La identidad ideológica de Europa occidental

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Colección Ensayos.Fundación Juan March(Madrid)
LA IDENTIDAD
IDEOLOGICA DE L
EUROPA OCCIDENT
Por José María de Areilza
Ingeniero, abogado y diplomático, ha sido
Embajador de España en Argentina, Esta­
dos Unidos y Francia, y Ministro de Asun­
tos Exteriores en el primer gobierno de la
Monarquía. Diputado del Congreso de las
Cortes Españas. Actualmente es Presiden­
te de la Asamblea Parlamentaria del Con­
sejo de Europa.
i.
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Corren hoy por las naciones del Continen
tal al que pertenecemos cierto número de pub
comentarios y tendencias de signo político, que
presentar a la Europa de los afias 80 como
merado de pueblos que hubieran perdido su
Se nos quiere hacer creer que estamos en una
confusión en la que los europeos no saben
que son, ni lo que defienden, ni hacia dónde
escritores y políticos agoreros anuncian poco
el «finis Europae» y la decadencia postrera. P
una liquidación sombría del Continente. An
niestros e inminentes males. Proclaman la ine
sistema democrático parlamentario; la incapac
sociedad moderna, abierta y liberal para hace
los nuevos desafíos; y esperan, como síndro
nuevo milenarismo, la catástrofe final que da
una nueva era de exaltación de los valores tr
después de haber atravesado una terrible etapa d
• BAJO la rúbrica de «Ensayo» el Boletín Informativo de la F
March publica cada mes la colaboracíón de un especíalista sobre
un tema general. Anteriormente fueron objeto de estos ensayos
tivos a la Ciencia, el Lenguaje, el Arte, la Hístoria, la Prensa,
la Psicologia y la Energía. El tema desarrollado actualmente es el
•• Texto de la conferencia. pronunciada en la Fundación, e
dentro del ciclo «Europa, hoy» (cf', págs. 15-19).
i
l.
No voy a enumerar ni los nomb
ni las publicaciones que se entregan a
apocalíptica propaganda en las nacio
occidental y en bastantes países del co
ricano. Los conocéis todos. Un escrito
dente de la derecha- Louis Pauwels
campaña la «siniestrosis» o enfermed
dras» de la desgracia que anuncia s
partes. Lo cierto es que aquí, en Esp
un sector reducido, pero económicam
se inclina en nuestra sociedad a ese
fico y negativo. Y dentro de ese cu
ciones pueriles con aire de metafísica
incluye, por supuesto, la interpretaci
del espíritu europeo de hoy, resumido
en afirmaciones de este orden que
de publicaciones recientes. «Europa es
deriva. Es un conjunto de naciones s
agrupación de pueblos sin identidad.
nada; se halla en decadencia; no tie
una colectividad tábida, corrompida p
y el ocio, el hedonismo y el socialismo
poco a poco en el anonimato y en
vicio y en la debilidad».
Quiero exponer esta tarde ante vo
siste la rotunda identidad ideológica
dental presente; cuáles son los princi
Colección Ensayos.Fundación Juan March(Madrid)
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En números anteriores se han publicado Génesis
por Antonio Truyol Serra, Catedrático de Dere
cionales de la Universidad Complutense; Balance
do Común, por Matías Rodríguez Inciarte, Técnic
Portugal y la Comunidad Econ6mica Europea, por
ministro de Finanzas de Portugal; Reflexiones sob
Thierry de Montbrial, Director del Instituto Francés
Reflexiones políticas sobre defensa y seguridad de Eu
Embajador jefe de la Delegación Española en la Co
y Cooperación en Europa; La defensa y la segurida
Morán, Diplomático y escritor; El triángulo euro
Goldsborough, miembro del Consejo para las Relac
York; Los grupos políticos en el Parlamento Europ
Profesor de la Facultad de Ciencias Jurídicas de Re
internacional. por Ian Smart, 'ex-director adjunto d
para Estudios Estratégicos; América Latina, Europa
n6mico Internacional, por Felipe Herrera, Presidente
de Desarrollo; Europa: una economía en la encruci
pedro, Catedrático de Estructura Económica; Europ
por Konrad von Moltke, Director del Instituto de P
Ambiente; y Europa, como idea e impulso, por He
de Historia de las Civilizaciones en la Universidad Ca
4
Colección Ensayos.Fundación
Juan March(Madrid)
mún de la filosofia
política
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de los pueblos q
ponen; y cuál es la razonable expectativa q
a su porvenir. No voy a fantasear sobre
Voy a describir realidades. La Europa occi
ahí, al alcance de la mano; abierta a todas
ciones. De esa Europa somos también parte n
tenemos, por ello, la misma autoridad que los
ropeos para exponer libremente nuestro criteri
importante cuestión.
En la posguerra mundial primera, la que
1918, el triunfo de los aliados sobre los im
trales llevó a los vencedores a proclamarlo co
toria de las democracias» sobre los sistemas a
imperiales alemán y austríaco. Y a declarar
por boca del Presidente americano Wilson, q
establecer «un mundo seguro para la democ
consolidación de la revolución comunista de
Rusia y el establecimiento de la Tercera In
en 1919 desencadenaron, sin embargo, en Euro
rie de reacciones de temor por parte de la
que condujeron a la aparición gradual, a pa
afias 20, de dictaduras militares en gran númer
occidentales, como Portugal, España, Grecia
Polonia, Hungría y Rumania, por no citar si
destacadas. Asimismo tomó el poder el fascis
en 1922 y el nacional-socialismo germano lo
años después. Las ideologías democráticas y p
rias se fueron batiendo lentamente en retira
presión de las doctrinas autoritarias de la de
influencia, cada vez mayor, llegó a hacerse
paises tan democráticos como Francia con la
pensamiento de Maurras y su «Acción Franc
vimientos de signo «para-fascista», como las,
Fuego» del Coronel La Rocque y otros seme
gica tenía su Degrelle; Gran Bretaña, su Mos
ga, su Quisling; Austria, su Stahrenberg.
dente debilidad militar y política de las
cias mayores -Francia y Gran Bretaña-s- an
gancia de los dictadores germano e italiano ag
clima derrotista de las naciones democráticas
de iniciarse la Segunda Guerra Mundial. Eu
contró de golpe con un nazismo arrollador y
te imbatible, frente a una Francia y una Gra
5
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l.
que parecían inermes, ancladas en s
democráticos, parlamentarios y libera
fulminante de Francia ante los ejér
1940 parecía condenar definitivamen
de supervivencia de aquellos sistemas
cidos. Muchos creyeron que aquello
la era democrática en Europa.
Pero el proceso de la contienda m
te, alterando sustancialmente a trav
planteamientos iniciales. Alemania d
guerra a la Unión Soviética; Japón de
contra los Estados Unidos en ese mi
Bretaña, en solitario, desafió por boc
tiranía nacional socialista, como con
del hombre y al concepto europeo
bombardeo del Parlamento de Lond
nazi fue quizás el gesto simbólico
toda la guerra. Representaba el odio
potismos de cualquier signo tienen
expresión, hacia el uso de la palabra
de diálogo y de entendimiento en
pueblos libres.
Charles De Gaulle, un coronel c
procedía del cenáculo intelectual· de
ria francesa, hizo también su apari
de liberación del Occidente europeo,
el pueblo francés derrotado el hono
pante de su país y al paternalismo
Mariscal Petain que iba a ser cómpl
chill y Roosevelt, una vez unidos ya
el despotismo nazi, comprendieron
un contenido ideológico definido a
curso, justificando doctrinalmente lo
su intención última aquel gigantesco
de sus pueblos respectivos. Había q
ideales se moría en los campos de bat
En agosto de 1941 ambos polític
dactaron el documento llamado la
co, en el cual la democracia, el su
tema parlamentario, el respeto a la i
pueblos y la prohibición de impon
gobiernos a las demás naciones eran
les. Se anunció, también que esos pr
los caminos de la paz futura. Fue
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una rehabilitación pública del sistema democ
los partido
comunistas de la Tercera Internacional, dirigi
Partido Comunista soviético, habían inscrito p
vez en sus programas la locución «Defensa d
cracia» para sintonizar con sus aliados occiden
locución fue abandonada en su programa por
cos en cuanto terminó la guerra contra Aleman
La participación costosísima en hombres llones de muertos- de los ejércitos soviéticos
contra Hitler y' su poderío militar en los años
la guerra autorizaron, de hecho, a Stalin a im
diciones territoriales en Yalta y en Potsdam,
forzaría por medio de la· violencia a través de
manipuladas, defenestraciones, golpes de Estad
al poder imponiendo su régimen político y so
pueblos ocupados por sus tropas. Ello hizo qu
mase la identidad doctrinal democrática del
vencedor como reacción ante la marea totalita
. ta en el Este por el otro vencedor.
Defenderla democracia plural frente a la
viética en los años· de la posguerra equivalí
una clara línea de división entre la sociedad
la sociedad cerrada. La guerra fría y el stalini
cada vez más coherencia a los principios qu
el Occidente. Rayrnond Aron resumía este p
cierta ironía diciendo que entre Hitler, con
racistas y exterminadoras, y Stalin, con su in
tejo de crímenes parecidos, habían asentado
mente la democracia como forma de Estado e
pa occidental, después de que en 1939 hub
a punto de perecer.
De esa posguerra nace la identidad ideoló
Europa occidental de hoy. No es un sistema
samente impuesto a los pueblos de occidente p
po de pensadoresImpregnados de dogmatismo
sultado de un proceso histórico desarrollado e
1950. Cuando los ejércitos aliados liberaron l
cidental de Europa de la ocupación hitleriana,
gió en aquellos pueblos que se veían libres d
de cuatro años fue un deseo incontenible de
reinstalación de los sistemas democráticos, ba
soberanía nacional, expresada ésta mediante e
bres y el sufragio universal. Tal fenómeno
Colección la
Ensayos.Fundación
Juan March(Madrid)
opinión mundial.
Por su parte,
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dujo solamente en Francia, en don
Gaulle, relegando al olvido su formaci
rrasiana, demostró su clarividencia co
tado restableciendo la ¡ya República,
países vencidos como la Alemania oc
la República Federal democrática y
Bonn permitió a ese gran pueblo, aun
resurgir gradualmente de sus cenizas y
malidad cívica.
Esa sustancial identidad ideológica s
mo en las tres instituciones europeas
marcha en 1948, 1949 Y 1957, respec
llaman el Consejo de Europa, la Ali
Comunidad Económica Europea. En
ciones continentales la ideología que
y tiene connotaciones semejantes den
instrumental. El Consejo de Europa
naciones miembros se inspira en los
y en la protección jurídica de los mismo
tendimiento hacia la unificación contine
parlamentaria es la forma de Estado que
el Consejo como la más eficaz par
derechos y mantener el más alto nive
les en el seno de cada comunidad naci
En la historia moderna de Euro
ahora un planteamiento global dem
que comportase el mismo tipo de Est
países. Europa es ahora un conjunto d
logables por sus Constituciones dem
uno de esos gobiernos cae en la di
su Constitución, se abre un paréntesi
activa a la Asamblea Parlamentaria de
pa que puede llegar, en ocasiones, a
Tal fue el caso de Grecia, al asaltar e
les «putschistas»; volviendo Grecia a
mocrática y al seno del Consejo de
después. Y tal es el caso de la Turqu
miramos con preocupación y con espe
cemos la mayoritaria vocación democr
y porque estamos convencidos de qu
tar en ese país tiene sus días conta
sistema democrático en el curso de los
Considero necesario repetir estos c
su obviedad para salir al paso de quie
Colección Ensayos.Fundación Juan March(Madrid)
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formas de Estado
que predominan
Colección
Juan March(Madrid)
con crit
nime en la Europa occidental, como si esas fo
tuvieran en juego o en constante discusión má
los Pirineos. Por ejemplo, el triunfo electoral re
socialismo francés produjo en la opinión español
ocurre con frecuencia ante los acontecimientos
del país vecino- un impacto notable. En alg
tores conservadores de España se escuchan o
clusiones totalmente aberrantes, para acabar an
que Francia se halla al borde del caos económic
que el porvenir del sistema democrático queda
mente averiado, en consecuencia, en toda Euro
los que esto afirman confunden, en sus argum
que es un programa de gobierno y de partido
es una forma de Estado. Europa mantiene el s
las democracias plurales como ámbitos de progr
y como foros abiertos al ejercicio del poder d
versas alternativas legales. Lo específico del sis
ral es el derecho a disentir y la posibilidad de
los gobiernos por la vía legal. Es lo que distin
cialmente a los regímenes del Este de Europa
ganización de la vida pública en el Oeste.
El conservatismo económico a ultranza de M
cher, la valerosa «Premien> británica no hace
en ningún caso a la oposición laborista, táct
hacia una actitud antidemocrática. Tampoco el c
ble proyecto de nacionalizaciones de gobierno
cois Mitterrand, que se lleva a cabo de modo im
hará que los Giscard o los Chirac se declaren
rios de la «nouvelle droite» francesa con su car
fica, elitista, autoritaria y discriminante. Lo
pios democráticos son admitidos por cuanto
se encuentran incluidos en el arco constituc
cada país. Son un pro-común; un «acquis»; un
gía fundamental; una aceptación de las reglas
sobre las que se construye, poco a poco, la E
mañana. Sin ese cimiento doctrinal, que suscri
nes participan en la vida constitucional de los
países occidentales, no podría levantarse el edif
unidad europea a falta de un criterio que ins
trazado y su contenido futuro.
La coherencia de esa identidad ideológica es
de que los problemas planteados por el desafio d
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va era tecnológica, que se ha inicia
desarrollado, no son considerados s
fascinante serie de datos nuevos que
so, sino también como un posible
que podría poner en peligro los prin
forman esa sociedad abierta de nue
aquí algunos ejemplos: el fichaje ele
dad de los ciudadanos de una nación
gobierno no controlado democrá
tación de manipular, influir, pers
los adversarios políticos. Otro aspect
ciones que en algunas perspectivas
aplicada a los seres humanos han d
preservar el código genético de los
duales propios. Se piensa en el seno
ropa de la necesidad de establecer un
rechos genéticos de la persona huma
ción de la intimidad del yo hereditari
En otra vertiente observamos la
de establecer un sistema de informac
fica para ofrecerla a los parlament
objeto de que dispongan de un mín
ciales para el mejor desempefio de su
tiempos como los actuales de crecie
los problemas de interés público.
Es evidente asimismo que el im
tecnológico está cambiando a gran v
las costumbres y los criterios person
los países desarrollados. La televisión
hombre del proceso del debate públi
contrario, lo acerca y lo invita a pa
mente en él. Se proyecta con verosim
una «democracia electrónica», en las p
para resolver asuntos determinados d
comarcal, con participación de los ciu
una red de conexiones informáticas.
de estructuras que dentro de unos
dad no deberá utilizarse para destru
mocráticos sino para mantenerlos, au
sustancialmente las formas instrumen
He ahí un conjunto de plantea
se estudian hoy en día con atenci
conferencias de los países miembro
Consejo de los veintiuno y de la E
Colección Ensayos.Fundación Juan March(Madrid)
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de los diez. Se examina en qué forma se va
de los princ
cos de la ideología de Occidente ante el impa
nuevas técnicas de la información y de las nuev
ciones de ordenadores y microprocesadores qu
masivamente las estructuras de la sociedad desa
Unas palabras más que no se refieren a la
ideológica de los sistemas políticos de Europa
junto, sino a la voluntad política de la Europa
como tal grupo de naciones en su deseo de m
protagonismo en la política mundial. Es dec
blema de si Europa, además de tener, como he
un pensamiento común en su filosofía política
nal, es también capaz de demostrar una iden
pia en sus relaciones exteriores ante los dem
del mundo.
Después de la Segunda Guerra Mundial
occidental quedó desposeída de las armas nu
una primera fase. Los Estados Unidos, dueños
to atómico ensayado en 1945 en Hiroshima y
basaron en ese monopolio potencial su «políti
tención» del adversario soviético y su doctrina
presalia masiva» elaborada en la época de Jo
Dulles. Pocos años más tarde, hacia la segu
de los años cincuenta, la Unión Soviética al
capacidad de fabricar los ingenios nucleares y l
espaciales con lo que se logró un equilibrio d
militar con los Estados Unidos. Este hecho
signo de la política internacional, polariz
entonces hacia un condominio mundial de las
cias super-nucleares, condenadas a entenderse
secuencia de su recíproca capacidad de destrucc
Europa, a través de la Alianza Atlántica,
1949 su doctrina estratégica defensiva en el p
clear norteamericano. Fracasada la iniciativa d
munidad europea de defensa», no le quedó ot
al viejo continente sino el de funcionar como al
terno del grande y fuerte socio nuclear del otro l
lántico. Gran Bretaña se convirtió, a través de s
relación» con los Estados Unidos, en una po
clear de tamaño medio. La Francia del G
Gaulle, eliminada de ese acuerdo, se lanzó en
la obtención de las armas nucleares propias,
nomía en su fabricación, en su manejo y en
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Ensayos.Fundación
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la persistencia
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bilidad. Pero el paso del tiempo' y
nuevas armas han venido a demostrar
ropeas que no es seguro ni existen
que para defender al occidente europ
ataque de las tropas del Pacto de V
Unidos responderían automáticamente
res para detener ese ataque aún a
desencadenara una tercera guerra mun
Esta pérdida de credibilidad en la
ción estratégica de los cohetes nu
para defender a sus aliados europe
sibilidad de que Europa se pueda con
teatro de operaciones en una primera
guerra mundial. Por eso habló el Pr
que las hipótesis de una guerra limita
algo verosímil. Ello ha acentuado el
que, sin mengua de su participación e
tica, los pueblos del Occidente europe
con criterios propios actitudes comu
niendo en cuenta sus intereses y las
opinión pública cada día más sensibil
de una guerra en su territorio.
Lo sucedido en los últimos meses e
despliegue de las armas nucleares tác
el teatro de las operaciones de Cen
un importante síntoma de cuanto dig
cierta falta de unanimidad en apoyo d
tre los pueblos del Oeste de Europa. E
conformándose lentamente un protago
activo de los Diez en la política internac
cífico. Se trata de' analizar los proble
la relación de los pueblos europeos d
vecinos del Este, con los que existe
mercial y financiero considerable. T
tratan de encontrar en el dificil m
próximo, en que tan vitales intereses
para Europa, un punto de equilibrio
cador.
En la Europa del Consejo sus
miembros representan, hoy día, u
cana a los cuatrocientos millone
frente a los doscientos veinte y d
millones de los Estados Unidos y
de el punto de vista comercial, la Co
Colección Ensayos.Fundación Juan March(Madrid)
1
12
ca Europea, aunque afectada por un notable
la balanza de pagos, se ha convertido en el pri
exportador e importador del mundo, superior
tados Unidos, al Japón o a la URSS. La den
tural, artística, literaria, educativa y humanísti
ropa es la más alta del mundo civilizado.
La Europa occidental, sin embargo, adole
del defecto de su. dispersión administrativa.
por ejemplo las cifras que los veintiún países d
de Europa destinan a investigación científica pu
ga al sorprendente resultado de que es, aproxim
equivalente a lo' que los Estados Unidos destin
mo fin. En esos datos quiero apoyar mi con
que, en vez de hablarse tercamente de un
en decadencia, estamos en realidad ante un co
pueblos que avanzando en el proceso de su u
pueden y deben convertirse en un nuevo polo
brio y moderación con peso decisivo en el ten
flictivo panorama internacional.
Todavía ese proceso de unificación europeo
de culminarse, pero van apareciendo nuevas
claman por su relanzamiento. Recientemente, e
yen noviembre de 1981, el gobierno francés po
en Bruselas, y los ministros de exteriores alemá
no en el Parlamento europeo por otro, anunc
dos programas para esa activación acogidos co
y expectación. Europa sigue, pues, adelante en
so de unidad.
Quiero antes de terminar hacer asimismo u
tante puntualización. El concepto de la. unidad
va más allá de la actual división ideológica d
blos que la integran, cuyas fronteras militares
fueron impuestas como resultado de los acuerd
ta y Potsdam, interpretados por Stalin a su
beneficio de la Unión Soviética. En ningún mo
sido olvidado por las naciones de occidente.
que la idea central de la Europa unificada de
debe extenderse desde el Atlántico a los Ura
quiere ser coherente con el sentido histórico
de esos pueblos.
Colección Ensayos.Fundación Juan March(Madrid)
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En el reciente mes de noviembre de 1981
en Roma un coloquio internacional, atendiend
mamiento del Papa Juan Pablo 11, y bajo el
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las Universidades
Colección Ensayos.Fundación
Juande
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Pontifici
lica de Lovaina. El signo de ese im
era estudiar las raíces comunes cristia
europeas del Este y del Oeste. Decía
su discurso que, si bien era cierto qu
Europa habían sido y eran, en el prese
considerables, resultaba necesario bus
mo un hontanar común de fe y de cu
der el camino de su unificación. «Las
. nómicas y políticas no serán capaces
que ir más lejos, en profundidad, a
nes éticas» -dijo-o El cristianismo
de los cimientos de la Europa actual
de Este. Aunque no es la única raíz d
dad a la que pertenecemos. «Somos h
de Rougemont, que también asistía a
nas- de Roma y de Jerusalén».
He querido exponer un aspecto s
de esa identidad ideológica que permite
de la Europa occidental acentuar su'
Esta es la Europa de hoy, la Europa
de los gobiernos y de los parlamento
y de las opiniones, de las libertades y
de las alternativas de gobierno y del
La Europa, en fin, de las realidades
seguirá unida en lo esencial con los Es
alianza militar comparte y le resulta
que conserva en el seno de esa Alia
colectiva creciente, como se ha podid
caso de la. crisis polaca en que los c
otros no eran, del todo, coincidentes
división de la Alianza existe y sería
obsequio que el Occidente podría o
Soviética y al Pacto de Varsovia. P
occidental puede caer en el neutralism
para la supervivencia; ni los Estados U
tirse atraídos por el aislacionismo y e
«Fortress America», que son tenden
gran sociedad norteamericana.
La identidad ideológica del Occid
otros son fieles es, en resumen, un d
que defiende el progreso moral del ho
el principio de la libertad.
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