“Sistema de Justicia y Crisis Institucional”.

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Institucionalidad Democrática
“Sistema de Justicia y crisis
institucional”
Dr. Carlos Luis Carrillo Artiles
Abogado, Especialista en Derecho Administrativo
Universidad Central de Venezuela. Doctorado en Derecho
Universidad Central de Venezuela. Profesor de Postgrado
en Universidad Central de Venezuela, Universidad
Católica Andrés Bello, Universidad del Zulia. Profesor de
Postgrado en Derecho Constitucional Universidad Libre
de Colombia.
La Constitución de 1999, emerge con la idea de
que ahora en vez de tener una trifulcación clásica
de poderes entre ejecutivo, legislativo y judicial,
tenemos la novedad de unos supuestos noveles
poderes, el Poder Ciudadano y el Poder Electoral.
Si estamos hablando de una revisión de la
institucionalidad del país creo que tenemos en este
momento un problema de desinstitucionalización,
en ese sentido personalmente creo que en papel
tenemos más instituciones pero en la práctica no
están siendo realmente operativas.
generando un verdadero problema a nivel de todo
el respeto del estado de derecho.
Los procesos están ungidos de un carácter
que yo denomino como “la inflexibilidad o el
carácter de la formalidad procesal”, sin embargo,
aquí se observan cosas inquietantes, algunos
operadores judiciales, específicamente jueces,
han leído dos artículos de la Constitución el 26 y
el 257. El articulo 26 cuando habla de la justicia
dice que hay que buscar la justicia mas allá de
las formalidades que realmente sean esenciales,
y el 257 habla del proceso y que específicamente
constituye el camino o mecanismo para obtener la
justicia aún a costa de las formalidades esenciales.
Al promulgarse la Constitución del 99, hubo una
especie de euforia y de efervescencia judicial
en su lectura y relectura, y hubo un ejercicio un
poco inquietante en cuanto al desplazamiento de
las llamadas formalidades de la ley, eso hacia que
dependiendo del operario judicial ellos podían
interpretar ciertas forma establecidas en la ley
como no esenciales.
De lo que vengo a hablarles, es justamente
del problema de la operatividad de los órganos
encargados de la función jurisdiccional, es
decir, los órganos encargados de llevar a cabo
el ejercicio de la justicia, la administración de
justicia. Si nosotros nos paseamos por lo que es
un proceso judicial, y que todo proceso tiene una
características esenciales, y siendo el proceso
justamente el camino, el riel, por donde va a pasar
esa función jurisdiccional, esos entes judiciales
van a ejercer una función jurisdiccional que
consiste en dirimir controversias para producir la
Quien les está hablando tiene una formación
sub- función del hecho en el derecho, y por lo
retrograda
y atávica porque cuando estudié
tanto, van a generar un producto único llamado
sentencia, de allí que las sentencias siempre derecho, me enseñaron que todo lo que está
establecido en la ley obliga a los operarios públicos,
tengan un carácter sub-legal.
porque las reglas del juego que diferencian a
Eso es importante tomarlo en cuenta ya que los operarios públicos de los particulares es la
más adelante voy a tratar de evidenciar, que en llamada sujeción a la norma de competencia,
el caso venezolano tenemos un grave conflicto por tanto, las normas de rango legal no pueden
en este momento, una desorbitación real de los ser relajadas por operarios judiciales, porque de
órganos judiciales y sobre todo de una especial ser así estamos en presencia del rompimiento del
Sala del Tribunal Supremo de Justicia, que está estado de derecho, toda forma que esté establecida
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en la ley aunque pareciera en principio inútil por
algo está en la ley. Si realmente los operarios
consideran que esa norma no está siendo útil
porque les parece que esta atrasada en el tiempo,
lo lógico, lo coherente de un estado racional y
organizado es que se modifique la norma a través
de mecanismos estatuidos para ello y salga una
nueva norma y se desdibujen esas formas que
no son esenciales, pero mientras esté en la ley
es esencial, sobre todo en un país tan tropical
como Venezuela, donde a lo mejor a cualquiera
de nosotros nos parece tonto que en las puertas
de un tribunal se anuncien cosas que parecieran
ser inútiles como por ejemplo, que el juez le lea
a un testigo unas formalidades especificas, y
la gente dirá ¿qué sentido tiene eso? pues eso
tiene un sentido de garantía y equidad entre las
partes del proceso, porque si no se hace pueden
suceder mecanismos de distorsión, y acuérdense
que el juez está actuando frente a dos partes
que efectivamente están buscando cada una
establecer su propia verdad. Entonces todas esas
formalidades aún cuando parezcan inútiles por
algo están en la legislación, en el momento en
que sean inútiles el único camino para dejarlas
sin efectividad seria evidentemente pasar por un
proceso de modificación legislativa.
El juez en el caso contencioso administrativo,
y el juez constitucional, lo único que va a
controlar es la contrariedad a derecho, es decir, la
vulneración de las normas jurídicas, es un censor
del derecho. Cuando el juez se convierte en otra
cosa estamos en presencia de unos verdaderos
mecanismos inconstitucionales, como puede ser
una usurpación de funciones. Una de las cosas
curiosas de la aplicación de la justicia en Venezuela
de data reciente es que he observado que con
mucha fluidez y mucha desfachatez a veces los
jueces se están convirtiendo en usurpadores de
funciones administrativas y legislativas, cuando
de alguna manera se ponen a cambiar normas,
a crear procesos, codificar actos. El juez no está
para eso, el tiene que verificar el apego o no de
la norma, o del acto o de la situación al derecho
y declarar que es válido o inválido, no puede
generar mecanismos ni apalancamiento sobre
otras actividades porque la misma Constitución
le prohíbe ese ejercicio de poder legislar, porque
el no es un órgano legislativo, tampoco puede
dictar o modificar actos administrativos porque
tampoco es administrador, ni conocer de lo que
se ha denominado el mérito de los actos, la
oportunidad de conveniencia para dictar los actos,
porque eso le corresponde a la administración
pública, por lo menos no cuando actúa como
órgano jurisdiccional.
Creo que realmente aunque se hayan hecho
intentos con buena intención para modificar la
estructuración de los órganos judiciales, en el
fondo tenemos un ejercicio de involución en
varias cosas o por lo menos de estancamiento.
Cuando se habla en la problemática actual del
proceso judicial venezolano lo primero que
nosotros nos encontramos, es que, por lo menos
para algunos que nos hemos dedicado a estudiar el
área, estamos en presencia de una obsolescencia
total del principio de legalidad.
Verdaderamente el principio de la legalidad
administrativo que se funda en la preexistencia
del estado de derecho no es solamente un
artículo, es todo un entramado legal que va mas
allá de ese simple artículo, en ésta Constitución
se ha ampliado ese espectro, por lo menos
en papel, ahora, yo creo que en la realidad
el respeto al estado de derecho, el respeto a la
Constitución y a la normativa, este verdadero
apego de los funcionarios a las normas que le
atribuyen competencia hoy en día son menos
atendidas por los operarios públicos, eso creo,
que tiene una motivación, creo que en Venezuela
estamos en presencia incontrovertiblemente de
una ausencia real de la separación de las ramas
del poder público y de los órganos que deberían
ser independientes. En ese sentido, aún cuando
históricamente nosotros no tenemos ese trauma
del derecho francés de la separación incólume
de las ramas del poder público porque allá
surge frente a la figura de la Monarquía muy
recelosamente esa idea de que el poder judicial
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se encuentre totalmente separado del ejecutivo y
del legislativo, aquí siempre se ha hablado de una
especie de colaboración, sin embargo, yo creo
que en este momento estamos en un problema
grave. Por ejemplo, todos los órganos encargados
de controlar la operatividad de otros órganos
pareciera tener la misma visión, y pareciera que
no están ejerciendo realmente su actividad para
la cual fueron creados, figuras como el Ministerio
Público, la Contraloría General de la República,
la Defensoría del Pueblo, integrantes del novel
Poder Ciudadano, que no tiene nada que ver
con el poder moral de Simón Bolívar, pero que
lo han vendido así, estos órganos son censores,
nada mas y nada menos que de la operatividad
de los que se llama la moral administrativa y la
ética pública de los funcionarios, y no solamente
eso, sino son los órganos naturales de control de
las distorsiones eventuales de los magistrados
del Tribunal Supremo de Justicia, yo creo que en
este momento si no están de vacaciones por lo
menos están ocupados en otras actividades que
no son para las que realmente fueron creados,
aparte de esa situación, también tenemos una
visible y palmaria desinstitucionalización del
país y una pérdida grave en la credibilidad en
las instituciones y en la ética de los órganos
públicos. Yo tengo la experiencia curiosa de dar
clases en Bogotá y pareciera mentira, Colombia
en una situación de guerra de hace cuarenta años
hay muchas empresas que estaban en Venezuela
y se mudaron a un país que está en guerra porque
simplemente hay un respeto a la juridicidad, en
Colombia aún cuando el problema interno es tan
grave la gente cree en los tribunales, la gente tiene
decencia y cree en los jueces, en el Consejo de
Estado Colombiano, en la Corte Constitucional
Colombiana, aún, como en todos los lugares
del mundo donde pueden haber intervenciones
políticas en las decisiones judiciales, de alguna
manera la población y no solamente la población
sino los órganos activos y productivos de la
Nación realmente tiene verdadera credibilidad
y creen en el carácter ético de los jueces que
mayoritariamente las decisiones son buenas. En
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el caso venezolano sentencias y fallos de la Sala
Constitucional, de alguna manera a veces, han
generado verdaderos mecanismos inquietantes
de trastornos de lo que realmente se entendía
por Derecho Constitucional y por el respeto a
la Constitución. En ese orden un caso notorio
del Derecho Colombiano es la declaratoria
de responsabilidad patrimonial de Estado, es
cotidiano que se declare la responsabilidad del
Estado de cualquier índole: legislador, judicial
y específicamente administrador. En el caso del
Estado Venezolano, imagínese usted manejando
su carro, cuando cae en un hueco y debería
responsabilizarse al Estado Local, Municipal, en
este caso, o si se trata de una carretera nacional
o estadal, imagínese demandar al Estado para
que le repare el daño sufrido, en Venezuela esa
situación pareciera algo curioso, algo risible,
pero esa es la diferencia de tratamiento entre la
credibilidad e institucionalidad y la operatividad
real de la misma.
Así mismo, yo creo que en el caso Venezolano
si lo que estamos tratando de detectar es el
problema de la crisis institucional judicial,
el ejemplo más crudo y más doloroso que
tenemos es el envilecimiento real de lo que se
ha denominado la Jurisdicción Contencioso
Administrativa, tenemos alrededor de nueve a
diez meses, sin la existencia del segundo tribunal
más importante del control de las conductas del
Estado, la extinta o suspendida Corte Primera
Contencioso Administrativa. Si usted tiene una
sentencia que tiene que ser revisada emanada de
un tribunal contencioso administrativo que es
la primera instancia que controla la materia en
ciertos aspectos, por ejemplo estadal o municipal,
si usted tiene que apelar, bueno usted la apela y la
mete en un congelador, porque en este momento
no hay órgano jurisdiccional que pueda revisar
esa sentencia. Por otra parte hay ciertos casos que
se tienen que manejar directamente en la Corte
Primera, lo que se llama la competencia residual del
artículo185 de la Ley vigente de la Corte Suprema
de Justicia, tampoco en ese caso existe un órgano
jurisdiccional que decida, allí tendríamos otro
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problema que aducir pues también tendrían que
ser elevados ante la Sala Político Administrativa,
pero como no hay Corte Primera, no tenemos
justicia. Estamos en presencia de algo realmente
curioso, un verdadero ejercicio evidentemente
por el Estado de negación de justicia, lo peor que
puede suceder en un estado es que un órgano que
debe impartir justicia no exista o que exista en
papel.
en legisladores, desconociendo verdaderas
potestades que tiene la Sala Constitucional
establecidas en el artículo 336, como lo es el
control de la constitucionalidad por omisión
legislativa, es decir, están trastornando las mismas
competencias que ellos detentan, haciendo algo
que no pueden hacer porque son incompetentes, y
ese vicio de incompetencia, está estipulado nada
más y nada menos que en la Constitución, es una
especie de tautología extraña, donde el encargado
Otro problema grave que seria importante de proteger el objeto jurídico de protección es el
debatir es el que creo y denomino la primero que desvirtúa esa protección.
“desjuridización de lo jurídico”, tengo la
sensación marcada que a través de una tímida
Por último, yo quiero evidenciar, la llamada
enunciación en la Constitución, después de una mora legislativa, en una serie de instrumentos
orquestada formulación de fallos judiciales y que son absolutamente importantes para que
específicamente de la Sala Constitucional, se ha en Venezuela exista por lo menos un ejercicio
venido desjuridizando el tema jurídico, es decir, cristalino de la justicia, la irregular normativa de
cada día es menos importante hablar de derecho la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia,
y convertir la materia de derecho en algo menos la Ley Orgánica de la mal llamada Jurisdicción
que jurídico, es decir, colocarlo en algo coloquial, Contencioso Administrativa, y la Ley Orgánica
en algo menos técnico, ese ejercicio poco a poco de la mal llamada Jurisdicción Constitucional,
ha producido inquietantes fallos, primero a que pondrían a derecho una serie de situaciones
través de unos mecanismos argumentativos bien que se están realizando en la práctica.
curiosos, donde cada día el problema jurídico es
Específicamente quiero referirme como
menos importante porque lo jurídico puede pasar
a segundo plano, porque lo interpretativo es más poco a poco, la Sala Constitucional se ha ido
importante y la interpretación a ultranza de una arrogando potestades por vía jurisprudencial,
visión parcial puede generar una desvirtuación que cada día se ha convertido más en una especie
de lo que realmente es legal, en eso tenemos de Tribunal Constitucional cuando no lo es,
cualquier cantidad pluri-subjetivas de ejemplos: y ha sido el principal si que quiere catalizador
creación y modificación de procedimientos por la de la desvirtuación del Estado de Derecho, otro
propia Sala Constitucional, normas dictadas por la elemento a detectar, es el grave problema en
Sala Constitucional como si fueran legisladores, cuanto a la idoneidad de los magistrados y jueces,
etc., etc., y no solamente eso sino, lo que ellos yo no me voy a referir a ningún caso concreto, sino
han denominado jurisdicción normativa, esto es que sencillamente ustedes revisen, no solamente
una de las cosas más inquietantes también, es la Sala Constitucional o la Sala Social u otras
decir, la Sala Constitucional, ha tenido la real salas del Tribunal Supremo de Justicia, y de otros
argucia de decir que sus sentencias tienen efectos Tribunales, pero quizás, el más evidenciable, es
de ley, que son una especie de normas dictadas el Tribunal Supremo de Justicia, hay magistrados
por cinco sujetos quien nadie los ha elegido, que que no tienen las especialidades requeridas para
no son deliberativos, que no tienen competencia el área de ejercicio y no solamente eso, sino que
normativa, que no están para eso, cuya función hay fallos de la propia Sala Constitucional, donde
específicamente es la de ser protectores de la ellos reorbitaron los requisitos constitucionales
Constitución, y al final, mientras el legislador no para poder ser magistrados, hay algo allí muy
dicta lo que tiene que dictar, ellos se convierten doloroso, en una sentencia del 12 de diciembre del
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año 2000, una interlocutoria, terminaron diciendo
que los requisitos que están establecidos para
ser magistrados, curiosamente lo interpretaron
de una manera singular, dijeron cosas como que
para la Sala Constitucional y la Sala Social, no
se requiere tener ninguna especialidad, porque
como se debaten tantas cosas distintas, entonces
no hay que saber de constitucional, ni de familia
ni de laboral y algo más curioso, solamente se los
enuncio, dijeron algo así como que, bueno hay un
requisito: haber ejercido la docencia con el cargo
de profesor titular, aquí todos somos académicos,
todo el mundo sabe lo que es el profesor titular, el
grandes ligas, el general en jefe de los profesores,
porque se presume que ha pasado una sapiencia
de superación de cargos, que dedicó toda una vida
a la Universidad, hay un paralelismo, debería ser
igual el magistrado del máximo tribunal de la
República, es el general en jefe de los magistrados
y jueces, es decir, es el que más debe saber, por
eso es que hace ese paralelismo; solamente a
efectos informativos, la Sala Constitucional dijo y
esa decisión es vinculante, que el profesor titular
es el que tenga el cargo, el que titularice el cargo,
cualquier contratado o cualquier profesor de
cualquier rango de una Universidad, en cualquier
Instituto Universitario.
Uds. saben constitucionalmente está consagrada la
tutela efectiva, esto es importante tener claro, que
no es la tutela judicial nada más, la Constitución lo
que estableció fue la tutela efectiva, que de alguna
manera las personas que leen la disposición y no
la leen profundamente, dicen que se estableció la
tutela judicial efectiva, yo tengo tutela de ir a los
tribunales; no! Se estandarizó la tutela efectiva de
los derechos, es decir, que no solamente a nivel
judicial, puede ser a nivel administrativo, hay
justicia administrativa, y no solamente eso sino
mecanismos informales, como la conciliación,
la mediación, el arbitraje, entonces pareciera
que esos incipientes mecanismos que todavía no
creemos mucho en ellos puedan ser una vía de
salida que nos haga creer un poco más en la justicia
administrativa si los órganos administrativos
fueran más racionales de lo que a veces son.
Por último a nivel judicial si hemos tenido
algún ejercicio de justicialidad un poco más
eficiente por lo rápido, se trata de la famosa
vía de la utilización del amparo constitucional,
creo que todavía el amparo sigue siendo un
mecanismo bien interesante sin ser mal utilizado
y sin desorbitar su esfera, por fortuna pareciera
que ahora hay una idea generalizada en ciertos
órganos judiciales a respetar el ejercicio de las
Esas desvirtuaciones hacen que se corrompa medidas cautelares dentro del proceso y fuera del
todo el sistema jurídico, cuando el principal proceso y algunos ejercicios de sustitución. Eso
órgano, el adalid de la protección de la es por ahora, los pocos paliativos que tenemos
Constitución dice cosas como esas, ¿cómo cree dentro de este ejercicio atávico judicial.
uno en la decisión no de ellos, si no de cualquier
tribunal de la república? cuando ese es el ente
Ahora voy a tocar el asunto casi central de lo
rector en la máxima cúspide del ejercicio del que quería plantearles, yo creo que uno de los
poder judicial. Además se han vistos problemas problemas medulares de la justicia venezolana
recientes en designación y suspensión de jueces es que lo que se engendra por derivación de
por la operatividad de la aplicación del derecho lo las potestades que se ha venido arrogando la
cual pareciera que el articulo constitucional que Sala Constitucional, sobre todo porque es un
habla de la autonomía de los jueces, la autonomía verdadero factor de distorsión del aparato judicial,
cada día parece estar en tela de juicio. De todo esto ustedes saben curiosamente que el artículo 253
hay que decir algo bueno, dentro de todo lo malo de la Constitución, dice que hay un sistema de
que he dicho creo que a los abogados y a ciertos justicia que involucra a los abogados, escabinos,
jueces lo único medio paliativo de esta situación, alguaciles, secretarios y jueces, pero lo curioso
es que hay ciertas salidas que hemos buscado en es que metieron a los abogados en todo el cuento,
el estancamiento de la justicia Venezuela, como alguien malicioso en una oportunidad decía,
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que hay un paralelismo muy marcado entre esa
norma y cierta normativa insular cercana de corte
izquierdozo comunista, porque se colocaban
dentro del sistema de justicia a los abogados, esto
no quiere decir que vaya a suceder en Venezuela,
solamente estoy haciendo un ejercicio de
identificación del derecho comparado, después
en el tiempo, muchísimo tiempo después el
gobierno dictó un reglamento de honorarios de
los abogados porque era servicio público y por
tanto controlable por los órganos públicos, no
estoy diciendo que van a dictar un reglamento de
honorarios máximos, sino que eso ha sucedido en
otros lugares del mundo con los abogados y con
los médicos, tomándolo como preámbulo para
poder hablarles de cual es el problema medular
con la desorbitación Constitucional de potestades
que ha tenido la Sala Constitucional, que ahora
plantea que tiene unas sentencias vinculantes,
no solamente para los tribunales que ejerciten la
protección de la Constitución, por el control de
amparo o los controles difusos, porque el poder
concentrado lo tiene ella específicamente, sino
que también dice otra cosa mas curiosa, que nos
norma a nosotros donde quiera que estemos, es
decir, que son una especie de legisladores.
En el año 99 se crea la Sala Constitucional,
curiosamente el mismo día que se creó la Sala
Social y el mismo día que nació la Sala Electoral,
es decir, son tres bebes que nacieron el mismo
día, con competencias propias en el mismo
órgano y deberían tener la misma posibilidad
de acción. Eso se hizo por la necesidad de
crear un órgano especializado que controlara
la materia Constitucional o el ejercicio del
control concentrado de la Constitucionalidad,
se determinó a ciencia cierta que iba a tener el
mismo régimen que el Tribunal Supremo de
Justicia y que iba a integrar conjuntamente a las
otras Salas, la Sala Plena. En este sentido pienso
que la Constitución tiene un problema semántico,
debería llamarse Tribunal en Pleno, no Sala
Plena, porque vamos seguramente a ver otro
conflicto: si la Sala Constitucional puede revisar
Sentencias de la llamada Sala Plena o si la Sala
Plena está por encima de la Sala Constitucional.
Creo que el ente que compone a todo el Tribunal
Supremo de Justicia es la mal llamada Sala Plena
que es el tribunal en pleno de la cual forma parte
la Sala Constitucional, si embargo, está todavía
a la mitad del camino decidir si el poder real lo
tiene la Sala Constitucional o lo tiene el Tribunal
en Pleno.
Las competencias que tiene la Sala
Constitucional son de la más variada gama.
El artículo 336 establece un conjunto de
competencias, por otra parte el control
concentrado de la constitucionalidad se encuentra
en los artículos 266, 334, y 336, además tiene
facultades interpretativas vinculantes, estas
facultades son lo que en derecho Colombiano se
llama el poder de unicidad o uniformidad sobre
fallos en materia de amparo constitucional.
Si ustedes hacen un seguimiento van a darse
cuenta como se amplió las potestades de la
Sala Constitucional por la reimpresión de la
Constitución del 24 de marzo, una constitución
que no vimos, que la modificaron de una manera
que no está prevista porque no es una enmienda,
no es una reforma, ni es una asamblea nacional
constituyente y el texto fue modificado, tan fue
modificado que si se compara el artículo 336
ordinal 10 del 30 diciembre, con el artículo 336
ordinal 10 del 24 de marzo, encontramos un par
de palabritas que para los que somos abogados si
sabemos lo que quiere decir: revisar las sentencias
de amparo Constitucional decía la del 30 de
diciembre, la otra decía: revisar las sentencias
definitivamente firmes de amparo Constitucional.
Si eso es así, no estamos hablando de una segunda
instancia, estamos hablando de una ultra-instancia
judicial, y lo peor, que a través de los fallos que
ha dictado la Sala Constitucional, ha establecido
que eso es furtivo, selectivo y que opera cuando
ella considere que es viable, es decir, un ejercicio
totalmente discrecional que se está auto arrogando
un órgano del poder Público. Y no solamente eso,
sino que eso acabó definitivamente con la llamada
cosa juzgada formal, ustedes saben que el amparo
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Institucionalidad Democrática
nunca generaba cosa juzgada material sobre lo
que se estaba debatiendo como controvertible por
la violación del derecho o garantía constitucional,
pero si había una cosa juzgada formal, uno
pasaba por una primera instancia y una segunda
y ahí ganara o perdiera se acababa la discusión
y había certeza jurídica en el fallo. Ahora en
Venezuela, la cosa juzgada formal en materia de
amparo no existe, la Sala Constitucional puede
revisar y volver a revisar, inclusive su propio
fallo y cambiarlo en el tiempo de acuerdo a la
visión que ella considere de la interpretación que
haga de esa protección constitucional. Eso es un
ejercicio que atenta contra la seguridad jurídica.
En esa misma Constitución nos acuñaron una
inédita y nunca vista exposición de motivos, yo
soy un poco cáustico con esto, como eso nadie
lo aprobó, como nadie lo vio en la Gaceta Oficial
de los primeros días de diciembre, y eso no fue
sometido al referendo aprobatorio, eso no existe,
y por fortuna la Sala Constitucional, terminó
diciendo lo mismo que eso está ahí, pero que
eso no forma parte del contenido normativo y
que bueno, ni siquiera es fidedigno. La realidad
es que la exposición de motivos fue hecha postconstitución, post-publicación del 30 de diciembre,
desvirtuando a veces el mismo contenido de la
Constitución, en múltiple cosas, esa exposición
de motivos amplía aún más esas potestades de
la Sala Constitucional, afortunadamente no es
normativo. Esa exposición de motivos es la que
pretende equiparar a la Sala Constitucional como
si fuera un Tribunal Constitucional, dándole la
potestad de interpretar ahora la Constitución, y
creado una teoría de que ella es la que tiene el
ejercicio del control de una acción autónoma de
interpretación Constitucional, es decir, ella va a
redimensionar los artículos Constitucionales, le va
a dar contenido, inclusive va a contrastar principios
constitucionales o otros artículos, lo cual produce
un problema práctico, porque al final que pasaría
si el choque entre esa norma Constitucional y
los principios fuera contradictorio, o si entre dos
normas constitucionales existiera choque, ¿sobre
cual principio o norma recaería la declaratoria de
inconstitucionalidad?
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Ningún Tribunal Constitucional o Corte
Constitucional del mundo, tiene potestades
concentradas vinculantes, de una acción autónoma
de interpretar la Constitución, ¿por que? porque
sencillamente es un órgano constituido, que no
puede convertirse en un órgano constituyente,
porque en la medida que ella interprete la norma,
va a modificar la Constitución, en otras palabras
eso nunca se ha visto, solamente aquí. Aparte
de esa ampliación, que está en el papel de la
exposición de motivos, que algunos no la toman
en cuenta, porque no tiene base refrendaria y no
tiene base soberana, sino que está anexada a la
Constitución, no se si como una orquídea o como
un parásito, lo que si debe tomarse en cuenta
es la descripción de las potestades que se ha
arrogado por decisiones judiciales la misma Sala
Constitucional:
1.- El primero es el llamado recurso de
revisión constitucional, lo que está establecido
en la Constitución no es un recurso de revisar
la decisiones de las otras Salas, sino cuando se
desvirtúe realmente el principio de la unicidad o
la uniformidad, que es una cosa distinta.
2.- La supuesta potestad que tienen de conocer
una acción autónoma de la Constitución, yo creo
que eso no lo pueden hacer pues se convierte en
órgano constituyente, están usurpando ahora la
función del constituyente y la Sala Constitucional
es un órgano constituido.
3.- Además la jurisdicción normativa, a través
de sus fallos están normándonos a todos los
individuos y por último,
4.- El problema de la supresión de la
autonomía de otras Salas, es bien curioso como la
Sala Constitucional que tiene un origen reciente
ha hecho un verdadero ejercicio de inmersión
en la autonomía real de otras Salas, que nació
el mismo día que surgió la Sala Constitucional
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y la Sala Electoral. Efectivamente el Artículo
297 de la Constitución establece que este es
el órgano rector de los actos dictados por el
órgano electoral el Consejo Nacional Electoral,
sujetando su ejercicio a la Ley Orgánica del
Poder Electoral y la Ley Orgánica del Sufragio y
Participación Política, por lo tanto sus actos son
sub-legales, en consecuencia controlables por la
Sala Electoral. Sin embargo en un ejercicio no
se si de subterfugio de interpretación curiosa, la
Sala Constitucional dice que no, que eso es un
problema Constitucional, porque lo que dicta,
supuestamente el Consejo Nacional Electoral,
se funda directamente en la Constitución. Yo no
concibo eso, ni concibo a nadie que lo conciba así;
quisiera que alguien me lo explicara, porque creo
que eso realmente no existe, es decir, no son actos
asimilables a la ley y mucho menos si lo llaman
reglamento, porque el reglamento evidentemente
está dentro del tercer plano jurídico de la escuela
germano-vienesa de la estructuración del orden
jurídico. Es algo que se encuentra en un signo de
interrogación, que ya veremos que pasará. A lo
mejor se suprimirá la autonomía no solamente de
la Sala Electoral, sino que al paso que vamos, no
es de dudar que algún día la Sala Constitucional,
termine diciendo que ella tiene la autonomía de
la Sala Plena.
Creo igualmente que la acción autónoma de
interpretación Constitucional, es una verdadera
usurpación de funciones del órgano constituyente.
La Constitución dice cuales son las únicas
formas de modificar la Constitución: enmienda
y reforma, las cuales hoy en día significan lo
mismo, la única diferencia es el procedimiento.
Curiosamente si ustedes leen la Constitución,
se van a dar cuenta que antiguamente había
una diferencia entre enmienda y reforma, ahora
no existe ninguna, solamente a nivel procesal,
y la previsión constitucional de la Asamblea
Nacional Constituyente, lo cual es una cosa bien
curiosa, pero si no es así, mal podría un órgano
constituido cambiar la Constitución, primero
porque esas interpretaciones nunca podrían ser
vinculantes, después, porque esa potestad no está
expresamente en la Constitución, ni está en la ley,
porque no se ha creado la Ley de la jurisdicción
constitucional, no lo duden que en algún
momento, con este ejercicio legislativo también
curioso, sin calificación expresa de mayoría de
la dos terceras partes, tengamos a lo mejor una
ley orgánica de la jurisdicción constitucional,
donde le den esa potestad a la Sala Constitucional
y estarían blindados, pero en este momento, no
tienen fundamento constitucional ni legal para
hacerlo.
Por último la Sala Constitucional, con ese
ejercicio puede desvirtuar la operatividad del
Poder Público, ciertamente con relación a
la jurisdicción normativa, yo creo que de la
redacción, de la ingeniería constitucional, en
ningún lado se establece que tiene competencia
legislativa, eso se llama usurpación de funciones
legislativas, vicio constitucional de competencia,
sus integrantes nunca fueron elegidos por
comicios, sino fueron base sufragal, no pueden
ser legisladores, no hay representación de las
minorías, no es un órgano deliberativo, de
ninguna manera tienen legitimidad o potestad
para dictar normas y vincularnos a nosotros
donde quiera que estemos, aún cuando sean los
especialistas más iluminados que puedan haber,
no pueden someternos a nosotros, porque las
reglas del Estado es que nosotros tenemos que
acatar lo que emerja de los órganos legislativos
porque es una representación de las minorías y
es el único órgano representativo real del Estado.
Lo más grave es que ellos están desconociendo
su propia potestad de control estipulada en el
artículo 336 constitucional, el cual señala la
potestad de la Sala Constitucional para declarar la
inconstitucionalidad por omisión de los órganos
legislativos, ya sea total o parcial de la ley, ése
es el mecanismo idóneo, no hacer sentencias que
hagan las veces de leyes.
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