta de manera mas autentica en zonas descentradas, expuestas ciertamente al sincretismo y a la transculturacion, y aun asf urgidas de autodefinirse por encima de las vertiginosas practicas capitalistas en que han desembocado los actos fundadores de la Modemidad intelectual: fascinaciones como la de Andre Breton por el arte de Oceania (335) y por las costumbres artesanales de Mexico se han consolidado como una industria floreciente, de modo que se ha vuelto masivo y, por lo tanto, inane el gesto mas caracterfstico de la 2 "Enamorada de sf misma y siempre en guerra consigo misma, (la crftica) no afirma nada permanentemente ni se funda en ningun principia: Ia negaci6n de todos los principios, el cambia perpetuo, es su principia" (1994, 336). 3 "AI decir que Ia modernidad es una tradici6n cometo una !eve inexactitud: deberfa haber dicho, otra tradici6n" (333). 4 "Lo moderno no se caracteriza unicamente por su novedad, sino por su heterogeneidad" (333). 422 ALBERTO VITAL conciencia y la contemplacion gozosa y asombrada de la heterogeneidad, y Ia multiplicidad del mundo se resume y concentra de tal modo en las pnicticas mercantiles alrededor del arte, que el verdadero artista -individual o colectivo, famoso o anonimodebe ir a buscar sus materiales siempre a otra parte, bajo Ia conciencia de que ya todo esta codificado en algun sitio5 . De hecho, Ia energia social que da origen al arte se encuentra abrumadoramente codificada y cosificada en esas practicas, asi como en los espacios de difusion y reproduccion de las mismas, como el periodismo cultural. Ciertamente, conceptos como "tradicion" y "ruptura" son grandes codificaciones de vastos y numerosos fenomenos, asi como perspectivas de estos, en Ia medida en que orientan Ia percepcion del especialista hacia una manera especifica de acercarse a ellos. Mas aun, Ia sintesis paciana es de tal modo que, en terminos hegelianos, se produce como una universalidad abstracta, previa a todo proceso, ya que, si bien surge como un ejercicio de induecion a partir del examen de numerosos acontecimientos esteticos y politico-culturales, esto es, como un sustancioso a posteriori, en vista de que presupone una forma del devenir ilimitada tanto en el tiempo como en el espacio, lo cual significa que se percibe Ia literatura como un continuum homogeneo, justamente en su heterogeneidad, en sus rupturas y en sus discontinuidades. Y es asi como Ia formula "tradicion de Ia ruptura" corre siempre el riesgo de promover una mera mecanica de Ia historia, esto es, una vision reiterativa de los ritmos como se producen los acontecimientos en toda Ia tierra; dicho con otros terminos, el principia de contradiccion, Ia "tradicion de Ia ruptura" y Ia heterogeneidad se asumen en el texto paciano a manera de marcas de epoca, sin que se tome explicito su caracter en tanto tales, lo cual significa que -en un gesto tfpicamente moderno, esto es, universalista y homogeneizador-, Paz amplia las caracteristicas de la Modernidad occidental 5 El museo contra el cual Jucharon los futuristas se ha vuelto una industria una y otra vez cuestionada, una y otra vez ridiculizada y expuesta en textos y piezas, pero aun asf, en ultima instancia, impermeable a los socavamientos y capaz de sobreponerse a todo, con base en el poder de los intereses que maneja. LAS NOCIONES DE "TRADICI6N" hasta hacerlas coincidir, sie1 dad del arte en todo el mt segun lo recuerda Ia Postmo y multiples tiempos en luga En suma, Ia formula pa< porque desemboca en una difunde a traves de un dis "principia de contradiccion" tre los afios de Ia redaccio nuestros dfas se esclarece ' conciencia de Ia inocultable cos, esto es, de los cambim artisticas, asi como por las estudios literarios extraen de conciencia de que un discur tradiccion" puede ejercer un to res y, aun asf, ser al mism nas, de las oposiciones y lo sistema literario, precisamer mano y en abstracto, las rna~ les o imponiendoles a priori riendo que toda ruptura est1 temprano se incorporara a 1< nitud y las consecuencias de sion de Ia misma fuera del ~ tentosa codificacion implfcit sibilidad de un impacto del a co de referenda estable rna esteticas en el mundo; y de cepcion esencialmente extra.l guardias, que consistia en e radical los habitos y las n< como en el sistema social, a 6 Por lo demas, el propio poeta Modernidad, justo como fruto, ent1 cia del tiempo lineal ( 1985). ALBERTO VITAL ~sa y asombrada de la heteromdo se resume y concentra de ~es alrededor del arte, que el >lectivo, famoso o anonimonpre a otra parte, bajo la conado en algun sitio5 . De hecho, arte se encuentra abrumadorasas pnicticas, asi como en los n de las mismas, como el pe- adicion" y "ruptura" son granmerosos fenomenos, asi como , en que orientan la percepcion ~specifica de acercarse a ellos. tal modo que, en terminos hetiversalidad abstracta, previa a e como un ejercicio de induc~osos acontecimientos esteticos un sustancioso a posteriori, en lel devenir ilimitada tanto en el tal significa que se percibe la ogeneo, justamente en su hetesus discontinuidades. Y es asf uptura" corre siempre el riesgo ~ la historia, esto es, una vision roducen los acontecimientos en linos, el principia de contradicr la heterogeneidad se asumen llfCaS de epoca, sin que Se tome :, lo cual significa que --en un s, universalista y homogeneiza;as de la Modemidad occidental s futuristas se ha vuelto una industria vez ridiculizada y expuesta en textos a, impermeable a los socavamientos y 1 el poder de los intereses que maneja. LAS NOCIONES DE "TRADICION" Y "RUPTURA" 423 basta hacerlas coincidir, siempre de modo implicito, con la realidad del arte en todo el mundo, a pesar de que en este ultimo, segun lo recuerda la Postmodemidad, conviven numerosas epocas y multiples tiempos en lugares mas 0 menos proximos 6 . En suma, la formula paciana se presenta como problematica porque desemboca en una generalizacion contradictoria, que se difunde a traves de un discurso sustentado precisamente en el "principia de contradiccion" de la Modernidad. Y la distancia entre los afios de la redaccion de "La tradicion de la ruptura" y nuestros dias se esclarece y hace visible justo por la creciente conciencia de la inocultable diversidad de los desarrollos esteticos, esto es, de los cambios y las permanencias en las practicas artfsticas, asf como por las implicaciones que las teorfas y los estudios Iiterarios extraen de aquella. Tambien se esclarece por la conciencia de que un discurso basado en el "principia de la contradiccion" puede ejercer una fascinacion avasalladora en sus lectores y, aun asf, ser al mismo tiempo poco descriptivo de las pugnas, de las oposiciones y los conflictos reales dentro y fuera del sistema literario, precisamente porque parece legitimar, de antemana y en abstracto, las mas diversas convulsiones, concediendoles o imponiendoles a priori la mecanica de su desarrollo y sugiriendo que toda ruptura esta a tal punto codificada que tarde o temprano se incorporara a la tradicion, sin que importen la magnitud y las consecuencias de todo cuanto involucra, ni la repercusion de la misma fuera del sistema respectivo. De hecho, la portentosa codificacion implfcita en la formula paciana limita la posibilidad de un impacto del arte en la sociedad, al ofrecer un marco de referencia estable mas o menos previsible a las practicas esteticas en el mundo; y de esa forma, se convierte en una concepcion esencialmente extrafia al proposito fundador de las vanguardias, que consistfa en el afan de sacudir de la manera mas radical los habitos y las normas tanto en el sistema literatura como en el sistema social, a traves, entre otras estrategias, exacta6 Por lo demas, el propio poeta percibe y expresa afios despues el fin de Ia Modernidad, justa como fruto, entre otros, del desmoronamiento de Ia conciencia del tiempo lineal ( 1985). 424 ALBERTO VITAL LAS NOCIONES DE "TRADICI6N mente del abandono del comodo papel concedido al artista par la comunidad burguesa decimononica y a traves, asimismo, de la total ingerencia del arte en la vida y de la vida en el arte (Burger 1974). Y, de ese modo, en el conflictivo vinculo de los terminos "tradicion" y "ruptura", este ultimo pierde mucho mas que aquel, par lo que la formula se volverfa conservadora en sus consecuencias mas importantes. Ahara bien, resulta curiosa que hoy, transcurrida la mitad de la ultima decada del milenio, se manifieste la ocasional sospecha de que, en efecto, ya no puede haber autenticas rupturas, dado que el altfsimo nivel de codificacion --esto es, de previsibilidad y, al mismo tiempo, de generalizacion normalizadora- de las experiencias esteticas permite estabilizar y asimilar cada una de elias; desde esa perspectiva, la formula paciana se tornarfa provocadora, pues al menos dejarfa abierta la posibilidad de que cfclicamente se produjeran rupturas, asf fuese dentro del marco establecido. Pero, de cualquier forma, tanto aquella sospecha como esta posibilidad se establecerfan dentro de un ambito conocido y codificado, y quedarfa aun par esperarse y tal vez par desearse un vasto sacudimiento en las relaciones entre el arte y la vida, proveniente de practicas y territorios simbolicos hechos a un lado par las historias habituales. Par otra parte, el concepto "tradicion" posee semas comunes a otros terminos posibles, como "transmision", "preservacion", "canonizacion"; a su vez, "ruptura" ocupa el Iugar que tambien podrian haber obtenido nociones como "revuelta", "revolucion", "subversion". De esa forma, ambos rubros estarfan en condiciones de remitir a terminos mas fuertes, cargados de implicaciones mas graves, y ella puede suponer que Paz habrfa buscado no solo una sfntesis y una convulsa cohabitacion de opuestos, sino asimismo una relativa atenuacion de las consecuencias de la formula, acaso porque asf esta podrfa abarcar un mayor numero de fenomenos, al volverse menos especffica. Y, aun asf, la absorbente fascinacion producida par ese vertigo que es "La tradicion de Ia ruptura" (fascinacion poco propicia, paradojicamente, para que se ejerza sabre el texto lo que el texto mismo exalta basta situarlo en el centro mismo de la Modernidad: Ia crftica) no impide rastrear allf uno de los rasgos decisivos de lo moderno: el afan de Ia total bilidad de totalizar una visi asf sea a partir del princip relativizador. Solo que ahm so, podrfan preferirse matic utilidad de las definiciones de no contradiccion. ~Que caracteristicas han construir la historia de una conciencia del "fin de la n de un desbordante afan abs damental, ha de ser la certi1 se prefiere atenuar el termi1 rico, en vista de que no es zaciones definitivas cuando fenomenos y acontecimient Y, sin embargo, al mismo deslindar experiencias con1 muy fina permite atrapar e nutrientes, sin que ella si~ universal, esto es, valida pa Actualmente, y a la luz regionalizacion del mundo totalizadores, se hace neces utiles para precisar nuestra Iadas al comienzo: 1) las cu las pulsiones, los ritmos hi1 persistente dialectica entre viene ahondar en propues1 como vimos, terminos capi1 des aspectos. Y no tienen p1 dicion" y "ruptura" si se cc el fin de que se admita una incurra en un paradojico ab ultimos esfuerzos de la Mo1 paziano- para rendir cuen1 se desmorona. ALBERTO VITAL ~I concedido al artista por Ia ~ a traves, asimismo, de Ia tode Ia vida en el arte (Burger tctivo vinculo de los terminos pierde mucho mas que aquel, 1nservadora en sus consecuenesulta curioso que hoy, transt del milenio, se manifieste Ia :o, ya no puede haber autentiivel de codificacion -esto es, K>, de generalizacion normalias permite estabilizar y asimi;pectiva, Ia formula paciana se s dejaria abierta Ia posibilidad rupturas, asi fuese dentro del er forma, tanto aquella sospeilecerian dentro de un ambito LUll por esperarse y tal vez por l las relaciones entre el arte y territorios simbolicos hechos a ici6n" posee semas comunes a tSmisi6n'', "preservacion", "ca;upa el Iugar que tambien po•mo "revuelta", "revolucion", rubros estarian en condiciones :argados de implicaciones mas 'az habria buscado no solo una )n de opuestos, sino asimismo ecuencias de Ia formula, acaso tayor m1mero de fenomenos, al LCi6n producida por ese vertigo a" (fascinacion poco propicia, a sobre el texto lo que el texto mtro mismo de Ia Modernidad: to de los rasgos decisivos de lo LAS NOCIONES DE "TRADICI6N" Y "RUPTURA" 425 moderno: el afan de Ia totalidad, mas aun, Ia confianza en Ia posibilidad de totalizar una vision del mundo (o la vision del mundo ), asi sea a partir del principio de contradiccion, que es en esencia relativizador. Solo que ahora, lejos de un entusiasmo tan portentoso, podrian preferirse matices, las diferencias y, en Ia practica, Ia utilidad de las definiciones construidas con la ayuda del principio de no contradiccion. i_, Que caracteristicas han de tener los conceptos que permitan construir Ia historia de una disciplina, en un momento en que la conciencia del "fin de Ia modernidad" (Paz 1985, 51 0) nos aleja de un desbordante afan absoluto relativizador? Una de elias, fundamental, ha de ser Ia certidumbre de Ia precariedad misma ( o, si se prefiere atenuar el termino, Ia provisionalidad) del edificio teorico, en vista de que no es posible erigir un conjunto de generalizaciones definitivas cuando es cada vez mas bajo el porcentaje de fenomenos y acontecimientos esteticos a los que tenemos acceso. Y, sin embargo, al mismo tiempo los instrumentos a Ia hora de deslindar experiencias contiguas, del mismo modo que una red muy fina permite atrapar el mayor numero de corpusculos y de nutrientes, sin que ello signifique que se Ia considera eterna y universal, esto es, valida para todo tipo y todo espacio. Actualmente, y a Ia luz de Ia conciencia postmoderna de Ia regionalizacion del mundo y del quiebre de los grandes sistemas totalizadores, se hace necesario revisar las nociones que han sido utiles para precisar nuestra asuncion de las dos perspectivas sefiaIadas al comienzo: 1) las curvas temporales y 2) los movimientos, las pulsiones, los ritmos historicos; esto es, en ultimo termino la persistente dialectica entre permanencia y cambio. Por ello conviene ahondar en propuestas como la paciana, que involucra, como vimos, terminos capitales en uno y otro de estos dos grandes aspectos. Y no tienen por que abandonarse los rubros de "tradicion" y "ruptura" si se consideran matices aqui expuestos, con el fin de que se admita una relativizacion consciente y que no se incurra en un paradojico absoluto relativizador, tan propio de los ultimos esfuerzos de la Modernidad -a traves del vertigo verbal paziano- para rendir cuentas de una totalidad que a todas luces se desmorona. 426 ALBERTO VITAL Por otra parte, bajo Ia misma 6ptica puede revisarse el concepto "canon", tanto en su forma explicita cuanto en sus apariciones virtuales, como sema de otro termino (por ejemplo, el mismo rubro "tradici6n", en su vertiente conservadora). Y, asimismo, se impone un profundo repaso de los procesos de edificaci6n de las grandes etiquetas temporales, como "Barroco", "Renacimiento", "Modernidad" y "Postmodernidad", con el fin de asediar Ia permanencia de una busqueda de rubros semejante para afios recientes. BIBLIOGRAFIA CITADA BuRGER, PETER. Theorie der Avantgarde. Frankfurt am Main: Suhrkamp, 1974. PAz, OcTAVIO. "La tradici6n de Ia ruptura". En Los hijos del limo. Obras Completas !.Mexico: Fondo de Cultura Economica, 1994, 333-345. - . "Epflogo". En Xavier Villaurutia et al. Laurel. 2a ed. Mexico: 1985. VITAL, ALBERTO. La cama de Procusto. Vanguardias y potemicas. Antolog{as y manifiestos. Mexico 1910-1980. Mexico: UNAM, 1996. en Ia RESUMEN. El eje gravitaci sis de Ia presencia de las fu Paz; especialmente las que ( cismo Aleman, a manera de busca en sus precursores ro1 comparte una vision analogi En este analisis de las fu fundamental Ia imagen que ' conciencia, en el sentido de La ironia en terminos de dad entre disolvencia y sfnl mental en el analisis de Ia c Una divergencia conside1 gel respecto a Ia relacion er aparente, pues el antagonisn es, en el fonda, sino una m< Como es bien sabido, Ia po diversas tradiciones tanto d bargo me parece que una que todavfa no ha sido estu primera etapa del romantic Novalis y de Friedrich Schl posteriormente continuarfa lismo. Para poder estableceJ ideas centrales en Ia poetic cion que hizo Enrico Mari< en Primeras letras ( 1931· ( 1938-45) y "Poesfa de sole