Investigan en CUCEI capas profundas en el océano

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Lunes 16 de mayo de 2016
INVESTIGACIÓN
Investigan en CUCEI capas
profundas en el océano
El sistema creado por estudiante de doctorado, y que está en trámite de patente, permite generar conocimiento
sobre nuevas zonas de conservación o de aprovechamiento pesquero
E
MARIANA GONZÁLEZ
l estudiante del doctorado en Investigaciones costeras y egresado de la maestría en
Hidrometeorología del Centro Universitario de Ciencias
Exactas e Ingenierías (CUCEI),
Omar Mireles, creó un sistema
que permite mover los sensores
para estudiar capas profundas
del océano, una invención que
podría recibir la patente este
mismo año. De aprobarse, el
CUCEI se colocaría como pionero en desarrollo científico en
estudios marinos, pues no se ha
patentado una invención como
ésta en los últimos 25 años, explica el estudiante.
El sistema hace que los sensores lleguen a capas oceánicas
donde hasta ahora no es posible
realizar investigación, lo que
permitiría a los especialistas
crear conocimiento. Además
ayudaría a identificar nuevas
zonas de conservación o de
aprovechamiento pesquero.
Mireles explica que con este
sistema han investigado el comportamiento de las ondas internas, que son como paredes de
agua que van desde la superficie marina hasta el fondo y que
llevan mucha energía, por lo
tanto todo lo que remueven lo
manda a superficie.
“Son fenómenos complicados por las corrientes que generan, pero son importantes
porque nos permiten conocer
los lugares donde puede haber
productividad, donde puede haber vida. Permitirían además tener un mapa muy exacto de los
MIRADAS
El sistema permite conocer lugares inexplorados donde pudiera haber vida, además de preservar el equipo./ FOTO: CORTESÍA CUCEI
lugares claves para la conservación de la vida marina o para la
industria pesquera”.
Junto con Anatoliy Filonov
Erofeevich, investigador del
CUCEI, Mireles realiza una
investigación en el Golfo de
California financiada por el
Consejo Nacional de Ciencia
y Tecnología, en la que monitorean de manera permanente
la capa de fondo oceánica para
conocer los fenómenos que ahí
se generan y en la que han uti-
lizado el proyecto que está en
trámite de patente.
“El sistema nos salvó los equipos en el golfo, que son lugares
donde las corrientes son muy rápidas, como ríos subterráneos, y
en donde a los investigadores se
les pierden equipos de millones
de pesos”, explica el estudiante.
Para hacer el monitoreo marino los investigadores colocan
los sensores en cadenas con
peso en la parte inferior y una
boya para que la línea se man-
tenga vertical y permita recoger
los datos del mar durante meses.
El problema, explica Mireles, es
que era complicado sacar esa cadena sin perder el equipo y, por
lo tanto, los datos que tenía almacenados.
“Para sacarla unas empresas americanas diseñaron un
aparato que se llama liberador
acústico, un tubo que tiene un
motor abajo que se abre y libera la boya mediante una señal
acústica; el problema es que trae
todo lo que está encima de él,
pero no lo que se queda en los
extremos inferiores, por lo tanto contamina el suelo marino, se
pierde equipo y se pierde información”, explica.
En cambio, el sistema creado
por Mireles, permite liberar la
cadena completa de sensores,
por lo que disminuyen las pérdidas económicas.
“Nos optimiza los recursos,
nos permite tener muestreos
más largos y no gastar los recursos públicos con los que se
compran los equipos. Hay muchos fenómenos profundos que
nosotros dejamos de conocer
por no poderlos medir; y puede rescatar la línea completa de
sensores, ponerlos hasta capas
profundas y conocer fenómenos
que hasta ahora no habíamos
medido”, dice.
Además de la investigación
del Golfo de California, los investigadores trabajan en Bahía
de Banderas para conocer la
dispersión de contaminantes.
Este sistema ha sido mostrado en diversos congresos a
especialistas en estudios oceanográficos, quienes se han interesado en él, por lo que Mireles no descarta la posibilidad
de comercializarla para que los
científicos de todo el mundo lo
adapten al estudio de sus costas.
“No sólo nosotros sino los
grandes institutos oceanográficos tienen este problema y ellos
están muy interesados”.
La patente ante el Instituto
Mexicano de la Propiedad Industrial fue solicitada hace dos años
y podría ser autorizada de manera definitiva durante 2016. ©
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