Recurso de casación en nulidad fs. 474

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INTERPONE QUEJA POR DENEGACIÓN DE RECURSO
EXTRAORDINARIO FEDERAL.-
Excma. Corte Suprema de Justicia de la Nación:
PABLO ARIEL ROSSI, por propio derecho, manteniendo el domicilio procesal constituido en la calle Uruguay 532 4º
“40” de esta Ciudad, Zona de notificación 103, con el patrocinio
letrado del Dr. Carlos Federico Bossi Ballester (Tº72 Fº804)
TEL/FAX: 4371-7194, email: [email protected], en
los autos caratulados “ROSSI, Pablo Ariel c/ ESTADO, Nacional
- Mº de Trabajo, Empleo y Seguridad Social y otros s/ Amparos
y sumarísimos” Expte. Nº54.353/2008, a V.E. respetuosamente
digo:
1. Objeto.
Que vengo en legal tiempo y forma a interponer el
Recurso de Queja previsto por el art. 285 del CPCCN contra la
sentencia interlocutoria Nº109.714 dictada con fecha 17/12/09
por la Sala III de la Excma. Federal de la Seguridad Social por
medio de la cual se desestimó el Recurso Extraordinario Federal
interpuesto con fecha 22/09/09 contra la Sentencia Definitiva
Nº126.751, la cual con fecha 31/08/09 había confirmado la
sentencia definitiva Nº20.451 que desestimó la acción de amparo
interpuesta por el suscripto, solicitando se declare procedente esta
presentación directa y se revoque la sentencia recurrida; todo con
1
apoyo en las cuestiones que seguidamente se pasan a exponer y
expresa imposición de costas.
2.
Mención de los datos requeridos por el art.
5º incs. f), g), h), e i) de la Acordada
4/2007:
1. Inciso f): La resolución denegatoria del Recurso extraordinario
Federal fue dictada por la Sala III de la Excma. Cámara Federal
de la Seguridad Social. Con anterioridad intervino el Juzgado
Federal de la Seguridad Social Nº10 Secretaría Nº1;
2. Inciso g): Dicho pronunciamiento fue notificado a esta parte
con fecha 10/02/2010;
3. Inciso h): No se ha hecho uso de la ampliación del plazo
prevista por el art. 158 del CPCCN;
4. Inciso i): Toda vez que –en virtud de lo dispuesto por el inc. f)
del art. 13 de la ley 23.898– la presente causa se encuentra
exenta de tributar tasa de justicia, puesto que se trata de un
proceso de naturaleza previsional que versa sobre devolución
de aportes; tampoco procede realizar el depósito previsto por
primer párrafo del art. 286 del CPCCN atento la expresa
exención contenida en el segundo párrafo de la norma que
literalmente establece: “No efectuarán este depósito los que estén
exentos de pagar sellado o tasa judicial, conforme a las disposiciones
de las leyes nacionales respectivas”
2
3.
Refutación concreta y razonada de los
fundamentos que sustentan la resolución
denegatoria (art.6 Acord. 4/2007):
La resolución por medio de la cual se denegó el
Recurso Extraordinario Federal carece de todo sustento legal,
atento la evidente orfandad de fundamentos que ostenta, lo que además-
la
invalida
como
acto
jurisdiccional
válido.
Para
desestimar el remedio federal interpuesto, la resolución que
motiva esta presentación directa, únicamente se limita a sostener
que:
“Que, no se dan en la especie ninguno de los
presupuestos de admisibilidad previstos por el art. 14
de la ley 48 e incumbe exclusivamente a la Corte
Suprema de Justicia de la Nación apreciar si aquél
pronunciamiento merece la calificación a la que se alude
en el escrito en consideración (Fallos 215:199 y su cita)
Como se demostrará a lo largo del presente, la
resolución en crisis incurre en un doble orden de defectos que
ameritan dejarla sin efecto, puesto que en primer lugar, desde el
comienzo de estas actuaciones ha quedado en evidencia la
vinculación directa e inmediata de la cuestión federal debatida en
autos, la que a su vez, aparece como suficiente, sustancial y
trascendente para la solución del pleito, tal como lo requiere
conocida e inveterada jurisprudencia de V.E.
Asimismo, la resolución denegatoria del recurso ha de
ser considerada como aquellas resoluciones que merecen el
3
calificativo
de
“arbitrarias”
atento
su
grave
ausencia
de
fundamento normativo.
3.1. Existencia de los presupuestos del art. 14
de la ley 48:
Se iniciaron las presentes actuaciones en virtud de que
la ley ley 26.425 (B.O. 9/12/2008) dispuso la eliminación del
régimen de capitalización y la unificación del SIJP en el “Sistema
Integrado Previsional Argentino” (SIPA) con arbitraria y manifiesta
ilegalidad, puesto que ordenó transferir en propiedad a la ANSeS
todos los aportes que, de acuerdo a la legislación vigente –art. 82
de la ley 24.241– eran propiedad de los afiliados.
A raíz de ello, con fecha 6/11/2008 interpuse acción
de amparo contra el Estado Nacional – Poder Ejecutivo Nacional Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social; la ANSeS y
Arauca Bit AFJP con la finalidad de conjurar los efectos lesivos de
un acto en aquel momento inminente –hoy concretado en las
disposiciones de la ley 26.425 y sus decretos reglamentarios– que
con arbitrariedad e ilegalidad manifiesta restringe, altera y
amenaza derechos y garantías del suscripto consagrados en la
Constitución Nacional; específicamente la inviolabilidad de la
propiedad privada por desconocimiento de derechos adquiridos
consagrada por el art. 17 de la Constitución Nacional y los
Tratados Internacionales que la integran por conducto de su art.
72 inc. 22.
4
Como hubo de señalarse oportunamente, el art. 7 de la
ley 26.425 dispone el traspaso en especie a la Administración
Nacional de Seguridad Social de los recursos que integran las
cuentas individuales de capitalización.
Es decir, que los fondos que se encontraban en mi
cuenta
individual
de
capitalización
–los
que
sin
dudas
integran mi patrimonio– pasan ahora a ser propiedad del
Estado Nacional, lo que implica una grosera y evidente
violación
al
derecho
de
propiedad,
de
incuestionable
raigambre constitucional. Este cambio de titularidad efectuado,
sin dudas vulnera el concepto de propiedad que ha definido
pacíficamente la jurisprudencia de Nuestra Corte Suprema de
Justicia de la Nación.
Al interponer la acción se puso de manifiesto de que
manera la entrada en vigencia de la ley 26.425 resultaba
repugnante a la Constitución Nacional y se dejó planteada la
vinculación
directa
e
inmediata
de
la
cuestión
federal
debatida en autos, pues es del caso recordar aquí que el concepto
genérico de propiedad constitucional ha sido acuñado por la
jurisprudencia de esta Corte al señalar que el término propiedad
empleado en la Constitución comprende todos los intereses
apreciables que el hombre pueda poseer fuera de si mismo de
su vida y su libertad, con lo que todos los bienes susceptibles de
valor económico o apreciables en dinero alcanzan nivel de
derechos patrimoniales rotulados unitariamente como derecho
constitucional de propiedad, y que ya desde antiguo, en el leading
5
case “Horta, José c. Harguindeguy, Ernesto s/ consignación de
alquileres (Fallos 137:47). V.E. estableció que ni el legislador ni
el juez pueden, en virtud de una ley nueva o de su
interpretación arrebatar o alterar un derecho patrimonial
adquirido al amparo de la legislación anterior ya que en tal
caso, el principio de la no retroactividad, deja de ser una simple
norma legal para confundirse con el principio constitucional de la
inviolabilidad de la propiedad; y que sea por poco o mucho
aquello que se quita al propietario por acción de la ley, ya no
es posible conciliar a ésta con el art. 17 de la Constitución
que ampara la propiedad contra los actos de los particulares y
contra la acción de los Poderes Públicos.
Ahora bien, es sabido que por “cuestiones federales”
deben entenderse aquellas situaciones que versan sobre la
interpretación de normas federales (constitucionales o legales) o
de actos federales emanados de autoridades de la Nación, así
como sobre los conflictos planteados entre la CN y otras normas o
actos provenientes de autoridades nacionales o locales.
Según enseña Palacio, de acuerdo con las hipótesis
previstas en el articulo 14 de la ley 48, configuran cuestiones
federales las que se refieren, por un lado, a la mera exégesis de
cláusulas constitucionales o de normas o de actos de naturaleza
federal (cuestiones federales simples), y, por otro lado, a los
conflictos que pueden suscitarse: 1°) entre la Constitución
Nacional y una ley o acto nacional o local (cuestiones federales
complejas directas); 2°) entre normas dictadas por diferentes
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autoridades nacionales o entre normas o actos nacionales o
locales, discutiéndose cual es el acto o norma que, conforme a las
prescripciones
constitucionales,
reviste
carácter
preeminente
(cuestiones federales complejas indirectas). (Conf. Palacio Lino
Enrique. “El Recurso Extraordinario Federal” pág. 146)
Así las cosas, y a contrario de la huérfana y dogmática
afirmación de la resolución recurrida, es de toda evidencia que en
el caso de autos nos hallamos en presencia de una cuestión
federal compleja directa, puesto se ha suscitado un conflicto
entre las disposiciones de la ley nacional 26.425 –con sus
decretos
reglamentarios–
y
el
derecho
de
propiedad
contemplado en el art. 17 de la Constitución Nacional y los
Tratados Internacionales que la integran, habiéndose señalado
que tales conflictos se configuran frente a la alegación de que
alguna o algunas normas contenidas en una ley dictada por el
Congreso (federal o común), contraría uno o mas preceptos
constitucionales.
(Conf.
Palacio
Lino
Enrique.
“El
Recurso
Extraordinario Federal” pág. 167).
No requiere demasiada indagación constatar que en
autos, el remedio federal dogmáticamente rechazado por el a quo
es a todas luces procedente, pues se ha puesto en cuestión la
validez de una ley del Congreso bajo la pretensión de que es
repugnante
a
la
Constitución
Nacional
y
los
Tratados
Internacionales que la integran, y la decisión recurrida ha sido en
favor de la validez de la ley cuestionada. (conf. doctrina art. inc. 2º
art. 14 de la ley 48).
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El recurso rechazado es formalmente admisible, porque
se cuestiona por su intermedio la interpretación y aplicación de
normas federales, y la sentencia impugnada ha sido contraria al
derecho que el apelante funda en ellas (v. doctrina de Fallos
326:1549,
2037,
3142;
entre
muchos
otros)
resultando
desprovista de todo asidero fáctico y gravemente divorciada de los
hechos comprobados de la causa la dogmática y laxa afirmación
brindada por el a quo de que “no se dan en la especie los
presupuestos de admisibilidad del art. 14 de la ley 48”
Por su parte, la cuestión federal planteada en autos
guarda una relación directa e inmediata con lo resuelto en la
causa, puesto que la solución que se ha dado al caso dependió
directamente de la interpretación que se asignó a las cláusulas
constitucionales y normas cuestionadas por el suscripto. (conf.
Palacio Lino Enrique. “El Recurso Extraordinario Federal” pág.
198) lo que deja aún más evidente el grosero yerro de la resolución
ahora cuestionada en esta presentación directa.
Asimismo, y con respecto a la sustancialidad de la
cuestión
federal
debatida
en
autos,
V.E.
ha
definido
su
inexistencia al decir que "las cuestiones federales se tornan
insustanciales cuando una clara y reiterada jurisprudencia,
indudablemente aplicable a ellas, impida cualquier controversia
seria respecto de su solución" ("Fallos", 303-907 y otros) En el
caso de autos –haciendo una interpretación a contrario sensu del
criterio jurisprudencial señalado– lo novedoso de la cuestión, su
trascendencia institucional y la ausencia de pronunciamientos
8
previos relativos al apego –o no– de la ley 26.425 a la Constitución
Nacional y los Tratados Internacionales que la integran, dotan a la
cuestión federal plantada de los requisitos de sustancialidad,
suficiencia
y
trascendencia
necesarios
para
abordar
su
tratamiento.
Más aún, y atento a las consecuencias que para toda la
sociedad pueda tener el destino y la forma en que el organismo
previsional administre los fondos que le fueran transferidos de
acuerdo con las disposiciones de la ley y decretos cuestionados,
las cuestiones debatidas en autos pueden incluso encuadrar en
los supuestos de gravedad institucional que a lo largo de su
jurisprudencia ha ido definiendo V.E. (conf. Fallos 278-85) puesto
que como es de público y notorio conocimiento, son diversos los
casos en los que el organismo administrador de los fondos que
integraban las CCI de los afiliados al sistema de capitalización
(ANSeS) ha decidido darle a los mismos un notorio y evidente
destino
no
previsional,
vinculado,
entre
otros,
con
el
financiamiento de distintos emprendimientos de obra pública
encarados por el Gobierno Nacional y la suscripción de deuda
pública para financiar a distintos organismos del Estado Nacional,
todo en franca y grosera violación de los normado por el art. 8 de
la ley 26.425.
Por los motivos expuestos, y dado la evidente y clara
existencia de los presupuestos de admisibilidad del art. 14 de la
ley 48 que configuran la “cuestión federal” planteada en autos, es
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que se solicita se declare formalmente procedente este recurso de
hecho y se revoque la sentencia recurrida.
3.2. Arbitraria denegación del recurso:
Además de desacertada, la sentencia denegatoria del
recurso extraordinario merece ser calificada como “arbitraria” a la
luz y con los alcances de la profusa doctrina jurisprudencial
desarrollada al respecto por V.E. En efecto, así han sido
calificadas desde el comienzo del desarrollo de esta teoría las
sentencias desprovistas de todo apoyo legal y fundadas tan solo en
la voluntad de los jueces (conf. Caso Rey vs. Rocha Fallos 112:384)
En efecto, sentencias como la que motivan esta
presentación directa, que se encuentran totalmente desprovistas
de fundamentación y que no hacen más que aludir a putas de
excesiva laxitud que bien podrían ser aplicadas a una enormidad
de pleitos similares, ameritan el conocimiento de V.E a fin de velar
por el cumplimiento de los altos deberes que al respecto le
conciernen, pues este tipo de sentencias son dictadas sin
apoyarse en las circunstancias probadas de la causa y aparecen
realizadas con trasgresión de principios fundamentales inherentes
a la mejor y más correcta administración de justicia (Fallos
156:283)
Resulta así a todas luces evidente que una sentencia
que únicamente se limita a establecer “que no se dan en la especie
ninguno de los presupuestos de admisibilidad previstos por el art.
10
14 de la ley 48” sin explicar como se arriba a dicha conclusión ni
exteriorizar los fundamentos de la misma, no satisface la
obligación que incumbe a los jueces de fundar sus fallos, pues
la exigencia de que éstos tengan fundamentos serios reconoce raíz
constitucional y tiene, como contenido concreto, el imperativo de
que la decisión sea conforme a la ley y a los principios propios de
la doctita y jurisprudencia vinculados con la especie a decidir.
(Fallos 236:27)
En casos análogos al presente, en los que se resuelve
con una simple apariencia de fundamentación, tiene dicho V.E.
que para cumplir con dicho requisito, las sentencias judiciales
deben
expresar
el
derecho
que
rige
el
caso
derivado
razonablemente del derecho vigente, y correspondiente a los
hechos de la causa, ya que la fundamentación normativa
meramente aparente es ineficaz porque no satisface la exigencia
de que el fallo sea motivado, requisito este del imperio de la ley en
las sociedades libres. (Fallos 251:44 y sus citas)
V.E. también ha descalificado por arbitrarias sentencias en las que la cuestión ha sido resuelta sin expresar razón
alguna que fundamente la solución adoptada, o desvirtúe las que
diera el recurrente
(Fallos
237:292)
habiéndose
establecido
también que no es admisible la parquedad en la fundamentación
cuando se han propuesto articulaciones serias (Fallos 245:359) y
que es arbitrario el rechazo de los agravios de las partes sobre
base solo dogmática (Fallos 247:366;
251:280; 254:40) pues el
examen tiene que hacerse en concreto y no en abstracto, esto es
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con particular referencia a las modalidades del caso, sin poder
sustituirlo con meras razones a priori de validez general para
todos los supuestos (Fallos 239:367).
De lo anterior, resulta de suma claridad que la
sentencia denegatoria del recurso extraordinario merece ser
descalificada por “arbitraria” atento estar desprovista de todo
apoyo legal, contener una fundamentación solo aparente basada
únicamente meras razones a priori de validez general para todos
los supuestos y estar a su vez, divorciada de los hechos probados
de la causa a los que ni siquiera menciona.
Por ello, solicito se haga formalmente lugar esta
presentación directa y se declare mal rechazado el recurso
extraordinario federal oportunamente interpuesto.
4. Copias que se acompañan al presente (art. 7
Acord. 4/2007):
Se adjuntan las siguientes copias:
1) Copia
de
la
decisión
impugnada
mediante
el
Recurso
Extraordinario Federal.
2) Copia del escrito de interposición del Recurso Extraordinario
Federal.
3) Copia del escrito de contestación del traslado previsto en el art.
257 del CPCCN.
12
4) Copia de la resolución denegatoria del Recurso Extraordinario
Federal con su respectiva cédula de notificación.
5. Petitorio:
Por todo lo expuesto, de V.E. respetuosamente solicito:
1) Que se tenga por presentado en legal tiempo y forma el presente
Recurso de Queja contra la resolución de la Sala III de la
Excma. Cámara Federal de la Seguridad Social que desestimó el
Recurso Extraordinario Federal interpuesto por el suscripto.
2) Se agreguen las copias que se adjuntan.
3) Se declare formalmente admisible el presente recurso, mal
rechazado el Recurso Extraordinario y, haciéndose lugar al
mismo, se revoque la sentencia recurrida en cuanto desestimó
la acción de amparo promovida por el suscripto.
Provea V.E. de conformidad, que
SERÁ JUSTICIA.-
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