El consumo de bienes posicionales y el rol del grupo de referencia. Un análisis para cuatro países de América Latina (no citar) Versión preliminar Rodrigo Gorga Martín Leites Andrea Vigorito Resumen Este trabajo se enmarca en el grupo interdisciplinario de Etica, justicia y economía. El grupo viene desarrollando desde 2011 un análisis de diversas patologías sociales, entre las que se encuentra el consumismo (Schor, 1999). El objetivo de este estudio es proveer un análisis empírico de los determinantes del consumo emulativo y, en particular, del consumo de bienes posicionales, con énfasis en el rol del grupo de pares. El análisis se presenta para los casos de Argentina, Brasil, México y Uruguay. En América Latina, la temática del consumo ha sido poco estudiada, tanto desde la economía como desde el enfoque de las capacidades. Sin embargo, el crecimiento económico actual plantea la pregunta de en qué medida las personas están en condiciones de transformar los mayores ingresos en logros de desarrollo humano. Si los mismos se traducen en mayores niveles de consumo posicional, el mayor acceso a medios no contribuiría necesariamente al desarrollo de capacidades. Este aspecto es relevante por sus implicancias en términos de bienestar y por incorporar cómo juegan las interrelaciones sociales en las decisiones de consumo. Asimismo, la reciente investigación sobre consumo de bienes posicionales resalta el rol de los grupos de referencia y llama la atención sobre el hecho que, en muchas ocasiones, los sectores que enfrentan mayores privaciones están más expuestos a este tipo de consumos (Charles et al, 2009; Chai y Kaus, 2012). Se parte de la clasificación de Heffetz y otros de bienes posicionales en base a encuestas específicas. En base a ello se toman los siguientes grupos de bienes: cuidado personal, vestimenta y calzado, joyas y autos. Para estos grupos se estiman curvas de Engel incluyendo variables que dan cuenta de las características demográficas y socioeconómicas del hogar, al tiempo que se incluyen diversas especificaciones de potencial rol del grupo de referencia. El trabajo se realizó utilizando las Encuestas de Gasto e Ingresos de los Hogares realizadas por los organismos oficiales de estadísticas en los cuatro países considerados. Palabras clave: consumo posicional, grupos de referencia, JEL: D12, D31 Investigadores del Instituto de Economía, Facultad de Ciencias Económicas y de Administración, Universidad de la República: [email protected], [email protected], [email protected]. I. Introducción Esta investigación se enmarca en el grupo interdisciplinario de Etica, Justicia y Economía. El equipo viene desarrollando desde 2011 un análisis de diversas patologías sociales, entre las que se encuentra el consumismo. En ese contexto resulta de particular interés conocer los determinantes de las decisiones de consumo, haciendo énfasis en aquellas que provienen de motivaciones como la búsqueda de estatus y están fuertemente determinadas por las interacciones sociales (Frank y Heffetz, 2011). En particular, en este trabajo se explora la relevancia del grupo de pares sobre los niveles de consumo conspicuo de los hogares. Dentro del amplio grupo de bienes que podrían considerarse como consumo conspicuo o posicional, en este trabajo nos concentraremos en aquellos denominados visibles, es decir que pueden ser observados a simple vista, sin necesidad de tener ningún tipo de proximidad, más allá de la visual con su dueño (Heffetz, 2011). La temática del consumo conspicuo se remonta a los escritos de los economistas clásicos, pero constituyó uno de los temas centrales de los trabajos de Thorsten Veblen (Veblen, 1899), quien sostuvo que las motivaciones para el consumo presentan un componente que refiere a la satisfacción que proporcionan los bienes per sé, y otro que se motiva en la imagen que las personas quieren transmitir al resto de la sociedad. Este último refiere a la búsqueda de estatus social y se manifestaría en el consumo de ciertos bienes, cuya selección estaría fuertemente definida por las pautas de consumo de los estratos altos, a los que denominó la clase ociosa. Así, las personas quisieran demostrar que han alcanzado ciertos niveles de riqueza, pero como ello no es visible directamente, optan por consumir ciertos bienes que serían indicativos de la misma y que pueden ser observados por el resto. Veblen hace también referencia al ocio de las clases altas, al que llama ocio conspicuo, como otro aspecto a emular. Más adelante, esta línea de pensamiento perdió relevancia frente a la teoría neoclásica del consumidor y fue retomada mucho más tarde y en forma puntual con los trabajos de Duesenberry, Galbraith, Schor y Frank. Los recientes desarrollos de la economía comportamental han revigorizado esta línea de trabajo. La literatura que se ocupa del consumo conspicuo discute cual es la forma precisa que toma la emulación: se trata de la emulación de las pautas de consumo de los más ricos o de intentos diferenciación de los más pobres? Las investigaciones al respecto han brindado ambos tipos de respuesta (véase Charles et al, 2009 y Bowles y Park, 2005), las cuales tienen fuertes implicancias sobre los efectos que cambios en los niveles de desigualdad en los países y en los grupos de referencia producirían sobre el consumo emulativo. Estos aspectos se retomarán más adelante. La presencia de estos consumos tiene implicaciones sobre diversas ramas de la ciencia económica. Si a medida que las sociedades aumentan sus niveles de ingreso, el consumo emulativo aumenta, esto podría comprometer las tasas de ahorro futuras y enlentecer el proceso de desarrollo. La posible existencia de este tipo de comportamiento puede ser pensada como una externalidad negativa que generan unos individuos sobre otros (Kaul, 2012). Ello tiene diversas implicancias de política, entre las que se ha destacado la imposición progresiva a los bienes de consumo conspicuo como posible forma de mitigar este tipo de conductas (Frank, 1995; Bowles y Park, 2005). A su vez, si los aumentos en los niveles de ingreso se traducen en mayores niveles de consumo conspicuo, en detrimento de otros bienes que podrían conducir a logros en dimensiones como salud, educación, autonomía, la crítica de Sen a la diferenciación entre medios y logros y el problema de las tasas de conversión de los primeros en los segundos, cobraría aún más relevancia. Estos últimos dos aspectos, aunados a los fuertes niveles de desigualdad que caracterizan a América Latina, vuelven a la región un caso de especial interés para estudiar la presencia de consumos posicionales y los procesos de emulación. El fuerte crecimiento económico reciente lleva a que cobre vigencia la discusión acerca de los posibles efectos del mismo en el desarrollo de largo plazo y en la capacidad de conversión de mayores medios en logros. Esta temática ha sido poco estudiada en la región desde la perspectiva económica. Una caracterización de la dinámica reciente del consumo en América Latina puede encontrarse en Cepal (2014). En base a las consideraciones anteriores, para realizar este estudio hemos elegido los casos de de Argentina, Brasil, México y Uruguay. Dadas las diferencias en niveles de ingreso, desigualdad y cohesión social en los cuatro países, creemos que su contrastación casos puede ser de interés para conocer la dinámica del consumo visible en América Latina. Para ello, trabajamos con las encuestas de gasto e ingresos de los hogares de los cuatro países. En lo que sigue, se presentan en primer lugar algunos antecedentes de investigación sobre consumo posicional e interacciones sociales (sección II), luego se describe el modelo econométrico y la información utilizada (sección III) y se presentan los principales resultados obtenidos para el caso de México (sección IV). Por último, la sección V reúne algunos comentarios finales. II. El consumo posicional y el efecto del grupo de pares La temática del consumo ha sido tratada con mucho énfasis desde la perspectiva de la ética. Cortina (2011) sostiene que en las sociedades contemporáneas todos los rituales se asocian al consumo, al tiempo que el consumo de bienes superfluos se asocia a la felicidad. La motivación es siempre comparativa. El consumo tiene carácter compensatorio y, en consecuencia, sirven para el festejo, pero también para compensar momentos de tristeza. La autora plantea que para definir una ética del consumo se requiere contestar tres preguntas clave: qué se consume? quién consume? Quién decide qué se consume? A diferencia de Galbraith, sostiene que la publicidad es un condicionamiento pero no una determinación y que habría, en consecuencia, un espacio para plantear lo que denomina ciudadanía del consumidor, responsabilizándolo por algunas decisiones. Este ideal normativo del consumo en las sociedades contemporáneas, se basaría en cuatro atributos: justo, liberador, responsable y felicitante (en el sentido de proporcionar felicidad en el sentido aristotélico a quien lo consume). En este esquema, las instituciones cobran un rol central. Sin embargo, no todas las personas están en condiciones de consumir y los consumidores en general no sabemos las consecuencias de los consumos que realizamos ni para el medio ambiente ni para otros humanos. Un prerrequisito, entonces, sería lograr niveles de acceso a medios mínimos que permitan desarrollar este modelo. En las ciencias sociales, los estudios de Weber, Baudrillard y Bourdieu han dado cuenta de la centralidad del consumo en la dinámica social. Como se señaló en la introducción, los estudios económicos sobre el consumo tienen como referencia ineludible a los trabajos pioneros de Veblen, para quien el consumo se motivaba en el deseo de disfrutar de ciertos bienes, así como en el deseo de posicionamiento social. El sector más rico de la sociedad, la clase ociosa, determinaba los estándares de consumo del resto de la sociedad. De esta forma, el consumo emulativo permite fijar el estatus de las personas aún ante aquellos que no los conocen. Según Veblen, con estas conductas emulativas las personas estarían buscando el autorespeto en base a realizar consumos que no los sitúen por debajo de sus pares. La relevancia del consumo relativo refiere a aspectos macro y microeconómicos (Duesenberry, 1949). El consumo posicional tiene diversos problemas: atenta contra la supuesta soberanía del consumidor, compite contra otros consumos que podrían conducir a mayores logros (como educación, salud) y a mayores tasas de ahorro. Esto podría tener repercusiones en el desarrollo económico, por lo que es un área para intervención de políticas. El consumo visible corresponde a aquellos bienes de consumo conspicuo que pueden ser observados por terceros sin que conozcan a las personas en cuestión (Heffetz, 2011). Relegadas durante mucho tiempo, las ideas de Veblen resurgieron con Galbraith, Duesenberry, Schor y Frank (1985). Para este último, el consumo posicional según Frank (1985) estaría constituido por “aquellas cosas cuyo valor depende fuertemente, en términos relativos, de cómo se comparan con las cosas poseídas por otros”. Para ello desarrolla un modelo de señalización, basado en los trabajos de Spence (1979) aplicados a la educación, donde el consumo de bienes posicionales depende del monto consumido y de cómo el mismo se compara con lo consumido por otros. El rol del grupo de pares explicaría en buena parte estos consumos. A su vez, dentro del grupo de pares, las posiciones socioeconómicas de sus integrantes varían dependiendo de donde se sitúan dentro del grupo. Si se interpreta la señalización como una forma de distiguirse de los más pobres, los miembros más pobres del grupo tendrían menos incentivos para señalizar estatus comparados con los de posición alta. El incentivo a señalizar estatus se incrementa con la posición económica del hogar dentro del grupo de referencia. Esta visión sería contradictoria con la de Bowles y Park (2005) para quienes los efectos operarían en la medida en que los más pobres quieren copiar las conductas de los más ricos. La consideración del posicionamiento permite relacionar la desigualdad a nivel del conjunto de la sociedad y dentro del grupo de referencia, el consumo y el ahorro: si los sectores de menores ingresos tratan de alcanzar los niveles de consumo conspicuo de los más ricos, a mayor desigualdad, mayores tendrán que ser sus gastos para emular a los más ricos, en detrimento de sus tasas de ahorro. Inspirados en la nueva literatura de economía de la felicidad, Eaton y Eswaran (2009) desarrollan un modelo teórico donde analizan la dinámica económica cuando en presencia de un bien común, un bien vebleniano y un bien comunitario. Encuentran que a medida que el ingreso crece, aumenta también el consumo del bien posicional, al tiempo que se destruye capital social. Arrow y Dasgupta (2009) presentan algunos cuestionamientos al determinismo de estas visiones. Critican la noción de que inevitablemente el consumo conspicuo lleva al problema de los comunes. Para ellos, dichas visiones no toman en cuenta la intertemporalidad de las decisiones, las cuales permitirían explicar que, en un momento dado, existan personas que consume más y personas que consume menos que el promedio. Las contrastaciones empíricas del modelo de señalización han buscado analizar el rol del grupo de pares en base a estudios experimentales y a información de encuestas de gasto y sus resultados no son aún conclusivos, debido a las dificultades empíricas para atribuir efectos causales a los comportamientos grupales (Heffetz y Frank, 2011). Estos estudios están fuertemente ligados a los desarrollos realizados en el marco de la nueva economía de la felicidad, en los que el ingreso y el consumo relativo son utilizados para entender la paradoja de Easterlin (Clark, 2008; Easterlin, ) A continuación se presenta una breve reseña de los principales resultados alcanzados. Carlsson et al (2006) realizan un análisis en base a experimentos para Suecia, basados en una muestra aleatoria de la población, donde preguntaban por ingreso, ocio, automóviles otorgados por el empleador, seguridad de los autos. Para estos autores, el nivel de posicionalidad de un bien viene dado porque las preferencias se expresen en forma absoluta y no relativa. Encuentran que los automóviles y el ingreso son altamente posicionales mientras que el ocio y la seguridad en los autos no lo son. En base a cinco experimentos, Ordabayeba y Chandon (2011) analizan la hipótesis de que aumentar la igualdad dentro de un grupo genera que las personas consuman menos y ahorren más, encontrando resultados no conclusivos. En base a encuestas de gasto en Estados Unidos, Charles et al (2009) contrastan dos hipótesis: el gasto en consumo conspicuo crece con el ingreso propio; si el ingreso promedio del grupo aumenta, el gasto en consumo conspicuo cae. Encuentran que los hispanos y afro americanos 30% mayor gasto en bienes visibles que los blancos y que las diferencias persisten al interior de cada grupo, en consistencia con el supuesto de una única función de utilidad para todos los grupos. Esto último implica que los mismos bienes son considerados como posicionales Buscando darle validez externa a la investigación anterior en el caso de un país subdesarrollado y con mayores contrastes sociales, Kaus (2012) testea empíricamente la hipótesis de Veblen en Sudáfrica y encuentra que los hogares de ascendencia racial negra gastan un 35-50% más que los blancos con iguales características. A diferencia de Charles et al (2009) encuentra que hay diferencias al interior de cada grupo. Interacciones sociales con el grupo propio de referencia. Prueban la validez externa de Charles et al. Bajo el supuesto de que el consumo conspicuo actúa como un indicador de la posición socioeconómica del hogar, testean en qué medida el consumo visible decrece con la media del grupo de referencia. Encuentran que aumentos en el ingreso medio del hogar, incrementan el gasto en bienes visibles. La incorporación de variables del grupo, vuelve no significativas las diferencias encontradas entre grupos socioeconómicos. Los dos trabajos se basan en la escala de bienes visibles desarrollada por Heffetz (2011) y utilizan la suma de joyas y relojes, vestimenta, cuidado personal y vehículos, como aproximación al consumo posicional. Tanto Charles et al (2009) como Kaul (2012) definen al grupo de referencia en base a criterios de afiliación social y geográficos. Ambos trabajos utilizan medidas de dispersión del ingreso del grupo, como la desviación estándar y el coeficiente de variación. En el caso de Sud Africa se agregan diez variables binarias indicativas del decil al que pertenece el hogar dentro del grupo de referencia, interactuadas con la media del grupo. En su libro The overworked American, Julie Schor (1998) constata que las personas que presentaban un estatus financiero por debajo del nivel del grupo de referencia ahorraban menos y viceversa. Perez-Truglia (2013) contrasta la relación entre consumo conspicuo y felicidad utilizando datos de panel para Rusia y analiza el efecto del grupo de pares. Para su análisis, se concentra en el gasto en vestimenta, dado su fuerte carácter posicional. Para definir el grupo de referencia utiliza variables geográficas y demográficas (estas últimas solo como chequeo de robustez), trabajando con ordenamientos y distancias. Encuentra que el bienestar subjetivo de un individuo depende de la riqueza de su grupo de referencia y se asocia al lugar en el ranking de consumo conspicuo de su grupo de referencia. Además, mientras los bienes posicionales son un determinante de este desempeño, los bienes no visibles no lo son. Khun et al (2011) estudian en Holanda el consumo conspicuo en base a un experimento natural que explota una forma especial de lotería donde se asignan ganadores por barrios, y encuentran cambios en el comportamiento de los hogares del barrio que no ganaron la lotería. Existen otras contrastaciones de la hipótesis de Veblen aplicadas a las decisiones de trabajo que no aplican el modelo de señalización. En base datos agregados para un panel de países, Bowles y Park (2005) analizan la presencia de lo que denominan efectos Veblen en la determinación de horas trabajadas. Encuentran que el consumo posicional lleva al aumento de las horas trabajadas y que éstas aumentan con el nivel de desigualdad, en línea con el trabajo de Schor (1998) para Estados Unidos. Como ya se señaló, para estos autores, las personas se comparan con los grupos más ricos y los siguen, mientras que no tratan de diferenciarse de las personas más pobres, como plantean otros autores. Por último, Maurer y Meier (2008) encuentran un efecto de pares moderado. Los trabajos empíricos sobre bienes posicionales se enfrentan a la tarea de seleccionar los bienes que deben ser considerados. Heffetz (Heffetz, 2011; Heffetz, 2012) crea una escala de visibilidad del consumo (Visibility Index, VINDEX), a partir de una encuesta realizada a una muestra representativa de 480 personas en Estados Unidos, donde se pregunta por 32 conjuntos de bienes. Para ello, en la encuesta se les pregunta a las personas: Imagine que se encuentra con una persona nueva que vive en un hogar similar al suyo. Imagine que ese hogar no tiene ninguna diferencia, salvo que les agrada realizar gastos mayores que el promedio en tal bien (lista): ¿qué tan rápido se daría cuenta que esa persona hizo gastos significativos en (lista). ¿Se daría cuenta enseguida, luego de un rato, nunca? Heffetz indica que se trata de visibilidad socio cultural y no física y plantea también el concepto de cultura visible, entendida como el grupo que tiende a ver las mismas cosas. Esto último permitiría identificar grupos de referencia. Las variables demográficas que tienen poder explicativo sobre visibilidad, varían según grupos de bienes, el sexo presenta una asociación débil y la raza una asociación muy fuerte. La edad solo es significativa en el caso de la ropa. Charles et al (2009) corroboraron esta escala con una encuesta a 119 estudiantes en Estados Unidos, encontrando resultados muy similares. Muchos de los estudios reseñados, así como la presente investigación no han podido realizar escalas propias de visibilidad, por lo que se basan en la escala de Heffetz (2011). La revisión anterior ilustra que los avances principales en la contrastación del consumo conspicuo se han basado en el análisis del rol del grupo de pares sobre un conjunto de bienes visibles. Se destaca también, que no se encontraron estudios para América Latina que analicen estas hipótesis. Si bien los trabajos empíricos reseñados se han ocupado de captar los efectos del grupo de pares, han prestado menor atención a la forma funcional de la preocupación relativa. Existen algunas modelizaciones recientes de la preocupación relativa han sido contrastadas empíricamente, algunas de ellas se detallan en la sección siguiente. En particular, Leites (2013) realiza un testeo de dichas modelizaciones para el caso uruguayo, confirma la importancia del grupo de pares como punto de referencias en las evaluaciones de satisfacción económica y encuentra que las valoraciones son asimétricas entre las personas que están por encima y por debajo del umbral de referencia, de acuerdo a la hipótesis de Duesenberry. III.Modelización e información utilizada III.1 Un modelo de señalización para el análisis del consumo visible En lo que sigue, se desarrolla el modelo de señalización estimado en este trabajo. De acuerdo a estos modelos, el entorno donde el individuo toma las decisiones podría conducir a que individuos con idénticas preferencias tomen decisiones distintas sobre su nivel de consumo de este tipo de bienes. Para explicar estos fundamentos resulta útil partir de un modelo simple que considere la “búsqueda de estatus”, en una situación donde los bienes se pueden agrupar en posicionales (bp) y no posicionales (bnp). Los individuos valoran el estatus que les reporta su ingreso relativo dentro de un grupo k. Cada individuo i enfrenta una restricción presupuestal y busca optimizar su función objetivo definida por una función de utilidad Donde , y representan el nivel de consumo de bienes posicionales y no posicionales del individuo i en el grupo k y refleja su estatus. Como la riqueza y el ingreso son inobservables, la sociedad infiere el estatus de cada individuo a partir del consumo de bienes posicionales. Esto conduce a que el consumo de bienes posicionales tenga un efecto directo en la utilidad y otro indirecto (externalidad) a través de la señalización del estatus de cada individuo. Las funciones , , y reflejan la utilidad que genera cada uno de estos componentes. Se asume que son crecientes y cóncavas. Si se asume que los individuos optimizan sus decisiones de consumo y conocen cual es el consumo de bienes posicionales de su grupo, se puede derivar una función de gasto en bienes posicionales. En trabajos teóricos recientes se han derivado formalmente las condiciones de equilibrio y se establecen las siguientes relaciones: es estrictamente creciente en . es decreciente con respecto al ingreso esperado del grupo k la primer relación es esperable, y plantea que la elasticidad ingreso del consumo de bienes posicionales es positiva (bienes normales). La segunda relación establece que ante una caída del ingreso esperado de su grupo, las personas destinan un mayor gasto al consumo de bienes posicionales. La intuición consiste en que el menor ingreso del grupo genera incentivos para que el individuo aumente su consumo en bienes posicionales, de forma de señalizarse y distinguirse de aquellos más pobres. De esta versión simple del modelo también se desprende que la desigualdad al interior de los grupos ( podría ser relevante para explicar el consumo de bienes posicionales. Sin embargo las predicciones son ambiguas y dependen de que cóncava o convexa con respecto a sea .1 La incorporación de la distribución del grupo podría ser relevante por su incidencia en la calidad de la señal o en la intensidad de la valoración del estatus. Por otra parte, la situación relativa de cada individuo con respecto al ingreso de su grupo de referencia también podría ser un factor clave, alternando la sensibilidad marginal del estatus y los incentivos que operan en la toma de decisiones. Por ejemplo, Kaus (2013) argumenta que aquellos individuos con una peor posición económica en su grupo de referencia podrían enfrentar menores estímulos para invertir en "señales de estatus", comparado con aquellos que se encuentran en una mejor posición. Para los primeros, el retorno en términos de estatus del consumo de bienes posicionales es esperable que sea menor, porque compiten con pares más ricos que tienen mayores medios para ampliar su consumo de bienes posicionales. Esto abre la posibilidad de que el nivel de consumo de bienes posicionales no sólo dependa del nivel ingreso medio del grupo, de la 1 Charles et al (2009) plantean que la concavidad o convexidad de mayor (o menor) que la concavidad de yu dependen de si la concavidad de es desigualdad del mismo, sino también de la posición (ordinal o cardinal) que cada individuo ocupa en el mismo. La discusión nos sugiere aproximarnos al consumo de bienes posicionales a través de cuatro modelos. Una primera ecuación plantea estimar la elasticidad ingreso del consumo de bienes posicionales. Por la conexión intertemporal de las decisiones de consumo, sería deseable utilizar el ingreso permanente, el cual usualmente es aproximado a través del gasto total. (Ec. 1) donde i es un subíndice que representa hogares, GBV es el gasto en bienes visibles, GT es el gasto total del hogar, D es un conjunto de variables demográficas y socioeconómicas. El coeficiente β1 puede ser interpretado como la elasticidad ingreso permanente del consumo visible, y por lo argumentado en los párrafos anteriores, es esperable que sea significativo y positivo. Posteriormente, se contrasta la significación del efecto del ingreso del grupo de referencia, mediante el ingreso promedio del grupo de referencia (Yk) (Ec.2) en este caso, se espera que . Este resultado confirmaría que aquellos que pertenecen a grupos más pobres buscan incrementar su consumo de bienes posicionales para distinguirse de los más pobres. Una tercera especificación propone incorporar el efecto de la desigualdad al interior del grupo de referencia. (Ec.3) La desigualdad al interior del grupo será considerada a través de cuatro indicadores: desviación estándar del ingreso del grupo, el coeficiente de variación del ingreso del grupo, el índice de Gini del ingreso del grupo y la relación entre el noveno y primer percentil de ingresos de cada grupo. Bowles y Park (2005) argumentan que la preocupación relativa es "forward looking", lo que les lleva en su trabajo a utilizar indicadores de desigualdad a nivel del país que ponderen la cola alta de la distribución. Los distintos indicadores de desigualdad intra grupo utilizados en este trabajo permiten considerar esta posibilidad, cambiando la ponderación para los distintos tramos de su distribución. En este caso, estaría indicando la incidencia de la desigualdad al interior del grupo sobre el consumo de bienes posicionales, y su signo esperado es indeterminado. Por otra parte, la magnitud y signo de nos ofrece evidencia indirecta sobre la función de utilidad de los individuos y la valoración del estatus en relación al consumo de bienes. (Ec.3) Esta última especificación permitirá incorporar cómo la situación relativa de cada individuo al interior del grupo puede afectar el nivel de consumo de bienes posicionales. Como indicadores de estatus se utiliza la distancia y un ranking que refleja la posición en el grupo. Esto nos permitirá identificar si el estatus al interior del grupo altera la sensibilidad a gastar en bienes posicionales. Una derivación más general de la ecuación anterior es distinguir la situación de aquellos individuos que dentro de su grupo, están por encima del ingreso medio o por debajo. Siguiendo los fundamentos de Duesenberry (1949) sobre la posibilidad de que las comparaciones sociales sean asimétricas, se sigue la especificación propuesta de Ferrer-i-Carbonell (2005) para evaluar valoraciones asimétricas. Para ello se permite que el estatus al interior del grupo incida de forma diferencial entre aquellas personas que están por encima del ingreso medio del grupo ( (Ec.4) ) y aquellas que están por debajo ( ). Si se confirma que , se encontraría evidencia de que los incentivos para el consumo de bienes posicionales son mayores para aquellos con una mejor posición relativa al interior del grupo. La aplicación empírica que se realiza en esta investigación sigue la metodología aplicada en Charles et al (2009) y Kaus (2013). Para identificar el gasto en bienes posicionales se sigue el criterio que se desprende del trabajo de Heffetz (2011). En base a ello, y a las operacionalizaciones de Charles y Kaus, el consumo visible incorpora el gasto del hogar en cuidados personales, vestimenta y calzado y joyas2. Charles et al (2009) argumentan que el gasto total es una variable endógena a cualquiera de sus subcomponentes, como consecuencia de la simultaneidad de las decisiones. Por otra parte, en general se argumenta, que las mediciones de gastos están sujetas a errores de medida, lo cual, podría ser otra fuente de endogeneidad. Para tratar este aspecto se utilizan variables instrumentales. En una primera estrategia, siguiendo a Charles et al (2009) y Kaus (2013) se utilizó como instrumento el logaritmo del ingreso corriente.3 Para evaluar la posible debilidad de los instrumentos y la magnitud del potencial sesgo se sigue a Bound et al. (1995), quienes proponen probar la significación conjunta de los instrumentos en la ecuación auxiliar del método en dos etapas. Cameron y Trivedi (2005) señalan que valores del F estadístico inferiores a 10 confirmaría la debilidad del instrumento y los problemas de sesgo. Alternativamente, para tratar el tema de endogeneidad del gasto total, el ingreso permanente fue aproximado por el ingreso corriente del hogar y por una forma polinómica de tercer grado del ingreso permanente. III.2 Fuentes de información utilizadas Los datos de México corresponden a la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2006 (ENIGH 2006) relevada formalmente por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de ese país. El número de hogares registrados asciende a 20875. La encuesta incluye los ingresos y percepciones de capital de cada uno de los 2 Debido a que las encuestas de gasto relevan la compra de automóviles durante un período de referencia que podría considerarse breve a los efectos de este estudio, el el ejercicio empírico se realizó primero sin considerar autos y en una segunda instancia considerando este rubro. Los resultados no se alteran. 3 Se hicieron algunas pruebas utilizando como instrumentos los deciles de ingreso del hogar y un índice de riqueza de activos. integrantes del hogar y los gastos y erogaciones de capital por hogar. Además, recoge información de las características de los hogares, de las viviendas que habitan en él y sociodemográficas y ocupacionales de los miembros que la integran. El gasto en cuidados personales se computa mensualmente, mientras que la vestimenta, el calzado y los accesorios trimestralmente y el gasto en automóviles semestralmente. Para definir el grupo de pares se siguieron los antecedentes sobre el tema, tomando criterios sociodemográficos y regionales.4 Los grupos de pares fueron conformados en base a la región, la educación y la edad del jefe de hogar. Para clasificar las regiones se tomaron nueve divisiones geográficas de México. En el caso de la edad, se conformaron tres categorías: menor a 40 años, entre 40 y 55 y mayor a 55. Por su parte, para la educación se consideró el máximo nivel educativo alcanzado por el jefe de hogar. Los niveles considerados fueron: sin instrucción, primaria completa, preparatoria completa y superior. En general la literatura estima las medias para cada grupo, y a cada persona que pertenece al mismo le asigna este estadístico como umbral de referencia. Criterios similares son utilizados en Charles et al, 2009; Kaus, 2013; Vendrik y Wotjer, 2007; Ferrer-i-Carbonell, 2005, Clark; 2008 y Clark et al 2008. IV. Principales resultados En esta versión del trabajo se presentan los resultados para México en base a la encuesta de gastos e ingresos de los hogares 2009 y para Brasil en base a la encuesta de gasto e ingresos de los hogares 2002. Los cuadros presentan los resultados para las estimaciones realizadas mediante variables instrumentales. No se incluyen en esta versión del documento las pruebas de validez de los instrumentos, cuyos resultados rechazan la hipótesis de debilidad de los instrumentos. A la vez, cabe destacar que las estimaciones por MCO son muy similares. 4 En Clark (2008) y Clark et al (2008) se discute el tratamiento de los grupos de referencia. Algunos autores fundamentan sobre la endogeneidad de la elección de los grupos de referencia, tema que su tratamiento es aún incipiente. Trabajos recientes han logrado relevar qué grupo de personas son relevantes para realizar las comparaciones interpersonales, concluyendo que en los países europeos dominan las comparaciones con los compañeros de trabajo y en China rural los habitantes de la misma villa (Knight at al, 2007, Clark y Senik, 2010) IV.1 Principales rasgos del consumo visible en México El gasto en bienes visibles se enmarca en las decisiones de consumo realizadas por los hogares. En Cepal (2014) se presenta la evolución del consumo reciente en América Latina a nivel macro y microeconómico. Se observa un fuerte incremento del consumo en el período reciente, consistente con el aumento del ingreso de los hogares. En ese contexto, y debido a la caída de sus precios, se percibe un aumento del acceso a bienes durables y una caída de la participación del gasto en alimentos en el gasto total. En el caso de México, el gasto en bienes posicionales representa, en promedio, el 8,5% del gasto de los hogares. Entre las categorías de bienes, este gasto se reparte en un 33% en cuidados personales, un 10% en automóviles, 2% en joyas y accesorios y un 55% en vestimenta y calzado. El consumo de bienes posicioanes varía según algunas características del jefe de hogar, como la edad y el máximo nivel educativo alcanzado (gráfico 1). Se observa que la proporción del gasto en bienes posicionales decae con la edad del jefe de hogar para todos los niveles educativos. A su vez, a medida que el nivel educativo del jefe de hogar crece, aumenta la proporción del gasto destinado a ese tipo de bienes. Aquellos hogares en los que el jefe alcanzó el nivel educativo superior y es menor a 40 años destinan el 10,6% de su gasto al consumo de bienes posicionales. Mientras que, para hogares con jefes mayores a 55 años y sin instrucción, este porcentaje desciende al 6,6%. Gráfico 1. Consumo en bienes posicionales según edad y nivel educativo del jefe de hogar. ,06 ,04 0 ,02 Proporción GBV ,08 ,1 México 2006 1 2 3 Sin instrucción 1 2 3 Prim completa 1 2 3 Prepa completa 1 2 3 Superior Nota: 1 se refiera al grupo de edad de jefes de hogar menores 40 años, 2 a los que se encuentran entre 40 y 55 y 3 a los mayores de 55. Fuente: ENIGH 2006 El gasto en bienes posicionales también presenta variaciones de acuerdo al ingreso per cápita del hogar (gráfico 2). Entre el primer decil de ingresos y el sexto, el gasto en bienes posicionales cae levemente de 8,3% a 8,0, para luego alcanzar el 10,1% en el decil superior. Esto estaría dando cuenta de una relación con una leve forma de U entre ingreso y consumo en bienes posicionales. Gráfico 2. Consumo en bienes posicionales según decil de ingreso de ingreso per cápita del ,095 ,09 ,085 ,08 Proporción GBV ,1 hogar. México. 2006 0 2 4 6 8 10 decil Intervalo de confianza Proporción GBV décil Fuente: ENIGH 2006 La relación descrita en el párrafo anterior no es uniforme para todos los grupos de bienes considerados (gráfica 3). El gasto en automóviles es el que acompaña el movimiento de la curva en el gráfico anterior, especialmente en el crecimiento mencionado a partir del sexto decil. Mientras que estos representan el 0,0001% del gasto promedio de los hogares del primer decil, alcanzan el 3,3% para decil 10. En los grupos de vestimenta y calzado y cuidados personales la tendencia es decreciente a medida que aumenta el ingreso. Considerados conjuntamente, representan el 99% del gasto de los hogares del primer decil, contra el 64% del gasto de los hogares del décimo. El gasto en joyas y accesorios, aunque de forma más atenuada que en el caso de los automóviles, presenta una tendencia creciente a medida que aumenta el ingreso. Gráfico 3. Consumo por grupo de bienes posicionales según decil de ingreso per cápita del 0 ,01 ,02 ,03 ,04 ,05 hogar. México. 2006 0 2 4 6 8 10 decil Intervalo de confianza Cuidados personales Automóvil Joyas y accesorios Vestimenta y calzado Fuente: ENIGH 2006 A continuación se describe la situación de los grupos conformados para el analizar su rol en el consumo de bienes posicionales. En primer lugar, se puede observar la relación entre el gasto bienes posicionales y el ingreso, para cada grupo en promedio (gráfico 4). Dada la heterogeneidad de los grupos conformados en base a un conjunto de variables definidas, la relación que se observaba a nivel de las personas entre ingreso y consumo de bienes posicionales es menos clara. Tampoco hay una relación evidente entre el ingreso del grupo y la desigualdad a la interna del grupo medida por el índice de Gini. ,1 ,08 ,06 Gasto ,12 ,14 Gráfico 4. Gasto en bienes posicionales e ingreso promedio por grupo. México. 2006 8 9 10 11 Log_ingreso Fuente: ENIGH 2006 En cuanto al comportamiento en el interior de los grupos, en función de la posición que ocupan los hogares en su distribución (gráfico 5), se puede señalar que aquellos hogares consideraros relativamente ricos a la interna de los grupos (es decir, cuyo ingreso es mayor a la media del grupo) gastan, en promedio, una mayor proporción en bienes posicionales que el promedio del grupo y que aquellos hogares considerados relativamente pobres (cuyo ingreso no supera la media del grupo). Gráfico 5. Consumo de bienes posicionales en el interior del grupo. Fuente: ENIGH 2006 IV.2 Análisis econométrico Como se indicó en la metodología, el análisis econométrico consistió en la estimación de curvas de Engel del consumo de bienes posicionales, incluyendo alternativamente el gasto per cápita del hogar, el ingreso per cápita del hogar y ambas variables; variables demográficas tales como presencia de menores de 18 años en el hogar, sexo del jefe de hogar y una parábola en la edad del jefe; variables binarias que reflejan el nivel educativo del jefe de hogar (sin instrucción, primaria completa, preparatoria completa y superior); área geográfica (rural-urbano) y diversas especificaciones a efectos de captar diversas particularidades del potencial efecto de grupos. En lo que sigue, analizamos, en primer lugar, los principales resultados para México y Brasil. México 2006 Los determinantes individuales En relación a los determinantes del consumo posicional, se encontró una fuerte relación positiva y significativa con el gasto per cápita del hogar, reflejando que los consumos de estos bienes están asociados a los mayores niveles de disponibilidad de recursos por parte del hogar (Cuadro 1). Las especificaciones que incluyen el ingreso corriente de los hogares y el ingreso y el gasto simultáneamente, arrojan resultados similares, aunque los coeficientes son ligeramente menores en el primer caso. Para el conjunto de bienes posicionales, los resultados muestran una elasticidad ingreso cercana a la unidad, e incluso en algunos casos la superan. Esto estaría indicando que los bienes posicionales se podrían clasificar como bienes superiores o suntuarios, evidenciando que los rubros seleccionados podrían considerarse como consumo conspicuo. El tamaño del hogar se asoció en todos los casos a mayores niveles de consumo posicional y fue siempre significativo. La presencia de menores de 18 en el hogar presentó siempre signo positivo y fue significativa, mientras que la presencia de adultos mayores reflejó el signo opuesto, con valores absolutos de los coeficientes muy similares. Esto es consistente con los hallazgos de los antecedentes, donde se observa que el consumo posicional es mayor en las etapas tempranas y medias del ciclo de vida. El sexo masculino del jefe de hogar se asoció a un menor consumo posicional, con coeficientes imprecisos (no significativos o significativos al 10%) y con magnitudes de los coeficientes reducidas. En las especificaciones en las que se incluyó el ingreso del hogar en lugar del gasto, el coeficiente cobró mayor significación y aumentó en magnitud. Esto estaría indicando que las diferencias entre gasto e ingreso del hogar podrían relacionarse al sexo del jefe. Por otra parte, estaría sugiriendo la hipótesis de estos hogares puedan tener distinta propensión al ahorro. En todos los casos, la parábola en la edad del jefe mostró signo negativo y significativo para el término lineal y no fue significativa para el término cuadrático, indicando nuevamente una relación inequívoca entre consumo posicional y etapa del ciclo de vida. Salvo para el nivel de menor educación que presentó signo negativo, en ningún caso los niveles educativos del jefe de hogar resultaron significativos. Esto podría indicar que el efecto de la educación está captado a través de otras variables incluidas en el modelo, como por ejemplo el gasto, pero estaría indicando, también, que no hay un efecto de la educación independiente del ingreso. El estrato muestral, que refleja áreas urbanas y rurales, se mostró siempre significativo, asociando consumos posicionales a áreas urbanas, tal como se esperaría desde un punto de vista teórico. Cuadro 1. Estimaciones MCO y VI de la Ecuación 1 para el total de gastos en bienes posicionales y por tipo de bien. México 2006 Todos VARIABLES Log Gasto per cápita Log tamaño del hogar Hay menores18 Cuidados MCO MCO Automóvil MCO Joyas MCO Vestimenta MCO Todos VI Cuidados per Automóvil VI VI Joyas Vestimenta VI VI 1.11967 0.84651 0.61570 0.67968 1.27322 1.10000 0.80333 0.77757 0.66995 1.13867 (0.019)*** (0.019)*** (0.036)*** (0.032)*** (0.033)*** (0.055)*** (0.041)*** (0.097)*** (0.081)*** (0.097)*** 0.33291 0.09570 0.45336 0.33340 0.75718 0.32020 0.06779 0.55799 0.32711 0.67020 (0.031)*** (0.032)*** (0.042)*** (0.046)*** (0.054)*** (0.046)*** (0.039)* (0.068)*** (0.065)*** (0.081)*** 0.15567 -0.05747 0.04853 -0.01349 0.58450 0.15349 -0.06224 0.06643 -0.01456 0.56962 (0.028)*** (0.029)** (0.049) (0.053) (0.057)*** (0.029)*** (0.030)** (0.050) (0.054) (0.058)*** Hay mayores 65 -0.17265 (0.040)*** -0.12677 (0.041)*** -0.06157 (0.046) -0.02871 (0.070) -0.21441 (0.073)*** -0.17354 (0.041)*** -0.12873 (0.042)*** -0.05424 (0.047) -0.02915 (0.070) -0.22050 (0.073)*** Sexo del jefe -0.03889 -0.05435 0.12232 0.02058 -0.08973 -0.03969 -0.05612 0.12898 0.02018 -0.09526 (0.023)* (0.024)** (0.031)*** (0.038) (0.043)** (0.023)* (0.024)** (0.032)*** (0.038) (0.044)** -0.01391 0.00746 -0.01528 -0.00606 -0.03836 -0.01329 0.00881 -0.02037 -0.00576 -0.03413 (0.004)*** (0.004)* (0.004)*** (0.006) (0.008)*** (0.005)*** (0.004)** (0.005)*** (0.006) (0.009)*** Edad del jefe edad * edad 0.00003 -0.00014 0.00010 0.00000 0.00020 0.00003 -0.00015 0.00014 -0.00000 0.00017 (0.000) (0.000)*** (0.000)** (0.000) (0.000)** (0.000) (0.000)*** (0.000)*** (0.000) (0.000)* 0.00427 0.05172 -0.12595 -0.01305 -0.00675 0.01018 0.06469 -0.17457 -0.01012 0.03367 (0.026) (0.027)* (0.036)*** (0.043) (0.051) (0.029) (0.029)** (0.046)*** (0.048) (0.057) Prepa compl 0.00426 0.06715 -0.13783 -0.03172 -0.01842 0.01465 0.08995 -0.22333 -0.02658 0.05266 (0.028) (0.030)** (0.040)*** (0.047) (0.054) (0.038) (0.035)** (0.063)*** (0.061) (0.071) Estudios super 0.06108 0.05100 -0.11557 0.19233 0.13177 0.08415 0.10162 -0.30535 0.20373 0.28953 (0.037)* (0.038) (0.068)* (0.066)*** (0.072)* (0.070) (0.056)* (0.119)** (0.103)** (0.128)** 0.10216 0.01409 0.17718 0.15548 0.17276 0.09823 0.00546 0.20953 0.15354 0.14587 (0.023)*** (0.023) (0.044)*** (0.039)*** (0.046)*** (0.025)*** (0.024) (0.047)*** (0.041)*** (0.049)*** Primaria comp De 15 a 99999 hab Menos de 15000 hab Constant 0.09445 -0.09977 0.19104 0.20385 0.33185 0.08535 -0.11975 0.26595 0.19935 0.26958 (0.026)*** (0.028)*** (0.035)*** (0.044)*** (0.045)*** (0.034)** (0.032)*** (0.054)*** (0.054)*** (0.060)*** -3.81944 -2.57913 -5.34783 -5.43467 -6.38643 -3.64830 -2.20352 -6.75602 -5.35004 -5.21588 (0.189)*** (0.189)*** (0.348)*** (0.319)*** (0.325)*** (0.491)*** (0.372)*** (0.858)*** (0.721)*** (0.857)*** Observations 20,875 20,875 20,875 20,875 20,875 20,875 20,875 20,875 20,875 20,875 R-squared 0.500 0.396 0.074 0.106 0.248 0.500 0.396 0.070 0.106 0.247 Robust standard errors in parentheses *** p<0.01, ** p<0.05, * p<0.1 El análisis por tipo de bienes da cuenta de algunas diferencias. En el caso de los cuidados personales, el signo del coeficiente que refleja la presencia de menores de 18 se volvió negativo, la edad del jefe perdió significación, pero presenta signo positivo y el estrato perdió significación. Los coeficientes del gasto per cápita del hogar se reducen a la tercera parte en el caso de los automóviles. Al mismo tiempo, la presencia de niños y adultos mayores pierde significación, y la presencia de jefe de hogar masculino arroja un signo positivo y significativo. El estrato recupera significación, asociando una mayor compra de vehículos a áreas urbanas. La adquisición de joyas presenta niveles del coeficiente del gasto superiores a los de los automóviles y las variables que resultan significativas son el número de integrantes del hogar y el nivel educativo alto. En relación a la vestimenta, el coeficiente del gasto es elevado y mayor que en el caso general y todas las variables son significativas y con signos similares a la especificación general. El efecto de grupos Un primer comentario general es que la inclusión de controles que incorporan el efecto del grupo de pares, en general no tiene un efecto en la magnitud y significación de los parámetros comentados en el apartado anterior. En relación a la incidencia del grupo de pares, se comienza comentando los resultados con respecto a la asociación entre el nivel de consumo de bienes posicionales y el ingreso medio del grupo (Ecuación 2). Los resultados sobre la magnitud y significación de este parámetro no son robustos, dependen de la especificación y el bien posicional considerado. En general, en las estimaciones para el consumo agregado de bienes posicionales, el coeficiente asociado al ingreso medio del grupo de pares no es significativo, y con algunas excepciones es positivo al 10% de significación (Cuadro 2)5. Este patrón se repite cuando consideramos los bienes posicionales de forma desagregada, aunque encontramos diferencias con el gasto en vestimenta y en joyas y relojes. En las estimaciones específicas para estos dos bienes, en general el coeficiente asociado al ingreso medio del grupo es significativo y negativo, lo cual es consistente con lo que predicen los modelos de señalización a través de estatus. Es decir, pertenecer al grupo de pares más pobres genera mayores estímulos para gastar en vestimenta y joyas, con el objetivo de distinguirse de los más pobres o para emular a los más ricos. 5 En los Cuadros A1 a A4 se presenta las estimaciones presentadas en el Cuadro 2 pero para los distintos bienes posicionales de forma desagregada. En segundo lugar, se estima una versión de la ecuación 3, considerando cinco medidas de dispersión alternativas al interior de los grupos: (i). índice de Gini, (ii). coeficiente de variación, (iii).brecha con el ingreso de referencia ( ),(iv).proporción de la brecha de ingresos con respecto al ingreso de referencia ( ), (v) posición ordinal en el grupo; (vi) valor absoluto de la brecha de ingresos con respecto al ingreso de referencia. Las estimaciones por variables instrumentales para el consumo total de bienes posicionales, arrojan un coeficiente de variación significativo y negativo, mientras que el Gini no es significativamente distinto de cero. A nivel desagregado, estos resultados se mantienen para el gasto en cuidados, al tiempo que no son robustos para el resto de los bienes. Cuadro 2. Regresiones considerando la influencia de los grupos de referencia. Estimaciones por VI para el gasto en todos los bienes posicionales agregados. México 2006. Todos Todos Todos Todos Todos Todos Todos Todos Todos VARIABLES VI VI VI VI VI VI VI VI VI Media grupo -0.00001 0.00000 -0.00000 0.00002 0.00001 0.00000 0.00000 0.00002 0.00001 (0.000) (0.000) (0.000) (0.000)* (0.000)* (0.000) (0.000) (0.000)* (0.000)* Gini grupo 0.17987 (0.213) Coef variación grupo -0.06266 (0.016)*** Distancia 0.33928 (0.185)* Distancia ordinal 0.00534 (0.003)* Distancia proporcional 0.02741 (0.264) Distancia valor absoluto -0.03659 (0.025) Rico 0.34812 Pobre -0.34328 (0.220) (0.196)* Rico ordinal 0.00689 (0.003)** Pobre ordinal -0.00504 (0.003)* Constant -3.70011 -3.68698 -3.35746 -0.08969 -2.08506 -2.97936 -3.72436 -0.01624 -1.83745 (0.503)*** (0.531)*** (0.530)*** (2.352) (1.234)* (5.939) (0.456)*** (2.587) (1.308) 20,875 20,875 20,875 20,875 20,875 20,875 20,875 20,875 20,875 0.512 0.500 0.501 0.491 0.501 0.499 0.501 0.490 0.501 Observations R-squared Robust standard errors in parentheses *** p<0.01, ** p<0.05, * p<0.1 Por otra parte, la distancia cardinal en su versión absoluta y la posición ordinal, muestran un coeficiente positivo y significativo para el gasto total en bienes visibles y a nivel desagregado para el gasto en cuidados y en vestimenta. Esto en cierta medida representa evidencia indirecta sobre la importancia del ingreso de los pares en las decisiones de consumo de este tipo de bienes y sugiere, que aquellos relativamente más ricos o mejor posicionados al interior del grupo, son los que mayores recursos destinan a este tipo de bienes. Resultados menos conclusivos, e incluso contradictorios, se observa en relación al gasto en automóviles. La siguiente especificación utilizada intenta avanzar sobre esta discusión sobre las distintas sensibilidades en función de la posición en el grupo, considerando la media del grupo, la desigualdad del grupo y una interacción entre ambas variables. El coeficiente de la interacción nos permitirá analizar si la desigualdad al interior del grupo afecta de forma diferencial según el ingreso de las personas. En contextos de alta desigualdad, a los más ricos les es más fácil señalizar su estatus, mientras que los más pobres, podrían tener menores retornos en este tipo de gastos. El coeficiente asociado al ingreso medio del grupo da significativo y positivo en las especificaciones que se usa el Gini, mientras que no es significativo cuando se utiliza el coeficiente de variación. Los indicadores de dispersión, son significativos, pero con signos opuestos, lo que podría estar asociado a las distintas propiedades del coeficiente de variación y el Gini. Mientras que el primero es sensible a los valores extremos, el segundo se ve más afectado por los estratos medios de cada grupo. Finalmente, la interacción es significativa y negativa en ambos casos, lo cual estaría indicando que la desigualdad genera menores estímulos para que los más ricos consuman más bienes posicionales, y en situación opuesta, estarían los más pobres. Esto resulta consistente con la teoría de bienes posicionales. En un siguiente paso se realiza una estimación de la ecuación 4, considerando un modelo más flexible que permite que las valoraciones de la situación relativa sean distintas, según el lugar que cada persona ocupa en la distribución al interior del grupo. Para el gasto total en bienes posicionales, los resultados confirman la hipótesis de que las valoraciones no son simétricas, cuestión que se mantiene en las estimaciones desagregadas por tipo de bienes. Es decir, mientras que los más pobres dentro del grupo gastan relativamente menos en bienes posicionales, aquellos relativamente más ricos gastan más, o no son sensibles a la situación relativa. Los resultados son consistentes con los modelos que explican el consumo conspicuo en base al estatus y parecen confirmar que la situación relativa en el grupo de pares afecta los estímulos a realizar este tipo de gasto. La evidencia sería consistente con la hipótesis planteada por Kaus (2013), sobre los menores estímulos que enfrentan los más pobres dentro de un grupo para gastar en bienes posicionales, en relación a aquellas personas que están en una mejor situación relativa. b) Brasil 2002 Los determinantes individuales En relación a este grupo de variables cabe destacar que los coeficientes de Brasil en relación al gasto y al ingreso reflejan significaciones, magnitudes y signos muy similares a los de México, identificando a los bienes posicionales como bienes superiores. Asimismo, el tamaño del hogar, la presencia de adultos mayores, la edad y el sexo del jefe presentan también fuertes similitudes, pese a que esta última variable es siempre significativa (Cuadro 3). Sin embargo, cabe destacar en este caso dos diferencias sustanciales en referencia a la presencia de niños en el hogar y al rol de la educación. En el primer caso, el coeficiente es significativo y negativo. Las razones deberán explorarse en futuras versiones de este trabajo. Dentro de las variables educativas, la que da cuenta de nivel terciario resultó siempre significativa, dando cuenta de un efecto diferencial no asimilable a la posesión de recursos, como se observó en el comentario sobre México. En relación a los grupos de bienes, el efecto negativo de la presencia de menores de 18 permanece en cuidados personales (al igual que lo observado en el caso de México), se vuelve positivo en tenencia de automóviles, no es significativo en joyas y vuelve a ser negativo en vestimenta. El coeficiente negativo de la jefatura masculina aumenta fuertemente de magnitud en el caso de los cuidados personales (-0.22 en promedio), se vuelve positivo y de mayor magnitud en caso de los automóviles (0.34 en promedio), deja de ser significativo en joyas y vuelve a ser positivo pero de menor magnitud en vestimenta (0.14 en promedio). Las variables binarias que reflejan niveles educativos superiores a la variable omitida resultaron significativas en todas las especificaciones y de mayor magnitud que en el caso general, en las estimaciones del gasto en cuidados personales. En el caso de los vehículos, el nivel educativo superior resultó positivo y significativo, mientras que el nivel intermedio resultó negativo y significativo. Este último comportamiento requiere un análisis en mayor profundidad. En el caso de las joyas, todos los niveles educativos resultaron con signos negativos y significativos, tal vez en línea con los comentarios vertidos en el trabajo de Kaul (2013) que refieren a que los sectores de mayores niveles educativos realizan la señalización vía títulos más que vía consumo de joyas. Mientras tanto, las variables educativas resultaron positivas y significativas en el caso de la vestimenta. Cuadro 3. Estimaciones MCO y VI de la Ecuación 1 para el total de gastos en bienes posicionales y por tipo de bien. Brasil 2002 VARIABLES Log Gasto per cápita Log tamaño del hogar Hay menores18 Hay mayores 65 Sexo del jefe Edad del jefe edad * edad Area geográfica 2 Secundaria compl Estudios super Constant Observations R-squared Todos Cuidados per Automóvil Joyas Vestimenta Todos Cuidados per Automóvil Joyas Vestimenta MCO MCO MCO MCO MCO VI VI VI VI VI 1.23901 0.90409 1.09716 0.01020 0.86829 1.16808 0.82818 1.37151 0.03686 0.77253 (0.012)*** (0.011)*** (0.020)*** (0.003)*** (0.012)*** (0.032)*** (0.032)*** (0.058)*** (0.014)*** (0.037)*** 0.65419 0.43223 0.64687 -0.03116 0.55232 0.61644 0.39184 0.79286 -0.01697 0.50136 (0.024)*** (0.024)*** (0.034)*** (0.005)*** (0.026)*** (0.028)*** (0.028)*** (0.041)*** (0.008)** (0.031)*** -0.06464 -0.19710 0.06160 0.00976 -0.10137 -0.08305 -0.21680 0.13280 0.01668 -0.12622 (0.024)*** (0.026)*** (0.039) (0.007) (0.028)*** (0.025)*** (0.027)*** (0.042)*** (0.007)** (0.029)*** -0.15889 -0.11384 -0.17232 0.00784 -0.16909 -0.16280 -0.11801 -0.15722 0.00931 -0.17436 (0.035)*** (0.036)*** (0.049)*** (0.006) (0.040)*** (0.035)*** (0.036)*** (0.049)*** (0.006)* (0.040)*** -0.04398 -0.22605 0.36306 -0.00402 -0.14905 -0.03074 -0.21188 0.31186 -0.00900 -0.13117 (0.021)** (0.021)*** (0.029)*** (0.004) (0.023)*** (0.021) (0.022)*** (0.032)*** (0.005)** (0.024)*** -0.01686 -0.00871 -0.01246 -0.00006 -0.01686 -0.01396 -0.00561 -0.02368 -0.00115 -0.01294 (0.004)*** (0.004)** (0.005)** (0.001) (0.004)*** (0.004)*** (0.004) (0.006)*** (0.001) (0.005)*** 0.00005 0.00003 0.00007 0.00000 0.00007 0.00002 0.00000 0.00016 0.00001 0.00004 (0.000) (0.000) (0.000) (0.000) (0.000) (0.000) (0.000) (0.000)*** (0.000) (0.000) 0.04580 -0.15722 0.24627 0.00214 -0.01988 0.01452 -0.19070 0.36724 0.01390 -0.06211 (0.018)** (0.017)*** (0.022)*** (0.003) (0.019) (0.022) (0.022)*** (0.033)*** (0.007)** (0.025)** 0.00416 0.13422 -0.06338 0.00251 0.03906 0.05169 0.18508 -0.24720 -0.01536 0.10322 (0.022) (0.023)*** (0.035)* (0.004) (0.025) (0.029)* (0.030)*** (0.050)*** (0.010) (0.034)*** -0.09710 0.11499 0.26501 0.00641 -0.03884 0.01096 0.23062 -0.15292 -0.03420 0.10705 (0.036)*** (0.037)*** (0.064)*** (0.008) (0.043) (0.056) (0.057)*** (0.102) (0.020)* (0.066) -4.08325 -3.47906 -5.97918 -0.03390 -2.62738 -3.72099 -3.09143 -7.38019 -0.17004 -2.13834 (0.102)*** (0.096)*** (0.149)*** (0.024) (0.110)*** (0.189)*** (0.187)*** (0.314)*** (0.073)** (0.208)*** 48,284 48,284 48,284 48,284 48,284 48,284 48,284 48,284 48,284 48,284 0.561 0.439 0.343 0.008 0.343 0.560 0.438 0.331 0.001 0.341 Robust standard errors in parentheses *** p<0.01, ** p<0.05, * p<0.1 El efecto de grupos Al igual que en el caso de México, los coeficientes que reflejan el valor medio del ingreso del grupo de referencia resultaron en todos los casos negativos. Como se señaló, este resultado se ubica en línea con los resultados de la bibliografía sobre consumo posicional (Cuadro 4). 6 La desigualdad del grupo, medida a través del índice de Gini y coeficiente de variación no resultó significativa para explicar el consumo agregado de bienes posicionales. Sin embargo, y, a diferencia de México, cuando estos se interactúan con la media del grupo, se encuentra una relación positiva, que refleja que a medida que aumenta el ingreso, a mayores niveles de desigualdad dentro del grupo, mayor consumo posicional, en línea con la literatura internacional que refiere a emulación ascendente. Estos efectos se 6 En los cuadros A5 a A8 se presenta las estimaciones presentadas en el Cuadro 3 pero para los distintos bienes posicionales de forma desagregada. encontraron también para el caso de los cuidados personales, en el que, además, resultaron fuertemente significativos y de signo positivo los coeficientes de desigualdad sin interactuar con la media de ingresos, lo cual se ubica en línea con las hipótesis del consumo posicional. Asimismo, en el caso de los automóviles solo resultó significativa la interacción del coeficiente de variación con la media del grupo, aplicándose las consideraciones vertidas antes en cuanto a las propiedades de este índice. Mientras tanto, la desigualdad con y sin interacciones no se asoció al consumo de joyas, al tiempo que el caso de la vestimenta presenta una conducta similar al caso general pero con menores magnitudes de los coeficientes. La distancia al promedio del grupo, resultó significativa y positiva en todos los casos, reflejando un mayor consumo posicional para quienes se sitúan en los extremos del grupo. Aquí las motivaciones podrían diferir, pero eso se retomará al estudiar las asimetrías. Cuadro 4. Regresiones considerando la influencia de los grupos de referencia. Estimaciones por VI para el gasto en todos los bienes posicionales agregados. Brasil 2002 VARIABLES Media grupo Todos Todos Todos Todos Todos Todos Todos Todos Todos VI VI VI VI VI VI VI VI VI -0.00019 -0.00019 -0.00016 0.00041 0.00017 -0.00009 -0.00018 0.00035 0.00015 (0.000)*** (0.000)*** (0.000)*** (0.000)*** (0.000)* (0.000) (0.000)*** (0.000)** (0.000) Gini grupo 0.10871 (0.162) Coef variación grupo 0.00275 (0.001)*** Distancia 0.51061 (0.111)*** Distancia ordinal 0.01106 (0.002)*** Distancia proporcional 0.04614 (0.027)* Distancia valor absoluto -0.10597 (0.019)*** Rico 0.43154 (0.131)*** Pobre -0.47962 (0.113)*** Rico ordinal 0.01008 (0.003)*** Pobre ordinal -0.01112 (0.002)*** Constant -3.92507 -3.97216 -4.03346 0.16515 -1.68803 -3.17046 -3.87543 -0.26441 -1.79847 (0.206)*** (0.238)*** (0.233)*** (1.089) (0.679)** (0.524)*** (0.209)*** (1.154) (0.720)** 48,284 48,284 48,284 48,284 48,284 48,284 48,284 48,284 48,284 0.562 0.562 0.562 0.496 0.542 0.555 0.564 0.510 0.545 Observations R-squared Robust standard errors in parentheses *** p<0.01, ** p<0.05, * p<0.1 En el caso de las valoraciones asimétricas, al igual que en el caso de México, las estimaciones de gasto total en bienes posicionales para aquellos hogares cuyos ingresos se sitúan por debajo de la media del grupo, la mayor distancia (menor ingreso) se asocia a un menor consumo posicional. Mientras tanto, la mayor distancia a la media para aquellos hogares situados por encima de la misma, se asocia a un mayor consumo posicional. Se destaca que si bien el signo de los coeficientes es opuesto, sus magnitudes son similares. Los resultados son similares al considerar distancias ordinales. En cuidados personales se obtuvieron resultados similares, mientras que en el consumo de automóviles y de joyas las distancias no resultaron significativas, excepto en el caso de la distancia ordinal por debajo de la media, que arrojó un coeficiente positivo de baja magnitud. En el caso de la vestimenta resultaron significativos y negativos los coeficientes de distancia ordinal por debajo de la media, revelando un menor consumo posicional en los grupos de mayor privación relativo. V. Comentarios finales El presente análisis constituyó un primer esfuerzo para identificar el consumo posicional en algunos países de la región. Se encontró una fuerte asociación con el gasto per cápita, sexo del jefe de hogar y variables regionales. En línea con los roles tradicionales asociados a mujeres y hombres, la jefatura femenina implica mayores niveles de consumo en cuidados personales y la jefatura masculina mayor consumo de automóviles. Al igual que en la literatura revisada, la edad de las personas y la presencia de adultos mayores se asocia con menores niveles de consumo posicional. Sin embargo, la presencia de niños en el hogar presentó resultados dispares, presentando un signo positivo en el caso de México y negativo en el de Brasil. Las razones deberán ser analizadas en futuras versiones de este trabajo, pero seguramente se vinculan a la estructura demográfica y distributiva de cada país. Las variables educativas resultaron significativas en el caso de Brasil pero no en el de México. En relación a la magnitud de la elasticidad ingreso del consumo de bienes posicionales, los coeficientes estimados son consistentes con los antecedentes. Estos resultados, arrojarían evidencia favorable sobre el conjunto de bienes seleccionados para analizar el consumo conspicuo. En relación al comportamiento de los grupos de referencia, estos tienen un claro rol, pero su influencia es fuertemente sensible a la especificación y al lugar del individuo en el grupo. La media del grupo presentó un signo consistente con las teorizaciones de consumo posicional, fundamentalmente para Brasil, reflejando mayor consumo a menor ingreso grupal. Una mayor desigualdad dentro del grupo, medida por índices de resumen (Gini, coeficiente de variación), resultó asociada al consumo posicional cuando interactúa con la media del grupo. Sin embargo, las distancias al grupo de referencia en algunos casos llevan a rechazar la hipótesis de consumo emulativo y en otros casos no: parecería que en el caso de Brasil no se podría hablar de consumo posicional en los hogares situados por debajo de la media del grupo de referencia en el caso general y de la vestimenta, pero sí en automóviles y joyas. Para el caso de México, la evidencia es consistente con el consumo conspicuo y una valoración asimétrica en relación al ingreso del grupo de referencia. Esto estaría indicando, que entre aquellos relativamente más pobres del grupo, los estímulos hacia el consumo conspicuo es relativamente menor, en relación a aquellos más ricos. En etapas futuras se incorporarán estimaciones para otras dos rondas de Brasil y México, así como estimaciones para Argentina y Uruguay, países más homogéneos desde el punto de vista distributivo. V. Referencias bibliográficas Anexo Cuadro A1. Regresiones considerando la influencia de los grupos de referencia. Estimaciones por VI para el gasto en cuidados personales. México 2006 Cuidados per Cuidados per Cuidados per Cuidados per Cuidados per Cuidados per Cuidados per Cuidados per Cuidados per VARIABLES VI VI VI Media grupo -0.00003 0.00001 0.00000 (0.000) (0.000)*** (0.000) Gini grupo VI VI VI VI VI VI 0.00004 0.00002 -0.00001 0.00001 0.00003 0.00002 (0.000)*** (0.000)*** (0.000) (0.000)*** (0.000)*** (0.000)*** -0.27590 (0.221) Coef variación grupo -0.08977 (0.018)*** Distancia 0.39094 (0.135)*** Distancia ordinal 0.00562 (0.002)*** Distancia proporcional -0.21765 (0.354) Distancia valor absoluto -0.06966 (0.022)*** Rico 0.25760 Pobre -0.33055 (0.163) (0.141)** Rico ordinal 0.00377 Pobre ordinal -0.00597 (0.003) (0.002)*** Constant -2.01203 -1.96097 -1.67235 2.01788 -0.43366 -7.18332 -2.24473 0.90965 -0.72912 (0.400)*** (0.398)*** (0.404)*** (1.696) (0.883) (8.037) (0.342)*** (1.856) (0.953) 20,875 20,875 20,875 20,875 20,875 20,875 20,875 20,875 20,875 0.413 0.396 0.398 0.376 0.395 0.353 0.397 0.387 0.396 Observations R-squared Robust standard errors in parentheses *** p<0.01, ** p<0.05, * p<0.1 Cuadro A2. Regresiones considerando la influencia de los grupos de referencia. Estimaciones por VI para el gasto en automóviles México 2006. Automóvil Automóvil Automóvil Automóvil Automóvil Automóvil Automóvil Automóvil Automóvil VARIABLES VI VI VI VI VI VI VI VI VI Media grupo 0.00012 -0.00002 -0.00001 -0.00005 -0.00003 0.00006 -0.00001 -0.00003 -0.00003 (0.000)* (0.000)** (0.000)* (0.000)** (0.000)** (0.000) (0.000)** (0.000) (0.000)** Gini grupo 0.92904 (0.405)** Coef variación grupo -0.00445 (0.030) Distancia -0.55299 (0.332)* Distancia ordinal -0.01016 (0.005)** Distancia proporcional 0.76609 (1.090) Distancia valor absoluto 0.15490 (0.047)*** Rico -0.07020 Pobre 0.33434 (0.361) (0.329) Rico ordinal -0.00647 Pobre ordinal 0.01086 (0.006) (0.005)** Constant -7.33818 -7.23740 -6.89894 -12.68037 -9.84981 11.12993 -6.49792 -8.66756 -9.26099 (0.884)*** (0.939)*** (0.922)*** (4.304)*** (2.353)*** (24.126) (0.788)*** (4.347)** (2.455)*** 20,875 20,875 20,875 20,875 20,875 20,875 20,875 20,875 20,875 0.087 0.071 0.070 0.028 0.059 0.074 0.065 0.063 Observations R-squared Robust standard errors in parentheses *** p<0.01, ** p<0.05, * p<0.1 Cuadro A3. Regresiones considerando la influencia de los grupos de referencia. Estimaciones por VI para el gasto en joyas y accesorios México 2006. Joyas Joyas Joyas Joyas Joyas Joyas Joyas Joyas Joyas VARIABLES VI VI VI VI VI VI VI VI VI Media grupo 0.00004 -0.00002 -0.00002 0.00000 -0.00001 0.00001 -0.00002 0.00001 -0.00000 (0.000) (0.000)*** (0.000)*** (0.000) (0.000) (0.000) (0.000)*** (0.000) (0.000) Gini grupo 0.73951 (0.366)** Coef variación grupo -0.03315 (0.024) Distancia 0.28169 (0.266) Distancia ordinal 0.00567 (0.004) Distancia proporcional 0.22922 (0.723) Distancia valor absoluto -0.01046 (0.039) Rico 0.39299 Pobre -0.33209 (0.319) (0.282) Rico ordinal 0.01012 (0.005)** Pobre ordinal -0.00482 (0.004) Constant -5.55221 -5.80803 -5.41216 -2.61850 -3.91687 -0.15362 -5.58213 -1.69339 -3.20729 (0.743)*** (0.780)*** (0.784)*** (3.412) (1.793)** (16.248) (0.666)*** (3.719) (1.871)* 20,875 20,875 20,875 20,875 20,875 20,875 20,875 20,875 20,875 0.123 0.107 0.107 0.104 0.108 0.071 0.106 0.101 0.108 Observations R-squared Robust standard errors in parentheses *** p<0.01, ** p<0.05, * p<0.1 Cuadro A4. Regresiones considerando la influencia de los grupos de referencia. Estimaciones por VI para el gasto en para vestimenta. México 2006. Vestimenta Vestimenta Vestimenta Vestimenta Vestimenta Vestimenta Vestimenta Vestimenta Vestimenta VARIABLES VI VI VI VI VI VI VI VI VI Media grupo -0.00009 -0.00001 -0.00001 0.00004 0.00001 0.00004 -0.00001 0.00003 0.00002 (0.000) (0.000) (0.000)* (0.000)** (0.000) (0.000) (0.000) (0.000) (0.000) Gini grupo 0.00824 (0.402) Coef variación grupo -0.02551 (0.031) Distancia 0.86747 (0.315)*** Distancia ordinal 0.01320 (0.005)*** Distancia proporcional 0.49381 (0.820) Distancia valor absoluto -0.14070 (0.048)*** Rico 0.64394 Pobre -0.76624 (0.378)* (0.335)** Rico ordinal 0.01682 (0.006)*** Pobre ordinal -0.01251 (0.005)*** Constant -5.09499 -5.33297 -5.22115 3.70924 -1.52029 6.30344 -5.71170 1.85136 -0.94253 (0.896)*** (0.931)*** (0.932)*** (4.021) (2.132) (18.225) (0.793)*** (4.429) (2.252) 20,875 20,875 20,875 20,875 20,875 20,875 20,875 20,875 20,875 0.256 0.247 0.247 0.210 0.243 0.110 0.249 0.224 0.241 Observations R-squared Robust standard errors in parentheses *** p<0.01, ** p<0.05, * p<0.1 Cuadro A5. Regresiones considerando la influencia de los grupos de referencia. Estimaciones por VI para el gasto en cuidados personales. Brasil 2002 Cuidados per Cuidados per Cuidados per Cuidados per Cuidados per Cuidados per Cuidados per Cuidados per Cuidados per VARIABLES VI VI Media grupo 0.00000 (0.000) Gini grupo VI VI VI VI VI VI VI -0.00019 -0.00008 0.00028 0.00016 (0.000)*** (0.000)*** (0.000)* (0.000) -0.00011 -0.00018 0.00023 0.00017 (0.000)* (0.000)*** (0.000) (0.000) 0.84176 (0.162)*** Coef variación grupo 0.00817 (0.001)*** Distancia 0.39552 (0.107)*** Distancia ordinal 0.01056 (0.002)*** Distancia proporcional 0.03205 (0.024) Distancia valor absoluto -0.08141 (0.018)*** Rico 0.33806 (0.130)*** Pobre -0.37300 (0.111)*** Rico ordinal 0.01118 (0.003)*** Pobre ordinal -0.01051 (0.002)*** Constant -2.84823 (0.205)*** Observations R-squared 48,284 0.452 Robust standard errors in parentheses *** p<0.01, ** p<0.05, * p<0.1 -3.65501 -3.61187 -0.12212 -1.15455 -2.76629 -3.25230 -0.43430 -1.08416 (0.236)*** (0.230)*** (1.051) (0.684)* (0.510)*** (0.206)*** (1.135) (0.736) 48,284 48,284 48,284 48,284 48,284 48,284 48,284 48,284 0.441 0.442 0.386 0.416 0.435 0.441 0.397 0.414 Cuadro A6. Regresiones considerando la influencia de los grupos de referencia. Estimaciones por VI para el gasto en automóviles. Brasil 2002. Automóvil Automóvil Automóvil Automóvil Automóvil Automóvil Automóvil Automóvil Automóvil Automóvil VARIABLES VI VI VI VI VI VI VI VI VI VI Media grupo -0.00022 (0.000)*** -0.00021 -0.00011 -0.00075 -0.00058 -0.00035 -0.00022 -0.00050 -0.00047 0.00002 (0.000)*** (0.000)** (0.000)*** (0.000)*** (0.000)*** (0.000)*** (0.000)** (0.000)** (0.000) Gini grupo -0.09946 (0.248) Coef variación grupo 0.00822 (0.002)*** Distancia -0.46269 (0.173)*** Distancia ordinal -0.01159 (0.004)*** Distancia proporcional -0.06241 (0.043) Distancia valor absoluto 0.14010 (0.033)*** Rico -0.14470 Pobre 0.33807 (0.207) (0.177)* Rico ordinal -0.00538 Pobre ordinal 0.01202 (0.005) (0.004)*** Constant Observations R-squared -7.21477 (0.336)*** 48,284 0.343 Robust standard errors in parentheses *** p<0.01, ** p<0.05, * p<0.1Automóvil -7.56219 -7.92857 -11.31164 -9.94992 -8.62589 -7.67089 -9.58415 -9.24878 -7.60223 (0.399)*** (0.387)*** (1.693)*** (1.195)*** (0.853)*** (0.358)*** (1.802)*** (1.260)*** (0.344)*** 48,284 48,284 48,284 48,284 48,284 48,284 48,284 48,284 48,284 0.328 0.331 0.234 0.275 0.303 0.331 0.292 0.298 0.328 Cuadro A7. Regresiones considerando la influencia de los grupos de referencia. Estimaciones por VI para el gasto en joyas y accesorios. Brasil 2002. Joyas Joyas Joyas Joyas Joyas Joyas Joyas Joyas Joyas VARIABLES VI VI VI VI VI VI VI VI VI Media grupo 0.00001 (0.000) 0.00001 0.00001 -0.00010 -0.00006 -0.00002 0.00001 -0.00009 -0.00006 (0.000) (0.000) (0.000) (0.000) (0.000) (0.000) (0.000) (0.000) Gini grupo -0.01387 (0.042) Coef variación grupo 0.00005 (0.000) Distancia -0.09052 (0.043)** Distancia ordinal -0.00228 (0.001)** Distancia proporcional -0.01333 (0.011) Distancia valor absoluto 0.01742 (0.006)*** Rico -0.08415 Pobre 0.08802 (0.055) (0.047)* Rico ordinal -0.00205 Pobre ordinal 0.00229 (0.001) (0.001)** Constant -0.14783 (0.075)** -0.15388 -0.16183 -0.88497 -0.62067 -0.37791 -0.16805 -0.85039 -0.59510 (0.094) (0.091)* (0.425)** (0.288)** (0.236) (0.083)** (0.483)* (0.314)* 48,284 0.012 48,284 48,284 48,284 48,284 48,284 48,284 48,284 48,284 0.002 0.002 Observations R-squared Robust standard errors in parentheses *** p<0.01, ** p<0.05, * p<0.1 0.005 Cuadro A8. Regresiones considerando la influencia de los grupos de referencia. Estimaciones por VI para el gasto en para vestimenta. Brasil 2002. Vestimenta Vestimenta Vestimenta Vestimenta Vestimenta Vestimenta Vestimenta Vestimenta Vestimenta VARIABLES VI VI VI VI VI VI VI VI VI Media grupo (0.039)*** 0.00000 (0.000) -0.00017 -0.00019 0.00050 0.00020 -0.00009 -0.00016 0.00034 0.00011 (0.000)*** (0.000)*** (0.000)*** (0.000)* (0.000) (0.000)*** (0.000)* (0.000) Gini grupo 0.37265 (0.183)** Coef variación grupo -0.00140 (0.001) Distancia 0.57131 (0.128)*** Distancia ordinal 0.01159 (0.003)*** Distancia proporcional 0.03880 (0.026) Distancia valor absoluto -0.13771 (0.021)*** Rico 0.37583 (0.148)** Pobre -0.49470 (0.127)*** Rico ordinal 0.00638 Pobre ordinal -0.01195 (0.003)* (0.003)*** Constant -2.31114 (0.223)*** Observations R-squared 48,284 0.359 Robust standard errors in parentheses *** p<0.01, ** p<0.05, * p<0.1 -2.48455 -2.26794 2.25331 0.02160 -1.68868 -2.25864 1.19136 -0.56682 (0.267)*** (0.257)*** (1.254)* (0.778) (0.539)*** (0.233)*** (1.288) (0.810) 48,284 48,284 48,284 48,284 48,284 48,284 48,284 48,284 0.343 0.343 0.235 0.311 0.334 0.346 0.282 0.328