Efectos de una dieta baja en grasas frente a una dieta rica en

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Med Clin (Barc). 2009;132(6):203–207
www.elsevier.es/medicinaclinica
Original
Efectos de una dieta baja en grasas frente a una dieta rica en proteı́nas y grasa
en pacientes obesos
Daniel A. De Luis , Rocio Aller, OLatz Izaola, Manuel González Sagrado y Rosa Conde
Red temática de Investigación Corporativa en Envejecimiento RD056/0013, Instituto de Endocrinologı́a y Nutrición, Facultad de Medicina, Universidad de Valladolid,
Unidad de Investigación, Hospital Rı́o Hortera, Valladolid, España
I N F O R M A C I Ó N D E L A R T Í C U L O
R E S U M E N
Historia del artı́culo:
Recibido el 19 de octubre de 2007
Aceptado el 5 de marzo de 2008
Fundamento y objetivo: el objetivo del estudio ha sido comparar el efecto de dos dietas sobre la pérdida de
peso: una con alto contenido en grasa y proteı́nas, frente a otra con restricción de grasas.
Pacientes y método: se incluyó en el estudio a un total de 74 pacientes obesos, a los que se asignó de forma
aleatoria al grupo I (dieta de 1.500 kcal/dı́a; un 52% de hidratos de carbono, un 20% de proteı́nas y un 27%
de grasas) o al grupo II, que debı́a seguir una dieta con alto contenido en grasas y proteı́nas (1.507 kcal/dı́a;
un 38% de hidratos de carbono, un 26% de proteı́nas y un 36% de grasas). Antes de iniciar la dieta y a los 3
meses se determinaron: peso, presión arterial, glucemia en ayunas, proteı́na C reactiva, insulina, resistencia
a la insulina, colesterol total, colesterol unido a lipoproteı́nas de baja densidad (cLDL), colesterol unido a
lipoproteı́nas de alta densidad y triglicéridos.
Resultados: se asignó de forma aleatoria a un total de 35 pacientes (4 varones y 31 mujeres) al grupo I y a
39 pacientes (6 varones y 33 mujeres) al grupo II. El grupo I experimentó una mejorı́a significativa de las
siguientes variables: ı́ndice de masa corporal, peso, masa libre de grasa, masa grasa, agua corporal total y
presión sistólica. En el grupo II se apreció una disminución significativa del ı́ndice de masa corporal, peso,
masa grasa, masa magra, glucosa, colesterol toral, cLDL y presión sistólica. Las diferencias de las medias tras
el tratamiento con ambas dietas no fueron significativas.
Conclusiones: en este estudio no se han observado diferencias en la pérdida de peso de los pacientes obesos
con una dieta restringida en grasa frente a una dieta rica en grasa y proteı́nas.
& 2007 Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
Palabras clave:
Antropometrı́a
Factores de riesgo cardiovascular
Dieta hipocalórica
Obesidad
The effects of a low-fat versus a low carbohydrate diet in obese adults
A B S T R A C T
Keywords:
Anthropometry
Cardiovascular Risk Factors
Hypocaloric Diet
Obesity
Background and objective: The aim of our study was to compare the effect of a high fat and a high protein
diet vs a fat restricted diet on weight loss in obese patients.
Subjects and methods: A population of 74 obesity non diabetic outpatients was analyzed in a prospective
way. Patients were randomly allocated to two groups: a) diet I (low fat diet: 1500 kcal/day, 52%
carbohydrates, 20% proteins, 27% fats) with a distribution of fats and b) diet II (high fat and high protein
diet: 1507 kcal/day, 38% carbohydrates, 26% proteins, 36% fats). After three months with diet, weight, blood
pressure, glucose, C reactive protein, insulin, insulin resistance, total cholesterol, LDL-cholesterol, HDLcholesterol and triglycerides were evaluated.
Results: There were randomized 35 patients (4 males and 31 females) in the group I and 39 patients (6
males and 33 females) in diet group II. In group I, systolic pressure, BMI, weight, fat free mass, fat mass total
body water, intracellular body water and waist circumference decreased significantly. In group II, glucose,
total cholesterol, LDL cholesterol, systolic blood, BMI, weight, fat mass, total body water and waist
circumference decreased significantly. Differences among averages of parameters before treatment with
both diets were not detected.
Conclusions: No differences were detected on weight loss between a fat-restricted diet and a high fat and
high protein enhanced diet.
& 2007 Elsevier España, S.L. All rights reserved.
Autor para correspondencia.
Correo electrónico: [email protected] (D.A. De Luis).
La obesidad se ha convertido en un problema de salud pública
muy importante en nuestro paı́s, donde se calcula que dos tercios
de la población presentan valores de sobrepeso y/o obesidad1. En
el ser humano la homeostasis del peso se mantiene gracias al
equilibrio entre la ingesta y el gasto energéticos. Por ello el
0025-7753/$ - see front matter & 2007 Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
doi:10.1016/j.medcli.2008.03.003
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principal enfoque terapéutico en los pacientes obesos es la dieta
hipocalórica. Existen muchas posibilidades de manipulación
dietética. Una de ellas es la popular dieta de Atkins, que consiste
en un bajo aporte de hidratos de carbono y un alto aporte de
proteı́nas y grasas2. Algunos estudios han mostrado que este tipo
de dietas son capaces de producir el adelgazamiento en perı́odos
superiores a un año3–5. No obstante, existe controversia acerca de
los mecanismos por los cuales se produce la pérdida de peso. Se ha
postulado que puede deberse a la reducción de la ingesta calórica,
a la modificación del gasto energético o la pérdida de agua
corporal.
En estos pacientes, la restricción calórica favorece el control
glucémico y lipı́dico, secundarios ambos a la pérdida de peso. No
obstante, algunos trabajos han propuesto que la distribución de
macronutrientes también es importante para mejorar la respuesta
glucémica y lipı́dica de estos pacientes6,7.
A pesar de la indudable importancia de la aplicación de dietas
saludables para tratar este problema sanitario, los estudios que
evalúan la ingesta energética, la respuesta de las variables
cardiovasculares y el gasto energético son escasos y a veces
ofrecen resultados contradictorios. El objetivo de nuestro trabajo
ha sido comparar el efecto de dos dietas sobre la pérdida de peso:
una con alto contenido en grasa y proteı́nas, frente a otra con
restricción de grasas.
Pacientes y método
Se ha estudiado a una muestra de 74 pacientes obesos
no diabéticos —ı́ndice de masa corporal (IMC) 430 kg/m2—,
seleccionados mediante muestreo no probabilı́stico consecutivo
en el Hospital Universitario Rı́o Hortega entre enero y diciembre
de 2006. Estos pacientes fueron estudiados en la Unidad de
Nutrición Clı́nica y todos firmaron el consentimiento informado.
Se excluyó a los pacientes que presentaban historia de enfermedad isquémica cardiovascular o cerebral en los 36 meses previos;
elevación del colesterol por encima de 300 mg/dl, de las cifras de
triglicéridos por encima de 400 mg/dl, presión arterial mayor de
140/90 mmHg y glucosa en ayunas superior a 110 mg/dl, y que
tomaban cualquiera de las siguientes medicaciones: sulfonilureas,
tiazolidindionas, insulina, glucocorticoides, inhibidores de la
enzima conversiva de la angiotensina o antagonistas del receptor
II de la angiotensina.
Determinaciones bioquı́micas
Las concentraciones de colesterol y triglicéridos se determinaron mediante análisis enzimocolorimétricos (Technicon Instruments, Ltd., Nueva York, NY, EE.UU.). Los valores de cHDL se
determinaron enzimáticamente en el sobrenadante tras precipitación con sulfato de dextrano y sulfato de magnesio.
Los valores de glucosa se determinaron mediante un método
automatizado de glucosa oxidasa (Glucose Analyser-2, Beckman
Instruments, Fullerton, California, EE.UU.). Para medir la insulina
se empleó un ensayo enzimocolorimétrico (Insulina, WAKO PureChemical Industries, Osaka, Japón), y se determinó la resistencia a
la insulina mediante el HOMA8. La proteı́na C reactiva se
determinó mediante inmunoturbidimetrı́a (Roche Diagnostci
GmbH, Mannheim, Alemania), con un intervalo de normalidad
de 0–7 mg/dl y una sensibilidad analı́tica de 0,25 mg/dl.
Determinaciones antropométricas
El peso se midió con una báscula con una precisión de 0,1 kg y
el IMC se calculó con la fórmula siguiente: peso (en kilogramos)
dividido por la estatura (en metros, elevada al cuadrado). Se
determinaron el perı́metro de la cintura y el de la cadera para
calcular el ı́ndice cintura-cadera (ICC). Mediante impedanciometrı́a tetrapolar se determinó la composición corporal9 (Biodynamics Model 310e, Seattle, WA, EE.UU.). Se utilizaron la resistencia
y la reactancia para estimar el agua corporal total, la grasa y la
masa libre de grasa.
Se realizaron 2 determinaciones de la presión arterial, con el
paciente en reposo y mediante un esfingomanómetro de mercurio,
y se efectuó el promedio de las 2 determinaciones.
Intervención
Se encuestó a los pacientes durante 3 dı́as mediante un registro
escrito de 24 h para evaluar el cumplimiento de la dieta. Se les
indicó cómo debı́an seguirla mediante atlas con modelos de
raciones alimentarias, y el tratamiento dietético supuso una
disminución de sus ingestas habituales de 300 kcal/dı́a. Un
dietista evaluó los registros utilizando un programa informático
con bases de alimentos nacionales10. El ejercicio fı́sico realizado
por los pacientes consistió en 3 sesiones de ejercicio aeróbico
de 1 h.
Análisis estadı́stico
Procedimiento
Todos los pacientes tuvieron un perı́odo de estabilización del
peso de 2 semanas antes de la realización de las pruebas basales.
Se les asignó, mediante una tabla de números aleatorios, a uno de
los dos siguientes grupos: grupo I, que debı́a seguir una dieta
de 1.500 kcal/dı́a (un 52% de hidratos de carbono, un 20% de
proteı́nas y un 27% grasas, con una distribución de grasas de un
47,1% de monoinsaturadas, un 30% de saturadas y un 22,9%
de poliinsaturadas), y grupo II, que seguirı́a una dieta de alto
contenido en grasas y proteı́nas (1.507 kcal/dı́a; un 38% de
hidratos de carbono, un 26% de proteı́nas y un 36% de grasas, de
las que un 44,3% serı́an monoinsaturadas, un 35% saturadas y un
20,7% poliinsaturadas).
Antes de que iniciaran la dieta y a los tres meses se
determinaron: peso, presión arterial, glucemia en ayunas, proteı́na
C reactiva, insulina, colesterol total, resistencia a la insulina
mediante el método HOMA (Homeostasis Model Assessment),
colesterol unido a lipoproteı́nas de baja densidad (cLDL), colesterol unido a lipoproteı́nas de alta densidad (cHDL) y triglicéridos.
El tamaño muestral se calculó para detectar una pérdida de
peso de 3 kg con un poder del 90% y un error alfa del 5% (n ¼ 30 en
cada grupo). El enmascaramiento de los datos sólo afectó a la
persona que realizó la valoración nutricional y el seguimiento del
paciente, ası́ como al encargado de efectuar el análisis estadı́stico,
pues resultaba imposible realizar el enmascaramiento de los
pacientes al recibir educación nutricional y explicarles en qué
consistı́a la dieta. Los resultados se expresaron como media
(desviación estándar). La normalidad de las variables se analizó
mediante el test de Kolmogorov-Smirnov. Las variables cuantitativas con una distribución normal se analizaron con el test de la t
de Student. Las variables no paramétricas se analizaron con las
pruebas de la W de Wilcoxon y la U de Mann-Whitney. Las
variables cualitativas se analizaron con el test de la w2, aplicando
la corrección de Yates cuando fue necesario, y el test de Fisher. La
diferencia entre las dietas se muestra como diferencia entre las
medias y su intervalo de confianza del 95%. EL análisis de
correlación se realizó con el test de Pearson. Se consideró
estadı́sticamente significativa una p inferior a 0,05.
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Resultados
Firmaron el consentimiento informado 74 pacientes (10 varones
y 64 mujeres), con una edad media (desviación estándar) de 42,7
(16,5) años y un IMC medio de 35,4 (5,5).
Todos tuvieron un perı́odo de estabilidad del peso de 2
semanas antes de iniciar la dieta, con una media en el cambio
de peso de 0,3 (0,1) kg. En el conjunto de la muestra, los
parámetros antropométricos mostraron los siguientes valores
medios: circunferencia de la cintura de 108 (13,5) cm, ICC de 0,9
(0,08) y peso de 92,9 (15,8) kg. La impedancia bioeléctrica mostró
una masa magra de 51,7 (13,5) kg, masa grasa de 40,9 (13,5) kg,
agua corporal total de 40,8 (8,6) kg, agua extracelular de 18,1
(2,9) kg y agua intracelular de 22,6 (6,1) kg. El estudio de la ingesta
basal mostró una media de 1.917 (906,7) kcal/dı́a, 197,6 (93) g/dı́a
de hidratos de carbono, 81,9 (41,7) g/dı́a de grasa y 90,5 (31,4) g/dı́a
de proteı́nas.
Se asignó de forma aleatoria a un total de 35 pacientes
(4 varones y 31 mujeres) al el grupo I y 39 pacientes (6 varones y
33 mujeres) al grupo II (fig. 1). Las caracterı́sticas de ambos grupos
de pacientes (tablas 1 y 2) no mostraron diferencias estadı́sticamente significativas.
Todos ellos completaron el seguimiento de 3 meses —salvo 2
pacientes del grupo II—, con una pérdida media de peso de 4,3
(3,9) kg (4,6%). En el grupo I adelgazó el 93% de los pacientes, y en
el grupo II, el 90,5%, siguiendo ambos grupos las recomendaciones
dietéticas. No se detectaron diferencias en la pérdida de peso de
ambos grupos: 3,8 (4,5) frente a 4,8 (2,8) kg (p no significativa)
(fig. 2).
En la tabla 1 se muestran las diferencias en las variables
antropométricas. En el grupo I se observó la mejorı́a de variables
como IMC, peso, masa libre de grasa, masa grasa y agua corporal
total, que disminuyeron de manera significativa. En el grupo II se
apreció una disminución significativa del IMC, peso, masa grasa y
masa magra.
En la tabla 2 se exponen las diferencias en las variables
cardiovasculares. En el grupo I, la presión sistólica mejoró tras la
dieta, y en el grupo II disminuyeron de manera significativa la
glucosa, el colesterol toral, el cLDL y la presión sistólica.
205
En la tabla 3 se muestran las diferencias de las medias
alcanzadas tras la intervención nutricional, con el intervalo de
confianza del 95%. Todos los intervalos de confianza incluyen el 0.
Como puede observarse, en los resultados finales no aparecen
diferencias entre ambas dietas.
Discusión
En nuestro trabajo no se han observado diferencias en la
pérdida de peso que inducen ambas dietas, a pesar de la limitación
que supone la corta duración de la intervención (3 meses). Los
tratados con la dieta baja en grasa (BG) experimentaron unas
modificaciones muy importantes en las variables antropométricas, con una disminución significativa de la masa magra, masa
grasa, agua corporal total, agua intracelular y el ICC. Los pacientes
tratados con la dieta elevada en grasa y proteı́nas (EGP)
experimentaron una disminución de la masa grasa, agua corporal
total e ICC. La mejorı́a en las variables cardiovasculares fue
significativa con la dieta EGP, pero no con la BG. No obstante, al
comparar la diferencia de las medias tras la intervención con
ambas dietas no se encontraron diferencias estadı́sticamente
significativas entre ambos tratamientos. Parker et al11 ya describieron estas diferencias en la respuesta de las variables. En su
estudio, una dieta rica en proteı́nas era capaz de disminuir la masa
grasa total y abdominal en mayor medida que la dieta baja en
proteı́nas. No obstante, nuestro trabajo ha mostrado una disminución de la masa magra con la dieta BG, sin evidenciar cambios
con la dieta EGP; probablemente estas dietas ricas en proteı́nas
sean capaces de preservar la masa magra.
A pesar de la mayor pérdida de grasa, los pacientes con la dieta
EGP no presentaron mayor sensibilidad a la insulina. Una posible
explicación de este resultado es la poca cantidad absoluta de masa
grasa perdida con ambas dietas, que no es suficiente para mejorar
la sensibilidad a la insulina en una muestra de pacientes obesos
no diabéticos. No obstante, en algunos trabajos12,13 sı́ se ha
demostrado la mejorı́a de la sensibilidad a la insulina y de la
concentración de glucosa secundaria a la ingesta de proteı́nas.
Pacientes iniciales
(n = 74)
Excluidos (n = 0)
Aleatorizados
Aleatorizados para intervención
(n = 39)
Recibieron intervención
(n = 37)
No recibieron intervención
(n = 2)
No acudieron a la visita
Aleatorizados para intervención
(n = 35)
Recibieron intervención
(n = 35)
No recibieron intervención
(n = 0)
Continuaron seguimiento
(n = 35)
Seguimiento
Continuaron seguimiento
(n = 35)
Analizados (n = 35)
Análisis
Analizados (n = 37)
Figura 1. Diagrama de flujo de las fases del estudio.
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Tabla 1
Datos basales y modificaciones de la media en variables antropométricas
Variables
Dieta I
Índice de masa corporal
Peso (kg)
Masa libre de grasa (kg)
Masa grasa (kg)
Agua corporal total (kg)
Agua extracelular (kg)
Agua intracelular (kg)
Circunferencia de la cintura (cm)
Índice cintura-cadera
Dieta II
Basal
3 meses
Basal
3 meses
36,5 (5,1)
90,4 (12,1)
49,2 (10,3)
41,1 (10,5)
38,6 (6,4)
17,3 (2,3)
2,3 (4,7)
110,1 (12,3)
0,9 (0,1)
35,9 (5,2)
86,5 (11,9)
48,1 (10,1)
39,2 (10,3)
37,6 (6,3)
16,9 (2,1)
20,5 (4,5)
104,1 (14,4)
0,88 (0,09)
35,3 (5,6)
92,3 (17,2)
51,1 (12,95)
40,8 (13,2)
40,1 (8,7)
17,5 (2,3)
22,4 (6,2)
112,3 (14)
0,92 (0,1)
33,5 (6,2)
87,4 (17,7)
0,2 (12,3)
36,9 (14,1)
36,9 (14,1)
17,1 (2,8)
22,1 (6,7)
105,6 (15,9)
0,91 (0,1)
Valores expresados como media (desviación estándar).
po0,05 en cada grupo.
Tabla 2
Datos basales y modificaciones de la media en factores de riesgo cardiovascular
Variables
Dieta I
Dieta II
Basal
Glucosa (mg/dl)
Colesterol total (mg/dl)
cLDL (mg/dl)
cHDL (mg/dl)
Triglicéridos (mg/dl)
Insulina (mU/l)
HOMA
Proteı́na C reactiva (mg/dl)
Presión arterial sistólica (mmHg)
Presión arterial diastólica (mmHg)
100,8
194,9
117,6
55,3
112,8
13,9
3,3
4,9
141
80,6
(19,9)
(42)
(31)
(11)
(47)
(7,1)
(1,6)
(4)
(23)
(8,6)
3 meses
Basal
100
185,8
115,3
53,2
104,7
1,7
2,7
4,3
133
81,6
99,38
219
132
57,5
142
17,3
4,3
4,2
149
85,3
(15,6)
(41)
(30)
(10)
(31)
(5,7)
(1,3)
(3,2)
(22)
(12)
3 meses
(19)
(33)
(34)
(11,3)
(62)
(10,1)
(2,4)
(3,1)
(12)
(4,9)
93,6
194
117
55,6
120,38
17
4,1
4,3
127
80
(11)
(30)
(30)
(9,7)
(32)
(10,8)
(2,5)
(3,8)
(17,5)
(8,3)
cHDL: colesterol unido a lipoproteı́nas de alta densidad; cLDL: colesterol unido a lipoproteı́nas de baja densidad; HOMA Homeostasis Model Assessment.
po0,05, diferencias en cada grupo con la basal. Valores expresado como media (desviación estándar).
Dieta I
Dieta II
160
160
140
140
120
120
100
100
80
80
60
60
40
40
Peso 1
Peso 2
Peso 1
Peso 2
Figura 2. Modificación del peso con cada dieta.
En nuestro trabajo también se observa que la dieta
EGP produce una disminución de los valores de cLDL, lo
que confirma los resultados recogidos en la literatura médica14.
Sin embargo, a diferencia de lo observado en nuestro estudio,
en el de Wolfe et al14 se detectó una disminución de los valores
de cHDL y triglicéridos con la dieta EGP. El efecto hipolipemiante
de las dietas EGP no está claro. Una de las hipótesis que se
proponen es la modificación de la composición corporal tras la
pérdida de peso con la dieta; de este modo, las dietas EGP
producen una mayor pérdida de grasa visceral, de modo que
mejora de una manera más importante el perfil lipı́dico y el
sı́ndrome metabólico, independientemente de la pérdida total de
grasa15.
Otros grupos de trabajo han utilizado dietas EGP con menos
cantidad de hidratos de carbono que la utilizada en nuestro
estudio (p. ej., con 30 g o menos al dı́a de hidratos de carbono)3.
Estos trabajos, realizados en pacientes con obesidad mórbida, han
mostrado que las dietas EGP producen una mayor pérdida de peso
que las dietas BG, con una mejorı́a superior en los valores
de triglicéridos e insulina. Se discute si estas diferencias se
mantienen en el tiempo, pues un trabajo confirma los resultados
anteriores a los 6 meses, pero no a los 12 meses16. A pesar de los
resultados contradictorios que se observan en la literatura médica,
la dieta continúa siendo la primera medida terapéutica en estos
pacientes, como señala el consenso de 2007 de la Sociedad
Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO)17.
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Tabla 3
Diferencias de la media e intervalo de confianza (IC) del 95% en variables
antropométricas y factores de riesgo cardiovascular clásicos entre las dietas I y II
Variables
Índice de masa corporal
Peso (kg)
Masa libre de grasa (kg)
Masa grasa (kg)
Agua corporal total (kg)
Agua extracelular (kg)
Agua intracelular (kg)
Circunferencia de la cintura (cm)
Índice cintura-cadera
Glucosa (mg/dl)
Colesterol total (mg/dl)
cLDL (mg/dl)
cHDL (mg/dl)
Triglicéridos (mg/dl)
Insulina (mU/l)
HOMA
Proteı́na C reactiva (mg/dl)
Presión arterial sistólica (mmHg)
Presión arterial diastólica (mmHg)
Diferencia de media
0,34
1,96
0,17
0,023
6,9
0,46
1,71
0,23
0,00007
3,46
8,36
7,05
4,97
11,38
1,48
0,24
3,44
1,18
2,1
IC del 95%
2,43 a 1,75
3,6 a 7,6
1,31 a 7,38
3,79 a 3,84
2,9 a 16,8
0,58 a 1,5
0,19 a 3,63
4,44 a 4,92
0,026 a 0,25
8,1 a 1,15
3,8 a 20,52
6,28 a 20,38
9,6 a 0,34
3,46 a 26,23
0,92 a 3,88
0,36 a 0,86
0,27 a 6,61
7,8 a 5,44
2,19 a 6,27
cHDL: colesterol unido a lipoproteı́nas de alta densidad; cLDL: colesterol unido a
lipoproteı́nas de baja densidad; HOMA: Homeostasis Model Assessment.
A pesar de las limitaciones de nuestro estudio en relación con
la multitud de variables que pueden incidir en la respuesta a una
dieta y su seguimiento, podemos concluir que no hay diferencias
en la pérdida de peso de los pacientes obesos con una dieta BG
frente a una dieta EGP. No obstante, la dieta BG produce unos
cambios más evidentes en las variables antropométricas. Sin
embargo, la mejorı́a en las variables cardiovasculares fue superior
con la dieta EGP.
Bibliografı́a
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