A C U E R D O En la ciudad de La Plata, a 7 de setiembre de 2005, habiéndose dispuesto en establecido, el Acuerdo 2078, de que conformidad deberá con lo observarse el siguiente orden de votación: doctores Negri, Pettigiani, Kogan, Genoud, Hitters, se reúnen los señores jueces de la Suprema Corte de Justicia en acuerdo ordinario para pronunciar sentencia definitiva en la causa B. 58.601, "G. , S. M. contra Provincia de Buenos Aires. Demanda contencioso administrativa". A N T E C E D E N T E S I. S. M. G. , por apoderado, promovió demanda contencioso administrativa, contra la Provincia de Buenos Aires (Instituto de Previsión Social), solicitando la anulación de las resoluciones 393.237/1996 y 405.368, por las cuales se denegó el beneficio pensionario y se desestimó el recurso de revocatoria, respectivamente. En consecuencia solicitó se condene al organismo previsional a otorgarle la prestación que reclama, con retroactividad e intereses. II. Corrido el traslado de ley, la Fiscalía de Estado contestó la demanda, solicitando su rechazo. III. sin acumular, Agregadas producidas las actuaciones las pruebas administrativas y glosados los alegatos de ambas partes, la causa quedó en estado de ser resuelta, decidiéndose plantear y votar la siguiente C U E S T I O N ¿Es fundada la demanda? V O T A C I O N A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Negri dijo: I. Señala la actora que solicitó el beneficio de pensión en su condición de hija mayor de cincuenta años de edad de la causante Ofelia Isabel Palacios. Indica que acreditó en sede administrativa no poseer rentas productivas y haber dependido económicamente de su madre, la que estuvo hasta el fallecimiento a su cuidado, particularmente en los últimos 15 años de su vida, en que por su avanzada edad se encontraba postrada y necesitaba ayuda permanente. Destaca que el Instituto de Previsión Social denegó el beneficio solicitado con fundamento en lo normado en el art. 34 inc. "b" del decreto ley 9650/1980, por entender que, al deceso de su madre, se encontraba en actividad y aportaba al régimen previsional nacional. Sostiene que el deceso de la causante fue la circunstancia que la obligó a emplearse, señalando como fecha de ingreso en actividad el 27-II-1995. Destaca que fue empleada contrato a por un término, establecimiento con una educativo, remuneración mediante insignificante ($á200). Aduce que los actos que cuestiona se encuentran viciados de nulidad absoluta en tanto su objeto no se ajusta a lo dispuesto en el ordenamiento jurídico aplicable y la interpretación que de él ha hecho este Tribunal. En particular puntualiza que el organismo previsional, al denegar el otorgamiento de la prestación con sustento en "la supuesta circunstancia de encontrarse en actividad y aportando al Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones" a la fecha de fallecimiento de su madre, no ha tenido en cuenta la finalidad prevista por el legislador al consagrar el derecho a pensión, tal la de paliar el desamparo económico que apareja en una persona la muerte de otra. II. Fiscalía de Estado argumenta acerca de la legitimidad del obrar administrativo, pues conforme con el art. 34 del decreto ley 9650/1980, una de las exigencias requeridas para gozar del beneficio reclamado es el de encontrarse a cargo del causante y no desempeñar actividad lucrativa alguna a la fecha de la muerte del mismo. Indica que el art. 36 del mencionado decreto ley da las pautas hermenéuticas para poder decidir los alcances de la expresión "estar a cargo", que en este caso no se encuentran configuradas. Destaca que conforme surge de las constancias administrativas, la actora se encontraba afiliada a la Caja de Autónomos con fecha de inicio diciembre de 1962, y que es propietaria de un inmueble en la ciudad de Mar del Plata, el cual fue adquirido el 26-XI-1976. Consigna que al momento del deceso de la afiliada, la reclamante no se hallaba a cargo de la misma pues estaba en actividad y aportando al sistema de reparto del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones. Advierte que la actora laboró bajo relación de dependencia antes y después del fallecimiento de su madre. III. De las constancias administrativas se desprende que la señorita S. M. G. , solicitó la pensión en carácter de hija soltera mayor de 50 años de edad de la causante Ofelia Isabel Palacios (fs. 7/8). Se acompañó certificado de defunción de la misma, de donde surge como fecha del deceso el 20-II-1995 (fs. 10). Asimismo, adjuntó información sumaria que da cuenta que la actora siempre vivió con sus padres, dependiendo económicamente de ellos y que nunca desempeñó actividad lucrativa (fs. 13 a 15). A fs. 24 obra agregado el informe que da cuenta de la consulta realizada al archivo de la Caja de Previsión para Trabajadores Autónomos, en el que se registra la filiación de la accionante a la aludida Caja en el año 1979, así como una deuda por aportes de 209 meses. El informe ambiental producido por la Policía federal (obrante a fs. 43) da cuenta que la demandante vive sola en su coinciden domicilio. en afirmar Consultadas que la dos señorita G. vecinas, vivió éstas con sus padres hasta el fallecimiento de éstos, que nunca trabajó y que atraviesa dificultades económicas (fs. 43 a 45). En el informe de dominio elaborado por el Registro de la Propiedad de la Provincia de Buenos Aires (fs. 54) se constató que la reclamante es propietaria de un inmueble ubicado en la ciudad de Mar del Plata, adquirido en el año 1976 (lote de 1125 m2). No obstante ello, la demandante insistió en que su única propiedad es la que habita, de la que es titular conjuntamente con su hermana, quien le reclama judicialmente la división de condominio. A los fines de acreditar tal circunstancia, agregó constancia de citación judicial a audiencia de conciliación (fs. 177 a 180). A fs. 185 se agregó un nuevo informe que acredita que la julio actora de 1994 trabajó hasta en relación diciembre de de dependencia 1995, desde percibiendo una remuneración de, aproximadamente, doscientos treinta pesos, efectuándose los aportes pertinentes. La dictaminó Asesoría que, en General tanto la de Gobierno actora se a fs. encontraba 189 en actividad a la fecha de fallecer su madre, contando con número de CUIL y aportando al régimen de reparto del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (fs. 74), no cumplía con los requisitos que exige el art. 34 inc. "b" del decreto ley 9650/1980, por lo que consideró que debía denegarse la pensión pretendida. A su turno emitió vista Fiscalía de Estado. Con igual criterio al desarrollado por la Asesoría General de Gobierno consideró que correspondía denegar el beneficio pensionario (fs. 190). A fs. 192 el I.P.S. denegó, por resolución 393.237, el beneficio solicitado, interponiendo la actora recurso de reconsideración contra dicha resolución (fs. 198). Entre otras alegaciones expresó que con fecha 31 de octubre de 1996 había finalizado la relación contractual que mantenía con un establecimiento educativo privado. A tal fin agregó la constancia de notificación del preaviso de despido. La Asesoría General de Gobierno dictaminó, que por no reunir la actora a la fecha de fallecimiento de la causante los recaudos de la norma citada, debía el organismo previsional rechazar el recurso de revocatoria (fs. 205). Con iguales fundamentos se expidió Fiscalía de Estado (fs. 206) y la Comisión de Prestaciones (fs. 208). Finalmente por resolución 405.368 el I.P.S. rechazó el recurso incoado por la reclamante, pues a su criterio la misma no reunía los requisitos del art. 34 inc. "b" del decreto ley 9650/1980. IV. Tal como ha quedado expuesto ut supra el organismo demandado denegó el reclamo con fundamento en que la demandante se encontraba en actividad a la fecha del fallecimiento de su madre. En efecto, la Administración tuvo por probado que la señorita G. trabajaba en relación de dependencia a la fecha de producirse el hecho generador del beneficio (febrero de 1995), circunstancia reconocida por la actora al tiempo de interponer el recurso de revocatoria y que ha quedado suficientemente acreditado con los informes pertinentes requeridos por el organismo previsional a que ya he hecho referencia. No obstante ello, considero que en el caso la decisión impugnada omitido considerar no se la ajusta totalidad a derecho de las en tanto ha circunstancias acreditadas en autos y que permiten encuadrar la situación de la reclamante en la norma en que se funda el rechazo de las pretensiones. Conforme el art. 34 incs. 1 "b" y 2 del dec. ley 9650/1980 (t.o. 1994) la pensión se otorgará a las hijas solteras que "hubieran convivido con el causante en forma habitual y continuada durante los diez (10) años inmediatamente anteriores a su deceso, que a ese momento hubieran cumplido la edad de cincuenta (50) años y se encontraren actividad a su lucrativa cargo, siempre alguna, que no desempeñaren carezcan de bienes que produzcan rentas, ni percibieren haberes en concepto de jubilación, pensión, retiro o prestación no contributiva, salvo en estos últimos supuestos, que optaren por la pensión que otorga la presente". Por su parte, el segundo párrafo del art. 36 del decreto ley citado establece que "a los efectos de la presente ley se entiende que el derecho habiente estuvo a cargo del causante cuando concurre en aquel un estado de necesidad revelado por la escasez o carencia de recursos personales y la falta de contribución importa un desequilibrio esencial en su economía particular". De allí que lo que debe valorarse en el caso es si la muerte del afiliado acarrea en el peticionante un estado de necesidad revelado por insuficiencia de medios, así como la imposibilidad de procurarse por sí mismo el sustento ("Fallos", 205:544; 227:55; sentencia dictada por la C.S.J.N. con fecha 2-XII-2003 in re "Martínez, Leticia Isabel c/A.N.S.E.S. s/pensión"; doct. causas B. 49.906, sent. del 26-XI-1997; B. 58.860, sent. del 12-II-2003). La "carencia de recursos" a los fines del discernimiento del beneficio pensionario, entonces, no debe ser asociada con un estado de extrema pobreza o de absoluto desamparo. De allí que, el recaudo consistente en el no desempeño de actividad lucrativa debe ser analizado bajo estos parámetros. Ha quedado acreditado que los salarios percibidos por la demandante a la fecha del fallecimiento de la causante eran de aproximadamente doscientos treinta pesos ($á230). Asimismo, de la prueba producida en la causa surge que la actora padecía a la fecha del deceso de la madre del trastornos perito a psicoemotivos fs. 59/64 de (conforme la causa) las que referencias le impedían independizarse, trabajar y afrontar su propia vida. Refiere el perito actuante que al fallecer su padre en el año 1993 y su madre en 1995 queda la actora desamparada afectiva y económicamente, imposibilitada de trabajar dada su incapacidad (a la que evalúa en un 45% de la total obrera) su edad y la índole de su patología. Del informe surge que "no son muchas las posibilidades laborales para una persona de esta edad (57 años al momento del fallecimiento de la causante) en las circunstancias socioeconómicas actuales". Este Tribunal ha tenido ocasión de diferenciar el concepto de incapacidad en el derecho previsional cuando el mismo se refiere exclusivamente a las causas patológicas de invalidez que justifican el retiro de la vida laborativa del propio trabajador para acceder a la jubilación sin cumplir el requisito de la edad, de aquel otro que alcanza a las personas del núcleo familiar del causante tutelados por la ley frente al hecho de su muerte, flexibilizando este último concepto (conc. causas B. 48.833, "Isla", sent. 23-X-1984; B. 53.003, "Di Tomaso", sent. 3-XI-1992). En el mismo sentido se ha expedido la Corte Suprema nacional al resaltar que el concepto de incapacidad laboral no es esencialmente asimilable al de invalidez física ya que, agrega, resulta posible que en determinados supuestos no se presente en forma de incapacidad o dolencia sino como producto de un estado de precariedad o desamparo nacido de determinadas circunstancias económico sociales (v. causa D-201-XXIII, "Damonte, Eva c/I.P.S." en causa B. 50.694, fallo del 9-IV-1991, "La Ley", 19-VIII-1991 y nueva sent. de esta Corte del 17-IX-1991); (B. 55.995, "Alcuaz", sent. 5-IV-2000). Los testimonios producidos tanto en la información sumaria como en el informe ambiental agregados a las actuaciones administrativas, como los brindados en autos (fs. 48 a 50) coinciden en que la demandante nunca desempeñó actividad lucrativa, convivió y estuvo a cargo de su padre y fallecimiento madre de permanentemente éstos, recibía y que, luego del ayuda para cubrir sus necesidades básicas, como alimentos, dinero, artículos de perfumería por parte de familiares y amigos. Si bien surge en la causa un informe de dominio que muestra que la señorita G. es titular de un inmueble (lote), no existen indicios suficientes para suponer que tal propiedad produzca rentas. A analizar mi el juicio, caso los tampoco informes resulta que relevante dan cuenta para de la afiliación de G. a la Caja de Previsión para Trabajadores Autónomos, en tanto la misma data de 1979 y la abultada deuda por aportes que mantiene con el aludido organismo permite inferir que, más allá de no haber dado de baja a la aludida afiliación, la actora no se encuentra en el desempeño de una actividad lucrativa de tal carácter. Si bien, como ha quedado expuesto la accionante se encontraba prestando servicios a la fecha del fallecimiento de su madre (fs. 185), tal circunstancia no resulta suficiente para tener por no configurada en el caso la situación de carencia de recursos requerida por la ley, en atención a que las restantes constancias de la causa constituyen desamparo un indicio frente a suficiente la pérdida para de acreditar aquélla, el que correlacionadas con la pericial permiten configurar en la especie la situación exigida en el art. 34 inc b. del decreto 9650/1980. Lo que debe valorarse en el caso es si concurre en la actora un estado de necesidad revelado por la carencia total o parcial de recursos propios "suficientes" que le permitan solventarse así como una imposibilidad de procurarse por sí misma su sustento (doc. causas B. 56.503, "Giordano", sent. del 18-VIII-1998 y B. 55.895, sent. del 16-II-1999). Esta Corte ha resuelto reiteradamente que el fin esencial de las normas previsionales es la protección del afiliado y su grupo familiar ante el acaecimiento de las contingencias de vejez, invalidez o muerte. El derecho a pensión procura salvar el desequilibrio económico que produce la muerte de alguno de los miembros económicamente activos de la familia ("Acuerdos y Sentencias", 1968, pág. 908; doct. causas B. 48.833, sent. del 23-X-1984; I. 1440, sent. del 3-V-1995, entre muchas otras), por lo que en la interpretación de las normas que regulan el acceso a esta clase de beneficios previsionales se requiere un máximo de prudencia en casos en que su inteligencia pueda llevar a la pérdida de un derecho por parte de aquéllos a quienes las leyes han querido proteger o beneficiar (B. 51.286, "Aquilano", sent. del 2-VI-1992; B. 55.034, "Chaves", sent. del 5-IX-1995, entre muchas otras). V. Por los fundamentos expuestos juzgo que debe hacerse lugar a la demanda, anulándose las resoluciones impugnadas y condenando al Instituto de Previsión Social al pago del haber pensionario desde la fecha de fallecimiento de la causante (20-II-1995). A la suma resultante, hasta la fecha del efectivo pago, deberán adicionarse los intereses que pague el Banco de la Provincia de Buenos Aires por los depósitos a treinta días, de acuerdo con la tasa vigente en los distintos períodos de aplicación (arts. 7 y 10 de la ley 23.928, texto según ley 25.561, coincidente en ambas redacciones en sus contenidos; 622, Cód. Civil y 5º de la ley 25.561). El importe que resulte de la liquidación que con tales pautas se practique, deberá abonarse dentro de los 60 días (arts. 163 y 215, Const. prov.). Costas por su orden (arts. 17, C.P.C.A., 78 inc. 3, ley 12.008 texto según ley 13.101). Voto por la afirmativa. Los señores jueces doctores Pettigiani, Kogan, Genoud e Hitters, por los mismos fundamentos del señor Juez doctor Negri, votaron por la afirmativa. Con lo que terminó el acuerdo, dictándose la siguiente S E N T E N C I A Por los fundamentos expuestos en el acuerdo que antecede, se hace lugar a la demanda interpuesta, anulándose los actos impugnados y condenando a la demandada al pago de la suma que resulte de la liquidación que de acuerdo a las pautas indicadas se practique, dentro de los sesenta días (arts. 163 y 215, Constitución de la Provincia). Costas por su orden (arts. 78 inc. 3º, ley 12.008, texto según ley 13.101 y 17 del C.P.C.A.). Difiérase la regulación de oportunidad (art. 51, dec. ley 8904). Regístrese y notifíquese. honorarios para su