Cassació 231.10-Sentència núm. 20-12.05.11-Sra

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SUPERIOR DE JUSTICIA DE CATALUÑA
Sala Civil y Penal
R. Casación nº 231/2010
SENTENCIA Nº 20
Presidente:
Excmo. Sr. Miguel Angel Gimeno Jubero
Magistrados:
Ilmo. Sr. D. José Francisco Valls Gombau
Ilmo. Sr. D. Enric Anglada i Fors
Ilma. Sra. Dª. Mª Eugènia Alegret Burgués
Ilma. Sra. Dª. Núria Bassols i Muntada
Ilmo. Sr. D. Carlos Ramos Rubio
Barcelona, 12 de mayo de 2011.
La Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, integrada
por los magistrados que se expresan mas arriba, ha visto el recurso
de casación núm. 231/2010 contra la sentencia dictada en grado de
apelación por la Sección 17ª de la Audiencia Provincial de Barcelona
en el rollo de apelación núm. 654/09 como consecuencia de las
actuaciones de juicio ordinario núm. 1024/08 seguidas ante el
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Juzgado de 1a Instancia núm. 7 de Barcelona. La COMUNIDAD DE
PROPIETARIOS DE LA c/ ROCAFORT núm. 58 al 64 DE BARCELONA
ha interpuesto este recurso representada por la Procuradora Sra.
Margarita Ribas Iglesias y defendida por el Letrado Sr. Ramón
Contijoch
Pratdesaba.
Es
parte
recurrida
la
COMUNIDAD
DE
PROPIETARIOS DE LA c/ SEPÚLVEDA núm. 61-63 DE BARCELONA,
representada por el Procurador Sr. Francesc Fernández Anguera y
defendida por el Letrado Sr. Guillem Verdaguer López.
ANTECEDENTES DE HECHO
Primero.- La Procuradora de los Tribunales Sra. Margarita Ribas
Iglesias, actuó en nombre y representación de la Comunidad de
Propietarios de la finca núm. 58 a la 64 de la Calle Rocafort de
Barcelona formulando demanda de juicio ordinario núm. 1024/08 en
el Juzgado de Primera Instancia núm. 7 de Barcelona. Seguida la
tramitación legal, el Juzgado indicado dictó sentencia con fecha 8 de
mayo de 2009, la parte dispositiva de la cual dice lo siguiente:
“Que desestimando la demanda interpuesta por parte de la
Comunidad de Propietarios de la finca del número 58 al 64 de
la calle Rocafort de Barcelona contra la Comunidad de
Propietarios del garaje formado por los sótanos B y C de las
fincas números 50 a 64 de la calle Rocafort i número 61-63 de
la calle Sepúlveda, debo absolver a ésta de la demanda contra
ella interpuesta, imponiendo las costas a la actora”.
Segundo.- Contra esta Sentencia, la parte actora interpuso recurso
de apelación, que se admitió y se sustanció en la Sección 17ª de la
Audiencia Provincial de Barcelona la cual dictó Sentencia en fecha 13
de septiembre de 2010, con la siguiente parte dispositiva:
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“Que, con estimación del recurso de apelación interpuesto por
la Comunidad de Propietarios de la finca núms. 58 al 64 de la
calle Rocafort, de Barcelona contra la Sentencia dictada en
fecha 8 de mayo de 2009 por el Juzgado de Primera Instancia
nº 7 de Barcelona en el juicio ordinario registrado con el nº
1024/2008 seguido a instancia de la Comunidad de Propietarios
de la finca número 58 a 64 de la Calle Rocafort de Barcelona
contra la Comunidad de Propietarios del Garaje formado por los
sótanos B y C de las fincas números 50 a 64 de la Calle
Rocafort y número 61-63 de la Calle Sepúlveda de Barcelona,
sobre
reclamación
de
cantidad,
debemos
REVOCAR
y
REVOCAMOS dicha Sentencia y, en su lugar, con estimación
parcial de la demanda interpuesta por la Comunidad de
Propietarios de la finca número 58 al 64 de la Calle Rocafort de
Barcelona contra la Comunidad de Propietarios del Garaje
formado por los sótanos B y C de las fincas números 50 a 64
de la Calle Rocafort y número 61-63 de la Calle Sepúlveda de
Barcelona, debemos CONDENAR Y CONDENAMOS a dicha
demandada a que pague a la actora la cantidad que resulte de
aplicar
a
la
cantidad
correspondiente
al
importe
de
la
reparación de las terrazas el coeficiente de participación de los
locales referenciados, más los intereses legales de la cantidad
resultante desde la interpelación judicial, sin condena en las
costas causadas en la primera instancia. Y sin hacer especial
condena en cuanto a las costas causadas por el recurso de
apelación”.
Tercero.- Contra esta Sentencia, la Procuradora Sra. Margarita Ribas
Iglesias en nombre y representación de la Comunidad de Propietarios
de la finca núm. 58 a la 64 de la Calle Rocafort de Barcelona,
interpuso recurso de casación que por auto de esta Sala, de fecha 31
de enero de 2011, se admitió a trámite dándose traslado a la parte
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recurrida y personada para formalizar su oposición por escrito en el
plazo de veinte días.
Cuarto.- Por providencia de fecha 14 de marzo de 2011 se tuvo por
formulada oposición al recurso de casación y de conformidad con el
art. 485 de la Ley de Enjuiciamiento Civil se señaló para su votación y
fallo el día 11 de abril de 2011, por providencia de la misma fecha se
acordó suspender el señalamiento efectuado y conocer el pleno de la
Sala, volviéndose a señalar para el día 2 de mayo de 2011, en que ha
tenido lugar.
Ha sido ponente la Ilma. Sra. Dª. Mª Eugènia Alegret Burgués.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- Frente a la Sentencia dictada en fecha 13 de septiembre
de 2010 por la Sección 17ª de la Audiencia Provincial de Barcelona
se alza la defensa de la Comunidad de propietarios demandante que
presenta recurso de casación por interés casacional.
SEGUNDO.- Para una mejor comprensión de las cuestiones debatidas
en esta litis deben sentarse los siguientes antecedentes de carácter
fáctico expuestos en la sentencia objeto del recurso y que no han sido
combatidos.
1.- La actora, Comunidad del edificio sito en la calle Rocafort de
Barcelona nº 58 a 64 demandó a la subcomunidad de propietarios de
los sótanos B y C de las fincas sitas en los números 50 a 64 de la
calle Rocafort y 61-63 de la calle Sepúlveda de Barcelona.
2.- El objeto de la demanda era la pretensión de cobro por parte de
la Comunidad actora a la demandada de una derrama acordada en la
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Junta celebrada por la primera en fecha 20-6-2007, comprensiva del
arreglo de las terrazas del edificio así como el importe de la
sustitución de las tuberías de gas de la finca y el traslado de los
contadores del gas de la planta baja al terrado del inmueble.
3.- La Sentencia de primera instancia desestimó la demanda
apreciando la excepción de falta de legitimación pasiva opuesta por
la demandada rechazando también que el acuerdo adoptado hubiese
adquirido firmeza por el hecho de no haber sido impugnado por ésta.
4.- Frente a dicha Sentencia se alzó la parte actora que presentó un
recurso de apelación centrado en tres motivos. Los dos primeros se
referían a la legitimación pasiva de la demandada y el tercero a la
procedencia de la repercusión tanto de la partida relativa al arreglo
de las terrazas, que en puridad nunca había sido cuestionada por la
Comunidad del garaje, como la correspondiente a las acometidas del
gas por tratarse igualmente de un elemento común según el título
constitutivo y no hallarse exentos de su pago los locales sótano.
5.- Congruentemente con lo solicitado en el recurso de apelación la
Sala resolvió que la demandada gozaba de la pertinente legitimación
para soportar las consecuencias del proceso, y entrando en los
concretos
gastos
que
la
demandante
quería
repercutir
a
la
Comunidad del garaje resolvió que ésta debía pagar los gastos
relativos al arreglo de las terrazas pero no los atinentes al cambio de
la instalación del gas y de la ubicación de los contadores, en
aplicación del articulo 553-38,2 del
Código civil de Catalunya
(CCCat).
6.- Contra dicha Sentencia interpone la parte actora recurso de
casación por interés casacional que funda en varios motivos, que no
obstante, como luego se verá, pueden quedar refundidos en dos.
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TERCERO.- Debe rechazarse ab initio que el recurso sea inadmisible
como sostiene la parte demandada, la cual estima que al haberse
tramitado el procedimiento no en razón de la materia sino en función
de la cuantía y no superar ésta los 150.000 euros, tal circunstancia
haría inviable el recurso basado en el interés casacional según la
constante doctrina establecida por el Tribunal Supremo en autos,
entre otros, de 29-1-2008 ó 15-9-2009 y conforme a la cual las vías
de acceso reguladas en el art. 477. 2, 2 y 3 de la LEC son diferentes
y excluyentes entre sí.
Sin embargo, esta Sala de casación debe reiterar su constante
doctrina expuesta, entre otros, en STSJC de 4-9-2008 ó ATSJC de 205-2010, que en este punto difiere de la del Tribunal Supremo, en
orden al conocimiento de los recursos de
casación en materia de
derecho civil propio. Conforme a la misma "esta Sala no sigue igual
criterio cuando se trata del acceso casacional de recursos en materia
de Derecho civil de Cataluña, según quedó expuesto en un primer
auto de 18 de abril de 2002, al que han seguido muchos otros, sino
que, partiendo del hecho de que donde la Ley no distingue no
debemos distinguir nosotros y aplicando una interpretación literal del
art. 477 de la Ley de Enjuiciamiento civil, permite el acceso a la
casación a todos aquellos recursos que presenten interés casacional
cualquiera que sea el procedimiento que se ha seguido en las
instancias".
Rechazados los óbices a la admisibilidad del recurso expuestos por la
parte demandada, procede entrar en el análisis del recurso de
casación formulado.
CUARTO.- En el primer motivo del recurso de casación la Comunidad
recurrente estima vulnerado el articulo 553-31 del libro V del CCCat
de contenido similar al art. 18 de la Ley de Propiedad horizontal
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estatal de 21-7-1960 (LPH), así como la jurisprudencia del TS que
interpreta
el art. 18 antes citado de las que serian exponente las
Sentencias de 2-3-1992, 24-7-1995 ó 26-6-1993. La actora entiende
que en la medida en que una vez notificado el acuerdo a la
Comunidad del garaje no fue recurrido por ésta en los plazos
prevenidos en el art. 553.31 del CCCat, el acuerdo devino firme y
ejecutivo y por tanto vinculante para dicha Comunidad.
El motivo no puede ser acogido. Dice la recurrente que la Audiencia
de Barcelona no hizo referencia alguna a este fundamental extremo,
con lo que se ha infringido abiertamente el citado artículo 553-31 del
Libro V CCCat.
Pues bien, si la Sentencia nada dice de este fundamental extremo es
porque no se refirió a él recurrente en el recurso de apelación
formulado (465,4 LEC) y, en cualquier caso, si el entonces y hoy
recurrente entendía que la Sala de apelación debía pronunciarse en
todo caso al acoger su recurso y establecer la legitimación pasiva de
la comunidad demandada, debió proceder a solicitar el pertinente
complemento de la Sentencia utilizando la vía del artículo 215 de la
LEC.
No existiendo pronunciamiento en segunda instancia, la Sala no
puede ahora ex novo pronunciarse sobre esta cuestión, máxime
cuando se trata de un tema –el de los plazos de impugnación de los
acuerdos comunitarios- no exento de polémica doctrinal al no
coincidir, pese a lo que se expone en el recurso, la letra del art.
553,31,3 del CCCat con la redacción del art. 18,3 de la LPH de 21-61960.
Cabe recordar la doctrina del Tribunal Supremo que en STS de 5-72010, entre otras, tiene declarado que el principio del tantum
devolutum
quantum
apellatumque
supone
una
proyección
del
principio dispositivo que inspira el proceso civil, y que, como han
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mantenido las sentencias del Tribunal Constitucional 84/1985 y
15/1987, se inserta tal prohibición en la tutela judicial que consagra
el art. 24.1 del Texto Fundamental. Por tanto, el pronunciamiento de
la sentencia de primera instancia, que haya sido consentido por la
parte a quien perjudique, única legitimada para impugnarlo, debe ser
tenido por firme y con valor de cosa juzgada y, con referencia a lo
apelado, respecto a lo que no se haya adherido la otra parte, no
puede hacer un pronunciamiento más gravoso a la recurrente, al
impedírselo el principio de prohibición de la reformatio in peius(SSTS
5 de mayo de 2004; 28 de mayo de 2008; 16 de septiembre 2009).
Del mismo modo la STS de 7-3-2011 establece que no cabe suscitar
en este recurso cuestiones sobre las que la resolución recurrida no
entra de modo que, incluso en el caso de haber existido una omisión
por su parte al dejar de resolver sobre alegaciones que exigían un
expreso pronunciamiento, habrá de acudir la parte para remediarlo,
no al recurso de casación, que está ordenado a corregir infracciones
de carácter sustantivo, sino al recurso extraordinario por infracción
procesal al amparo de lo establecido en el artículo 469.1.2º, en
relación con el 218, ambos de la Ley de Enjuiciamiento Civil, con
alegación de incongruencia o de falta de motivación (Sentencia núm.
761/2009, de 1 diciembre, entre otras).
El motivo en consecuencia se desestima.
QUINTO.- En los restantes motivos del recurso de casación- cuyo
examen
se
realizará
conjuntamente
por
hallarse
íntimamente
relacionados- se denuncian como infringidos los artículos 553-44, 1
en relación con el art. 553-45, 1 y 2 del Libro V del CCCat por
inaplicación, al estimar el recurrente que al ser las conducciones del
gas y los contadores un elemento común del edificio según el titulo
constitutivo de la propiedad que nos ocupa, los gastos relativos a su
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sustitución y acomodo a la normativa actual sobre tal servicio, debe
ser sufragado por coeficientes por todos los copropietarios del edificio
incluidas las plantas sótano. Se cita como infringida la doctrina del
Tribunal Supremo en interpretación de los artículos 9 y 10 de la LPH
expuesta en STS de 14-3-2000 y de 29-5-2009, conforme a la cual
el no uso de determinados elementos no exime a los copropietarios
del pago de los gastos que generen.
En los siguientes motivos expone el recurrente que la Sentencia de
apelación infringe el art. 553-38, 2 y 3 del CCCat en relación con las
sentencias del TS anteriormente citadas en orden al art. 9,1 y 10 de
la LPH, por no haber sido correctamente interpretado por la Sala al
proclamar que la instalación del gas del inmueble es un elemento
común de uso restringido o privativo de los pisos cuando en el titulo
constitutivo del edificio viene considerado como un elemento común
sin adscripción alguna a ningún departamento privativo.
En efecto el análisis de los artículos antes citados así como del art.
553-42, 2 y 3 es el objeto nuclear de la presente litis.
SEXTO.- Para una mejor resolución de la cuestión planteada debe
relacionarse la normativa aplicable en virtud de lo dispuesto en la
disposición transitoria sexta del Libro V del CCCat.
La regulación actual de la Propiedad horizontal viene recogida en
Catalunya por el art. 553 del CCCat, si bien es perfectamente posible
subrayar como característica de este tipo de comunidad aquello que
ya decía la Exposicion de Motivos de la Ley de 21-7-1960 respecto de
la relación entre los elementos comunes y los privativos: “A tal fin, a
este objeto de la relación, constituido por el piso o local, se incorpora el
propio inmueble, sus pertenencias y servicios. Mientras sobre el piso
«stricto sensu», o espacio, delimitado y de aprovechamiento independiente,
el uso
y disfrute
son privativos, sobre
el «inmueble», edificación,
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pertenencias y servicios -abstracción hecha de los particulares espaciostales usos y disfrute han de ser, naturalmente, compartidos
El sistema de derechos y deberes en el seno de la propiedad horizontal
aparece estructurado en razón de los intereses en juego.
Los derechos de disfrute tienden a atribuir al titular las máximas
posibilidades de utilización, con el límite representado tanto por la
concurrencia de los derechos de igual clase de los demás cuanto por el
interés general, que se encarna en la conservación del edificio y en la
subsistencia del régimen de propiedad horizontal, que requiere una base
material y objetiva. Por lo mismo, íntimamente unidos a los derechos de
disfrute aparecen los deberes de igual naturaleza.
Se ha tratado de configurarlos con criterios inspirados en las relaciones de
vecindad, procurando dictar unas normas dirigidas a asegurar que el
ejercicio del derecho propio no se traduzca en perjuicio del ajeno ni en
menoscabo del conjunto, para así dejar establecidas las bases de una
convivencia normal y pacífica.”
De esta forma esta clase especial de propiedad es fruto de la unión
inescindible de la propiedad separada de un piso o local y la
copropiedad sobre los elementos comunes. El título constitutivo
define el edificio y los elementos comunes con los que cuenta así
como la relación descriptiva de todos los elementos privativos, sus
anexos o vinculaciones (553-9, 1.a y 1.b CCCat).
El artículo 553-33 CCCat establece que solo pueden configurarse
como elementos privativos de un edificio las viviendas, locales y
espacios físicos que pueden ser objeto de propiedad separada y que
tienen independencia funcional porque disponen de acceso propio a la
vía pública, ya sea directo o a través de un elemento común de goce
no restringido.
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De dicho artículo, así como del art. 553-52 CCCat que se refiere a las
comunidades y subcomunidades de garajes, en relación con el título
constitutivo de la Comunidad que nos ocupa, se desprende que el
inmueble sito en calle Rocafort nº 58 al 64 está configurado por tres
plantas sótanos (destinadas a guarda coches, aparcamientos u otros
usos) que forman cada una de ellas una entidad privativa, una planta
baja, entresuelo, 6 pisos altos, ático y sobreático, con un total de 66
viviendas y 9 locales comerciales. Las plantas sótanos, que también
comparten otras dos escaleras del total conjunto arquitectónico, se
constituyeron a su vez en Comunidad de garaje en fecha 13 de marzo
1974 en una reunión de los diferentes copropietarios de las plantas
sótanos siendo gestionadas internamente con independencia de las
escaleras a las que pertenecen.
El artículo 553-41 CCCat define los elementos comunes tanto en
forma
ejemplificativa,
como
mediante
una
cláusula
residual.
Conforme a dicha disposición son elementos comunes el solar,
jardines,
piscinas,
estructuras,
fachadas,
cubiertas,
vestíbulos,
escaleras y ascensores, antenas y, en general, las instalaciones y los
servicios situados fuera de los elementos privativos que se destinan
al uso comunitario o a facilitar el uso y goce de dichos elementos
privativos.
En el título constitutivo del edificio que nos ocupa se describen como
elementos comunes del complejo la instalación y acometidas de los
servicios del agua, gas y fluido eléctrico (luz y fuerza) (folio 67 v).
En el artículo siguiente, art. 553-42. 1 se dice que el uso y goce de
los elementos comunes corresponde a todos los propietarios de
elementos privativos, si bien contempla en forma expresa en el
número 2 del propio artículo que puede vincularse, en el título de
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constitución o por acuerdo unánime de la junta de propietarios, el uso
exclusivo de patios, jardines, terrazas, cubiertas del edificio o demás
elementos
comunes
a
uno
o
varios
elementos
privativos.
La
atribución exclusiva e inseparable a elementos privativos del uso y
goce de una parte de los elementos comunes no les hace perder
dicha naturaleza. En el número 3º del propio articulo se dispone que
en este caso los propietarios de los elementos privativos que tienen
el uso y goce exclusivo de los elementos comunes,
asumen sus
gastos ordinarios de conservación y mantenimiento y tienen la
obligación de conservarlos adecuadamente y mantenerlos en buen
estado. Los gastos estructurales, de refacción y los demás gastos
extraordinarios son comunes.
El régimen de pago de los gastos de mantenimiento de los elementos
comunes ordinarios, esto es, los no vinculados a algunos elementos
privativos, se rigen por lo dispuesto en el art. 553-44 y 45 , conforme
a los cuales es obligación de todos los propietarios hacerse cargo de
los gastos que comporten de acuerdo con la cuota de participación
conforme a las especialidades que se fijen en el título constitutivo y
en los estatutos, sin que la falta de uso y disfrute de elementos
comunes concretos exima de la obligación de sufragar los gastos que
se deriven de su mantenimiento, salvo que en los Estatutos se prevea
lo contrario respecto de servicios o elementos, también especificados
de manera concreta.
Tal regulación resulta coherente con las previsiones contempladas en
el
art.
553-11.2
según
las
cuales
son
válidas
las
cláusulas
estatutarias que:
b) … exoneran determinados elementos privativos de la obligación de
satisfacer los gastos de conservación y mantenimiento del portal,
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escalera, ascensores, jardines, zonas de recreo y demás espacios
similares.
c) Las que establecen la utilización exclusiva y, si procede, el cierre
de una parte del solar, o de las cubiertas o de cualquier otro
elemento común o parte determinada de este a favor de algún
elemento privativo.
Hasta aquí el régimen jurídico de los gastos correspondientes a los
elementos comunes no difiere sustancialmente del contenido de la
Ley de 21-7-1960 de Propiedad horizontal, si bien la ley catalana
contienen
una
mayor
especificación
y
regula
situaciones
que
anteriormente la jurisprudencia del Tribunal Supremo había tenido
que analizar y resolver.
En sede de la legislación estatal anterior, el Tribunal Supremo en
interpretación de los artículos 7 y 9 de la LPH, tenía declarado que
todos los gastos generales del inmueble que no fueran imputables a
uno o varios pisos o locales debían ser sufragados por todos los
comuneros
de
conformidad
con
el
coeficiente
de
propiedad
establecido en el título, salvo las exoneraciones que pudiesen
contenerse en él, siempre de interpretación restrictiva, obligación que
no desaparece por el hecho de no usar un determinado servicio o
elemento común –no se admite la renuncia al uso-. Si el gasto puede
individualizarse, como excepción a la regla general, es preciso que en
el título constitutivo aparezca la exención aunque también puede
preverse en los estatutos o disponerse por acuerdo de Junta. Para el
Tribunal Supremo no basta con la posibilidad abstracta de su
individualización, sino que debe haberse individualizado el gasto en el
título o en los estatutos o por acuerdo de junta, teniendo en cuenta
además que la exención debe ir ligada a la imposibilidad de uso del
elemento de que se trate.
13
Podemos citar al efecto la STS 14-3-2000 conforme a la cual:
”No obstante el art. 9-5º permite que determinados gastos puedan tener
consideración de individualizables, y actúa como excepción a la regla
general, ya que permite al propietario de un piso o local determinado a no
abonar concretos gastos. Para que se produzca esta especie de privilegio
contributivo, es preciso que en el título constitutivo aparezca la exclusión o,
en su caso, en los estatutos comunitarios y también cabe que se decida en
Junta de propietarios mediante acuerdo tomado por unanimidad, en razón a
la concordancia del art. 5 con el 16 de la Ley de Propiedad Horizontal
……
En el caso de autos no concurre autorización titular, estatutaria o
comunitaria alguna, por lo que rige la obligatoriedad del pago del referido
art. 9-5 (S.s. de 16-6-1995 y 15-6-1996 ), ya que el mero hecho del no
uso o utilización de determinados elementos comunes o que el local tenga
acceso independizado, no exime del deber de abonar los gastos conforme a
la cuota participativa, de la que aquí no se discrepa. El rehuse de pago de
los recurrentes carece por tanto de toda justificación”
También la STS 3-5-2007 hace referencia a esta cuestión cuando
dice:
“Por otra parte, el artículo 9.5 de la Ley , respecto a la contribución a los
gastos generales para el adecuado sostenimiento del inmueble, admitía las
cláusulas de exoneración, al mencionar que los desembolsos de los
comuneros se efectuarán con arreglo a la cuota de participación fijada por
el título o "a lo especialmente establecido"; cuya última pauta responde a la
lógica de no satisfacer nada por servicios en los que los titulares de algunos
locales carecen de la posibilidad de su disfrute, y, aunque es cierto que la
doctrina jurisprudencial ha interpretado restrictivamente esta cláusula y
obliga a compartir los gastos extraordinarios de sustitución de elementos
comunes, para conservar el edificio en buen estado y con todas las
instalaciones,
aunque
los
propietarios
estén
exonerados
de
su
14
mantenimiento (SSTS de 25 de junio y 3 de julio de 1984), en este caso no
existe coincidencia entre la cuestión debatida y lo sentado por esta Sala.”
Por su parte la STS 29-5-2009 establece en el mismo sentido que:
“Desde la perspectiva de la posición de esta Sala recién manifestada, es
obvio que la sentencia recurrida
vulnera la doctrina jurisprudencial
indicada, la cual, en síntesis, determina que, para que quepa considerar
como individualizables determinados gastos, es preciso que se determine la
exclusión en el Título Constitutivo, o, en su caso, en los Estatutos
comunitarios y, también, es factible su decisión en Junta de Propietarios
mediante acuerdo tomado por unanimidad.
Sin embargo, la sentencia objeto del presente recurso, en contra de dicho
criterio jurisprudencial y sin que en el supuesto objeto de autos aparezca
exclusión alguna respecto a la individualización de gastos en el Titulo
Constitutivo, ni en los Estatutos (más bien al contrario, en ellos se detallan
cuales son los elementos comunes y se establece que todos los propietarios
deben contribuir, con arreglo a su cuota de participación, a su conservación
y mantenimiento), tampoco mediante acuerdo adoptado en Junta de
Propietarios por unanimidad, en su fundamento de derecho tercero,
considera que son individualizables determinados gastos generados por
servicios comunes de interés de todos los propietarios, tales como el
alumbrado; la vigilancia; la recogida de basuras; y la red de saneamiento; y
exonera de su pago a las parcelas que no tienen edificado chalet, en base al
menor uso que de dichos servicios, supone que realizan los titulares de
parcela sin la mencionada edificación.”
Conforme a lo
hasta el momento razonado no existe problema en
aplicar la doctrina del Tribunal Supremo en el sentido que expone el
recurrente
al
acomodarse
los
preceptos
de
la
ley
catalana
sustancialmente a la misma.
15
Si no existe vinculación de alguno de los elementos comunes a un
uso privativo, sea en el titulo constitutivo, sea en los estatutos o por
acuerdo unánime de de Junta o bien si no existe una concreta
exención en el pago de los gastos correspondientes al mantenimiento
de
concretos
elementos
privativos, igualmente
convenirse
comunes
a
determinados
elementos
en los estatutos en los que además puede
la atribución de una cuota especifica de conformidad con
los artículos 553-3.1,3 y 553-11,2,b) ó c) CCCat, o bien esta
exención
está
decidida
en
un
acuerdo
anterior
de
la
Junta,
pacíficamente aceptado, todos los propietarios de los elementos
comunes deben hacer frente al pago de los gastos que ocasionen los
mismos, conforme a su cuota de participación en la que ya debería
contemplar el uso que de los elementos comunes va a hacer cada
elemento privativo.
La cuota de participación es la concreción del conjunto de derechos y
deberes o de beneficios y cargas que se derivan del régimen de
comunidad estableciendo la relación entre los bienes comunes y su
uso y los privativos.
SÉPTIMO.- En el presente caso la Sala de apelación estima que las
plantas sótano del edificio, que ya hemos apuntado constituyen
elementos privativos del edificio, no deben sufragar el coste del
cambio de las canalizaciones del gas del edificio en la medida en que
tales obras: “... han de considerarse como obras de conservación y
mantenimiento de elementos comunes de uso restringido, con lo que,
conforme a lo dispuesto en el artículo 553.38 del Codi Civil de
Catalunya los gastos ordinarios y extraordinarios para ello son a
cargo de los propietarios de los elementos privativos que los
disfrutan, no obstante ser considerada como cosa común en la
16
escritura de constitución de propiedad horizontal referenciada «la
instalación y acometidas de los servicios del agua, gas y fluido
eléctrico (luz y fuerza)», y no obstante tratarse, como aduce la
apelante, de una reforma instada por la compañía de Gas por el
peligro que suponía para todos el mantenimiento de las instalaciones
en
las
anteriores
condiciones
pues
a
su
conservación
y
mantenimiento en condiciones adecuadas para que no supongan
peligro
para
los
comuneros
viene
obligada
la
comunidad
de
propietarios sin que por la dejadez de la misma en el cumplimiento
de
sus obligaciones tengan
que
venir
obligados a
respondes
comuneros que no disfrutan de los elementos comunes de uso
privativo, con lo que, en definitiva, procede la estimación parcial del
recurso de apelación con la consecuencia de la estimación parcial de
la demanda”.
La Sala de casación no puede compartir la tesis de la Audiencia.
Es cierto que el 553-38,2 CCCat después de establecer en el número
1º que los propietarios de elementos privativos los deben conservar
y mantener en buen estado, en su interior, y mantener los servicios e
instalaciones que se ubiquen en los mismos, sigue diciendo en el
número 2 que:
“ Los gastos ordinarios y extraordinarios de conservación y mantenimiento
de los elementos comunes de uso restringido corren a cargo de los
propietarios de los elementos privativos que gozan de aquellos. Las
reparaciones que se deben a vicios de construcción o estructurales,
originarios o sobrevenidos, o a reparaciones que afectan y benefician a todo
el edificio son comunitarias, salvo que sean consecuencia de un mal uso”
Se plantea la doctrina científica la armonización de tal disposición con
el contenido del art. 553-42, 3 antes expuesto.
17
A tal efecto, los debates parlamentarios no arrojan luz suficiente
pues tanto el art. 553-38,2 como el art. 553-42.2 y 3 tenían la misma
redacción en el Proyecto de Ley presentado en el año 2005 ante al
Parlamento de Catalunya (solo se introdujo el número 3 en el artículo
553-38 mediante enmienda transaccionada presentada por el grupo
parlamentario CIU).
Ante todo debe ponerse de relieve la falta de sistemática de la Ley en
este punto. El artículo 553-38 se encuentra ubicado en los apartados
correspondiente a los elementos privativos en concreto en el referido
a las obligaciones de conservación y mantenimiento de los elementos
privativos, cuando regula también el mantenimiento de los elementos
comunes de uso restringido, mientras que el artículo 553-42,
teóricamente
regulador
del
aprovechamiento
de
los
elementos
comunes, establece a quien corresponde el pago de gastos relativos a
ciertos elementos comunes cuyo tratamiento correspondería a los
artículos
553-44
y
45
que
precisamente
ordenan
mantenimiento de los elementos comunes o bien
y
regulan
los gastos
comunes.
Entre
la
doctrina
jurídica
encontramos
también
diferentes
interpretaciones sobre estos artículos. Desde la que considera que el
artículo 553-38,2 se refiere a instalaciones o servicios y suministros,
mientras que el art. 553-42, 2 estaría aludiendo a
espacios físicos
delimitados como patios, terrazas etc; a la que considera que el 55338,2 hace referencia a accesos individualizados como escaleras
interiores, etc; a la que estima que el art. 553-38,2 se refiere a
elementos comunes que son necesarios para el uso y funcionalidad
de los elementos privativos pero no cumple este destino respecto de
todos ellos sino solo de alguno o algunos, mientas que los elementos
comunes de uso exclusivo o privativo del art. 553-42,2 tendrían
18
además de una utilidad común genérica para todos, una utilidad
privativa para el propietario a quien se atribuye el uso.
Otros autores consideran que se trata de una pura contradicción de la
Ley (como otras existen) y que debe prescindirse del art. 553-38,2 al
menos en orden a que los gastos extraordinarios de conservación
correspondan también a los que disfrutan en exclusiva del elemento
común y no solo los ordinarios como prevé el art. 553- 42,3 conforme
al criterio mantenido por la doctrina legal del Tribunal Supremo en
relación con los artículos correspondientes de la LPH.
Si profundizamos en el iter formativo de la Ley actualmente vigente,
encontramos que en el Proyecto de Ley del Libro V presentado en el
Parlamento en el año 2003, por tanto previo al actual, el apartado 3
del artículo 553-42 no existía, hallándose regulado únicamente el
régimen de gastos de los elementos comunes de uso restringido en el
553-38,2. Con lo cual sin perjuicio de la falta de sistemática en la
ubicación del texto, no se planteaba la problemática que ahora se
analiza.
En este Proyecto (del año 2003) el articulo 553-38,2 tenía una
redacción similar al de la Ley actual salvo la mención a que los gastos
extraordinarios de conservación y mantenimiento de los elementos
comunes de uso restringido también correspondían a los elementos
privativos que los utilizaban, además de los gastos ordinarios de la
primitiva redacción, sin que nada se dijese al respecto en el art. 55342.
De la documentación anexa al Proyecto de Ley presentado en el
Parlamento en el año 2005 y que consta en el archivo del Parlament
de Catalunya, se advierte que tras la exposición pública del
Anteproyecto de Ley, se añadió un apartado 3º al art. 553-42 a
19
instancias del informe del Departamento de Medio Ambiente que
estimó que faltaba en la regulación del art. 553-44 y 45 el régimen
de gastos de los elementos comunes de uso privativo. Así resulta del
informe elaborado por el Departamento de Justicia al conjunto de las
alegaciones realizadas tras el trámite de audiencia pública del
Anteproyecto de Ley.
De todo ello no puede deducirse una clara voluntad legislativa de
regular en forma esencialmente diferente
el pago de los gastos de
los elementos comunes de uso restringido y los de uso privativo.
Aunque pudiésemos hallar alguna diferencia semántica entre ambos
–los elementos de uso restringido serían los ceñidos o circunscritos a
uno o a varios elementos privativos y los de uso privativo serían
aquellos cuya utilización corresponde singularmente a alguien con
exclusión de los otros-, o aun pudiendo identificar los primeros con
los elementos comunes por destino y los segundos con elementos
comunes por naturaleza, en todo caso, de la interpretación conjunta
de toda la normativa antes expuesta, se infiere que no corresponde a
los diferentes propietarios de los elementos privativos decidir por sí
solos o en forma unilateral, qué elementos comunes son de uso
restringido y cuáles no, a efectos de ser exonerados de los gastos de
mantenimiento, sino que esa restricción debe constar en el título, en
los Estatutos o bien por acuerdo de la Junta.
Así se desprende: (a) del propio carácter de comunes de tales
elementos que
convierte
a
todas
las entidades privativas
en
copropietarios de ellos; (b) de la regla general dispuesta para los
elementos comunes en los artículos 553-44, 1 y art. 553-45, 1 y 2;
(c) del carácter general que puede predicarse del art. 553-42,2 cuya
redacción ha permanecido invariable en todos los textos legales
precursores de la ley vigente; (d) de las sucesivas previsiones que
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tanto respecto de los elementos comunes por naturaleza como por
destino se realizan en los artículos
553-45, 2, 3 y 4, 553-3, 1, c),
553-3,3 y 553-11, 2 b) y c), en orden al pago de los gastos que se
generan en la comunidad, que siempre se remiten en cuanto a las
excepciones o particularidades al título o a los Estatutos como marco
legal de obligado cumplimiento para todos los propietarios, como
corresponde al principio democrático que rige estas comunidades; y,
(d) no menos importante, lo impone la seguridad jurídica, pues los
bienes se adquieren en la confianza de que las cargas y beneficios
que generen responderán a lo publicitado y a lo prevenido en la ley.
OCTAVO.- La aplicación de la doctrina anterior al caso debatido
obliga a revocar la Sentencia de la Audiencia, tanto porque en la
escritura de constitución de la Comunidad del año 1973 a diferencia
de otras previsiones no establece el carácter restringido del elemento
común que conforman las canalizaciones del gas, ni tampoco lo ha
sido posteriormente en ninguna junta, lo que significa que si en este
momento las entidades de los sótanos no gozan de tal servicio,
podrían hacerlo en un futuro si cambiasen las necesidades o el uso de
los mismos que no está limitado al aparcamiento, como porque, en
cualquier caso, no se trata de obras de simple mantenimiento
ordinarias o extraordinarias, sino de obras de rehabilitación en la
medida en que según consta en el proyecto aprobado por la Junta, la
instalación se hallaba fuera de normativa, imponiendo la sustitución
la compañía del gas tras la inspección realizada, de donde se infiere
que el cambio beneficia a todo el edificio y que la Comunidad se
hallaba obligada, de conformidad con lo dispuesto en el número 3 del
art. 553-38, a proceder a dicha sustitución para garantizar la
seguridad del inmueble.
21
En suma, no existe motivo jurídico alguno para que las plantas
sótanos
queden
exentas
del
pago
de
la
sustitución
de
las
canalizaciones del gas.
NOVENO.- Habida cuenta las dudas jurídicas que la cuestión podía
suscitar no procede imponer las costas del procedimiento en ninguna
de las dos instancias ni tampoco las del recurso de casación que se
estima (art. 394 y 398 LEC).
Por todo lo expuesto
PARTE DISPOSITIVA
LA SALA CIVIL Y PENAL DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTÍCIA DE
CATALUNYA, ha decidido:
ESTIMAR el recurso de casación interpuesto por la representación
procesal de la Comunidad de Propietarios de la calle Rocafort núm. 58
a 64 de Barcelona contra la Sentencia de fecha 13 de setiembre de
2010 dictada por la Sección 17 de la Audiencia Provincial de
Barcelona en el rollo de apelación núm. 654/09 y, en consecuencia,
CASAR la mencionada sentencia.
En su lugar se acuerda estimar íntegramente la demanda interpuesta
por la Comunidad de propietarios de la finca número 58-64 de la calle
Rocafort de Barcelona contra la Comunidad de propietarios del garaje
formado por los sótanos B) y C) de las fincas números 50 a 64 de la
calle Rocafort y numero 61-63 de la calle Sepúlveda de Barcelona, y
debemos condenar y condenamos a dicha demandada a hacer pago
de la suma de 20.437,50 euros, más los intereses legales desde la
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interpelación judicial, sin condena en las costas causadas en ambas
instancias ni tampoco de las causadas en el recurso de casación, cuyo
deposito se devolverá a la recurrente.
Notifíquese la presente a las partes personadas y con su testimonio
remítase el Rollo y las actuaciones a la Sección indicada de la
Audiencia.
Así por ésta, definitivamente juzgando, lo pronunciamos, mandamos
y firmamos.
PUBLICACIÓN.
La
sentencia
se
ha
firmado
por
todos
los
Magistrados que la han dictado y publicada de conformidad con la
Constitución y las Leyes. Doy fe.
23
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