Comentarios psicosociales

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¿ES REAL LO QUE CREAMOS?
(CREENCIAS Y CREACIONES EN NUESTRA VIDA COTIDIANA)
Comentarios psicosociales a ¨ La CONSTRUCCIÓN SOCIAL DE LA
REALIDAD¨, de Peter L.Bergen y Thomas Luckmann.
Alejandro Simonetti. Septiembre 1997.
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1. INSTITUCIONALIZACIÓN.
a) Organismo y actividad.
PRESUPUESTO: EL HOMBRE ES UN ANIMAL.
¨ El hombre ocupa una posición peculiar dentro del reino animal. A
diferencia de los demás mamíferos superiores, no posee ambiente
específico de su especie firmemente estructurado por la organización
de sus propios instintos. ¨
La primera afirmación contiene un presupuesto.
Un presupuesto es algo que uno no dice explícitamente, pero que está ¨
pre-su-puesto ¨ (previamente-por debajo-puesto).
Al decir que el hombre ocupa un lugar en el reino animal, los autores
presuponen que el hombre es un animal.
Este presupuesto puede caer mal en sectores que afirman que el
hombre no es un animal o que se diferencia tanto de ¨ los otros
animales ¨ , que es engañoso clasificarlo como una especie del reino
animal.
LOS LÍMITES DE LAS AFIRMACIONES CIENTÍFICAS.
Los autores se ubican dentro de los límites de la ciencia.
El criterio de verdad de las afirmaciones de las ciencias, incluidas las
ciencias humanas, es la fundamentación, directa o indirecta, en la
experiencia de los sentidos. Se afirma como científico lo que puede
fundamentarse en esta experiencia, a través de la observación o la
experimentación en la práctica. Y quedan fuera de los límites de las
ciencias las afirmaciones que no puedan fundamentarse en la
experiencia sensible.
La mayor parte de los conocimientos que orientan nuestra vida
cotidiana no son científicos. Eso no quiere decir que, por ello, no sean
verdaderos.
Algo puede ser verdadero pero no ser científico. Yo puedo tener
absoluta certeza ( convencimiento de que algo es verdadero ) de que
alguien me ama, pero no puedo demostrarlo fehacientemente a otro.
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O alguien puede estar seguro de algo que es inverificable en la
experiencia sensible, como cualquier afirmación acerca de lo no
material que, por definición, está ¨ más allá ¨ del campo de las ciencias.
Por la misma inmaterialidad de sus objetos, queda fuera de la
posibilidad de ser científica, lo cual no implica que sea necesariamente
falsa,cualquier afirmación filosófica o teológica.
LA CIENCIA COMO CASA DE TODOS.
¿Cuál es la utilidad social de este pequeño campo sistematizado de
afirmaciones en base a la experiencia de los sentidos, al que llamamos
ciencia?.
La liberación de un espacio de conocimientos que pueda ser
compartido por todos los seres humanos, cualquiera sea su posición
filosófica y sus creencias u opiniones acerca del mundo, la vida o el
hombre.
Asomados a la lente de un microscopio o un telescopio, coinciden en la
presencia y posición del microbio o el planeta un creyente como
Pasteur y un agnóstico como Bertrand Russell, un liberal y un marxista,
un radical y un peronista. Y el intento humano de encuentro nos lleva a
hacer crecientemente amplia esta casa de todos los hombres, un lugar
de tregua para la lucha ideológica, donde podamos descansar de
nuestras disputas filosóficas, controversias políticas y guerras
religiosas.
La ciencia es la casa de la ¨ objetividad creciente ¨ , la búsqueda del
cada vez mayor parecido de la representación y la cosa, el lugar
en que se respetan las diferencias de las personas y los sectores y,
más allá de ellas, se construye laboriosamente un esquema de
conceptos congruentes entre sí y apoyados rigurosamente en
observables y experimentos a los cuales todos nos podamos referir,
repitiendo las condiciones en cualquier tiempo y lugar, para organizar
sobre bases sólidas nuestras operaciones en la realidad, en una parte
de la realidad acotada según criterios claros y compartidos.
Que este ideal democrático de la ciencia como lugar abierto a todos,
sea profanado por guerras ideológicas y finalmente económicas de los
que cubren bajo la piel de oveja de la ciencia sus ambiciones de poder
y sus intereses, no es más que el abuso que no invalida el uso, como la
bíblica ¨ abominación de la desolación en el lugar sagrado ¨ .
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Las luchas espurias de laboratorios o centros estadísticos para lucrar o
construir espacios de dominación en base a la presunta investigación
científica, son simples perversiones de una función normal, como las
aberraciones sexuales o las incongruencias de
los sacerdotes
incrédulos, los sindicalistas o funcionarios estatales corruptos o los
empresarios corruptores.
Desde los límites de la mirada científica, entonces, diremos con Berger
y Luckmann que el hombre es un animal. Todos los observables de la
experiencia sensible así lo testimonian. Por su organización corporal
observable es un animal, un mamífero superior del orden de los
primates.
Cada uno tiene todo el derecho a pensar que, además, es, por ejemplo
un ¨ ser espiritual ¨ o un ¨ hijo de Dios ¨ . Pero ese es el campo de las
diferencias. Dentro de los límites convenidos de la ciencia, a partir de
los observables de la experiencia sensible, diremos que es un animal.
UN ANIMAL QUE VIVE EN TODOS LADOS.
Pero, afirman Berger y Luckmann, se trata de un animal peculiar, muy
diferente a los otros. Un animal que ocupa una posición privilegiada,
propia sólo de él , característica.
Desde la simple observación, podemos ver al ser humano viviendo en
lugares extremadamente distintos: una cueva en la roca, una choza
selvática, una casa lacustre, la aridez de la Puna, los riesgos de las
cumbres, el hielo del polo, la inseguridad de las olas del mar, la lejanía
de una cápsula espacial...
Los animales poseen lo que los biólogos llaman un ¨ hábitat ¨ .
No veremos, salvo que el hombre, ¨ a su imagen y semejanza ¨ , los lleve
de aquí para allá, a una foca entre las lianas de la selva ni a un mono en
los hielos árticos. Las cabras se desplazan por sus montañas y los
búfalos deambulan por la pradera. Porque, como afirman los autores,
los ambientes específicos de sus especies están ¨ firmemente
estructurados por la organización de sus instintos, ¨ . El hábitat del
hombre es mucho más flexible.
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INSTINTO Y PULSIÓN.
El ¨ instinto ¨ no es un observable de la experiencia sensible.
Es un concepto, una representación universal de la realidad, que los
biólogos construyeron, a partir de los datos de la experiencia de
muchos animales observados. Observan, por ejemplo, que todos los
pumas comen carne, que todas las liebres comen vegetales, que todos
los osos hormigueros se alimentan de insectos y de esas conductas
observables que se repiten en todos los individuos de cada especie,
infieren, deducen que existe en ellos un impulso, fundamentado en su
tipo de aparato digestivo y las posibilidades de su hábitat, a
alimentarse con ese tipo de comida.
A ese impulso lo llaman ¨ instinto ¨ . Por observaciones similares hablan
de los instintos organizando la conducta de los animales en lo referente
a la sexualidad, la agrupación, el tipo de refugio preferido y los límites
de su hábitat, el tipo de zona geográfica en el que pueden sobrevivir. Y
en el hombre no observan datos que puedan inducirlos a inferir que sus
¨ instintos ¨ lo lleven a establecerse dentro de determinados límites
espaciales. ¨ No existe un mundo del hombre en el mismo sentido en
que es posible hablar de un mundo de los perros o de los caballos ¨ .
Se refieren, por supuesto, a perros y caballos en sus estados ¨
naturales ¨ , es decir, la parte del mundo que habitarían si el hombre no
los hubiera llevado consigo en sus desplazamientos por todo el mundo.
¨ Algo interno ¨ , a lo que los biólogos llaman ¨ instinto ¨ , impulsa a
perros y caballos a comer carne o pasto, a habitar este o aquel tipo de
zonas.
Al hombre parecería que no hay nada que ¨ le diga ¨ eso. Come de todo,
hace su habitación en cualquier parte y, en sus conductas sexuales,
muestra una diversidad de variedades y preferencias inmensamente
superior a la de cualquier otra especie.
¨ A pesar de contar con una zona de aprendizaje y acumulación
individual, cada perro o cada caballo tienen una relación en general
fija con sus ambientes, relación que comparten con todos los restantes
miembros de sus especies respectivas; de ello se infiere,
evidentemente, que los perros y los caballos, comparados con el
hombre, están mucho más restringidos a una distribución geográfica
específica.
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La especificidad del ambiente de estos animales, sin embargo, importa
mucho más que una delimitación geográfica; atañe al carácter
biológicamente fijo de su relación con el ambiente, aún cuando se
introduzca la variación geográfica. En este sentido, todos los animales
no humanos, como especies y como individuos, viven en mundos
cerrados, cuyas estructuras están predeterminadas por el capital
biológico de las diversas especies animales. ¨
El psicoanálisis, del que se nutre la psicología social, se refiere a los ¨
instintos¨ del hombre y los diferencia de sus ¨ pulsiones ¨ . El ser
humano, según Freud, tendría instintos, como los tienen los demás
animales, lo que se inferiría de sus conductas reiteradas de búsqueda
de autoconservación a través de la comida, el abrigo, etc. y de
conservación de la especie, en el impulso sexual, la tendencia al
cuidado de las crías, etc. Pero, como en el caso del hábitat, los
instintos humanos son mucho más inespecíficos, es decir, carecen de
un objeto claramente identificado. Freud lo muestra en referencia al
impulso sexual, basándose en su
experiencia
como investigador y su casuística como terapeuta.
La sexualidad humana, según sus observaciones, lleva al individuo al
placer, pero éste es obtenido con muy distintos objetos: un ser humano
de otro sexo o del mismo sexo, un animal de otra especie, un objeto
inanimado y toda una gama de posibilidades que agotarían las fantasías
que se le pueden ocurrir a alguien a punto de dormirse... Algún
antropólogo dijo que no hay aberración sexual que se le haya ocurrido
a alguien, que no sea la norma o por lo menos una variable considerada
en las costumbres de alguna comunidad.
Esta capacidad del ser humano de descargar los impulsos en tanta
multiplicidad de objetos de acuerdo a la variedad de sus fantasías,
mereció, por parte del psicoanálisis la creación de un concepto nuevo:
¨ pulsión ¨.
La pulsión sería un impulso específicamente humano, cualitativamente
distinto del ¨ instinto ¨ . Es un impulso sexual de objeto indeterminado,
que nace del ¨ deseo ¨ , un concepto que el psicoanálisis toma del habla
cotidiana y le asigna un contenido distinto, relacionándolo con escenas
en las que es reprimido y permanece a través de sus aspectos
afectivos, desvinculados de sus representaciones por mecanismos del
inconsciente
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Pulsión, deseo, inconsciente, serían nociones que intentan mantenerse
dentro del campo de las ciencias del hombre, ya que nacieron para
explicar fenómenos observables múltiples y reiterados, que Freud no
podía categorizar con los conceptos existentes en la patología de su
época.
La falta de objeto determinado de sus pulsiones y las enormes
posibilidades de su fantasía, le abrirían, a los individuos de la especie
humana, campos de acción que ningún otro animal podría sospechar.
¨ Por contraste, las relaciones del hombre con su ambiente se
caracterizan por su apertura al mundo. ¨
¨ El hombre no sólo ha logrado establecerse sobre la mayor parte de la
superficie terrestre, sino que su relación con el mundo circundante
está por doquiera estructurada muy imperfectamente por su propia
constitución biológica. Esto último permite ciertamente que el hombre
se dedique a diferentes actividades. ¨
CONVERGENCIA DE LAS CIENCIAS.
Berger y Luckmann son sociólogos del conocimiento de la vida
cotidiana.
Al afirmar la articulación del tipo de relación del hombre con el mundo y
su estructura biológica, practican lo que Enrique Pichon Rivière llama
la ¨ epistemología convergente ¨ (convergencia de las ciencias ).
El actual desarrollo de las disciplinas científicas hace imposible la
formación en todas las ciencias de la que podía jactarse Aristóteles, en
los años trescientos antes de Cristo. Ahora es necesario saber pedir
ayuda.
EL DESARROLLO DEL NIÑO Y LO ESPECÍFICO DE LA ESPECIE.
Y estos sociólogos se apoyan en las investigaciones del biólogo
Portmann, para afirmar que la enorme ductilidad de la especie humana
para adaptarse a todo tipo de ambientes, se fundamenta en las
características particulares de su desarrollo ontogenético
( ontos, ser singular, ente; genético, desarrollo a partir del origen:
génesis del desarrollo de un ser singular ).
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La manera en que se desarrolla cada ser humano en sus primeros
meses, explicaría la manera en que la totalidad de la especie humana
se relaciona con el mundo circundante.
POLICAUSALIDAD DE LA CONDUCTA HUMANA.
Berger y Luckmann no intentan decir que la originalidad de la especie
humana se explica SOLAMENTE por el factor biológico.
Estarían más cerca de la POLICAUSALIDAD, concepto con el que
Enrique Pichon Rivière interpreta la conducta humana como resultante
de un juego dialéctico, una interacción recíproca de factores
contrapuestos que producen terceros términos que los incluyen y
superan.
Estos factores serían el biológico (CONSTITUCIONAL GENOTÍPICO, el
que constituye el tipo orgánico básico, a partir de la información
genética de los ancestros), las INCIDENCIAS del estado físico y
emocional de la madre DURANTE EL EMBARAZO, el TRATO DE LA
FAMILIA DE ORIGEN, la DISPOSICIÓN PSÍQUICA BÁSICA, resultante de
la síntesis de los factores anteriores y, en juego con esta disposición, la
multiplicidad de hechos de la vida, FACTORES ACTUALES,
contextuados en un concreto juego de ámbitos grupales,
institucionales y socioeconómicos, que incluye una manera de vivir,
una cultura determinada.
Berger y Luckmann se refieren a esta contextuación del psiquismo y la
conducta humanos y afirman que ¨ el hecho de que el hombre haya
seguido viviendo una existencia nómade en un lugar y se haya dedicado
a la agricultura en otro, no puede explicarse en términos de procesos
biológicos. Esto no significa, por supuesto, que no existan limitaciones
determinadas biológicamente para las relaciones del hombre con su
ambiente ¨ : ningún ser humano podría sobrevivir en la atmósfera
mortífera del planeta Venus o en zonas donde no pueda proveerse de
agua para beber: ¨ el equipo sensorial y motor específico de la especie
humana impone limitaciones obvias a la gama de sus posibilidades. La
peculiaridad de la constitución biológica del hombre radica más bien en
los componentes de sus instintos ¨ .
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Berger y Luckmann están a punto de dar una interpretación , desde las
ciencias, al hecho observable de la enorme diferencia del hombre con
los demás animales. Si se usan conceptos filosóficos como ¨ esencia
humana ¨ o teológicos como ¨ filiación divina ¨ las explicaciones podrían
ser compartidas solamente por los sectores que adscriben a esas
lecturas de la realidad. Los autores se mantienen dentro de los límites
de la observación directa de los investigadores biológicos, cuyos
nombres cita para que el lector pueda acceder a la base experiencial
sobre la que han construido sus conclusiones teóricas.
NACEMOS MÁS INMADUROS QUE LOS OTROS ANIMALES.
Estas afirman que ¨ la organización de los instintos del hombre puede
calificarse como subdesarrollada, si se la compara con la de los demás
mamíferos superiores. Esto significa que el organismo humano es
capaz de aplicar el equipo de que está dotado por su constitución
interna a un campo de actividades muy amplio y que además varía y se
diversifica constantemente. Dicha peculiaridad del organismo humano
se basa en su desarrollo ontogenético. ¨
Algo ocurre en el desarrollo de cada feto humano y de cada bebé, que
no ocurre en el de los fetos y crías del mono, del perro o del delfín. Un
hecho anómalo que se da en todos los embarazos humanos y que está
ausente en la preñez de los otros animales. ¨
¨ En realidad, si se examina la cuestión en términos de desarrollo
orgánico, cabe afirmar que el período fetal del ser humano se extiende
más o menos hasta el primer año de vida. ¨ Es decir, que el proceso
completo de la gestación de la cría humana, en comparación con el de
los otros animales, no duraría nueve meses sino un año y nueve meses.
La otras crías, al nacer, tienen una madurez para vivir que la cría
humana adquiere sólo un año después de su salida del útero materno.
Somos los animales que nacemos más inmaduros..
Un potrillito se para en sus patas a los pocos minutos de haber nacido,
el ballenato nace y se pone a nadar al lado de su madre. Y nuestros
bebés recién nacidos no pueden erguirse ni desplazarse y dependen de
la madre mucho más que las otras crías.
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¨ Ciertos desarrollos importantes del organismo, que en el caso del
animal se completan dentro del cuerpo de la madre, en la criatura
humana se producen después de separarse del seno materno. Cuando
eso sucede, empero, ya la criatura humana no sólo se halla en el mundo
exterior sino también interrelacionada con él de diversas maneras
complejas. De este modo, el organismo humano aun se sigue
desarrollando biológicamente cuando ya ha entablado relación con su
ambiente.. Este enunciado cobra significación si se piensa que dicho
ambiente es tanto natural como humano. O sea, que el ser humano en
proceso de desarrollo se interrelaciona no sólo con un ambiente
natural determinado sino también con un orden cultural y social
específico mediatizado para él por los otros significantes a cuyo cargo
se halla. No sólo la supervivencia de la criatura humana depende de
ciertos ordenamientos sociales: también la dirección del desarrollo del
organismo está socialmente determinada. Desde su nacimiento, el
desarrollo de éste y en realidad gran parte de su ser en cuanto tal, está
sujeto a una continua interferencia socialmente determinada. ¨
NOS HACEMOS HOMBRES EN UNA CULTURA DETERMINADA.
En el momento en que el bebé deja su alimentación materna, empieza a
diferenciarse de los otros bebés del mundo por la infinita variedad de
alimentos que se le ofrecen en los distintos climas y culturas, los cuales
irá construyendo su cuerpo con distintos materiales, dándole
características muy diversas. Comerá arroz en un lado, maíz en otro,
alimentación cárnea o alimentación vegetariana, orugas e insectos en
algunas culturas africanas...
Comerá lo que el clima de su región permite comer, lo que se puede
cultivar en su tierra o importar de otros lados, lo que la situación
económica de su familia le puede proveer, lo que las costumbres de la
religión de sus padres aprueban, lo que la legislación de su país
autoriza, lo que en su familia se considera rico o alimenticio...
En Japón, el aprendizaje de la evacuación intestinal, a diferencia del de
nuestros niños, incluye controlar los esfínteres a partir de los seis
meses, con graves descalificaciones sociales, que lo acompañarán en
su vida posterior, para el que no lo logra. Las diversas costumbres
indumentarias, que hacen fajar estrechamente a los bebés de ciertas
épocas o culturas o mantener desnudos a los de otras, producen
distintos tipos de conciencia del propio cuerpo y distintas libertades de
movimientos.
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La deformación del cráneo o de los pies, mediante la compresión
continuada entre tablillas, las perforaciones tempranas de orejas o
labios, los tiempos y los modos en que cada cultura impone a sus hijos
el erguirse y caminar, el sacrificio en los hielos de las primogénitas
mujeres del Ártico, la gran libertad sexual de los adolescentes o su
rígida separación por sexos para evitar las prácticas sexuales, van
dando a los seres humanos de distintas regiones del mundo un tipo de
cuerpo y una manera de concebir la humanidad, que hace que, con
frecuencia, los unos piensen de los otros que sus costumbres son ¨
inhumanas ¨, indignas de la especie humana, lo que ha dado lugar en la
historia a todo tipo de violaciones a los derechos humanos de los
pueblos.
Se es humano de mil maneras distintas y cada una de ellas produce
seres humanos aptos para habitar el medio ambiente en que se ha
generado socialmente esa cultura, ese modo de sentir, pensar y hacer
las cosas.
Un bebé esquimal es preparado desde el principio para habitar en los
hielos, como un bebé selvático es pertrechado educacionalmente para
sobrevivir en la humedad y el follaje.
A un bebé de la puna se le dosifica el agua, que no abundará en su vida
y un bebé de la ciudad se acostumbrará desde su nacimiento al
estrépito ambiental que lo acompañará en su paso por las calles.
La multitud de lugares a los que el ser humano se adapta se explica por
la multitud de formas en que sus crías son educadas cuando aún su ¨
equipo de ser hombres ¨ no está terminado de constituir.
Los potrillos nacen con su equipo completo de ¨ de ser caballos ¨ ,
equipo que sólo les servirá para sobrevivir en los lugares en que puede
vivir el caballo, ambiente específico predeterminado por la ¨ férrea
organización de sus instintos ¨, su ¨ capital específico ¨, los recursos
con los que cuenta para vivir.
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POLICAUSALIDAD BIOLÓGICO CULTURAL.
En los factores de las ¨ series complementarias ¨ de Sigmund Freud o la
¨ policausalidad ¨ de Enrique Pichon Rivière, iguales informaciones
genéticas iniciales se encuentran, durante los meses del embarazo,
con las incidencias del medio ambiente sobre la embarazada, que
provoca en ella distintos climas emocionales que van a incidir,
favorable o desfavorablemente, a través de su corriente hormonal, en
el desarrollo del feto.
El resultado dialéctico de la complementación de la base genética y los
factores intrauterinos, es un ¨ equipo natal ¨ , en el que ya la
¨ naturaleza ¨ inicial está modificada por influencias culturales. Ese
equipo natal fenotípico, con el que damos nuestro primer grito, síntesis
de la tríade anterior, se constituye, a su vez, en tesis de la tríade
siguiente.
Y se le contrapone, como antítesis, la secuencia de hechos de la vida
familiar, en los que el niño es recibido o rechazado, acariciado o
golpeado, aprobado, rechazado o desconfirmado por su primer grupo
humano, cuyos vínculos, internalizados en el ¨ grupo interno ¨
funcionarán como modelo comparativo de los posteriores
agrupamientos del niño. En ese proceso, la familia socializa al niño. Es
decir, le presenta, con las palabras y los hechos, su manera de vivir
como la única manera de vivir, que suele ser, con variaciones
circunstanciales, la manera de vivir consensuada como válida por la
cultura de la región a la que pertenece y del sector social en el que está
situada.
Y la nueva síntesis dialéctica de ese par antitético será la disposición
básica del niño ante la vida, más alegre o más tristona, más luchadora o
más entregada, más extravertida o más introvertida...
Y esta síntesis no será aún la última determinación de la conducta, ya
que entra en juego con su antítesis, el destino, los hechos de la vida
cotidiana, los factores actuales de la interacción cotidiana en la
escuela, el barrio, los grupos de amigos, los lugares de trabajo, los
encuentros sentimentales y todo lo que le ocurre a la gente en el
ambiente que lo contextúa y va ratificando o rectificando su
socialización primaria familiar.
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La síntesis de factor disposicional y factores actuales es la conducta
producida, término que propongo en lugar del ¨ síntoma ¨ de las series
complementarias de Freud y la policausalidad de Pichon, reformulando
la teoría desde la salud.
Pero encuentro que esta conducta producida tampoco es la última
palabra de la construcción de la conducta humana. La experiencia de
la libertad nos muestra que esa conducta producida, síntesis de todos
los factores determinantes de nuestra vida, se contrapone a veces, en
nuestros momentos adultos, con nuestro ¨ compromiso libre con los
otros ¨ , la capacidad que tenemos, por ejemplo, de tomar conciencia
de nuestros problemas internos y consultar a un terapeuta, la
posibilidad de un desocupado de trascender el desamparo y juntar con
otros su capacidad laboral y su resto de dinero, para crear un servicio
que encuentre demanda en el mercado de necesidades de su lugar y
les dé una fuente de trabajo, la fuerza que a veces encontramos en
nosotros para salir del sopor de un duelo a través del trabajo creativo
con otros...
En la línea de la noción pichoniana de hombre producido y productor,
llamaremos a esta salida conducta productora, conducta creativa o
adaptación activa a la realidad.
¿ SOMOS LIBRES ?.
Esa ¨ liberabilidad ¨ , más que ¨ libertad ¨ , ya que no es un don recibido
sino una posibilidad de superar sus condicionamientos a través del
tiempo, permite al ser humano adaptarse activamente a situaciones
distintas a las de su cultura de origen, en las cuales seguir repitiendo
las conductas aprendidas no sería satisfactorio de sus necesidades,
como lo fue en el momento en que aprendió esas conductas.
Porque nació dúctil y maleable para adquirir la forma de ser hombre de
un tiempo y una cultura, tiene la capacidad de liberarse de los
condicionamientos de la forma de esa cultura cuando el tiempo cambia
y esa cultura merece ser recreada, en la línea de sus raíces, para ser
adaptada a los requerimientos de los tiempos nuevos.
El hombre no nace libre, como exagera la Declaración de los Derechos
del Hombre, pero nace liberable.
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Nace dependiente de su madre como ningún otro animal lo es, porque
no está ¨ férreamente organizado por sus instintos ¨. Pero, el mismo
hecho de aprender sus funciones humanas básicas en un contexto
particular, distinto a otros contextos, le da la posibilidad de ¨re-crearse
¨como ser humano, cada vez que su contexto cambia o él cambia de
contexto.
ADAPTACIÓN PASIVA, INADAPTACIÓN Y ADAPTACIÓN ACTIVA.
Esa recreación y esa liberación no son inevitables: también podemos
elegir el camino conflictivo y automarginante de la inadaptación o el
camino rutinario de la ¨ adaptación pasiva
¨ , repitiendo
estereotipadamente lo que fue útil en otro contexto, sometiéndonos a la
dependencia de los que se benefician con esa repetición o
poniéndonos activamente en connivencia con ellos.
LA FUNCIÓN DE LOS QUE NOS SOCIALIZARON.
¨ El ser humano en proceso de desarrollo se interrelaciona no sólo con
un ambiente natural determinado sino también con un orden cultural y
social específico, mediatizado para él por los otros significantes a cuyo
cargo se halla ¨ .
¨ Significantes ¨, en este texto y, según la nota al pie de página, de
acuerdo a la terminología de Georges Mead, se refiere a las personas a
cuyo cargo está el niño y que le enseñan el contenido de los signos, del
sistema de signos con el que determinada cultura nombra el mundo.
Lo inician en lo que Ronald Barthes llama el ¨contrato significante¨ , el
acuerdo acerca de los significados que un conjunto de seres humanos,
organizados en una cultura, atribuirá a los objetos del mundo que
quieren nombrar. El lenguaje o conjunto organizado de palabras que
expresan las representaciones de una determinada cultura, va
poniendo límites a la confusa, caótica y extensa percepción del niño. Al
nombrar a mamá, el niño aprende, junto a la palabra, la representación
de madre que se usa en su cultura, junto con todos los valores con que
se la connota y las conductas que se espera que los hijos, y en general
los seres humanos, desarrollen respecto a las madres.
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Los límites del lenguaje son para el niño los límites del mundo: algo que
percibe y cuyo nombre no le enseñan, pasa a convertirse en una
representación sospechosa, probablemente falsa.
Y lo habitual es que esa ¨
percibida.
realidad
innombrable
¨
deje de ser
Si un niño afirmara que ve luz en torno a la cabeza de su madre, lo más
probable es que ésta le recrimine que miente o le explique
cariñosamente que ésa es una fantasía y que es normal que tenga ese
tipo de fantasías porque es chico y todavía no sabe cómo son las cosas.
Pero que ¨ los chicos buenos no andan viendo luces en torno a las
cabezas de las personas. ¨
La madre puede o nó tener conocimiento del ¨ efecto Kirlian ¨,
luminosidad
correlativa a la vida, detectable por ciertos filtros
radiográficos o sobre la bastante extendida percepción del ¨ aura ¨ por
parte de algunas personas excepcionalmente dotadas, pero debe
decirle al niño que no ve lo que ve, porque, en la cultura en la que se
está socializando, ¨ esas cosas no se ven ¨ y afirmarlo en la escuela
podría traerle al niño molestias por parte de sus pares y a ella misma
podría ocasionarle incómodas citaciones de la maestra o del gabinete
psicopedagógico.
La desaprobación explícita de algunas de sus percepciones o la
¨ desconfirmación ¨ ( silencio de los mayores cuando el niño dice algo,
como si no lo hubieran oído ) le van diciendo al niño cuáles de sus
percepciones son ¨ objetivas ¨, correspondientes a cosas que existen y
que tienen una palabra que las nombra y cuáles son ¨ subjetivas ¨ ,
fantasiosas, falsas, olvidables. Lo que papá y mamá dicen que no se
percibe, termina por no percibirse y, por lo tanto, no existe. Y lo que
papá y mamá dicen que existe, aunque uno no lo vea, como los Reyes
Magos y los microbios, se acepta como verdadero.
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¿ Y LAS AFIRMACIONES QUE ESTAMOS HACIENDO AQUÍ ?
A esta altura de los comentarios, podemos preguntarnos: ¿ cómo debe
tomar, alguien que quiere atenerse al rigor del conocimiento científico
fundamentado en observables, estas afirmaciones de los
autores y de quien comenta su texto ?. ¿ Deben creerse, como decimos
que el niño cree, aunque no las vea, en las realidades que afirman papá
y mamá ?.
Esa posición no correspondería a una actitud científica que, ante una
afirmación, suspende el juicio hasta saber en qué experiencias
concretas y verificables se apoya. Estas afirmaciones y la totalidad del
libro, pueden ser tomadas como hipótesis de trabajo y ser puestas a
prueba en confrontación con la experiencia, propia y de los otros, para
ser ratificadas si coinciden con los observables o rectificadas si los
contradicen.
La mayor parte de los textos teóricos, incluídas las obras de Sigmund
Freud o Enrique Pichon Rivière, salvo cuando describen historias
clínicas o experiencias directas, están constituidos por afirmaciones
hipotéticas que tal vez son científicas para sus autores, que llegaron a
ellas a través de sucesivas observaciones y experimentaciones, pero
no para el lector, que deberá corroborarlas en sus experiencias
directas o indirectas de observación o demostración en el experimento
de la operación y sus resultados.
En tanto no se fundamenten en observables materiales y concretos,
permanecerán a nivel de afirmaciones hipotéticas, que pueden ser
verosímiles (aparentemente verdaderas ) pero no alcanzan el nivel de
la certeza científica. El autor nos ofrece su lectura de la realidad y nos
invita ( nó explícitamente, en general ) a confrontar lo que él dice con lo
que podemos verificar con nuestro ojos y nuestros oídos.
No es ciencia repetir afirmaciones de otros, por más verosímiles e
internamente coherentes que nos parezcan. La ciencia empieza
cuando corroboramos las afirmaciones en suficientes y evidentes
hechos empíricos, es decir verificables por los sentidos.
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Hay afirmaciones de insuficiente base empírica que, no obstante eso,
pueden generar en nosotros altísima certeza subjetiva e, incluso,
como dice Pichon Rivière hablando de las ideologías, pueden ser
defendidas por nosotros ¨ con alta carga emocional ¨. Pero su validez,
como en el caso de la creencia religiosa, será evidente sólo para
nosotros
y no formará parte de ese esquema de conceptos
sólidamente basados en la experiencia, en el que todos podemos
encontrar una referencia para orientar nuestra operación.
EL QUE LEE, ESTÁ DORMIDO.
En una novela de Julien Green, alguien entra en una biblioteca y se
dice, ante el silencio de los lectores ensimismados: ¨ los que leen están
durmiendo y sueñan que piensan ¨ . Mientras leemos, es como si
estuviéramos dormidos y soñáramos que las ideas del autor las
estamos pensando nosotros. Y algunos parecen recordar los
pensamientos del autor como si fueran propios y creen que están
pensando cuando los repiten.
Pero pensar es construir conceptos a partir de experiencias sensibles,
construir juicios articulando conceptos, construir deducciones
articulando juicios y construir teoría articulando deducciones. Y esto
no se hace leyendo sino observando la realidad y trabajando
duramente a partir de ella, con rigor, como decía Leonardo Da Vinci,
con ¨ obstinado rigor ¨ , con ¨ rigor destinado ¨ ...
¨ ¿Qué puedo leer para comprender a mi hijo ? ¨ , preguntaba una
mamá. ¨ Léalo a él ¨ , le contestaron.
Los libros nos traen los puntos de llegada de búsquedas antiguas. Las
conclusiones a partir de experiencias siempre lejanas y ajenas, a veces
muy lejanas y muy ajenas. Los libros son el fruto de la historia, de la
larga construcción social de la realidad que van haciendo los
investigadores como parte de la cultura de un pueblo.
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Esos puntos de llegada son nuestros puntos de partida, las hipótesis de
trabajo que pondremos a prueba en diálogo con nuestras experiencias
y
las
de
nuestros
grupos,
organizaciones
y
comunidades, para continuar construyendo el pensamiento sobre la
realidad y la realidad que construimos a partir del pensamiento.
Esta construcción es parte de la cultura de nuestro pueblo y pretender
sustituirla por el recitado de autores, tanto peor si pensaron sobre
otras realidades, es una renuncia a la posibilidad de ser adultos y
pensar creativamente.
HASTA NUESTRO CUERPO ES RESULTADO DE LA CULTURA.
¨ No sólo la supervivencia de la criatura humana depende de cierto
orden social: también la dirección del desarrollo de su organismo está
socialmente determinada. Desde su nacimiento, el desarrollo de éste y,
en realidad, gran parte de su ser en cuanto tal, está sujeto a una
continua interferencia social determinada ¨
No sólo sobreviví porque mi madre me enseñó a comer. Al hacerlo
como se enseñaba a comer a los bebés del Buenos Aires de los años
treinta, con toda la información cultural anexa a ese modo de enseñar (
la sopa era esencial, la carne y hasta lo que llamaban ¨ jugo de carne ¨
era lo único realmente nutritivo, la verdura era apenas un complemento
opcional, etc. ) le dio una dirección al desarrollo y maduración de mi
organismo, condicionando mi estilo de ingestión, digestión,
evacuación, actitud ante la comida, ante el trabajo con que me la gano
y ante los otros con quienes la comparto.
El comer de un colla de mi edad y, en consecuencia, su tipo de cuerpo y
de estilo de vida, seguramente están condicionados de una manera
muy diferente a la mía. Podremos complementarnos en el diálogo y el
intercambio, pero a partir de los diferentes puntos de partida de
nuestro cuerpos y vidas distintos.
¨ Pese a las notorias limitaciones fisiológicas que circunscriben la gama
de maneras posibles y diferentes de llegar a ser humano dentro de esa
doble interrelación ambiental, el organismo humano
muestra una enorme plasticidad en su relación ante las fuerzas
ambientales que operan sobre él, lo que se advierte particularmente al
observar la flexibilidad de la constitución biológica del hombre cuando
está sometida a una variedad de determinaciones socioculturales.
19
Afirmar que las maneras de ser y de llegar a ser hombre son tan
numerosas como las culturas del hombre, es un lugar común de la
etnología. ¨
Desde la biología, desde la etnología (ciencia de las culturas del
hombre) y desde la sociología del conocimiento de la vida cotidiana de
Berger y Luckmann, hemos convergido epistemológicamente con la
simple y profunda afirmación de Enrique Pichon Rivière, que define al
ser humano como ¨ hombre en situación ¨ , incomprensible, como una
frase fuera de contexto, si se desconoce el entorno sociocultural, de
cuya trama de vínculos emerge, como resultado de la interacción
dialéctica de una policausalidad de factores internos y externos.
Me he preguntado, en el título de estas primeras aproximaciones al
pensamiento de Berger y Luckmann, si es real lo que creamos ¨...
Una primera respuesta, a partir de lo reflexionado en estas páginas,
sería que todo lo que consideramos ¨ real ¨ en el mundo en el que
convivimos, es un producto de la creación humana.
No quiero decir que la realidad no existe y que todo es un producto
artificial de la mente humana, como afirma el pensamiento idealista.
Ni que las ¨cosas en sí mismas ¨ son absolutamente incognoscibles,
como afirma Kant. Diferencio, en la línea de la Teoría de la
Comunicación, una ¨ realidad 1 ¨ , que existiría previamente al
conocimiento de los hombres, objeto de discusión de los filósofos y una
¨ realidad 2 ¨ , que es la que conocemos e intentamos modificar, para
hacerla más satisfactoria de nuestras necesidades, recortando, de la ¨
experiencia de multiplicidad inabarcable ¨ ( E.M.I. ) de nuestras
sensaciones del ¨ afuera ¨, lo que la cultura de nuestro pueblo nos
enseñó a recortar.
Me propongo comentar, desde la Psicología Social, en una segunda
aproximación ( ¨ ¿ Cómo creamos la realidad ? ¨ ) la hipótesis
explicativa de Berger y Luckmann acerca de los dispositivos con los
que nuestra cultura nos enseña maternalmente a construir la realidad
que necesitamos para sobrevivir y convivir en ella.
7.
MODELO DE DISEÑO DE PROYECTO.
20
1. Organización que diseña el proyecto.
2. Objetivo general del proyecto.
3. Momento exploratorio.
A. Relevamiento de datos.
B. Relevamiento de antecedentes.
4. Diagnóstico.
5. Objetivo específico.
6. Planificación estratégica.
A. Orden de secuencia o simultaneidad
de las tareas (camino crítico).
B. Responsables estratégicos.
C. Controles estratégicos.
D. Evaluación estratégica.
7. Tareas.
A. Meta táctica.
B. Colaboradores tácticos.
C. Responsable táctico.
D. Tope.
E. Control táctico.
F. Evaluación táctica.
8. Productos.
9. Condiciones de factibilidad.
10. Previsión de turbulencias.
11. Recursos.
12. Efectos previsibles en el sistema y en el contexto.
13.Tareas complementarias ante los efectos previsibles.
14. Cierre y festejo.
15. Registro y memoria.Alejandro Simonetti.
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