La fuerza puede se dirimente o indiferente, la primera es aquella

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V. Evaluación del contrato de sociedad mercantil
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La fuerza puede se dirimente o indiferente, la primera es aquella que
tiene la potencialidad de viciar el consentimiento, es decir, se refleja en la
impresión que recibe el agente sobre el cual se ejerce, de tal manera que
siendo una persona de sano juicio no pueda resistirse a ella, teniendo en
cuenta eso si, en todos los casos, como lo prescribe la ley, su edad, sexo y
condición del sujeto sobre el cual se ejerce; lo anterior quiere decir que el
simple temor reverencial no puede tenerse como una fuerza capaz de viciar
el consentimiento.
Ahora bien, a pesar de sostener la ley que la fuerza para configurar un
vicio de la voluntad debe ser ejercida contra el cónyuge, ascendientes o
descendientes, consideramos que puede involucrarse en este concepto
a otras personas como un compañero permanente o un entrañable
amigo incluso, cosas inanimadas o animadas, que si bien es cierto
no se encuentran expresamente referenciadas en el texto legal, no se
desconoce que en determinadas circunstancias si pueden gozar de una
afectación o de un afecto lo bastante significativo como para forzar y
quebrantar la voluntad de un individuo en un momento determinado,
pensemos por ejemplo en el caso de una mascota o de un inmueble o
una obra de arte.
La fuerza indiferente es aquella que no alcanza a tener un grado tal
como para poder franquear la voluntad y por ende el consentimiento
del sujeto sobre el cual se ejerce, de tal manera que la fuerza ejercida
contra el sujeto es inane para producir un cambio en sus legítimos
deseos, de igual forma, es necesario que la fuerza que se ejerce sea
ilegítima porque si es legítima, dentro de lo que permite la ley, la fuerza
así ejercida no viciará el consentimiento, tal cosa puede ocurrir, por
ejemplo, cuando un socio no entrega el aporte prometido, entonces, la
sociedad de conformidad con el artículo 125 del estatuto comercial podrá
excluirlo de la sociedad o iniciarle un proceso ejecutivo para que pague
lo que adeuda por concepto de aporte, incluso, la ley procesal admite
la práctica de medidas cautelares; otro ejemplo se presenta cuando la
sociedad no paga al socio las utilidades dentro del tiempo estipulado
por las partes o el prescrito en la ley de conformidad con el artículo
156 del Código de Comercio, en este caso, las utilidades formarán parte
del pasivo externo de la sociedad y podrán exigirse judicialmente a
través del procedimiento ejecutivo; en estos casos, no puede pensarse
que haya vicio de la voluntad por el uso de la fuerza por cuanto ésta
resulta ser legítima.
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