INTERACCION GENETICA EN EL DESARROLLO CRANEOFACIAL: Paula Avellaneda, Yeimy Correal, Claudia Chasy, Iveth González, Jose Lozano, Pilar Mera, Paul Medina, Mónica Orjuela, Yilbert Nempeque, Liliana Prada, Gustavo Sánchez, Liliana Otero. La cabeza es una estructura compuesta, cuya formación inicia muy temprano en el desarrollo. A medida que el cerebro se desarrolla también se desarrollan los sistemas de arcos branquiales que van a dar nacimiento a la cabeza, el cuello y sus asociaciones en compartimentos individualizados. Existen diferentes genes y familias de genes involucrados en el desarrollo craneofacial y cualquier alteración en alguna de estos genes, repercute en anormalidades craneofaciales, fisuras labio-palatinas, agenesias dentales y otras patologías. El sistema nervioso central surge del plato neural (capa celular homogénea que forma el dorso del embrión en estado de gástrula). Ese plato neural se enrolla a lo largo de su eje anteroposterior y forma el tubo neural dando origen a 3 primordios: prosencéfalo, mesencéfalo y romboencéfalo. Este último (cerebroposterior) es una unidad segmentada en 8 subunidades llamadas rombómeros. Estas estructuras representan un compartimiento hecho de células con un linaje restringido que desarrollarán estructuras específicas. Estas células migran en orden según sea su destino para formar los arcos branquiales. Las células que migran para formar la masa del mesénquima facial surgen del mismo nivel axial del tubo neural de los rombómeros. Este hecho sugiere que existe un código establecido cuando las células de la cresta neural aún forman parte del plato neural. Las células se reconocen unas a otras y tienen una identidad posicional. Las células de la cresta neural son una población de células pluripotenciales de gran importancia en el desarrollo de la cabeza de vertebrados, a diferencia de la mayor parte del cuerpo, el mesénquima facial se deriva principalmente de la cresta neural y no del mesodermo de la tercera capa germinativa. Las células epiteliales se tornan células mesenquimales a través de interacciones inductivas entre la placa neural y el ectodermo presuntivo, estas células migran extensamente a través del embrión en 4 dominios sobrelapados que son el cefálico, tronco, sacro y cardiaco. En la cabeza las células de la cresta neural cefálica migran de las regiones del cerebro medio-posterior al sistema de los arcos branquiales. Es entonces cuando las células ectomesenquimatosas de la cresta neural, interactúan con las poblaciones de células epiteliales y mesodérmicas que están dentro de los arcos, resultando en la formación de los huesos, cartílagos y tejidos conectivos craneofaciales. La migración de las células derivadas de la cresta neural, el origen embriónico de la cabeza, cuello, mandíbula y dientes, y los mecanismos involucrados en la morfogénesis de cada una de estas regiones, son objeto de un gran número de investigaciones actualmente 1 . Durante el desarrollo embrionario, la cara y cuello se forman a partir de los arcos branquiales. Las células de la cresta neural generan la mayor cantidad de tejido conectivo y esquelético de la región craneofacial, el mesodermo forma la envoltura de las arterias y la musculatura del futuro cuello y cara. El establecimiento de un patrón en la región craneofacial está parcialmente determinado por las interacciones epitelio mesénquima. Dentro de los arcos branquiales, las diferentes poblaciones de las células de la cresta neural no interactúan, pero sí mantienen la posición necesaria rostral – caudal, la cual viene predeterminado y originada desde las células del cerebro. Esta segregación de células de la cresta es establecida tempranamente en la organogénesis por la eliminación apóptotica de células de la cresta neural del cerebro posterior dando origen a 3 caminos diferentes de migración celular: aunque este patrón depende de su origen rostral – caudal, estos patrones muestran algún nivel de plasticidad. La cara del mamífero se desarrolla del crecimiento coordinado y diferenciación de 5 primordios faciales: 1 prominencia frontonasal medial, 2 prominencias maxilares y 2 prominencias mandibulares, que están localizadas alrededor de la boca primitiva o estomodeo. Mientras el desarrollo continúa en la prominencia frontonasal, engrosamientos localizados de la superficie del ectodermo llamadas placodas nasales se están desarrollando. Estas placodas se invaginan, mientras sus márgenes se engrosan, para formar las fosas de la nariz y las prominencias nasales mediales y laterales. Las prominencias maxilares del primer arco branquial crecen hacia la línea media de la cara, fusionándose con la prominencia nasal lateral de cada lado, para luego fusionarse con las prominencias nasales mediales, y finalmente con el segmento intermaxilar del proceso frontonasal para formar el maxilar superior y los labios. De una forma similar, los primordios mandibulares se fusionan a lo largo del borde medial para formar el maxilar inferior y los labios. La prominencia frontonasal forma la frente y la nariz. La morfogénesis craneofacial continúa con el crecimiento y fusión de tejidos que forman el paladar o el techo de la boca. El paladar se forma de dos primordios: paladar primario y secundario. Una masa sencilla medial con forma de borde mesenquimal se extiende internamente de la prominencia frontonasal para formar el paladar primario. El paladar secundario se desarrolla bilateralmente como dos proyecciones verticales, de las suturas internas de las prominencias maxilares. Todo el proceso de morfogénesis continúa permitiendo una fusión medial. Las fallas en las fusiones del paladar originan un paladar fisurado. Los problemas relacionados con las regulaciones de tiempo y la rata o extensión del crecimiento externo de los cajones palatinos resultan en fisuras del paladar 2 . Las fisuras del labio superior ocurren como resultado de la falla en la fusión de la prominencia maxilar con las prominencias nasales medias que se encuentran a cada lado. Las fallas en la fusión de las prominencias mandibulares ocurren de una manera menos frecuente y resultan en fisuras del labio inferior y mandíbula. El desequilibrio que resulta a nivel celular y molecular durante la embriogénesis, tiene repercusiones en el fenotipo de las estructuras cráneomaxilofaciales, y por consiguiente genera mutaciones en la expresión genética, que desencadenan diferentes anomalías relacionadas con dichas estructuras. Los genes homeóticos son genes conservados a través de la evolución que intervienen en el desarrollo de las estructuras cráneofaciales. Están caracterizados por la presencia de una secuencia de 180 pares de bases que codifican 60 aminoácidos de la doble cadena de DNA. En la mosca estos genes homeóticos están localizados en el cromosoma 3 y forman un complejo importante denominado HOM-C que va a servir como una representación molecular de los ejes embrionarios antero-posteriores en el desarrollo de la mosca; este complejo provee un código específico para cada segmento y se ha demostrado que la mutación en alguno de estos genes homeóticos origina transformaciones fenotípicas a lo largo del eje antero posterior. La secuencia de los homeobox está conservada con asombrosa exactitud a nivel proteico y esta conservación sugiere que pueden existir similitudes fundamentales entre los insectos y los vertebrados en cuanto al mecanismo que controla el plan corporal básico. Cada gen homeótico produce pequeñas moléculas de proteínas que sirven para activar la transcripción de otros genes al unirse a sus loci promotores. Como resultado se da una cascada de acontecimientos químicos que conllevan a la formación de estructuras, como el sistema nervioso central, estructuras musculares, extremidades y el 3 complejo craneofacial . En los organismos vertebrados, estos genes codifican para factores de transcripción, factores de crecimiento y diversos receptores. Además los genes homeóticos codifican para proteínas que le informan a las células del embrión en desarrollo, la posición y la función que deben ejercer 2 . Los genes homeóticos Msx, juegan un papel muy importante en el desarrollo craneofacial. Estos genes contribuyen a mantener un balance entre la proliferación y la diferenciación celular, durante la morfogénesis del cráneo en estados pre y postnatal, y están representados por los genes: Msx1, Msx2, Msx3. 2 Msx1 y Msx2 son ampliamente expresados en varias regiones (cráneo, cara, meninges, suturas, corazón, duramadre, dientes…) especialmente en los sitios donde las interacciones epitelio – mesénquima toman lugar. Msx1 se expresa durante el desarrollo dental en estadios tempranos, y en el desarrollo del paladar, 2 y del miocardio 3. Msx2 se expresa en el esqueleto craneofacial, huesos del maxilar y de la mandíbula (derivada del primer arco branquial), cartílago de Meckel, gérmenes dentales, y células del miocardio3. Msx2 es detectable en el germen dental en la lámina vestibular, el epitelio, el mesénquima, el nudo del esmalte y el epitelio vestibular en el estadio de campana. Contrario a Msx1, que se expresa en el mesénquima de los gérmenes dentales únicamente. Se ha detectado también una fuerte expresión de Msx2 en los odontoblastos y en las regiones subodontoblásticas de la papila dental. El gen Msx3 se expresa únicamente en el tubo neural dorsal2. Los genes homeobox MSX1 y MSX2 también intervienen en el desarrollo inicial de los primordios faciales (porción distal del primordio mandibular y bifurcación del 3 cartílago de meckel) . Las proteínas MSX son importantes moduladores del desarrollo craneofacial, de los brazos, piernas y del sistema nervioso. La activación en la expresión de estos genes se encuentra correlacionada con la formación del patrón del primordio facial desde el mesénquima indiferenciado hasta la formación de cartílagos, músculos y nervios y con cambios en el desarrollo esquelético.2 Las alteraciones en la función del gen MSX1 parecen estar asociadas con hipoplasias mandibulares y maxilares, fisuras labiales con o sin fisura palatina, alteraciones frontonasales, anomalías en los ojos y en los dientes (hipodoncia). En cultivos de célula mioblásticas, la proteína Msx1 puede reprimir la miogénesis y mantener las células en un estado indiferenciado. En contraste, la mutación del gen MSX2 causa la craneosinostosis tipo Boston, que se presenta en humanos, por la sustitución de una prolina por una histidina, en la posición 7 del homeodominio de Msx2, que genera un aumento en la función normal de este gen, ocasionando este tipo de craneosinostosis. Las mutaciones del gen MSX1, también se han visto asociadas con alteraciones en el desarrollo de las extremidades y del sistema nervioso. Aunque ambos genes MSX1 y MSX2, muestran un sitio de preferencia similar de unión al DNA y ambos pueden reprimir la transcripción, presentan propiedades bioquímicas diferentes por tener dominios únicos N-terminal, que le confiere a MSX2 una gran afinidad por el DNA mientras le da al MSX1 potencia como represor. 2 Los cambios en el desarrollo craneofacial y agenesia dental están relacionados no solo con el gen MSX, sino también con las BMP (proteínas morfogenéticas óseas BMP2 y BMP4). Estas proteínas se expresan en regiones discretas de las zonas distales del inicio del primordio facial, e interactúan con los genes Msx mediante las vías señalización en la regulación de las interacciones epitelio- mesénquima durante la organogénesis 4 . Las BMP2 y BMP4 activan la expresión de los genes MSX1 y MSX2 durante el desarrollo del primordio facial y en la formación del cráneo y las meninges. La aplicación de BMP4 puede inducir a la expresión de los genes Msx1 y Msx2 en la sutura mesenquimal, resultando en un aumento concomitante del grosor del tejido. Se ha propuesto que la vía de señalización de BMP4 – MSX1 regula el balance de las células osteogénicas que se encuentran en el sitio de la sutura, y participan en procesos de diferenciación en el mesénquima dental, porque cambios en la expresión de BMP4 preceden cambios en la expresión de MSX14. Por otra parte BMP4 también interactúa con tres factores de transcripción (MSX1, MSX2 y Egr 1). Otros genes que contienen homeobox, son expresados en el arco mandibular y maxilar y en el desarrollo del primordio facial, los cuales codifican dominios Homeox que contienen factores de transcripción, incluidos, MSX1, MSX2, DLX1 a 6 y BARX1, 2. Los genes, Noggin y Chordin intervienen en el desarrollo de la mandíbula y son antagonistas de las BMP. La expresión de Noggin está restringida al epitelio frontonasal pero es reducida en los cornetes, el tratamiento con Noggin conduce a un crecimiento extrínseco de la prominencia frontonasal y de las prominencias maxilares y finalmente a la delección de los huesos maxilares y palatinos. Estos genes también regulan la expresión de BMPs endógenas. En experimentos realizados en embriones de pollos, se observó que las BMP son importantes en el cierre del labio superior y del paladar primario y pueden presentar un desarrollo normal mandibular o los ratones pueden ser agnáticos, cuando los genes, Noggin y Chordin se encuentran alterados. 2 Otro gen que juega un papel importante en el fenotipo mandibular, es conocido como Goosecoid. Cuando el gen goosecoid fue extraído en los ratones transgénicos, estos mostraron un normal desarrollo del eje corporal, pero con múltiples deformidades craneofaciales, incluyendo la hipoplasia mandibular y ausencia de apófisis coronoides y ángulo mandibular. De este modo se ha visto que la trascripción del gen goosecoid, es detectada en estadios tardíos del desarrollo del mesénquima osteogénico de la mandíbula, lengua y oído medio y está involucrado en las interacciones inductivas de la formación de la cabeza.1 Una de las diferencias entre la embriogénesis del maxilar y la mandíbula es la interacción genética. En el primordio mandibular la activación del gen MSX1, se encuentra asociado con FGF 4 en el epitelio y la bifurcación del cartílago de Meckel. Además la aplicación de BMP2 puede aumentar la proliferación celular del primordio mandibular, mientras que en el primordio maxilar, MSX1 interactúa con el gen Hedgehog sónico, en el epitelio y en la bifurcación del hueso palatino. Otro gen relacionado con la embriogénesis cráneofacial, es la endotelina, es un péptido vasoactivo que se expresa en las células del endotelio vascular y juega un rol en la regulación de la presión sanguínea. La alteración de este gen en ratones, no muestra alteraciones en su sistema cardiovascular, pero presenta una marcada disminución de la medida de la lengua, micrognatismo y paladar hendido. La ET-A, es uno de los dos receptores de endotelina y su ligando primario ET-1, es expresado en el epitelio del arco branquial, endodermo de la bolsa faríngea, y mesodermo paraxial del núcleo del arco. Esta relación ET-A/ET-1 es importante porque define patrones de la región caudal del primer arco, y su mutación produce una condición humana denominada CATCH-22, caracterizada por estructuras faciales anormales y deformidades cardiovasculares. Al parecer algunos de los defectos encontrados en ratones mutantes ET-A guardan relación con la ausencia de goosecoid. 1 Los genes homeobox también, influyen en la expresión de otros grupos de genes como los SHH que intervienen en el fenotipo del sistema craneofacial. Es importante resaltar que esta familia de genes incluye genes más específicos, en el desarrollo de las estructuras del cráneo y la cara y en la determinación del fenotipo mandibular. El sonic hedgehog (SHH) es un homologo de la Drosophila.1 Esta proteína SHH es liberada desde la notocorda y es necesaria para la supervivencia y el desarrollo de células esclerosomales que expresan Pax1/Pax9, además, actúa antagónicamente en Bmp4 y Bmp3, controla el patrón en el eje antero posterior y está implicada en el control de la apoptosis y proliferación celular en la extremidad del embrión en desarrollo.1 SHH inhibe la expresión de BMP4, de los genes MSX y promueve la expresión de Pax1 por células somáticas in Vitro e in vivo. SHH codifica para un péptido de señalización que está involucrado en la regionalización de segmentos de corto y largo rango. La mutación de este gen genera profundas anormalidades en la morfogénesis craneofacial. La pérdida de SHH produce defectos en el patrón de la placa neural, desencadenando prosencefalia, defectos análogos al hipertelorismo y labio-paladar hendido. Por el contrario la sobrexpresión de este gen, resulta en hipertelorismo, y en casos más severos en duplicación facial. 1 La familia de los genes FGF (factor de crecimiento fibroblásticos), también actúa en la regulación del gen MSX1 y de PAX9durante la morfogénesis dental, el desarrollo inicial de los primordios faciales, el desarrollo de la porción distal del primordio mandibular y la bifurcación del cartílago de Meckel. Estos genes también se expresan en las células del epitelio dental, estimulando la proliferación celular y la división celular en el mesénquima y el epitelio dental 4. La expresión de FGF 3 está confinada al mesénquima de la papila dental, mientras que FGF 4, FGF8 y FGF9 son expresados exclusivamente en las células de la papila dental. Los FGF utilizan proteoglicanos como receptores. FGF-8 induce la expresión de Pax 9, mientras que BMP2 y BMP4 previenen esta inducción4. El gen Pax9 es un marcador para el desarrollo del mesénquima dental antes de la primera manifestación morfológica de la odontogénesis. Los sitios de expresión de Pax9 en el arco mandibular están representados por la actividad combinada de 2 señales provenientes de FGF8 y de BMP2BMP. Otro grupo de genes que interactúa con los genes homeóticos durante la morfogénesis craneofacial está representado por los genes Wnt. Los genes Wnt, Wnt3 y Wnt4, intervienen en las funciones de las comunicaciones intercelulares durante el desarrollo de los órganos y de los miembros del embrión, contribuyendo a la morfogénesis y organogénesis. En la morfogénesis craneofacial los genes wnt interactúan con los genes Msx 1 y Bmp4. Según estudios en implantes experimentales se ha demostrado que la expresión de Fgf8 induce la expresión de Pitx 1 y Pitx 2, por el contrario la expresión de Bmp4 reprime la expresión de Pitx 1 en el mesénquima mandibular y de Pitx 2 en el epitelio dental. Los patrones de Pitx1 y pitx2 en el desarrollo mandibular, son regulados por los efectos antagonistas de Fgf8 y Bmp4, e intervienen en la expresión de los genes en el mesénquima y en el epitelio dental. La expresión de Pitx 1 es detectada en el desarrollo temprano en el epitelio y en el mesénquima cubriendo la formación del diente en la mandíbula, y luego es mantenida en el epitelio dental desde el estado de botón hasta el estado de campana tardía. En contraste, la expresión de Pitx 2 está restringida al epitelio dental durante la organogénesis. 4 El conocimiento de las función e interacciones de los genes durante el desarrollo cráneofacial ayudará a diseñar herramientas para el diagnóstico prenatal y para la intervención terapéutica en los síndromes cráneofaciales, las patologías orales y las maloclusiones. BIBLIOGRAFIA 1 Cobourne, Martin. Construction for the Modern Head: current concepts in craneofacial development. Journal of Orthodontics 2000. 27: 307-314. 2 Alappat S, Zhang Z. MSX homeobox gene family and craniofacial development. Cell Research. 2003; 13 (6): 429-442. 3 Jernvall J, Thesleff I. Reiterative signaling and patterning during mammalian tooth morphogenesis. Mech Dev 2000;92:19—29. 4 Longabaugh W, Davidson E, Bolouri H. Computational representation of developmental genetic regulatory networks. Developmental Biology .2005; 283 : 1 – 16