Mearía y los musgos, tan frecuentes en los sitios paludosos, influyen

Anuncio
,(2i)
Lacoizqueta.—PLANTAS DEL VALLE DE VERTIZARANA.
Mearía y los musgos, tan frecuentes en los sitios paludosos,
influyen también en la salubridad de este país.
Gracias demos al Criador, que cual cariñoso padre cuidó así
d é l a conservación de nuestra salud. Los Jíieráciim toréale J
stitum y el Solidago Virga-aurea, que ocupan los ribazos y lugares estériles; el Lactuca muralis y el Bujileurum falcatum,
que vegetan en los peñascales elevados: el Sjñraivthes autumnalis y el Ffipaciis laiifolia, tan frecuentes en los bosques
y lugares arenosos,; y los A wirant/ius y los C/ie¡wj;odiim, que
inundan los maizales, nos indican la decadencia de las fanerógamas, que dejan lugar á generaciones de otro orden, como
los hongos que figuran en gran escala, en la vegetación del
próximo mes d e ^ . e t i e n u b r ^ - j ^ . , . j
. oíiaiirbxe us
Á principios de este último escarda el labrador los nabos
que sembró en el rastrojo; quítalas hojas y crestas de los maíces para que así tengan más luz y calor las plantas como el
nabo, las alubias, etc., que entre sus cañas crecen; pues por
el .cultivo alternado se obliga á la tierra á la producción de
varias cosechas á la vez; siega también segunda vez sus prados y continúa cortando el helécho, cuya recolección empezó
á fines del mes anterior en los sitios secos y estériles. Aunque
ha disminuido el número de especies que embellecen el c a m po con sus flores, ostentan, sin embargo , su florescencia. La
Datura Talula, los C/ienopodium álbum y ambrosioides, el Leersia oryzoides y diferentes Daucws, cuyas niveas umbelas contrastan con la esterilidad de los prados secos.
r . go^o eJ¿s uel. p ¡e ^t| ^ún c|i líe,n|§ fial en ¡^(¡primeras,,agidas
donde quiera, l p s h p n g o s y en número tal, que parece que, florece la misma tierra. Las Rusulas y diversidad del género
letus cubren la superficie de nuestros bosques: las Armüaria y los Polgporus elevan sus sombreros sobre los troncos
muertos; las Cortimria y Clavaria entre las hojas caídas;
las Pratella y Áinanita en nuestros prados ; el Lactarius cibarius y Craterellus corimcopiodes en los sitios sombríos y h ú m e dos. Los aficionados á manjares preparados conhong-os corren
en esta época.por el campo con el ojo muy atento en busca
del Bolelus edwlis, el CantJuirellus cibarius, la Pratella gratensis, y sobre todo, el Anianita censarcea (gorringo), tan estimado
y buscado por los romanos. En esta estación se comen los abridores y melocotones, los azucarados higos y el moscatel, que
f
s
15I
;
J
;
J
L
(
t1
l
< ) ! 0 I O 1 Í
l
)
;
Descargar