El claustro de Pablo Reyes by ~curchatovio

Anuncio
El claustro de Pablo Reyes
Pablo Reyes pasa horas admirando su páramo construido de irrealidades e irrelevancias. Es su
mundito apuntalado de mentiras, construido con imaginación enferma. Busca errante
aberraciones que otros desechan o dejan olvidadas. Cosecha de esa basura sin raciocinio ni
sentido. "¡Que valor intazable tiene esto!". Sin titubeos incorpora a la estructura del páramo lo
encontrado, destruyendo su persona física un poco cada día. Su pobre mente enferma errar sin
rumbo ni talante. A quien le importa. Ese mundo detrás de la realidad sé a apoderado de él. Ya
no tiene remedio, resta esperar que su mente se absorba y pierda el alma. Lo único que importa
es que nadie más corra su suerte.
"¡La culpa es de mi otro yo!". Pablo es el único causante de su desgracia o su gloria, Ha dejado
caerse en las fauces de su "otro yo". Al principio es solo un pensamiento. Cautamente adquiere
mayor sustancia. Sin previo aviso comienza el principio del fin. Se materializa y comienza el
drenaje de la vitalidad. Vitalidad que es conferida con la natalidad; tentativa elixir dulce que
permite la vida del ente...del "otro yo".
Este ente que ataco a Pablo tiene muchas formas y ninguna. La forma la confiere nuestros
pensamientos. Si, Es tan real como uno mismo. Hasta me atrevo a decirte que constituye la parte
más arraigada de nuestras entrañas. Inmerso en lo mas profundo y oscuro del ser.
Nunca nos liberaremos de su existencia, el no existe solo es. Puede estar en cualquier parte,
esperando que te descuides para desgarrarte una parte de tu ser. No se certero si nos controla o es
controlado. Intuyo la independencia del ente. Parásito inmundo.
No es una forma demoniaca, los diablos solo son una creación cultural. Él es quien se alimenta
de nuestro miedo a esta creencia. "¡ Yo no arrebato nada!. Espero que me pidan, yo a cambio
obtengo la sustancia física del pidiente". Pablo dio su razón a cambio de una ilusión. Un paraíso
personal, claustro frío y tenebroso, donde no existe la depresión, la infelicidad que amargó su
miserable vida. ¡Que iluso!. ¡Que imbécil!.
"¿Para que quiero vivir? , ¡Dame mi páramo!". Grave error. Todo empieza cuando haces una
introversión y te acusas de una mala acción."¡ Pablo pone más empeño!". Quizás te es una
situación familiar. Ahí es cuando cobra vida tu "otro yo", el incorpóreo ente. Revive drenando tu
persona. "No te figuras al ente sorbiéndote los sesos con una bombilla". ¡Estúpido
esquizofrénico!.
Pablo es un "pobrecito". De esos que despiertan nuestra lastima por alguien que
incompresiblemente torpe. Este es el típico caso donde el ente se despierta en las entrañas. Pablo
no soporta el mundo exterior a su persona; vive en una nube de pedo. "Me vas a decir a mi que
nunca le diste demasiadas revoluciones a los engranajes. Nunca te pasaste de vueltas con la
manija."
Todos y cada uno transitamos esta existencia que denominamos vida; nadie esta exento del "otro
yo". Corremos peligro de caer en el olvido vacuo. ¡Quién es consciente de ese vacío! .Carece de
total sentido. Optar por la ignorancia inocente es más sencillo. La inocencia es impune, inmune a
cualquier ataque. ¡Quien sea libre de toda culpa, es merecedor!.
De chico Pablo Reyes fue un desgraciado. Desaprovecho su juventud por no "desperdiciarla".
Tantas veces se dice: "la vida merece ser vivida con alegría. Sino no es vida". Repetimos al
compás de nuestra propia desgracia. "¡Sos un tiro al aire, la puta madre!" ."¡Sos un imbécil
Pablo! ¿No podes hacer nada bien? . Ninguna mujer te va querer Pablo". Después de citar a los
reales estúpidos que dijeron estas frases, dudo que Pablo Reyes, tenga culpa alguna de que se
halle recluido en el claustro de su propio cerebro.
***
"No era consiente... no entendía la vos de mi yo. Yo hablo solo... converso bastante. Soy mi
mejor compañía. Me digo algo y una vos en mi cabeza me contesta. A veces me otorga buenos
consejos. Sabes. paso bastante tiempo hasta que mi otro yo cobro vida. No sabia que me
contestaba él. Hubo una vez en que lo pude ver, pero era ¿intangible se dice? .¡Cómo mirar un
espejo!."
" No sé por que... pero me enfermaba. Treinta ocho de fiebre, con tos en la cama. A mi no me
importaba, mi otro yo me cuidaba. Jugábamos, todo eso. Al principio era bueno, pero se enojo de
conmigo y se puso brava la mano. Me trataba mal... como las demás personas. Me insultaba, ya
no era como antes."
"Cuando recién lo conocía era el único en toda mi vida, hasta ahora que me trato bien. Con
afecto, me tenia en cuenta. Hace ya un año que no se aparece más. Solo me decía cosas al oído
sin dejarse ver. No lo tendría que haber tratado mal a mi único amigo. Él fue el único."
" Antes de que se fuera me hizo un regalo. Me otorgo mi propio paraíso. La entrada es por el
ropero, detrás de la ropa colgada... pero no lo Comentes."
***
El mundito de Pablo es un vómito. Pero su percepción de enfermo le impide distinguir la mierda
de lo bueno. Cuando lo conocí en el sanatorio, logré llegar a la confidencia de su secreto.
_"Sabes que tengo un mundo detrás de mi ropero. Me lo dio mi otro yo. Vos sabes a que me
refiero... el ente. Estaba escrito en la placa... ¿me convidas de tus mates? .Yo te retribuyo con la
historia”. No sé que chiflada te pude sonar esta conversación. Personalmente me sentí gratificado
de encontrar una persona más loca que yo,
Pablo se encerraba en el armario de su habitación. Aguardaba la aparición de un "portal a su
mundo" y viajaba. "Mi mundo es un valle donde tengo un pequeño lago, con árboles y un prado
donde me tiro a tomar sol". Todas las tardes entre el almuerzo y el horario de visita me relataba
sus andanzas nocturnas en su mundo y de como lo acosaba el "Otro yo”, el ente. A mí me parecía
divertido escuchar esa sarta de locuras. "Primero te menosprecias hasta que te acostumbras a
echar culpas o tu otro yo. El Ente cobra materia y concede dones ". Me comentaba Pablo. "Cree
mi mundo y después de mucho visitarlo me trajeron acá"
***
"Es de lo mejor mi páramo. Mejor no me lo podría haber imaginado. Ahí no hay nadie que se
aproveche de mí. Es un valle rodeado de sierras. Hay un hermoso lago de aguas transparentes. Es
de agua que se pude beber. No hacen mal, es más pura que el agua a corriente. Bordeando mi
lago, están los pinos que me imagine. Es lindísimo. Tendrías que imaginarte uno... No te das idea
te llena de energías."
***
Le tome afecto a Pablo. Era una persona sin maldad. Confieso que es lo único que recuerdo con
alegría de aquellos tiempos. Si lo hubieras conocido, vos también lo hubieras llegado a querer
tanto como yo. Muchas tardes de letargo pase con sus historias. Perdido en el pasado encontraron
a Pablo muerto en el armario. Hoy me cuido de andar dándole demasiadas vueltas a la manija.
Trato de no andar hablando solo.
Bahía Blanca, primavera de 1997. Mario Ormaechea Lugones
Descargar