Buenas prácticas empresariales, una solución

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Buenas prácticas empresariales, una solución
Las mujeres, más propensas al estrés laboral
De la redacción
México DF, 21 agosto 07 (CIMAC).- Las mujeres trabajadoras tienen más posibilidades
de sufrir carga mental, falta de autonomía, menor control sobre el trabajo y peores
condiciones ambientales en su vida laboral, señala la Unión General de Trabajadores
(UGT) en un comunicado publicado en su sitio de Internet y difundido por la prensa.
Estos hechos, junto a las "malas" condiciones laborales y a la doble jornada que, en
mucho casos, tienen que desarrollar fuera del ámbito laboral "por el injusto reparto de
roles" son, a juicio de la UGT, "un polvorín que se traduce en sobrecarga, estrés y lo
que se conoce como 'Burnout', la sensación de 'estar quemado' en el trabajo".
Son "riesgos psicosociales que les afectan más que a los hombres", apuntó el sindicato,
que recuerda que la prevención de riesgos también tiene que tener en cuenta la
dimensión de género.
UGT hace un llamamiento a los empresarios para que adopten una serie de buenas
prácticas en relación con factores de riesgos psicosociales generadores de estrés.
Las mujeres están expuestas a diferentes riesgos que los hombres en el trabajo, en
función de su distinta distribución en los sectores productivos.
Así, agrega UGT, hay más mujeres en actividades relacionadas con los movimientos
repetitivos, trabajos monótonos y de poca creatividad.
Muchos de estos trabajos exigen agilidad y precisión, conllevan el mantenimiento de
posturas inadecuadas y forzadas, ritmos excesivos o se trata de tareas poco cualificadas
alejadas de la toma de decisiones.
Se trata de trabajos ubicados, por ejemplo, en el sector textil, la sanidad, o el sector de
los teleoperadores, y que son desarrollados fundamentalmente por mujeres.
Este tipo de tareas, unido a otros factores laborales y sociales, como que las mujeres
tienen peores condiciones de empleo que los hombres, sufren más precariedad laboral y
salen peor paradas en el reparto de roles, teniendo que asumir, en general, la mayor
parte de las tareas domésticas y la atención y cuidado de familiares, hace que las
mujeres se vean abocadas a situaciones de "mayor riesgo" que los hombres a la hora de
padecer estrés laboral o el llamado "síndrome del quemado".
BUENAS PRÁCTICAS
Para el sindicato, es importante dar un enfoque de género a las políticas preventivas y de
salud y seguridad en el trabajo.
Para asegurar la perspectiva de género en las Evaluaciones de Riesgo, apunta el
sindicato, sería necesario fomentar la participación de las mujeres para que comuniquen
los riesgos a los que crean que están sometidas.
Entre las buenas prácticas que la UGT solicita a los empresarios están: fomentar la
transparencia organizativa, a través de la definición de tareas, objetivos y margen de
autonomía de los puestos; diseñar los horarios de trabajo para compatibilizarlo con
responsabilidades externas al mismo, o comprobar que las exigencias de trabajo sean
compatibles con las capacidades y recursos del trabajador, además de permitir su
recuperación después de tareas físicas o mentales particularmente exigentes.
Asimismo, el sindicato pide a las empresas que creen oportunidades para la interacción
social y, a través de la negociación colectiva, elaborar códigos éticos de
comportamiento consensuados entre representantes de los trabajadores y empresa, que
eviten situaciones que puedan generar estrés, como el acoso moral o el sexual.
El fomento del trabajo en equipo o promover la estabilidad en el puesto de trabajo y
establecer incentivos que compensen la adaptación a los cambios empresariales, son
otras de las recetas propuestas por el sindicato.
DE LA REALIDAD
En España, una de cada tres mujeres declara estar quemada en su puesto de trabajo. Los
síntomas son vacío, agotamiento, sensación de fracaso y baja autoestima.
Las trabajadoras tienen menos autonomía laboral y son más propensas que los hombres
a padecer “síndrome del quemado” o estrés.
El 36 por ciento de las trabajadoras declara que padece estos síntomas frente al 29.8 por
ciento de los hombres, según apunta un estudio elaborado por el Observatorio
Permanente de Riesgos Psicosociales de UGT.
La UGT añade que existen otros ámbitos laborales en los que los hombres y las mujeres
se sienten de manera diferente. Así, un 68 por ciento de las trabajadoras afirman que
sufren carga mental en su puesto laboral frente al 65 por ciento de hombres que lo
reconoce.
Cuando se les pregunta sobre sus condiciones de trabajo, un 13 por ciento de las
mujeres cree que no son las adecuadas frente al 9 por ciento de los hombres que lo
afirma.
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