el mito de alexander cartwright como inventor del

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EL MITO DE ALEXANDER CARTWRIGHT
COMO INVENTOR DEL BEISBOL
Por CÉSAR GONZÁLEZ GÓMEZ [email protected]
INTRODUCCIÓN
Una vez derrumbado el mito de Abner Doubleday como inventor del
béisbol se recurre a la figura de Alexander Cartwright para encontrar la
respuesta al orígen del juego.
Hay una necesidad de ponerle nombre y apellidos a un supuesto inventor
de algo que en realidad no nació por sí solo, sino que fue evolucionando
desde otras centurias y otros continentes.
El primer gran promotor que tuvo el juego, Henry Chadwick, dijo alguna
vez que el béisbol “no tuvo padre, simplemente creció”.
Entronizar a Alexander Cartwright al Salón de la Fama pareciera un acto
de deslinde ante la figura de Abner Doubleday, quien no está entre los
inmortales.
Sin embargo, la investigación que renombrados historiadores del juego
han venido haciendo sobre los Knickerbockers y Alexander Cartwright ha
restado el protagonismo que, éste último, había recibido a lo largo del
tiempo.
Probablemente las 3 autoridades en investigación de los orígenes del
juego sean John Thorn, Frederick Ivor-Campbell y David Block. Además,
habría que sumar a Mónica Nucciarone, destacada académica que ha
investigado a profundidad la vida de Alexander Cartwright y prepara su
muy esperada biografía donde aclarará muchos de los mitos que se han
generado alrededor de este personaje y su rol en la historia del juego.
A lo largo del monumental trabajo que estos notables investigadores han
hecho se ha podido documentar que ni Alexander Cartwright hizo todo lo
que se le atribuye; ni los Knickerbockers inventaron por sí solos el béisbol
pero que si hicieron una enorme contribución en mejora del juego; y que
el béisbol se juega con ese nombre desde el siglo XVIII con algunas
características ya de lo que hoy conocemos.
La placa de Alexander Cartwright en el Salón de la Fama de Cooperstown
reza lo siguiente:
ALEXANDER JOY CARTWRIGHT,
JR.
"PADRE DEL BASE BALL MODERNO"
COLOCÓ LAS BASES A 90 PIES DE
DISTANCIA.
ESTABLECIÓ 9 INNINGS COMO
JUEGO
Y 9 JUGADORES COMO EQUIPO.
ORGANIZÓ
EL KNICKERBOCKER BASEBALL CLUB
DE NUEVA YORK EN 1845. LLEVÓ EL
BASEBALL
A LA COSTA DEL PACÍFICO Y A
HAWAII
EN LOS DÍAS PIONEROS. [1]
John Thorn, el legendario historiador del beisbol, remata lo dicho en la
placa con una sola frase: “Cada palabra es una mentira, incluyendo ‘y’ y
‘el’” [2]
A través de los puntos de vista de este poker de grandes investigadores
iremos analizando la figura de Alexander Cartwright, su verdadero rol
histórico y la importancia de los Knickerbockers en la evolución del
béisbol.
EL LLAMADO “MITO CARTWRIGHT”
Se le atribuye a Alexander Cartwright el haberse “arrodillado en la tierra
para dibujar” el conjunto de 20 reglas que usaría el Knickerbockers Base
Ball Club de la ciudad de Nueva York. Todo esto en Septiembre de 1845.
Esta foto es la única que parece
existir de los Knickerbockers
originales o, al menos, de algunos
de sus miembros. La foto fue
tomada en 1847. En la fila superior
en medio, aparece Alexander
Cartwright. Fumando un puro en la
fila inferior aparece Doc Adams, y
a su izquierda Duncan Curry.
Según esta misma creencia, Cartwright invitó a sus compañeros a formar
un club debidamente establecido y, al consumarse esto, fungió como
umpire en el primer juego celebrado por el nuevo club en Junio de 1846.
Como leíamos en su placa del Salón de la Fama y, de acuerdo a la leyenda,
este personaje sería responsable de colocar las bases a 90 pies de
distancia, fijar 9 innings como la duración de un juego y 9 jugadores para
saltar al campo.
Con la llamada fiebre del Oro que brotó en California, Cartwright cruzó en
un convoy de diligencias todo el país desde Nueva York, e iba practicando
el béisbol en cada pueblo en que paraban. Así habría llegado el juego a
California, según el diario de viaje presuntamente escrito por el propio
Cartwright.
Sin embargo, no estaría mucho tiempo en California y viajó a Hawai
llevando el juego consigo y enseñándolo a los nativos de aquellas islas. [3]
Todo un apóstol del béisbol, según estas creencias.
Sin embargo, las más recientes investigaciones en el tema no han
encontrado evidencia alguna para probar las afirmaciones anteriores, con
la excepción de que, efectivamente, fue idea de Cartwright formalizar la
existencia de los Knickerbockers y convertirlo en un club de Base Ball con
todas las de la ley.
SOBRE SU AUTORÍA DE LAS REGLAS DE JUEGO
La placa en Cooperstown dice que Alexander Cartwright “colocó las bases
a 90 pies de distancia”. En realidad la medida en pies no se usó en la
redacción original de las reglas de los Knickerbockers. Recordemos que,
aunque este primer conjunto de reglas se estableció en Septiembre de
1845, no se han encontrado ediciones impresas de aquel primer
reglamento. Sin embargo, si existen ediciones de 1848, año en que fueron
re editadas.
La Regla 4 es la que se ocupa de la distancia entre las bases. Y dice así:
“Las bases deberán estar de home a segunda base, 42 pasos; de primera a
tercera base, 42 pasos, equidistantes” [4]
El investigador David Block, en su monumental obra “Baseball Before We
Knew It”, asegura que “desde los días del Imperio Romano, la longitud de
un paso había sido convenida en 2.5 pies. Según esta medida, la distancia
establecida entre las bases por los Knickerbockers sería de 75 pies.” [5]
El mismo Block matiza que algunos historiadores aseguran que la medida
del paso era de 3 pies, lo cual se aproximaría más a la medida de 90 pies.
Sin embargo, refiere la definición de paso publicada en el diccionario
Noah Webster de 1828 donde se asegura que “es la distancia entre las 2
piernas al caminar, estimado en 2.5 pies”. [6]
No sería sino hasta la Convención de Base Ball de 1857 en que quedaría
definida la distancia de 90 pies. [7]
No olvidemos que Alexander Cartwright se había mudado a Hawai desde
1849.
Otra de las imprecisiones que aparecen en la multicitada placa de
Cooperstown le atribuye la implementación de los 9 innings para
finiquitar el juego. [8]
La única regla que habla de la duración del juego en el reglamento
original de los Knickerbockers es la número 8:
“El juego consistirá de 21 conteos, o ases; pero a la conclusión el mismo
número de oportunidades deben jugarse” [9]
En ningún momento se afirma o se puede inferir que existiera una
duración de 9 innings. Por el contrario, al momento en que un equipo
llegaba a 21 conteos o ases, el juego terminaba. Si el equipo en desventaja
tenía una oportunidad al bat restante la tomaba, si no lograba empatar los
21 registros del rival el juego concluía. No olvidemos que, en lo que se
considera el primer juego bajo estas reglas, los Knickerbockers perdieron
23 a 1 en 3 innings. En el reglamento no se utiliza la palabra carrera, sino
que se utiliza conteo o as, aunque el término carrera ya era utilizado.
Nuevamente, será hasta la Convención de 1857 cuando se fijen los 9
innings como plazo para concluir el juego, sin importar la diferencia de
anotaciones.
Por último, la placa también le atribuye haber especificado en 9 el número
de peloteros en el campo.
La única regla original que habla sobre la conformación de los equipos es
la número 6:
“Si no hubiera el suficiente número de miembros del Club presentes al
tiempo acordado para comenzar el ejercicio, los caballeros no miembros
pueden ser seleccionados para completar el juego, y no deberán salir para
que entren aquellos miembros que después pudieran aparecer; pero en
todos los casos, los miembros deberán tener la preferencia, cuando estén
presentes, en la conformación del equipo.” [10]
Como se puede apreciar no hay un decreto en cuanto al número de
peloteros en el campo.
John Thorn afirma que en sus primeros años los Knickerbockers
“típicamente jugaban con 8 hombres por equipo” [11] y además “casi nunca
jugaron con 9 hombres, sino que llegaron a usar tan pocos como 7 y
tantos como 11 peloteros en el campo”. [12]
La posición de shortstop se instituyó en 1849 o 1850 (con Cartwright ya
en Hawai), pero no ocupaba la posición en que hoy lo conocemos, sino
que era un jardinero más cercano que fungía como relevo en los tiros
desde los jardines al cuadro pues la bola era mucho mas pesada y
dificultaba los tiros largos.
No existe evidencia, entonces, de que Alexander Cartwright haya tenido la
inventiva y ni siquiera injerencia en el desarrollo de las 3 reglas que
Cooperstown le atribuye.
Se dice también que Cartwright es el autor de las demás reglas, pero ni
siquiera era miembo del comité de reglas que el club tenía. Otro notable
historiador, Frederick Ivor-Campbell, sostiene que “Cartwright no era
miembro del comité de reglas de los Knickerbockers o, al menos, no era él
ninguno de los 2 peloteros identificados como tales en las reglas, tal como
fueron reimpresas en Peverelly (1866) o en alguna de las versiones de las
reglas de 1845 que he visto.” [13]
En Junio 19 de 1846, los Knickerbockers jugaron el que está considerado
como el primer juego bajo su nuevo conjunto de reglas. Es curioso que
Alexander Cartwright no jugó aquel partido, de la misma manera que es
curioso que fueran apaleados 23 a 1 por el New York Base Ball Club. Otra
de las creencias radica en que Cartwright fungió como umpire en ese
juego.
Luego de consultar los archivos que se conservan de los Knickerbockers,
la investigadora Monica Nucciarone encuentra que Cartwright no firmó el
renglón destinado al umpire en la tarjeta de aquel día. Un cuidadoso
análisis de la firma arroja el nombre de J. Paulding. [14]
Según estas teorías, Alexander Cartwright tendría la autoría individual del
campo en forma de diamante. Para rebatir esto hay que recurrir
nuevamente al imprescindible trabajo de David Block, en cuyo libro nos
da cuenta de que en 1828 en Inglaterra se publica el libro “The Boy’s Own
Book” que era una guía de deportes y pasatiempos que obtuvo una gran
popularidad en Inglaterra y luego fue impresa en Estados Unidos,
también con notable éxito. En dicha obra es donde se presenta por
primera vez un juego parecido al Base Ball. A pesar de que tal juego se
llama rounders, Block afirma que “el juego descrito es, inequívocamente,
el baseball”. [15] Dicho pasatiempo ya presenta un infield en forma de
diamante.
El mismo texto que aparece en “The Boy’s Own Book” sería recogido por
varias publicaciones norteamericanas a partir de 1834. Llama la atención
que en 1835 se publica en Estados Unidos el libro “The Boy’s Book of
Sports; a description of the Exercises and Pastimes of Youth” utilizando el
mismo texto que el libro inglés de 1828, pero agregando algunos matices
que lo convertirían en un documento de gran valor histórico. Además del
diamante de juego, agrega que los corredores habrán de circular sobre las
bases en dirección opuesta a la de las manecillas del reloj. Llamó al juego
Base Ball. [16]
El autor de aquel librito de 1835, Sydney Babcock, aclara que hay un gran
número de juegos pero que los límites de su libro le permitirán describir
solamente los más comunes. David Block lo pone en contexto enfatizando
que “el primer juego que él (Babcock) enlista es el Base Ball, lo que
confirma que el pasatiempo ya era muy popular en 1835.” Otra gran
aportación de “The Boy’s Book of Sports” es que utiliza por primera vez
para el Base Ball los términos inning y diamante. [17]
Block resta veracidad al hecho de que Cartwright o los Knickerbockers
hayan inventado el diamante para el juego de Base Ball, pues en su libro
presenta al menos 4 referencias al diamante de juego en descripciones
publicadas en Estados Unidos antes de 1845. [18]
Otro de los mitos sobre Alexander Cartwright es que en su travesía en
diligencia hasta California en 1849, durante la Fiebre del Oro, iba
deteniéndose en cada lugar para organizar un juego de Base Ball y, de esa
manera, el juego habría llegado hasta California. [19]
Esta afirmación estaría sustentada en los diarios que el propio Cartwright
presuntamente escribió a lo largo del camino. El supuesto manuscrito
original está en el Museo Bishop de Honolulu, Hawai. Nuevamente es
Mónica Nucciarone, la acuciosa biografa de este personaje, quien
desentraña la verdad acerca de este asunto.
Indudablemente, estas versiones surgen de Bruce Cartwright, nieto de
Alexander, quien habría mecanografiado 2 transcripciones del manuscrito
original conteniendo la información relacionada al juego durante el viaje
con frases tales como “es cómico ver a los montañeses y a los indios
practicando el nuevo juego” o “Durante nuestra estancia aquí la semana
pasada desempaqué la bola que usamos para formar a los Knickerbockers
allá en casa y tuvimos algunos partidos. Mi copia original del libro de
reglas ha sido útil y ahorra discusiones”. [20]
Nucciarone realiza una magnífica pieza de investigación localizando la
lista de pasajeros de aquel convoy de diligencias que realizó la travesía.
Identificados los pasajeros, localiza los únicos 2 diarios que se conocen de
aquel grupo de pasajeros. No encuentra una sola referencia al Base Ball
entre los escritos de Cyrus Currier y Charles Gray. [21]
Va más allá y tiene acceso al supuesto manuscrito original de Alexander
Cartwright que está resguardado en Hawai, pero no encuentra una sola
mención al Base Ball entre sus páginas. [22]
Encuentra que fue Bruce Cartwright quien incluyó los apuntes de Base
Ball en las transcripciones a pesar de que estos no figuraban en el
manuscrito original. Bruce habría incluido lo anterior, según su dicho,
“completando la narrativa con todas las fuentes disponibles”. [23]
Bruce asegura que las notas originales del diario de donde obtuvo dicha
información las tiene su prima Mary. La investigadora pudo encontrar
reportes dentro del Museo de Bishop refiriendo a la propia prima Mary
como la donante del manuscrito al museo, en el cual no se encontró
referencia alguna al juego. [24]
Un ejemplo de las discrepancias entre el manuscrito original y la
transcripción realizada por Bruce se puede ilustrar en los apuntes del 23
de Abril de 1849. En la transcripción hecha por Bruce relata que la
semana anterior pasaron el tiempo “arreglando los toldos de las carretas,
empacando las pertenencias, cazando, pescando, nadando y jugando Base
Ball. Tengo la pelota y el libro de reglas que usé allá en casa.” [25]
Sin embargo, al revisar el manuscrito original se puede leer que “por más
de una semana nada notable ocurrió, el tiempo pasó arreglando los toldos
de las carretas, empacando las pertenencias, cazando, pescando y
nadando”. Del Base Ball, la pelota y el libro, nada. [26]
Fue tal la suspicacia de Nucciarone que mandó hacer un peritaje al
manuscrito original en Hawai, para certificar si realmente fue escrito por
Alexander Cartwright. Para ello contrató a Reed Hayes quien luego de
comparar la caligrafía del diario con otras muestras dictaminó que en su
opinión “Cartwright personalmente no escribió el diario de la Fiebre del
Oro”. [27]
Buscando respuestas a esta complicación, Nucciarone recurre al
archivista y director de colecciones del propio Museo Bishop, DeSoto
Brown, quien asegura que los manuscritos de gran importancia para las
familias a veces eran transcritos por alguien de excelente caligrafía. [28]
No obstante, la investigadora termina haciéndose una pregunta
razonable. “Aun si este fuera el caso con el diario de la Fiebre del Oro de
Cartwright, ¿por qué todo lo relacionado con el Base Ball se habría
quedado fuera si estaba en los escritos originales?” [29]
Con lo anterior puede cuestionarse con fundamento el verdadero rol de
Alexander Cartwright en los Knickerbockers y, sobre todo, la imaginativa
invención por sí solo de todo lo anteriormente expuesto.
¿DE DÓNDE SURGE EL MITO CARTWRIGHT?
Habría que recordar que, durante el siglo XIX, no existe evidencia que
atribuya a Alexander Cartwright un rol tan protagónico como inventor del
béisbol.
En esto coinciden Monica Nucciarone y John Thorn.
La biógrafa de Cartwright resalta la “ausencia de evidencia suficiente y
significativa en el siglo XIX en lo referente a Cartwright. Habiendo
investigado su vida a profundidad durante los últimos 6 años, todo lo que
puedo decir es que muchos de los cabos sueltos son típicamente
aceptados como cosas que sí ocurrieron o hechos, en lugar de
considerarse evidencia débil o especulación.” [30]
JohnThorn cita a las primeras historias que, sobre el béisbol, se
publicaron: “Desde las que se publicaban anualmente por Henry
Chadwick en las Guías Beadle, DeWitt y Spalding hasta historias en libro
como ‘Book of American Pastimes’ (1866) de Charles Peverelly y la
‘Sphere and Ash’ (1888) de Jacob Morse. Dan crédito a los
Knickerbockers del eventual ascenso del (tipo) de juego de béisbol de
Nueva York sobre su competencia de Massachusetts, pero no señalan a
Cartwright como su único creador”. [31]
LA VERDADERA APORTACIÓN DE CARTWRIGHT
El historiador Frederick Ivor-Campbell cita la descripción hecha por
Charles A. Peverelly en 1866 del momento en que se concibe el
Knickerbockers Base Ball Club: “En la primavera de 1845, el Sr. Alex J.
Cartwright, quien se ha convertido en un entusiasta del juego, un día
propuso una organización regular, prometiendo obtener varios reclutas”.
[32]
El propio Ivor-Campbell sostiene que esta sola aportación le vale a
Alexander Cartwright su ingreso al Salón de la Fama de Cooperstown
pues “sin su propuesta no habrían existido los Knickerbockers y, sin los
Knickerbockers, no hubiera baseball como hoy lo conocemos”. [33]
El historiador va aun más allá en su análisis al afirmar que los
Knickerbockers “habían evolucionado a un tipo de juego de pelota
marcadamente diferente del tipo del town ball que se jugaba en otras
partes. Si no se hubieran organizado como club es poco factible que
hubieran formalizado y publicado sus reglas y, si sus reglas no se hubieran
publicado, su versión de baseball muy seguramente se habría perdido.”
[34]
En las propias palabras de Frederick Ivor-Campbell:
“Es el legado de Cartwright no haber diseñado las reglas, sino plantar la
idea que creció hacia el pasatiempo nacional”. [35]
LA IMPORTANCIA DE LOS KNICKERBOCKERS
Esta foto fue descubierta
hace apenas unos meses. Es
una fotografía co los
miembros más destacados de
los Knickerbockers de entre
1845 y 1850. Alexander
Cartwright no aparece, pues
ya vivía en Hawai.
De izq. a der. de pie:
1. Duncan Curry; 2. Walter T. Avery; 3. Henry T. (Tiebout) Anthony; 4.
Charles H. Birney; 5. William H. Tucker.
Seated:
6. Charles Schuyler DeBost; 7. Daniel Lucius “Doc” Adams; 8. James W.
Davis; 9. Ebenezer R. Dupignac, Jr.; 10. Fraley C. Niebuhr.
Alexander Cartwright promovió la idea de formalizar a los Knickerbockers
y permitió que, de esta manera, su legado se arraigara por generaciones.
Pero también ha quedado claro que los Knickerbockers no inventaron el
Base Ball, sino que tomaron un juego que ya era popular y se jugaba desde
el siglo anterior e hicieron las modificaciones en las reglas que harían un
juego más ordenado.
Además, asentar las reglas por escrito los convirtió en una referencia para
el resto de los practicantes del juego, por lo que sus reglas fueron
adoptadas y de esta manera se estandarizó el juego de los Knickerbockers
como el juego de Base Ball hasta llegar a nuestros días.
David Block y Frederick Ivor-Campbell sostienen puntos de vista algo
diferentes en el papel que los Knickerbockers deben tener en la evolución
del Base Ball.
Ivor-Campbell sostiene que, por ejemplo, el nacimiento representa el
inicio público de algo nuevo. Se pasa, entonces, de la potencialidad a la
realidad.
“Veo lo que los Knickerbockers hicieron en Septiembre de 1845 como un
nacimiento de ese tipo. Estoy de acuerdo en que las reglas de los
Knickerbockers no significan el nacimiento del juego moderno ni su
fundación. No por sí solas. Pero EN COMBINACIÓN CON la organización
formal del club y la publicación de sus reglas, sí lo son. Arguyo que
constituyen el ‘nacimiento’ del Base Ball, la transformación de
potencialidad en realidad. Lo que existió antes del 23 de Septiembre de
1845, según mi analogía, fue la gestación; lo que siguió ha sido la vida que
no hubiera sido posible sin la organización de los Knickerbockers y la
publicación de las reglas”. [36]
En contra parte, David Block ve a los Knickerbockers como un importante
peldaño en la escalera evolutiva del Base Ball, como parte de una larga
trayectoria de cambios constantes y desarrollo que comenzó en el siglo
XVIII en Inglaterra y que continúa hasta el presente.
“Creo que una avenida para determinar el lugar correcto de los
Knickerbockers en la historia es examinar cada una de sus famosas reglas,
y probar su durabilidad y originalidad. Dedico todo un capítulo en mi
libro a este ejercicio. Algunas de sus reglas fueron, sin duda, grandes
innovaciones, tales como la eliminación del ‘soaking’ (poner out a un
corredor lanzándole y golpeándolo con la bola) y la introducción del
territorio de foul. Pero algunas de las reglas que ellos codificaron, las
heredaron de formas anteriores de baseball, de las cuales los
Knickerbockers no pueden reclamar el crédito. Otras de sus reglas
tuvieron corta vida o fueron modificadas por mejores prácticas unas
decadas después”. [37]
En su libro, Block reporta el hallazgo de varias descripciones de baseball
e, incluso, un conjunto de reglas publicadas en alemán en 1792. Por lo
tanto, sostiene que “dado que un juego llamado Base Ball precedió a los
Knickerbockers y ya tenía características como el infield en forma de
diamante, tres strikes, corrido de bases en contra de las manecillas del
reloj y otras situaciones comunes del juego, no podría concluir que el club
de Nueva York mereciera completamente la gran reputación que es
representar el ‘nacimiento’ de baseball y establecer la base del béisbol
moderno. Aun la etiqueta de ser el primer club organizado es
cuestionable, dado que la estructura organizacional de los Knickerbockers
y sus estatutos fueron precedidos por atributos organizacionales casi
idénticos del Olympic Ball Club de Filadelfia en los 1830’s.” [38]
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